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Misiones Salesianas

Los niños y niñas son uno de los grupos más vulnerables en este conflicto armado.

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EMERGENCIA ETIOPÍA: HAMBRE, PLAGAS, CONFLICTO ARMADO Y PANDEMIA

Combatir el hambre es la prioridad para los misioneros salesianos que trabajan en Etiopía. El conflicto que vive la región de Tigray, en el norte de Etiopía, está dejando miles de muertos, millones de personas desplazadas de sus hogares y más de 60.000 personas han tenido que huir hacia otros países, como Sudán. Además, más de 4,5 millones de personas necesitan ayuda de emergencia urgente para sobrevivir, de un total de 5,5 millones de personas. El corte de las comunicaciones, la falta de luz eléctrica, el cierre de los bancos y de los mercados han dejado la zona desabastecida y a millones de personas sin nada que comer. Las organizaciones humanitarias que trabajan en la región alertan de que entre el 3% y el 15% de los menores de cinco años sufren malnutrición porque no reciben ni una comida al día.

Conflicto armado, crisis humanitaria

El conflicto armado desatado en la región de Tigray en noviembre pasado ha supuesto la gota que colma el vaso para una población ya afectada por la pobreza. “En Adwa el único hospital que funciona es el de las hermanas salesianas y muchas fábricas han sido saqueadas”, explicaban los misioneros salesianos. “Se puede decir que estamos ante una crisis humanitaria. Es una situación trágica”, añadían.

Los misioneros salesianos que trabajan en el país tienen ahora mismo una única preocupación: la población. “Estamos repartiendo lo que podemos, pero es muy poco. Vamos a necesitar mucha ayuda para poder superar esta crisis”, se lamentaban.

El inicio de la guerra el pasado 4 de noviembre dejó aislada la zona durante más de tres meses, también a los misioneros salesianos, aunque hoy ya se han podido restablecer algunas comunicaciones y todos ellos se encuentran bien. “No hemos sentido peligro de haber podido morir porque los bombardeos no eran cerca de nosotros, pero tampoco nos hemos podido mover de la casa en todo este tiempo”, comentaban desde Adigrat. “Era imposible moverse en coche por los robos que había y la gran violencia que ha existido, sobre todo en noviembre y en diciembre”, explicaban. “Es muy duro estar sin saber nada de nadie ni poder visitar a los niños y a las familias”, añadían.

Una vez más, las personas más afectadas son aquellas que viven en una situación de mayor vulnerabilidad: desplazados internos, mujeres embarazadas, menores de cinco años, personas refugiadas y personas mayores, enfermas y discapacitadas.

Los centros educativos etíopes están cerrados desde marzo del año pasado. Pocos alumnos han podido seguir sus

clases. En la región de Tigray más de 1,4 millones de estudiantes y más de 2.400 escuelas se han visto afectadas por el conflicto. La mayoría de las escuelas han sido saqueadas y muchas sirven como espacios de refugio para los desplazados. La educación es un derecho de los niños y niñas y, otra vez más, está siendo vulnerado.

El coronavirus y las plagas, otros problemas

A la violencia en la región del norte, hay que añadir que Etiopía se enfrenta también a la pandemia, como el resto del mundo, y a las plagas de langosta, que han devastado las cosechas y han hecho aumentar la inseguridad alimentaria en el país. Más de 162.000 personas se han contagiado de coronavirus y es uno de los países del continente más afectados por detrás de Sudáfrica. “La situación sanitaria, además, se agravará por la falta de agua potable que sufrimos”, añadían los misioneros. Antes del conflicto, más de 600.000 personas ya dependían de ayuda humanitaria y más de un millón recibía ayuda de la red de seguridad del Estado.

Sin un final pacífico en el horizonte próximo, la situación para la población seguirá siendo muy complicada y con pocas perspectivas de futuro.

Los misioneros salesianos continúan ayudando

En Etiopía los misioneros salesianos trabajan en 14 ciudades con proyectos de educación y de protección a la infancia y juventud más vulnerable. Tan sólo en la región de Tigray atienden a al menos 5.000 niños, niñas y jóvenes en sus obras de Mekelle, Shire, Adwa y Adigrat.

Desde Misiones Salesianas ya hemos enviado las primeras ayudas para paliar la crisis humanitaria. Repartiremos más de 13.400 kilos de harina y 4.700 litros de aceite para cocinar. Además, ayudaremos con material sanitario al hospital de Adwa, uno de los pocos centros sanitarios operativos en la zona.

Ana Muñoz

Los misioneros salesianos realizan repartos de comida para la población más necesitada.

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La COVID-19 y Misiones Salesianas

Llama la atención la escasa información que los medios de comunicación ofrecen de tantas cosas buenas que hace la Iglesia. De forma habitual se olvidan de uno de los grupos que siempre está presente donde los problemas son mayores y sufren tantas personas.

Por fortuna, esta presencia de la Iglesia acompañando a quienes más lo necesitan, nos sigue definiendo. No podía ser menos en esta penosa epidemia de la COVID-19. Concreto algunos datos de lo que hemos hecho en Misiones Salesianas.

Hasta el presente, Misiones Salesianas ha ayudado a 11 millones de personas en 121 países.

En este servicio ha empleado 6.160.000 euros: 1,2 millones en América, 1,3 millones en Europa, 1,7 millones en Asia, 1,8 millones en África y 160.000 en Oriente Medio.

El 65% de este dinero se ha destinado a proporcionar alimentación y ropa, el 25% al cuidado de la salud y de la higiene y el 10% al trabajo de sensibilización.

Como podemos ver, nuestro tiempo no está dejado de la mano de Dios. Estamos repitiendo la permanente historia de la Iglesia, un grupo que no se cansa de hacer el bien. Como se hizo desde los inicios, seguimos construyendo la Iglesia contando las maravillas que Dios hace por medio nuestro y participando en la excepcional historia en la que Dios nos invita a participar.

Eusebio Muñoz Ruiz, sdb

Puedes hacerte socio de Misiones Salesianas o colaborar en

http://www.misionessalesianas.org