Revista 795 (Nº2)

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Artes y Revolución | Número II

Agosto 2018


Número II

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795 Artes y Revolución Agosto 2018

© Editorial Teatromuseo Director y Responsable Legal Ví c t o r Q u i r o g a Pé r e z Editora y periodista Javiera Silva Ábalos Diseñadora C o n s t a n z a Va l e n z u e l a A l b o r n o z Fotografía B a n c o d e d a t o s Te a t r o m u s e o Ilustración de portada C o n s t a n z a Va l e n z u e l a A l b o r n o z

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Colaboradores

editorial

soquete review

La Muerte con

El enterrado vivo

MAYÚSCULA

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41-45

la muerte

marote

cuchufleta

18-23 San la Muerte

Gramática del lenguaje corporal

Lo cómico en la Edad Media

25-31 ¿Un ser vergatario?, ¿un santo? o ¿el mismísimo demonio?

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Hugo Chávez El presidente que venció la muerte

47-53

55

56-59

menjunje

celuloide

menú

47-49 Café de la Muerte

Ciudad de los Fotógrafos

Teatromuseo ofrece

51-53

Índice

La calavera garbancera de José Guadalupe Posada

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COLABORaDORES DE ESTE NÚMERO

Juan López Fidanza

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Docente e investigador de la Universidad Católica Argentina. Formado en las ciencias duras, mudado a los estudios religiosos y afincado finalmente en las ciencias sociales. Dirige la Maestría en Sociología de esa Universidad. Investiga sobre las reconfiguraciones contemporáneas de las creencias y prácticas religiosas a partir del estudio de devociones populares en contexto urbano.

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luis alonso hernández Periodista y profesor universitario de las universidades Carabobo y Arturo Michelena de la ciudad de Valencia, Venezuela. Actualmente es estudiante del Doctorado en Antropología Social en la Universidad Nacional de San Martín, Buenos Aires, Argentina. En 2016 llegó al país trasandino para cursar la Maestría en Antropología Social en FLACSO Argentina, becado por el Ministerio de Educación de Argentina.

inés Pasic De origen bosnio, estudió en el Conservatorio de Sarajevo. Fundó la Compañía Teatro Hugo e Inés, junto a Hugo Suárez en el año 1986. En el año 2003 Inés Pasic fundó Gaia Teatro y dirigió Los Mundos de Fingerman, espectáculo ganador del premio MASQUE de La Academia de Artes Escénicas de Quebec, Canadá, como la mejor producción extranjera del año 2006-2007. En el 2018 abrió el centro de investigación Gaia, donde profundiza en las técnicas y lenguaje de títeres corporales, concepto creado junto a Hugo Suárez.

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Andrea Manuschevich Periodista de la Universidad Católica de Chile y fotógrafa del International Center of Photography (ICP), de Nueva York. Por ocho años colaboró en El Mercurio escribiendo en la sección Vida, Ciencia y Tecnología. Actualmente se dedica a la fotografía, principalmente al retrato, moda, paisaje e interiorismo. Su trabajo se ha publicado en las revistas One Book, Ya, Access y Cosmopolitan, entre otras.

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Yamila titania colombo Actriz y payasa argentina, estudió en la Universidad Nacional de Artes Dramáticos de Buenos Aires (UNA). Es directora y payasa de La Cía. de Payasos Faramburleros. Como parte de su formación, participó de la 1° Escuela Nómade del Theatre du Soleil y tomó clases con destacados maestros de teatro y clown como Marcelo Savignone, Diego La Hoz, Ariane Mnouchkine, Antón Valen, Inés Pasic, Mimo Tuga, entre otros. Actualmente reside en Rengo, Valle de Cachapoal, Chile. PÁGINA 47

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ALEJANDRO GzZ MIMO JOY Originario del noreste mexicano y egresado de la Licenciatura de Diseño Industrial, período en el cual conoció el mundo del mimo, explorando en las calles de su natal Monterrey. Comprometido con la actividad cultural de su ciudad inició en 2009 la Cía. Ñaca-Ñaca, la cual es responsable de tres importantes proyectos: Festival de Pantomima Monterrey, Festival ItinerArte y la Escuela de Humor y Comedia Monterrey. Acabó de celebrar 15 años de trayectoria, siempre en busca de la risa.

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E D ITORIAL

JAVIERA SILVA ÁBALOS Editora

LA MUERTE CON

La muerte es la que todos quieren evitar, parece que la nombramos y una sombra cae sobre los rostros de los presentes, algunos ponen caras de sorpresa, otros de terror, otros simplemente dicen lo clásico: «No vamos a hablar de eso ahora, falta tanto…» Pero la verdad, es que no sabemos cuándo va llegar, pero sí sabemos, absolutamente, que un día nos va tocar, a todos, a unos más temprano, a otros más tarde. Es, tal vez, la única certeza que podemos tener en vida: un día vamos a morir. La muerte, se podría decir, que es comunista, porque no discrimina el tamaño del bolsillo ni el estatus que consiguió en vida; independiente de las circunstancias, el fin es el mismo para todos. Esto, podría ser, entonces, una motivación para crear comunidades imaginadas1 entorno a la muerte, porque unifica, porque genera sentimientos de solidaridad y empatía. Es imaginada porque los miembros de dicha comunidad jamás van a conocer a la mayoría

de sus compatriotas2, «pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión» (Anderson, 1993:23). Así veremos más adelante, en esta edición, el culto que la muerte despierta, cómo ella es santificada y también endemoniada, La Muerte, como una personificación. Muertos, que no estrictamente santos, crean comunidades de fieles a su alrededor, como es el caso de San Hugo (Chávez). Cómo, a través de los diferentes medios de la modernidad ésta ha sido elaborada como un producto más de la religiosidad, y también como un producto del arte y del diseño. Sin duda, el tema es un tabú, en algunos lugares más que otros, y plantear su discusión, como es el caso del Café de la Muerte o el documental Ciudad de los Fotógrafos, es darle la importancia que ella tiene, porque no podemos ignorar que la muerte ha estado presente en toda la historia de la humanidad; y, específicamente, muy presente en nuestro país, una nación3 dañada

MAYÚSCULA

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La muerte, se podría decir, que es comunista […] el fin es el mismo para todos. con la violencia de una de las dictaduras más pesadas de Latinoamérica, donde la memoria es, por ahora, el recurso más viable para su reconstrucción. También, no podemos olvidar que la muerte es un paso de la vida, y que la muerte también permite la vida. Los debates en torno a ella son fundamentales para la creación de movimientos socioculturales y para las demandas sociales: ¿La muerte es un derecho? ¿Podemos elegir morir? ¿Cuál es la frontera entre la vida y la muerte? ¿Cuándo comienza la vida? Aquí no queremos dar respuestas, y sí darle un lugar a La Muerte que tantas veces es omitida y dejada para atrás, queremos despojarla de esa carga de antemano negativa y verla con otros ojos. Porque, en la realidad, nadie está más vivo que La Muerte, la muerte con mayúscula, y ella

está siempre ahí, a la vuelta de la esquina, bien tranquila esperando su momento en la escena. 1 | Anderson, Benedict (1993 [1991]). Comunidades Imaginadas. México. Editorial Colección Popular. 2 | El autor usa este concepto en relación a la definición de nación que usa para desarrollar el concepto de las comunidades imaginadas. 3 | Siguiendo con la lógica de Anderson (1993:24-25), la nación sería limitada, porque tiene fronteras físicas específicas, soberana, porque se imagina libre y, finalmente, una comunidad, porque independiente de las injusticias y desigualdades la nación motiva un sentimiento de compañerismo, que lleva, incluso, a matar por ella, como son todos los casos de dictaduras.

