Icom ce digital 10

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Nº 10

ESPAÑA

Abril | 2015

DIGITAL Revista del Comité Español de ICOM

LOS MUSEOS Y LA GESTIÓN DEL PATRIMONIO METÁLICO: HIERRO Y ALEACIONES DE COBRE

[1]


ICOM 10

Director: Luis Grau Lobo

Revista del Comité Español de ICOM

Coordinadora del presente número:

Lluïsa Amenós

ISSN 2173 - 9250

Revista patrocinada por

Editores:

“Desde 1946, el Consejo International

Andrés Gutiérrez Usillos Ana Azor Lacasta

Comité de redacción: Luis Grau Lobo Josep Giralt i Balagueró Mónica Ruiz Bremón Ana Azor Lacasta Jorge Juan Fernández González Andrés Gutiérrez Usillos Rafael Rodríguez Obando María San Sebastián Poch Joan Seguí Seguí

de Museos representa a los museos y sus profesionales. La organización acompaña a los actores de la comunidad museística en su misión de preservar, conservar y transmitir los

Gerencia de ICOM-España: Nuria Rivero Barajas Coordinadora de publicidad: Clara López Ruiz

bienes culturales.”

Diseño y Maquetación: Itziar Úbeda Bermeosolo

Imagen de portada: Esculturas de bronce. Museu Frederic Marès (© MFMB)

Distribución exclusiva por Internet ICOM España no se hace responsable de las opiniones vertidas por los autores en sus artículos. [2]


Editorial

Luis Grau Lobo

Presidente de ICOM-España

Los museos y las edades de los metales valor en la antigua mili pero que, como aquel, no siempre son fehacientes, el resto no tiene sustento ni justificación. Son conditio sine

Instados por la novedad, la exi-

qua non.

gencia de determinados resultados más “mensurables” o por la

Entre esas operaciones y elemen-

visibilidad social de las acciones

tos llamados a protagonizar los

que emprendemos, a menudo

desvelos más apremiantes y me-

se olvida que los museos conser-

ditados de los museos, los metá-

van los objetos, que su principal

licos conforman un grupo con

tarea, la primera de su definición

especiales

características,

y la que debería empeñar más

prendente

y

esfuerzos y más reflexiones, es la

dotados de una fragilidad y sen-

destinada a una mejor conserva-

sibilidad propias y acusadas, al

ción presente y preventiva de los

tiempo que destinados a confor-

objetos que atesoran. Sin esas me-

mar un apartado propio en todo

didas, que se le suponen como el

tipo de centros. [3]

sor-

paradójicamente


ICOM 10

Luis Grau Lobo | Presidente de ICOM-España El comité español de ICOM, en su revista digital temática, se ocupa por ello en esta ocasión de un tema no menor y en absoluto marginal, pues creemos que todos aquellos asuntos relacionados con la mejor disposición de las colecciones para cumplir su función social y cultural deben situarse en el eje de la actividad museística, independientemente de su aparente tirón popular. Esa -y no tanto otras- son las responsabilidades públicas exigibles a un museo. Esa -y en menor medida, otras- debe ser su perspectiva: la de asegurar que otros podrán hacer más y mejores cosas con los mismos o mejores medios patrimoniales, la de asegurar, en este caso, futuras edades de los metales. Y, como en anteriores ocasiones,

a ñ

es de justicia finalizar (last but not least) por agradecer a quienes

a p

han puesto a disposición de este

s E

número sus saberes y trabajos, comenzando por la coordinadora del número, Lluïsa Amenós. Sin ellos, no hubiera sido posible: gracias a todos. [4]

IC

O

M

-


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Encuentro de museología ICOM-España 2015:

El profesional de Museos: en busca de una definición 11 y 12 de junio 2015 Sede.

Museo Arqueológico Nacional C/ SERRANO 13, MADRID - 28001 Organización: ICOM-España

Colaboran: AEM, ANABAD y APME Próximamente más información en: www.icom-ce.org Correo de contacto: encuentro@icom-ce.org

[5] http://icom.museum


Presentación

ICOM 10

Lluïsa Amenós Técnico de Museos

a su alcance aquellas herramientas que le permitirán gestionar La edición número 10 de la revista

correctamente las colecciones

ICOM Digital está dedicada ínte-

metálicas que estén bajo su res-

gramente a la gestión de nues-

ponsabilidad.

tras colecciones metálicas. Este número monográfico tiene por objetivo principal poner en valor el rico patrimonio asociado a uno de los episodios más brillantes de nuestro pasado industrial. Y, para conseguirlo, hemos optado por dar visibilidad a aquellos profesionales y centros que han tenido la valentía de impulsar proyectos encaminados a dinamizar nuestro rico patrimonio metálico, aportando una nueva visión sobre él.

El monográfico se articula a partir de breves artículos de reflexión que parten de experiencias concretas desarrolladas en nuestros museos. Sus redactores son profesionales de reconocido prestigio, con un amplio y contrastado bagaje en el sector museístico y en el ámbito del patrimonio metálico. He de advertir, no obstante, que los límites impuestos por el guión y por la propia edición de la revista, han condicionado la elección

La propuesta, concebida desde

de unos proyectos en detrimento

una perspectiva pluridisciplinar,

de otros –no por ello menos inte-

pretende acercar al lector a la

resantes– a los que desgraciada-

realidad de un patrimonio fasci-

mente no hemos podido dar visi-

nante y desconocido, poniendo

bilidad.

[6]


Lluïsa Amenós

A nivel de contenido, el sumario

Cuando redacté el guion origi-

se ordena en cuatro capítulos

nal del monográfico no tuve en

que coinciden con las áreas de

cuenta dos temas de vital im-

actuación propias de cualquier

portancia, como son la gestión

centro museístico. El primero de

de las colecciones metálicas en

ellos está íntegramente dedica-

los museos del ejército y el tra-

do a la investigación científica e

tamiento fotográfico de los ob-

incide en los avances tecnológi-

jetos de metal. Ambos dos se

cos aplicados al estudio del ma-

incluyeron gracias a las aporta-

terial metálico. El segundo, inten-

ciones y sugerencias de Mónica

ta aproximarse a la problemática

Ruiz Bremón y Andrés Gutiérrez.

que plantea la gestión de las co-

Apreciado por la Arqueología y

lecciones metálicas conservadas

marginado por algunos museos

en nuestros museos, teniendo en

de Arte, el patrimonio metálico

cuenta su diversidad tipológica.

sigue siendo víctima de un trato

El tercero trata de todo aquello

desigual. Por esa razón, resulta

relacionado con la conservación

necesario impulsar un plan de

y la restauración del patrimonio

actuación global que ordene y

metálico, haciendo hincapié en

dinamice los numerosos recursos

los aspectos metodológicos y tec-

patrimoniales, intelectuales y hu-

nológicos. El último capítulo reco-

manos asociados a este ámbito

ge algunas experiencias relacio-

temático. Una lectura atenta

nadas con la difusión y la acción

a este número monográfico os

pedagógica, todas ellas concep-

confirmará tal afirmación pero,

tual y tipológicamente distintas:

por encima de todo, os permiti-

una exposición temporal conce-

rá descubrir la extraordinaria ri-

bida en un marco académico,

queza de un patrimonio singular

una reconstrucción histórico-ar-

cuyo potencial está todavía por

queológica y un taller didáctico

explotar.

diseñado por un museo de arte.

[7]


03 / 04 Editorial Los museos y las edades de los metales. Luis Grau Lobo Presidente de ICOM España

ÍNDICE

06 / 07

Presentación LLuïsa Amenós Coordinadora del volumen

I.- Investigación 12 / 19 Nuevas tecnologías aplicadas al estudio del patrimonio metálico: la arqueometalurgia. Ignacio Montero Ruiz (CCHS-CSIC) Instituto de Historia.

20 / 28 Investigación arqueometalúrgica y reconstrucción histórica aplicadas al estudio de las armas antiguas. Marc Gener (CCHS-CSIC) Instituto de Historia.

II.- Gestión y dinamización del patrimonio metálico 30 / 41 La gestión del patrimonio metálico en los museos de arte y etnografía: visión crítica. Lluïsa Amenós Técnico de Museos

42 / 51 El patrimonio metálico en los museos arqueológicos. La gestión de su conservación. Rafael Azuar Ruiz Jefe de Excavaciones y Colecciones (MARQ) Museo Arqueológico de Alicante.

52 / 59

60 / 70 Los metales en las colecciones del Ejército de Tierra. Mónica Ruiz B. | Lourdes Mesa G. Museo del Ejército

72 / 76

Los metales en los museos de Ciencia y Técnica. Mercè Gual (MNACTEC) Museu Nacional de Ciència i Técnica de Catalunya.

78 / 85 Fotografía de metales Entre luces y reflejos. Tomás Antelo Sánchez (IPCE) Instituto de Patrimonio Cultural de España. Madrid

La gestión de un patrimonio metálico singular: monedas y medallas. La experiencia del Gabinet Numismàtic de Catalunya Albert Estrada-Rius Conservador del Gabinet Numismàtic de Catalunya (MNAC) Museu Nacional d’Art de Catalunya.


III.- Conservación-restauración 88 / 95 Causas de degradación y condiciones de conservación del patrimonio metálico. Soledad Díaz Martínez (IPCE) Instituto del Patrimonio Cultural de España.

96 / 103 Ciencia y tecnología aplicada al estudio y la restauración del patrimonio metálico: técnicas electroquímicas. Emilio Cano|Blanca Ramírez|Teresa Palomar (CENIM-CSIC) Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas.

104 / 116 Nuevas tecnologías aplicadas a la restauración del patrimonio metálico: técnicas láser. Joaquin Barrio Martín (UAM) Universidad Autónoma de Madrid.

IV.- Divulgación, educación y acción territorial 118 / 125 El alma del hierro: Julio González y la dimensión educativa del trabajo artístico en metal. Olga Ovejero Larsson (MNCARS) Jefa del Departamento de Educación Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

128 / 137

La forja del hierro: una visión etnoarqueológica. Un ejemplo de exposición temporal itinerante. Raquel Castelo Ruano Consolación González Casarrubios Ana Mª López Pérez Departamento de Prehistoria y Arqueología, UAM Museo de Tradiciones Populares de Madrid

138 / 147 Arqueología experimental y reconstrucciones históricas: hornos ibéricos de reducción de hierro. José Miguel Gallego Cañamero Arqueólogo ARTIFEX, conservación y recreación del patrimonio arqueológico

148 / 153 Museo Territorio. “El Valle del Hierro”/ “Burdin Harana”. Aurelio González García Director de LENBUR Fundazioa Olatz Conde Rodrigo Investigadora de LENBUR Fundazioa


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II Congreso de Conservación y Restauración del Patrimonio Metálico Segovia, Real Casa de Moneda, 1-3 de octubre de 2015 www.metalespana2015.es secretaria@metalespana2015.es

Coordinadores del congreso Joaquín Barrio Martín Emilio Cano Díaz

[10]


INVESTIGACIĂ“N Ignacio Montero Ruiz Marc Gener

[11]

1


ICOM 10

Nuevas tecnologías aplicadas al estudio del patrimonio metálico: la arqueometalurgia Ignacio Montero Ruiz Instituto de Historia. (CCHS-CSIC) ignacio.montero@cchs.csic.es hasta finales del siglo XX (Lopéz Romero y Montero, 2006), inciHace algunos años publicamos

diendo en algunos aspectos más

un pequeño trabajo sobre las

concretos en una publicación li-

tendencias que había seguido la

geramente posterior (Montero et

investigación arqueometalúrgica

al., 2007) (Figura 1).

Figura 1. Técnicas de Análisis más empleadas

[12]


Ignacio Montero Ruiz

El desarrollo instrumental de las

dedicado a los análisis elementales

técnicas de análisis que podían

y el de E. Pernicka sobre los estudios

“La filosofía que ha guiado los avances en las técnicas instrumentales en estas últimas décadas ha sido la de evitar o minimizar la toma de muestra necesaria para obtener información tecnológica” ser aplicadas al estudio de los metales se revelaba como un factor determinante en la generalización de estas investigaciones desde fines del siglo XX y habían sido a su vez condicionantes en la limitación de determinados estudios, especialmente en el caso del hierro. Hace pocos me-

de procedencia del metal. Dado que el interés principal de este número es la conservación y restauración centraremos los comentarios principalmente en las cuestiones de caracterización elemental del metal y se dejará para otra ocasión la investigación sobre materias primas y producción metalúrgica. La filosofía que ha guiado los avances en las técnicas instrumentales en estas últimas décadas ha sido la de evitar o minimizar la toma de muestra necesaria para obtener información tecnológica. La aplicación de técnicas denominadas como no destructivas, por tanto, ha experimentado un auge (Figura 2).

ses salió publicado un gran manual sobre investigación arqueometalúrgica (Roberts y Thorton, 2014) que, aunque centrado en la aparición de la primera metalurgia en las distintas regiones del mundo, incluye capítulos sobre cuestiones de metodología y técnicas de análisis de interés general. Entre ellos se encuentra

Figura 2. Análisis PIXE con haz externo

el escrito por A.M. Pollar y P. Bray [13]


ICOM 10

Pero bajo esa denominación “no

metal. La formación de las pátinas

destructiva” se esconde un pro-

y el comportamiento que sigue

blema de fondo sobre la validez y

cada uno de los elementos que

utilidad de los resultados cuando

pueden aparecer en un metal es

se trabaja con metales. El proble-

muy compleja y no es posible pre-

ma no es otro que la pátina de la

decirlo sin estudios de referencia

superficie de los objetos formada

previos en cada yacimiento. La

con el paso del tiempo. Excepto el

experiencia de análisis en el pro-

oro, que también se ve afectado

yecto Arqueometalurgia de la Pe-

en ocasiones por efectos de en-

nínsula Ibérica y la bibliografía de-

riquecimientos superficiales, todos

dicada al tema nos muestra que

los metales se ven alterados, con

mayoritariamente el contenido de

mayor o menor intensidad, por la

hierro, arsénico, estaño o plomo

corrosión. Las técnicas de análi-

es más alto en la pátina que en el

sis superficiales que no necesitan

núcleo metálico, pero sin embar-

muestra, y por tanto son técnicas

go se detecta con cierta frecuen-

no destructivas, pueden analizar

cia que el fenómeno puede ser in-

esa pátina exterior sin ninguna

verso (Figura 3).

manipulación por parte del analista, sin embargo la información obtenida sobre la composición no refleja la verdadera aleación del

Figura 3. Comparación pátinas (valores en escala logarítmica)

[14]


Ignacio Montero Ruiz

Si el principal interés de la investi-

horas por pieza), y solo está dis-

gación no es la composición de la

ponible en unas pocas grandes

pátina, y dado que el espesor de

instalaciones, y con un coste ele-

la misma suele exceder la capa-

vado. Esta técnica queda reser-

cidad de penetración de la ener-

vada para investigaciones con

gía empleada en las técnicas de

objetos realmente singulares o ex-

análisis más habituales, solo que-

cepcionales, y normalmente en

dan dos opciones para conocer

combinación con otras técnicas,

las características del núcleo me-

por ejemplo en cuentas de hie-

tálico. La primera sería analizar los

rro nativo del Egipto predinástico

objetos mediante difracción de

(Rehren et al., 2013) o con hachas

neutrones (ND), técnica que rea-

de Neolítico como la que lleva-

liza un análisis global del objeto,

ba Otzy, el hombre de los hielos

y nos proporciona información

(http://oetzi.com/en/axe)(Artioli -

tanto de la pátina como del me-

Mapeli, 2009).

tal. También es posible realizar el estudio de la estructura cristalina del metal (metalografía). La caracterización con ND requiere de un tiempo largo de análisis (varias

La segunda opción para investigar la mayoría de los materiales arqueológicos pasa por eliminar parte de la pátina, si no se quiere optar por extraer una muestra del interior para procesar por cualquiera de las diversas técnicas disponibles. El área afectada por la eliminación de la pátina dependerá de las características de la técnica y equipo empleado y hay que ser conscientes de que en bastantes casos el nivel de corrosión del objeto puede ser

Figura 4. Metal corroído

elevado e impedir alcanzar metal sano (Figura 4). [15]


ICOM 10

Para minimizar esos efectos sobre

traza del metal que un análisis es-

la superficie del objeto es cada

tándar por XRF. El efecto sobre la

vez más frecuente utilizar la abla-

superficie del metal de esta abla-

ción laser (LA) directamente so-

ción es mínimo, como se puede

bre la pieza, sin necesidad de pre-

apreciar en la imagen (Figura 5) y

paración. La espectrometría de

permite determinar la presencia

plasmas inducidos por laser (LIBS)

de un elemento en cantidades

puede ser una buena opción

de partes por millón (ppm).

(Fortes et al., 2010), pero también se han desarrollado sistemas para otros métodos como los análisis por espectrometría de masas (LAICP-MS). En reciente estudio sobre oros prehistóricos (Nocete et al., 2014), donde el problema de la

La limpieza o eliminación de la pátina en superficies limitadas del objeto suele ser la estrategia más adecuada para el estudio de grandes conjuntos de materiales. Además, si la investigación quiere cubrir temas de proceden-

pátina no existe, la ventaja añadida es que la técnica obtiene mejor y más precisa información sobre los elementos minoritarios y

cia mediantes análisis de isótopos los restos eliminados de la pátina y del metal superficial pueden ser aprovechados sin necesidad de tomar otra muestra en una zona diferente del objeto (Figura 6). De esta forma es posible rentabilizar al máximo la intervención sobre el objeto. Las cantidades necesarias requeridas para análisis de isótopos de plomo, que son los más habituales, son de unos pocos miligramos (< 100 mg). Además de los isótopos de plomo se

Figura 5. Pepita de oro (escala 1 mm)

está avanzando en la potencialidad de interpretación conjunta

[16]


Ignacio Montero Ruiz

ción: ya no es necesario desplazar los objetos a los laboratorios, ahora es el laboratorio el que puede trasladarse y trabajar en el propio Museo o incluso a pie de excavación. Estos equipos portátiles, ade-

Figura 6. Muestra extraída para análisis

con isótopos de cobre, estaño o plata (Desaulty et al., 2011; Haustein et al., 2010). Al margen de la disponibilidad de técnicas de análisis cada vez más precisas y menos agresivas en relación a la cantidad de muestra necesaria, la gran revolución en la investigación arqueometalúrgica, y de la Arqueometría en general, se ha producido con el desarrollo de equipos portátiles de fluorescencia de rayos

más de ofrecer una buena precisión y fiabilidad en los resultados, necesitan muy poco tiempo en cada toma analítica lo que im-

“Al margen de la disponibilidad de técnicas de análisis cada vez más precisas y menos agresivas en relación a la cantidad de muestra necesaria, la gran revolución en la investigación arqueometalúrgica, y de la Arqueometría en general, se ha producido con el desarrollo de equipos portátiles de fluorescencia de rayos X”

X (aunque también de otras técnicas como LIBS, RAMAN o Difracción de rayos X). La movilidad del instrumental permite cambiar el planteamiento de la investiga-

plica multiplicar su rendimiento y la información obtenida. En la actualidad el equipo portátil XRF del Museo Arqueológico Nacional (Figura 7) nos permite conocer [17]


ICOM 10

la composición con un tiempo de adquisición de apenas 40 segundos, mientras que el antiguo Kevex del Instituto de restauración empleado en el Programa de Arqueometalurgia de la Península Ibérica necesitaba 300 sg., más

Figura 7. Equipo XRF portátil.

los tiempos de procesado y cálculo. Antes podíamos analizar en-

Por último, comentar que la ten-

tre 6-7 piezas por hora de trabajo

dencia actual de la investigación,

y ahora podemos obtener datos

no solo se centra en la mejora ins-

de 25-30 análisis en el mismo tiem-

trumental, sino en planteamien-

po.

tos teóricos y metodológicos que permitan poder valorar y aprove-

Sin embargo esta tendencia a mi-

char todo el potencial informati-

nimizar la manipulación de los ob-

vo del gran trabajo analítico rea-

jetos tiene un riesgo que procede

lizado y acumulado en las últimas

de la propia heterogeneidad de

décadas. Se trata de usar toda la

los metales antiguos, especial-

información disponible sobre la

mente en las aleaciones. Si redu-

composición de los metales para

cimos el área analizada, o la can-

conseguir perspectivas globales

tidad de muestra es mínima, el

y síntesis sobre los cambios en el

resultado del análisis puede que-

metal y en la tecnología metalúr-

dar sesgado por el área mues-

gica empleada en los diferentes

treada y no reflejar con exactitud

periodos históricos. Y en el caso

la composición media del metal.

de la Península Ibérica el traba-

Cuando se realizan microanálisis

jo continuo realizado desde 1982

es imprescindible realizar varias

por el Proyecto Arqueometalurgia

tomas en puntos distintos para re-

de la Península Ibérica permite

coger esa variabilidad y prome-

disponer de la información para

diar los resultados.

trabajar en esa perspectiva global. [18]


Ignacio Montero Ruiz

Bibliografía:

MONTERO RUIZ, I.; GARCÍA HERAS, M.; LÓPEZ-ROMERO, E. (2007). “Ar-

ARTIOLI, G.; MAPELI, C. (2009). “Manufacturing techniques of Copper Age axes”, Archaeometallurgy in Europe 2007. 2nd Internacional

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Conference. Selected Papers, Gra-

NOCETE et al. (2014). “Gold in the

do-Aquileia: Associazione italiana

Southwest of the Iberian Peninsula

di metalurgia, pp. 93-101.

during the 3rd Millennium BC”, Jour-

DESAULTY, A.-M.; TELOUKA, PH.; ALBALATA E.; ALBARÈDEA, F. (2011).

nal of Archaeological Science, 41, pp. 691–704.

“Isotopic Ag–Cu–Pb record of silver

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C. (Eds.) (2014): Archaeometallur-

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and Syntheses, New York: Springer.

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REHREN et al. (2013). “5,000 years

FORTES, F.J.; CABAÍN, L.M.; LASER-

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74, pp. 74-93. LLÓPEZ-ROMERO,

HAUSTEIN, M.; GILLIS, C.; PERNICE.;

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KA, E. (2010). “Tin isotopy: a new

RUIZ, I. (2006). “Archaeometry and

method for solving old questions”,

the international evolution of stu-

Archaeometry, 52, 5, pp. 816–832.

dies on metallurgy: a bibliometrical perspective”, 34th International Symposium on Archaeometry (3-7 may 2004), Zaragoza: Institución Fernando el Católico, CSIC, pp. 195-200. www.academia.edu/ [19]


Investigación arqueometalúrgica y reconstrucción histórica aplicadas al estudio de las armas antiguas ICOM 10

Marc Gener (CCHS-CSIC) Instituto de Historia. marc.gener@cchs.csic.es

Wars may be fought with weapons, but they are won by men George S. Patton

Decía el poeta y dramaturgo noruego Henrik Ibsen (1828-1906), que vivir es luchar sin tregua contra los trolls del alma. No es el único que, de manera más o menos poética o más o menos científica, ha descrito la existencia humana, y también su historia, como productos de un interminable y po-

ser humano ha desarrollado herramientas específicas para llevarla a cabo: las armas. Su estudio encierra muchas de las claves que nos permiten entender mejor el conflicto que preside la historia del ser humano.

lifacético conflicto. No vamos a

Desde un punto de vista arqueo-

discutir aquí los profundos matices

lógico, cuando estudiamos las

que hay detrás de esta afirmación

armas tenemos una amplia varie-

pero lo cierto es que el conflicto

dad de técnicas metodológicas

ha sido, y es, uno de los motores

e instrumentales que nos ayuda-

de la historia de la humanidad, o

rán a desentrañar “cómo” están

por lo menos, una de sus carac-

hechas. Pero lo que realmente

terísticas. Un conflicto que se ma-

buscamos es la conexión de ese

nifiesta de muchas maneras, pero

objeto con su contexto histórico,

una de las más frecuentes, y de

con las personas que lo inventa-

las más explícitas, es la violencia

ron, diseñaron, fabricaron y usa-

física. Y como en la mayor parte

ron. Buscamos entender, en defini-

de las actividades antrópicas, el

tiva, “porqué” está hecha de esa [20]


Marc Gener

manera, y no de otra. Al fin y a al cabo, el arma es una herramienta, una respuesta tecnológica a un problema. Es una solución fruto de un conjunto de decisiones condicionadas por una multitud de elementos, internos y externos impuestos por el contexto. La persona, el contexto, las decisiones, y cómo se relacionan estos elementos entre sí, es, al final, lo que

Figura 1a. Las múltiples caras de la guerra. Imagen de un relieve de la Columna de Trajano (113 d.C.; Roma, Italia).

queremos entender cuando estudiamos el pasado.

“Desde un punto de vista arqueológico, cuando estudiamos las armas tenemos una amplia variedad de técnicas metodológicas e instrumentales que nos ayudarán a desentrañar “cómo” están hechas”

relacionados directamente con su uso como instrumentos de combate entre seres humanos. No se puede ignorar esta verdad fundamental si queremos aproximarnos al estudio del armamento (Figuras 1).

