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¡EsPascua!

PorRedaccíónBS r¿fe cristianaestá fundamentada en una serie de acontecimientos relacionados con Jesús. Tales acontecimientos se pueden enunciar con una sencilla secuencia de palabras:muerte y resurrección Jesús murió en una cruz y resucitó al tercer día, como encontramos narrado en los evangelios El testimonio valiente de los primeros discípulos, ios llamados doce y algunas mujeres, permiten a los creyentes de esta época seguir siendo testigos de la resurrección, sin mportar que esto haya sucedido hace dos mil años.

La fe de la comunidad católica es una fe apostólica, porque tiene a los apóstoles en sus inicios, pero a mismo tiempo, es una fe de la comunidad actual, una fe personal, porque aunque tiene sentido en la vida de la comunidad creyente no puede enraizarse sino en la decisión personal de creer y de actuar a partir de esa fe que es aceptada individualmente La Pascua es el tiempo del año o ciclo litúrgico que privilegia la contemplación de Cristo resucitado Cada domingo recordamos la resurreccióndel Señor sin embargo, es la cincuentena pascua la que aumenta el volumen, para que todos podamos escuchar que ¡Cristo vive! y, como menciona el Papa Francisco en la exhortación Christus Vi'vit, "no solo vive Cristo, sino que también, Élquiere que todos vivamos plenamente"

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La fe cristiana es una fe pascual. La Pascua, como acontecimiento, es el centro, es lo que da sentido a todo lo demás Incluso habría que restar fuerza a alguna de las celebraciones, como la Navidad, para colocar en el sitio adecuado a la Pascua. Si la Navidad —el acontecimiento de la encarnación del Hijo de Dios—tiene sentido es porque contemplamos ese misterio a la luz de la pasión, muerte y resurrección de Cristo Jesús. Humanamente, mueve mucho los corazones la contemplación del pequeño niño en el portal de Belén; contemplar la muerte en cruz de ese mismo Jesús cuesta más trabajo —tal como a ¡os mismos discípulos de Jesús les costó entender— Y de hecho, lo que contemplamos no es aisladamente su muerte, sino el que hemos sido redimidos gracias a esta muerte y que esperamos, por la acción salvadora de Jesús, resucitar un día también con Él.

La poesía nos ayuda a entender Las creaciones poéticas de los himnos que se encuentran en la liturgia de las horas y en la liturgia en general del tiempo de Pascua—aunque por supuesto no agotan la comprensión sobre el misterio pascual—, particularmente de la octava de Pascua, es decir de la semana que inicia con el Domingo de Resurrección y concluye con el segundo domingo de Pascua, ayudan a comprender el profundo sentido de la resurrección del Señor Un ejemplo de lo anterior es la llamada Secuencia de Pascua, que se recita o se canta el Domingo de Resurrección, en la celebración de la misa, antes de la proclamación del evangelio:

Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la víctima propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado que a las ovejas salva, Dios y a los culpables unió con nueva alianza

Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la vida, triunfante se levanta

"¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?"

"A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea, allíel Señor aguarda; allíveréis los suyos la gloria de la Pascua"

Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa

El valor de la Pascua Es cierto que como creyentes esperamos la manifestación final de Nuestro Señor —su segunda venida—, una realidad que se pide de distintas maneras en la celebración eucarística Sin embargo, aparente- mente no hay correspondencia entre este deseo de que venga el Señory la manera en que las personas levan su propia vida —de tantas formas y en muchas ocasiones pareciera como si los cristianos no esperamos realmente esto— Para comprender esta separación, entre lo que se cree y lo que se vive, resulta interesante la severa afirmación de un pensador a la que el Papa Francisco hizo alusión el 21 de diciembre de 2017 en una homilía En ella se habló de que la alegría cristiana nace del perdón, perdón que hemos recibido por la muerte redentora de Cristo: "El Señor—dijo en aquella ocasión el Papa ha anuladotu condena" Según e servicio informativo digital Vatican News, el Santo Padre en esa homilía invitó a:"alegrarse y no conducir una vida tibia, precisamente porque sabemos que hemos sido perdonados: 'ésta es la raíz propia de la alegría cristiana' Basta pensar en la alegría de un encarcelado cuando se le conmuta la pena, o en los enfermos, los paralíticos, de los que el Evangelio nos relata que fueron curados por Jesús De manera que hay que ser conscientes de la redención que ha venido a traernos el Señor"