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SOQUETE rEVIEW

el enterrado

vivo

REPORTE ESPECIAL DESDE EL CEMENTERIO DE DISIDENTES DE VALPARAÍSO

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stoy nuevamente metido en problemas, la editora quiere sí o sí mi reportaje para el segundo número de la revista, me escribió lo siguiente: «No sé qué te pasa, pero ojalá se te pase pronto. Plazo fatal mañana». Y eso fue ayer. Pero por fin aquí está. La verdad el material lo tenía hace bastante tiempo, pero lo que me sucedió, no le pasa a todos los periodistas en práctica, es una sensación extraña entre susto y pudor. Hoy me atrevo a escribirlo. Como el tema del presente número es la MUERTE, decidí entrevistar a un muerto. ¡Sí! Quería innovar, quizás sobresalir, el caso que busqué una forma práctica de entrevistar a un muerto, y luego de investigar descubrí diversas formas: sesiones espiritistas, tablas güija, médium, brujas… Y lo que me pareció más atractivo fue un libro egipcio para revivir muertos (bueno lo vi en una película de Indiana Jones). Así que bajé de internet una copia en PDF, luego instalé en mi teléfono un traductor online. Los pasos que exigía el libro para revivir a un muerto eran:

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SOQUETE BEST-IAL Periodista en práctica

1| Tener un muerto. 2| Estar cerca de los restos (por lo menos cincuenta centímetros). 3| Una noche sin luna. 4| Estar completamente solo. 5| El revivido durará de 10 a 15 minutos en este mundo. Solo me faltaba el entrevistado, ¿quién podría ser? Se me ocurrieron varios candidatos: Freddie Mercury, Marilyn Monroe, Edgar Allan Poe,

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Alberto Plaza… Pero necesitaba estar cerca de los restos, y sin presupuesto para viajes fuera o dentro del país. Entonces cometí el error del principiante en las artes de la resurrección y me fui a un cementerio, específicamente al Cementerio de los Disidentes de Valparaíso. Conocía al nochero del cementerio, el Rigo. Le pasé una botellita de vino al entrar y me dijo riendo —‌ya rubio tení hasta las 6 de la mañana y me los dejaí a todos acostados. No tenía idea lo premonitorio de sus palabras. El caso que estaba ahí como a las 12.30 de la noche, solo con mi teléfono, una botellita de licor, un paquete de cigarros y nerviosísimo. Para aquietar el pulso me tomé tres tragos largos del licor, prendí un cigarro y con la linterna del celu comencé a iluminar las tumbas. Me pase unos 15 minutos buscando al elegido; de pronto una lápida decía: «Aquí yace Sir Nathael Bogardus nacido el 12 de marzo 1854 y fallecido el 5 de septiembre 1841». Y la

siguiente frase escrita en loza de granito: «Si despiertas cretino, búscame. Janis». Me intrigó esta última frase, entonces lo googlee y el nombre dio el siguiente resultado en Wikipedia: En 1827 se estableció por primera vez en Chile un circo internacional, el circo inglés de Nathael Bogardus quien permaneció meses frente a la Plaza Victoria de Valparaíso, lo que provocó que la calle fuese llamada «Calle del Circo» (en 1977 pasó a llamarse calle Edwards). Este circo trajo consigo un extraordinario espectáculo ecuestre, grandes números acrobáticos y divertidos payasos que no tardaron en causar un profundo impacto en la incipiente actividad circense nacional, la cual incorporó a sus espectáculos las novedades traídas por los extranjeros. El circo de Bogardus volvió en 1841, y como ya era tradición, el mismo Bogardus realizaba un número de escapismo llamado «El

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enterrado vivo». El espectáculo trataba de lo siguiente: se mandaba a cavar un agujero en donde se introducía una caja de metal que contenía a Nathael vestido con un reluciente frac verde y su sombrero de copa, luego la caja era enterrada y sobre él se ponían las lonas de la pista central, donde se actuaba durante todo el mes. Como medio de comprobación de la veracidad del acto el municipio dejaba dos policías cuidando de punto fijo durante día y noche. Al cumplirse el mes en presencia de gran parte de la comunidad, de los más ricos a los más pobres, y hasta del mismo alcalde, quien cargaba una botella de champan, ese fatídico día, iban a abrir la tumba. El el olor dejó en claro que Sir Nathael Bogardus esta vez no resucitaría. Fin de la cita en Google. Me quedé perplejo y sin pensarlo dos veces

comencé vía traductor español/ árabe/ inglés a despertarlo. Susurré los versos —cosa de no despertar más que al susodicho— contuve la respiración, pero no aconteció nada, entonces me empiné la botellita de licor y antes de tragar el líquido veo frente a mí una sombra. —¡¡CHACHAN!! Aquí estar —me dijo. Me atraganté, comencé a toser. —¿Dónde estar todos? —insistió. Junté valor y me presenté. —Bu, bu, buenas noches. Soy Soquete. —¿Dónde estar mi circo? ¡Janis, mi amor! Rápidamente me incorporé y le relaté lo que estaba haciendo ahí y que ese día del escapismo no despertó. Me quedó mirando perplejo, con las orbitas desencajadas, luego de un largo silencio comenzó a llorar como un niño, desconsolado, por un largo rato, luego se sentó a mi lado y solo atiné a ofrecerle un trago, él me miró, creo que dibujó una leve sonrisa y aceptó mi ofrecimiento, pero

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Teatro de la República: última función de Herr Alexander, el célebre mágico alemán, para el domingo 31 de agosto de 1851. Fuente: Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile

Teatro Municipal: función dada por la Compañía Lírica Italiana en unión de las maravillas de la gimnástica dada por la Familia Buislay . Fuente: Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile

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no consiguió asir la botella y nos dimos cuenta ambos que solo era una sombra. Rápidamente se incorporó y comenzó a pasearse —bueno pasearse es un decir— volaba de un lado a otro, y movía la cabeza . —Why I’m so freak and cretin —decía. Yo lo interrumpí. —don muer… — luego leí la lápida— don Nathael sabe que de acuerdo al libro con el cual lo reviví tenemos solo 10 minutos y bueno, ésta es una entrevista para 795 Artes y Revolución ¿podría hacerle una pequeña entrevista? Me miró fijo, así como con ira. —¿Y el circo, que pasar con el circo? —me dijo. Entonces juntando todo mi valor le conté los últimos 100 años de circo en Chile. De las puestas en escenas patrióticas de la vida de Manuel Rodríguez; de la tradición de los payasos chilenos, que recorrieron toda Latinoamérica difundiendo la alegría; de las grandes familias de cirqueros de la época de oro; de la caída de la tradición con la llegada de la televisión (me costó explicarle lo de la televisión); le hablé del circo contemporáneo y le aseguré que todo esto no hubiera sido posible sin su gran aporte. Me miraba mientras le relataba la historia, sus ojos brillaban y hasta soltó una carcajada cuando le conté la rutina de las ratas. Ahí me detuvo. —No saber muy bien que me hablas, pero si

este es un dream, espero que mañana no se me olvide. Luego agregó —Ok, podemos hacer entrevista ¿qué querer saber? Me ilusioné al máximo, busqué alguna pregunta. —¿Qué se siente estar muer-dormi-muerto tanto tiempo? —le pregunté. —Para mí solo ser un blink, un pestañeo. —O sea, no le pasó nada —insistí. —The truth is not, no nada, pero ahora que tu preguntar he soñado mucho…unos sueños que sabía que estaba soñando. Mi infancia, mi vida y otras vidas. I’m not so sure, no muy seguro, ¿en qué año según tú estar? —Agosto de 2018. Por fin, sonrió. —Ya tener mucho sueño, my eyes are closing. —¿No se dio cuenta de nada? —¿Cómo nothing? —mientras bostezaba— Si mi decir que sigo viviendo pero como un sueño. Dicho esto se durmió a mi lado. Yo prendí un cigarro y esperé a que se desvaneciera por completo, todavía tengo helado el hombro donde se apoyó. Se escuchaban unos gallos cuando salí del cementerio. —¿Y quedaron todos acostados? —dijo Rigo. —Sí, todos —le respondí. Eso es todo cambio y fuera.