Lo que relaciona el “cómo” de un objeto con su “porqué”, es su fi-

A veces este propósito es distin-

nalidad. En el caso de las armas,

to, como el caso de las armas de

este propósito es herir a o defen-

caza, las armas recreativas o las

derse de otro ser vivo, y si habla-

que tienen fines exclusivamente

mos de armas de guerra, ese ser

rituales o simbólicos, y resulta ne-

vivo es otra persona. Su aspecto,

cesario en cada caso identificar

simbolismo, tecnología, desarro-

los elementos que caracterizan

llo, ergonomía o evolución están

su función. De la interacción de [21]


ICOM 10

Figura 1c. Las múltiples caras de la guerra. Fragmento de una iluminación de la llamada Biblia Maciejowski (manuscrito Morgan M.638, folio10r.) Figura 1b. Las múltiples caras de la guerra. Xilografía que representa una batalla entre dos cuadros de piqueros alemanes a principios del s. XVI. La lámina pertenece a la obra “Der Weisskuing” (“El rey sabio”) y se titula “La batalla cerca de Nápoles” (ca. 1514-1516; Alemania).

de la contribución de la arqueología experimental es esencial. Si algo puede deducirse de la enorme variedad del armamento desde el punto de vista geográfi-

estos elementos podremos dedu-

co y cronológico1 es que existen

cir un propósito principal y otros

numerosas maneras diferentes de

secundarios, a veces claramen-

resolver problemas similares. Esta

te diferenciados, a veces menos,

variedad, existente incluso den-

dando lugar a una mayor varie-

tro de un mismo grupo tipológico

dad en las interpretaciones, y por

(grupos del tipo “espadas”, “da-

lo tanto a una mayor capacidad

gas”, “lanzas”, etc., -ver Figuras

de adentrarnos en la compleji-

2-), obliga a preguntarse qué ele-

dad del contexto que queremos

mentos del arma están relaciona-

estudiar. Para ello resulta impres-

dos con su funcionalidad y cuáles

cindible entender cómo se usa

no. Las diferencias en elementos

la herramienta que estamos es-

funcionales, como puede ser la

tudiando y cómo se adapta a su cometido. Y es precisamente aquí, en el estudio funcional, don-

1 Ver, por ejemplo, Stone 1934.

[22]


Marc Gener

longitud de la hoja en una

Ejemplos de variedad de armas clasificadas dentro del mismo grupo: espadas.

espada, implican decisiones relacionadas con el uso del arma. Las diferencias en elementos no funcionales, como pueda ser el tipo de decoración, implican decisiones relacionadas

con

Figura 2a. Espada íbera de tipo falcata con hoja acanalada (500 – 300 a.C.; Necrópolis de Los Collados, Almedinilla, Córdoba).

cuestiones

culturales. Es la comprensión del uso lo que permite distinguir un elemento funcional de otro que no lo es. Y en el caso del armamento, el uso no es

Figura 2b. Espada de doble filo para usar a una mano. A pesar de tratarse de una pieza lujosa, con el pomo y la guarda de bronce dorado y adornados con esmaltes e inscripciones, ninguno de los elementos decorativos interfiere con la funcionalidad de la pieza (finales del s. XIII; Castilla)

sencillo. Las armas más primitivas (garrotes, palos afilados…) funcionan explotando principios físicos básicos, pero a medida que la

mente, puede usarse de manera

tecnología hace posible modificar

sencilla, como un simple garrote

nuestro entorno de manera cada

afilado, sin embargo su diseño y

vez más compleja, las armas tam-

fabricación permiten utilizarlos de

bién aumentan en complejidad.

manera mucho más sofisticada.

No se puede ignorar el hecho que,

Buscando un símil actual y exa-

las armas son el producto de un di-

gerado, un rifle de asalto puede

seño intencionado. Así, una espa-

usarse agarrándolo por el cañón

da tiene una geometría compleja,

y golpeando a un adversario con

una distribución de masas particu-

la culata, y resulta letal, pero esta

lar y hace uso de una tecnología

manera de usar el arma es muy

costosa de implementar desde el

poco eficiente, porque no está di-

punto de vista del esfuerzo y del

señada para ser usada así.

coste de los materiales. Indudable[23]


ICOM 10

La

aproximación

experimental

del análisis aconseja abordarlos

al uso del armamento empieza

de manera conjunta y multidis-

pues con un análisis exhaustivo

ciplinar con el fin de integrar los

del arma objeto de estudio, su ti-

resultados en conclusiones cohe-

pología, su contexto histórico y su

rentes con todos los factores con-

fabricación. De la tipología se ob-

siderados. Así, mientras la arqueo-

tienen las claves de su diseño y su

logía y la historia revelan los datos

ergonomía, es decir, cómo podía

contextuales, la arqueometría se

“La aproximación experimental al uso del armamento empieza pues con un análisis exhaustivo del arma objeto de estudio, su tipología, su contexto histórico y su fabricación”

ocupa de los estudios de diseño y fabricación. Y en este sentido, la disciplina que mejor se adapta el estudio de la fabricación de armamento es la arqueometalurgia, puesto que, en general, hablar de armamento es hablar de metales2. Es cierto que existe una

ser usada por una persona de ma-

variedad enorme de materiales

nera eficaz. Del contexto histórico

empleados en la fabricación de

se deducen influencias culturales

instrumentos de ataque y defen-

que explican la presencia o au-

sa, pero también es cierto que se

sencia de elementos por motivos

observa una tendencia recurren-

ajenos a la estricta funcionalidad.

te a ir dejando de lado, en lo po-

Y del estudio de la fabricación se

sible, los otros materiales desde el

extraen las propiedades físicas y

momento en que el metal resulta

mecánicas que se querían pro-

razonablemente disponible. Esto

porcionar al arma y las decisio-

es especialmente evidente en el

nes que se tomaron para hacerlo, en función de la tecnología y los recursos disponibles. La relación entre estas distintas facetas

2 Para una visión general de la disciplina, ver Montero Ruiz 2010.

[24]


Marc Gener

caso de las armaduras corporales

vas de funcionalidad, etc.), otros

y los instrumentos cortantes y pun-

no (coste asociado, disponibili-

zantes debido a las propiedades

dad de materiales, valor estético,

mecánicas de los metales. La ca-

etc.), que conectan el objeto con

pacidad de combinar, en diversos

una realidad más amplia.

grados, dureza, elasticidad, resi-

Los estudios de funcionalidad son

liencia, tenacidad, rigidez y resis-

necesariamente multidisciplinares

tencia con una relativa ligereza y facilidad de conformación3, hace de los metales el material idóneo para las herramientas de combate más especializadas, cuyas exigencias en el campo de las propiedades materiales son especialmente altas debido a la naturaleza mecánicamente extrema de su función. Obviamente esto no significa que se pueda esperar que todas las armas estudiadas sean indefectiblemente un paradigma de tecnología puntera. En cada caso,

y hasta un cierto punto holísticos, combinando teoría, experimentación y experiencia en diversos grados. Algunos ejemplos de este tipo de investigación pueden verse en Molloy 2007 y 2010, Gener (en prensa), Uckelmann y Mödlinger 2011 o en el trabajo de reconstrucción de sistemas de combate con armas históricas de la Asociación Española de Esgrima Antigua (www.esgrimaantigua.com, (Figura 3).

la calidad final de una pieza (entendiendo aquí por “calidad” la capacidad de un objeto de llevar a cabo de manera adecuada la tarea para la que ha sido fabricado4) depende no sólo de su estricta capacidad mecánica, sino también de una serie de factores, algunos tecnológicos (grado de conocimiento técnico, expectati-

3 Para las propiedades mecánicas de los metales, ver Callister 1995, Cap. 6, 112-156 4 Para una discusión del uso del concepto “calidad” en este contexto, ver Gener 2011.

[25]


ICOM 10

cómo lo enlazaban con los aspectos simbólicos, políticos, culturales y religiosos que configuraban su realidad cotidiana. Está claro que vivir es mucho más que una lucha sin tregua, pero cómo se afronta la lucha, cómo se entiende, cómo se acepta o se rechaza nos dice Figura 3. Miembros de la Asociación Española de Esgrima antigua practicando combate con réplicas de espadas largas europeas del s. XV.

mucho del ser humano. Que es, al final, el objeto último de nuestro estudio.

El resultado de estos estudios funcionales, arqueométricos, arqueológicos e históricos se integran finalmente para dar respuesta al “por qué” fundamental, a partir de un “cómo” polifacético. Es un proceso recurrente pero flexible, que nos acerca al conocimiento de varias facetas importantes del pasado que nos interesa explorar. No se trata sólo de averiguar cómo peleaban físicamente los unos con los otros, sino también de comprender cómo entendían el conflicto y la violencia, cómo lo integraban en sus vidas, cómo aplicaban el conocimiento tecnológico a su gestión y

[26]


Marc Gener

Bibliografía: CALLISTER, W.D. (1995). Introduc-

Bronze Age. American Journal of Archaeology, 114 (3): 403-428.

ción a la ciencia e ingeniería de

MONTERO RUIZ I. (2010). Manual

los materiales. Barcelona: Rever-

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té.

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lógico Regional de la Comunidad de Madrid y Sección de Arqueología del CDL de Madrid.

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Mödlinger, M. (2011). Bronze age

the construction, decoration and

warfare : manufacture and use of

use of arms and armor in all coun-

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tries and in all times, together with

117-123.

some closely related subjects.

GENER, M. (en prensa). «A sword is a sword is a sword. Carp’s tongue

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UCKELMANN, M. y MÖDLINGER,

technological and morphological

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aspects», en Horn, C., (Ed.) War-

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ry. Oxford: Archaeopress.

Impact of Combat and Warfare on Societies in Bronze Age Europe and Beyond. Oxford: Archaeopress. MOLLOY, B. (2007). The cutting edge: studies in ancient and medieval combat. Stroud: Tempus.

Créditos de las imágenes: © : Las imágenes referenciadas con este logo (sin reconocimiento legal) son de dominio público desde el punto de vista de los derechos de autor, y pueden ser utilizadas libremente y sin restric-

MOLLOY, B. (2010). Swords and

ciones mientras se siga indicando

swordsmanship in the Aegean

este estatus. [27]


ICOM 10

CER.es: Todas las imágenes referencia-

Figura 2: a) CER.es, Museo Ar-

das como CER.es han sido obtenidas

queológico

a través del catálogo Colecciones En

Imagen: Arantxa Boyero Lirón. b)

Red CER.es (http://ceres.mcu.es) de

© Instituto Valencia de Don Juan,

la Red Digital de Colecciones de Mu-

Madrid. Imagen: Marc Gener.

seos de España, y son © del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, según se detalla en las condi-

Nacional,

Madrid.

Figura 3: © Imagen: Bibiana Santamarina

ciones de uso. (http://ceres.mcu.es/pages/...). Figura 1: a) © Imagen: Conrad Chicorius, Lámina LXXXVI de “Die Reliefs der Traianssäule”, Segundo volumen de láminas: “Die Reliefs des Zweiten Dakischen Krieges”, láminas 58-113, Verlag von Georg Reimer, Berlin, 1900. b) Museo Metropolitano de Arte, Nueva York. © The Metropolitan Museum of Art. Ilustrador: Hans Burgkmair (Augsburgo 1473–1531). Grabador: Jost de Negker (1480–1546). c) © The Morgan Library & Museum.

[28]


Gestión y dinamización del patrimonio metálico Lluïsa Amenós Rafael Azuar Ruiz Albert Estrada-Rius Mónica Ruiz Bremón | Lourdes Mesa García Mercè Gual Via Tomás Antelo Sánchez Ciencia y Técnica Mercè Gual (MNACTEC)

[29]

ii


ICOM 10

La gestión del patrimonio metálico en los museos de arte y etnografía: visión crítica Dra. Lluïsa Amenós Técnico de museos. Especialista en patrimonio metálico luisaamenos@gmail.com

La gestión del patrimonio metálico

lente. A pesar de este panorama

en los museos de arte y etnogra-

poco alentador, se vislumbran en

fía oscila entre el profundo respe-

el horizonte algunas propuestas

to que le prodigan los museos de

capaces de transformar la reali-

Bellas Artes y el olvido al que está

dad actual.

sometido en los de artes decora-

“Bellas” o “Decorativas”... existe

tivas. A diferencia de la escultura,

discriminación de las artes?

universalmente valorada, los metales “decorativos” cabalgan entre la falta de liderazgo y el peso de una tradición historiográfica profundamente formalista. Países

La escultura en metal constituye uno de los principales valores patrimoniales de los museos de Bellas Artes. Desde antiguo, el bronce ha gozado de un reconocido

como Francia, Alemania o Bélgi-

prestigio como material escultóri-

ca han sabido formular un sólido

co. El hierro, en cambio, no será

proyecto de conservación, investigación y dinamización de su rico patrimonio metálico desde una

valorado como tal hasta el siglo XX.

perspectiva pluridisciplinar. Espa-

Por su naturaleza inestable y su

ña, en cambio, no ha sido capaz

nociva reacción ante atmósfe-

todavía de articular uno equiva-

ras excesivamente húmedas, el [30]


LluÏsa Amenós

metal precisa de unas condiciones

y de peso obliga a disponer de

concretas de conservación. Por

grandes espacios de almacena-

esa razón, se recomienda alma-

je y de exhibición, y a prever am-

cenarlos en reservas especiales,

plios circuitos de comunicación

dotadas de un clima estable con

que faciliten su movilidad.

temperatura constante y una humedad máxima que no sobrepase el 30% (ver el artículo dedicado a la conservación del metal en este mismo número). Los museos que pueden permitírselo mantienen separadas las colecciones metálicas del resto de materiales, aunque la mayor parte de ellos admite tener dificultades en conseguir las condiciones climáticas ideales. La gestión del patrimonio escultórico en nuestros museos de Bellas Artes goza de buena salud. Prueba de ello es que algunos centros disponen de un departamento específica o mayormente dedicado a la conservación, investigación y restauración del patrimonio metálico, cuyo objetivo principal es dar respuesta a las necesidades que suscita este material. Las esculturas de gran formato plantean problemáticas relacionadas con su manipulación y mantenimiento. El exceso de tamaño [31]

Esculturas de bronce. Museu Frederic Marès (© MFMB)


ICOM 10

Algunos museos de arte con-

plantas que mantiene las condi-

servan esculturas metálicas ins-

ciones climáticas idóneas para su

taladas al aire libre, ya sea en

correcta conservación. Para evi-

espacios propios o en jardines

tar que se deformen, las planchas

y plazas públicas. En este caso,

se guardan tumbadas sobre una

las dificultades de mantenimien-

superficie plana.

to y conservación se multiplican

Los objetos metálicos decorativos

exponencialmente, ya que las

son la Cenicienta de los museos

condiciones que deben soportar

de Bellas Artes, ya que la atención

las obras de arte son a menudo

que reciben está a años luz de la

agresivas (inclemencias e inesta-

que se da a la escultura o al gra-

bilidad atmosférica, polución, co-

bado. Aunque tenemos ejemplos

rrosión producida por excrementos de origen orgánico, etc). Otras

tipologías

metálicas

presentes en nuestros museos de Bellas Artes son las planchas calcográficas y las colecciones de “artes decorativas”, integradas mayormente por elementos arquitectónicos y objetos de uso doméstico o litúrgico. Las

“La gestión llevada a cabo por nuestros museos de arte decorativo en relación al patrimonio metálico es y ha sido absolutamente decepcionante: discriminación, olvido, falta de liderazgo y de rigor científico son algunos de los calificativos que definen su actuación.”

planchas acostumbran a formar

evidentes de ello en más de un

parte de las colecciones de gra-

museo, tomaré como referencia

bados de los museos de arte. La

el caso del Cau Ferrat de Sitges,

Calcografía Nacional custodia la

en cuyos fondos se conserva la

mejor y más completa colección

mejor y más completa colección

de matrices metálicas. Está de-

de hierro de España: a pesar de

positada en un espacio de dos

que su nombre indica que el hie[32]


LluÏsa Amenós

rro es su principal valor patrimo-

gor científico son algunos de los

nial –la traducción literal de Cau

calificativos que definen su ac-

Ferrat es “madriguera herrada”–,

tuación. Si bien es cierto que resul-

el programa de actividades del

ta difícil trabar un discurso que dé

museo está al servicio práctica-

sentido a un material tan diverso

mente exclusivo de la pintura.

como el reunido en los museos de

Los museos de artes decorativas

“artes decorativas”, no hay que

y el metal: falta de liderazgo y de rigor científico La gestión llevada a cabo por nuestros museos de arte decorativo en relación al patrimonio metálico es y ha sido absolutamente decepcionante:

discriminación,

olvido, falta de liderazgo y de ri-

olvidar que dinamizarlo de forma ecuánime es uno de sus principales deberes. Así lo han hecho con el mobiliario de madera, el vidrio, la cerámica, la indumentaria o los textiles, pero no con el metal. Y, dentro del patrimonio metálico, el hierro se lleva sin duda la peor

Sala de forja del Museu Episcopal de Vic (© MEV. Fotógrafo: Joan M. Díaz)

[33]


ICOM 10

XX, dando lugar a las magníficas colecciones del Museu Episcopal de Vic, de la Junta de Museos de Cataluña y del Cau Ferrat de Sitges. Por esa razón, desde el año 2004, Cataluña forma parte de la Ruta Europea del Hierro, un itinerario cultural promovido por Francia, España y Andorra para poner en valor el rico patrimonio férreo conservado en los Pirineos. Desgraciadamente, nuestros responsables culturales no han sabido aprovechar esta magnífica oportunidad para elaborar un proyecto global que ordene y dinamice los recursos patrimoniales, intelectuales y humanos asociados a este ámbito temático. Tampoco la Junta de Museos de CataluSala de reserva del Museu Episcopal de Vic (© MEV)

ña, organismo dependiente de la Generalitat que tienen entre sus funciones la coordinación de la

parte (Amenós Martínez, 2015b).

política museística autonómica,

En Cataluña, revalorizar el hierro

ha alertado sobre la situación de

resulta prácticamente una obli-

indefensión en que se encuentra

gación: lo justifica su gran tradi-

este patrimonio, ni ha planteado

ción metalúrgica y siderúrgica –

seriamente la necesidad de im-

las conocidas fargas pirenaicas- y

pulsar un museo monográfico –o

el impulso que tuvo el coleccio-

un departamento dentro de un

nismo de hierro a inicios del siglo

museo– que lo gestione. La au[34]


LluÏsa Amenós

Catálogo de la exposición “Hierros Antiguos Españoles” (1919)

sencia de políticas de captación de profesionales especializados y de apoyo al personal científi-

Nuestras universidades son tam-

co en nuestros museos –algo de

bién corresponsables del aban-

lo que puedo dar fe en primera

dono

persona– contribuyen a explicar

metálico, en la medida que los

tanto la precaria situación en que

departamentos de Historia del

se encuentra nuestro patrimonio

Arte no han programado nunca

metálico como el desaprovecha-

ninguna asignatura, especialidad

miento de los recursos humanos

o cátedra dedicada a su estudio.

existentes. Por desgracia, esta pa-

Con el objetivo de paliar estas

sividad ha conllevado una alar-

deficiencias, la Facultad Antoni

mante pérdida de conocimien-

Gaudí de Historia de la Iglesia, Ar-

to con respecto a la generación

queología y Artes Cristianas, den-

de inicios del siglo XX, tristemente

tro del Seminario de Gestión del

cuantificable en un 70 % (Amenós

Patrimonio Eclesiástico –y sus dos

Martínez, 2015a).

futuros Masters–, ha ofertado una [35]

de

nuestro

patrimonio


ICOM 10

asignatura dedicada a la meta-

so expositivo es testimonial. Una

lurgia y a la industria derivada del

línea parecida sigue el Museu del

hierro. Ante la falta de actuación

Disseny de Barcelona, reciente-

de nuestros museos e instituciones

mente inaugurado, pero a dife-

culturales, y con el objetivo princi-

rencia del museo madrileño, el

pal de dar visibilidad a la investiga-

barcelonés fue literalmente des-

ción y el conocimiento generado,

pojado de su colección y, hasta

yo misma creé una página web

hoy, no ha demostrado interés

consagrada íntegramente al hie-

en recuperarla o rehacerla: en el

rro antiguo.

año 1933, Joaquim Folch i Torres,

(www.actiweb.es/lluisaamenos)

entonces director de los Museos

En España existen diversos museos de artes decorativas que conservan colecciones metálicas de referencia

(Artiñano

Galdácano,

1919). El Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD) custodia una magnífica colección de metales, aunque su presencia en el discur-

de Arte, trasladó toda la colección de hierros y bronces del Museu d’Art Decoratiu al museo Cau Ferrat de Sitges con el objetivo de crear un centro de referencia en las artes del hierro (Amenós Martínez, 2006: 105-125). Ochenta años más tarde, el museo suburense no ha sabido posicionarse como tal y la colección barcelonesa –“escondida” en los almacenes de la Blanca Subur–, se encuentra hoy alejada de su ciudad de procedencia y de Antigua sala dedicada a los metales. Museu d’Arts Decoratives de Barcelona, 1932 (© Arxiu Fotogràfic de Barcelona)

[36]


LluÏsa Amenós

A excepción del MNAD, que parte de una museografía basada en la reproducción de espacios y ambientes de época, la mayoría de nuestros museos de artes decorativas han optado por la clásica exhibición de colecciones ordenadas por tipologías,

cuyo

objetivo

principal es resaltar los valores estéticos de los objetos. Sala de exposiciones del recién inaugurado Museu del Disseny de Barcelona (© Museu del Disseny. Fotografía: Aniol Resclosa)

Este sistema, válido quizás para las piezas suntuarias, resulta insuficiente para aquellas eminentemente funcionales. Por ese motivo, es necesario abrir el discurso

su entorno natural. Al igual que el

expositivo a nuevos modelos que

Museo Lázaro Galdiano, el museo

complementen la mirada estética

del Hierro de Oropesa del Mar y

con una perspectiva arqueológi-

el resto de museos de artes deco-

ca y que garanticen la correcta

rativas, el Cau Ferrat de Sitges es

contextualización del objeto. Por

prisionero de los viejos tópicos, de

ejemplo: si decidimos optar por el

las viejas metodologías formalistas

tradicional sistema de exhibición

sin base científica –que operan al

de colecciones, deberíamos pen-

margen de la arqueo-metalurgia

sar en incorporar elementos mu-

y de nuestras riquísimas fuentes

seográficos auxiliares que ayuden

manuscritas e iconográficas– y de

a ubicar el objeto dentro de su es-

los viejos modelos expositivos que

pacio original y lo hagan inteligible

se vienen repitiendo desde fines

en términos de uso y función. Estos

del siglo XIX.

elementos pueden tomar forma [37]


ICOM 10

de plafones informativos, cartelas

El reto de nuestros museos de artes

comentadas, recreaciones en 3D,

decorativas consiste en impulsar

audiovisuales, etc. No obstante, la

narrativas transversales que ana-

reproducción de escenas proce-

licen los objetos desde una pers-

dentes de las fuentes iconográficas

pectiva amplia y global, superan-

contemporáneas al objeto, como la

do el tradicional discurso estético

pintura o la escultura, continúa sien-

mediante los nuevos recursos mu-

do el recurso más económico y que

seográficos a su alcance. Y para

mejores resultados ofrece.

conseguirlo, pueden ser de gran ayuda las experiencias desarrolladas en los museos arqueológicos,

especial-

mente en lo que atañe a museografía didáctica y al uso de nuevas tecnologías aplicadas al patrimonio. Los museos etnográficos y el patrimonio metálico Los museos etnográficos siempre han mostrado gran interés por el patrimonio metálico. Su elevada presencia entre el legado material de las diversas sociedades humanas, La contextualización de los objetos es el gran reto de nuestros museos de artes decorativas.

[38]

especialmente

de las comunidades rurales hispánicas, lo convierten en protagonista


LluÏsa Amenós

A diferencia de los museos de artes decorativas, los etnográficos se interesan por recoger, documentar y estudiar tanto la cultura material como la “cultura viva”, es decir, el patrimonio inmaterial que ha perdurado hasta nuestros días gracias a la transmisión oral. Esta tipología patrimonial se adapta

Fotograma del documental “El oficio de cuchillero” (Museu Diocesà i Comarcal de Solsona, 2006)

muy bien a los formatos de

“El reto de nuestros museos de artes decorativas consiste en impulsar narrativas transversales que analicen los objetos desde una perspectiva amplia y global, superando el tradicional discurso estético mediante los nuevos recursos museográficos a su alcance”

difusión audiovisual. Espe-

indiscutible de numerosas exposi-

de Solsona en el año 2006 el

ciones. Algunos museos han teni-

cual, tras ser visualizado en diver-

do la valentía de impulsar proyec-

sos museos y festivales etnográfi-

tos específicamente dedicados

cos, ha conseguido formar parte

al patrimonio metálico, como el

de la cartelera programada por la

Museo de Teruel con su muestra

Federación de Cineclubs de Cata-

De lo útil a lo bello: forja tradicio-

luña.

nal en Teruel (1993). [39]

cialmente adecuados para divulgar los secretos de los oficios artesanos, los documentales o filmes etnográficos constituyen una herramienta pedagógica de incalculable

valor:

valga

como ejemplo el documental sobre el oficio de cuchillero realizado por el Museu


ICOM 10

Las dos regiones españolas con

la oportunidad que le brindaba

más tradición siderúrgica son Ca-

la pertenencia de Cataluña a la

taluña y el País Vasco. Por consi-

Ruta Europea del Hierro (Amenós

guiente, es allí donde más se jus-

Martínez, 2011: 174-181) a día de

tifica la presencia de un museo

hoy, el museo no dispone de per-

monográfico dedicado al hierro.

sonal especializado ni de un pro-

En Legazpi (Guipúzcoa) se en-

yecto de dinamización de su rico

cuentra el Museo del Hierro Vas-

patrimonio férreo, y las activida-

co, un centro que se mueve a ca-

des programadas no logran tras-

ballo entre el patrimonio industrial

pasar el ámbito local.

y el etnográfico. Punto de partida

Contrariamente, el Museo de la

de la Ruta de las Ferrerías, el mu-

Siderurgia y la Minería de Castilla

seo aborda el hierro desde múlti-

y León sí se está forjando un nom-

ples puntos de vista, teniendo en

bre como centro de referencia en

cuenta aspectos tecnológicos,

su especialidad, al igual que los

históricos, científicos, patrimonia-

museos monográficos de la cuchi-

les, industriales, sociales y paisajís-

llería promovidos por poblaciones

ticos. La villa pirenaica de Ripoll

con reconocida tradición en este

tiene también una larga tradición

arte, como Albacete, Taramundi

industrial relacionada con la pro-

o Solsona, El Museo municipal de

ducción y la metalurgia del hie-

la Cuchillería de Albacete es, con

rro. Su Museo Etnográfico, funda-

diferencia, el más activo de to-

do en el año 1929, conserva una

dos. Sus objetivos principales son

gran cantidad de bienes patrimo-

la conservación, investigación,

niales vinculados a las actividades

dinamización y recuperación del

metalúrgicas desarrolladas en la

arte de la cuchillería y herramien-

villa, principalmente fabricación

tas de corte y, para conseguirlo,

de clavos (clavetaires), armas

ha elaborado un intenso progra-

de fuego portátiles, cuchillería y

ma de exposiciones y actuacio-

cerrajería.

Desgraciadamente,

nes encaminadas a impulsar el

Ripoll no ha sabido aprovechar

reconocimiento del oficio. Son [40]


LluÏsa Amenós

de destacar la muestra Cuchillos

AMENÓS MARTÍNEZ, L. (2012). «El te-

de Albacete: tesoros de tres siglos

soro de los Pirineos». Actas del con-

(2010) y las demostraciones en di-

greso de cultura y patrimonio de

recto realizadas por artesanos de

los Pirineos. Graus: Espacio Pirineos.

reconocido prestigio.

www.actiweb.es/lluisaamenos/pdf

No puedo concluir este rápido repaso sin mencionar el arte de la espadería, la cuchillería y el damasquinado toledano y remitiros al artículo que sobre armería aparece publicado en este mismo número.

AMENÓS

MARTÍNEZ, L. (2006). «L’origen de la col.lecció de ferros conservada al Museu Cau Ferrat de Sitges». Butlletí de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, núm. XX. www.raco.cat/index.php/... ARTIÑANO Y GALDÁCANO, P. M.

