Furias Nº 21

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Agosto-Septiembre 2014/ NÂş 21 Buenos Aires-Argentina

Entrevista

Sara Porras

Argentina tambiĂŠn es Afro

Dossier

Palestina L ibre

Mujeres

adolescentes en las noticias


SUMARIO 3 Editorial. 4 James Darling. 6 Violaciones, secuestros y femicidios.Todos opinan, pocos analizan. 9 Una sonrisa para los quom. 13 Parteras de nuevos feminismos. 16 Argentina también es Afro. 20 “Lo principal es cambiar el foco”. Entrevista a Sara Porras. 26 Dossier especial: Palestina Libre. La Guerra y la Paz. 28 La tierra prometida. 30 Eichmann y la banalidad del mal. 34 El Gran Señor de las Guerras. 38 Mujer, ni sumisa ni devota, te quiero Libre, Linda y Loca. 43 Un viaje al pasado. 44 ¡Estos senos pequeños! 47 Poesía: Sat-Nam

STAFF

Dirección: Anahí Ayelén Más Coordinación: Analía Daniela López/Valeria Tellechea/Sofía Espul/Nadia Beherens Colaboradoras/es: Ángela San Lorenzo/Daniela Dicipio Gabriela Guevara/Sebastián d’Albuquerque Manuela Carballo del Río/ Mónica Bermejo Vanina Nielsen/Susana Salina Camila Parodi/ Mabel Bellucci Colaboradoras/es Especiales: Miralys Sánchez Pupo (Cuba) Ileana Alamilla (Guatemala) Esteban Morales Gallardo (Chile) Natalia Tellechea (Nueva Zelandia) Vanessa Rivera de la Fuente (Chile) Zenaida Ferrer (Cuba) Ivis Acosta Ferrer (España) Charly Morales (Cuba) Leonor Silvestri Ilustraciones: Marcos Villalva/Anabel Saldaqui/ Beto Oris/Joan Alfaro Cabrera Ilustración de tapa: Delia Iglesias- http://lanenaconeja.blogspot.com.ar/ Fotografía: Marianela Anderson/Mariela Poggi Diseño Gráfico: OrbeDiseño Diseño WEB: Acrosoma

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Registro de marca Furias. Nº3044385 www.revistafurias.com/info@revistafurias.com


Editorial

NARRAR Por Revista Furias

Ecos de sombra de Nicolás Menza

La presencia de las mujeres en la historia es innegable, aún cuando los libros que nos hacen leer en la escuela todavía digan que los grandes próceres han sido varones, por supuesto heterosexuales, claro está. ¿Pero cuál es el rol que queremos tener en la historia? ¿Aspiramos a obtener ese reconocimiento o debemos enfocarnos hacia la acción y que la gloria y la fama vengan solas, si es que son parte del obje9vo? ¿Acaso no hacen historia aquellas madres/esposas/hijas que resisten en Pales9na, sin armas, sin recursos de ningún 9po, sin ya casi capacidad de asombro ante los horrores que ocurren a diario ante sus ojos? ¿No hace historia un grupo de mujeres que decide salir a poner el cuerpo junto con aquellas que necesitan abortar en un contexto legal que las califica como criminales? ¿No merecen pasar a la historia las que lejos de pasar por alto una realidad de la que no necesariamente son protagonistas, eligen serlo por el sólo hecho de solidarizarse con un otro que está sufriendo injus9cias? A esas mujeres podemos ponerles nombre, podemos darle en9dad, entre esas mujeres hoy podemos decir que está como ejemplo Estela De Carlo;o, con más de 37 años de lucha en su haber y hasta ahora 115 nietxs encontradxs. Pero las socorristas en red, las madres/hijas/esposas pales9nas, las que luchan por el reconocimiento de una iden9dad cualquiera sea la elegida, también 9enen nombre, también llevan adelante una lucha de la cual quizás podrían elegir no formar parte; pero eligen serlo. Nuestra función como medio de comunicación es nombrarlas y alentarlas, reivindicar ese rol, tan invisibilizado como irremplazable. Porque la historia no es solo aquello que ya está escrito, la historia se escribe todos los días y forma parte de nuestra responsabilidad como comunicadorxs elegir este recorte de realidad que incluye a aquellxs que merecen que los libros alguna vez las mencionen.

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a r t e

JAMES DARLING Por Lucas Fauno Gutiérrez

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Ser hombre trans. Ser hombre trans y actor porno. Ser hombre trans y director porno. Ser hombre trans y performer. Ser hombre trans y educador sexual. Ser James Darling. El porno-queer, a diferencia del comercial, 9ende a mostrar mayor variedad de figuras, géneros y ac9vidades. Los cuerpos son trans, co9dianos, de colores, imperfectos, reales y se permiten explorar y compar9r su goce de maneras que van más allá de las impuestas por esa “normalidad” de las películas que más facturan dentro del circuito comercial. Uno de sus mayores exponentes es el director James Darling: “El foco está en la auten9cidad. Alentamos a los performers a tener sexo tal como lo harían fuera de cámara y eso hace que los orgasmos que filmamos usualmente sean reales” Situado en Oakland, San Francisco, James Darling fundó su propia productora FTMfucker.com. Como todo en lo que propone algo dis9nto al negocio predominante, del porno en este caso, los recursos son menores. “Raramente hay es9listas o maquilladores, las grandes mansiones y estudios se reemplazan con casas del equipo, que es mucho menor”, pero a la vez hay más mujeres y trans, como James, dirigiendo; la paga no es en base a las ac9vidades que desarrollen para la cámara y los performer pueden elegir sus partnaires. Si bien el rubro no brinda mucho espacio y oportunidades para las masculinidades trans, parte del ser “independiente” consiste en crearse el camino para concretar: “pero siento que las poblaciones queer y trans tantas veces hemos tenido que hacer las cosas por nuestra cuenta ya que el mundo no estaba preparado para gente como nosotros que hacerlo en la industria del porno no es muy diferente”. Por eso James hace, y abre. “En mis producciones hay, por lo menos, un chico FTM


(female to male), pero suelo trabajar con todo 9po de cuerpos y géneros”. Se define queer y bisexual y le gusta llevar a la pantalla todo lo que demuestre su “voraz ape9to sexual”. Dice que en principio su trabajo apuntaba al target de varones trans, pero hoy mutó a quién se interese por un placer autén9co. “Siento que mucha gente puede beneficiarse con el porno-queer, incluso sin ser trans o queer, viendo la ero9zación del sexo seguro, el uso de vibradores, cinturones con dildos y diferentes prác9cas que usualmente no se ven en otro porno o de las que no saben tanto.” Es que más allá de las crí9cas recibidas -esperadas ante cualquier ac9vidad que implique lo sexual-, cuenta que mucha gente le dice que su porno los incen9vó a naturalizar su vida sexual, sus fantasías e incluso les ayudó a lidiar con inhibiciones hacia sus propios cuerpos y parejas. “Estoy agradecido de que mi trabajo sirva más que para un orgasmo, y si ayuda a través de un orgasmo ¡mejor aún!” Su trabajo todavía es una pequeña parte del universo de la pornogra%a, pero con%a

que solo sea cues9ón de 9empo para ir llevando a la luz a más actores trans. Mientras tanto su web, FTMfucker.com sube semanalmente una variedad de fotos y videos que celebran la diversidad de cuerpos, géneros y ac9vidades: mujeres, trans, hombres, BDSM y hasta orgías con unicornios se pasean por el ciberespacio invitando a ser espectador y parte. ¿Sen,s que lo que hacés es ac+vismo?: “lo que estoy haciendo no crea un gran cambio, ni evita que la gente trans sea injustamente encarcelada, ni va detener los crímenes de traves9s ni las leyes discriminatorias, pero seguro plante una semilla en la cabeza de la gente acerca de que nuestro género y nuestros cuerpos son más complejos de lo que usualmente nos criaron y que las vidas de la gente trans valen e importan.” A través de su trabajo enseña que estos cuerpos también gozan y pueden hacer gozar. Porque como dice la Susy Shock por estos pagos, algo con lo que James Darling estaría muy de acuerdo: “si yo puedo abrir un camino, voy hacerlo, voy a hacerlo”.

“Siento que mucha gente puede beneficiarse con el porno-queer, incluso sin ser trans o queer,

viendo la erotización del sexo seguro, el uso de vibradores, cinturones

con dildos y diferentes prácticas que usual-

mente no se ven en otro porno o de las que no saben tanto.”

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a rc t u e a l i d a d

Mujeres adolescentes en las noticias

Violaciones, secuestros y femicidios

Todos opinan, pocos analizan Por Vanina Nielsen

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Especulaciones, análisis vacíos de contenido, especialistas opinando y el potencial excesivo en cada nueva historia. Ellas están ahí, en el centro de la escena. Son adolescentes y sus nombres ganan protagonismo cada vez que mueren, son violadas o desaparecieron de sus casas. Vemos sus fotos en todos los medios, conocemos parte de sus vidas, sabemos qué ropa usaban, si tenía algún novio, si eran más bien calladas o rebeldes. Detalles y más detalles, tantas veces innecesarios, construyen las no9cias del día. Así, en cada nueva historia de no ficción, la violencia mediá9ca se instala cargando de responsabilidad a las mujeres jóvenes, abordando cada caso como si fuera una novela de la tarde. Es por eso que Revista Furias charló con tres mujeres que militan en diferentes organizaciones y analizaron

esta tendencia hacia la espectacularización de cada nuevo hecho. Raquel Vivanco, coordinadora nacional del colec9vo de mujeres Mumala (Mujeres de la Matria La9noamericana), Fabiana Tuñez, coordinadora general de la ONG La Casa del Encuentro y Marcela Gabioud, representante de la Red PAR (Periodistas de Argen9na en Red por una Comunicación No Sexista) y de la Defensoría del Público, se sumaron al debate. “Se cues+ona la inocencia” Raquel Vivanco comentó que cuando se habla de violaciones, abusos o femicidios, se sigue vic9mizando a las jóvenes. “Los medios exponen y generan cierta duda con respecto a si ellas tuvieron responsabilidad en relación con la situación que se desencadena. Siempre la carga está

puesta en la responsabilidad de las mujeres jóvenes”. Al 9empo que agregó: “Se cues9ona la inocencia y se hace hincapié en si ellas provocaron o no estas situaciones”. Aseguró que actualmente los medios están desconociendo cuáles son las leyes y tratados que están vigentes en el país. “Se sigue hablando de crímenes pasionales o de jóvenes que provocan. El Afsca debe intervenir a través del Observatorio de Medios y sancionar a los programas que no se adecúan a las norma9vas vigentes”. La representante de Mumala, también se refirió al público que recibe este 9po de no9cias y aseguró que tanto mujeres como varones desconocen qué dicen las leyes con respecto a la violencia mediá9ca y cuáles son los mecanismos para com-


ba9rla. “En la medida en que no conocemos cuáles son nuestros derechos es muy di%cil que exijamos el cumplimiento de las leyes. Entonces es importante adecuar los contenidos y formas de abordar temas de estas caracterís9cas enmarcados dentro de las norma9vas actuales que hay en Argen9na”.

Sabías que…

El 2014 fue definido como el “Año de lucha contra la violencia mediática hacia las mujeres y la discriminación de género en los medios”. Esta iniciativa, que es llevada a cabo por la Defensoría del Público, surge a partir de las denuncias recibidas por parte de la audiencia. Es por eso que realizan diversas actividades tendientes a sensibilizar sobre la violencia mediática y construir herramientas que tiendan a una comunicación con perspectiva de género.

“La sociedad sigue dándole ra+ng al morbo” Por su parte, la representante de “La Casa del Encuentro”, Fabiana Tuñez, se refirió a la Ley 26.485, la cual hace referencia a los diferentes 9pos de violencia, entre los que aborda la Violencia Mediá9ca. “Actualmente no se cumple la ley, hay un vacío. No está contemplado dentro de esa norma9va cuáles serían las sanciones”, comentó. Tuñez hizo principal hincapié en el modo en que se construye cada nueva no9cia y aseguró que “todavía hay mucho por hacer. En los casos de adolescentes se usan imágenes sexuales o provoca9vas para mostrar una cara de esa niña que nada 9ene que ver con lo que actualmente está sucediendo. Se sacan de Internet para conver9rla en un estandarte y a par9r de ahí hacer un análisis”. Además, aseguró que es importante desandar no sólo la difusión sino también la cultura. “Lamentablemente la sociedad sigue dándole ra9ng al morbo al escarbar sobre la vida de esa niña y no en el delito come9do y en encontrar la jus9cia para la víc9ma y el cas9go para el vic9mario”. “Cuando una mujer es asesinada, es como si fuera un hecho aislado” Marcela Gabioud, que es miembro de la Red PAR y también es parte de la Defensoría del Público, explicó que el tratamiento que los medios realizan, cuando una mujer es asesinada, “es como si fuera 7


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un hecho aislado. Aparece descontextualizado de la realidad que viven miles de mujeres y son víc9mas de violencia extrema, como es el femicidio. Pareciera que antes de eso no hubo nada y aparece la muerte como una respuesta casi accidental, cuando en verdad se trata de un ciclo de violencia que ve su punto máximo, en la posesión de la vida de la mujer, decidiendo el momento de su muerte”. La representante de la Red PAR, señaló que los medios no son inocentes a la hora de cómo contar cada nueva historia. “Crean sen9do a través de cómo cuentan un hecho, la relevancia que le dan a la vida de la víc9ma y no la del vic9mario, la forma de ves9r y relacionarse de la mujer, entre otras pautas”. Sin embargo, Gabioud hizo principal hincapié en la legislación con la que cuenta Argen9na, “pensando en la prevención y el cuidado de las mujeres para cambiar los estereo9pos que refuerzan la subordinación a favor de los hombres”. Y añadió que dentro del marco legal, la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, “favorece el trato no estereo9pado de mujeres y varones entre sus obje9vos, como resultado de la incidencia de la Red PAR en la legislación”, explicó.