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La muerte SAN LA MUERTE, EL MÁS JUSTO DE LOS SANTOS Por Juan López Fidanza ¿Un ser vergatario?, ¿un santo? o ¿el mismísimo demonio? HUGO CHÁVEZ: EL PRESIDENTE QUE VENCIÓ LA MUERTE Por Luis Alonso Hernández

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SAN LA MUERTE El más justo de los santos Por Juan López Fidanza Fotografías de Juan López Fidanza

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n muchas culturas la muerte es representada e incluso es personificada y dotada de poder. En el marco del cristianismo se tendió a despojarla de tal condición, concibiéndola como un pasaje (de «esta vida» a «la futura»). Sin embargo, la existencia de un actor hegemónico no supone la desaparición de los agentes subalternizados. Desde esta óptica podemos comprender la devoción a San La Muerte, la cual ha cobrado gran visibilidad en los últimos años a partir de su aparición en la esfera mediática, habitualmente en referencia a hechos delictivos. Esta visibilización, lejos de ser positiva para sus devotos, suele tener un perfil estigmatizante al punto de calificarla como «la devoción de los delincuentes». ¿Qué puede decirse de esta devoción? Este culto popular es oriundo de las regiones con influencia de la cultura guaraní (el nordeste argentino, Paraguay y algo menos en el sur de Brasil). Su origen se encontraría como una mixturación de creencias de este

pueblo originario con piedades católicas europeas (particularmente cristológicas) introducidas por la evangelización jesuítica de esta región —y muy probablemente también enriquecidos por creencias y prácticas de origen africano aportadas por los esclavos que abundaron en el Litoral, que podrían vislumbrarse en el modo de realizar ofrendas al santo, que se asemeja a la modalidad de los religiones afrobrasileñas—. De este modo, estas creencias guaraníes sobrevivieron en un contexto religioso hegemonizado por las creencias católicas, en una hibridación que combina elementos de muy disímil origen: los del mundo católico «oficial» (prácticas de Semana Santa y del día de los «fieles difuntos», uso del agua bendita, oraciones), creencias de guaraníes y africanas, imaginería occidental ligada a la muerte y variados elementos esotéricos. Gracias al relato de investigadores de las tradiciones folclóricas argentinas sabemos

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que esta religiosidad se practicaba originariamente de modo individual en torno al payé (palabra guaraní que significa tanto conjuro como amuleto) un «fetiche» representando figura esquelética acuclillada o de pie, de muy reducido tamaño. Esta imagen no representaba de suyo a un santo, sino que era una imagen de culto «de uso». Su función de protección o daño (muchas veces, uno unido al otro) habría sido el eje de la devoción originaria. Pero con el tiempo se fue dando una evolución en la devoción, tanto en la representación de la imagen como en la concepción acerca de la entidad que representa. Se dio una transición del amuleto (el payé) al santo. Las representaciones dejan de tener el formato pequeño de los orígenes, aumentando en tamaño e incorporando las representaciones medievales europeas de la muerte: una figura esquelética habitualmente erguida —aunque a veces sentada en un trono—,

cubierta con una túnica y provista de guadaña. Las imágenes varían en su tamaño. Si las más antiguas tendían a ser de tamaño pequeño, actualmente en los santuarios abundan reproducciones de mediana y gran talla (incluso de la altura promedio de una persona). Sin embargo, las «imágenes principales» de estos espacios devocionales suelen ser pequeñas. Las imágenes de bulto se fabrican mayoritariamente en yeso (particularmente las producidas en serie), pese a que la tradición estipula su manufactura en hueso. Debe destacarse la importancia que han tenido los imagineros (artesanos y muchas veces también mediadores) en el proceso de fijación de la representación, así como actual incidencia en el mismo de la producción masiva y comercialización de las imágenes. Las industrias culturales inciden en la propagación tanto como en la fijación de formatos4. Pero no solo se modificó el tamaño y la

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forma de representación de su figura. San La Muerte dejó de ser un amuleto de uso para volverse una devoción a alguien: un intercesor con lo divino —y a quien solicitar favores—, un confidente a quien rezar y, para muchos, un implacable vengador en caso de las promesas no cumplidas. Sus devotos gustan denominarlo con apelativos familiares como «el Santo», «el Santito» o «el Señor». Es caracterizado por sus fieles como el más poderoso de todos los santos, vengativo y

protector. Pero, por sobre todo, es calificado como «el más justo». Las solicitudes realizadas al santo deben ser acompañadas de su correspondiente contrapartida: una promesa. En caso de cumplirse el pedido, los devotos manifiestan la obligatoriedad del cumplimiento de la misma. San La Muerte carga en sí mismo «el bien y el mal», que puede realizar milagros y brindar protección —especialmente de una muerte violenta—, pero a la vez puede castigar si no se cumple lo pactado. Es un santo «justo y vengador», no conviene invocarlo en vano ni incumplir la obligación prometida a cambio de su protección5. El culto a San La Muerte ha oscilado entre la

4| La producción en serie en fábricas chinas de imágenes de bajo costo de la muerte erguida, que son comercializadas tanto en Argentina como en México, tiene sus efectos: hace accesible y visible para una mayor cantidad de personas esta figura, impone la versión erguida por sobre las otras representaciones; identifica con una misma imagen a devociones cercanas como la Santa Muerte.

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Es un santo «justo y vengador», no conviene invocarlo en vano ni incumplir la obligación prometida a cambio de su protección. esfera pública y la privada. Su identificación con el fenómeno humano de la muerte, el cual ha asumido rasgos de tabú en la cultura actual, ciertamente ha sido fuente de rechazos así como por el hecho de que esta figura también ha sido adoptada por personas que practican «cultos esotéricos»: tarot, videncia, trabajos con magia negra, etc. Otro tanto debe señalarse respecto del contrapunto simbólico que este símbolo tiene con el universo semiótico católico. De este

modo, esta devoción gozó de la antipatía de la Iglesia Católica. Esta radicación en la esfera privada debido a estos cruces culturales y esta impugnación eclesial fue reforzada por lo que denominamos como una «tendencia al secreto», presente en algunos rituales tradicionales: suponen la necesidad de ocultar la imagen del santo (tapar con un paño, enterrar) para que el mismo sea eficaz6. Siendo un culto profesado de manera privada y de escasa visibilidad, la

5| Para algunos, su potestad de proteger ante una muerte violenta tornan a San La Muerte en una figura fácilmente aceptable por los sectores juveniles en conflicto con la ley y por la población carcelaria, constituyéndolo de algún modo en un santo ‘tumbero’. En sus orígenes no parece haber estado vinculado particularmente a la cultura de la transgresión y el delito. 6| En esta línea quizás haya que interpretar la tradicional práctica de la incrustación: introducirse bajo la piel (de abdomen, brazos o piernas) una imagen pequeña del santo tallada (preferentemente por un recluso a prisión perpetua) en hueso humano (en lo posible, una falange de un cristiano bautizado) o bala. Este ‘payé’ tendrá el poder de proteger y prevenir de muertes violentas. Actualmente esta práctica ha sido reemplazada mayormente por el tatuaje como modo de pertenencia e identificación. Los creyentes suelen realizarse de San La Muerte en agradecimiento a un favor recibido, en donde la intervención en el cuerpo al mismo tiempo que constituye la promesa, reafirma una creencia compartida y sella un pacto.

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única instancia de presencia pública eran los festejos en la fecha conmemorativa (el 15 o el 20 de agosto, según los lugares). Esta vinculación con el secreto que caracterizó al culto en su versión tradicional pareciera estar modificándose en la actualidad. Unido a su propagación a lo largo y ancho de la Argentina a través de las migraciones internas, se han multiplicado los lugares de devoción pública. La asociación entre este culto y el Gauchito Gil ha contribuido a esta expansión La mayoría de estos espacios devocionales festeja las patronales del santo con celebraciones que desbordan el santuario y se prolongan en la calle, haciendo partícipe al barrio, generalmente con chamamé y asado. Por otro lado, aportando a esta visibilidad, abundan los sitios de internet dedicados al santo que abiertamente difunden el culto y en algunos casos, sostienen prácticas religiosas virtuales y de socialización de experiencias entre devotos. Aún más, algunos santuarios organizan periódicamente actividades de recreación o beneficencia que les dan mayor apertura a la comunidad y presencia. En clave cultural, San La Muerte se ha hecho presente incluso en el mundo del arte y de las letras. Una mención aparte merece el ámbito de los medios de comunicación, donde el santo ha aparecido de modo mucho más frecuente que en tiempos pasados. En los mismos, esta devoción es simplificada como una religiosidad delictual, de una alta carga negativa, y se utiliza como una marca que refuerza la peligrosidad/estigmatización de los individuos —pertenecientes a sectores populares— en conflicto con la ley. ¿Un ser vergatario?, ¿un santo? o ¿el mismísimo demonio?

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¿Un ser vergatario?, ¿un santo? o ¿el mismísimo demonio?