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AMENÓS MARTÍNEZ, L. (2015a). «Forja i metal.listeria», en Josep Gudiol

drid: Artes Gráficas Mateu.

tiguos españoles. Catálogo. Ma-

i Cunill, pioner en la Història de l’Art a Catalunya [I Jornada de Museus i Patrimoni de l’Església a Catalunya], Quaderns del Museu Episcopal de Vic, VII. www.raco.cat/... AMENÓS

MARTÍNEZ,

L.

(2015b).

«Hierro modernista en Barcelona: un patrimonio a revalorizar». International Congress Coupdefouet. Barcelona: Art Nouveau European Route, Institut del Paisatge Urbà (Ajuntament de Barcelona).

[41]


ICOM 10

El patrimonio metálico en los museos arqueológicos. La gestión de su conservación Agradecer la inestimable colaboración de Jose Maria Segura, director del Museu Arqueològic Municipal Camilo Vicedo de Alcoy, y de las restauradoras Silvia Roca y Elena Santamarina del MARQ. Museo Arqueológico de Alicante.

Rafael Azuar Ruiz Jefe de Excavaciones y Colecciones (MARQ) Museo Arqueológico de Alicante. razuar@diputacionalicante.es

Preparación para el traslado contextualizado al laboratorio de metales procedentes de excavación. (Foto MARQ. Museo Arqueológico de Alicante)

[42]


Rafael Azuar Ruiz

Los objetos de procedencia ar-

ción: temperatura y humedad rela-

queológica se diferencian del

tiva de luz, a la contaminación at-

resto de los Bienes Culturales por

mosférica externa e interna (polvo/

encontrarse en ambientes ex-

gases) del museo y a la continua

tremos de conservación: ya sea

manipulación humana: exposición,

bajo tierra, bajo el agua, en el in-

embalajes, traslados, etc. En este

terior de cuevas, etc. y por tanto

largo proceso, a veces, los objetos

para su conversión en “objetos

metálicos sucumben herrumbrados

museables” han de experimentar

en los almacenes o devorados por

un riguroso proceso, a veces trau-

las sales mal o no extraídas, o afec-

mático, de adaptación a un nue-

tados por las nuevas enfermedades

vo medio. Situación ésta que se

desconocidas y adquiridas al con-

agrava en el caso de los metales

tacto con los equipamientos de los

ya que, exceptuando el oro y la

museos, ya sean maderas, pinturas,

plata conocidos por su nobleza,

lacas, etc. gérmenes de los ácidos

en su mayoría tienden por su na-

orgánicos. Con el fin de evitar estos

turaleza a mineralizarse o retornar

procesos y facilitar la perdurabili-

a su estado primigenio, siendo

dad del bien, creemos importante

bien conocido el caso de los ob-

el avanzar en diversos aspectos de

jetos de hierro, los cuales son los

la gestión de su conservación en

más inestables y, por tal, difíciles

los museos arqueológicos.

de conservar.

El Patrimonio Metálico a la búsque-

Desde la extracción de los meta-

da de un programa de conserva-

les en el transcurso de su excava-

ción

ción, ya sea en medio terrestre o acuático, hasta su exhibición o conservación en los almacenes del museo, han de experimentar un riguroso programa de adaptación y estabilización a los nuevos condicionamientos de climatiza-

El naciente Plan Nacional de Conservación Preventiva 2011 del IPCE (http://ipce.mcu.es/pdfs/...), pone las bases genéricas del protocolo que se ha de seguir para una adecuada aplicación de políticas o [43]


ICOM 10

programas destinados a la mejora

propio registro se aprecia que son

en la conservación de nuestro pa-

muy escasos los trabajos o proyec-

trimonio, en todas sus manifesta-

tos destinados a tratar o plantear

ciones, pero no entra en la espe-

programas de gestión de su con-

cificidad de las medidas a tomar

servación. Deficiencia constatada

en cuanto se refiere al Patrimonio

en la extensa bibliografía de los tra-

Metálico de procedencia arqueo-

bajos desarrollados por el Comité

lógica. Por suerte y en este cam-

de Conservación del ICOM-CC, en

po contamos con una bibliografía

su grupo dedicado a los metales

exhaustiva de referencia, a nivel

(www.icom-cc.org/...) y en su me-

nacional (Fernández, 2010-2012),

dio de expresión BROMEC.

que nos permite conocer las ac-

Escaso o limitado interés el gene-

tualizaciones, las metodologías, los

rado entre los conservadores y los

tratamientos, los avances en la restauración y en la consolidación de las piezas metálicas, aunque en su

restauradores, cuando los fondos metálicos suponen, de forma general, el 20% de los registros y si le añadimos los fondos

numismáti-

cos pueden convertirse

en

casi

su cincuenta por ciento, lo que nos indica su importancia

cuantita-

tiva y cualitativa

Conservación de metales aislados y preservados al vacío. (Foto MARQ. Museo Arqueológico de Alicante)

[44]


Rafael Azuar Ruiz

en los museos arqueológicos, po-

En el caso de los metales de pro-

niendo de manifiesto nuestra res-

cedencia subacuática, la situa-

ponsabilidad en la calidad de su

ción es totalmente diferente ya

gestión y en la aplicación de los

que la propia Convención de la

protocolos de conservación.

UNESCO 2001 sobre Protección

¿Descontextualizar y conservar in situ?

del Patrimonio Cultural Subacuático (www.unesco.org/...) establece como principio básico la

La conservación de los metales

conservación “in situ” de aquellos

comienza desde el mismo mo-

materiales ya sean orgánicos o

mento de su extracción en el ya-

inorgánicos, como es el caso de

cimiento arqueológico, pues para

los metales, como así lo recoge el

planificar o plantear el programa

Libro Verde del Plan Nacional de

de intervenciones encaminadas

Protección del Patrimonio Cultu-

a estabilizar el objeto, depositado

ral Subacuático Español (2010)

en un museo, se hace necesario

(http://museoarqua.mcu.es/...).

el conocer su estado de origen y para ello se ha de aplicar un “protocolo de documentación” en el que se recojan de forma exhaustiva los datos básicos ambientales de su contexto deposicional, así como es aconsejable que se trasladen, conservando su medio físico para su excavación en el laboratorio, en contenedores, a poder ser herméticos, de transición de medio húmedo y con tapadera para evitar la luz directa (García, Flos, 2008: 143-144).

En este sentido son de resaltar los trabajos que llevó a cabo el CAS de Andalucía, realizando moldes in situ de aquellos elementos documentales necesarios para identificar cañones sin necesidad de su extracción, como fue el caso del proyecto Bucentaure II de La Caleta de Cádiz (Zambrano, Bethencourt, 2001). Intervenciones que evitan el que de forma “inconsciente se sigan extrayendo de los fondos acuáticos cientos de objetos forjados o colados

[45]


ICOM 10

en hierro que, prácticamente, al

tan ser el contenedor idóneo para

mismo ritmo irremisiblemente se

este tipo de materiales, pues en

van

(Fernández,

gran número son antiguos palacios

2010-2012: 472). En la actualidad

o edificios históricos que no reúnen

está en desarrollo un proyecto

los mínimos requisitos de eficiencia

europeo, dirigido por V. Argyro-

energética y en el caso de los nue-

poulos en colaboración con otros

vos su escasa “inercia térmica” no

centros de investigación, sobre

les permite, a museo cerrado, el per-

“Nuevas propuestas y aplicacio-

manecer estables, ahorrando ener-

nes de técnicas electroquímicas

gía (Álvarez, 2011), de forma sosteni-

e inhibidores de corrosión para el

ble (Úrculo, 2011).

destruyendo”

control in situ de pecios y objetos compuestos metálicos y de materiales Orgánicos de origen marino (TEIA, NTUA, AA)” (www.icom-cc.org/54/... )

Los museos también son contenedores vulnerables a la polución medioambiental exterior y generadores de agentes agresivos internos por el escaso control de los mate-

La difícil adaptación de los meta-

riales que se utilizan, principalmente

les a la nueva y larga vida en los

los usados en la fabricación de las

museos

vitrinas, expositores y almacenes:

Tras la lectura del Protocolo de Conservación Preventiva de los objetos de procedencia arqueológica, expuesto en la reciente obra de Montserrat Pugès y Laia Berengué (2012:18-19), se pueden extraer los problemas actuales referentes a la conservación de los metales. Comenzando por su traslado a edificios o museos que, en la mayoría de los casos, no resul-

maderas, siliconas, productos de sellado de junturas, lacas, disolventes, barnices, pinturas e, incluso, productos de restauración, etc. que en su conjunto producen ácidos orgánicos, como el acético y el fórmico, agresivos para los objetos metálicos de cobre, bronce y plomo. En este campo, es de interés la investigación llevada a cabo por Diana Lafuente del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC)

[46]


Rafael Azuar Ruiz

sobre la presencia en nuestros

milar al medio de origen (García,

museos de estos ácidos orgánicos

Flos, 2008: 201-5). En este sentido,

(2011), en línea con el proyecto

el Museu d’Arqueología de Cata-

europeo MEMORI (2010-2013)

lunya-Girona ya tomó la decisión

(http://ec.europa.eu/pdf/),

mu-

de construir una “Cámara o re-

cho más amplio y extendido a los

cinto acondicionado con tempe-

archivos y bibliotecas y en el que,

ratura y humedad relativa con-

sorprendentemente, por parte de

trolada (18 +2º; HR 40 +- 1º), con

España sólo participó la empresa

contenedores inertes y en un am-

SIT (www.sitspain.com/...)

biente estable” (Lara, Boix, Rovira,

Por lo que se hace necesario avan-

2009: 210); como así se planteó

zar en un mayor control de la ca-

en el Plan Museológico del Museo

lidad interior del aire (IAQ) de los

de León, de disponer de un espa-

museos y en esta línea se enmarca

cio o almacén cerrado para ob-

el actual proyecto europeo AIR-

jetos de “materiales específicos o

CHECQ (www.icom-cc.org/54/...)

sensibles a los cambios higronométricos (>30HR y 20º C.), como

Ante estos problemas actuales de

serían los metales, monetario u

las condiciones medioambienta-

orgánicos como textiles” (Grau,

les de nuestros museos, debemos

2007: 98). Iniciativa que, con an-

afrontar la conservación perma-

terioridad, llevó a cabo el Museu

nente de las colecciones metáli-

Arqueològic Municipal Camil Vi-

cas que, siguiendo las recomen-

sedo Moltó de Alcoi (Alicante)

daciones de ICCROM y UNESCO,

(Miró, 2005). Con mayor motivo y

requieren de un almacenaje es-

para los fondos de procedencia

pecífico y adaptado (Gutiérrez,

marina se construyó una cáma-

2011), separadas de los otros ma-

ra climatizada de estabilización

teriales, preservadas y si puede

en el ARQUA. Museo Nacional de

ser estabilizadas climáticamente

Arqueología Subacuática (Azuar,

que, en el caso de los metales de

2008: 164).

procedencia subacuática, sería recomendable en un ambiente si[47]


ICOM 10

sarrollar programas de análisis metalográficos, como el del Museo Arqueológico Nacional (www.man.es/...). La exhibición no justifica el poner en riesgo las colecciones metálicas Sobre esta cuestión ya nos advertía Salvador Rovira, quien fuera director del Departamento de Conservación del Museo Arqueológico Nacional y analista de metales, en su acertado artículo “Los límites de la exposición” (2008) de los peligros y problemas de conservación que generaban su expoCámara de baja humedad (Foto Museu Arqueològic Municipal Camil Visedo Moltó. Alcoy-Alicante)

sición permanente (Rovira, 2008). En donde, por exigencias del discurso o por necesidades de contextualización de los conjuntos, en

Medidas encaminadas a conser-

la mayoría de los museos, los me-

var estos objetos pero que no son

tales no se exhiben aislados sino

suficientes. Además se hace ne-

con otros objetos, ya sean metá-

cesario, y si es posible, el generar

licos, inorgánicos u orgánicos, sin

un importante dossier radiográfico

tener en cuenta sus exigencias de

de estas piezas, como el que con-

temperatura y humedad relativa,

serva el IPCE, recogido en la publi-

así como la lumínica, poniendo en

cación “La técnica radiográfica

riesgo su estabilidad y conserva-

en los metales históricos” (2010)

ción. Más grave resulta el depósi-

(http://es.calameo.com/...); o de-

to y exhibición de los metales de [48]


Rafael Azuar Ruiz

nio y es obligación de los museos su conservación o sostenibilidad para las generaciones futuras. En este sentido, es fundamental el efectuar un continuo seguimiento de las colecciones expuestas en general y en particular de las metálicas, sin renunciar a que se

Control y seguimiento medioambiental de las colecciones metálicas expuestas (Foto MARQ. Museo Arqueológico de Alicante)

pueda limitar su visita o retirarlas cuando se encuentre en peligro

procedencia subacuática, pues a pesar de que el “Libro Verde” en su acción nº 23 propone a las

su estabilidad. Situación que se agrava en las exposiciones temporales, en las que se somete a

instituciones responsables de la gestión del patrimonio el que autoricen el depósito de estos ma-

estas piezas metálicas a bruscos cambios climatológicos y ambientales, así como a manipula-

teriales sólo en aquellos centros o museos que dispongan de instalaciones y medios necesarios para su conservación y exhibición (2010: 97), seguimos asistiendo a

ciones y traslados (Rovira, 2008), por lo que se hace necesario el aplicar un riguroso protocolo de embalaje y de transporte de las piezas (Díaz, García, 2011: 62 y ss.),

la destrucción progresiva de ca-

así como el cumplimentar las fi-

ñones, culebrinas y anclas que, por criterios meramente estéticos y ornamentales, decoran las entradas y los patios de buena parte de muchos museos.

chas de conservación de objetos trasladados, como las propuestas por Santiago Mijangos (2009). En este proceso en el que los objetos metálicos han de perder su

Evidentemente, el ciudadano tie-

“materialidad” para adquirir su

ne derecho al acceso al Patrimo-

“inmortalidad” (Fernández, 2010:

[49]


ICOM 10

217) como bien histórico, conte-

de los XX Cursos monográficos so-

nedores de memoria, en el ámbi-

bre el Patrimonio Histórico, 14 (Rei-

to de los Museos Arqueológicos,

nosa), pp. 215-238.

debemos avanzar en la conse-

www.academia.edu/...

cución del indiscutible primigenio objetivo de sostenibilidad: el conservar y acrecentar nuestras colecciones metálicas para las generaciones futuras.

IBAÑEZ,

Carmelo

(2010-2012). “La conservación y la restauración de objetos de hierro en la bibliografía arqueológica española”, Sautuola, XVI-XVIII (Santander), pp. 471-482.

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FERNÁNDEZ

FERNÁNDEZ

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Carmelo

(2010). “El Laboratorio de conservación y restauración en el museo. El matiz arqueológico”, Actas

vación preventiva del patrimonio cultural metálico en museos. Estudio de la presencia de ácidos orgánicos mediante captadores pasivos: la aplicación de técnicas [50]


Rafael Azuar Ruiz

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ROVIRA, Salvador (2008). “Los lími-

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ÚRCULO, Rafael (2011). “Clima-

VIRA, Mª Carme (2009). “De la

tización sostenible en museos. El

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ICOM 10

La ge s t i ó n d e u n p atr imo n io m e t á l ic o s in g u lar : m o ne das y me dallas . L a e xpe ri en c ia de l Gabinet Numismàtic de Catalunya Dr. Albert Estrada-Rius ORCID 0000-0002-4093-2975 Conservador del Gabinet Numismàtic de Catalunya Museu Nacional d’Art de Catalunya

I. Las colecciones Los fondos a cargo del GNC, en torno a los que gira buena parte

albert.estrada@museonacional.cat

de su actividad, son los propios de un gabinete o departamento de numismática y comportan la

Introducción

gestión integral de: a) un volumen considerable de

En este artículo vamos a desarro-

piezas que, en el caso de un ga-

llar una sumarísima exposición de

binete de tamaño medio como el

la experiencia del Gabinet Numis-

GNC, alcanza la cifra de 135.553

màtic de Catalunya (GNC) en la

ejemplares.

gestión del patrimonio numismático a su cargo. El GNC fue fun-

b) una variada diversidad tipoló-

dado por la Junta de Museus de

gica que tiene como centro las

Barcelona en 1932 con el fin de

grandes series –monedas y me-

agrupar el patrimonio numismá-

dallas- amparadas por las disci-

tico disperso entre diversas insti-

plinas de la numismática y la me-

tuciones locales y, desde 1990,

dallística. En general, las subseries

forma parte del Museu Nacional

son: 1) numismática propiamente

d’Art de Catalunya (Campo, Es-

dicha clasificada en: I) dinero pri-

trada-Rius, 2007).

mitivo II) moneda propiamente di[52]


Albert Estrada-Rius

cha III) papel valor e instrumentos

terminantes como, por ejemplo,

de pago diversos (acciones, obli-

el formato, el tamaño y la resolu-

gaciones, letras de cambio, bille-

ción formal.

tes de banco, talones, tarjetas de crédito y débito) 2) metrología; 3) instrumentos de fabricación; 4) paramonetal (jetones, fichas y vales -con valor monetario o sin él- de todo tipo) 5) sigilografía, 6) medalla y, en algunos casos, que no en el GNC, 7) glíptica (camafeos y entalles); 8) otros usos de la moneda como la reutilización de monedas en joyas u otros objetos. Los límites de la colección, por otra parte, son objeto de reflexión y de revisión en relación a experiencias monetarias contem-

c) unas colecciones en las que predominan los metales y las aleaciones estándares y específicas de la moneda -como el vellón- aunque también hay piezas de cartón, papel, vidrio, cristal, nácar, marfil, porcelana, baquelita y plástico. El conocimiento de estos materiales es capital tanto para la conservación como para el estudio de las piezas en sí (distinción de monedas oficiales o falsas). II. Las instituciones

poráneas que obligan a plantearse la admisión o denegación de

El patrimonio numismático se en-

su ingreso de manera justificada

cuentra depositado en manos de

evitando la arbitrariedad.

instituciones y organismos muy distintos. Los principales agrupados

El porqué de la agrupación de

en la sección ICOMON (Comité

esta diversidad de fondos, tan

Internacional de Museos Mone-

distintos en su naturaleza, debe

tarios y Bancarios) con sus propias

buscarse en la propia historia del

peculiaridades. En una tipología

coleccionismo. Se justifica por re-

simplificadora, con ejemplos cer-

laciones que, a menudo, solo son

canos, podemos identificar como

básicamente formales o externas

instituciones depositarias de estos

pero que derivan y se relacionan

materiales a:

en función de variables tan de[53]


ICOM 10

1) bancos nacionales (Banco de

4) bibliotecas nacionales (Biblio-

España) y bancos privados (Ban-

teca Nacional de Francia o Biblio-

caixa) como titulares de coleccio-

teca Vaticana).

nes numismáticas que no siempre tienen expuesta o como colección viva, sino como un fondo de valor y prestigio. La peculiaridad más notable es la custodia de maquinaria y otros instrumentos vinculados a la contabilidad o la gestión bancaria. 2) casas de moneda nacionales que, amén de atesorar y gestionar sus fondos actuales, suelen tener una colección histórica

5) monetarios depositados en corporaciones académicas (Real Academia de la Historia o Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona) y en universidades (Universidad de Valencia). 6) monetarios de origen particular (Museo Lázaro Galdiano, Instituto Valencia de Don Juan, Museu Frederic Marès). Reflejan los gustos e intereses del coleccionismo.

(Museo de la Casa de la Moneda

En toda esta tipología institucional

de Madrid). La peculiaridad más

solo se puede hablar en sentido

notable es que suelen disponer

estricto de gabinetes numismáti-

en su colección de maquinaria e

cos cuando, además de la colec-

instrumentos de fabricación (pa-

ción o monetario, se dispone de

trimonio industrial).

un personal especializado y de

3) museos: a) arqueológicos (Museo Arqueológico Nacional) b) de arte (Museo Nacional del Prado y Museu Nacional d’Art de Catalunya) c) locales y de yacimientos (MAC/Empúries). La peculiaridad

unos instrumentos apropiados de catalogación y estudio al servicio de la colección. En el resto lo correcto es describir la existencia de un monetario o medallero que puede ser más o menos rico.

es la conservación de conjuntos y tesoros monetarios hallados en su demarcación. [54]


Albert Estrada-Rius

Figura 1. Monetario con sus bandejas

el volumen y por las características propias de las piezas lo usual es disponer de un espacio o reserva de almacenaje propio que, además de un ambiente especialmente pensado para el metal –temperatura y humedad controladas- ten-

III. La gestión

ga un plus de seguridad –cámara

III.1. Adquisición, conservación,

ño y valor de las piezas custodia-

restauración, estudio y cataloga-

das que se guardan en monetarios

ción

y medalleros (Figura 1). Esta reserva

El mandato de todo museo es el de conservar, catalogar y difundir el patrimonio a su cargo. También los gabinetes. Además, tiene la voluntad de incrementar de un modo ético (código ICOM) sus colecciones y documentar las nuevas formas de moneda y de medalla que se van generando. Por

acorazada- atendiendo al tama-

(Figura 2) está a cargo del personal

del Gabinete que es el responsable de la supervisión de todo el proceso que afecte a las piezas desde su custodia y manipulación. Este es un hecho diferencial respecto al resto de colecciones del Museo. Lamentablemente no se dispone de manera permanente de restauradores de metal y hay que acudir a servicios externos. Otra tarea no menos importante es la actualización de la biblioteca priorizando las necesidades internas pero atendiendo al carácter de biblioteca especializada de referencia. Figura 2. Interior de la reserva con los armarios de almacenaje de los monetarios

[55]


ICOM 10

La necesidad de tener los catá-

liar esta generación. En este caso

logos a mano permite que la sec-

por exportación ilegal de mone-

ción (catálogos y libros, hemerote-

das antiguas o bien por expolio

ca y catálogos de subastas) esté

del material numismático proce-

ubicada en una sala de consulta

dente de excavaciones furtivas.

y estudio multiusos inmediata al lu-

En una materia tan especializada

gar de trabajo del personal.

es importante trazar alianzas con todos los colectivos posibles: des-

III.2. Asesoramiento externo

de agrupaciones de guías de turis-

Junto al trabajo de gestión ad in-

mo hasta asociaciones culturales

tra existe la gestión ad extra como

locales.

servicio público llamado a la ad-

III. 3. Exposición del patrimonio

ministración de un amplio abanico de colaboraciones que van des-

El Museo tiene la obligación de

de la atención al público hasta el

divulgar ese patrimonio numismá-

asesoramiento y catalogación de

tico a través de todos aquellos

piezas procedentes de yacimien-

medios posibles que no pongan

tos arqueológicos, pasando por

en peligro las piezas. Histórica-

la preceptiva colaboración me-

mente, todas las piezas estaban

diante la elaboración de informes

juntas y a la vista ya fuera expues-

y peritajes que se les pidan como

tas en vitrinas o bien resguardadas

consecuencia

actuaciones

en armarios monetarios, como los

policiales y judiciales, amén de

que todavía hoy se conservan en

custodiar determinados depósitos

distintas instituciones. En la actua-

judiciales. Estas piezas pueden ser

lidad se presenta una selección

objeto de depósito permanente o

de las mejores piezas en torno un

bien de depósito temporal para su

determinado discurso (Figuras 3 y

estudio. Entre los asesorados tam-

4). En el GNC es la presentación

bién están otros museos con mo-

de la moneda en el territorio de

netarios. La función del GNC no es

Cataluña y su área de influencia

ser un almacén de monedas sino

(Campo, Estrada-Rius, Clua, 2004).

de generar conocimiento y auxi-

Este planteamiento forzosamente

de

[56]


Albert Estrada-Rius

de otras instituciones. En general, el préstamo de este tipo de piezas a otros museos lleva implícito un asesoramiento previo que no pocas veces incluye la selección de los materiales y el diseño del discurso en función de las necesidades de los organizadores. La preparación de una exposición,

Figura 3. Vista de la sala de exposiciones temporales.

en todo caso, es un buen evento para dinamizar muchos aspectos en su entorno (Figura 5). Así, por ejemplo, con el departamento de educación.

Figura 4. Vitrinas de la sala de exposiciones temporales

limita la exposición a un restringido número de piezas y plantea como salida más natural la organización de exposiciones temporales que permitan una rotación de los materiales. Además, está el préstamo de piezas para muestras temporales organizadas por otras instituciones y su depósito permanente para completar el discurso

Figura 5. Portada del catálogo de la exposición temporal Històries metàl.liques. Art i poder a la medalla europea, Barcelona, 2014.

[57]


ICOM 10

III.4

Congresos,

conferencias

y publicaciones divulgativas y científicas Otro tipo de difusión del patrimonio es el generado a través de la preparación de cursos, seminarios, ciclos de conferencias, mesas redondas y otros formatos que permiten poner el foco de interés en un tema, reunir a los especia-

Figura 6. Trípticos divulgativos del Seminari d’Història Monetària de la Corona d’Aragó.

listas, profundizar en el patrimonio propio y generar conocimiento para difundirlo en distintos niveles. Así, el GNC organiza el Seminari d’Història Monetària de la Corona d’Aragó con 25 ediciones (Figura 6); el Curso de documenta-

ción de moneda antigua con 26 ediciones o el Curs d’història monetària hispànica que se complementa con su publicación aneja (Figura 7) con 18 ediciones, amén

de una jornada sobre la moneda falsa cuyas actas fueron coeditadas con la Universidad Pompeu Fabra. El GNC pertenece a distintas asociaciones, recibe sus publicacio-

Figura 7. Portada de las actas del XVII Curs d’Història Monetària Hispànica, dedicado a los jetones eclesiásticos de Cataluña y Mallorca, Barcelona, 2014.

nes y participa en sus eventos colectivos. El personal del Museo [58]


Albert Estrada-Rius

debe también exportar sus trabajos y difundir su patrimonio más allá de las propias tribunas o medios y es por ello, que en el ámbito numismático, cabe señalar la participación periódica en los Congresos Numismáticos Nacionales

Bibliografía AAVV (2003). Actas de la VIII reunión del Comité Internacional de Museos Monetarios y Bancarios (ICOMON). Barcelona: Fundación Casa de la Moneda/ MNAC.

organizados por la Sociedad Ibe-

CAMPO, M, ESTRADA-RIUS, A (Dir.)

roamericana de Estudios Numis-

(2007). Cinc segles de numismàti-

máticos (SIAEN) o en los Congre-

ca catalana. Exposició conme-

sos Numismáticos Internacionales

morativa del 75 aniversari del Ga-

organizados por la Comisión Inter-

binet Numismàtic de Catalunya.

nacional de Numismática (CIN).

Barcelona: MNAC.