Para seguir en tema

Red PAR: Desde 2006 la Red PAR, que está integrada por más de 170 periodistas de Argentina, trabaja conjuntamente en pos de un periodismo inclusivo. Realizan actividades en diferentes puntos del país, ya sea foros, talleres y capacitaciones a periodistas y estudiantes de comunicación. Podés conocer el trabajo de esta Red a través de su cuenta de Facebook: El Periodismo le dice Basta a la Violencia de Género y Twitter: @Red_PAR. El Observatorio de la Discriminación en Radio y TV: Es un espacio en el que trabaja de manera conjunta Afsca, Inadi y el Consejo Nacional de Mujeres (CNM). A través de su WEB,

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www.obserdiscriminacion.gob responde reclamos y denuncias, también se puede acceder a materiales de consulta, conocer el marco jurídico, las capacitaciones y actividades que realizan, etc. La Defensoría del Público es un espacio para que oyentes y televidentes puedan presentar sus consultas, reclamos y denuncias. Además realizan capacitaciones, con el objetivo de sensibilizar a trabajadores/as de medios, docentes, estudiantes de carreras vinculadas a los medios y a la ciudadanía en general. Podés enterarte más en www.defensadelpublico.gob.ar.


El doctor Messore llegó desde el Inadi para quedarse con los originarios de Formosa

Una sonrisa para los q u o m

Mario Messore no sólo es el odontólogo responsable de que muchos integrantes de Potae Napocna Navogoh (La Primavera) vuelvan a lucir sus dientes, sino que además se ocupa del diagnós9co, tratamiento y prevención de las enfermedades bucodentales de las comunidades originarias de otras regiones de la provincia y de los temas sociales que las atraviesan. Massore fue funcionario del Ins9tuto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) durante la presidencia de Claudio Morgado. A par9r de su rol como referente en el área de salud, cargo que ocupó informalmente, tomó contacto con la problemá-

Por Susana Salina

9ca de la comunidad La Primavera. Los hechos que se suscitaron en 2010, a par9r de la represión sufrida por los qom en la ruta 86, en Formosa y el posterior acampe en Buenos Aires hicieron que, paula9namente, Mario se transformara de funcionario público a “el doctor Messore”, como lo llaman en la comunidad: “Los qom son la paz, el eje en mi ser, en mi pensar y accionar. Me dan alegría; no voy a ayudarlos, en todo caso, los acompaño y que me permitan hacerlo, es un honor para mi. A través de mi profesión fui recomponiendo la relación. Trabajando en el territorio, poco a poco logré restablecer la confianza que se había debilitado a par9r del rol que

asumió el Gobierno nacional con su reclamo.” Mario nació en Olivos, provincia de Buenos Aires, un 7 de enero de 1961. Creció siendo un pibe de barrio que pasaba su 9empo libre jugando en la calle, algo común para esa época. Pero también lo seducía tener su propio dinero, ser independiente; entonces buscaba hacerse el mango con alguna changa de pintura, jardinería o en talabartería del vecino amigo, que siempre tenía un mandado para ofrecerle. Su madre y padre son odontólogos, y su abuelo, que integró FORJA, también. El doctor Messore abrazó la profesión desde la cuna. Egresó de la UBA en noviembre de 1985.9


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“Los qom son la paz, el eje en mi ser, en mi

pensar y accionar. Me dan alegría; no voy a ayudarlos, en todo

caso, los acompaño y que me permitan

hacerlo, es un honor para mi”.

¿Cómo fue que pasaste de ser funcionario del Inadi a odontólogo de la comunidad? Fue un proceso muy duro que atravesó diferentes etapas: acercamiento, distanciamiento y afianzamiento, cuya génesis se remonta al Inadi. LLegué al Organismo a través de Claudio Morgado a quien me une una gran amistad. Conocí a Claudio por medio de Cecilia, su esposa, que recomendada por una vecina, de Ingeniero Maschwitz, llegó un día a mi consultorio. Como vivía en una casa, modesta, pero grande, además del lugar que tenía para 10


atender a mis pacientes, se me ocurrió improvisar un galpón para filmar programas educa9vos que salían por cable y abarcaban la temá9ca de las caries: qué eran, por qué se producían y qué era la placa bacteriana. Un día vino Claudio por una consulta, hasta ese momento no sabía que era el de la tele, me sorprendí, me quedé helado. Morgado, para ese entonces, estaba pasando por una etapa de pleno auge mediá9co. Mientras lo atendía, charlábamos y le conté sobre mis grabaciones, de un micro educa9vo, en el canal local con el muñeco Paletas, se mostró interesado. En el medio de la conversación, Claudio que es muy reservado, me comentó que estaba por hacer un programa televisivo que se iba a llamar Changüí y que le atraía la idea de que yo pudiera par9cipar con el muñeco. Efec9vamente, cuando el programa salió al aire en 2000, cumplió con lo que me había dicho, me convocó. Trabajé con él durante dos años, nos hicimos amigos. Pasó el 9empo y en 2005, nuevamente le hice un tratamiento a su esposa Cecilia y en esa ocasión, cuando era Diputado, me compar9ó que le habían propuesto la presidencia del Inadi. En esa oportunidad, yo estaba colaborando con la ONG Aonikenk, en el relevamiento sanitario de la localidad de Chimpay, al sur de Río Negro, donde se realizaban atenciones en las especialidades de pediatría, traumatología, cardiología, o'almología y odontología. Me planteó la necesidad de que lo acompañase en el Inadi, conociéndolo, acepté con mucho gusto. Apenas ingresé, me envió a foguearme con la problemá9ca de los pueblos fumigados

de la provincia de Córdoba. Inmediatamente se desató el conflicto territorial con los qom en Formosa, me pidió que me ocupara de ubicar a la gente golpeada en los hospitales de Buenos Aires, también trajimos a Fermina con un cuadro muy complicado de salud y a su esposo Mauricio. Era diciembre de 2010 y recibo un llamado de Mauricio diciéndome: “doctor véngase a la carpa de la jus9cia que está en la 9 de julio”, fui. A par9r de ese momento empecé a concurrir al acampe casi todos los días, yo no soy una persona de oficina, ahí me sen:a a gusto, hasta llevaba y tocaba mi tambor, les buscaba asistencia médica, los empecé a conocer y entender su problemá9ca y sabía (tal vez con ingenuidad) que estaba en el lugar preciso para poder encontrarles una solución, era el nexo entre Claudio y los qom. Polí9camente las cosas empezaron a empeorar; Claudio recibía presión por todos lados, mías también, sin embargo jamás me soltó la mano. Del 24 al 31 de diciembre fueron días muy complejos, me comprome: con los integrantes del acampe, les di mi palabra de que no les íbamos a fallar, como prueba les entregué un objeto que perteneció a Perón, que yo guardaba muy celosamente. Es más, en una ceremonia juré ante el abuelo fuego que no los iba a traicionar. Entre idas y vueltas, el 30 de diciembre y con Claudio afectado por una neumonía, se logró firmar un acuerdo con funcionarios nacionales: algunos de los puntos que abarcaba se relacionaban con la entrega de DNI, acciones concretas en materia de salud y un pedido para que la Gendarmería fuera la encargada de ga-

ran9zar la seguridad de la comunidad. Posteriormente, viajé varias veces a Formosa, a veces, sin que nadie de la gobernación me atendiera. También allí se logró firmar un convenio con Aníbal Gómez, ministro de Desarrollo Humano. Para el 4 de febrero, en 9empo de vacaciones, se estaba pergeñando nuestra salida del Inadi. Para todo esto, nadie del gobierno se acercaba al acampe, lo fui a ver a Félix, el ambiente se cortaba con cuchillo, había cierta decepción con el Organismo. Toda esta situación me interpeló, necesitaba saber de qué lado estaba, si seguía como funcionario hasta las úl9mas consecuencias, o me quedaba en el acampe con los qom. Entonces, me vino a la mente lo del Malón de la Paz, un caso parecido, que terminó casi de la misma manera. ¿Cómo es eso del el Malón de la Paz y de qué lado estabas? Lo sucedido con los kollas en 1946, en la primer presidencia de Perón, fue algo similar a lo que ocurrió con los qom cuando resolvieron acampar en Buenos Aires. En ambos casos, unos y otros, decidieron llevar el reclamo territorial a la capital de la República, ante un gobierno Peronista. A los originarios del norte los acompañó el teniente re9rado Mario Augusto Bertonasco, que había trabajado como inspector de Tierras, colaborando con la familias mapuches y, posteriormente pasó a la Secretaría de Trabajo y Previsión. Se lo puede definir como que era un hombre de Perón. Bertonasco instó a los Kollas a emprender el viaje a Buenos Aires, creía que la recuperación de sus 9erras era un hecho. 11


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“Los indígenas no son el problema en Las Américas sino que son la solución, y tenemos mucho que aprender de ellos”.

Mientras compar:a con los originarios de la Puna el largo recorrido del reclamo, operaba una transformación en él: ya barbudo, su ves9menta de funcionario público mutó a la bombacha gaucha y poncho, hecho que le valió una sanción por el uso indebido del uniforme. Los Kollas estuvieron, aproximadamente, un mes en Buenos Aires, habían sido recibidos por Perón en la Casa Rosada. De golpe, el gobierno decidió cercenar el ingreso de intermediarios al Hotel de Inmigrantes, donde estaban alojados, los incomunicaron; Bertonasco no puedo contactarse con ellos. Luego, los militares ocuparon el Hotel, irrumpieron en los dormitorios y los sacaron a la rastra y golpes. Afuera, en una vía secundaria del puerto, estaban los vagones esperándolos para llevarlos de Re9ro, de vuelta a la Puna. Los qom no fueron atendidos por la presidenta en la Casa de Gobierno. Pero también fueron sacados intempes9vamente de la plazoleta donde acampaban. Entendí la transformación de Bertonasco, sabía de qué lado estaba. Cuando todo explotó en el Ins9tuto, me quedé sin trabajo, con muchos problemas económicos, alquilaba y la tuve que pelotear como pude. Después hubo un silencio de dos años, 12

aproximadamente, hasta que las cosas se fueron acomodando. Me empecé a acercar a través de gente que iba a Formosa, quería ver cómo podía ar9cular para viajar. Graciela Fernández, que es enfermera, me acompañó a insertarme de nuevo. En un viaje que hicimos, llevábamos un sillón odontológico y cuando salíamos de la Ruta 86, en la entrada de La Primavera, encontré un muñequito que había sido pisado por algún vehículo, lo levanté, era precioso, pensé que me iba a dar suerte, la necesitaba, efec9vamente fue así, de a poco me fui ganando la confianza de la comunidad y de Félix. ¿En qué consiste tu ligazón con la comunidad? En principio, yo no voy a La Primavera a mostrar mi ciencia o mis saberes sino a mezclarlos con sus conocimientos, porque lo que fue descubierto hacia 1920 en relación a la %sica con la materia y la energía, la aparición de la medicina cuán9ca, ellos ya lo venían usando mucho 9empo antes, quiero aprender de ellos; todo lo que está a nuestro alrededor está interconectado, los pueblos originarios son conscientes de ello, por eso son parte de la naturaleza. Hay algo que está resurgiendo y ese algo también 9ene que ver con darnos cuenta de nuestra ignorancia, nuestro avance (que provienen de la cultura occidental) es descubrir nuestra ignorancia. En el encuentro del pasado 18 y 19 de julio, en Bartolomé de Las Casas, Formosa,

me movilizó mucho cómo los integrantes originarios expusieron la cues9ón de la salud y la medicina, de cómo extraían de la madre naturaleza todo lo necesario para sus curaciones. Hoy despojados de sus 9erras, se les hace muy di%cil acceder a sus medicamentos, sin vencimientos y deben acudir a la forma occidental, pues bien, esa es la tarea, ar9cular ambos saberes. Al finalizar la jornada nos sentamos con las promotoras de salud de la comunidad y llegamos a la conclusión de que se hace muy di%cil estar a la espera de una ayuda de afuera, por lo tanto es indispensable que nosotros nos organicemos. Entonces, pactamos un día y horario, para estar conectados, ellos desde el territorio y convocando a la población y yo desde Buenos Aires. Por supuesto que además yo tengo mis obligaciones, debo atender mi consultorio, tengo cuentas que pagar como todo el mundo pero todo es cues9ón de organizarse y trabajar en conjunto. Afortunadamente no estoy solo, sino que de diferentes lugares hay gente que colabora con los qom, aportando cada uno como puede: diputados, organizaciones civiles y par9darias, médicos, hospitales. Con la unión y el amor se puede fortalecer la causa. Creo que el nuevo desa%o de la medicina que se viene 9ene que ver con abrirle el corazón a la gente para liberar la energía del amor, porque como dice Galeano: “Los indígenas no son el problema en Las Américas sino que son la solución, y tenemos mucho que aprender de ellos”.