HUGO CHÁVEZ: El Presidente que venció la Muerte Por Luis Alonso Hernández

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hc Señor y Dios nuestro, tu escogiste a nuestro comandante Chávez como el hijo del pueblo de Bolívar, para que nos guiara hacia un futuro mejor. Fue hacedor de la patria socialista con espíritu justiciero y libertario, y nos lo presentas como Cristo de los pobres, el guerrero del amor, prócer de la nueva independencia. Ángel que bajó a estas tierras, a estos mares, a estos vientos. Creo en Chávez en comunión con todas las religiones. Creo en Chávez en comunión con todos los pueblos de Dios. Creo en su mano milagrosa, amiga y socialista, en su verbo santo que cura los males de los más pobres. Creo en Chávez y en el milagro de nuestra patria grande, por su sacrificio hoy es viento sabanero y nuestro protector eterno. Somos con él. Todos somos con Chávez. Creo en Chávez como hermano, él es mi comandante y yo también soy Chávez y tengo el poder del amor por la patria, por el prójimo. Creo en Chávez, creo en el pueblo, creo en Dios todopoderoso. Amén. (Oración al comandante Chávez)

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Busto de Chávez. Según los creyentes hay que tocarlo antes de pedir un favor

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A 20 días de la muerte del expresidente venezolano ocurrida el cinco de marzo de 2013, sectores populares en la parroquia 23 de enero, en la ciudad de Caracas, levantaron una pequeña capilla consagrada a Santo Hugo Chávez del 23, a la que acuden personas de todo el país a llevar flores, prender velas, pedir favores y pagar promesas. De esta manera, el padre de la llamada revolución bolivariana hizo su aparición en el espacio público de otra forma: revestido de cierta textura sagrada con licencia divina para actuar en el mundo de los vivos. El caso no pasó desapercibido. Desde la iglesia católica se condenó la veneración popular, mientras que voceros del Gobierno comenzaron a defender públicamente el derecho que tiene este sector de la población de adorar a quien considera su «comandante eterno y supremo». Esta elevación al panteón de los santos populares tampoco es nueva. En Venezuela, al igual que en la mayoría de países de América Latina es común apreciar la construcción de altares para recor-

dar a difuntos considerados excepcionales por la gente, puesto que en vida e indistintamente de la esfera en la que se desenvolvieron, ejercieron un poder e influencia considerado fuera de lo común, en la que se pliega la excepcionalidad de sus propias áreas con lo sagrado. Vemos los casos de Evita Perón, estudiado por la estadounidense J.M. Taylor (1981)7; la cantante de cumbia Gilda, cuya sacralización fue abordada por Eloisa Martín (2007)8; el ícono del tango Carlos Gardel, sobre quien ha escrito María Julia Carozzi (2003)9 o en el campo de la medicina venezolana, el doctor José Gregorio Hernández, cuya veneración es etnografiada por el español Francisco Ferrandiz (2004)9, mientras observaba el culto a María Lionza. Todos estos ejemplos representan híbridos en los que se combina una forma de religiosidad popular con la política, la música y la medicina. Sin embargo, destaca el de Hugo Chávez por tratarse de la sacralización de un líder revolucionario, fundador de un movimiento que forma parte de un proceso político conflictivo todavía abierto.

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Sobre el culto a Chávez está presente otra particularidad. Las prácticas de sacralización comenzaron en vida, cuando intentó derrocar al gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992. El antropólogo Michael Taussig, recorría Venezuela para la época y observó tras el golpe y posterior encarcelamiento del líder rebelde, como se pronunciaba en las barriadas de Caracas una plegaria dedicada a Hugo Chávez: Chávez nuestro que estás en la cárcel, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu pueblo, hágase tu voluntad, de la nuestro país, la de tu Ejército, danos hoy la confianza ya perdida y no perdones a los traidores, así como tampoco perdonaremos a los que nos traicionan, no nos dejes caer en la corrupción y líbranos del presidente. Amén (2015:128)11.

Tras su fallecimiento siendo presidente se afianza el culto a Hugo Chávez Frías. Gobernó desde el dos de febrero de 1999 hasta la muerte a causa de un cáncer, apenas a tres meses de su reelección. Para sus seguidores no murió, sino fue «sembra7 | Taylor, J.M (1981) Evita Perón. Los mitos de una mujer. Buenos Aires. Editorial Belgrano. 8 | Martín, Eloisa (2007) Gilda, el ángel de la cumbia. En: Religiao e sociedade. Rio de Janeiro. 27 (2). Pág. 3054. 9 | Carozzi, María Julia (2003) Carlos Gardel, el patrimonio que sonríe. En: Horizontes Antropológicos. Porto Alegre. Año 9. Número 20. Pág. 59-82. Y, Carozzi, María Julia (2004). Rituales en el horario central: sacralizando a Gardel en los homenajes televisivos. En: Ciencias Sociales y religión. Porto Alegre. Año 6, número 6. Pág 11-29. 10 | Ferrandiz, Francisco (2004) Escenarios del cuerpo. Espiritismo y sociedad en Venezuela. Bilbao: Publicaciones Universidad de Deusto. 11 | Taussig, Michael (2015) [1997). La magia del Estado. Ciudad de México: Siglo XXI Editores.

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do», lo equivalente a las raíces que para ellos brotan de su legado. Se le llama el presidente de los pobres, los desamparados, negros e indígenas, tal como me informó Elizabeth Torres, guardiana de la capilla ubicada espe-

cíficamente en el sector La Planicie, a unos 200 metros del Cuartel de la Montaña, instalación militar donde descansan los restos de Chávez y que sirvió de cuartel para las tropas sublevadas en febrero de 1992.

Entidad polisémica

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Como en otros casos de la llamada religiosidad popular en América Latina, el mundo de los muertos continua interactuando con el mundo de los vivos. En el caso de Hugo Chávez, esta devoción se expresa de distintas maneras. Durante mi estadía en el 23 de enero escuché a devotos y simpatizantes referirse al ex mandatario de diversas formas, lo que evidencia que estamos frente a una entidad que es polisémica. Por ejemplo, Elizabeth Torres, guardiana de la capilla le llama un ser vergatario que está al lado de Dios. En vocabulario venezolano vergatario representa a una persona excepcional, fuera de lo normal. La Real Academia Española la define como un venezolanismo para referirse a alguien que sobresale o destaca por alguna cualidad, sobre todo por su valor o fuerza. Incluso, la palabra fue popularizada por Chávez en vida cuando impulsó el ensamblaje nacional de un teléfono celular para competir frente a las grandes corporaciones

mundiales. Este aparato ya fuera de circulación fue denominado «el vergatario». Adicionalmente, otro de mis informantes, un sargento de la Milicia Bolivariana —integrada por civiles— que le adjudica poderes sobrenaturales a Chávez lo denomina un muerto poderoso que le ha hecho algunos favores, mientras que devotas con quienes compartí en la capilla, no tienen ninguna duda en que Hugo Chávez es un santo con licencia divida para obrar milagros, por lo que acuden en agradecimiento regularmente a rezar, llevar ofrendas y a «hablar con el comandante eterno». Esa presencia impulsó como pude constatar en varias santerías de la avenida Baralt de Caracas, la proliferación de toda una cultura material-religiosa: bustos de la imagen de Chávez elaborados con yeso vestido de civil y militar; rosarios católicos y estampitas con su rostro acompañadas de una adaptación del Padre Nuestro y una oración propia. Además

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29 de la capilla en el 23 de enero, también observé en hogares de algunas devotas, la imagen del mandatario colocada en altares al lado del Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen María, el doctor José Gregorio Hernández y el Libertador Simón Bolívar. Pero no todos en el 23 de enero consideran que la figura sacra del líder político obra para el bien. Al enterarse de mis indagaciones en esta barriada caraqueña, me abordó una anciana de unos 70 años. Muy enérgica me dice: «tengo que hablar con usted». Le digo que me interesa escucharla. La anciana, una evangélica pentecostal se queja por la san-

tificación popular de Chávez, a su juicio, se trata del «mismísimo demonio». Interpreta bíblicamente lo que ocurre en Venezuela y advierte que las cosas se pondrán peor mientras el pueblo no rectifique. —Mire, Chávez fue puesto por Dios en la presidencia, yo voté por él, pero se alejó del camino de Dios, en el Palacio de Miraflores se hacía brujería, se invocaba el mal, por eso Dios lo quitó. Ahora pagamos el castigo. Claro que hace milagros, pero detrás de todo está el Diablo —agrega.