En este contexto se acogió y participó en la VIII Reunión ICOMON

CAMPO,

celebrada en Barcelona en 2001

CLUA, M. (2004). Guía numismáti-

(AAVV, 2003: 13)

ca. Barcelona: MNAC.

[59]

M,

ESTRADA-RIUS,

A


ICOM 10

Los metales en las colecciones del Ejército de Tierra Mónica Ruiz Bremón (IHCM) Instituto de Historia y Cultura Militar. Ministerio de Defensa mruibre@et.mde.es Lourdes Mesa García Restauradora y Licenciada en Historia.

Resumen: Este trabajo muestra la

entendiendo como tal todo obje-

importancia cualitativa y cuanti-

to creado con la propiedad del

tativa del patrimonio metálico en

movimiento, en su totalidad o en

colecciones militares y en particu-

alguna de sus partes o elementos

lar en el ámbito del Ejército de Tie-

constituyentes, al margen de sus

rra. Se exponen en él las diversas

componentes físicos, naturales o

tipologías en las que se enmarca

artificiales y de su origen, manual

siguiendo la clasificación que rige

o industrial. Finalmente, se propo-

el sistema de Inventario del Pa-

ne una actitud abierta en lo rela-

trimonio Histórico Mueble del Mi-

tivo a su gestión como, llegado el

nisterio de Defensa. Se hace una

caso, a su intervención restaura-

especial llamada de atención so-

dora.

bre el llamado patrimonio móvil,

[60]


Mónica Ruiz Bremón | Lourdes Mesa García

Palabras clave: patrimonio históri-

-que, además de caracterizarse

co mueble, metálico, militar, pa-

por su finalidad y su composición

trimonio histórico móvil.

mayoritariamente metálica, suele presentar un último rasgo, a me-

El Patrimonio histórico mueble que hoy atesora y gestiona el Ministerio de Defensa conforma un gran museo del saber, casi enci-

nudo ignorado por conservadores de museos y restauradores, pese a su interés incuestionable: su naturaleza movible, resultante

clopédico, fruto del papel de los ejércitos en la historia de España y en la creación y desarrollo de gran parte de sus estructuras estatales. De manera especial nos interesa destacar en él el patrimonio científico, conservado en sus

de estar formado por varios elementos y, a veces, varios materiales. Tres son pues los aspectos que definen el objeto de nuestro interés y que determinan su conservación, restauración y gestión: su carácter seriado, su naturaleza

muchos museos y unidades militares aún hoy en funcionamiento, por cuanto constituye un capítulo

compleja y la movilidad de sus elementos.

tan interesante como poco cono-

La gestión y organización de este

cido de las colecciones militares,

ingente Patrimonio es compleja,

heredero por derecho propio de

por cuanto, por una parte, es res-

instituciones como la Academia

ponsabilidad de un Ministerio, el

de Matemáticas de Barcelona,

de Defensa, que no tiene transfe-

la Academia de Cirugía, el Real

ridas sus competencias a las Co-

Colegio de Artillería de Segovia,

munidades Autónomas en las que

etc., auténticos focos de saber

se asientan sus Unidades, Cen-

especialmente activos durante

tros u Organismos (en adelante

los siglos XVIII y XIX. Por otro lado,

UCOs). Por otra, porque en él se

queremos destacar este patrimo-

mantiene la tradicional separa-

nio como parte del denominado

ción de los tres grandes ejércitos,

patrimonio técnico e industrial – lo

tal y como se forjó en el siglo XX:

hay tanto manual como seriado

Tierra, Armada y Aire, cada uno

[61]


ICOM 10

de ellos con su propia cadena de

destacado papel en la historia de

mando u orgánica y a las que se

España, la cifra de fondos museís-

añade un Órgano Central propio

ticos dados de alta en su sistema

del Ministerio.

informático de inventario, llamado

La tipología de las colecciones militares es abrumadora. Sólo en el Ejército de Tierra, en el que nos centraremos a partir de ahora y que tiene a su cargo más del 63% del total del patrimonio del Ministerio como consecuencia de su amplia inserción en el territorio y su

MILES, es, a fecha de 3 de febrero de 2015, de 88.411, siendo el total de objetos inventariados en todo el Ministerio de Defensa en esta misma fecha de 139.970. El Ejército de Tierra mantiene abiertos, además del Museo Nacional del Ejército, 11 museos periféricos y 19 salas históricas. En 1995, a raíz de la puesta en marcha del Plan de Salvaguarda del PHM del Ministerio de Defensa en Unidades del Ejército, surgieron la mayoría de los museos “periféricos” y se potenciaron las colecciones docentes de las academias militares, tratando de evitar en lo posible la pérdida de patrimonio que podría ocasionar el cierre y disolución de numerosos establecimientos. Hoy, el número de UCOs incluidas en el sistema y que son responsables de algún fondo patrimonial, es, sólo en el Ejército de Tierra, de 340. Armadura del Tercer Duque de Feria (Museo del Ejército, Toledo), forma parte de la Armería de la Casa Ducal de Medinaceli. Fabricada en Milán en el siglo XVII en acero pavonado y damasquinada en oro y plata.

[62]


Mónica Ruiz Bremón | Lourdes Mesa García

El Sistema de Documentación de

Guía OTAN de artículos de abaste-

Museos Militares tiene su origen

cimiento de EEUU, si bien se siguen

en 1993. Desde entonces se han

incorporando aún grupos, como

ido sucediendo en él las amplia-

el dedicado al Patrimonio Natural,

ciones y mejoras. Cabe destacar

Material Ferroviario, Sanitario... De

la incorporación en 1999 de la

esta forma, el primer nivel en la clasificación genérica está hoy constituido por veinte grandes grupos. De todos ellos y contrariamente a lo que se suele suponer, las tipologías más numerosas y ricas no son las armas, sino los equipos y los instrumentos, esto es, el patrimonio que venimos definiendo como, fundamentalmente, industrial, metálico y móvil. Un breve repaso por algunos de estos grupos nos servirá para comprender su envergadura y su alcance histórico, técnico y científico. También, los problemas derivados de su gestión y el reto que suponen, por su especificidad, sus tratamientos conservadores y

Máquina del Caballero de Arcy (Museo Militar de La Coruña) para la medición de la potencia de la pólvora. Fabricada en la Maestranza de Artillería de La Coruña en 1783. Inventada por Patricio de Arcy, consta de un cañón de bronce sostenido por un péndulo. En el cañón se introducía cierta cantidad de pólvora que, al dispararse, imprimía a éste un determinado retroceso medido por la escala graduada situda en la parte superior del caballete. Las pruebas de potencia permitían decidir las mezclas más idóneas, todo un secreto de estado.

restauradores: Armas: entre ellas las hay arrojadizas, blancas, combinadas, contundentes, de fuego portátil, de lanzamiento manual, defensivas, enastadas, artillería... Las armas portátiles de fuego se muestran sin inutilizar, pues, de no ser así, se

[63]


ICOM 10

salvamento y seguridad, de protección medioambiental, de dirección de tiro, de lanzamiento,

aterri-

zaje y maniobra en tierra de aeronaves, de

telecomunica-

ción, detección y raBomba apaga-incendios manual (Unidad Militar de Emergencias). Fabricada por la Casa Noel de Paris, c.1849. Hierro, cobre, latón y madera. Ha sido restaurada en la propia UME, recuperando el color original rojo y añadiéndole la boca y la manguera, desaparecidas.

diación

coherente,

fotográficos y cinematográficos, mecánicos de transmisión de fuerza, mobiliario y material de oficina y escritorio, de construcción, mine-

contravendrían todas las nor-

ría, excavaciones y conservación

mas y la lógica de la conserva-

de carreteras, para deporte y lú-

ción museística. El grupo de las

dicos, para manejo de materiales,

Bellas Artes incluye todo tipo de

para la enseñanza, médico, odon-

elementos metálicos, artes apli-

tológico y veterinario, de uso do-

cadas, artes industriales, escultu-

méstico, comercial y para cocina

ra, remates arquitectónicos, apli-

y comedor, mobiliario doméstico

ques, etc, en diferentes metales y

de acuartelamiento y campaña,

combinaciones de éstos. Entre las

sistemas de alarma, señalización

Enseñas también pueden encon-

y detectores de seguridad y tien-

trarse accesorios metálicos, lába-

das de campaña. Igualmente,

ros, leones, águilas... La Epigrafía

la Indumentaria y Uniformidad

incluye monedas, medallas, tro-

comprende complementos, for-

queles, punzones, matrices… Cla-

nituras, protecciones, corazas y

sificados como Equipos podemos

equipajes. Otro grupo lo forman

encontrar equipos de caballo y

las condecoraciones y distintivos.

mulo, perro y paloma mensaje-

Los Instrumentos pueden ser de la-

ra, equipos contraincendios, de

boratorio, musicales, gramófonos [64]


Mónica Ruiz Bremón | Lourdes Mesa García

y radiorreceptores… Las Maque-

objetos rituales y de religiosidad

tas, las Miniaturas y los Modelos,

popular, de uso personal, de ofi-

muy abundantes y variadas, pue-

cios tradicionales, adornos, etc. El

den serlo tanto de arquitectura

Patrimonio Industrial propiamente

como de artillería, de combates

dicho lo forman motores, turbinas y

o de máquinas. El Material Ferro-

componentes, accesorios de mo-

viario incluye locomotoras, va-

tores, maquinaria y equipos para

gones, equipos de construcción

trabajar la madera, los metales, el

y conservación de vías férreas,

cuero, para industrias especiales, equipos de talleres de mantenimiento y reparación, herramientas manuales de medida, ferretería, componentes de equipos eléctricos y electrónicos, conductores eléctricos, equipos generadores y de distribución de energía eléctrica, dispositivos de alumbrados y lámparas, máqui-

Dos modelos a escala de Horno de campaña para la elaboración del pan (Museo de Intendencia de Ávila) realizados en hierro fundido en 1893. En campaña, se trasladaba despiezado y a lomo de caballerías para abastecer a las tropas. El Museo conserva también un horno en tamaño original.

nas de oficinas, equipos de archivo, equipos para proceso de texto y automático de datos. El sistema también contempla los Recuerdos, ya científicos, ya de

accesorios y componentes. Las

campañas, de héroes y gestas, de

Municiones, bombas y explosivos

instituciones, de Unidad, persona-

serán fundamentalmente metá-

les, religiosos… El último grupo de

licos. Entre el Patrimonio Arqueo-

la clasificación se dedica, en la ac-

lógico y Etnográfico, proveniente

tualidad, a los Vehículos, entre los

a menudo de antiguas Colonias,

que habrá de “colchón de aire”,

habrá armas y útiles domésticos,

de motor, remolques y semirremol-

de caza y pesca, juegos, música,

ques, motocicletas, ciclomotores y

[65]


ICOM 10

bicicletas, vehículos de combate

en gran medida de lo que ocurre

y asalto, carruajes, tractores, de

en los demás entornos patrimonia-

almacén…

les.

Todos los metales y sus aleacio-

Otra peculiaridad de este patrimo-

nes están representados en estas

nio es que goza de un mecanismo

colecciones, siendo los más ricos

de autogeneración que se inicia en

los referidos a artículos emblemá-

el momento en el que un equipo,

ticos y de prestigio. La experimen-

instrumento, herramienta o arma

tación de los materiales, en el

contemplada en el sistema SIGLE

campo militar, es generadora de

-desde un camión a un arma, un

nuevas aleaciones y compuestos

goniómetro hasta una camilla- se

en busca de una mayor efectivi-

declara obsoleto y dado de ma-

dad. Ello es motivo de la constan-

nera oficial de baja. El destino final

te necesidad de actualización

de estos objetos será el achata-

del conocimiento para una mejor

rramiento, la ornamentación o la

conservación, lo cual no difiere

conservación de un ejemplar que pasa a formar parte del Patrimonio Mueble, lo que se hará, en el Ejército de Tierra, a criterio del Instituto de Historia y Cultura Militar. Con anterioridad a este procedimiento, puesto en marcha en los últimos 20 años, todo lo que se ha conservado lo ha sido por la actitud voluntarista y sensible hacia la historia y el

Máquina Contadora de Hilos (Museo de Intendencia de Ávila). Curiosa máquina de hierro y latón accionada mediante ruedas y manivelas. Diseñada para controlar las adquisiciones de hilo a proveedores externos por parte de la Intendencia Militar a finales del siglo XIX.

patrimonio de sus responsables, como parte de la idiosincrasia militar.

[66]


Mónica Ruiz Bremón | Lourdes Mesa García

La complejidad contemporánea,

Cuando hay originales idénticos

debida a la industrialización, de-

que además se han visto some-

termina nuevas consideraciones

tidos ya a reparaciones y accio-

y puntos de vista respecto de

nes de mantenimiento durante

las intervenciones a que se pue-

su vida activa, se puede y debe

den someter algunos objetos. La

considerar legítima la denomina-

existencia de partes y elementos

da “canibalización”, por la que un

seriados, es decir, idénticos, que

artefacto en desuso puede servir

además constituyen, en muchas

para completar otro. Considera-

ocasiones, verdaderas coleccio-

mos que esta práctica es perfec-

nes de repuestos y recambios,

tamente compatible con los cri-

permite completar o realizar sus-

terios que hoy inspira y rige toda

tituciones cuando hay necesidad

la normativa en materia de res-

de ello, sin que deba entenderse

tauraciones históricas, por cuanto

esto como una merma de su va-

en éstas se reintegra fabricando

lor y, en ningún caso, como una

ex novo las piezas que faltan, uti-

falsificación.

lizando para ello materiales distinguibles, inermes y reversibles. La conservación y la restauración vienen regidas siempre por los mismos principios, los cuales pueden ser resumidos en una sola idea, el respeto por el original. Y es, en referencia a este indiscutible respeto, por lo que venimos a defender un hecho del que poco se habla. Hemos

Carro-Estufa de Sanidad (Museo Militar de Valencia). Datado en 1922, vehículo de tracción animal con una caldera de vapor destinada a la desinfección de ropa. Restaurado en 1995

podido apreciar, en las líneas anteriores, la variedad tipológi-

[67]


ICOM 10

por ello que, ética y profesionalmente, consideramos indispensable que los esfuerzos enfocados a la conservación, restauración y exhibición de estos objetos tengan en cuenta este hecho, fundamental en ese principio, que todos perseguimos, de respeto por el original. ImpliCañón inglés Vickers-Amstrong 38.1 (Fortaleza de La Mola, Mallorca). Una de las grandes baterías de costa - constan de cuatro pisos subterráneos, cámaras, polvorines y ascensores para su puesta en servicio - instaladas, entre 1926 y 1935, en las bases navales españolas como parte de un ambicioso Plan de Artillado de la misma.

ca de objetos y si pensamos en cada uno de ellos, y añadimos los

ca esta actitud considerar la restauración del patrimonio industrial y/o móvil como una estrategia pensada y dirigida hacia su recuperación global (tanto del movimiento como de la función que se ha perdido).

no mencionados aquí, podremos advertir una propiedad que caracteriza a la mayor parte de ellos, el movimiento. La simple presencia de una bisagra nos habla de un objeto móvil, aquel creado para moverse completa o parcialmente, compuesto de elementos y/o mecanismos más o menos complejos e impulsados por todo tipo de fuentes energéticas, lo cual es indisociable con la función que cumplen y para la que fueron creados. Es,

Una de las galerías subterráneas del cañón Vickers 38.1. Su mantenimiento constituye un reto y un problema: el decapado a base de chorro de arena y los repintados sucesivos para evitar la inexorable oxidación del acero son, por el momento, los únicos tratamientos que se están llevando a cabo sobre este patrimonio único.

[68]


Mónica Ruiz Bremón | Lourdes Mesa García

Por último, debemos también otorgar el debido reconocimiento a los profesionales -técnicos y mecánicos- que, por la práctica diaria de su profesión, tienen el saber indispensable para conservar un cierto tipo de objetos que, por

Bibliografía: www.ejercito.mde.es/... BARROSO, S. (2006). «Evolución histórica de los instrumentos documentales en los museos militares», Revista de Museología, 37, 33-46.

su especificidad y complejidad,

BRAVO, I. (1999). El sistema de do-

resultan de todo punto inaborda-

cumentación de Museos Militares

bles por parte del profesional res-

del Ministerio de Defensa: El Mu-

taurador, como los son también

seo del Ejército como modelo de

los instrumentos musicales o los

actuación. Madrid: Ministerio de

autómatas -especialmente relo-

Defensa.

jería- antiguos.

PERNIA, A. (2006): «Pasado, presente y futuro de los Museos Militares del Ejército de Tierra», Revista de Museología, 37, 30-32.

Máquina ENIGMA (Museo de Figueras). Una de las 24 máquinas de cifrado que conserva el Ejército español. La máquina, patentada en Holanda en 1920 y ulteriormente desarrollada por la inteligencia militar alemana, supuso una auténtica revolución y fue empleada por varios países durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque pudo ser descifrada durante los últimos años de la contienda, constituyó un valioso precedente para el ulterior desarrollo de la informática.

[69]


ICOM 10

Los metales en los museos de Ciencia y Técnica

Mercè Gual Via Conservadora-restauradora (MNACTEC) Museu Nacional de Ciència i Técnica de Catalunya. mgualv@gencat.cat

Introducción El patrimonio científico y técnico

“Todos los restos de la cul-

se ha incorporado a los ambien-

tura industrial que poseen

tes museísticos de forma relativa-

valor

mente reciente. Contamos con

co, social, arquitectónico o

notables precedentes, de la en-

científico. Estos restos pue-

vergadura del Conservatoire Na-

den ser: edificios y maqui-

tional des Arts et Métiers (1794) en

naria, talleres, molinos y fá-

París, el Science Museum (1864)

bricas, minas, espacios para

en Londres o el Deutsch Museum

procesar y refinar, alma-

(1901) en Munich. A pesar de es-

cenes y depósitos, lugares

tos potentes antecedentes, la va-

donde se genera, se trans-

loración museística del patrimonio

mite y se utiliza energía, me-

científico y técnico no se produce

dios de transportes y toda su

hasta mediados del siglo pasado.

infraestructura, así como las

La definición más reciente pro-

zonas donde se desarrollan

puesta por el TICCIH en la carta

las actividades sociales re-

de Nizhny Tagil sobre Patrimonio

lacionadas con la industria,

Industrial (Moscú, 17 julio 2003) es

como pueden ser vivienda,

la siguiente:

culto religioso o educación” [70]

histórico,

tecnológi-


Mercè Gual Via

La experiencia desde el MNACTEC en este campo nos reafirma en que nos encontramos ante un tipo de patrimonio con dos problemas de definición: - cuáles son los criterios que motivan su conservación; ¿por qué debe ser conservado? Normalmente existe poco reconocimiento a nivel general sobre todo en los bienes muebles, aunque sí está asumido a nivel institucional. Sin duda, requiere un esfuerzo pedagógico desde las entidades públicas;

establecidos. Pero también es innegable que este tipo de patrimonio no se ajusta a los criterios clásicos utilizados para el patrimonio artístico. Ya en el año 2000 a través del IPHE, por parte de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, se promueve un Plan Nacional de Patrimonio Industrial, ante la precariedad en la que se encuentra. Hablamos de conservación de gran número de bienes sujetos a una continua transformación, con tendencia a la obsolescencia y sin rentabilidad económica, a menudo ubicados en zonas urbanas de

- y, cuáles son los criterios de mé-

alto valor económico. A estos con-

todo de conservación; ¿cómo de-

dicionantes debe sumarse una au-

bemos conservarlo? Muchas ve-

sencia de sensibilidad social hacia

ces se conservan los objetos según

este tipo de patrimonio y una gran

su calidad histórica, desde el posi-

disparidad de criterios en su trata-

cionamiento de la historia del arte

miento.

y de la conservación- restauración de objetos artísticos. Sin embargo, quizás debamos detenernos en las

Problemática sobre la gestión de

dificultades que implica la conser-

bienes industriales metálicos

vación del patrimonio industrial,

Para analizar los bienes industria-

especialmente el mueble. Por des-

les metálicos, partimos de una

gracia, ya sea por su proximidad

definición de patrimonio industrial

en el uso y en el tiempo, pocas ve-

amplia. El objeto industrial abarca

ces es tratado con los criterios de

desde la herramienta hasta los ob-

conservación internacionalmente

jetos programados (Figura 1). [71]


ICOM 10

En este contexto, los metales que forman parte de este patrimonio pueden aparecer solos, sean de carácter ferroso o no, como cobre, bronce, aluminio, plomo, cinc, o níquel entre otros (Tomsin, 2007: 9-10), o asociados con materiales orgánicos e inorgánicos que muchas veces son incompatibles entre ellos, creados en un entorno tecnológico que se transforma muy rápidamente. Los productos técnicos se crean para ser cada vez más eficientes y ello Figura 1. Conjunto de tenazas. (A partir s. XVII) Farga Palau. Ripoll. Museu Nacional de Ciència i Tècnica de Catalunya.

conlleva productos que en poco tiempo quedan obsoletos. Pero, quizás, uno de los aspectos

La complejidad sobre los criterios

más relevantes de este tipo de

de conservación y restauración se

objetos es que fueron creados

multiplican si añadimos la hetero-

para funcionar, ya sea para uso

geneidad de materiales de todo

industrial, técnico o bien con fines

tipo, muchas veces en un mismo

didácticos y pedagógicos, como

bien y con particularidades espe-

por ejemplo es el caso de muchas

cíficas, ya sea por disparidad de

colecciones científicas herederas

volúmenes, por uso, técnicas de

de los gabinetes de curiosidades

fabricación - a menudo con piezas

del s. XVIII (Figura 2).

seriadas e intercambiables (Casa-

Así pues, cuando un objeto indus-

nelles, 1999: 53) -, y para los que

trial entra en el museo, pese a in-

muchas veces faltan profesionales

vertir en políticas de conservación

de la conservación y restauración

preventiva, por su propia natura-

especializados.

leza tiende a degradarse. No por [72]


Mercè Gual Via

implica la degradación y destrucción de los mismos. La conservación de colecciones industriales no es un simple tránsito de máquina a museo. Es insuficiente concebirlo como un proceso de deslocalización y no función. Hay que observarlo con una nueva perspectiva que permita revalorizar todas las funciones del objeto industrial (RolandVillemot, 2001: 18). Figura 2. Máquina neumática con termómetro aneroide. Elliot Bros (1880-1906). Colección Mentora Alsina. Museu Nacional de Ciència i Tècnica de Catalunya.

mala gestión o mal funcionamiento sino por un uso insuficiente, sea por motivos de seguridad del público (por ejemplo con la emisión de vapores nocivos), por la imposibilidad de encontrar repuestos adecuados (baterías, elementos electrónicos, etc.) o bien porque el objeto se considera único y se

Figura 3. Ordenador Bull General Electric, modelo 415 (1963). Exposición El enigma del ordenador. Museu Nacional de Ciència i Tècnica de Catalunya.

desaconseja su funcionamiento (Figura 3).

De hecho, la misma obsolescen-

Se produce así la paradoja de

cia implica que muchas colec-

que el funcionamiento en los ob-

ciones sean imposibles de re-

jetos industriales forma parte de

crear, bien por la desaparición de

su conservación y, sin embargo,

los mismos objetos o bien por una

[73]


ICOM 10

transmisión incompleta del uso y

Sólo cuando un objeto lo permite,

maestría (Roland-Villemot, 2002:

cuando no se trata de una pieza

187-191.).

única irremplazable, y una vez

Se trata de encontrar un punto

realizado un estudio organolép-

intermedio entre el uso indiscrimi-

tico en profundidad, para com-

nado y sin control para el disfrute

probar que no existen problemas

del público, y una visión estética

estructurales con tensiones inter-

y estática del objeto técnico e in-

nas que pueden provocar roturas

dustrial.

y/o problemas de seguridad para

La primera premisa que el conservador debe respetar es procurar la acción que mejor lo preserve, sobre todo si existen cuestiones conflictivas sobre el uso de un objeto.

el público, es aconsejable hacer posible su puesta en marcha, de forma controlada y pautada, redactando planes de conservación de piezas en funcionamiento (Ball, 2009: 34-54). Esta puesta en marcha controlada, además, puede convertirse en un elemento dinamizador de las colecciones y hacer más atractivas las visitas al museo. Este hecho debería ir acompañado de un registro gráfico y multimedia del modo de uso y funcionamiento. Una forja es testimonio de la sociedad industrial, de la creatividad humana y un testimonio documental “vivo” (Perarnau, 2003: 337-340) (Figura 4). Este regis-

Figura 4. Martinetes de la Farga Palau. Ripoll. (A partir s. XVII). Museu Nacional de Ciència i Tècnica de Catalunya.

tro nos permitirá documentar una maestría que se irá perdiendo y podrá ser usado también como [74]


Mercè Gual Via

un elemento dinamizador museo-

pedagógico, y de realizar un es-

gráfico más, y también como un

tudio científico y cultural, inde-

documento útil para su conserva-

pendientemente de su finalidad

ción y restauración.

museográfica o técnica, antes de

Otro aspecto conflictivo dentro

ser intervenido.

de la gestión de colecciones so-

Dicha intervención deberá ser

bre patrimonio industrial es su res-

registrada y documentada. La

tauración. El conservador-restau-

documentación del desmontaje

rador será la persona encargada

se considera una fase importan-

de decidir los criterios sobre la

te para obtener conocimiento

intervención, aunque es eviden-

del objeto (Meehan, 1999: 11-15).

te que deberá apoyarse en otro

Siempre que sea posible, la au-

tipo de profesionales: mecánicos,

tenticidad debe ser respetada y

ingenieros, etc. El trabajo mecá-

no alterada, aunque la reversibili-

nico sobre una máquina se cata-

dad siempre será muy cuestiona-

logará como restauración por su

ble en este tipo de colecciones

valor simbólico y no por su valor

(soldaduras, sustitución de mate-

material, y por ello no se puede

riales…).

tratar como una simple reparación de maquinaria industrial. La restauración es un trabajo multi-

Conclusión

disciplinar, y su aplicación sobre

La gestión de patrimonio indus-

el patrimonio científico, técnico e

trial sea metálico o no, requiere

industrial no es una excepción.

una visión global del mismo. La

Las directrices de Musées de France (2002) dónde se define la metodología de conservación y restauración de objetos técnicos e industriales, remarcan la importancia de definir el estatus del objeto: único, maqueta, seriado,

sensibilización sobre la importancia de este tipo de patrimonio todavía es minoritaria. Pocos se plantean los problemas de conservación y degradación que representa la colocación de todo tipo de maquinaria industrial an[75]


ICOM 10

tigua en las rotondas de nuestras

Occasional Paper, 135). London:

carreteras. Existen problemas espe-

British Museum.

cíficos como el funcionamiento, la reversibilidad y la autenticidad que deben ser estudiados antes de realizar cualquier tipo de intervención ya sea para su exposición como para su conservación. La falta de estudios e investigación específica

PERARNAU,

J.