Socorristas en Red

Parteras de nuevos

feminismos Por Camila Parodi

Desde el año 2008 a par9r de experiencias concretas de acompañamientos a situaciones de abortos e inspiradas en las historias de feministas francesas e italianas en los ´70, surge en Neuquén para después expandirse por el país, una acción colec9va de feministas que, cansadas de mantener las reglas de juego del aborto ilegal deciden ser parteras de las mujeres que deciden abortar. El aborto hoy, en casi cualquier rincón de Nuestra América con9núa siendo un delito, un secreto, un miedo. Sin embargo, esto no impide que se prac9que, que las mujeres todas abortemos: solteras, católicas, lesbianas, ricas, acompañadas, judías, adultas, casadas, ateas, jóvenes, solas, con hijos/as, pobres, ‘pro vida’, feministas por dis9ntos mo9vos elegimos interrumpir embarazos no deseados todos los días. Este contexto de clandes9nidad que solo favorece a quienes comercian con los cuerpos y deseos, es el territorio de lo ilegal, en él no existe regulación posible. Por el contrario, implica necesariamente el abandono total del Estado para poder desarrollarse,

donde los cuerpos de las mujeres una vez más quedan en manos del mercado. Pero aún así, en ese territorio hos9l de violencias y negocios “la prohibición sólo afecta las reglas del juego, es decir las condiciones más que la prác9ca en cues9ón”[1] y los 500 mil abortos por año que se registran en nuestro país, dan cuenta permanentemente que la penalización del aborto no impide su prác9ca, sino que por el contrario las mujeres imponemos nuestra propia ley cuando decidimos abortar. En ese marco, colec9vas de mujeres, movimientos populares y feministas interpeladas por el co9diano comienzan a buscar y construir estrategias para que ese juego desigual comience a tomar una ventaja contra hegemónica. Ya no alcanzaba con la militancia por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en las calles y recintos del congreso únicamente, el momento de la prác9ca en sí debía ser considerado un acto polí9co, como una instancia de empoderamiento y encuentro más entre las mujeres. Si bien el acompañamiento a mujeres que deciden abortar por 13


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parte de las feministas no era novedad: el boca a boca de la información sobre aborto con pas9llas en casa, los llamados por teléfonos con códigos casi indescifrables o los correos electrónicos muy directos, el intercambio de nombres de médicos/as “amigables” son parte del accionar, lo nuevo se instala en la organización polí9ca de la prác9ca. Así al correr a la mujer que decide abortar del marco de padecimientos que se da en el terreno de lo clandes9no, individual y privado, se construye un nuevo territorio de resistencia colec9va a la opresión. Socorro Rosa Retomando la genealogía de las luchas feministas por el aborto voluntario que va desde los años 60 hasta nuestros días, encontramos en dis9ntos lugares del mundo múl9ples colec9vas que deciden acompañar a las mujeres que eligen abortar. Grupos que comienzan a formarse en medicina, que buscan hacer la prác9ca lo más accesible posible, que encuentran nuevas formas de relacionarse y acompañarse. Par9cularmente es en Italia donde surge el “Socorro Rosa” desde el cual se tomará su nombre en la actualidad. Las feministas italianas pertenecientes a este grupo, realizaban abortos gratuitos con médicos integrantes del Par9do Comunista en el sótano de una casa. Con ello, las feministas ponían de manifiesto la necesidad de generar lazos de solidaridad entre mujeres evitando el negocio y el maltrato. 14

“El aborto es un tema polí9co y público. La memoria nos vincula con esas prác9cas, nos encuentra potencialmente afectadas por ellas”[2]. Es así que en esa memoria feminista colec9va, el Socorro Rosa resurge en las resistencias patagónicas a través del impulso de la Colec9va Feminista La Revuelta de Neuquén. Con una dinámica propia, las revueltas comienzan a socorrer a las mujeres que deciden abortar a través de una línea telefónica y la coordinación de encuentros grupales entre socorristas y socorridas generando así espacios de apoderamiento recíproco. Mul9plicando la experiencia de La Revuelta, el socorrismo se fue convir9endo en un servicio de información y acompañamiento en clave feminista en las diversas geogra%as de nuestro país. Así colec9vas feministas organizadas en red comenzaron a atender y encontrarse con mujeres que desean interrumpir un embarazo. Principalmente se comparte información sobre aborto con pas9llas de Misoprostol, las cuales producen contracciones uterinas y provocan el aborto. En nuestro país se comercializa con el nombre de Oxaprost y en otros países como Cytotec, y se emplean doce pas9llas de forma sublingual o vaginal en un intervalo elegido por la misma mujer. Mediante encuentros y ar9culaciones, las Socorristas en Red siguen profundizando su conocimiento, intercambiando por un lado los conocimientos cien:ficos y sus implicancias %sicas sobre los cuerpos de las mujeres a través de las experiencias que es sistema9zan como así también en las formas de acompañar que se


van creando con los encuentros. Para ello se realizó un taller de socorrismo en el marco del XXVII Encuentro Nacional de Mujeres en San Juan como instancia de intercambio nacional, y más en profundidad este año se realizó el primer Plenario de Socorristas en Red en Neuquén donde se pusieron en común las experiencias y se consensuó una protocola unificada de acción socorrista. Mientras las socorristas luchan en y con la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito para que la intervención del embarazo sea un derecho de las mujeres que así lo deciden, de forma que se rompa la histórica correlación de la clandes9nidad con el negocio de corporaciones privadas y la complicidad del Estado ausente que solo pueden dar como resultado el riesgo de la vida de las mujeres en general y, en par9cular, de las mujeres sin recursos como ya sabemos. Por su parte, también actúan intentando minimizar los riesgos y gastos como así también generando estadís9cas y relevamientos sobre la prác9ca en nuestro país. Haciendo de esta forma del aborto una prác9ca polí9ca, pública, autorizada y colec9va. Convir9endo al socorrismo en una praxis pre figura9va feminista, donde se construyen y reflexionan nuevas formas de acompañar-nos. Esta dinámica 9ene una decisión polí9ca propia que rompe con el mero rol de “pasadoras de información” que las feministas suelen asumir, el socorrismo imprime una impronta propia al aborto entre ellas, haciendo que los acompañamientos se realicen cara a cara, generando un pasaje de mujeres anónimas a mujeres con nombre e historias propias; trasmi9endo seguridad para que el aborto sea realizado en la casa de la mujer de la forma que ella lo decida y con contención feminista para que las mujeres atraviesen su decisión de forma cuidada. De esta forma “los tránsitos desde y con las corporalidades de esas mujeres que abortan se vuelven encarnadura para reflexionar y seguir produciendo argumentos renovados para la exigencia del derecho al aborto, nucleadas alrededor de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”[3]. Las socorristas deciden acompañar el acontecer del aborto. Con cada historia, acompañamiento o llamado que reciben de las mujeres socorridas, esa decisión polí9ca de "estar ahí" con la escucha, la voz y/o la presencia toma valor. Así con el encuentro con y en las otras las socorristas reafirman su convicción de estar pariendo nuevos feminismos. [1] July Chaneton y Nayla Vacorezza (2011) [2] Historia de una desobediencia, aborto y feminismo. Mabel Bellucci, 2014. P. 412 [3] h;p://socorristasenred.blogspot.com.ar

SOCORRISTAS EN RED

Búscanos como www.socorristasenred.blogspot.com.ar

Cada colectiva de socorristas cuenta con un número amigable desde donde escuchar y acompañar a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo en distintos lugares de nuestro país, estos teléfonos son mantenidos de forma auto gestionada y cualquier aporte será agradecido. Estamos en: - Bahia Blanca

- La Pampa (Santa Rosa)

- Córdoba Personal: (0351) 155288977

- El Bolsón (Río Negro) Claro: (0294) 154230615

- Entre Ríos (Paraná) Personal: (0343) 154724949

- La Plata, Berisso y Ensenada Claro: (0221) 155361279 - Mar del Plata Movistar: (0223) 153029614

- Mendoza (zona centro) Movistar: (0261) 152166007 - Mendoza (San Martín, zona este) Claro: (0263) 154715307

- Neuquén Movistar: (0299) 4722618

- Santa Fe (Rafaela) Movistar: (03492) 15517734 - Santa Fe (Rosario)(0341) 156146625

- Tucumán - "Socorro Rosa" Claro: (0381) 155889042

- Buenos Aires (zona oeste)Personal: (011) 1568004560 - Buenos Aires (Ciudad Autónoma) Movistar: (011) 1536231089

- Chos Malal (Zona Norte de Neuquén) Movistar: (02942)

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aa rc tt eu a l i d a d

ARGENTINA también es AFRO Por Sofía Espul

"En África empezó el viaje humano en el mundo. Desde allí emprendieron nuestros abuelos la conquista del planeta. Los diversos caminos fundaron diversos des$nos, y el sol se ocupó del reparto de colores. Ahora las mujeres y los hombres, arcoiris de la $erra, tenemos más colores que el arcoiris del cielo; pero somos todos africanos emigrados. Hasta los blancos blanquísimos vienen de África. Quizás nos negamos a recordar nuestro origen común porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer que en aquellos $empos remotos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa sin fronteras, y nuestras piernas eran el único pasaporte exigido."

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Fragmento de Espejos, de Eduardo Galeano

Un ejercicio que hacemos con muy poca frecuencia es revisar nuestra historia, nuestros orígenes, especialmente a la hora de emi9r una opinión, o tan solo ante el simple hecho co9diano de interpelar a alguien dudando de su legi9midad como “argen9no” por la sola razón de poseer un color de piel dis9nto al que estamos acostumbrados. Pero qué es la costumbre sino algo meramente impuesto, algo reproducido hasta al cansancio para formar un pensamiento hegemónico y homogéneo acerca de algún hecho, un ejercicio deliberadamente conocido como ingenuo y natural, pero que precisamente en su fin úl9mo esa ingenuidad es pura pantalla y lo que busca es formar opinión, sentar bases de lo natural/normal aceptado. En este caso, que los argen9nos 9enen un determinado color de piel y rasgos, que hacen que hoy

en día, par9cularmente en Buenos Aires nadie se pregunte si un rubio de ojos celestes, o un castaño de tez blanca es de nacionalidad argen9na o no ; pero sí sea mo9vo de gran inquietud, de miradas cómplices y murmullos si se 9ene enfrente a una persona de tez negra, afrodescendiente. Para encontrar el porqué de esas miradas y murmullos, de esas preguntas incómodas, de esos “apodos” califica9vos que refieren a ellos como ‘negros’ y muchos otros adje9vos que acompañan; debemos remi9rnos a los orígenes de nuestro país y hacerlo de manera selec9va, teniendo en cuenta quién escribió esa historia que vamos a revisar. Se nos ha dicho que nuestro país es un crisol de razas, desde la escuela primaria se hace hincapié en nuestros orígenes diversos, debido a las oleadas inmigratorias.