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los devotos y simpatizantes afirman que este espacio es tan válido como la propia catedral. […]No duda que el pequeño espacio es una especie de portal que facilita la comunicación entre el la tierra y el cielo. La Capilla

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A pesar de los señalamientos de algunos sectores conservadores sobre la presencia en el espacio público de la capilla, los devotos y simpatizantes afirman que este espacio es tan válido como la propia catedral. Elizabeth Torres cuenta que algunos sacerdotes del 23 han oficiado misas y que sube mucha gente a rezar y conversar con Chávez. No duda que el pequeño espacio es una especie de portal que facilita la comunicación entre el la tierra y el cielo. Estas afirmaciones evidencian, como mencionan algunos trabajos recientes de la antropología latinoamericana tales como Carozzi (2003), Martín (2007), Menezes (2009)12 y Calavia (2009)13, entre otros, que se va consolidando una forma devocional hacia la imagen de Hugo Chávez basada en la confianza, con potencia para operar en el mundo de los vivos e interceder ante Dios para conseguir favores divinos. De esta manera, en términos de Renata Menezes, se consolida el prestigio de la figura sacralizada, por la manifestación de poder y la fe expresada por devotos y simpatizantes. En estos intercambios entre hombres,

mujeres, santos, seres vergatarios o muertos poderosos se observan manifestaciones externas de relaciones más profundas con la participación de toda la subjetividad del devoto en relación a la figura de Chávez, lo que implica procesos de identificación, auto-entrega, confianza y amistad entre humanos y entidades sagradas. Sin embargo, la entrega y devoción a esta entidad trasciende cualquier práctica religiosa y de alguna forma se mezcla con la política en el 23 de enero. Elizabeth Torres, quien también pertenece a la Milicia Bolivariana, además de guardiana de la capilla es dirigente vecinal y forma parte de las redes comunitarias que entre otras actividades, distribuyen bolsas de alimentos que vende a precios solidarios el Gobierno Nacional ante la escasez de productos básicos. Igualmente hace campaña en tiempos de elecciones por los candidatos de la revolución bolivariana. Además, desde los colectivos emprende actividades para llevar los principios de la revolución a niños y jóvenes y como lo relata la misma Elizabeth: Es nuestro deber informar sobre los prin-

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31 cipios de la revolución, educar al pueblo, ayudar al necesitado, para eso están los colectivos, pero también estamos dispuestos a defender este proceso revolucionario y bolivariano a como dé lugar, el comandante eterno nos regaló una patria donde los pobres somos gente, nos toman en cuenta y eso no ocurría en los gobiernos adecos y copeyanos, era tan bueno que ahora los pobres le piden, tiene su capilla y él nos sigue escuchando, sigue cumpliendo. Mientras tanto, las disputas por la administración de símbolos sagrados persiste y lo que era un culto marginal se hace público en el 23 de enero, resistiendo presiones desde las cúpulas eclesiásticas y los propios medios de comunicación social, frente a una veneración popular que les resulta incómo-

da, cuya trayectoria por la adjudicación de milagros, en especial, asuntos vinculados a la salud, cobra fuerza. Además, comienzan a visualizarse conexiones con otras expresiones devocionales como la reina María Lionza, lo que resulta un reto para los cientistas sociales: adentrarnos en estas cosmovisiones distintas y comprender otras formas de vincularse con lo sagrado fuera del ámbito oficial. 12 | Menezes, Renata (2009) San Antonio de Rio de Janerio: dimensiones de la santidad y devoción. En Catolicismo Plural. Dinámicas contemporáneas. Rio de Janeiro: Vozes. 13 | Calavia, Oscar (2009) O que os santos podem fazer pela antropología? En: Revista Religión y Sociedad. Rio de Janeiro. Número 29. Pág. 198-219.

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o MAROTE Sección especial de Títeres

Dícese de la técnica de títeres donde el muñeco utiliza partes del cuerpo del titiritero

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Gramática

del lenguaje corporal Por Inés Pasic

T

odos los lenguajes tienen como eje de su existencia un conjunto de reglas que les permite desarrollarse y hacerse entender. Sea lenguaje verbal, música, danza, pintura, lenguaje técnico de las ciencias etc.; todos tienen esta base que llamamos la gramática del lenguaje. Conocimiento de gramática de cualquier lenguaje nos permite no solo conocer mejor el dicho lenguaje, si no que entenderlo y poderlo interpretar con más amplitud y profundidad. Hay una paradoja muy interesante; todos los artistas deseamos, conscientemente o no, crear o descubrir un nuevo lenguaje, o por lo menos desafiar y retorcer sus reglas ¿Qué quiere decir esto? ¿Significa que es un esfuerzo inútil conocer reglas de un lenguaje, visto que son constantemente modificadas, especialmente en el campo artístico? Creo que es muy importante conocer estas reglas, a pesar de que, en mi caso, conocimiento de algunas ha llegado después del

acto creativo. Esto me hizo pensar en que las reglas, o la gramática de los lenguajes, tienen el origen muy profundo, y que este conocimiento está a nivel del subconsciente. Contemplando y analizando una obra de arte, tenemos la oportunidad de integrarla conscientemente. Intentaré hacer un esquema básico que podría ser punto de partida para hacer juegos creativos y también poder interpretar actitudes humanas. 1| Posición erecta, en punta de pie, manos y brazos abiertos al máximo, cabeza levantada es punto extremo de apertura corporal. ¿Que expresa una posición así? ¿Vitalidad, alegría, confianza, optimismo o todo lo contrario? ¿Pueden imaginarse una persona con miedo, o muy abatida asumir esta posición? Punto opuesto es la posición del feto. Cabeza agachada, espalda doblada por delante, manos recogiendo las rodillas, el rostro que no se puede ver ¿Qué nos expresa un cuer-

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po humano en esta posición? Entre estos dos puntos extremos oscilan infinitas actitudes corporales que nos pueden hacer entender el estado de ánimo o temperamento del personaje. 2 | Otro punto de partida son los cuatro elementos; fuego, aire, agua y tierra. Cuando hablo de ellos me refiero sobre todo a la velocidad y peso de los movimientos y no solo a la posición en sí. Por ejemplo, los pasos fluidos y ligeros de los bailarines clásicos, que caminan en punta de pie, hacen pensar en calidades de aire y agua, mientras los movimientos de las danzas africanas hacen pensar en la tierra y fuego. Para no hablar solo de danza, los seres humanos hacen una serie de movimientos. En el peso y velocidad de ellos podemos reconocer cuanto aire, fuego, tierra o agua tienen en su movimiento y por analogía también en su temperamento. Es suficiente pensar en la manera de comunicarse de los italianos, árabes, chinos, ingleses, para entender la idiosincrasia de pueblos a través de su expresión corporal.

3 | Ritmo y espacio son dos elementos que encierran en sí el misterio de la vida y la creación. Jugar con ellos nos da infinitas posibilidades de descubrir. Sabiduría en el uso del movimiento y la pausa; saber llenar el espacio pero dejar los vacíos indispensables. Esto hace que una obra de teatro, danza, música, sea bella y clara, o desordenada y aburrida. En la vida cotidiana, por la manera de desplazarse y usar el espacio, consideramos una persona elegante, respetuosa, harmoniosa o todo lo contrario. Los puntos de reflexión sobre la gramática de la expresión corporal pueden ser muchos más, pero estos tres, en mi experiencia, fueron y siguen siendo muy útiles. En cuanto a la aplicación de estos tres puntos básicos se ha creado una infinidad de juegos, individuales y colectivos, que pueden tener como objetivo: diversión, aprendizaje o creación. A base de estas reflexiones he desarrollado prácticas de enseñanza y procesos creativos.