(2003).

«Les

col·leccions d’objectes científics del Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya», en VII Trobada Història de la Ciència i de la Tècnica. Barcelona: SCHCT.

sobre la conservación de patrimo-

ROLLAND-VILLEMOT, B. (2002 ). «Une

nio técnico e industrial en nuestro

méthodologie pour la conservation

país, salvo excepciones, provoca

et la restauration du patrimoine in-

que muchas veces nos basemos

dustriel, scientifique et technique»,

en métodos emocionales, empíri-

en 13 Meeting ICOM. Rio de Janei-

cos, y no científicos para su gestión.

ro: ICOM.

Bibliografía

ROLLAND-VILLEMOT, B. (2001). «Le traitement des collections industrie-

BALL, S. (2009). Larger & Working

lles et techniques. De la connais-

Objects: a guide to standards in

sance à la diffusion», en La lettre de

their preservation and care. Lon-

l’OCIM, 73 (Dijon). [Documento en

don: Collections Trust. [Documento

línea. Consulta: 20-02-2015].

en línea. Consulta: 20-02-2015]. TOMSIN, P. (2007). Les patrimoines CASANELLES, E. (1999). «El patrimo-

mobiliers scientifiques et techni-

nio industrial en Cataluña», en Arti-

ques: spécifiés de leur restauration,

grama, 14, p.49-63.

de leur conservation et de leur va-

MEEHAN, P, M. (1999.). «Is reversibility an option when conserving industrial collections?», en Reversi-

lorisation. Micheroux (Bélgica): CeroARt [Documento en línea. Consulta: 20-02-2015].

bility-Does it exists? (British Museum [76]


[77] de visitantes S煤mate al mill贸n


ICOM 10

FOTOGRAFÍA DE METALES. ENTRE LUCES Y REFLEJOS Tomás Antelo Sánchez (IPCE) Instituto de Patrimonio Cultural de España. Madrid tomas.antelo@mecd.es

Desde sus inicios y de forma pau-

nes de interés artístico y cultural.

latina, la fotografía ha ido des-

Habida cuenta de las diferentes

plazando en gran medida a otros

tipologías de dichos bienes y en

modos de representación. Ac-

consecuencia de sus peculiari-

tualmente viene siendo emplea-

dades, lo primero que conviene

da como registro de todo tipo de

definir es la finalidad de uso que

eventos y los diferentes campos

se pretende de la fotografía en

en que la sociedad se vale de

cuestión, de cara a realizar aque-

ella abarcan una notable ampli-

lla que resulte mas adecuada en

tud, recogiendo de algún modo

cada caso, ya que en respuesta a

las inquietudes o necesidades de

la manida frase “una imagen vale

nuestra cultura contemporánea.

más…”, también podría afirmar-

De este modo fueron creándose

se que una imagen puede men-

las diferentes especializaciones

tir más que mil palabras, pues en

que pretenden dar cuenta de

definitiva una fotografía tan solo

aquellos pormenores que pueden

registra una de las muy diversas

ser de interés para los fines espe-

realidades del objeto fotografia-

cíficos de cada campo concreto.

do. Todo dependerá de cual de

Uno de estos campos es el de la

los diferentes aspectos se quiera

reproducción fotográfica de bie-

destacar y de la habilidad para [78]


Tomás Antelo Sánchez

minimizar los no deseados según el uso a que se destine cada imagen. Ilustraremos lo afirmado con un simple ejemplo: Una pintura sobre lienzo se puede fotografiar de manera que se atienda al contenido que idealmente se espera de una obra pictórica y se cuidará una buena reproducción del color, encuadre correcto y ausencia de “brillos” que pudieran dificultar la observación de la escena representada. Pero también se puede si fuera el caso, tomar la fotografía destacando otros aspectos de la obra como puede ser su estado de conservación y para ello, bastará con emplear un tipo de iluminación en el que olvidando

Figura 1. Iluminación convencional Iluminación de campo brillante

las premisas de color y encuadre

correctos,

magnifiquemos

documento de ciertos aspectos

el brillo que antes evitábamos, y

del estado de la obra.

sirviéndonos de él mostremos las

En consecuencia y apartando por

irregularidades de la capa pictó-

el momento otros factores a tener

rica. Ambas imágenes son genui-

en cuenta, la luz, como herramien-

nas representaciones de la misma

ta base de la fotografía, será la

obra pero muestran realidades di-

que en buena medida nos permita

ferentes (Figura. 1). La primera será

destacar distintos aspectos de los

válida para un catálogo clásico

factores de expresión que puedan

de pintura y la segunda como

ofrecer las piezas a fotografiar. [79]


ICOM 10

Es bien conocido que algunos

Puede ocurrir que efectivamente

objetos metálicos, especialmen-

se requiera una muestra lo más

te de plata y oro presentan por

fidedigna posible del estado de

lo general cierta dificultad al ser

conservación de la pieza y en

fotografiadas. Según el caso esto

ese caso tendremos que opues-

sería extensible a cualquier ob-

tamente al de la citada pintura,

jeto de superficie muy pulimen-

aquí la cualidad visual del mate-

tada. Esta dificultad es debida a

rial dificulta la apreciación de los

“los brillos”. Y apreciado de modo

deterioros y otros detalles de inte-

simple, es cierto. Pero si nos remiti-

rés. En este caso, la premisa será

mos al comentario anterior recor-

la eliminación del brillo que es-

damos la existencia de “factores

torbe dicha apreciación, siendo

de expresión” y si contemplamos una pieza de plata (bien limpia por supuesto) veremos que una de sus cualidades visuales o factores de expresión más destacadas

es

precisa-

mente su “brillo” y sin él la imagen que capturemos en una fotografía podría figurar como un material distinto. Por tanto, no po-

“Es bien conocido que algunos objetos metálicos, especialmente de plata y oro presentan por lo general cierta dificultad al ser fotografiadas. Según el caso esto sería extensible a cualquier objeto de superficie muy pulimentada. Esta dificultad es debida a “los brillos” ”

demos prescindir de esa cuali-

secundario en este caso que la

dad y por consiguiente el objetivo

imagen no presente el color que

será dominar ese ”brillo” para, en

tenemos asociado al material, ya

la medida de lo posible, mostrar

que no pretendemos una repro-

aquellos aspectos que como en

ducción para “catálogo”, pues

el caso de la pintura arriba ex-

de ser este último el destino de la

puesto, sirva a los fines deseados.

imagen, debemos hallar el modo [80]


Tomás Antelo Sánchez

de recoger en ella los factores de

En este punto conviene hacer una

expresión que comúnmente te-

matización que aunque puede ser

nemos asociados a los dos mate-

tan solo semántica, encontramos

riales propuestos, es decir, su “bri-

interesante exponer. Si atendemos

llo” (Figura. 2)

escuetamente al término “brillo”, encontramos recogida la definición de “lustre” o “resplandor”, siendo así que en el uso común del lenguaje, por ejemplo en fotografía, el usuario de a pie, al elegir sus copias fotográficas puede optar por el acabado en brillo o mate, entendiendo claramente a que se refieren ambos términos, aunque el aplicado al primero sea conceptualmente erróneo, ya que lo que se produce en la superficie de la copia en este caso es un “reflejo” especular debido al acabado de su superficie y en nada relacionado con que la imagen sea más clara o más oscura Encontramos más ajustado al hecho examinado el que se muestra en otro ejemplo de uso muy común, como es el de los programas de tratamiento de imagen digital y aquí se emplea para intervenir o

Figura 2. Luz muy tamizada Luz moderadamente tamizada con acentos de luz.

alterar el nivel de luminosidad de una imagen.

[81]


ICOM 10

Por consiguiente, lo que coloquialmente se define como ”brillos” y que en verdad pueden ser molestos si se quiere apreciar bien la pieza, no son otra cosa que el reflejo especular del iluminante en una superficie muy pulimentada. Dado que la superficie se comporta como un espejo, viene a ser como mirar frontalmente el foco de luz, lo que en definitiva ocasiona un contraste excesivo entre el Figura 3a. La luz directa respeta el color reconocible de la pieza, pero causa deslumbramiento.

punto origen de la luz y su entorno causando deslumbramiento (Figura. 3). Es a este deslumbramiento,

por su alto nivel de luminosidad o brillo elevado lo que finalmente llamamos “brillos”, cuando como queda dicho se trata de un reflejo especular. Este será más o menos intenso o definido en virtud, por un lado, del grado de pulimento de la superficie y por otro del grado de focalización del iluminante. De estos dos factores, el primero es una cualidad propia de la pieza y en principio debería ser respetada. El segundo es a la postre nuestra herramienta y digamos que por Figura 3b. Al atenuar el deslumbramiento tamizando la luz, los tonos de color son difíciles de recuperar.

fortuna disponemos de distintas versiones de la misma, desde el [82]


Tomás Antelo Sánchez

punto de luz más reducido y con-

pieza. Conjugar estos efectos con

centrado de que dispongamos

el factor de expresión propio del

(linterna) al más amplio y difuso

objeto dependerá de la sensibi-

accesible (cielo encapotado),

lidad y habilidad del autor, deci-

pasando por una amplia gama

diendo en cada caso que efecto

intermedia: junto a una ventana

final es más apropiado.

con o sin cortinas, un foco con-

En superficies con distintos gra-

vencional directo o tamizado con

dos de relieve, más aún si se trata

paraguas blanco o bien dirigido

de piezas planas, ese reflejo no

a paredes, techo o cualquier su-

causa mayor problema, ya que

perficie reflectante etc. (Figura. 4)

incluso fotografiando de frente

Cada una de estas versiones pro-

la pieza, las distintas facetas del

porcionara un reflejo más o me-

relieve fragmentan el reflejo in-

nos amplio o concreto en la su-

cluso el de la propia cámara y lo

perficie, al tiempo que aportará luminosidad global al resto de la

único a considerar será decidir el Figura 4. Por supuesto, tanto el iluminante como el entorno se reflejan en la pieza.

grado de “dureza” del iluminante en función del pulimentado de la superficie. Serán los propios refle[83]


ICOM 10

jos originados, en contraste con

mara, se debe jugar en primer lugar

las facetas del relieve donde no

valorando dicho ángulo, ya que la

se produce dicho reflejo, los que

pieza puede mimetizarse con el en-

proporcionen el modelado, sin

trono de contacto, en este caso la

perder la representación del fac-

base sobre la que descansa (Fig. 4).

tor de expresión que mejor define

No obstante, tanto la propia cáma-

visualmente la pieza, es decir su

ra como el entrono circundante, es

luminosidad

evidente que estorban la lectura

La mencionada “dureza” de la luz

de la pieza, tanto más cuando se

es fácilmente controlable con los

trata de superficies curvadas. El re-

diferentes métodos conocidos,

curso habitual en estos es emplear

bien por transmisión, interponien-

una “caja de luz” ya confecciona-

do láminas traslúcidas entre la luz

da o montarla con papel vegetal

y el objeto o bien por reflexión,

o tejido traslúcido, de modo que

dirigiendo la luz hacia superficies

sea este material el que se refleje y

reflectantes (Figura. 5).

aportar la luz desde el exterior de

Será sin duda más laborioso resol-

dicha “caja”

ver el caso de piezas sin relieve ya que al reflejarse todo aquello que se encuentre en el ángulo de re-

Figura 5. Izquierda: luz reflejada Derecha: luz reflejada y tamizada

flexión que pueda captar la cá-

[84]


Tomás Antelo Sánchez

En esta disposición, al menos el

Minimizar el tamaño de ese reflejo

objetivo se verá reflejado inevita-

conlleva emplear objetivos de dis-

blemente en los diferentes pun-

tancia focal larga, lo que supone un

tos en que los distintos volúmenes

diseño de la “caja” que finalmente

queden orientados en ángulo de

propicia la formación de un cono

reflexión con él (Figura. 6).

a modo de túnel. Con esta disposición también se puede atenuar la transición del reflejo de la base de apoyo en piezas de base esféricas (Figura. 7).

Figura 6a. Caja de luz comercial

Figura 7a. Caja de luz cilíndrica improvisada

Figura 6b. La cámara se ve reflejada en vientre y rodillas

Figura 7b. La cámara se ve reflejada en el objeto con menor intensidad.

[85]


ICOM 10

Espacio para insertar su publicidad. Consulte tarifas en revista@icom-ce.org

[86]


Conservación-restauración

Soledad Díaz Martínez Emilio Cano | Blanca Ramírez | Teresa Palomar Joaquín Barrio Martín Ciencia y Técnica Mercè Gual (MNACTEC)

[87]

iii


ICOM 10

Causas de degradación y condiciones de conservación del patrimonio metálico Soledad Díaz Martínez (IPCE) Instituto del Patrimonio Cultural de España. soledad.diaz@mecd.es

El Patrimonio Metálico abarca

Las particularidades materiales

una cronología paralela a la His-

de los metales los convierten en

toria de la Humanidad con la pro-

elementos inestables. Sus carac-

ducción de un sinfín de objetos.

terísticas químicas, electroquími-

Su utilización desde el Periodo

cas, físicas (maleabilidad, tenaci-

Neolítico lo convierte en un ele-

dad, ductilidad, resistencia etc.)

mento fundamental de desarrollo

y termodinámicas, entre otras, los

tecnológico con fases tan marca-

hace muy reactivos a la hora de

das como la Edad de Bronce, la

interactuar con el medioambien-

Edad del Hierro o las revoluciones

te (humedad, contaminación).

industriales. El patrimonio cultural

Normalmente la corrosión es la

en metal incluye desde pequeños

respuesta de los sustratos metáli-

elementos, como cuentas y ador-

cos a la interacción con elemen-

nos realizados desde el siglo VII

tos y fluctuaciones del medio

a. C., a un sinfín de herramientas,

dónde se encuentran.

armas, esculturas, estructuras de ingeniería, arquitectónicas, etc. Gestionar su conservación requiere de recursos humanos altamente especializados, técnicos y crematísticos. [88]

La conservación-restauración de los metales es una disciplina que aúna parte de las ramas de humanidades y ciencias como eslabón para la preservación material del


Soledad Díaz Martínez

patrimonio cultural. Se articula en

Estado de conservación

torno a la idea de la imposibilidad

Definir el estado de degradación

de sustitución del objeto (preser-

de los metales es fundamental

vando su complejidad técnica y

para concretar el proyecto de

contextual) pero estabilizándolo.

conservación. Las fases del pro-

El proyecto de intervención se es-

yecto se enmarcan dentro del ar-

tructura en torno a diversas fases

ticulado legislativo y las recomen-

secuenciales: investigación, tra-

daciones de las denominadas

tamiento y conservación preven-

“cartas de criterios”, que confor-

tiva.

man la normativa deontológica que seguimos los profesionales.

COLLARES ISLÁMICOS DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE CÓRDOBA

Collar de oro y plata antes de su intervención

Después de la intervención

[89]


ICOM 10

El estudio de los metales patrimoniales comienza por análisis visuales de su superficie. Estos deben realizarse con elementos ópticos y electrónicos de aumento para luego completarse con la utilización de técnicas microscópicas a fin de caracterizar las microestructuras metálicas. Con la aplicación de Rayos X, γ, u otras técnicas, como las Fluorescencias de rayos

Microscopia de una cuenta de collar

X, las tomografías, Raman, Libs etc. se obtiene información sobre

donde ha estado ubicado y que

aspectos técnicos, compositivos,

suelen ser responsables de la co-

decorativos, marcas o modifica-

rrosión. Los análisis nos ayudan a

ciones sufridas durante el periodo

identificar los sustratos metálicos,

de uso, de enterramiento (si pro-

el tipo de aleación, la estructu-

viene de contexto arqueológi-

ra interna y nos permite también

co) o la interacción con el medio

conocer la morfología y composición de los productos que forman las películas de corrosión, determinando si estas películas son estables (denominadas entonces pátinas nobles) o van a provocar más procesos de alteración (en este caso requerirán de procesos de estabilización). El estudio de los resultados analíticos nos permite por tanto esta-

Cuenta de collar con alteración (concreción de malaquita)

blecer la composición y el estado de conservación del objeto y las [90]


Soledad Díaz Martínez

capas de corrosión. Obviamente,

se han formado pátinas que mo-

en las técnicas analíticas utiliza-

difican el aspecto que presenta-

das en conservación,

ban las obras en origen. La forma-

primarán

ción de pátinas naturales puede

las técnicas no destructivas.

deberse a agentes endógenos

Causas de alteración

intrínsecos, como lo son en una

Hablar de causas de alteración

aleación los enriquecimientos su-

en los Bienes Culturales Metálicos

perficiales.

es exponer todo un abanico de procesos en los que participan

Pero normalmente estas pátinas

fuerzas físicas, químicas y biológi-

se forman por agentes exóge-

cas, que interaccionan de mane-

nos presentes en la atmósfera

ra sinérgica con los elementos o

que suelen combinarse con los

conjuntos patrimoniales. Todas las

electrones metálicos formando

causas de deterioro suelen redu-

nuevos compuestos. Estos com-

cirse a estos tres grupos básicos,

puestos son a veces protectores,

pudiendo estar relacionados o ser

nobles (como por ejemplo algu-

interdependientes.

nas pátinas de bronces y latones), o dañinas como el caso de los

El deterioro de los materiales es

óxidos de hierro (herrumbre) o sul-

un proceso natural y progresivo.

furos de plata (oscurecimiento).

Está acompañado y condicionado por fenómenos que se mani-

A este respecto, el medio donde

fiestan a través de la mutación de

esté ubicado el metal resulta fun-

valores en las magnitudes físicas

damental para su conservación.

de los objetos en un momento

Las estructuras arquitectónicas en

determinado.

metal, los elementos de cerrajería, las esculturas, y demás elementos

Básicamente, resulta conceptual-

metálicos al exterior, interactúan

mente difícil determinar cuál es la

con la humedad ambiental y

superficie original de los metales

con los elementos disueltos o sus-

antiguos. La mayoría de las veces

pendidos en la atmósfera: gases [91]


ICOM 10

de efecto invernadero como el

El aporte intencionado de otro

ozono, los contaminantes como

metal, como en el caso de los

el CO2, el Nitrógeno, los com-

dorados,

puestos sulfurados, las partículas

etc. en presencia de humedad,

en suspensión, etc. Los metales

origina la formación de pares o

arqueológicos presentan grue-

pilas galvánicas por la diferencia

sas películas de corrosión por su

de reactividad de dos metales

entorno de enterramiento o sub-

distintos en contacto: se acelera

acuático, siendo la mayor cau-

el proceso de corrosión del metal

sa de alteración los cloruros que

menos noble.

provocan picaduras en todos los

El biodeterioro o biocorrosión no

metales. Los metales de los mu-

resulta muy habitual excepto en

seos reaccionan, además de con

los metales que provienen de

los anteriores, con los VOC (ema-

entornos subacuáticos. Aunque

naciones de compuestos de va-

estudios recientes están dando

pores orgánicos). En este sentido

prioridad a la labor de los mi-

la mayoría de los metales se ven

croorganismos como desenca-

estructuralmente alterados por

denantes de biocorrosión en to-

ácidos o bases fuertes resultando,

dos los ámbitos. Los estudios con

por regla general, más corrosivos

bacterias en medio anóxico para

los ácidos.

tratamientos de limpieza, o

plateados,

zincados,

de

oxalatos (como inhibidores de los procesos de corrosión) también son innovadores en la actualidad. En otros ámbitos la innovación aparece en el uso de nanopartículas minerales, inorgánicas tipo “solgel”, o nanopartículas metálicas, añadidas a películas protectoras. Difractograma (composición del collar Islámico)

[92]


Soledad Díaz Martínez

Pero sin ninguna duda los agen-

Condiciones de conservación

tes antrópicos son la primera cau-

Hablar de condiciones de conser-

sa de alteración y destrucción del

vación de los metales en general

patrimonio. Accidentes, robos o

es complicado. Primero porque la

vandalismo son las causas más

naturaleza de los metales y alea-

frecuentes de destrucción patri-

ciones es muy variada, y segundo

monial; incluidos tratamientos de

porque implica mucha diversidad

conservación peligrosos, inefica-

de factores estructurales y am-

ces, o la falta de mantenimiento

bientales. No es lo mismo tratar un

después de la aplicación de un

elemento arqueológico terrestre

tratamiento de estabilización.

Collar Islámico antes del proceso de conservación-restauración, superficie oscurecida por la interacción del metal con los vapores orgánicos (VOC) que desprenden algunos materiales, sobre todo en ámbitos de exposición y almacenamiento

Collar Islámico después de su tratamiento

[93]


ICOM 10

Esfinge del Museo Arqueológico Nacional, Madrid

Cara antes del proceso de restauración alterada por los productos de contaminación ambiental

que otro proveniente de un yaci-

Después de la aplicación de tratamiento de conservación

miento subacuático; o una pieza de culto que tiene uso con la ex-

no se desarrollan. Las fluctuacio-

puesta o almacenada en un mu-

nes de humedad y temperatura

seo; o una escultura urbana al ex-

tampoco

terior. Por otro lado, unos metales

En muchas ocasiones mantener

reaccionan con más virulencia

la humedad por debajo de 40%

que otros expuestos a la misma

resulta imposible. Por ello hay que

fuente. Por ejemplo, los vapores

dotar al bien de barreras imper-

de amoniaco son muy agresivos

meables (películas protectoras)

para el cobre y sus aleaciones,

que aíslen el metal de los compo-

pero menos para los hierros.

nentes medioambientales que re-

En innegable que el control de la humedad es fundamental para la conservación de los metales. Con

son

recomendables.

sultan perjudiciales como los gases, las partículas y sobre todo la humedad.

una humedad relativa (HR) en un

La revisión de las piezas patrimo-

rango inferior al 40%, la gran ma-

niales de metal a corto, medio y

yoría de los procesos corrosivos

largo plazo, con protocolos pre[94]


Soledad Díaz Martínez

vios establecidos de las tareas de

Mausoleo de Gayarre, El Roncal, Navarra (escultura al exterior)

revisión y mantenimiento y la aplicación de tratamiento por profesionales cuando resulte necesario, garantiza la estabilidad del patrimonio metálico. En este sentido la Conservación Preventiva resulta mucho más eficaz, sostenible y económica, que cualquier tratamiento de conservación-restauración. Recurso Web Los interesados en ampliar información, pueden consultar este enlace sobre Conservación de

Antes de la restauración con presencia de contaminación atmosférica

Metales. La página está actualizada, por componentes del Grupo de metal del ICOM CC WG. Contiene mucha bibliografía específica y se encuentra traducida a varios idiomas. Adjunto el link de la versión española: Conservación y restauración www.icom-cc.org/31/...

Después de la aplicación de tratamiento de conservación-restauración

[95]


ICOM 10

Ciencia y tecnología aplicada al estudio y la restauración del patrimonio metálico: técnicas electroquímicas Emilio Cano*, Blanca Ramírez, Teresa Palomar (CENIM) Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, (CSIC) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Avda. Gregorio del Amo 8, 28040 Madrid.

siderándola una parte de ésta. Pero aunque ambas se dedican a la aplicación de metodologías

* ecano@cenim.csic.es

y técnicas de ciencias naturales (en sentido amplio) al Patrimonio

Tener un hermano con una trayec-

Cultural, el objetivo final de estos

toria profesional consolidada y re-

estudios es fundamentalmente

conocida en su entorno tiene sus

distinto: mientras que la Arqueo-

ventajas si nos dedicamos a algo

metría (etimológicamente “medi-

relacionado. Pero también sus in-

da de lo antiguo”) pretende obte-

convenientes, siendo el principal

ner información sobre el pasado

que es habitual la confusión entre

a través de los restos materiales,

ambos y resulta difícil marcar las

la Ciencia de la Conservación

diferencias. Algo así es lo que le

busca la aplicación de la ciencia

pasa a la Ciencia de la Conser-

para mejorar la conservación de

vación con su hermana famosa,

estos materiales, en el presente, y

la Arqueometría. Por diversas ra-

en el futuro. En la siguiente tabla

zones, la Ciencia de la Conserva-

se resume de manera esquemá-

ción ha sido la hermana pequeña,

tica algunas de las diferencias y

confundiéndose de manera habi-

similitudes:

tual con la Arqueometría, o con[96]


Emilio Cano | Blanca Ramírez | Teresa Palomar.

Arqueometría Tipo de técnicas

Ciencia de la Conservación

Propias de las ciencias naturales Bienes materiales

Objeto del estudio

Medio en el que se encontraron

Entorno en el que se exhiben y preservan

Rango temporal objeto de estudio

Desde el pasado hasta el momento actual

Desde el momento actual hacia el futuro

Tipo de conocimiento buscado

Información y conocimiento sobre el pasado de la humanidad

Evidencia para los tratamientos de conservación

Como en cualquier estudio cien-

dos que no aportan nada para la

tífico, un correcto planteamiento

conservación del mismo. ¿A qué

de la pregunta resulta fundamen-

nos referimos con aportar algo

tal para obtener unas respuestas

para la conservación? Es decir,

coherentes y válidas. Por desgra-

“Resulta demasiado habitual encontrarse con informes y artículos llenos de números y datos obtenidos por distintas técnicas, pero que en muchos casos no aportan ninguna información nueva o están mal interpretados”

cia, al igual que ocurre en Arqueometría (Montero et al. 2007), resulta demasiado habitual encontrarse con informes y artículos llenos de números y datos obtenidos por distintas técnicas, pero que en muchos casos no aportan ninguna información nueva o están mal interpretados (por deficiencias de conocimiento tanto en el lado de las humanidades

¿cuál es el tipo de pregunta que

como de las ciencias). O más ha-

debemos hacernos? Los análisis

bitualmente, se trata de resulta-

científicos no son los que deciden [97]


ICOM 10

ta de una metodología científica nos permite eliminar estos sesgos, y sumar a nuestra experiencia la de otros investigadores que han realizado sus estudios de una forma similar a la nuestra. Para que esta evidencia aporte algo, ha de ser relevante para el problema al que nos enfrentamos, cosa que no siempre ocurre. Realización de medidas de impedancia electroquímica (EIS) in-situ sobre una escultura de bronce.

