2 minute read

La Carta Puebla de Alcoy (y IV) M. Gisbert

La Carta Puebla de Alcoy (y IV)

De todas formas no hay que calentarse mucho la cabeza para saber si Alcoy la construyeron los cristianos o era una antigua villa de origen musulmán. La misma Carta Puebla de Alcoy o lo poco que sabemos de ella nos desvela el misterio al decirlo claramente.

Advertisement

Cuando se trataba de repoblar una villa ya existente como en el caso de Onda, y de la que si poseemos su carta puebla otorgada en 1248, se dice: “damus et concedimus...vobis...et aliis trecentis viris populatoribus, quibus dare et distribuere volueritis ad populandum...”

En pocas ocasiones, se exigía a la persona asignada que buscase un nuevo emplazamiento. Eso ocurrió principalmente en la provincia de Castellón, más despoblada por haber sido tierra de nadie durante mucho tiempo.

Para crear un núcleo de población de nueva planta como ocurrió en el caso de Villahermosa se empleó el siguiente protocolo: “...damus et concedimus populationem castris de Villamalefa ad faciendam Villam Formossan...” es decir conceden el saqueo del Castillo de Villamalefa para la construcción de Villahermosa.

Las palabras claves de ambos protocolos son: distribuere = repartir en el primero y fasciendam = construir en el segundo. La Carta Puebla de Alcoy dice claramente “repartiesen las casas y heredades.” Aplicándosele el protocolo de las villas ya construidas.

Cuando se otorgaba una carta puebla normalmente se indicaba el fuero por el que tenía que regirse. De las otorgadas en el reino de Valencia durante los siglos XIII al XVI un centenar se dieron a fuero de Valencia, sin contar las que se otorgaron a partir de ese siglo que ya fueron todas a este fuero. Durante el mismo periodo se aplicó a fuero de Aragón a poco menos de cincuenta localidades y a fuero catalán a una decena todo lo más.

En los datos que poseemos de la Carta Puebla de Alcoy no aparece el fuero que se le aplicó, aunque posiblemente fuese el valenciano. No por el simple hecho de ser el más numeroso entre los que se aplicaron, sino porque fue el que se benefició Bocairente, concedido apenas seis días antes que el nuestro y por el mismo otorgante D. Ximen Pérez de Arenós.

Una vez finalizado el reparto de las casas de cada villa se confeccionaba el Atzemin, documento en el que se relacionaban los nombres de los repobladores y las posesiones y bienes que habían recibido. Este documento se presentaba posteriormente al Rey que tenía que ratificarlo.

En el caso de Alcoy la confirmación se realizó en Biar el 29 de diciembre de 1256, apenas nueve meses y doce días después de concederse la Carta Puebla.

Este corto espacio de tiempo en que se realizaron todos los trámites demuestra que la villa ya estaba completamente construida, pues en caso contrario hubiese sido totalmente imposible cumplir los plazos.

Aparte de que ya estaba también perfectamente consolidada, pues se permitió el lujo de donar al rey 500 sueldos para que se les otorgase el privilegio de no tener una morería. Posteriormente se entregaba el título de propiedad a cada beneficiario y de esta forma terminaba el proceso que conocemos por el otorgamiento de una Carta Puebla. El proceso de reparto y adjudicación se realizó en poco más de nueve meses. Hecho que hubiera sido imposible si los nuevos pobladores hubiesen tenido que construir además sus viviendas como pretenden algunos.