¿Pero cuál es la inmigración que aceptamos, aquella que no se cues9ona? Como bien sabemos es la europea. Todxs hemos escuchado historias contadas con orgullo acerca de cómo nuestros bisabuelos, abuelos o padres han llegado a la Argen9na a “hacer patria”, y aquellos ‘primeros’ inmigrantes no sin poco esfuerzo se han ganado un lugar y han logrado definir su iden9dad como argen9nos, sin ser discu9dos, sin importar quién o quiénes estaban en ese mismo suelo antes que ellxs, sin im-

portar qué costumbres, rituales, dialectos, religiones se aniquilaban en pos del progreso, de “su” progreso, el de los europeos. ¿Pero qué pasó en las primeras oleadas migratorias que llegaron a todo el suelo americano? ¿Dónde quedaron todxs aquellos que no eran europeos y que desde los siglos XV en adelante, habitan suelo argen+no, que también +enen DNI argen+no, que también SON argen+nos

tan legí+mos como cualquier otro? Aquellos colonizadores no vinieron solos, no fueron sólo europeos quienes pisaron estas 9erras hace más de cinco siglos, en esos barcos también vino un gran número de nacidxs en el con9nente africano. Pero, y esta historia está repleta de peros, el rol que ocupaban para aquellos europeos conquistadores era el de ser sus esclavos, sus sirvientes, quienes estaban a cargo del cuidado de la casa y los niños o de hacer los trabajos forzados. Bajo esta inferiori17


a c t u a l i d a d

dad de condiciones, aquellas generaciones de afrodescendientes fueron haciéndose un lugar en este suelo, no sin menor protagonismo en las luchas por la independencia, en los avances de nuestro país tanto en lo social, económico y principalmente cultural. Están distribuidos en dis9ntas áreas del territorio americano, concentrados y mayormente visibilizados en lo que hoy conocemos como Brasil o Uruguay, pero también hay muchos en Argen9na, Bolivia, Chile y Perú. Para hacer valer su legi9midad, para unirse en el reclamo de respeto de su iden9dad afroargen9na, es que existe la Agrupación Xangó (en la mitología, Xangó es un dios africano, reconocido principalmente por su credibilidad, decide sobre el bien y el mal. Jus9cia y rec9tud son las virtudes que más caracterizan a esta en9dad). Marcela, Tony y Alberto, cabe aclarar que este úl9mo es afrovenezolano; nos recibieron con los brazos abiertos en la sede que la organización 9ene en la calle Ramón Carrillo, frente al Hospital Borda, en la ciudad 18

de Buenos Aires. ¿Qué fue lo que generó que decidan formar Agrupación Xangó y cuál es el eje de la organización? Marcela: No fue algo puntual, nosotros desde chiquitos estamos en esta lucha, es una cues9ón de iden9dad, creemos que tenemos que visibilizarnos. Es algo histórico, Sarmiento, Mitre… prefirieron tener una Argen9na blanca antes que tener una Argen9na tal como es. Todos fuimos creciendo con eso, nunca nadie te va a decir que Rivadavia, el primer Presidente, desciende de afros, me ha pasado de comentarlo y que me digan “ay noo el presidente”. En todo el ámbito de la historia Argen9na, en el arte, la cultura, el baile, la música; estamos muy invisibilizados. Tony: Nunca se dijo que Cabral era negro, el que salvó al gran prócer argen9no era afrodescendiente, los que peleaban eran los afros, si no morían en la guerra, morían por las pestes, eso siempre se ocultó. Marcela: Se habla más de Brasil, Uruguay,

acá es como que no exis9eron, pero tenés en toda América, hay afrobolivianos, afrochilenos, etc. Por ejemplo dentro de la cultura afroboliviana está aún vivo el úl9mo Rey de la cultura afro de América, es muy loco, los afrobolivianos van a trabajar en las minas, Evo Morales los reconoce cuando llega a la presidencia. T: Sí, hay una comunidad muy grande que fue muy influyente en el desarrollo de la minería. M: En nuestro país hubo en todos lados, en la región de Cuyo, Santa Fe, San9ago del Estero; allí por ejemplo el pueblo de San Félix surge porque los patrones les regalan las 9erras a sus esclavos, 1800 leguas; en Salavina también territorio de San9ago del Estero, la población casi total era afro, hay todavía muchos, pero acá no los iden9ficamos, no te creen que sos de acá, todo el 9empo insisten, no lo 9enen asimilado, se asimiló sólo la inmigración europea. Sarmiento la propulsó, pero nosotros estamos desde antes del 1700, era trata transatlán9ca, que comenzó en el Congo/Portugal en el Siglo XV, cuando vinieron a colonizar este con9nente, estamos acá desde hace mucho 9empo. Hoy hay algo que pide que seamos reconocidos, es importante contar la verdadera historia. La influencia que tenemos por ejemplo en el tango, que proviene del tangó, significa “lugar donde bailan los negros”. La milonga surge cuando los blancos pitucos imitaban como bailaban los negros, lo mismo el malambo, la cueca, que viene de los afro peruanos; el nombre completo era la zamba cueca de la región de Cusco. Palabras también, por ejemplo quilombo, que en el lunfardo se distorsiona como lugar de barullo, para nosotros fue un lugar de los afros, era un refugio de los afro libertos, donde en comunidad ellos lograban pagar la libertad de otros afros.


“El Tango en la parte moderna tiene que decir que sí le pertenece a Argentina, pero los negros danzantes eran los que realmente bailaban, aca modifican esa danza y se lo ponen a su género, incorporan su estilo, con cuchillos y otra actitud. El del negro era una danza para expresar su cuerpo. Todo tiene que ver con la cultura, un hombre sin cultura no tiene patria ni madre”.

T: Tenemos grandes compositores de tango afros, que la historia los ocultó, la primer bandoneonista fue negra, vivía en Montes de Oca al 200; andá a decirle a algún porteño eso. A: El Tango en la parte moderna 9ene que decir que sí le pertenece a Argen9na, pero los negros danzantes eran los que realmente bailaban, aca modifican esa danza y se lo ponen a su género, incorporan su es9lo, con cuchillos y otra ac9tud. El del negro era una danza para expresar su cuerpo. Todo 9ene que ver con la cultura, un hombre sin cultura no 9ene patria ni madre. ¿En qué situaciones sienten o creen que su cultura se ve afectada, invisibilizada? M:Ya desde la palabra negro y cómo se desdibuja su uso: “negro villero”, “negro de mierda”, “día negro”, etc; son todas apreciaciones o denominaciones que nos puso el colonizador para iden9ficarnos. T: Esa reproducción de significado viene entre la familia. ¿Es esto lo que los convoca en esta lucha? A: Yo siempre peleo, yo soy negro y peleo por los derechos del negro, en las secundarias es mi pelea fuerte, doy historia de

la danza en dos secundarios de Ezeiza. En el sur del Gran Buenos Aires es fuerte la discriminación. M: Hay partes en que no se ven muchos afros, está bueno que vean que estamos, a nosotrxs nos interesa revalorizar, visibilizar y reivindicar la historia. Por ejemplo en Ensenada y Dock Sud hubo afros, son más vistos pero depende adónde vayas. El conurbano es di%cil, hay que acostumbrar a las personas, si ponés en un libro que exis9mos, lo vamos a ver como normal. A Brasil le costó incluir la literatura afro en la educación, es un proceso lento. Recién ahora Argen9na trata de ver o de entender de que lo afroargen9no existe, en Uruguay y Brasil es algo que siempre se vió. En las telenovelas brasileras siempre la negra era la que limpiaba, ahora recién se le ha ido dando otro rol. Se trata de mostrar otra cara, porque en la cara que el colonizador mostró, éramos siempre sirvientes. Lo primero es la educación, que empieza por casa y la escuela es una con9nuidad, empieza por los que vamos a ser docentesMarcela está estudiando para docente- ya no por los que están, está en nosotros enseñarles otra historia, cada vez hay mas pibes afros en las escuelas, no está bueno que mis hijos me digan que se sienten in-

cómodos, está bueno que el docente pueda manejar la situación. ¿Qué se celebra el 8 de noviembre y por qué ese día? M: El 8 de noviembre es el “Día Nacional de los Afroargen9nos y de la Cultura Afro”, establecido por la Ley 26.852 sancionada en el 2013 y promovida por la Agrupación Xangó y otras organizaciones integrantes de la Asamblea Permanente de Organizaciones Afrodescendientes de Argen9na (Apoaa). Es el primer reconocimiento legisla9vo de carácter nacional hacia los afrodescendientes. Se eligió esta fecha porque corresponde al día de la muerte de María Remedios del Valle, la Afroargen9na llamada por las huestes revolucionarias “Madre de la Patria”, a quien el General Manuel Belgrano le dió el grado de capitana por su arrojo y valor. Par9cipó en las batallas de El Desaguadero, Salta, Vilcapugio y Ayohuma. Marcela, Tony y Alberto son referentes de esta lucha, desde dis9ntos espacios y roles que desempeñan en la Agrupación como también desde los roles que desempeñan en la calle y en sus espacios co9dianos. Ponerse al frente de esta lucha implica aceptar las desventajas en que la historia ha dejado al afrodescendiente y aún más al afro argen9no, y conscientes de eso pelear, y pelear mucho para reivindicar no sólo su cultura, su historia, sino la de todo un país, la nuestra, la Argen9na. Como bien decía Alberto, una persona sin cultura no 9ene patria. Pero esa patria tampoco exis9rá nunca como tal si está sentada sobre bases fic9cias, impuestas; la nuestra es una patria que necesita ser reconstruida, reafirmada; y allí dicen presente los integrantes de Xangó y allí deberíamos decir presente cada uno de nosotros. 19


a b o r t o Entrevista a Sara Porras

“Lo principal es cambiar el foco” Sara Porras es una joven politóloga. Feminista. Militante del Par9do Comunista de España y actual coordinadora de Mujeres de Izquierda Unida Comunidad de Madrid. Una de las caras visibles de la lucha por el aborto legal y gratuito en ese país.También, parte del masivo rechazo al proyecto de Ley del Par9do Popular que pretende echar por 9erra los avances conseguidos a favor del aborto legal, una charla que se centra en conocer qué es y lo que implica el llamado proyecto Ley Gallardón. ¿Cómo fue tu recorrido hasta llegar a la Coordinación de Mujeres de IUCM? Comencé mi par9cipación polí9ca muy vinculada al movimiento estudian9l y al calor de las movilizaciones contra la reforma universitaria que permi9ría la priva9zación paula9na de la Universidad Española. En el año 2002, las estudiantes teníamos clara conciencia de que esas re20

Por Anahí Más

formas universitarias serían la antesala de los planes de ajuste, pues suponían una modificación estructural del sistema de educación superior. Ese primer momento en el que miles de jóvenes aprendimos a deba9r en asambleas, a plantear propuesta y a responder a aquellos que querían acabar con nuestros derechos, lo recuerdo como un punto de inflexión en la manera que yo tenía de mirar y entender el mundo. El salto a la par9cipación en los movimientos feministas y a la militancia en Izquierda Unida fue muy natural. Eso que ahora se llama micromachismos pero que en aquel entonces eran apenas intuiciones, marcó la trayectoria de muchas compañeras. Aprendimos a ser mujeres juntas, a reconocernos entre nosotras y aprendimos que el patriarcado lo impregna todo y que sólo desde una conciencia compar9da sería posible enfrentar esas dinámicas

perversas del poder, a veces más su9les y a veces tremendamente dramá9cas. El feminismo me enseñó a comprender que muchas de las cosas que nos suceden son historias compar9das, soledades que se repiten. Esas enseñanzas son las que nos dan fuerza y las que al mismo 9empo nos permiten sen9r el cambio que está por venir, conocer -en el sen9do más profundo del término- que el feminismo es la única teoría escrita desde el saber de nuestros cuerpos y, que sin embargo, es una proyecto de vida para el conjunto de la sociedad, hombres y mujeres, porque el feminismo es la jus9cia social más descarnada. Sos una militante a favor del aborto ¿qué +po de respuesta tuviste frente a compañerxs del ámbito polí+co? El ámbito de la izquierda siempre ha defendido el derecho de las mujeres a la in-


“En la práctica se realizan alrededor de 100.000

interrupciones de embarazos al año - creo que la última

cifra oficial del año 2013 eran 110.000- que viene a ser más o menos la misma cifra que

con legislaciones anteriores.