Un tipo de información irrelevante sería, por ejemplo, la identificación como brocantita (sulfato

los tratamientos de conservación (preventivos, curativos o de restauración) de los bienes culturales, pero han de aportar evidencia para basar las decisiones del conservador-restaurador. Por evidencia nos referimos a datos objetivos, basados en estudios sin sesgos o defectos metodológicos, y de la mayor amplitud posible. Por amplia que sea, la experiencia individual de conservador-restaurador es limitada, y sometida (como cualquier actividad humana) a un número importante de sesgos

básico de cobre) de la pátina formada en un tejado de cobre de un edificio del s. XIX del centro de una ciudad. Bien hecho, posiblemente, pero irrelevante porque: a) no aporta nada desconocido, se sabe que la brocantita es el principal componente de las pátinas de cobre expuestas en entornos urbanos por largo tiempo; y b), porque el tratamiento de conservación que se vaya a realizar seguramente sea el mismo independientemente de la composición de la pátina.

cognitivos. La aplicación correc-

[98]


Emilio Cano | Blanca Ramírez | Teresa Palomar.

de degradación, identificar los factores que lo están condicionando, desarrollar tecnologías para este estudio y sistemas de protección que permitan, hasta donde sea posible, limitarlo. Los investigadores del grupo COPAC del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM) del CSIC viene trabajando desde hace más Ensayos de laboratorio para la evaluación comparativa de pátinas y recubrimientos sobre bronce de función.

Corrosión y conservación del patrimonio cultural metálico: aportación de las técnicas electroquímicas En el caso del patrimonio cultural metálico, la principal causa de degradación del mismo es la corrosión, es decir, la reacción del metal con el medio ambiente formando productos más estables. La corrosión es un fenómeno muy complejo, influenciado por numerosos factores, tanto del propio objeto como del medio. En este ámbito, el objetivo de la Ciencia de la Conservación ha de ser comprender este proceso

de 15 años en el estudio del impacto de contaminantes (especialmente contaminantes de interior) en el patrimonio cultural metálico, y en la aplicación de técnicas electroquímicas para el estudio, monitorización, tratamiento y evaluación de sistemas de protección para el patrimonio cultural metálico. En esta última línea, se ha venido trabajando en los últimos años en proyecto

CREMEL

“Conservación-

restauración del patrimonio cultural metálico: desarrollo de una metodología específica adaptada al diagnóstico y tratamiento” financiado en la convocatoria 2011 de ayudas a Proyectos de Investigación Fundamental no Orientada del Plan Nacional de I+D+i 2008-2011 (Ref. HAR2011[99]


ICOM 10

“Entre otros avances metodológicos para la aplicación de técnicas electroquímicas en patrimonio cultural, se ha desarrollado y puesto a punto una celda electroquímica” 22402). En este proyecto se ha abordado el desarrollo de metodologías electroquímicas específicamente adaptadas a los requerimientos de la conservación y restauración del patrimonio cultural metálico. Dado que el proceso de corrosión de los objetos metálicos es un proceso electro-

tricas que intervienen. Es decir, mediante técnicas electroquímicas.” Así, técnicas no destructivas como la resistencia de polarización (Rp) o la espectroscopía de impedancia electroquímica (EIS) nos permiten analizar y cuantificar la capacidad protectora de diferentes recubrimientos, compararlos, y seguir su evolución a lo largo del tiempo (Cano et al. 2010). Entre otros avances metodológicos para la aplicación de técnicas electroquímicas en patrimonio cultural, se ha desarrollado y puesto a punto una celda elec-

químico, tal y como se apuntaba en la memoria del CREMEL, “…el proceso de corrosión se puede estudiar o controlar estudiando o controlando las magnitudes eléc-

Espectros de impedancia obtenidos en probetas de bronce de fundición con diferentes pátinas, mostrando las diferencias de capacidad protectora.

[100]


Emilio Cano | Blanca Ramírez | Teresa Palomar.

largo del proyecto se ha trabajado en el diseño y mejora de un prototipo y en su aplicación al estudio de probetas de laboratorio y obra real. El sistema de electrólito (agua de lluvia artificial)-gelificante (agar) utilizado ha demostrado cumplir con las necesidades de las medidas, siendo no agresivo para las obras y permitiendo la obtención de espectros de EIS y medidas Rp de calidad aceptable. Con este diseño se han podido evaluar diferentes pátinas, recubrimientos y también se ha empleado con éxito en el seguimiento del proceso Imágenes de microscopía de fuerza atómica mostrando la superficie de probetas de plata sulfurada, y el estado de las mismas tras distintos tratamientos de limpieza.

de restauración de las esfinges de la fachada del Museo Arqueológico Nacional (Madrid) (Ramírez Barat and Cano, 2014).

troquímica con un principio y di-

En el CREMEL se abordó también

seño tradicional (tres electrodos),

la aplicación de técnicas elec-

pero utilizando un electrólito ge-

troquímicas como herramienta

lificado con agar (Cano et al.,

de tratamiento, comparando de

2014, Crespo et al., 2014). A lo

manera cuantitativa tratamien[101]


ICOM 10

tos electroquímicos, químicos y mecánicos para la eliminación de capas de sulfuración sobre plata (Cano et al., 2013; Palomar et al., 2014). Finalmente, otra de las posibilidades que nos ofrecen estas técnicas, por su alta sensibilidad, es la evaluación de la corrosividad de atmósferas interiores de museos, permitiendo la detección precoz de condiciones agresivas para el patrimonio metálico (Lafuente y Cano, 2011). A través del desarrollo de estas líneas de investigación se pretende seguir avanzando en la mejora del diagnóstico y la conservación de nuestro patrimonio cultural metálico, proveyendo de evidencia a los conservadores-

Ensayo de limpieza electroquímica sobre una moneda de plata.

restauradores –según lo señalado anteriormente– para la toma de decisiones sobre la elección de un tratamiento u otro, o el establecimiento del momento óptimo para realizar intervenciones preventivas.

[102]


Emilio Cano | Blanca Ramírez | Teresa Palomar.

Bibliografía: MONTERO RUIZ, I. et al., (2007). Trabajos de Prehistoria, 64, p. 23-40. CANO, E. et al., (2010). Journal of Solid State Electrochemistry, 14, p. 453-463. CANO, E. et al., (2013). METAL 2013. International Conference on Metal Conservation, Edinburgh, 16-20 de septiembre de 2013.

PALOMAR, T., et al., (2014), International Congress on Science and Technology for the Conservation of Cultural Heritage II., Sevilla, 24-27 de junio de 2014. RAMÍREZ BARAT, B. y CANO, E., (2014). Jornadas de Investigación Emergente en Conservación y Restauración de Patrimonio. Emerge 2014. Valencia, 22-24 de septiembre de 2014.

CANO, E. et al., (2014). Electrochemistry Communications, 41, p. 16-19. CRESPO, A. et al., (2014). Art`14. 11 th International Conference on non-destructive investigations and microanalysis for the diagnostics and conservation of cultural and environmental heritage, Madrid, 11-13 de junio de 2013. LAFUENTE, D. y CANO, E. (2011). XVIII Congreso Internacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Granada, 9-11 nov 2011.

[103]


ICOM 10

Nuevas tecnologías aplicadas a la restauración del patrimonio metálico: técnicas láser Prof. Dr. Joaquín Barrio Martín Catedrático de Universidad Dpto. Phª y Arqueología SECYR-(UAM) Universidad Autónoma de Madrid. joaquin.barrio@uam.es dos en contextos arqueológicos habitacionales, funerarios, o religiosos presentan habitualmente un tipo de corrosión potente y peculiar que es originada por su enterramiento en suelos agresiConsideraciones previas: la res-

vos. Para su estudio, investigación

ponsabilidad de innovar en res-

y puesta en valor de estos objetos

tauración.

metálicos es necesario eliminar

Los objetos que integran el Patrimonio Arqueológico Metálico son un legado arqueohistórico y patrimonial, fundamental para el estudio de las civilizaciones y culturas del pasado, especialmente de las más antiguas, ya que se constituyen en un claro exponente de su nivel tecnológico, y por ello, del nivel de desarrollo de estas sociedades. Estos metales recupera-

los productos de deterioro deformantes, recuperar la superficie original del objeto y descubrir las decoraciones.

La

restauración

que con urgencia precisa la mayoría de estas piezas se ha venido efectuando con métodos tradicionales, que aún siendo válidos, no han resultado efectivos en muchos casos para preservar las superficies originales o salvar piezas con un deterioro extremo. [104]


Joaquín Barrio Martín

La responsabilidad social de la restauración no debe resignarse a que muchos metales arqueológicos, fieles representantes de nuestro legado patrimonial, puedan desaparecer porque no seamos capaces de salvarlos para las generaciones futuras, sino que debe de ir siempre más allá, rastreando la aplicación de nuevas soluciones que garanticen su recuperación y salvamento.

Vista del SECYR con el área de trabajo de los láseres bajo campana estanca.

Innovar en este campo de la restauración debe ser la búsqueda de nuevos recursos tecnológicos capaces de resolver problemas no resueltos o mal resueltos. Son los apoyos técnicos específicos insertados en nuestra propia labor los que han de aportarnos estas soluciones requeridas, mejorando los resultados y con ello la mayor pervivencia a futuro de muchos objetos metálicos. Así, en los últimos años se ha plan-

Detalle de trabajo con Láser SFR durante la restauración de un puñal de hierro de la necrópolis de Las Ruedas de la ciudad vaccea de Pintia.

teado hacer uso de tecnologías de vanguardia

como el LÁSER

que vengan a complementar los procedimientos tradicionales, [105]


ICOM 10

ofreciendo soluciones a los problemas de conservación de los metales arqueológicos. En definitiva, hacer patente que las técnicas láser aplicadas a bienes culturales (Asmus, 1978), utilizadas con éxito desde hace casi 20 años en la restauración de obras en piedra, también pueden ser una alternativa eficaz a estos métodos. La experiencia aún es escasa en metales arqueológicos, y aunque contamos con buenos resultados, exige una mayor investigación para valorar con acierto las posibilidades y beneficios de esta

CYR; en modo alguno deseo centrar el texto en las bases científico-técnicas que sustentan a esta tecnología LÁSER. Muchos de estos datos ya han sido presentados y publicados en congresos, foros y revistas especializadas a lo largo de estos últimos 10 años (vid. biblio. en Barrio, 2013). Estas continuadas aportaciones a la aplicación de esta tecnología nos han convertido en el grupo pionero a nivel internacional en el uso de los láseres en la restauración de bienes metálicos arqueológicos.

nueva tecnología de la restauración del Patrimonio Arqueológico Metálico. Con el objetivo de buscar un tratamiento alternativo que mejore las opciones y métodos conocidos, el SECYR lleva en los últimos años aplicando técnicas LÁSER en su restauración en el desarrollo de varios Proyectos i+D (1). Es mi interés presentar en estas páginas una síntesis de las experiencias y resultados conseguidos bajo mi dirección por los integrantes del Grupo de Investigación del SE-

1 Los trabajos e investigaciones en que se basa ese texto son resultado de varios proyectos de i+D desde 2005; el último ARQUEOLÁSER “El Láser como técnica de innovación en la conservación-restauración del Patrimonio Arqueológico” (CEMU 003. UAM 2012-2014). Se han podido llevar a cabo con la participación del Grupo de Investigación “Tecnología y Conservación de Patrimonio Arqueológico” (F-60-UAM) y del personal Técnico y Científico del SECYR desde el 2006 hasta la actualidad. A todos ellos mi mayor agradecimiento.

[106]


Joaquín Barrio Martín

Resultado experimental comparativo de técnicas de limpieza sobre un cuchillo de hierro islámico (Qalat Rabah). Superior: antes e inferior: después de la restauración: izqda. Microabrasímetro; cent. Microtorno; dcha. Láser.

obligaciones elaborar pautas generales para su mejor conservación. Parece necesario dedicar unas líneas a enunciar estos principios deontológicos que han guiado nuestro trabajo con el LÁSER. Principios deontológicos para una nueva tecnología de restauración

En la Carta de Cracovia del año 2000 (pto. 10) es donde se hace

La utilización de esta nueva tec-

referencia expresa a estas técni-

nología innovadora en un campo

cas innovadoras: “...Las técnicas

tan sensible y complicado como

de conservación o protección

la conservación y restauración

deben estar estrictamente vincu-

de los metales de procedencia

ladas a la investigación pluridisci-

arqueológica, sin una experien-

plinar científica sobre materiales y

cia consolidada, también debe

tecnologías usadas…. Cualquier

tener, más si cabe, el sustento de

material y tecnología nuevos de-

los principios deontológicos más

ben ser probados rigurosamente,

actuales. En especial porque esta

comparados y adecuados a la

revista ICOM Digital es el medio

necesidad real de la conserva-

de publicación de ICOM, el prin-

ción...”. Por tanto, queda perfec-

cipal organismo mundial que se

tamente justificado el uso de tec-

ocupa de la conservación de los

nologías de vanguardia como el

bienes culturales y tiene entre sus

LÁSER, siempre que se acompañe [107]


ICOM 10

de estudios científicos que vayan

aplicada se ha regido en su desa-

convalidando la aplicabilidad de

rrollo por hacer un uso constante

la técnica y su aportación positi-

del apoyo de las ciencias experi-

va a las tareas de resolución de

mentales; un criterio ya apuntado

problemas de la conservación,

en la Carta de Atenas de 1931 y

junto a los métodos tradicionales.

recogido más explícitamente en

Al surgir como tal investigación

la Carta de Venecia de 1964, que prescriben la tarea de conservación y restauración como una actividad multidisciplinar. Para ello el SECYR ha promovido el diseño y obtenido la Certificación de un Protocolo de Trabajo (PT 520) donde se combinan los estudios científicos y la restauración de los objetos metálicos (2). Durante la etapa de diagnóstico las distintas técnicas de análisis articuladas de manera complementaria, permiten no sólo conocer con minuciosidad el estado previo de conservación de estos bienes arqueológicos a intervenir y testar cada paso dado en la res-

Espectro de LIBS sobre el cuchillo islámico de fig. 3.; toma antes y después de la restauración Láser. Obsérvese los cambios en elementos debido a la retirada de los productos de alteración propios del suelo y de la corrosión del hierro.

2 El Laboratorio SECYR de la UAM es el único Laboratorio universitario en España que cuenta con Certificación Nacional y Europea (ISO-9001) para la realización de trabajos de conservación y restauración de bienes culturales arqueológicos, entre ellos los PT de intervenciones con láseres.

[108]


Joaquín Barrio Martín

mente en el trabajo con el LÁSER ha primado en todo momento el respeto y mantenimiento de las condiciones de la autenticidad de las piezas metálicas. Parece lógico que se debía de plantear el criterio general de mínima intervención que prima en la conservación moderna. El proceso de intervención debe ser el mínimo exigible siempre que se recupere y dote al objeto en unas mejores condiciones de conservación eliminando los productos de corrosión y las causas generadoras.

Panoplia de guerrero de una tumba de la necrópolis de Las Ruedas (Padilla de Duero, Valladolid), con el hierro completamente mineralizado; estado antes y después de la exitosa restauración con Láser.

Posibilidades del LÁSER en restauración de metales Quizás la característica más im-

tauración de cada pieza, sino, lo que es más importante, comprobar y evaluar los resultados obtenidos, con el objetivo de validar este tratamiento.

portante del Láser sea la capacidad de interactuar con la materia concentrando de forma puntual gran cantidad de energía en tiempos realmente cortos, con lo

Otro criterio importante es la recu-

que conseguimos altas tempera-

peración de la superficie original

turas instantáneas y una serie de

y el mantenimiento de su pátina,

fenómenos que englobamos con

haciendo posible una mejor legi-

el nombre de ablación láser, pro-

bilidad de la pieza. Consecuente-

vocando la eliminación de la ma[109]


ICOM 10

teria irradiada, en nuestro caso los

produzcan varios de ellos al mis-

productos de corrosión de los me-

mo tiempo sobre la superficie de

tales formados durante su enterra-

la pieza de metal. De todos ellos

miento. Este término que engloba

los más deseables y de mayor uti-

una serie de procesos físico-quími-

lidad para resolver los problemas

cos (Cooper, 1998) que alteran el

de los metales arqueológicos son

material y engloban diversos fenó-

los fenómenos fotomecánicos.

menos: vaporización, desorción, sputtering (recubrimientos de una superficie), eyección, etching (ataque químico), spalliation (conversión explosiva de energía térmica en energía cinética), daño, generación de plasma, emisión inducida y blow-off (explosiones), dependiendo de la energía de la luz láser. Estos fenómenos no se suelen dar de forma aislada sino que en muchos casos se producen cooperativamente y no es raro que se

Detalle de la restauración de acabado final de la mano de una escultura de bronce de la ciudad hispanorromana de Valeria.

Comparativa de técnicas de limpieza sobre una llave de bronce islámica (Qalat Rabah) con determinación de áreas de trabajo y técnicas utilizadas. Se observa la diferencia de textura y color entre limpieza mecánica manual con bisturí y Láser.

[110]


Joaquín Barrio Martín

En función de estas característi-

- Mínima invasividad que no re-

cas, los láseres son una excelen-

quiere el uso de sustancias quí-

te alternativa de innovación a las

micas ni materiales abrasivos,

técnicas tradicionales (mecáni-

ni genera presiones. Evita las vi-

cas o químicas); no desbancan a

braciones en piezas frágiles, el

éstas, sino que puede combinar-

rayado de superficies blandas y

se con ellas superando algunos in-

presencia residual de productos

convenientes y aportando ciertas

químicos nocivos a futuro.

ventajas, sin estar exentos de riegos. De manera concreta, los rasgos del LÁSER aprovechables en la restauración de metales serían:

Vista del progreso de limpieza con láser de un mango de puñal islámico de hierro (Qalat Rabah), con remaches de cobre, con una evaluación con DRX de los cambios generados en los elementos químicos de su superficie.

[111]


ICOM 09 Secuencia de imágenes de la restauración muy efectiva con Láser de un aplique de cobre dorado procedente de Qalat Rabah: estado inicial, durante proceso de intervención, y detalle de acabado final.

- El elevado grado de control posibi-

- Microfusiones en las capas su-

lita una limpieza precisa y de modo

perficiales del metal por calenta-

muy progresivo (pocas micras por

miento del haz.

pulso), aunque puede ser menos rápido que otros métodos.

- Transformación en productos más resistentes de los originarios,

- La precisión es excelente; las fibras ópticas usadas para trasmitir la luz permiten actuar sobre superficies de naturaleza compleja o de difícil topografía.

difíciles de eliminar. - Daños para el operador si no se siguen estrictamente las condiciones de trabajo, y si éste no tiene una amplia experiencia en

- La selectividad es muy alta, determinada por la distinta absorción óptica en los diversos productos de corrosión y substratos metálicos.

manejo del equipo. Los láseres utilizados en el SECYR son equipos comerciales modelo EOS 1000® de ElEn. Group:

- El sistema es inocuo si se establecen protocolos de empleo seguros para el objeto y para el restaurador.

1.- Láser de Nd:YAG SFR; longitud de onda:1.064 nm; duración del pulso: 60-120 ms; Energía por pul-

Pero también hay que referir honra-

so: 50-1000 mJ; Frecuencia: 1-20

damente los riesgos que deben asu-

Hz; Spot: 1.5-6 mm; y salida: fibra

mirse:

óptica. [112]


Joaquín Barrio Martín Detalle del proceso de restauración de una moneda islámica andalusí de aleación plata/cobre. Nótese la ausencia de microfusiones y rayados.

2.- Láser de Nd:YAG LQS; longitud

SER han sido: RX, FRX, MEB-EDAX,

de onda 1.064 nm; duración del pul-

DRX, LIBS, IBA. Los datos analíticos

so: 120-300ns; Energía por pulso: 130-

aportados han permitido un buen

380 mJ; Frecuencia: 1-20 Hz; Spot:

diagnóstico del estado de conser-

1.5-6 mm; y salida: fibra óptica.

vación y una evaluación de la efi-

Está controlado por un panel que permite seleccionar energías, fre-

cacia de la tecnología LÁSER en los metales arqueológicos.

cuencias, pulsos, etc… La radiación

En los 10 últimos años el SECYR ha

se transmite por fibra óptica y se

restaurado con muy buenos resul-

aplica al objeto a través de un ma-

tados aplicando LÁSER un número

nípulo fácilmente manejable, como

superior a 220 metales arqueoló-

si fuese un pequeño pincel; un re-

gicos de muy diversa naturaleza,

quisito imprescindible teniendo en

tipología y cronología. Hierros, co-

cuenta la necesidad de precisión

bres, bronces, cobres esmaltados,

y las dimensiones tan pequeñas de

latones, plomos, aleaciones de

muchas de las piezas a intervenir.

plata, cobre y dorados que abar-

En cuanto a la investigación arqueométrica dentro del obligado trabajo interdisciplinar, las técnicas de apoyo utilizadas dentro de este programa

restauración

con

can desde el Calcolítico, Edad del Bronce,

culturas

protohistóricas,

Hispania Romana, y Etapa Medieval Andalusí y Cristiana.

LÁ[113]


ICOM 10

Conclusiones finales El grupo del SECYR ha obtenido resultados positivos en la limpieza y restauración de metales arqueológicos mediante el uso de técnica LÁSER, en complementación con otras técnicas de trabajo habituales en restauración: espátula ultrasónica,

mecánica-manual,

microabrasímetro, química suave… La articulación de cada una de éstas con el equipo Láser requiere la acción atenta y experimentada de un restaurador, para comprobar en cada momento la

eliminar. Los equipos Láser Nd:YAG a 1064nm SFR y LQS funcionan mejor en hierro que en bronces; en hierros la componente térmica del haz elimina los carbonatos y óxidos por deshidratación sin producir fracturas ni falsear la forma de la película original, creando una capa de magnetita muy fina y estable, con un componente estético muy positivo para objetos patrimoniales. La técnica es imprescindible para recuperar y salvar piezas en extrema fragilidad y completa mineralización.

prioridad de uno de los sistemas

En las piezas de cobre y aleacio-

frente a otros, adecuando el tra-

nes elimina, aunque con lentitud,

bajo a los criterios deontológicos

los carbonatos, óxidos y cloruros,

internacionales. En todo caso,

aunque tiene muchas dificulta-

siempre el Láser ha primado en el

des con las corrosiones muy de-

acabado final de las piezas.

formantes, llegando a un punto

Por otro lado, los resultados de restauración sobre cada tipo de metal son bastante distintos. No existen dos resultados idénticos, ya que está condicionada por el equipo y sus parámetros propios, por la naturaleza de la pieza, su superficie, su estado de conservación y el producto que se quiere

donde no absorbe más energía del haz. También posee una componente térmica que induce la formación de tenorita, (el óxido de cobre con menor cantidad de oxígeno y por ello más estable), pero el color final del objeto y su textura no son los acostumbrados de la limpieza de las pátinas de [114]


Joaquín Barrio Martín

bronce por medios mecánicos

quedando pendientes muchos

(efecto pulido); ello genera algu-

aspectos que investigar para la

nas reservas en consonancia con

mayor

los criterios museográficos de res-

afirmar que esta técnica de in-

tauración de bronces imperantes

novación, en complementación

a nivel internacional.

con las ya conocidas, resulta

En cuanto a su acción sobre metales blandos, en piezas doradas sobre base cobre, plomos o aleaciones de plata también llega a eliminar las capas resistentes de silicatos, carbonatos de calcio y cloruros de cobre; sin embargo, es menos efectivo con las potentes de cuprita depositadas directamente sobre la película de dorado. El control de los parámetros

optimización,

podemos

efectiva para abordar la restauración de piezas de Patrimonio Arqueológico; los antecedentes, experiencias propias y resultados del grupo del SECYR nos indican que este es el camino a seguir para hacer de ella un método de trabajo excelente e imprescindible en el futuro inmediato en la restauración del Patrimonio Metálico.

debe ser muy exhaustivo, objeto a objeto, para evitar las microfusiones y con ello la pérdida de la película original de estas piezas;

*Todas las imágenes que apare-

resulta obligado utilizar películas

cen en este trabajo son propie-

de intermediación refrigerantes.

dad del SECYR/UAM.

No obstante, contamos con resultados excelentes en la restauración de algunas piezas doradas o de plata. En conclusión la técnica LÁSER se adapta a cada tipo de metal arqueológico. Aunque siguen [115]


ICOM 10

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[116]

[Schreiner, M. Strli (eds.)]


Divulgación, educación y acción territorial Olga Ovejero Larsson Raquel Castelo | Consolación González | Ana Mª López Miguel Gallego Cañamero Aurelio González García | Olatz Conde Rodrigo

[117]

iv


ICOM 10

El alma del hierro: Julio González y la dimensión educativa del trabajo artístico en metal Olga Ovejero Larsson Jefe Departamento de Educación (MNCARS) Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. olga.ovejero@museoreinasofia.es

En el año 2009 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) organizó, en coproducción con el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), la retrospectiva más amplia dedicada hasta ese momento al escultor catalán Julio González (Barcelona 1876 - París 1942). La muestra reunió más de 200 obras entre esculturas en hierro, bronces, forjados, pinturas, dibujos y piezas de joyería procedentes del MNAC, el MNCARS, el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el Centro Pompidou y otros museos y colecciones privadas de Europa y Estados Unidos. Paralelamente, el de[118]

El alma del hierro. Visita


Olga Ovejero Larsson

partamento educativo del Museo

que se revela como un gran inno-

decidió diseñar y programar una

vador. Suele destacarse, respecto

visita-taller vinculada a la mues-

a la evolución de Julio González,

tra, y dirigida a alumnos de Edu-

la importancia que cobró su tra-

cación Secundaria y Bachillerato.

bajo como aprendiz de soldador en La Soudure Autógene Francai-

La exposición recorría la trayecto-

se, donde mejora sus conocimien-

ria de Julio González desde su for-

tos técnicos sobre el hierro con el

mación, en el seno de una familia

aprendizaje de la soldadura au-

de orfebres y artesanos del hierro

tógena u oxiacetilénica. También

forjado, hasta la configuración de

determinante fue su encuentro

su personalidad artística, ligada

con Picasso, con quien colabora

indisolublemente al trabajo con

y a quien asiste durante la reali-

el metal. De hecho, será el des-

zación de Mujer en el jardín, obra

cubrimiento de las posibilidades

actualmente conservada en el

expresivas de este material, y en

Museo Reina Sofía.

concreto del hierro, lo que le convierta en uno de los creadores del

La formación técnica y las inquie-

lenguaje escultórico contempo-

tudes artísticas de Julio González

ráneo.

cristalizan por fin en un lenguaje propio a partir de los años 30.

Las diferentes etapas creativas de

Una de las claves de este voca-

las que daba cuenta la exposi-

bulario plástico es lo que el mis-

ción mostraban que el camino re-

mo artista definió como “dibujo

corrido por Julio González no fue

en el espacio”. En su escultura, el

directo ni sencillo. Tras unos años

volumen se construye a partir de

titubeantes, de búsqueda, en los

una sabia conjunción de líneas y

que sus aspiraciones como artista

planos, partiendo de la bidimen-

se focalizan en la pintura, algunos

sionalidad para llegar a lo tridi-

acontecimientos concretos termi-

mensional. Sus representaciones

nan por derivarle definitivamente

filiformes ocupan así un espacio

hacia la escultura, terreno en el

conformado no sólo por la ma-

[119]


ICOM 10

teria, sino también por el aire, el

tísticas. La idoneidad de este pun-

vacío. Con estos elementos Julio

to de partida quedaría confirmado

González consolida un lenguaje

durante el desarrollo efectivo de la

plenamente moderno, abstrac-

visita-taller con los alumnos.

to sólo en apariencia, ya que su obra nunca renunciará por completo a la figuración.