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FINGERMAN Fingerman acarició mis manos en un día de ocio. Estaba contemplando a mi hijo que dormía su siesta mientras escuchaba lejanos ruidos de la desordenada y ocupada ciudad. Lima era una jungla polvorienta y abrasadora. Llena de vida, donde cada uno corría hacia su objetivo. La mayoría de las veces el objetivo era la lucha por sobrevivir. Mi hijo y yo estábamos protegidos por los muros de nuestra casa, en ausencia de preocupaciones y en perfecta paz. No esperábamos a nadie y no teníamos que ir a ningún lugar. En esta total ausencia de los deberes, se me ocurrió mover los dedos… o fue algo que me empujó a hacerlo, no lo sé, pero empecé a silbar despacio, para no despertar a mi bebé, y descubrí que los primeros tres dedos, pulgar, índice y medio tenían anatomía del cuerpo humano completo, solo faltaba la cabeza. Me divertí descubriendo todas las posiciones análogas a las posiciones del cuerpo humano. Traje un espejo para convencerme que estaba viendo bien y me quedé embrujada jugando hasta que se despertó mi hijo. Su siesta terminó y también mi juego con un nuevo personaje que todavía no tenía nombre.

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Así Fingerman aprendió a caminar, correr, sentarse, llorar, saltar, acariciar. Pasaron muchos días antes de volver a hacerlo, aunque mi mente siempre pensaba en este hombrecito, el cual ya tenía cabeza y nombre: Fingerman. Varios meses después, cuando el personaje ya me obsesionaba, decidí encerrarme en mi estudio. Así Fingerman aprendió a caminar, correr, sentarse, llorar, saltar, acariciar. Era increíble la gama de posibilidades que tenía. El día que se sentó sobre mi rodilla me iluminé con la idea de que el mundo con el cual él debía interactuar sería representado por el cuerpo de una mujer. Mujer como diosa, Gaia. Dibujé varias historias pero no las ejecuté. En este tiempo no tenía con quien hacerlo y le ofrecí a Hugo animar el personaje de Fingerman y yo el mundo con el cual interactuara; Hugo estaba muy ocupado en otros proyectos, así que pasaron 3 años sin que Fingerman tuviera un mundo para descubrir.

En ese entonces, nos trasladamos a Chaclacayo, un pequeño pueblo cerca de Lima, donde conocí otras personas, casi todas mamás de hijos de la edad de los míos. Marina, mi segunda hija ya estaba en mis brazos. Lactancia, celos del primogénito, noches sin sueño, giras. No me recuerdo mucho de esta época. Más que los hechos, regresan a mi memoria sensaciones de las mareas de leche, cansancio y amor infinito. Encontré nuevas amigas y entre ellas una que me enseñó a bailar danzas peruanas. Dibujábamos juntas y compartíamos la alegría de ver crecer nuestros hijos. Su nombre es Gabriela Bermudez. Chaclacayo era diferente, el aire olía a flores, podía ver los pájaros y escuchar el ruido del río. En mi casa, todos los fines de semana, encendíamos el horno a leña y cocinábamos pizzas; con ellas también venía la determinación de hacer un espectáculo con Fingerman. Para la fiesta del Año Nuevo 2003 conté mi sueño a Gaby y le ofrecí hacer un espectáculo sobre los cuatro elementos que ella personificaría.

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Desde el dos de enero de 2003 hasta el estreno en julio del mismo año, tuvo lugar, en mi estudio, uno de los más bellos procesos creativos que he vivido. Surgían intuiciones, risas, llantos y Fingerman aprendió a volar, a entregarse y a recuperar tesoros que alguna vez perdió en la profundidad de los mares. Se atrevió a jugar con el fuego y asumió las consecuencias, las cuales trabajó hasta que la misma tierra le dio los frutos de su esfuerzo. Fingerman pasó a ser un casi humano, lo que lo distingue es su conciencia y sensibilidad con la cual se relaciona con sus mundos. Es expresión de una cosmogonía personalizada, síntesis anímica de cuentos que he escuchado durante toda mi vida. Él sabe que la separación existe solo para que el placer y la alegría del reencuentro sean más grandes; y que encontrarse con uno mismo es lo mismo que encontrarse con el universo entero. Recorriendo los mundos de los cuatro elementos, él recorre la memoria espiritual del hombre y aprende que la convivencia con el amor y respeto es la única garantía de su sobrevivencia y libertad.

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CUCHUFLETA Sección especial de Payasos

Dícese de un chilenismo, el cual se refiere a pasar gato por liebre.

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Lo cómico en la

edad

media 14

Por Yamila «Titania» Colombo Si un actor traspasa la barrera de lo ridículo, llega a ser verdadero, sino, no llega. (Stanislavski)15

¿

Por qué será que etimológicamente encontramos acepciones de payaso como farsante, mentiroso, mamarracho, tramposo, ridículo, hombre informal no merecedor de respeto, estafador y persona no merecedora de la «vida oficial» la «vida institucional»? ¿Aún en la actualidad los payasos siguen corriendo con ese estigma? Como vemos, siempre fueron seres de espíritu libre que han hecho de la pobreza, la marginalidad, el poder y las normas, burla y humor. Esta modalidad se opone a la fuerte cultura oficial, con personajes cómicos que satirizan lo «oficial». El payaso consciente o inconscientemente transforma cada acto en provocación. Su principal escenario son las calles y plazas públicas. Pero ¿por qué elige la calle? ¿Será que se debe a la falta de espacios teatrales? O ¿será que este lugar le da la posibilidad de

llegar a más público y a la gente más sencilla? La mayoría que decide hacer el oficio del payaso pertenece al pueblo y sabe perfectamente que burlas golpean a los poderosos opresores: El juglar que se presentaba en la plaza descubría al pueblo su condición, la condición de pobre[…]Así que el juglar era alguien que, en la Edad Media […]nacía del pueblo y del pueblo tomaba la rabia, para devolvérsela de nuevo al pueblo filtrada a través de lo grotesco, de la «razón», para que el pueblo tomara conciencia de su condición. (1982:18)16 14 | Cuando en el trabajo se mencione Edad Media, se referirá al periodo entre los siglos XII al XV, aquella que Jaques Le Goff y Nicolas Truong consideran Edad Media. 15 | Stanisvslaski Constantine (2002). La construcción del personaje. 16 | Fo, Dario (1982). Misterio Bufo. España. Editorial: Siruela.

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Pieter Brueghel, El viejo. La Lucha de don carnaval y doña cuaresma. Año 1559

Desde antaño han existido las grandes migraciones de pueblos, conquistas militares y rutas para comercializar. Estos elementos han dado el origen del intercambio cultural y artístico entre los pueblos. Entre estas zonas se encontraban los acróbatas, músicos, pantomimos y bailarines ganándose la vida con sus espectáculos callejeros. Las fuentes de inspiración para los payasos han ido desde los rituales, el teatro griego, el teatro isabelino y el teatro medieval. En este trabajo, nos situare-

mos en el último periodo de la Edad Media, como uno de los puntos históricos para abordar los orígenes del clown. La mayoría de las fiestas religiosas comprendidas en la Edad Media poseían un aspecto cómico, popular y público. En esta cultura carnavalesca, cómica y popular participaban diversos personajes típicos como los bufones, «bobos/as», gigantes, enanos/as, deformes, juglares y los payasos/as de diversos estilos y categorías. La risa y cuerpos exacerbados

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Iglesia Medieval

eran características principales de esta ceremonia. Ninguna fiesta se desarrollaba sin los elementos de la organización cómica. Los espectáculos realizados cómicamente se diferenciaban de las ceremonias oficiales de la iglesia y del estado feudal. Ofrecían una visión del mundo y del hombre y mujer no oficial, es decir, una segunda vida que rompía con los cánones establecidos. Vale destacar la importancia de las primeras apariciones, ya que fueron los primeros registros de actrices/ payasas denominadas juglaresas: sabemos que en la antigüedad las juglaresas eran las únicas mujeres que les permitían subirse a un escenario… son ellas las que toman la palabra más a menudo que los hombres durante el ciclo narrativo de los cuentos (1998: 390 y 391)17 Su labor principal era contar historias eróticas y cómicas para destruir el sentido de culpa, vergüenza y el pecado original impuesto por la iglesia y el sistema feudal para controlar el pueblo. A partir de esto ¿cuáles son los rasgos fundamentales cómicos carnavalescos de la

Edad Media? Para esto es necesario descomponer y así rastrear los orígenes de los primeros payasos/as cómicos que se manifestaban en carnavales, ceremonias y plazas públicas medievales: A | La lógica invertida Todas las formas y símbolos de la lengua carnavalesca están impregnadas de la relatividad de las verdades, de las cosas y de las autoridades. El carnaval se caracterizaba principalmente por la lógica «al revés» o «lógica invertida». Esta segunda vida es la del mundo popular y se constituyó como parodia de la vida cómoda y oficial. Mientras, de un lado, el cristianismo se encargaba de institucionalizar y moldear el cuerpo según las conveniencias del sistema de aquel entonces, «del otro el Carnaval retoza en sus excesos» (2005:31)18. El cuerpo, de esta forma, se debatía entre la represión del cuerpo y su liberación. 17 | Fo Dario (1998). Manual Mínimo para el actor. España. ditorial: Hiru. 18 | Le Goff Jaques y Truong Nicolas (2005). Una historia en el cuerpo en la Edad Media. Madrid. Editorial: Alianza.