He aquí la ruptura del primer mito: una legislación más

permisiva no hace que au-

menten el número de abortos, sólo hace que quien

tome esa decisión lo haga

con las máximas garantías sanitarias”.

terrupción del embarazo, por lo menos en la historia más reciente. La truncada II República Española, gracias a la ministra Federica Montseny, garan9zaba ya este derecho. En ese sen9do, hay una conciencia, cierta hegemonía si se prefiere, que hace que se asuma que debemos pelear por garan9zarlo. Sin embargo, creo que no se alcanza a entender la profundidad de este hecho. La reivindicación de un aborto legal y seguro es, sin duda, una de las rei-

vindicaciones más an9guas pues supone nuestro reconocimiento como sujetos de pleno derecho, supone reconocer nuestra autonomía, como se les reconoce a los hombres, situando nuestras vidas como el elemento desde el que decidir. Es inaudito que en pleno siglo XXI las mujeres debamos seguir explicando que la maternidad no puede ser nunca forzada, que nuestro des9no no es ser madres y esposas, que nuestros cuerpos no son simples habitá-

culos donde se engendra la vida, sino que cada cuerpo es una vida, una historia, una persona que debe poder decidir cómo quiere vivir. En el debate sobre la interrupción del embarazo se condensa toda una concepción sobre el mundo, sobre la democracia misma. Se trata de dos visiones, como digo, antagónicas: aquella que considera que las mujeres debemos de ser controladas pues dentro de cada mujer hay un ser egoísta incapaz de tomar bue21


a b o r t o

nas decisiones -aquí en España comparan el aborto con el genocidio- frente a otra visión que pone el foco en nuestra autonomía y en nuestra libertad, en nuestro derecho a gobernarnos y a decidir sobre todo aquello que acontece. ¿Qué caracterís+cas +ene la actual Ley y cómo funcionó la experiencia de aborto legal? En la actualidad sigue vigente la ley aprobada por el anterior gobierno en el año 2010, que permite el aborto inducido durante las primeras 14 semanas, aumentando hasta la semana 22 en casos de grave riesgo de salud para la vida de la madre o malformaciones fetales. Esta ley supuso un avance frente a la anterior que se fundamentaba en supuestos según los cuales sería o no legal abortar. Hay una diferencia fundamental entre una ley de su22

puestos o de plazos, pues la primera de ellas parte de la idea del sojuzgamiento de las mujeres, dejando la decisión sobre si es correcto y, por lo tanto legal, interrumpir o no el embarazo a terceros, en este caso médicos. No obstante desde los movimientos feministas consideramos que la ley del año 2010 es insuficiente, primero porque no garan9za su prác9ca en la red pública de salud, dado que permite la objeción de conciencia sin ningún 9po de control. En la actualidad hay Comunidades Autónomas como por ejemplo Madrid, Navarra o Extremadura donde no se realizan dentro de la red pública. Este hecho nos parece fundamental porque sino es gratuito las mujeres más vulnerables, aquellas con menos recursos, no podrán acceder, quedando en una situación de desprotección total. Asimismo no hizo algo fundamental: sacar el

aborto del código penal. Es decir, no hizo de la interrupción del embarazo un derecho, sólo los despenalizó dentro de unos plazos, por lo que sigue dentro de esa idea perversa que antes comentábamos: las mujeres deben ser controladas. En la prác9ca se realizan alrededor de 100.000 interrupciones de embarazos al año - creo que la úl9ma cifra oficial del año 2013 eran 110.000- que viene a ser más o menos la misma cifra que con legislaciones anteriores. He aquí la ruptura del primer mito: una legislación más permisiva no hace que aumenten el número de abortos, sólo hace que quien tome esa decisión lo haga con las máximas garan:as sanitarias. Un elemento posi9vo de la regulación es que estaba pensada desde un marco global, no es una ley del aborto, es una ley de salud sexual y reproduc9va, por lo que en9ende que la actuación de los poderes pú-


blicos debe intervenir en ámbitos como el acceso y la calidad de métodos an9concep9vos de manera universal, a la educación sexual a lo largo de toda la vida; sin embargo todas estas medidas no se aplicaron efec9vamente. ¿Qué implicaría la Ley impulsada por el PP? La Ley del Par9do Popular es un ataque sin precedentes hacia las mujeres. Es un autén9co drama social que bajo ningún concepto vamos a permi9r que se apruebe. Vuelve a la vieja fórmula de una ley de supuestos en la que sólo se contemplan dos -recordamos que con la ley del año 85´eran tres los supuestos contempladosviolación y grave riesgo para la salud y la vida de la madre. Resulta curioso cómo esa exacerbada defensa de la vida de la que hace bandera la iglesia católica se olvida en el caso de la violación, tal vez sea porque ese supuesto es el único que afecta a los varones que deberían cargar con una descendencia ajena y con la vergüenza de la deshonra de su mujer, su hija. Una vez más la única vida que les importa es la que aún no ha tenido lugar, pues una vez eres ciudadana eliminan los pocos mecanismos que garan9zan una vida digna como son los servicios sociales. Con todo y con eso prevé un procedimiento ciertamente tortuoso para aquellas mujeres que quieran abortar aún estando dentro de los supuestos permi9dos. Se trata de juzgarnos y condenarnos. La mujer que quiera abortar necesitará dos informes médicos de un centro dis9nto del cual se realizará la intervención médica que cer9fique que cumple las garan:as, una vez conseguidos deberá reflexionar sobre su decisión durante al menos cinco días y después encontrar una clínica donde

“Es inaudito que en pleno siglo XXI las mujeres de-

bamos seguir explicando que la maternidad no

puede ser nunca forzada,

que nuestro destino no es

ser madres y esposas, que nuestros cuerpos no son

simples habitáculos donde se engendra la vida, sino que cada cuerpo es una

vida, una historia, una per-

sona que debe poder decidir cómo quiere vivir”.

se prac9quen las interrupciones. Para todo esto las mujeres sólo tendrán 12 semanas, lo que hará totalmente imposible acceder en 9empos a dicha intervención. Se calcula que el 98% de las interrupciones del embarazo que se prac9can en la actualidad serán ilegales, y que del 2% restante un porcentaje muy bajo entrará en plazo. Como pasa en todo el mundo, aquellas mujeres que tengan dinero con9nuarán abortando con la discreción y la mejor de las atenciones médicas y seremos aquellas mujeres con menos recursos las que suframos las peores consecuencias de esta ley. ¿Qué rol juega la sociedad en el debate sobre el aborto? No era un debate que estuviera establecido socialmente, no había sectores movilizados exigiendo un cambio de legislación. Esto es una apuesta del gobierno del PP, que encaja con el momento polí9co y económico que atravesamos en Europa. Los planes de ajuste estructural siempre van acompañados de medidas de control de la maternidad, pues como nos recuerda Silvia Federicci controlar el cuerpo de las mujeres es controlar la producción misma de clase trabajadora, es un proceso de acumulación, en términos marxistas, infinito. Tal vez sea esta la mejor explicación para que en tantos países con9núe siendo un delito. Hoy en día los países europeos que más amenazados 9enen ese derecho son España, Italia y Grecia, justo los países del ajuste duro (hay que recordar que Irlanda en la actualidad 9ene una de las leyes más restric9vas de la Unión.) Lo que sí hemos demostrado en nuestro país es que los movimientos feministas han tenido un proceso de acumulación de fuerzas importan:simo lo que ha permi23


a b o r t o

9do lograr alianzas con muchos de los sectores movilizados y ha dado lugar a las mayores manifestaciones feministas de la historia reciente. Esta movilización es la garan:a para evitar su aprobación, logrando simpa:as en sectores sociales que, en otros momentos, no se hubieran posicionado de nuestro lado. La mujeres abortan más allá de la existencia de una Ley penalizando el aborto y miles de mujeres mueren por abortos clandes+nos ¿por qué crees que la sociedad, el estado y la medicina prefiere invisibilizar esto? Porque el patriarcado es el sistema de dominación más an9guo y más perfecto. Invisibiliza esto, como también invisibiliza el feminicidio que en nuestro país es la violencia específica que más vidas se ha cobrado. Lo oculta porque debajo de toda esa retórica sobre la igualdad subyace la idea, que comentábamos más arriba, sobre que el des9no de las mujeres es ser madres y esposas y nuestra vida 9ene sen9do para ellos en tanto que cumplimos con ese rol, que sin duda es también -y sobre todo- un rol económico indispensable para el mantenimiento del sistema capitalista. Sin embargo tengo la certeza de que los años de rebeldía y de lucha no son en vano y cada vez hay más del lado de la jus9cia social, más personas que empiezan a comprender que una sociedad que no garan9za la vida a más del 50% de su población es una sociedad enferma. ¿Qué rol juegan los medios masivos de comunicación en el debate sobre el aborto en España? Los medios de comunicación masivos, en tanto y en cuanto pertenecen a las gran24

des empresas de comunicación que, al final, son unas pocas en todo el mundo, hace 9empo que dejaron de informar para dedicarse a generar estados de opinión favorables al poder. En España esto ha sido tan evidente que los grandes medios han perdido credibilidad incluso en sectores que no estaban especialmente movilizados. Lo anterior, unido al fuerte proceso de movilización en nuestro país ha generado una ruptura, una brecha cada más relevante, en ese modelo comunicacional y además de que han proliferado medios alterna9vos con una difusión masiva, en los grandes medios están apareciendo cada vez más voces discordantes, más voces que vienen a plantear que el nivel de manipulación es insostenible. También con este debate ha pasado lo mismo, frente a otros momentos en los que las opiniones hubieran sido más monocordes, desde muchos espacios se está disputando con éxito el monopolio de la información. Se habla mucho del aborto pero para vos cuál es el punto fundamental para empezar una discusión y cuál consideras que es un argumento que no se debería usar al momento de deba+r al respecto. Lo principal es cambiar el foco, es imposible que ganemos ningún debate si son otros los que nos marcan los límites del mismo. No es un debate sobre la moralidad ni un debate sobre cuándo comienza o no la vida, eso será importante para los creyentes y yo, con lo que haga cada cual en su ámbito privado no me meto, esto es un debate público y poco 9ene que ver con las sacris:as. Para mí lo fundamental es entender que el problema social sobre el que los poderes públicos deben intervenir es sobre los em-

barazos no deseados. La interrupción del embarazo es una medida de urgencia frente a una situación previa y es sobre lo que se debe intervenir. Desde aquí seguramente sea más fácil llegar a acuerdos. ¿Por qué existen embarazos no deseados? Debemos intervenir sobre el modelo de sexualidad en el que nos educamos dando herramientas a las mujeres para que ejerzan una sexualidad libre y a los hombres una sexualidad que no pase por entender el cuerpo de las mujeres como algo que está ahí para su disfrute y que por lo tanto puede tomar cada vez que quieran. Hay que educar en el uso de métodos an9concep9vos y éstos deben ser de calidad y accesibles a todo el mundo. Y, sin duda hay que intervenir sobre la violencia machista, hay que hablar y denunciar las violaciones y todas las prác9cas más su9les que la acompañan y la refuerzan. ¿Cómo ves el debate y las legislaciones sobre el aborto en nuestro país? Siendo sincera seguramente sea uno de los puntos donde me ha decepcionado el gobierno de Cris9na Fernández Kirchner, ese 9po de opiniones siempre duelen más cuando proceden de mujeres porque pareciera que renuncian a su propio ser, una suerte de falsa conciencia de género. El debate en profundidad no lo conozco, sé que una de las mayores oposiciones proviene del sector médico que plantea que el feto mismo es sujeto de pleno derecho, una autén9ca barbaridad que además no es cierta. No se 9enen derechos hasta que no se inscriben en el registro civil, hecho que no ocurre antes de haber nacido. Sobre la legislación decir que es posiblemente una de las más restric9vas, contemplando escasos supuestos, algo parecido a lo que el Par9do Popular pre-


tende aprobar en España. Si el gobierno de Cris9na Fernández quiere hacer bandera de los derechos humanos, sin duda en muchos aspectos están mucho más avanzados que aquí, no puede seguir cerrando los ojos a que garan9zar la salud universal de las mujeres es un derecho humano. ¿Qué recomendaciones harías a aquellxs compañerxs que estamos luchando por

el aborto legal en nuestros países? Lo primero que os diría es que no estáis solas y que la acumulación cuan9ta9va genera grandes efectos cualita9vos, el avance de las mujeres en cualquier país es el avance de todas nosotras que vemos en esas experiencias una esperanza de futuro y de presente. Lo segundo sería volver a recalcar la importancia de este derecho que, como ex-

plicaba 9ene más que ver con nuestra consideración como ciudadanas y, por lo tanto con la calidad de la democracia misma, que con una intervención médica. Sobre que los derechos se conquistan en las calles y no en los parlamentos poco tengo que deciros a vosotras, pues la dignidad y el ejemplo de vuestro pueblo es para nosotras fuente de inspiración constante. 25


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Fuente: Palestina libre


Dossier especial: Palestina Libre

La

guerra y la paz Por Revista Furias

"El genocidio de los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos de la $erra. ¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será insensible a este macabro genocidio que hoy se está come$endo contra el pueblo pales$no? ¿Acaso se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del imperio norteamericano en esta desvergonzada masacre?". Fidel Castro Guerra y Paz, así se llama la novela más consagrada del escritor ruso León Tolstói, que cuenta la historia de la invasión napoleónica a Rusia. Y si de invasiones hablamos, de ocupaciones de territorios, de bombardeos y de muertes de inocentes, entrado el siglo XXI y con decenas de organizaciones que “buscan” la paz es incomprensible situaciones como las que se dan en Pales9na, salvo que entendamos que la guerra es un

gran negocio, que el negocio de las armas es uno de los más lucra9vos a nivel mundial, y que esto no se va a detener porque hay países -potencias- que sos9enen un standard de vida desorbitante gracias al bajo standard de vida de la gran mayoría de los países que integran el resto del mundo. Este dossier es de género, porque como en toda guerra/con9enda/enfrentamiento los cuerpos de las mujeres, adolescentes y niñas son los primeros en ser ultrajados y maltratados. Pero la guerra muchas veces no dis9ngue sexos y todos pagan los altos precios que unos pocos deciden poner sobre el futuro de cientos de miles de personas en todo el mundo. Las tres notas que integran este dossier especial hablan de los trasfondos de los conflictos armados de Medio Oriente, desde una mirada histórica, de análisis y de la forma más respetuosa posible. 27


d o s s i e r

La tierra

prometida Por Valeria Tellechea

“En el montón de esta mañana, hay una fotogra a de lo que puede ser el cuerpo de un hombre, o de una mujer: está tan mu$lado que también pudiera ser el cuerpo de un cerdo. Pero éstos son ciertamente niños muertos, y esto otro, sin duda, la sección ver$cal de una casa. Una bomba ha derribado un lado; todavía hay una jaula de pájaro colgando en lo que probablemente fue la sala de estar...” Virginia Woolf, ‘Tres Guineas’