La aportación que el escultor logró al transformar el hierro en material artístico, poético, evocador, resul-

La investigación plástica desa-

ta tanto más evidente si revisamos

rrollada por Julio González hace

las connotaciones que tradicional-

de su escultura un buen punto de

mente se han atribuido siempre a

partida para iniciarse en la apre-

este metal. Desde tiempos inme-

ciación y comprensión del arte

moriales asociamos el hierro con la

moderno. No obstante, el interés

fortaleza, la solidez, el poder. Thor,

del departamento de educación

dios supremo de la mitología nórdi-

del Museo por utilizar su obra con

ca, era herrero: sus golpes de mar-

fines educativos no se fundamen-

tillo provocaban relámpagos. La

tó tanto en las aportaciones for-

identificación entre hierro, poten-

males de la escultura de Gonzá-

cia y dureza se mantiene intacta

lez, como en el hecho de que, en

a lo largo de los siglos e impregna

sus manos, el hierro se convierte

nuestras conversaciones cotidia-

en vehículo para expresar y trans-

nas: tener mano de hierro, forjar un

mitir emociones. En el momento

carácter… La cultura popular ha

de abordar el diseño de la visita-

llegado incluso a vincular el hierro

taller se tuvo en cuenta que, tal

con los fines bélicos para los que

como se había constatado en

ha sido utilizado, como si la agresi-

actividades educativas anterio-

vidad fuera una cualidad intrínseca

res, el énfasis en el reconocimien-

del material: Quien a hierro mata, a

to y comunicación de emociones

hierro muere…

es un canal eficaz para vincular la experiencia de los alumnos de secundaria con las propuestas ar-

El propio Julio González, al escoger el hierro como materia prima para [120]


Olga Ovejero Larsson

sus esculturas, era consciente de

a partir de este metal es enorme-

estar introduciendo un material

mente diverso y lleno de matices.

en cierto modo nuevo en el pa-

Una proporción importante de sus

norama de la producción artísti-

creaciones en escultura poseen

ca. En un artículo dedicado a la

títulos que aluden directamente

obra escultórica de Picasso, titu-

a sentimientos: El beso, Los ena-

lado “Picasso y las Catedrales”

morados, La plegaria, Desnudo

(1931), Julio González hacía la si-

melancólico, Montserrat gritan-

guiente observación, una de las

do, Pequeña Montserrat espan-

más citadas del artista: La Edad

tada, Campesina desesperada...

de Hierro comienza, hace siglos,

En otros casos, los temas esco-

por producir (desgraciadamen-

gidos por el escultor, las propias

te) armas, algunas muy hermosas.

tipologías, llevan implícita una

En nuestros días, permite además la construcción de puentes, edificios industriales, raíles de ferrocarril, etc. Ya es hora que este material deje de ser mortífero y simple material de una ciencia mecanizada: la puerta hoy está abierta de par en par para que este material, penetrando en el mundo del arte, sea batido y forjado por las manos pacíficas del artista. Las delicadas y depuradas obras de Julio González consiguen invertir las connotaciones de pesadez y rotundidad que se esperan del tratamiento del hierro. Por el

Trabajando en el taller

contrario, el repertorio emocional que el escultor consigue extraer [121]


ICOM 10

carga emocional: el sentimiento

rro para plasmar diferentes esta-

asociado a una maternidad es

dos emocionales. En una primera

necesariamente distinto del que

fase se trataba de investigar qué

atribuimos a una bailarina en ple-

motivos llevaron a Julio González

na pirueta, o a un hombre-cactus

a trabajar sobre una emoción, y

cubierto de púas.

cómo manipuló en cada caso el

La visita-taller con los alumnos de secundaria se articuló en torno a una selección de esculturas en las que Julio González se sirve del hie-

hierro para lograr expresarla. La visita giraba por tanto en torno a la emoción sentida y expresada por otro, en este caso por el artista, y vehiculada, materializada, a través de la obra de arte; una emoción que el espectador puede, a su vez, percibir y reconocer, y ante la que puede reaccionar. La fase posterior de la actividad, ya en el taller, llevaba a los alumnos a experimentar el proceso inverso, es decir, a bucear en su propio repertorio emocional y tratar a su vez de expresarlo a través de la forma y la materia.

Componiendo el personaje

Las cinco obras analizadas por los alumnos pertenecen a los años 30, década que marca el momento de madurez artística del escultor. La selección permitió a [122]


Olga Ovejero Larsson

los participantes recorrer un aba-

Máscara de Montserrat gritando

nico emocional que incluía des-

o el Hombre-cactus (ambas de

de metáforas visuales de la idea

1938-39), es el ambiente opresi-

de amor, o del arrebato amoroso

vo de una Europa en guerra el

(El beso, 1930), hasta la expresión

que impacta emocionalmente

de estados de incomodidad, ten-

a González y le impulsa hacia

sión, sufrimiento o dolor, como en

una escultura expresiva. La boca

La plegaria (1932), en la que la

abierta de la Montserrat retrata el

ausencia de formas redondeadas

momento preciso en el que una

y la presencia de formas punzan-

mujer, llevada por la desespera-

tes contribuyen a intensificar este

ción y el dolor, emite un grito, qui-

carácter. En otras obras, como la

zá pura expresión de su desgarro y su miedo, o quizás petición de socorro. El hombre-cactus, por su parte, destila violencia. Los pinchos que cubren el torso y las extremidades insinúan una defensa, pero también hostilidad. Sometido a una presión extrema como la que ocasiona la experiencia de la guerra, el hombre desarrolla mecanismos de protección, que en la imaginación de Julio González se transmutan en espinas o pinchos. Ante la violencia, se pierden cualidades humanas, se deja parcialmente de ser hom-

Dibujo en el aire

bre para cosificarse o mixtificarse en otra criatura, un cactus que se defiende pero que también agrede. [123]


ICOM 10

La actividad de creación que los

la idea de metamorfosis, como el

alumnos debían desarrollar tras

hombre-cactus. Es decir, un per-

la visita, en la fase de taller, pre-

sonaje al que la propia emoción

tendía integrar los diversos con-

hubiera transfigurado en un ser hí-

tenidos abordados durante la

brido, en el que cabe la simbiosis

apreciación de las obras, tanto

entre lo antropomorfo, lo vegetal,

en el plano conceptual como en

lo animal o lo objetual. Para tras-

el técnico. El proceso de trabajo

ladar este boceto original al vo-

propuesto partía del análisis y co-

lumen los alumnos contaban con

mentario, en grupo, del repertorio

materiales para el ensamblaje de

emocional básico: felicidad, tris-

planos bidimensionales (cartones,

teza, miedo, sorpresa, ira. Tras se-

cartulinas) y para dibujar en el

leccionar una emoción en base

aire (alambre galvanizado).

a la cual trabajar, los alumnos debían asociarla a elementos visuales que a su juicio pudieran expresarla. Este análisis previo debía aplicarse a su vez al diseño de un personaje de ficción basado en

Dibujo en el aire 2

[124]


Olga Ovejero Larsson

Se ha incidido mucho en el pa-

les de la obra de González, así

pel clave que la emoción juega

como sus procesos de trabajo,

en todo proceso cognitivo y de

desde la capacidad que la obra

aprendizaje, así como en la arti-

de arte tiene de remover nuestros

ficiosidad de la división que suele

afectos, de conmover.

establecerse entre pensar y sentir. Lo que se recuerda en mayor medida, y por lo tanto, lo que se aprende con más facilidad, es aquello que es sentido a la vez que comprendido. Esta actividad se fundamentaba en la premisa de abordar los conceptos forma-

Quizá a esto se refería uno de los jóvenes participantes cuando, al preguntarle su opinión sobre la experiencia vivida en el Museo, contestó de forma breve pero significativa: He visto la magia del metal.

Taller. Personaje de ficción

Trabajo de taller en colaboración

[125]


ICOM 10

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tura en hierro (Grandes maestros del arte moderno y contemporáneo, 4). Madrid: Instituto de Cultura Fundación Mapfre.

ca Cie Vicerrectorado de Políti Investigación

Ca Ciudad Universitaria de t Le y a ofí Facultad de Filos t his Pre Departamento de 69 Teléfono: (+34) 91 497 Fax: (+34) 91 497 4435 Email: secyr@uam.es de

o ctorad Vicerre ción a ción so tigma vesor Para másIninf

uam nuestra Web: www. nivers U d a d Ciu o d de Fil Faculta ento am Depart : (+3 o o Teléf n ) 91 4 3 + Fax: ( ecyr@ s Email:

a rvicios e s s o r est mos nu entros de e c e s, r f O público í des, c s a o d i s m r s i e s n u n iv , orga seos a n u ó i m c , a n g ció investi vestiga eccionistas, n i e d s l grupo sas, co rivados. e r p m e p como a os y clientes i r anticua

[126]

ás in Para m aW nuestr


El SECYR es el primer laboratorio con certificación de calidad ISO 9001 para “el diseño, desarrollo, realización de trabajos de restauración y ensayos de caracterización de objetos del patrimonio arqueológico mediante técnicas de microscopía, fluorescencia de rayos X y espectroscopía de plasma inducida por láser (LIBS)”. Asimismo, pertenece a la Red de Laboratorios e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, con nivel 5 de reconocimiento externo.

de inar l p i c dis n n, ació íticas co l e a s an ajo sobr b a , de tr istórico nte h co e ecialme sp ico, e , vidrio, ra pied marfil. y ueso

raestructu ras de

a e Infraestructuras de

rigor n o X. Planta b os c anco lizaamja.la ología a e r X. Planta e SERVICIOS uódulo ite baja. a la Red de Laboratorios e PertenenPertenencia erm do de cia a la Red p Arqueología s s o infraestructuras de Madrid l o d a e LalaboComunidad in t n e fr aestructura y restauración: s ratorios e Tratamientos de conservación ructurase n dcompletos s la Comu ó e dl ee i d d c l n id ad u n o l de Madrid s de cia a sió -yDiagnóstico iordeterioro turaCiudad Universitaria de Cantoblanco la so deterde enen ctur c t u r r e t P n e raes estru s dde aaceióInfraestructuras a e Inf -m Plan conservación preventiva infra . a s de s c de ura i o Facultad de Filosofía y Letras, Módulo X. uct f e str een í ls,ecInf rvo t 9001 para ISO ic icb ca io Laboratori Laboratorio con Certificación oenrae Cien orealizar prtífi osluóltge mecánicas, químicas con Cetrabajos Limpiezas láser tica conservación, rtificacióde í u l realizay o Planta baja. aestros n ntas baar-q P IS r trabajos e O 9científicos 001 para de servicios, consulte destudios . de coandse aja. oy rv b restauraciórestauración ne ja a a r ci t ó n o o r , n t

nPatrimonio c yrerestcudiosArqueológico. de Prehistoria y Arqueologíaborato CYR P la Patr onio blan Departamento ncie anco La ViAcerquresultados: leo X. ía co ntoora acgiióco ntíficoas ladeRed de Perteneim u toblan ios a an eiogló tor Técnicas de análisis e interpretación d zar t Lab C t ncia a lade ó s g . e ia e enc Teléfono: (+34) 91 497 6904 o ten M d v reali ra Per l R e d ja. , n o ba d a I Módulo X. Planta baja. e s nta i in La de Laboratorios e drid e Pla X. Ma fr r b a u lo de a o ctra du u e ra dad r structurasPertenenciaaes turs, uni torrisctu la Com oitsade ras a(LIBS) latru e Laboratorios asMó resta de plasma inducida por la Coláser edRed d-e Espectroscopía y Let riae y Arq minfr v unUidnad omunidad de Madrid i a í Fax: (+34) 91 497 4435 im Arqueología f r ía log t e eo infraestructuras laM Comunidad de asdorid Pa toria y Arqu d stoMadrid iuda d de Filo e Prehi 904 - Fluorescencia de Rayos X (FRX) C a Email: secyr@uam.es s 904 ulta ento d 497 6 vcitcuiroas de de Barrido con FacEspectroscopía r te 1 l m Microscopio Electrónico e 9 e a u u s s t r s ) t io r s información sobre nuestros a os, consult 5ación ISO 900 Labora,tori ataor más on 34con Cer 1bopar o rPara frsae p 3 c + r In e ( 4 a , t id e tific L r o D : s s a s 4 d e e e co io a nX o tor 497 e oaRayos íficupara Ce(MEB-EDAX). dd d nora rtificaciLab c ntEnergías Reión de M rvicio i s de Dispersivas de o ie re d l la ficación ISO 9001 C f n a a ó b a liz , n o a id b é IS vac a r r ia 1 n O ic l ser s tr s e c de 0901baj e reacon e 9001 encon .ISO nt )tra pú restasu asaíbajos dLaboratorio Políjta.emo s s servicios, consulte nuestra Web: Comu teaan e conTse ros 4r9Certificación lapara m Ppear onservación, rva: ci rasntíf +liza icos deuestro (tau ó3 ración y est realizar s, ce denRayos ctucie n,rac ec - Difracción mos Xeu(DRX) udi @ o est yfru truos e trabajos de conservación, rcientíficos x s r s ión i festros e e a www.uam.es/SECYR d y a n res u d s F c io a Oos s científico ede in científicos ult de s servi idtro goa s, cons consulte .desobre CYR m Pajatr.imaso,nio Arqueorestauración rccio ssoni ly: estudios irim r-sservicios, , o es o Arqueológico nu a re e n ob , Pat n ló v E m gi ó i n co a ó t i S n E i Técnicas cromatográficas . b gico. s SECYR: Joaquín Barrio Martín. unes/SECY .es/ Director CYR Patrimonio Arqueológico. mac para gCRaacnitóobvlaeósdtuigloaXc. PllaenctcaiPoeni s. m. nfor ww.uam O 9001 i IS arviaesd-teiAnálisis s r n n M o t o sitin i ió con haces de iones (IBA) , e á c s c m trea :w rtifica ase,ología inivadnencia íapyoLsed Para ra Web oratorio con Ce conservación, de y rAersqu tes pr fraestructu a la Red de osgorfu p ia r e o t b d t a m s L s ras la La hisa e ntíficos bajo reo ue lien c Comu boratonrio lizar tra y estudios cie o deoPm a y 4 e r 0 s 9 n e idad c 4Asesoramiento técnico científico 97 6 ios ación ico. de M restaur io Arqueológ 3n4su) l9te1ntic5uar adrid n o im 3 r a4 Pat Labo 1 497 4 rator lte u s s e io n . r o e m c c alirestauración , o @ua Alquiler de equipo rde rvzicariotrsabajo n Certificláser ación tros seestauració sd s e u n Patrim n y e e conserv ISO 9001 b re o s n s ació para t ió o ud c R nio A rqueo ios científ n, nforma .uam.es/SECY ic ló os de gico. ww Web: w

[127]


ICOM 10

La forja del hierro: una visión etnoarqueológica. Un ejemplo de exposición temporal itinerante Raquel Castelo Ruano raquel.castelo@uam.es Consolación González Casarrubios consolaciongonzalez47@gmail.com Ana Mª López Pérez ana.lopezp@uam.es Departamento de Prehistoria y Arqueología Museo de Tradiciones Populares de Madrid (UAM) Universidad Autonoma de Madrid.

La exposición temporal titulada:

nía una oportunidad única para

La Forja del Hierro. Una visión et-

que los alumnos conocieran, des-

noarqueológica surgió en el mar-

de dentro, el complejo montaje

co de la asignatura: Gestión, Di-

de una exposición. La muestra se

dáctica y Prácticas en Museos,

basó en una selección de piezas

asignatura que forma parte del

pertenecientes al Museo de Ar-

Máster Arqueología y Patrimonio

tes y Tradiciones Populares (Cen-

(UAM)1 . En el verano de 2011 Ra-

tro Cultural La Corrala. UAM) y al

quel Castelo Ruano, Consolación

importante yacimiento arqueoló-

González Casarrubios y Ana Mª

gico de El Saucedo (Talavera la

López Pérez (Comisarias) hicimos una visita al Centro Cultural La Corrala para proponer esta iniciativa que fue acogida con gran entusiasmo pues, sin duda, supo-

1 Dirigido por el Profesor Blánquez Pérez; Canto García (Tutor de alumnos) y Castelo Ruano (Secretaria Académica), Máster que recientemente (2014) ha obtenido la Acreditación Positiva de la ANECA.

[128]


Raquel Castelo | Consolación González | Ana Mª López

Nueva, Toledo)2 . El objetivo prin-

2013) alumnos que desde un pri-

cipal fue, desde un primer mo-

mer momento se implicaron, efi-

mento, proporcionar una visión

cazmente en el largo proceso de

didáctica sobre la tecnología y

producción y montaje. Esta cola-

el uso del hierro con el fin de que

boración fue muestra de un tra-

el visitante pudiera comprobar

bajo interinstitucional e interdisci-

como este instrumental de época

plinar, pues aunó la arqueología,

romana, muy similar al prerroma-

etnografía y restauración. Pero,

no, mantuvo sus formas y funcio-

sin duda, también fue reflejo del

nes hasta fechas muy recientes desapareciendo con la mecanización y las nuevas tecnologías. Pero, además, pretendíamos que el público pudiera observar, de manera etnohistórica, cómo el hierro alcanzó una gran importancia, no solo en cuanto a tecnología en la fragua, sino por su presencia en todas las economías a las que complementaría, sin olvidar las actividades relacionadas con la vida doméstica e incluso al adorno y el aseo personal. La exposición pudo gestarse gracias a la colaboración3 de diversas personas e instituciones : Pero esta exposición no hubiera sido posible sin el trabajo de los alumnos de la asignatura: Gestión, Didáctica y Prácticas en Museos (cursos académicos 2011-2012 y 2012-

2 Yacimiento incluido en el Plan de Excavaciones sistemáticas. Subdirección General de Patrimonio. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; excavaciones dirigidas actualmente por R. Castelo Ruano y A. Mª López Pérez, sin olvidar la dirección que durante muchos años ha llevado, junto a nosotras, el Profesor Bendala Galán. Queremos agradecer desde estas páginas a los técnicos de la Subdirección General de Patrimonio las facilidades dadas para la organización de esta muestra. 3 Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Divulgación Científica; Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras; Departamento de Prehistoria y Arqueología, que han contribuido a su financiación; a las Entidades Prestadoras de las piezas: Museo de Artes y Tradiciones Populares, especialmente a Dña. Ana. I. Díaz Plaza y a Dña. Carmen Gallardo y al Museo de Santa Cruz (Toledo), concretamente a su Director: D. Alfonso Caballero y a Dña. Susana Cortés (conservadora); a Dña. Ana Isabel Pardo, Técnico del Laboratorio Docente del departamento de Prehistoria y Arqueología que coordinó los trabajos de conservación y restauración de las piezas a exhibir, así como a los investigadores Dña. M. Barril, actualmente Directora del Museo de Cuenca y a D. Joaquín Barrio, Catedrático de Arqueología, que han colaborado con sus investigaciones en el catálogo que acompañó a la muestra.

[129]


ICOM 10

carácter experimental que tiene

para la finalidad a la que se dedi-

la carrera científica. La exposición,

caban. Además se explicó cómo

como hemos indicado en el títu-

el empleo de estas herramientas

lo tuvo un carácter itinerante y se

supusieron la introducción de una

mostró en tres espacios expositivos:

serie de mejoras que dieron lugar

Sala de Exposiciones Temporales

a un cambio radical en las activi-

de la UAM (16 al 27 de abril 2012);

dades agropecuarias. Se señaló,

Sala de Exposiciones Temporales

también, cómo en época roma-

del Museo Ruiz de Luna, Talavera

na debieron de existir numerosos

de la Reina (de junio a diciembre

talleres locales establecidos en

de 2012) y en la sala de Exposicio-

ciudades y villae (como la de El

nes temporales del Museo de Ar-

Saucedo) que fabricaron una

tes y Tradiciones Populares. Centro

gran variedad de instrumentos

Cultural La Corrala. UAM, Madrid

con alto grado de especializa-

(febrero de 2013). (www.uam.es).

ción.

En las tres sedes se mantuvo el mismo discurso expositivo que fue estructurado en las siguientes áreas temáticas: Introducción titulada: La Forja del Hierro eslabón entre culturas: Dedicada a contextualizar el contenido de la exposición. Se explicó cómo con anterioridad al mundo romano ya se conocían en la península ibérica diversos tipos de instrumental de hierro en contextos ibéricos y celtibéricos, y cómo estos alcanzaron tan alto grado de desarrollo que en muchas actividades se consiguió la herramienta justa y apropiada

Folleto promocional de la exposición: La Forja del Hierro: una visión etnoarqueológica en la Sala de Exposiciones del pabellón B. UAM.

[130]


Raquel Castelo | Consolación González | Ana Mª López

Área I. En la Fragua del Herrero.

Fotografía Inauguración de la exposición: La Forja del Hierro: una visión etnoarqueológica en la Sala de Exposiciones del pabellón B. UAM.

En esta área se especificó el papel tan importante que tuvo el

trabajo, y con la creación de una

herrero, no solo en la antigüedad

ambientación con la colocación

sino también en la sociedad tradi-

de cestos que contenían troncos

cional y cuyo trabajo se especiali-

de madera y restos de carbones.

zó en ámbitos bien diferenciados, abordándose, también, aspectos

Área II. La trilogía Mediterránea.

vinculados a las características

Se expusieron en diversas vitrinas

de las fraguas. Con el fin de ha-

piezas de época romana y pie-

cer más didáctico el conocimien-

zas de las sociedades tradiciona-

to de este espacio de trabajo

les: hoces, corquetes, podaderas,

recurrimos a una escenografía in-

azadas, hachas dobles, etc. Los

tegrada por una fotografía de un

objetos, al igual que los exhibidos

herrero trabajando en su fragua,

en el resto de la exposición fueron

complementada con la coloca-

acompañados por sus respecti-

ción de instrumentos reales de

vas cartelas que, además de in[131]


ICOM 10

dicar de qué objeto se trataba,

la excavación se elaboró una re-

su procedencia y cronología, se

producción de cómo sería ésta,

indicaba, también la actividad

llevada a cabo por Dñª. N. García

para la que se utilizaron.

Fernández. Además se elaboró y

Área III. El cuidado de los animales. Oficio ancestral. Se mostraron piezas romanas y tradicionales tales como: tijeras de esquilar y cencerros. Junto a estos últimos se expuso una maqueta realizada por Sandra Melatunche en la que se explicaba, muy gráficamente, el

expuso un muestrario de diferentes tipos de fibras textiles que el espectador podía tocar con el fin de observar la diferencia entre ellos. En esta área se exhibieron, también, piezas vinculadas con las actividades de carpintería y albañilería: cinceles, azuelas,

proceso de elaboración de un cencerro, desde el primer paso, consistente en el recortado de la chapa de hierro, su proceso de doblado y confección de asa; el embarrado y la pieza final una vez sometida a cocción. Área IV. Los Oficios. En este apartado se mostraron útiles relacionados con la obtención de fibras textiles, haciendo especial hincapié en el tratamiento del lino debido al hallazgo en el yacimiento de El Saucedo de los restos de una cardadora destinada a este fin. Para que el público comprendiera la disposición de los escasos

Portada del catálogo de la exposición: La Forja del Hierro: una visión etnoarqueológica.

restos hallados en el contexto de [132]


Raquel Castelo | Consolación González | Ana Mª López

formones, etc.; y se expuso una

pañada por puntas de jabalina,

completa tipología de clavos co-

de lanza o elemento de arreo de

rrespondientes a la carpintería de

caballo. En los paneles explica-

armar así como elementos em-

tivos se hizo hincapié en que la

pleados en la carpintería de talla.

caza fue simbolismo del estatus

Finalmente en esta área exposi-

social alcanzado por las aristo-

tiva se exhibieron herramientas

cracias del Bajo Imperio, una for-

y producto final vinculados a la

ma de exaltar la virtus, ya que a

talabartería: cuchillas, sacabo-

través de la figuración de la bes-

cados o tachuelas empleadas en

tialidad de lo salvaje se quería

los remaches de piezas de cuero.

enfatizar el valor del cazador que

En esta ocasión como recurso di-

puede llegar a domar a la fiera.

dáctico se recurrió a la coloca-

La exposición contó con varios ti-

ción de un cráneo de caballo

pos de recursos didácticos, ade-

que fue ataviado con arreos de

más de los ya mencionados con

cuero, muestra de la actividad

anterioridad :

del talabartero o guarnicionero.

4

1.- Paneles explicativos, uno rela-

Área V. La vida cotidiana. Del

tivo al mundo romano y otro a la

joyero a la mesa. Se expusieron

sociedad tradicional, con atracti-

pinzas de depilar, fíbulas, asas de

vos títulos con el fin de captar la

caldero o acetre, coladores, cu-

atención del visitante e interesarle

chillos y diversos tipos de ganchos

para que continuara con su lectu-

tanto de época romana como

ra. 2.- Reconstrucciones infográfi-

de la sociedad tradicional.

cas de aquellos instrumentos de

Área VI. La exaltación de la virtus: La caza. Como pieza relevante

época romana que habían sido documentados de manera frag-

se mostró un ejemplar de cuchillo denominado “Tipo Simancas”, cuchillos ligados a contextos venatorios. La pieza estuvo acom-

4 Escenografía de luna fragua, maqueta con el proceso de elaboración de un cencerro, cráneo de caballo con diversos elementos de talabartería y muestrario de fibras vegetales.

[133]


ICOM 10

mentaria y que el espectador qui-

pios del I milenio a.C., que fueron

zá no tuviera la capacidad para

asimilados con prontitud por los

reconstruirlos volumétricamente.

pueblos ibéricos, la importancia

3.- Fragmentos de textos literarios

de la figura del herrero tanto en

de autores clásicos que hacían

la antigüedad como en la socie-

referencia al cuidado y uso de

dad tradicional debido al servicio

las herramientas de hierro presen-

que este ofrecía a la comunidad

tes en las explotaciones agrope-

en general, así como la impor-

cuarias romanas. 4- Dos videos,

tancia que alcanzó, en época

el primero que recogió las diver-

romana, el instrumental de hierro

sas actividades económicas de

llegando, prácticamente sin mo-

la sociedad tradicional explica-

dificaciones, hasta nuestros días.

das en la exposición y el segun-

6.- Publicación de un catálogo

do en que se contextualizaron los

en el que se recogieron, además

hallazgos procedentes de la villa

de una ficha para cada una de

titulado: El Saucedo. De villa pa-

las piezas expuestas, importantes

laciega a parroquia rural. Un pa-

estudios vinculados con los diver-

seo por su historia. 5.- Folleto infor-

sos aspectos recogidos en la ex-

mativo en el que se especificaron

posición que fueron firmados por

aspectos tales como la llegada

reconocidos especialistas en sus

de avances técnicos a princi-

respectivos campos de investigación (www.academia.edu/...)