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B | Cuerpos que resisten Como antes mencionado, la iglesia se encargaba de moldear y civilizar el cuerpo mediante sus mandamientos y creencias. Más allá de esto, el cuerpo resistió. El cristianismo mediante las «buenas costumbres» instauró el control sexual y corporal en la sociedad; sin embargo, en los márgenes, el cuerpo opuso resistencia. En las fiestas populares los hombres se liberaban, cuanto más se estrecha sobre él y sobre los gestos el entorno de las normas y de la razón, más se exacerban otras formas de gestualidad lúdicas como los malabaristas, lo grotesco (…) y la risa como un fenómeno corporal que pasa por la boca (Le Goff et al. 2005:123). La imagen del cuerpo desarrollado en estas fiestas no es acabado ni perfecto, sino que sale fuera de sí, rompiendo sus propios límites. Tomando el trabajo de Bajtin19, es preciso destacar que la expresión de estos cuerpos era estereotipada, grotesca y cómica. Tales expresiones son las que se transmitieron a la actualidad y llevaron a la existencia del payaso callejero. C | La risa (burlador/a-burlado/a) Lo importante de la risa en los carnavales o fiestas populares era que no había burlador/a o burlado/a. El pueblo no se excluía del mun-

do de la burla sino que también burlaba. La risa en esas fiestas estaba ligada a la renovación y a la liberación. Así se establecieron dos tipos de risa: la risa de reírse de sí mismo por catarsis, y la risa amistosa hacia la persona que jugó con uno. Esta última es la que más influenció al payaso callejero. Según Henri Bergson en su libro, La risa. Ensayo sobre el significado de lo cómico20, en el cual intenta ver el procedimiento de la risa y porqué la sociedad la persigue, hay que investigar el mecanismo de cómo causar la risa, en el cual el payaso es el puente y generador de la misma, y el espectador es cómplice y receptor del canal de juego. Hecha esta diferencia se retoma la risa popular medieval y el cuerpo es liberado de la ideología de censura anti-corporal del cristianismo institucionalizado. D | La fiesta y su doble visión La fiesta y el carnaval pertenecían a la cotidianeidad de la época medieval. Como se mencionó anteriormente, existían fiestas oficiales y no-oficiales. Esta eliminación de las jerarquías creaba en las plazas públicas relaciones humanas inconcebibles en situaciones normales. Se elaboraban vínculos francos liberados de toda etiqueta o distinción entre los individuos. Esto produjo el nacimiento de un lenguaje típico car-

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Tabla de las Plañideras. Siglo XIII

navalesco, que permitió mirar con nuevos ojos al mundo y darle un nuevo orden. Este patrimonio cómico, heredado de la Edad Media y de los carnavales, permitió la formalización de las imágenes carnavalescas. Así las características cómicas y populares de la Edad Media fueron la génesis de lo que hoy en día se observa como el payaso cómico callejero. Para un payaso hoy en día «el mundo al revés» se consigue en una presentación callejera, entrando en afinidad con sus espectadores a través de la liberación transitoria que le otorga el tiempo de la representación. Solo el payaso se muestra ante los otros en su ridículo y en su lógica invertida. El público se limita a su función de espectador. No es el caso de los carnavales medievales, hoy, lo más similar a esa herencia son los festivales o convenciones callejeras. Desde la Edad Media hasta hoy, el cuerpo hu-

mano se ha colocado en el centro de la historia, presentando resistencia, con humor, al poder opresor. En los siglos pasados, a la castración eclesiástica y reinal. En la actualidad, a la aceleración impulsada por la globalización, la tecnología y las relaciones de poder (escuela, trabajo, instituciones), que operan sobre los cuerpos, marcándolo, enderezándolo, contrayéndolo, bloqueándolo y obligándolo a actuar según los patrones establecidos.

19 | Mijail, Bajtin (1998). La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. El contexto de Francisco Rebelais. Madrid. Editorial Alianza. 20 | Bergson, Henri (2009). La risa. Ensayo sobre el significado de lo cómico. Buenos Aires. Editorial: Losada.

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De todo lo bueno un poco

Según la RAE. Dícese al femenino de mejunje. Mejunje, cosmético o medicamento formado por la mezcla de varios ingredientes.

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Del fin de vida, del dolor y funerales se habló en el primer

CAFÉ DE LA MUERTE En chile 21

Por Andrea Manuschevich El objetivo de este tipo de eventos es poder conversar en un ambiente libre y relajado de temas relacionados con la muerte, que para muchos sigue siendo un tabú.

D

e a uno comienzan a llegar los comensales, se acercan algo tímidos, sin entender mucho a qué vienen. Fueron invitados al primer Café de la Muerte en Chile, que reunió a un grupo de diez personas, de distintas disciplinas y desconocidos entre sí, en el restaurante La Diana, la noche del jueves pasado. Una vez ya en la mesa, Matías Reeves (32), uno de los organizadores del evento, decide relajar el ambiente —Una de estas copas de vino que tienen enfrente está envenenada. Bienvenidos al Café de la Muerte —dice, y el grupo responde con carcajadas. Por más raro que suene, la idea de organizar este tipo de reuniones es poner sobre la mesa el tema de la muerte, que para muchos es incómodo, desagradable y hasta de mal gusto.

No se trata de una charla, sino de una conversación libre y espontánea —cuenta Jorge Browne (30), otro de los organizadores. Hace rato que vengo repitiendo el tema de la transición demográfica y el envejecimiento de la población. En 2005 morían 5,2 personas por cada mil habitantes. Se prevé que para 2050 este número subirá a 10,9. ¡El doble de muertos! Y nos vamos a ver mucho más enfrentados al tema —agrega. Si bien este fue el primer Café de la Muerte que se hace en el país, la idea no se originó en las mentes de Jorge y Matías. Desde 2011 que se realiza en Londres, cuando Jon Underwood, su creador, celebró el primero en su casa, buscando poder conversar un tema que casi nunca se toca. Desde ahí la idea se expandió a Europa,

21 | Republicación de El Mercurio, Vida, Ciencia y Tecnología, 14 de noviembre de 2016.

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La frase «mi más sentido pésame» para mí no tiene ningún sentido

Norteamérica, Australia y Asia; ya se han realizado más de 3.700 de estos eventos en 40 países. Incluso tiene sitio web: deathcafe.com Liberando el tabú La reunión comienza con la presentación de cada uno de los participantes. —Pensar en mi muerte me angustia. Desde la infancia necesito tocar algo para sentir que sigo en la Tierra —dice Nicolás, médico, mientras apoya con fuerza su mano en la mesa. —Me gusta la muerte porque siento que es algo liberador. Qué agotadora debe ser la vida eterna —continúa Sofía, periodista. Quien luego, con ojos llorosos, cuenta del fallecimiento de su mamá. De a poco todos se empiezan a relajar, y si bien los organizadores tienen una pauta de ciertos temas para «romper el hielo», no es necesario recurrir a ellos. La conversación fluye entre diversas experiencias personales ligadas a la muerte, que contrasta con un animoso Cumpleaños feliz que se escucha a lo lejos, desde otra mesa. Temas como la diferencia entre eutanasia y suicidio asistido o lo incómodo que es saludar a alguien en un funeral.

