_1998_Vallejo_OSCURA_PRESENCIA

Page 1

JOSÉ LUIS VALLEJO MARCHITE

OSCURA PRESENCIA (Roma, 1978)


Oscura presencia

Lo mejor de mi vida es el dolor LEOPOLDO PANERO

-2-


Oscura presencia

A Mar铆a Mir贸

-3-


Oscura presencia

1

A veces siento mi dolor ceñido con tal fuerza a mis lomos, que despierto del frágil sueño que me finge muerto gritándote: ¿Por qué, Dios, me has herido? ¿No te basta saberme perseguido, sin tierra que labrar, sin paz, sin huerto, sin hontanar en medio del desierto que TÚ para vivir me has escogido? No entiendo por qué así TÚ me condenas, y a mi existir, que sólo TÚ quisiste, un constante dolor a otro encadenas. Si hay un culpable -y el culpable existede que yo me alimente de mis penas, TÚ lo conoces, y me pone triste. Roma, 22 de enero de 1978

-4-


Oscura presencia

2

Dime por qué este oscuro desaliento, esta fría y total desesperanza, esta desilusión, que si no alcanza al corazón, cercana ya presiento. Dime por qué en la cima de ese viento que tus manos esparcen, se afianza mi tropezada vida, y mi esperanza atada sigue a tanto sufrimiento. Dime por qué te sigo aún soñando si vuela por mis ojos el olvido y nadie a mi angustiada voz responde. Dime por qué esta muerte y hasta cuándo, pues de mi triste barro has hecho nido donde, Señor, la soledad se esconde, Roma, 23 de enero de 1978

-5-


Oscura presencia

3

Otro día, Señor, otra sorpresa que hoy te agradece mi dolor cercano, don desgajado de tu ardiente mano que me formó de lodo y de promesa. Pues sabes lo que soy, -te lo confiesa mi voz-, ¿por qué amaneces tan temprano sobre mi desnudez? ¿Por qué este humano barro tan locamente te interesa? Barro y dolor, Señor, recién lavados se hacen sueño en tus ojos de gacela y una suerte aventuran y otra suerte. Barro y dolor, de nuevo enamorados de la luz, -¡oh verdad de lo que vuela!-, que cada día me hurta de la muerte. Roma, 24 de enero de 1978

-6-


Oscura presencia

4

Soy ese pobre loco de leyenda de quien nunca te hablaron. Es mi vida una profunda sed, una ancha herida, una triste alegrĂ­a y una senda. Fuera de mĂ­, SeĂąor, no hay quien entienda tan honda llaga, sed tan desmedida, ni esta alegre tristeza adormecida. Nadie, fuera de Ti, que me comprenda. Un pobre loco soy. Busco un destino para mi sed, que el agua de este pozo no ha podido apagar. Busco una lumbre que me incendie la llaga y el camino. Y busco estar a solas con mi gozo, hecho de amor y clara mansedumbre. Roma, 25 de enero de 1978

-7-


Oscura presencia

5

Yo tenía paisajes de luz en la memoria y una promesa cierta de bondad en las manos cuando salí al encuentro de Dios por estos llanos una fría mañana de invierno sin historia. Salí con la palabra que salvo de la escoria y no condeno nunca con los proyectos vanos, a llamar a los hombres y a las cosas hermanos... y me hallé con los ojos asombrados de gloria. Vuelvo hoy bajo la lluvia, -¡qué paz se va adueñando del corazón!-, y es gozo lo que el alma aventura, y es Dios lo que siente sobre el silencio roto. Y es el divino santo de Asís, que habla temblando de la hermana pobreza. Y es la inmensa dulzura, Señor, de Cimabúe. Y es la pasión del Giotto. Roma, 26 de enero de 1978. Visita a Asís

-8-


Oscura presencia

6

No rompas mi silencio. Está deshecho el corazón alegre que me diste, y la luz de la tarde parda y triste hoy no alcanza los álamos del pecho. No desciendas, Señor, hasta mi lecho para hablarme de Ti, de mí, que insiste la soledad, y ya la sombra asiste a cuanto tengo y soy bajo mi techo. Déjame adormecer tan dulcemente esta tristeza que en los ojos celo como el tiempo las cosas que más amo. Y quédate, mi Dios, piadosamente callado entre los álamos en vuelo velando mi dolor por si te llamo. Roma, 27 de enero de 1978

-9-


Oscura presencia

7

Si me pidieras algo, te daría lo mejor de mi vida: esta tristeza que no sé dónde acaba y dónde empieza, pero es apasionadamente mía. Si me pidieras algo, no podría darte esta vez, Señor, más que pobreza, pues dueño te hice ya de mi riqueza y sólo tengo un poco de alegría. Señor, si TÚ la quieres, como hurtada en tus manos la pongo, y este sueño que sobre el pobre corazón se posa. Y nada más, Señor. Pero esta nada (si me pidieras algo...) yo la empeño para ofrecerte a cambio cualquier cosa. Roma, 29 de enero de 1978

- 10 -


Oscura presencia

8

Llueve, llueve tu lluvia mansa y leve. Llueve, Señor, sobre mi sed remota: del polvo originario ya no brota la salmodia del agua y de la nieve. Para esta tierra calcinada y breve ancha es la sed, y tanta sed agota. Llueve sobre mi amor y mi derrota, sobre mi afán de vida...¡Llueve, llueve! Llueve, Señor, sobre la luz amiga que muere dulcemente en el estero y, hecha palabra, hasta mi verso llega. Llueve sobre mi sueño y mi fatiga, llueve sobre las cosas que yo quiero... ¡Llueve, Señor, mientras mi voz se anega! Roma, 5 de febrero de 1978

- 11 -


Oscura presencia

9

Todo está aquí, Señor, en esta orilla, hacia ese manadero de quebranto que cruza la frontera de mi llanto y, al fin, se empoza en mi asombrada arcilla. Todo está aquí, Señor: la maravilla del manantío jubiloso -¡cuánto brocal de sueño!- y ese verde manto donde mi sed de siglos se arrodilla. Todo, mi Dios, aquí, en la paramera eterna, horizontal de mi añoranza, que hoy se asoma al umbral de tu alegría. Todo aquí, regresado tal cual era: honda pasión de vida y esperanza, enferma, a veces, de melancolía. Roma, 3 de febrero de 1978

- 12 -


Oscura presencia

10

De nuevo mi dolor. ¡Oh persuadida materia!, con la luz alborozada convoca, en mí, a la muerte enamorada para jugar nuestra última partida. ¡Todo despierte y cante! Es ya cumplida mi irrepetible soledad cansada y está, al alba, mi carne enajenada para el dolor final apercibida. Desde mi erguida sangre me despojo de cuanto como mío quise un día y confié al tablero de la suerte. Y pues tengo mi vida en juego, escojo campo y color, verás qué pronto es mía jaque mate de amor, Señor, la muerte. Roma, 28 de enero de 1978

- 13 -


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.