Tríptico editado para la sede de la sala de exposiciones temporales del Museo Ruíz de Luna (Talavera de la reina, Toledo)

[134]


Raquel Castelo | Consolación González | Ana Mª López

áreas

expo-

sitivas

dete-

niéndonos en aquellos objetos que consideramos más relevantes

y

haciendo hincapié en la Vista de una de las vitrinas de la exposición: La Forja del Hierro: una visión etnoarqueológica, en la sede de la sala de exposiciones Temporales del Museo Ruiz de Luna (Talavera de la Reina, Toledo).

similitud entre los objetos romanos y los documentados hasta fechas relativamente recientes. Por último, los

Asociados a la exposición se llevaron a cabo una serie de actividades didácticas. En la sede de la sala de Exposiciones de la UAM, la actividad estuvo dirigida a los alumnos de Tercero de primaria de El Colegio Estilo. Se estructuró en tres partes: una primera dedicada a explicar el contexto arqueológico en el que se habían documentado las piezas arqueológicas, con una proyección y explicación de un power

niños, realizaron un taller de cestería de mimbre (en las mismas salas de exposición), en el que cada niño elaboró una cesta que pudo llevarse a su casa. El taller fue dirigido por Dña. P. González quien contó con la colaboración de Dñª. I. Ahmed Hamoud y Dña. E. Vivier Sabatier.5 Tras finalizar la visita se entregó, a cada niño, un cuadernillo didáctico con el fin de que en el colegio reforzaran los conocimientos adquiridos.

point adaptado a su nivel educativo titulado: Un día en la Casa de campo de Cornelia. Una niña romana. A continuación se realizó un recorrido por las diferentes

5 En aquel momento alumnos de la asignatura: Gestión, Didáctica y Prácticas en Museos.

[135]


ICOM 10

Mi amigo Quintus está sembrando trigo. Ayúdale a dar color al dibujo. Y, finalmente un recortable titulado: Mi padre Iulius y mi madre Aurelia van a empezar el día. Ayúdales a vestirse. En la sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares se realizaron visitas guiadas a cargo de Dña. Piedad GonDetalle de una de las vitrinas de la exposición: La Forja del Hierro: una visión etnoarqueológica, en la sede de la sala de exposiciones Temporales del Museo Ruiz de Luna (Talavera de la Reina, Toledo).

zález Gónzalez. En esta ocasión se dirigieron a grupos de adultos de diferentes centros culturales del Ayuntamiento de Madrid, concretamente de los Centros Culturales

La niña Cornelia a la que ya co-

de Tres Cantos y Antonio Macha-

nocían a través del power point

do. Con el discurso expositivo que

les proponía una serie de activi-

planteamos pretendimos que el

dades y preguntas. Entre éstas

visitante pudiera descubrir la infor-

podríamos mencionar: Mira el di-

mación que encerraban las pie-

bujo y di que habitaciones tiene

zas arqueológicas y etnográficas

mi casa, ¿se parece a la tuya?

expuestas. Nuestro objetivo último

¿Cómo se decoraban los suelos?

fue mostrar las diversas activida-

¿Y las paredes? ¿Cómo se en-

des económicas características

tretiene mi padre? ¿Y mi madre

de la sociedad romana y cómo

que hace mientras mi padre está

estas apenas habían sufrido cam-

de caza?. A través de una serie

bios desde el punto de vista de su

de fotografías, Cornelia pregun-

tecnología hasta que se produjo

ta ¿Para qué utilizan mis criados

la mecanización del campo y la

estas herramientas? Por último, el

industrialización. La exposición: La

cuadernillo didáctico incluía un

Forja del Hierro. Una visión etnoa-

dibujo para colorear con el título:

queológica tuvo una gran acep-

[136]


Raquel Castelo | Consolación González | Ana Mª López

na. D. G. Lago y Alcalde pedáneo de Talavera la Nueva, D. Vicente Sánchez, además de varios concejales de ambas corporaciones municipales. Entre los noticias de prensa publicadas podemos citar: ”“Curiosa muestra comparativa de Forja en el Ruiz de Luna” (La Voz de Talavera.com “Talavera en el centro de la Historia” Área expositiva: La Vida cotidiana: del joyero a la mesa en la sede de la sala de exposiciones temporales del Museo de Artes y Tradiciones Populares. Centro Cultural La Corrala (UAM).

(Futurart.Diario Digital Digital de actualidad y empresas) y “Objetos que permanecen” www.latribunadetalavera.es).

tación en cada una de las sedes en las que fue presentada tal y como demuestra el gran número de visitantes que acudieron a la muestra, así como el interés demostrado por los medios de difusión de Talavera de la Reina que cubrieron el evento de la inauguración en la sede del Museo Ruiz de Luna, inauguración que contó con la presencia de autoridades del Gobierno Autonómico y Local: Director General de Cultura

Taller infantil de Cestería impartido a los alumnos del Colegio Estilo (Madrid).

de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, D. F.J. Morales; Alcalde de Talavera de la Rei[137]


ICOM 10

Arqueo l o gí a e x p e r ime n tal y re co ns t r u cc io n e s his tó r ic as . H o rn o s i bé r i c o s d e reduc c i ó n de hie r r o José Miguel Gallego Cañamero Arqueólogo. ARTIFEX Conservación y recreación del patrimonio arqueológico artifex.crpa@artifexcrpa.com

La arqueología experimental, una

alternativa de la Historia consti-

disciplina intrínseca a la arqueo-

tuyéndose, a la par, como un im-

logía convencional, nacida en el

portante elemento de atracción

mundo anglosajón hace ya algu-

turística, una entretenida y diná-

nas décadas y cuyo objetivo es la

mica actividad didáctica e inclu-

comprobación activa y práctica

so como un nada despreciable

de las hipótesis lanzadas en el te-

agente de desarrollo (Augè - Ga-

rreno de la interpretación de las

llego, 2011). Esta disciplina, que

evidencias arqueológicas, se ha

actualmente parece estar expe-

demostrado en los últimos años

rimentando una relativa eclosión,

como una excelente herramienta

en tanto disciplina científica que

científica capaz de complemen-

es, debe respetar parámetros de

tar a la investigación de campo,

rigurosidad y fidelidad hacia la

pero también como un poten-

documentación arqueológica y

te instrumento para aproximar al

también intentar responder, me-

público general una perspectiva

diante la concisa recolección de [138]


José Miguel Gallego Cañamero

datos, a las cuestiones que la pro-

el desarrollo de nuevos ámbitos

pia arqueología nos plantea. Sólo

de trabajo, ofreciendo resultados

de esta manera puede aportar

muy atractivos e interesantes a

argumentos útiles y fiables a la

la comunidad científica (Burillo –

comunidad científica.

Rovira, 2005; Gallego, 2013, 2014

La arqueología experimental se extiende hacia aspectos tan amplios como la talla lítica, la arquitectura, la metalurgia, el textil, la joyería en metales nobles y vidrio o un sinfín de ámbitos de la vida cotidiana civil o militar de cualquier periodo y civilización históricos de los que no poseemos la documentación necesaria para conocer plenamente y sin margen de error los detalles.

y en prensa). Uno de los campos más interesantes, en este sentido, y que aún puede arrojar mucha luz sobre los conocimientos que actualmente poseemos sobre los procesos de elaboración de herramientas y armas férricas, es la reproducción

experimental

de

la cadena siderúrgica, abarcando desde la extracción del mineral en filones geológicos a cielo abierto hasta el trabajo manual en la fragua. Disponemos para

En el caso de la producción side-

ello de abundante información

rúrgica de los pueblos pre-roma-

en la que apoyarnos para llevar

nos que habitaban la Península

a cabo la reconstrucción de mo-

Ibérica entre los siglos VI y II a. C.

delos interpretativos experimen-

(nuestra especialidad), y en con-

tales. La presencia en el registro

creto, en el proceso de elabora-

arqueológico de estructuras in-

ción de sus armas de hierro, las

terpretadas como hornos de re-

cuales conocemos extensamente

ducción amén de infinidad de

gracias a diversos estudios (Que-

evidencias relativas a la cadena

sada, 1997; García, 2013 sólo por

siderúrgica (escorias férricas, res-

citar algunos ejemplos), hace re-

tos de estructuras fornarias, mues-

lativamente pocos años que esta

tras de mineral, etc.), los resulta-

disciplina se ha implementado en

dos de analíticas que confirman [139]


ICOM 10

la delicada precisión en la factu-

bio de Megalópolis, Diodoro de

ra y la extraordinaria riqueza or-

Sicilia, Filón de Bizancio o Marcial

namental de algunas piezas, y la

de Bílbilis) constituyen nuestra in-

presencia en la literatura clásica

dispensable zona de recolección.

de numerosas menciones sobre

Para nosotros, habitantes del siglo

las excelencias del hierro y las ar-

XXI, este corpus documental, mix-

mas ibéricas y celtibéricas (Poli-

tura de literatura y objetos exhu-

Figura 1. Esquema del planteamiento científico ideal aplicable a la arqueología experimental.

[140]


José Miguel Gallego Cañamero

mados de la tierra, constituye la

la fragua, etc. Por otro lado, es

totalidad de testimonios a los que

necesaria una detallada revisión

podemos tener acceso, y por

de los autores clásicos (entre los

tanto, deben ser tratados con la

que destacan los anteriormente

máxima atención y profundidad.

mencionados) que transmiten un

Adicionalmente, y frente a la ha-

conjunto de informaciones y da-

bitual ausencia de elementos y

tos sobre la metalurgia de los an-

evidencias, es recomendable, en

tiguos habitantes de la Península

este sentido, recurrir a la imagina-

Ibérica conteniendo un elevado

ción en la misma proporción que

interés paleo-etnográfico directo,

lo es huir de la fantasía.

dado que algunos de ellos llega-

Así, todo estudio riguroso de ar-

ron a conocer en primera perso-

queología experimental, incluido

na a los pueblos que describían

el tema que nos ocupa, trans-

(es el caso de Polibio de Mega-

curre por una secuencia que se

lópolis). Otros, además, pudieron

inicia con una pormenorizada

tener acceso a obras literarias de

recopilación de la documenta-

autores que actualmente no se

ción arqueológica con la que dis-

conservan.

poner de la máxima información posible acerca de las etapas del objeto de estudio, incluyendo, si cabe, los procesos tangenciales o periféricos (Figura 1). En nuestro caso, la producción siderurgia protohistórica, ello implica obligatoriamente la aproximación a la elaboración de carbón, a la extracción y enriquecimiento de mineral, al trabajo de compactación y a los trabajos de postreducción y de manipulación en

Sintetizando, los hornos siderúrgicos de reducción directa documentados en contextos arqueológicos de la Primera o Segunda Edad del Hierro de la Península Ibérica son estructuras generalmente construidas con arcilla, piedras y fibras vegetales, en ocasiones semi-excavados en el geológico, posiblemente con forma cilíndrica o cónica, más amplios en la mitad inferior y más estrechos en [141]


ICOM 10

la mitad superior. De mecánica

vadas en una atmósfera rica en

muy rudimentaria, no se puede

carbono (o “reducida”, de ahí el

afirmar que pudieran garantizar

nombre) liberado por el carbón,

una alta productividad (entendi-

necesario para separar el hierro

da en términos modernos), razón

puro (Fe) del resto de componen-

por la cual se habría producido

tes del mineral (aluminio, magne-

una concentración en zonas de

sio, etc).

producción intensiva próximas a las áreas de captación de ma-

A partir de los 700 ºC, los óxidos e

terias primas, fundamentalmente

hidróxidos de hierro empiezan a

mineral y madera. En la actuali-

reaccionar con el monóxido de

dad conocemos prácticamente

carbono (CO) que desprende el

en su totalidad el denominado

carbón vegetal, liberando dióxi-

“proceso de reducción directa”

do de carbono (CO2) y aislando

que consiste en someter el mineral

el hierro metálico (Fe) (Figura 2).

de hierro a una reacción química

Estos índices térmicos representan

a la que sólo se puede acceder

solamente la fase inicial de la re-

mediante temperaturas muy ele-

ducción. En realidad, para obte-

Figura 2. Esquema diacrónico de los principios físicos que se producen durante el proceso de reducción directa.

[142]


José Miguel Gallego Cañamero

to, y si prolongaban el proceso durante el tiempo necesario, se obtenía un material que denominamos “esponja” en el que se encuentran entremezclados el hierro puro, el material residual (que conocemos como “escoria”) y restos de carbón, cenizas o restos de pared o toberas fundidas. Este material era posteriormente tratado en lo que conocemos como “proceso de depuración” que consistía en su martilleado en caliente para eliminar las impurezas y, mediante el doblado y estirado, elaborar lingotes a partir de los cuales podían preparar armas o herramientas (Mangin, 2004). Como paso final, el cotejo meFigura 3. Un personaje ibérico introduce aire en el interior de un horno de reducción directa experimental.

diante el análisis con microscopio electrónico de barrido (MEB/ SEM) y con el analizador por dispersión de energía de rayos X (EDM), de

ner una reducción completamen-

los resultados obtenidos a través

te exitosa, se trata de un registro

de la experimentación (escorias

muy por debajo de la tempera-

y metal) con las piezas originales

tura requerida para que el resto

halladas en los yacimientos ar-

de componentes del mineral se

queológicos, puede ampliar tan-

separen óptimamente del metal,

to cuantitativa como cualitativa-

del orden de los 1.200˚C. Una vez

mente los conocimientos sobre

alcanzado y superado este pun-

los parámetros de fabricación, las [143]


ICOM 10

cuando no desmontar, hipótesis tradicionalmente aceptadas. Por otro lado, no se debe menospreciar la capacidad de atracción que las actividades de arqueología experimental ejercen sobre el público, especialmente entre los más jóvenes. Efectivamente, para los visitantes de museos y yacimientos arqueológicos, la posibilidad de contemplar procesos experimentales que en la tradicional cultura de polítiFigura 4. Reconstrucción experimental de algunas estructuras exhumadas en el yacimiento ibero- cosetano de Les Guàrdies (El Vendrell, Tarragona).

cas museográficas y de difusión pasan inadvertidos o quedan ocultos tras la relevancia que se otorga al “objeto” en sí, puede

cotas térmicas y las materias pri-

despertar en las personas inquie-

mas usadas en la elaboración de

tudes científicas, puede fomentar

los elementos férricos destinados

la auto-reflexión sobre los proce-

tanto a actividades agropecua-

sos históricos, y sobre el concep-

rias como a la guerra. La cons-

to “evolución” y finalmente acre-

trucción de modelos interpretati-

centar el interés por la Historia y

vos experimentales que respeten

consecuentemente, por la disci-

esta secuencia ofrecen las ga-

plina científica que la estudia, la

rantías de rigurosidad y fiabilidad

Arqueología. Sin embargo, ello ha

mínimas capaces de proponer

de llevarse a cabo no sin una cier-

nuevos marcos teóricos sobre la

ta precaución, pues la arqueolo-

dinámica, funcionalidad y pro-

gía experimental suele estar re-

ductividad del proceso siderúrgi-

ñida con horarios programados

co y de poner en tela de juicio,

y con horas punta de asistencia [144]


José Miguel Gallego Cañamero

de visitantes y tiende a desarrollarse siendo fiel a sus propios parámetros y dinámica. Por esta razón, no es posible subordinar el trabajo experimental sensu stricto a las exigencias y necesidades de un programa de actividades fijo, sino todo lo contrario. Es importante que el público entienda que la Ciencia se articula a sí misma y que se adapte a este fenómeno para tener un pleno acceso al corazón

Figura 5. Niños de la Vall Ferrera (Pallars Sobirà, Lleida) aprenden mientras ayudan a construir un horno de reducción directa experimental en el marco de las jornadas Boscos de Ferro.

de la misma. O dicho en otras palabras: a nuestro juicio, se puede

estamos convencidos, ayudará

llevar a cabo una experimenta-

progresivamente a comprender

ción pública totalmente riguro-

por un lado, cómo y por qué se

sa y fiel al registro arqueológico

crearon los modelos originales,

siempre y cuando el visitante asu-

y por el otro, a ampliar la sensi-

ma que la importancia de la ex-

bilidad y la inquietud hacia la

periencia reside, no en él mismo,

arqueología y hacia el método

sino en el objeto de estudio y en

científico.

su propio ritmo natural. La programación en museos de

Bibliografía:

arqueología y yacimientos ar-

AUGÈ, O., GALLEGO, J. M. (2011).

queológicos y la implementación

«Experimental archaeology and

de asignaturas en la oferta esco-

local development», póster pre-

lar o académica de actividades

sentado en el II Re-Arc Conferen-

relacionadas con esta disciplina,

ce, Gascoine, (EE.UU). [145]


ICOM 10

GALLEGO, J. M. (2014). «Experimentando con armas ibéricas de hierro. La producción del metal en hornos de “tiro natural”», Gladius, vol. XXXIV (CSIC), 37- 64. GALLEGO, J. M. (en prensa). «La producción de hierro entre los pueblos ibéricos septentrionales. Experimentaciones y primeros resultados», Kobie, serie Anejos, núm. Figura 5. Un horno de reducción directa ibérico experimental a pleno rendimiento.

BURILLO, F., ROVIRA, S. (2005). «Experimentos de fundición de minerales de hierro en la ciudad-estado celtibérica de Segeda (Mara, Zaragoza)», en Avances en Arqueometría, 137- 145 (Universitat de Girona). GALLEGO, J. M. (2013). «La siderurgia en el mundo ibérico. Primeros

13 (Diputación Foral de Bizkaia). GARCÍA, G. (2013). El armamento de influencia La Tène en la Península Ibérica (Monographies Instrumentum, 43). Montagnac: Éditions Monique Mergoil. MANGIN, M. (dir.) (2004). Le fer (Col. Archéologiques). Paris: Errance.

datos a partir de la experimenta-

QUESADA, F. (1997). El armamento

ción arqueológica», en PALOMO,

ibérico. Estudio tipológico, geográ-

A., PIQUÉ, R., TERRADAS, X. (eds.).

fico, funcional, social y simbólico

Experimentación en arqueología.

de las armas en la Cultura ibérica

Estudio y difusión del pasado, Actas

(siglos VI- I a. C.) (Monographies

del III Congreso Internacional de Ar-

Instrumentum, 3). Montagnac: Édi-

queología Experimental, Sèrie mo-

tions Monique Mergoil.

nogràfica del Museu d’Arqueologia de Catalunya de Girona, 25.2, 363370. [146]


José Miguel Gallego Cañamero

Recursos on-line:

- Documental (en catalán con

- Página web de ARTIFEX, crpa

subtítulos en castellano e inglés)

con videos y artículos sobre la si-

sobre la reconstrucción experi-

derurgia experimental:

mental de la cadena siderúrgica

www.artifexcrpa.com

documentada en el yacimiento ibero-cosetano de Les Guàrdies (El Vendrell - Tarragona), entre los ss. IV y II a. C.: www.youtube.com/...

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www.spanishexhibits.es www.visionesdeespana.es

[147]


ICOM 10

Museo Territorio. “El Valle del Hierro”/ “Burdin Harana” Aurelio González García Director de LENBUR Fundazioa. Olatz Conde Rodrigo Investigadora de LENBUR Fundazioa.

Localización.

Resumen Histórico.

El pueblo de Legazpi está situa-

Ya desde la Edad del Hierro co-

do en la provincia de Gipuzkoa y

nocían nuestros antecesores, los

cuenta con 8.718 habitantes.

gentiles, el secreto del hierro. Vivían en los montes y se dedicaban a la obtención del hierro.

Ferrería Mirandaola.

[148]


Aurelio González G.| Olatz Conde R.

Las haizeolas, o ferrerías de viento, se situaban en los montes, donde extraían el hierro. El procedimiento seguido para la transformación del hierro era el denominado método directo, y vieron la luz entre los siglos XI y XIV. En el siglo XIV, las ferrerías bajaron a orillas del río, para aprovechar la fuerza hidráulica, estas nuevas ferrerías

Museo de Hierro. Ruta de las Ferrerías.

tomaron el nombre de zeharola, ferrerías de agua. Si en el siglo XV en Legazpi funcionaban más de veinte ferrerías, 200 años más tarde sólo cuatro o cinco seguían en marcha. El siglo XIX fue testigo del cierre de la última ferrería legazpiarra. En 1908, Patricio Echeverría, creará una nueva fábrica, con tan sólo 12 trabajadores, que

El Rincón del Pan. Ruta de las Ferrerías

se dedicará a la fabricación de herramientas. Poco a poco, se irá ampliando la fábrica, y se construirán: viviendas para los trabajadores, colegios, capilla, economato, y se creará en torno a la fábrica un mundo físico y social.

El Ecomuseo del Pastoreo. Ruta de las Ferrerías.

[149]


ICOM 10

ferrerías, se puede ver cómo se hacía el hierro en el siglo XVI en una ferrería restaurada, se muestra un molino del siglo XVI donde se enseña cómo se hacía harina; un caserío donde se hace queso artesanalmente, otro donde se ve cómo se hacía el pan artesanalmente, y otro la miel, además AIKUR. El Museo de las abejas. Ruta de las Ferrerías.

se han recuperado unos hornos para la calcinación de calamina, vestigios de la ya desaparecida

Legazpi como Museo Territorio: El

actividad minera en Legazpi.

valle del Hierro

2.-Industrial: está situada en la

La tradición del hierro se ha con-

zona urbana de Legazpi, donde

servado en Legazpi desde el siglo

se ha recreado la relación entre

XI, para recrear la vida en los dife-

el ser humano, la naturaleza y el

rentes siglos y explicar cómo el ser

hierro, en el siglo XX.

humano ha sabido adaptarse a los tiempos, La Fundación Lenbur ha dividido, imaginariamente, el municipio en dos áreas:

Legazpi ha trabajado el hierro de forma continuada a través de los siglos, pero las formas de vida cambiaron notablemente a raíz

1.- Pre-industrial: está situada en

de la industrialización, los baserri-

la zona rural de Legazpi, donde

tarras y los ferrones se convertirán

se ha recreado la relación, entre

ahora en trabajadores de la me-

el ser humano, la naturaleza y el

talurgia, las ferrerías dejaran paso

hierro, en los siglos XI-XVIII. Para

a las fábricas, y los caseríos a las

recrear esa época, se han recu-

viviendas obreras,…

perado diferentes elementos y formas de vida. En la ruta de las [150]


Aurelio González G.| Olatz Conde R.

Para mostrar esta nueva realidad, la Fundación Lenbur, ha recreado la vida alrededor de la fábrica, del trabajador y de sus familias, investigando la vida cotidiana a mediados del siglo XX, recuperando una vivienda, un aula y una capilla, todas ellas de los años 50. Trabajos de investigación A lo largo de estos años de vida (1997-2015), la Fundación ha im-

Ruta Obrera. Vivienda recreada en los años 50.

pulsado trabajos de investigación y recuperación de los elementos que han formado parte de nuestro pasado industrial, dando lugar a la consecución de varios museos. Asimismo, dichos trabajos han permitido a LENBUR Fundazioa hacer acopio de instalaciones, maquinaria, testimonios, mobiliario, planos, fotos, cuadros y documentación que ha dado lugar a la creación del Centro de Documentación y Biblioteca

Ruta Obrera. Escuela recreada en los años 50.

Técnica LENBUR, importante referente de investigación y conocimiento del Patrimonio Industrial y de la Memoria del Trabajo en Gipuzkoa.

[151]


ICOM 10

Divulgación

Chillida lantoki.

LENBUR Fundazioa ha puesto en

El antiguo edificio que albergaba

marcha la oferta turístico-cultural

la fábrica de papel de Patricio

denominada “El Valle del Hierro”,

Elorza, en Legazpi, en un espacio

un lugar donde el ser humano, la

de 1.300 m/2, se ofrece la posibi-

naturaleza y el hierro tienen me-

lidad de conocer la relación di-

moria a través de dos rutas: “El

recta entre dos mundos: el indus-

latido de las Ferrerías” y “Un día

trial y el artístico. Convertido en

en los años 50: La Ruta Obrera”,

espacio expositivo, aborda dos

generando un producto turístico-

facetas importantes en la trayec-

cultural que ya en su fase de eje-

toria artística de Eduardo Chillida:

cución ha invertido más de 20 mi-

la forja del hierro y el trabajo en

llones de euros y ha dado trabajo

papel. Por una parte, las personas

a más de 300 personas/ contrato/

que lo visiten verán de cerca la

año (1997- 2014). Un proyecto que

maquinaria sin la cual no hubie-

ha aunado voluntades públicas y

ra sido posible realizar esculturas

privadas y nos ha posicionado en

de grandes dimensiones. Y por

foros a nivel del País Vasco, esta-

otra, a través de tórculos y pren-

tal e internacional, con más de

sas, descubrirá la importancia de

15 proyectos europeos a sus es-

la obra en papel para el artista,

paldas. Un proyecto que ha po-

y se introducirán en el fascinante

sibilitado que hasta la fecha (año

mundo del grabado.

2014) nos hayan visitado más de 350.000 personas.

Interior de Chillida lantoki.

[152]


Aurelio González G.| Olatz Conde R.

Recuperación de la Memoria del

mundo del trabajo y el mundo

Trabajo.

social referente al siglo XX (años

Desde LENBUR Fundazioa estamos

1920-1960, especialmente). El ar-

recuperando la Memoria de to-

chivo pasará a formar parte del

das aquellas personas: empresa-

Centro de Documentación de

rios, técnicos, sindicalistas, traba-

la Fundación. Dicho archivo será

jadores que del caserío tuvieron

un instrumento de investigación

que ir a las fábricas, trabajadores

para diferentes disciplinas de las

que desde otras comunidades tu-

Ciencias Sociales y Humanas.

vieron que venir al País Vasco, la mujer en el trabajo, etc. Una Memoria que esta impresa en la retina de muchas personas, mayores de edad, pero que muy pronto puede desaparecer. Estamos entrevistando a personas que forman parte de una generación que ha vivido en primera persona los cambios sociales e industriales del País Vasco. Personas procedentes de diferentes estamentos sociales y procedencias geográficas. El objetivo que persigue la Fundación es recuperar, estudiar, conservar, difundir y musealizar el testimonio de personas residentes en la Comunidad Autónoma del País Vasco, creando un archivo de entrevistas con base de datos, con información de personas que nos hablen del [153]


ICOM 10

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