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Luego de la segunda guerra mundial, con una comunidad internacional demasiado avergonzada y con la intención de acabar la vida en el exilio de un pueblo perseguido desde 9empos bíblicos, en 1948 Israel es declarado estado judío. Para sus ocho millones de habitantes, esta declaración es más que una mera nomenclatura. Para sus ocho millones de habitantes Israel es más que un estado, es la 9erra prome9da, es la 9erra de

Israel. Desde la educación temprana, se ha enseñado y transmi9do esta idea basada en la religión, la fe y en las innegables persecuciones sufridas a lo largo de la historia como pueblo religioso. El poder e influencia de Israel a nivel mundial ha contribuido a construir esta idiosincrasia que les ha brindado esperanza y futuro a su pueblo. A par9r de este momento en la historia, Israel ha mantenido conflictos armados, variados y complejos con sus países limítrofes. Desde la guerra de los Seis Días, la guerra de Yom Kipur, la guerra del desgaste, entre otros tantos conflictos que se suceden hasta el día de hoy. En una simple y rápida lectura, la intención es establecer los límites de esa 9erra prome9da. A toda costa. Y en el medio, Pales9na. Sionismo y judaísmo En este llamamiento de autodeterminación

en 9erra prome9da, e incluso más allá de la religión, el movimiento sionista de Theodor Herzl, surgido a finales del siglo XIX, sentó las bases para que dicha migración sea posible, en parte también a la Ley del Retorno que otorgaba la ciudadanía a cualquier persona judía que quisiera vivir en territorio israelí. También fue posible gracias a la par9ción de Pales9na, sentenciada por la ONU y por un gran sen9miento de culpa al haber permi9do los horrores del Holocausto. Ser judío es la expresión de la fe en su pueblo y en la Torah, donde se encuentran todas las doctrinas y las leyes reveladas por Dios en el Monte Sinai. De allí el origen del término sionismo. Tenemos entonces dos situaciones que se vuelven una, aunque no es tan lineal la cues9ón. Esa compasión mundial hacia el pueblo judío ha sido trasladada a la confianza del movimiento sionista. Incluso el mismo judaísmo rechaza y cri9ca abiertamente el origen


mismo de Israel. El rabino Yisrael Dovid Weiss, un reconocido an9-sionista, en una conferencia, tajante sentenció: “Amigos, no habrá paz en el Medio Oriente mientras haya un Estado de Israel”. Lamentablemente, los an9-sionistas son una gran minoría.

El problema pales+no Para Israel el actual Estado de Pales9na no es considerado como tal (más allá que ha sido proclamado por la contradictoria ONU como Estado observador) sino como territorios pales9nos unidos, dándole de esta manera una iden9dad menor, sustentada según Israel, gracias a supuestos movimientos terroristas. Actualmente, su reconocimiento es limitado y su pueblo desplazado sin descanso desde la proclamación del estado judío. El problema pales9no surge con la cons9tución de su estado judío. Desde la escuela y temprana edad, son representados y representadas con imágenes que no corresponden a su realidad. O son terroristas, agricultores primi9vos o simplemente, no existen. No hay figuras humanas que sean posibles para su representación. Son entendidos como un otro que no es más que un problema, y un problema siempre 9ene una solución. Esta configuración no hace más que propagar la importancia de un pueblo que debe defender a su pueblo, donde las filas del ejército, muy poderoso por cierto, aumenta día a día con jóvenes dispuestos a proteger a la 9erra prome9da. En este contexto, la comunidad internacional solo interviene (intencionalmente) en 9bia forma de papel, con pedidos de cese del fuego hacia ambas partes, entendiéndolo de esta manera como un conflicto armado, sin considerar las desiguales condiciones a las que se enfrenta el pueblo pales9no frente al poderío israelí, a sabiendas que tanto Estados Unidos como la ex Unión Sovié9ca han colaborado para que la situación actual se origine, mantenga y recrudezca. Del conflicto armado al exterminio de un pueblo

Dentro de este espectro, desde hace varios años hemos asis9do, tanto a través de los medios de comunicación como de organismos internacionales, a gran can9dad de información sobre lo que el pueblo israelí llama “el problema pales9no”. Hemos visto cómo era entendido como una guerra, un conflicto armado que involucraba a dos partes por igual. Hemos visto también millones de imágenes de una Franja de Gaza devastada, edificios explotando, familias enteras destruidas y un pueblo sin futuro ni esperanza, como también una Israel armamen9s9camente preparada para la destrucción total de un otro que no es uno. Según Norman Finkelstein, politólogo y experto en el conflicto pales9no-israelí: “Alrededor del 80% del pueblo gaza: son refugiados, hijos o nietos de refugiados. Alrededor de la mitad de la población de Gaza es menor de 16 años. Israel ha privado a esta

población, de comida, medicinas, agua, electricidad y otros bienes básicos llevando a la población a una absoluta desesperación”. Gilles Pelissier, coordinador del proyecto y responsable de la seguridad de los equipos de Médicos sin Fronteras en Gaza, ha comunicado lo que el pueblo gaza: sufre a diario: “Cuando el segundo alto el fuego de 72 horas acabó, a las 8 de la mañana, las hos9lidades se reanudaron de inmediato. Y la primera tregua duró apenas ocho minutos en lugar de las 72 horas que se habían anunciado. No hay respiro”. Y del otro lado tenemos una guardia de hierro casi inquebrantable. Cada israelí caído en el supuesto conflicto vale por miles y miles de pales9nos. En nombre del terrorismo, todo lo vale. La limpieza étnica ha comenzado y al parecer no va a parar. Mientras tanto, al resto del mundo solo le basta con horrorizarse.

En la imagen se puede ver cómo, según el paso del tiempo, Palestina ha perdido su territorio, casi en su totalidad. Fuente: The peoples voice

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d o s s i e r Hannah Arendt

Eichmann y la banalidad del mal Por Analía Daniela López

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Contexto Para empezar a hablar de quién fue Hannah, por qué levantó tanto revuelo su libro sobre el juicio a un asesino nazi, debo primero hacer irremediablemente un breve resumen de cuál fue la génesis del Estado de Israel. Israel con9nuamente es no9cia a nivel mundial por los reiterados ataques que realiza contra Pales9na, ataques que a lo largo de los sucesivos años que lleva este conflicto se han cobrado numerosas vidas. Y el inicio de este desastre, fue producto de otro desastre humano. En el año 1948 y, a raíz de las consecuencias de lo ocurrido en la segunda guerra mundial -el holocausto judío-, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió arbitrariamente la división de Pales9na, que se encontraba bajo administración británica, en Estado Árabe y Estado Judío. Semejante imposición no podía conllevar nada bueno.

Arendt en el cine y la literatura La película “Hannah Arendt y la banalidad del mal” de Margarethe Von Tro;a discurre sobre la repercusión mundial que tuvieron los ar:culos sobre Adolf Eichmann, escritos por Arendt y que tratan sobre la captura del criminal nazi por el servicio secreto israelí en Buenos Aires, su juicio en Israel (1961) y su posterior muerte en la horca (1962). La película sirve para abrir una puerta e indagar más sobre la vida de esta intelectual y el porqué fue tan importante en las discusiones de su 9empo y como aún hoy su pensamiento sigue vigente. Arendt (1906-1975) de origen judío, fue una filósofa y periodista alemana que se doctoró en la Universidad de Heidelberg donde tuvo de profesor a Heidegger, quien marcará profundamente su pensamiento. Emigró a Estados Unidos tras sufrir las consecuencias de la segunda guerra mundial. Impar9ó clases y seminarios en destacadas universidades.


Parte de la vida de esta destacada intelectual quedó reflejada en el libro “Entre amigas. Correspondencia entre Hannah Arendt y Mary McCarthy”, donde se puede leer las apreciaciones de estas dos grandes amigas y figuras del siglo XX, sobre el juicio, la vida literaria y polí9ca más relevante de Estados Unidos y Europa, sus vidas diarias y, principalmente, los enredos amorosos de Mary, sumados los principales conflictos de esos años que van desde 1949 a 1975. La historia detrás de la histórica nota Arendt ofreció a la revista The New Yorker ir como enviada especial a cubrir el juicio de Eichmann en Jerusalén. Tras un período prolongado, la nota finalmente sale dividida en varios ar:culos semanales. Su ensayo sobre las causas que llevaron al holocausto; sus apreciaciones nega9vas, casi burlescas, del juicio; su caracterización de Eichmann 9ldándolo de burócrata, así como su análisis de la jus9cia y la necesidad que a posteriori se cree un tribunal internacional para juzgar crímenes contra la humanidad y, principalmente, la polémica que despertó al hablar sobre el accionar de los líderes de los consejos judíos y su acatamiento con el régimen nazi en los primeros años al entregar el inventario de los miembros de sus congregaciones, facilitando así su ulterior eliminación, le valieron una crí9ca atroz y despertó un debate a nivel internacional sobre el tema. Publicada en 1963, la crónica desprende una de las frases más polémicas y conocidas de Arendt: la banalidad del mal. Sus apreciaciones sobre el juicio le valieron romper con gran parte de sus contempo31


d o s s i e r

ráneos intelectuales judíos que no le perdonaron lo que ellos denominaron jus9ficaciones de los crímenes de Eichmann, por ejemplo: “Quienes durante el juicio dijeron a Eichmann que podía haber actuado de un modo dis9nto a como lo hizo, ignoraban, o habían olvidado, cuál era la situación en Alemania. Eichmann no quiso ser uno de aquellos que, luego, pretendieron que <siempre habían sido contrarios a aquel estado de cosas>, pero que en realidad, cumplieron con toda diligencia las órdenes recibidas”. Para Arendt, Eichmann siempre había sido un ciudadano fiel cumplidor de leyes, y las órdenes de Hitler, que él cumplió con todo celo y que tenían fuerza de ley en el Tercer Reich. Frases tan controversiales como las que siguen, dichas en ese contexto histórico, explican el revuelo causado: “El más grande idealista que Eichmann tuvo ocasión de tratar entre los judíos fue el doctor Rudolf Kastner, con quien sostuvo negociaciones en el caso de las deportaciones de los judíos de Hungría, y con quien acordó que él -Eichmann permi9ría la <ilegal> par9da de unos cuantos miles de judíos a Pales9na (los trenes en que se fueron iban protegidos por policías alemanes) a cambio de que hubiera <paz y orden> en los campos de concentración desde los cuales cientos de miles de judíos fueron enviados a Auschwitz. Los pocos miles de judíos que salvaron sus vidas gracias a este acuerdo, todos ellos personas destacadas y miembros de las organizaciones sionistas juveniles, eran, según palabras de Eichmann <el mejor material biológico>”. Kastner fue juzgado en Israel por colaborar con Eich32


Una de las razones que despertó más

polémica en su tiempo fue su firme pos-

tura en debatir las ideas, lo que la llevó a

ser cuestionada por la comunidad judía a la que pertenecía y que no le perdonó lo que ellos denominaban una incondicionalidad ante la causa judía.