En esa misma ocasión el Papa recordó las palabras de un filósofo que criticaba a los cristianos —él decía que era agnóstico o ateo y decía esto: "Aquellos —los cristianos dicen que tienen un Redentor yo creeré Creeré en el Redentor cuando ellos tengan cara de redimidos —dichosos por haber sido redimidos Pero si tú tienes cara de funeral, ¿cómo puedo creer que eres un redimido, que tus pecados han sido perdonados?" Estas palabras ayudan a entender que un cristiano alegre, convencido de haber sido redimido por Jesús, es un buen testimonio de la resurrección del Señor Vivir y actuar con la misma misericordia con la que ha sido tratado es aún mayor testimonio.

Cristianos más pascuales

Hace algunas semanas, una empresa dedicada a la venta al mayoreo anunció que sus tiendas cerrarían el Domingo de Pascua. La razón de esto: conceder un día de descanso a sus trabajadores Luego de darse a conocer en redes sociales, muchos clientes se manifestaron en contra de la decisión de la empresa, "debido a lo inoportuno de hacerlo" según su opinión Tristemente esta es una de las pocas empresas que de alguna manera observan la celebración de la Pascua como una verdadera festividad, permitiendo a sus empleados al menos tener la oportunidad y tiempo para celebrarla también con sus familias. En realidad, nos hemos acostumbrado a secularizartodas las festividades No estaría ma que más empresas y personas de negocios hicieran algo semejante, sobre todo aquellos que se reconocen como católicos Como se mencionó antes, con cierta facilidad se comprende la Navidad como una grancelebración, pero vale la pena poner en evidencia que sin la Pascua —al margen de ella no tiene sentido alguno como festividad Hace falta ser cristianos más pascuales, es decir que vivan la fe desde la perspectiva del triunfo de Jesús sobre la muerte y el pecado

Discípulos antes que apóstoles

La Pascua es el tiempo del nacimiento de la Iglesia. En ella es fundamental el valor de la comunidad, porque es en ella que se hace presente el Señor Los discípulos de Jesús eran valiosos, cada uno en cuanto persona y como seguidor de Jesús, pero en comunidad la experiencia del resucitado es diferente: se anuncia y se vive en plenitud La Iglesiaestá llamada a ser como la primitiva comunidad creyente: el grupo de testigos de la resurrección reunidos en nombre de su Señor esperando activamente a que se hiciera presente en medio de ellos, y cuando estuvo ahí les infundió el Espíritu Santo y les dio la paz

Hay una relación estrecha entre ser discípulo y ser apóstol de Jesús Se podría decir que no hay discípulo que no sea apóstol, y que no hay apóstol que antes no sea discí pulo Pero el orden justo es ser primero discípulo, seguidor del Señor Luego viene la acción apostólica,la consecuenciade ser enviado por Jesús Primero conocemos al Señor le admiramos, le amamos, le seguimos y reconocemos como Salvador Luego somos enviados por Él a anunciarle,para que otros puedan llegartambién a ser sus discípulos, y luego también sus apóstoles

No importa en qué momento de la Pascua nos encontremos —este año concluirá el tiempo pascualel 28 de mayo, con la solemnidad de Pentecostés para tomar conciencia de nuestra fe y de la manera pascual a la que estamos llamados a vivirla. No hay que cansarse de reconocer y anunciar que el Señor está vivo y, como dice el Pap>a Francisco casi al inicio de Christus Vivit: "Él está en ti, Él está contigo y nunca se va Por más que te alejes, allíestá el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza" &