La frase «mi más sentido pésame» para mí no tiene ningún sentido —dice Paulo, profesor del Departamento de Teatro de la U. de Chile. Lo que saca risas de los oyentes. —¿Y cómo es el tema con las guaguas? —le pregunta Sofía a Carol. Matrona, quien cuenta que hubo dos muertes que le afectaron fuertemente. —En esos casos lo acepto, sufro y me «corto las venas» un par de días. Después sigo adelante. —La muerte se tiende a esconder porque es poco elegante y se ve cada vez más distante gracias a los avances de la ciencia. Ponerla arriba de la mesa como algo natural ayuda a verla como algo común y no malo —agrega Juan Carlos, otro de los invitados. Ya han pasado casi dos horas y media desde que comenzó el café, y el entusiasmo del grupo está en su punto más alto: parece que podrían seguir conversando del tema eternamente. O hasta que la muerte los separe. —Bueno, tenemos que ir cerrando. ¿Qué les pareció? —pregunta Jorge a los asistentes. —Es la invitación más freak que me han hecho —responde Paulo.

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LA CALAVERA GARBANCERA DE

JOSÉ GUADALUPE POSADAS Por Alejandro Gzz Flores «Mimo Joy»

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osé Guadalupe Posadas es a quien se le adjudica la creación de la popular imagen de la Catrina, aquella calavera vestida de gala, con sombrero y flores en la cabeza, pero en realidad el nombre que él le dio era la Garbancera, representación de una criada. Este famoso emblema de la cultura actual mexicana nunca fue reconocida mientras el artista vivía, fue hasta aproximadamente el año 1947, casi 35 años después que Posadas muriera, que Diego Rivera, el gran muralista mexicano esposo de Frida Kahlo se interesara por el trabajo del artista y le diera difusión a esta representación de «la huesuda» (podemos apreciarlo en el mural de Rivera llamado Una tarde en la alameda), pues la muerte inevitablemente es un emblema de la cultura mexicana. Grabador, caricaturista mexicano, J.G Posadas nació en 1852 en Aguascalientes, México, ciudad donde curiosamente no existe un solo monumento, museo o placa conmemo-

rativa a su nombre o a su trabajo. Desde muy joven migra a otra ciudad vecina llamada Guanajuato, que fuera la capital del país durante la presencia de la corona española. Ahí es donde pone su primer taller junto con su hermano y desarrolla la mayoría de su trabajo más representativo, y del cual curiosamente, de aproximadamente veinte mil obras que se le atribuyen, conocemos solo un mínimo porcentaje. Y es en este contexto que J. G. Posadas tiene su mayor atracción para los biógrafos del artista. Trabajó para una cantidad importante de periódicos nacionales de su época, donde plasmaba una fuerte crítica político-social. Se le reconoce como el precursor del Arte Contemporáneo de México. Siempre plasmando un realismo pictórico que constituye un testimonio histórico. Artista incomprendido y olvidado por el sistema económico, jamás quiso trabajar para el gobierno y mucho menos le interesó depender del propio

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Gran calavera eléctrica. José Guadalupe Posada

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sistema. Como sucede con la mayoría de los grandes personajes influyentes, su trabajo vivió en un oscurantismo lejos de la fama y reconocimiento. Quizá por su propia tendencia a mostrar en su creación una sociedad aturdida socialmente. Con el tiempo se volvió en un portavoz de las mayorías silenciosas que configuraban un bloque de inconformismo, en donde aún a finales de 1800 su participación fue tangencial y apenas perceptible, pero en donde se encontraba ya el germen de rebeldía desarticulada que estalla con la revolución de 1910. ¿Nuestro anónimo era entonces reformador o revolucionario? Posadas usaba un lenguaje capaz de romper con los esquemas que impone la clase dominante promoviendo una corriente contracultural. Su visión compatible con los grabados de calaveras, representaba una perspectiva del mexicano que no temía a la muerte sino a la angustia de la vida, porque en ella el hombre es presa fácil de acechanzas y sufrimientos. Desde tiempos precolombinos las sociedades festejaban

la muerte, pues estaban convencidos que la vida de ese ser pasaría a un estado pleno de gozo. Cuando un niño nacía había tristeza entre los familiares pues vendría al mundo de sufrimiento, en cambio al llegar la muerte se le celebraba y había fiesta entre sus cercanos. Posadas tenía un tinte más amarillo en su obra, pues su intención siempre fue provocar incomodidad al sistema y las clases sociales que explotaban con la industrialización al obrero. Y encontró en la figura de la calavera el elemento ideal para hacer, de cualquier personaje, el vínculo ideal entre los más afectados por el clima político de la época, sin dejar a un lado, muchas veces, un sentido del humor exquisito. Pues, a través del mismo se podían decir las más duras verdades. Entonces, Posadas estaba en contraposición a la cultura aristocrática, individualista. A partir del reflejo de una inferioridad «refinada» surgió la obra de J. G. Posadas, como cultura de masas, mas, concretamente, como anticultura, creando un lenguaje de signos capaces de proyectar y circular un arte y una

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Gran calavera eléctrica. José Guadalupe Posada

cultura popular producida industrialmente para una clase subalterna con un alto índice de analfabetismo, en que a través de la imagen el artista proyectaba un mensaje accesible al universo del lector. Y pareciera que constantemente se sigue interpretando la imagen de la muerte en México como una fuerte influencia para entendernos como organismo vivo. El desafío de la vida es la muerte, la única garantía que tenemos al nacer es la misma muerte. Octavio Paz en su libro El Laberinto de la Soledad menciona: «La muerte es un espejo que refleja las vanas gesticulaciones de la vida […]una sociedad que niega la muerte, niega también la vida». J. G. Posadas mostraba en sus grabados a la muerte en sus múltiples facetas: músicos, rancheros, mestizos, burgueses, políticos, madres, hijos, pobres, ricos, todos a ras de hueso pelado, dando la impresión que somos marionetas jugando un papel distinto, que pareciera que nosotros mismos elegimos, o la vida nos ofrece, pero,

al final, somos esos mecanismos articulados por la vida que se quedarán en huesos brillantes como única aportación a nuestro entorno. De la vida de J. G. Posadas se conoce poco en realidad, mantuvo en anonimato la mayoría de su vida o simplemente pareciera que no estaban las condiciones para reconocer a una persona importante por sus aportaciones artísticas. Y, finalmente, como juego macabro de nuestra querida amiga la muerte y como juego macabro del destino, muchos desconocen donde está el propio cuerpo del artista, resaltando la teoría que terminó en una fosa común de la Ciudad de México, olvidado por su alcoholismo y vida bohemia y por supuesto negado por un gobierno que admiraba más el arte francés. ¡QUÉ VIVA LA MUERTE Y QUE LA MUERTE VIVA EN USTED AMABLE LECTOR!

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Según la RAE. Dícese del derivado plastificado de la celulosa, casi transparente y muy elástico, que se emplea especialmente en la industria fotográfica y cinematográfica

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cIUDAD DE

LOS FOTÓGRAFOs Documental de Sebastián Moreno (2006, Chile) Comentario de Javiera Silva A.

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ste documental expresa la importancia de la labor de los fotógrafos en Chile durante las casi dos décadas de la dictadura de Pinochet, cuando la sociedad estaba siendo reprimida con todo el poder de una dictadura sanguinaria, cruel, injusta, donde la muerte estaba en cada calle, en cada pueblo y en la mayoría de las casas de este país azotado. Los fotógrafos se unen para tener una red de apoyo y protección, en tiempos de estado de sitio, cuando ser preso y desaparecido en las manifestaciones era una amenaza constante. Así nace la AFI (Asociación de Fotógrafos Independientes, o de izquierda como ellos se llamaban). A través de la imagen los fotógrafos buscan se manifestar, protestar, eternizar lo que nadie quiere que se repita más. Grabar en la memoria colectiva los hechos crueles que marcaron al país hasta el día de hoy. No queremos olvidar. La fotografía dio un lugar a tantos que fueron desaparecidos, pero no fueron

dejados en el anonimato. La foto dio a todas esas familias un espacio donde recordar. La principal auto-crítica de los fotógrafos asociados es cómo la violencia y la muerte comienzan a ser el pan de cada día en la prensa, siendo relativizada, y hasta determinante para tener una noticia, perdiendo de cierta forma el asombro frente a hechos que hoy son espeluznantes. A continuación te invito a ver el documental completo.

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