mann y con otros funcionarios nazis. Estos temas eran deba9dos en los ámbitos ín9mos pero no tan abiertamente como se vieron en “Eichmann en Jerusalén”, donde los tes9monios directos desprendidos del juicio abrieron nuevamente las discusiones dentro de la sociedad judía que daba las primeras generaciones de nacidos en Israel. Una de las respuestas de Hannah en privado fue: “La ac9tud hos9l hacia mí es un acto de hos9lidad contra alguien que dice la verdad en el plano de los hechos, y no contra alguien cuyas ideas están en contradicción con las comúnmente admi9das.” A pesar de las acusaciones en su contra, Arendt coincide con la pena de muerte para el acusado. Eichmann y la banalidad del mal Teniente Coronel de las SS, Eichmann era uno de los encargados de llevar adelante la “Solución final del problema judío”. En el film se ven escenas originales del juicio, fragmentos que la pensadora tomó para desarrollar su noción de la banalidad del mal. Ahí, en una cabina de vidrio, Arendt ve a un simple burócrata y no a un despiadado jerarca nazi. Un hombre cualquiera, común y corriente, que se excusó en que el siguió las órdenes impar9das, órdenes que implicaban cargar judíos a los trenes que tenían como des9no final los campos de concentración y su posterior exterminio. Arendt dirá al respecto “El no tuvo intenciones, cualquiera fueran, buenas o malas, él únicamente había obedecido órdenes. Esta es una :pica defensa que usaron los

nazis. Dejar claro que la peor maldad que se come9ó en el mundo, fue una maldad de la que nadie es responsable”, la filósofa ni siquiera puede divisar en el acusado grados reales de an9semi9smo, sino que ve en él un individuo incapaz de pensar. En sus palabras: “No es cierto -declaró Hannah a Thinking-, la ausencia de pensamiento no es estupidez, la encontramos en gente muy inteligente; y la maldad de corazón no es la causa; es, probablemente, lo contrario, esa maldad proviene de la ausencia de pensamiento.” Finalmente Hannah remarcó al final de la serie de ar:culos al New Yorker “estos crímenes fueron come9dos por hombres, no por monstruos. Por seres humanos que se negaron a ser personas. Y es éste el fenómeno al que he llamado la banalidad del mal”. Una de las razones que despertó más polémica en su 9empo fue su firme postura en deba9r las ideas, lo que la llevó a ser cues9onada por la comunidad judía a la que pertenecía y que no le perdonó lo que ellos denominaban una incondicionalidad ante la causa judía. En una carta enviada a McCarthy y fechada el 23 de junio de 1964, Hannah le dice: “... tú eras el único lector que ha comprendido algo que yo jamás hubiera admi9do: que escribí ese libro en un curioso estado de euforia. Y que desde que lo escribí siento -al cabo de veinte años (después de la guerra)- el corazón aliviado con respecto a todo este asunto. No se lo digas a nadie. ¿No prueba esto que no tengo alma?”. La guerra marcó profundamente a Arendt y por eso no es menor su análisis de los acontecimientos, y es fundamental la pregunta que se hace -pensando en la historia posterior- de si puede volver a ocurrir el holocausto, la autora contesta que sí. En palabras de Daniel Rafecas en el prólogo del “Eichmann en Jerusalén”: “Y enuncia el poderoso argumento de que todo lo que pasó que, para bien o para mal, dio la humanidad en su historia, está condenado a ser un umbral del siguiente hito en su camino hacia su salvación o destrucción, según el caso. Y advierte con toda razón, que los arsenales con armas de destrucción masiva que algunos Estados alimentan de modo incesante, pueden ser el preludio que indique que ese diagnós9co es acertado”. Es por todo esto que Hannah nos interpela aún hoy frente a los desafortunados acontecimientos diarios, donde la muerte 9ene el papel protagónico y una se termina preguntando cómo es posible esto, cómo es posible después de tanta macabra historia vivida. 33


d o s s i e r

El Gran Señor de las Guerras Por Vanessa Rivera de la Fuente

He dado muchas vueltas para escribir este artículo y es porque, tal vez como muchos de ustedes, estoy cansada, deprimida, abrumada por la cantidad de información sobre los horribles sucesos de violencia que están ocurriendo en la Franja de Gaza. ¿Qué se puede decir que no se haya dicho ya? Humo en el cielo, bombas de racimo, niños muertos o sin piernas, brazos, ojos; alguien se desgarra de llanto sobre el cuerpo de su esposo, padre o hermano… un doctor sobrepasado por la tristeza en una morgue… una foto familiar de gente que fue feliz alguna vez… 34

gente que fue y ya no está. Personas haciendo fila, con el terror en los ojos, por un poco de agua… seres humanos. Mientras el mundo se divide en debates a favor y en contra, marcha, grita y protesta para que cese o se intensifique la violencia en Gaza, me pregunto: ¿Cuántas razones se necesitan para detener esto? ¿Un argumento por cada vida, una frase por cada estallido? ¿Vamos a seguir así hasta que ya no haya por quienes discutir? Hay muchos que no vivirán para escuchar las respuestas. Ya que tengo el espacio, yo quiero ir más allá. Lamentablemente, no es

sólo Gaza. En Irak, ISIS y su desquiciado Califa está llevando a cabo una matanza vergonzosa de minorías religiosas, obligando a miles a huir de sus hogares y crucificando cristianos por el gusto de la violencia. Y no sólo es Irak. Es Pakistán, Ucrania, Burma, India, Honduras y Ferguson. El mundo moderno se ha volcado a una violencia sistemática que es difícil de imaginar, incluso en tiempos primitivos. Si hace miles de años la lucha era por sobrevivir, ahora la competencia es por destruir: ¿Quién mata, depreda, arrasa, viola, mata más? Esto no es casualidad. Vivimos en un


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d o s s i e r

sistema Patriarcal que necesita de la guerra, de la violencia, la dominación y el control para mantener su hegemonía. El Patriarcado es el Gran Señor de las Guerras. La guerra es una cruel realidad porque existe el Patriarcado, este sistema de dominación masculina, en el cual aquella es una actividad que legitima la supremacía a través de la violencia, la cual está normalizada y santificada en las relaciones humanas, en las políticas públicas y en la autoridad para la destrucción. En este Patriarcado, por ejemplo, la categoría “hombres” domina a la categoría “mujeres” a través del control de la sexualidad femenina, con la intención de pasar la propiedad a los herederos masculinos. Pero es más que eso: El Patriarcado es una manera de organizar el mundo a través del ejercicio de la violencia, en el cual los hombres son héroes de guerra a quienes se les dice que

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Los movimientos de paz seguirán fallando en pedir el fin de las guerras, como si esto fuese un hecho aislado en el orden global, mientras no hagan las conexiones entre la guerra, el patriarcado, el imperialismo económico y las desigualdades sociales producidas por el capitalismo.

para las y los lectores de Furias

matar a otros hombres, violar mujeres, apoderarse de tierras y tesoros, explotar los recursos, y poseer las cosas o personas subyugadas es algo no siempre recomendable pero necesario, incluso honorable. Bajo el patriarcado, los hombres tienen un poder político, social y económico desproporcionado puesto al servicio de la destrucción. La propaganda de guerra ha empleado a menudo nociones de género de hombría para alentar a los jóvenes a luchar. Utilizando la idea del linaje patriarcal sagrado, a los hombres se les recuerda que sus padres y abuelos se sacrificaron y lucharon por ellos; que son -como dice el Himno Nacional Chileno- “Vuestros Nobles Valientes Soldados…” y si los varones de hoy quieren ser 'verdaderos hombres' y no 'cobardes', entonces también deberían hacerlo. Los enemigos son feminizados y demonizados. Las mujeres somos utili-

A. Meeks 1387-Temperley


zadas como carne de cañón. En el frente de combate, nuestros cuerpos se violan, se esclavizan o trafican. En el frente interno, se nos usa como un “comodín”: Los soldados van a la guerra para protegernos a nosotras y a nuestros hijos e hijas; si no queremos que el enemigo nos destruya, debemos permitir y alentar la guerra. ¿Quién se beneficia de la guerra? Sabemos que los civiles, las personas comunes y corrientes no. ¿Los que van a la guerra? ¿ISIS, Hamas, los soldados Israelíes o Quién? Puede ser, pero de forma acotada y transitoria. Los que se benefician de la guerra, no van a la guerra: La lógica económica y política inherentemente defectuosa del capitalismo depende económicamente e ideológicamente en las guerras y los conflictos armados para impulsar la venta de armas y del 'divide y vencerás' reuniendo diferentes grupos de personas oprimidas a luchar unos contra otros, mientras que las élites se dividen el botín de las guerras entre ellos mismos.

El Patriarcado extiende su lógica de jerarquía, sumisión y control de seres humanos para el beneficio de algunos otros y establece relaciones sociales de dependencia en su expresión económica que es el capitalismo. Los oprimidos se destruyen entre ellos y le ahorran al sistema económico el trabajo de matarlos lentamente en el abuso diario de la explotación laboral, del consumo, de la deshumanización social. Hay una relación perversa entre Guerra, Patriarcado y Capitalismo y en la medida que este último se vuelve más salvaje, también aumenta la ferocidad de los otros dos. Los movimientos de paz seguirán fallando en pedir el fin de las guerras, como si esto fuese un hecho aislado en el orden global, mientras no hagan las conexiones entre la guerra, el patriarcado, el imperialismo económico y las desigualdades sociales producidas por el capitalismo. Un movimiento de paz exitoso debe ofrecer alternativas radicales, no sólo a la guerra perpetua, sino tam-

bién a todo el sistema corrupto, en bancarrota moral, política y económica que depende de patriarcado y el imperialismo. Hasta que toda la violencia sistemática e institucional el blanco de la estructura de poder en la cual vivimos sea erradicada, será moralmente dudoso hablar de “buscar la paz” y “terminar con la violencia”. A medida que la recesión económica mundial continúa exacerbando la destrucción ambiental, la pobreza, la guerra y la desesperación, la necesidad de alternativas radicales siempre está creciendo. Del mismo modo, la necesidad de la organización comunitaria y la acción política sostenida para desarrollar y mantener estas alternativas nunca ha sido mayor. Sólo rechazando el Patriarcado y el Capitalismo, podemos terminar con la Guerra. Mientras no lo hagamos, seguiremos violentos y violentados, luchando y muriendo en acciones bélicas grandes y pequeñas, lejanas y cotidianas. Todos somos potenciales daños colaterales. Si no hay justicia, nunca habrá paz. 37


o p i n i ó n

Violencia simbólica

Mujer, ni sumisa ni devota,

te quiero Libre, Linda y Loca Por Daniela Dicipio

Vivimos bajo un sistema que promueve guerras, desigualdad, opresión y el poder de unos sobre otros, enmarcado por polí9cas encubiertas bajo el dominio de la unión de órdenes económicos de países centrales que imponen el des9no de la humanidad. Conceptualizar a la violencia simbólica permite comprender la existencia de la opresión y subordinación de género, como de clase o raza, este concepto que sos9ene y garan9za que todas las formas de violencia sean efec9vas. El patriarcado oculta y en muchos casos visibiliza, un uso constante de la violencia simbólica, que remite al entramado de palabras, gestos, imágenes, valores, ideas y creencias que le sirven de fundamento al dominio para cons9tuir una población cuyas creencias y afectos estén adaptados, interiorizando normas y valo38

res donde quede en claro el rol de la mujer. Para Bourdieu, la violencia simbólica es una “violencia amor9guada, insensible e invisible para su propias víc9mas, que se ejerce esencialmente a través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento o, más exactamente, del desconocimiento, del reconocimiento o, en úl9mo término, del sen9miento” y que se apoya en relaciones de dominación de los varones sobre las mujeres, a lo que el autor llama “la dominación masculina”. Esta dominación prescinde de jus9ficaciones, se impone como neutra y no precisa de discursos que la legi9men. Es un orden social que funciona como “una inmensa máquina simbólica” apoyada en la división sexual del trabajo, la estructura del espacio y la estructura del

9empo, cada una con ámbitos femeninos y masculinos delimitados: “El mundo social construye el cuerpo como realidad sexuada y como depositario de principios de visión y de división sexuantes (…). La diferencia biológica entre los sexos, es decir entre los cuerpos masculino y femenino y, muy especialmente, la diferencia anatómica entre los órganos sexuales, puede aparecer de ese modo como la jus9ficación natural de la diferencia socialmente establecida entre los sexos y, en especial, de la división sexual del trabajo”. Todo poder de violencia simbólica, o sea, todo poder que logra imponer significados e imponerlos como legí9mos disimulando las relaciones de fuerza en que se funda su propia fuerza, añade su fuerza propia, es decir, propiamente simbólica, a esas relaciones de fuerza”. Este


poder inculca la cosmovisión arbitraria y su violencia se reproduce en dirección de los contenidos sociales que excluyen a otros, es9gma9zándolos como contrarios al orden. El monopolio informa9vo, ins9tuciones y medios masivos de comunicación, establecen patrones culturales y formas de pensar sistema9zadas y ordenadas promoviendo la naturalización y mecanización de pensamientos-acciones. El llamado “lugar común o sen9do común”, pero ¿común a qué? A una determinada estructura psíquica de pensar, sen9r y actuar de una ideología dominante. Las estructuras de dominación patriarcal son el producto histórico de un trabajo con9nuado de reproducción al que contribuyen “unos agentes singulares (entre los que están los hombres, con unas armas como la violencia %sica y la violencia simbólica) y unas ins9tuciones: familia, Iglesia, Escuela, Estado” (Pierre Bourdieu ; 1998) El predominio del hombre sobre la mujer a lo largo del 9empo fue adoptando estructuras reves9das de violencia simbólica, a mayor su9lidad más efec9vas se impregnan. En este espectro, el 52 por ciento de la población mundial es categorizado bajo el género de mujer dentro de un sistema de explotación, exclusión y opresión. No hay que entender la violencia simbólica como otro tipo de violencia (física, económica, institucional, psicológica, sexual) sin comprender el papel normalizador y socializador que posee. La mujer estuvo enmarcada en la pasividad, la resignación, la obediencia, al servicio y cuidado del otro, sostén del hogar, en los quehaceres y crianza, la buena esposa, sujeta de cosificación, reprimida, paciente, en definitiva a lo moralmente establecido a una identidad femenina. Hoy en el siglo XXI seguimos

Joan Alfaro Cabrera

siendo criadas de esa manera, naturalizando acciones y posturas, exposiciones y juzgamientos por el simple hecho de ser mujer. Pensar en violencia simbólica es pensar en: Piropos o acoso callejero, estereotipos, textos, imágenes que denigran a las mujeres, bromas sexistas, desvalorización de opinión, invisibilización, relaciones tiránicas, la maternidad forzada, la familia patriarcal, la educación androcéntrica, la heterosexualidad obligatoria, las religiones misóginas, la historia robada, el trabajo sexuado, el derecho

monosexista entre miles y miles de hechos que se reproducen infinitamente. A esta violencia se pone poca resistencia y se invisibiliza porque se naturaliza en el ejercicio de la desigualdad social. Para Bourdieu, la ruptura de la relación de complicidad entre víctimas y dominadores sólo puede producirse a través de una transformación radical de las condiciones sociales. Mirar, escuchar y accionar con una perspectiva de género crítica no es cosa sencilla pero Mujer, ni sumisa ni devota, te quiero Libre, Linda Y Loca. 39


c i n e

Campo de batalla,

cuerpo de mujer Por Javiera Libertad Robles*

El documental “Campo de batalla, cuerpo de mujer” desde el año 2013 se ha emitido por diversas salas del país, visibilizando en su producción la violación sexual en contexto de detención y tortura durante la última dictadura militar (1976 - 1983). Mediante la ausencia de un narrador, la voz principal y fundamental del documental se encuentra en cada una de las mujeres y en un ex detenido que pasaron por la experiencia límite de la detención y tortura. Dieciocho sobrevivientes que narran lo que significó ese tipo de tortura y cómo es vivir con esa huella en la memoria, el peso de tener que justificar la violación como una tortura, como también evidencia las difíciles condiciones no sólo de decibilidad, sino también de escucha por parte de sus cercanos. La realización del documental estuvo en manos de Fernando Álvarez y la investigación y contextualización por parte de Lizel Tornay y Victoria Álvarez. El trabajo que se cristalizó en la producción audiovisual da cuenta del profundo compromiso por visibilizar mediante los testimonios de las entrevis40

tadas el profundo componente de género que tuvo el mecanismo represivo de la dictadura. En este sentido, es posible reflexionar luego de escuchar a cada una de las mujeres partícipes del documental, que la tortura y la violencia sexual en particular buscan amoldar el cuerpo para demostrar y grabar en éste mismo el lugar que les corresponde en la sociedad, como doble castigo por sobrepasar los límites morales y políticos establecidos. Pues no solo fueron “disciplinadas” por ser consideradas un enemigo para la nación, sino también por ser un enemigo para la familia y el hogar, de ahí lo claro de Silvia Ontiveros[1] al contar su experiencia y relatar que los torturadores hacían la siguiente relación: “Somos mujeres, somos putas, si es que militamos. Y de los insultos, muy rápidamente, al segundo o tercer día, empezaron las violaciones”. Ahora bien, la película empieza con el conmovedor testimonio de Charo Moreno[2]: “No recuerdo a nadie que se haya sentado y me haya dicho “Che, contame” ¿Se entiende lo que digo? Algo como… “Che, ¿cómo fue?” ¡Y que se quede! Y que


se quede escuchando lo que vos le contás. ¡No recuerdo a nadie!” Situar al inicio las palabras de Charo Moreno es una decisión de Fernando Álvarez, quien realiza un doble juego: por un lado deja en claro el interés principal de su película y, por otro lado, nos compromete como espectadores a escuchar los relatos de aquellas mujeres que, si algo tienen en común, es que todas recuerdan las dificultades que tuvieron para ser escuchadas. En relación a esto llama la atención que, como ya dijimos, el relato se estructura enteramente en base a testimonios y material de archivo. Hay una evidente elección por parte del director de no poner una voz en off, ni de poner tampoco a “especialistas hablando de”. Son las mujeres las que hablan y, en muchos casos, lo hacen por primera vez. En el género documental predominan, según Ana Amado[3] las representaciones que construyen narrativas con un discurso unívoco y plenamente coherente, sin fisuras, que inducen al espectador a quedar seducido por la mera contemplación pasiva. Esta coherencia discursiva no depende de la presencia de un único testimonio: diversas voces pueden ser ordenadas por el montaje narrativo de manera tal que construyan un discurso homogéneo, como si fuera una única persona la que hablara. Por el contrario “Campo de batalla, cuerpo de mujer”, renuncia al autoritarismo discursivo y presenta testimonios diversos, que entran en conflicto entre sí y que propician una distancia que exige una postura, ahora sí, activa y reflexiva, “comprometiendo al espectador a suturar de manera incómoda los huecos narrativos de la trayectoria de una generación”[4]. Podríamos decir que este tipo de documentales presentan una estructura más cercana a la de la memoria: la organización cronológica se hace repitiendo el pasado mientras que la organización mnemónica se hace deconstruyendo el pasado y cuestionándolo, para luego poder reconstruirlo desde la perspectiva del presente. Otros de los momentos conmovedores de la cinta y que se presentan como una profunda interpelación a los y las espectadoras, es el producido por el testimonio de Silvia Nybroe[5]. Ella no ha hablado nunca del tema y afirma que “tal vez si recordara estaría peor, o no estaría, porque si lo que recuerdo no lo puedo soportar…”. Sin embargo algo la mueve a dar su testimonio y a participar en la película. Pero

Es un documental que permite a los y las espectadoras realizar una reflexión sobre la temática del carácter sexual y de género de las torturas cometidas durante la última dictadura, poniendo especial énfasis en las condiciones necesarias para que las personas puedan narrar sus experiencias traumáticas y, desde ahí denunciar los hechos acontecidos. 41


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Finalmente, uno de los aspectos que deja en claro la producción es que no sólo se necesita la voluntad de hablar, sino fundamentalmente de escuchar lo que nos quieren contar los y las sobrevivientes. En este sentido, la producción es un llamado a escuchar las voces que durante mucho tiempo se mantuvieron en un silencio obligatorio. *Profesora en Historia y Ciencias Sociales. Actualmente cursa la Maestría en Historia y Memoria en la Universidad Nacional de La Plata. Correo electrónico: libertad.recabarren@gmail.com

en un momento del relato se angustia y se queda en silencio, toma un vaso de agua y pide disculpas. La cámara no se apaga. Esta elección por parte del director genera en los/as espectadores/as una interesante sensación de diálogo. Silvia en ese momento se angustia. Escuchar su angustia y su silencio (consecuencias del horror perpetrado sobre ella, sobre su cuerpo y sobre la sociedad en su conjunto) y respetarlos es parte del llamado que hace “Campo de batalla...” a quienes han visto y escuchado a cada una de las testimoniantes. En consecuencia, es un documental que permite a los y las espectadoras realizar una reflexión sobre la temática del carácter sexual y de género de las torturas cometidas durante la última dictadura, poniendo especial énfasis en las condiciones necesarias para que las personas puedan narrar sus experiencias traumáticas y, desde ahí denunciar los hechos acontecidos. Es así que el documental muestra en las narraciones de las mujeres el cambió que significa poner en sentido sus vivencias, pues la película termina con ellas declarando en un juicio por violaciones a los derechos humanos. A través de su voz nos entregan una radiografía de su experiencia, exponiendo también las resistencias que llevaron a cabo para evitar la deshumanización instalada por el sistema de los Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio. Las resistencias se constituyen como un pequeño punto de inflexión dentro de la red tejida de poder represivo y desaparecedor, donde las mujeres buscan las formas y medios para sujetarse a la vorágine vivida y, en este caso, evitar el aniquilamiento absoluto de su humanidad. 42

[1] Silvia Ontiveros fue secuestrada en febrero de 1976, permaneció detenida-desaparecida en el D2 de Mendoza durante 18 días. Luego pasó a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y permaneció presa en la cárcel de Devoto hasta el retorno de la democracia. [2] Charo Moreno es uruguaya y se había exiliado en Argentina. En noviembre de 1975 es secuestrada en la Ciudad de Buenos Aires, con 18 años. Permaneció detenida-desaparecida entre 8 y 12 días y luego fue pasada a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y permaneció presa en la cárcel de Devoto hasta el año 1984. [3] Amado, Ana. 2009. La imagen justa. Cine argentino y política (1980-2007). Buenos Aires: Colihue, pp., 134. [4] Ibíd., pp., 135. [5] Silvia Nybroe fue secuestrada en Tucumán el 21 de noviembre de 1975, el 1º de diciembre de 1975 fue pasada a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y entre esa fecha y el año 1981 fue presa política.

Ficha Técnica: “Campo de Batalla. Cuerpo de Mujer” Director: Fernando Álvarez. Fecha de realización: 2012. Duración: 73 minutos. Investigación: Lizel Tornay y Victoria Álvarez. Asistentes de investigación: Fabricio Laino Sanchís, Isela Mo Amavet, Eric Baremboim. Producción Ejecutiva: Lizel Tornay y Victoria Álvarez. Edición: Eric Baremboim, Camila González y Fernando Álvarez. Tráiler disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=y1cmKz7X2I Para más información del documental visitar: https://www.facebook.com/pages/Campo-de-batalla-Cuerpo-demujer/607332752632074


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Turistas y viajeros

Un viaje al pasado Por Revista Furias

“Un turista es cuando vas donde te llevan como un borrego y no ves nada de lo que hay alrededor, como si tuvieras an$ojeras”. El turista que sigue al ganado, como una metáfora de la vida que se nos escapa en cada suspiro. La madre, el padre y el hijo, con intereses tan dispares que se hace imposible unirlos en un viaje, pero ahí están y deben convivir esos días en una unión día/noche con sus contradicciones y amores. Armenia Mar:nez es la actriz que se pone en la piel de la mujer que recuerda su viaje a Nápoles. Una anécdota, un recuento de un pasado que fue feliz, ¿fue feliz? A la distancia todo se ve más bello y la añoranza de ese verano inolvidable comparado con la fría pieza, donde la soledad se hace más latente. Cómo nos comportamos en nuestros viajes, qué intentamos sacar de nuestro entorno, ¿somos un ganado como realmente nos ven los locales? ¿Podemos llegar a vivir la vida del autóctono en unas vacaciones de unos pocos días? Así lo deseó nuestra protagonista, ¿lo logró? Turistas y viajeros es un unipersonal basado en el cuento de Hebe Uhart, incluido en el libro “Turistas”. La obra de teatro se encuentra bajo la dirección de Luciano Ricio y se puede ver en la Casona Iluminada todos los sábados a las 18 hs. 43


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ÂĄ Estos senos

pequeĂąos! Por Zenaida Ferrer

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Foto: Mariela Poggi


Lily es una otorrinolaringóloga infan9l, que no descansa ni un minuto. Cuando no anda en el hospital pasando visita a las salas donde están sus 9ernos pacientes, se mete en el salón de operaciones echando afuera amígdalas infectadas y/o adenoides, o da zancadas hasta su consulta-oficina, que cada día se llena de niñas y niños con vocecitas truncadas por las afecciones de garganta, nariz u oído, y de madres y padres nerviosos ante el temor que les ocasiona la fiebre, la medicación con an9bió9cos y la incer9dumbre de una cura rápida. Lily es una mujer muy bella, de ojos almendrados medio verdosos, labios pulposos, delgada, con piernas bien torneadas y un hermoso pelo (chino le dicen aquí) copioso y negro, lacio, que le cae sobre los hombros, pero la mayor parte del 9empo, ni se acuerda de su belleza femenil, absorta como está atendiendo y salvando crías, pues hay que ver la angus9a de esta médica cuando ve a una personita minúscula que casi se asfixia por una obstrucción nasal. Tampoco en su hogar Lily reposa. Además de la doble carga de las mujeres con responsabilidades (lo de la igualdad es un mito), el cuidado de su anciana madre y de tres hijos (la mayor de los cuales la adoptó cuando aún era estudiante de medicina); el “invento” diario en la cocina, la limpieza, el fregado, la ayuda a la y los pequeños para hacer sus deberes escolares, siempre algún que otro vecino la requiere: “mi niña 9ene fiebre, Lily”, “¿qué le puedo dar a mi bebé a quien le duele la garganta?”. Así una y otra vez, como si ella fuera de hierro y no una persona con necesidad de descanso y distracción. Un día, al regresar del hospital en ómnibus, sin9ó una punzada hiriente en el costado derecho, casi debajo de la axila. Pensó que se había casi colgado con ese

brazo para sujetarse cuando el bus echó a andar y no le dio importancia alguna. Una semana después, mientras escribía una receta médica, la sorprendió un cosquilleo, como un deslizamiento eléctrico de la punta de su seno hasta la base y se frotó con la otra mano sin apenas darse cuenta. Así una vez era un hormigueo, otra un punzadita -de la que culpaba al ajustador que “me aprieta un poco”- y alguna noche, cuando finalmente lograba echarse en su cama, se daba cuenta que no podía virarse boca abajo porque le dolía el seno. Pero tenía una larga lista de infantes para ser atendidos e intervenidos quirúrgicamente; sus descendientes estaban en exámenes escolares y su madre requería una consulta de ortopedia, porque le dolían las rodillas. Se buscó sujetadores más flexibles y se sin9ó cómoda. “Estas pequeñas tetas mías”, se recriminaba, pues siempre añoró tener mamas apetecibles para los gustos masculinos, de esas que sobresalen por el escote y se muestran en revistas de modas de muchachas anoréxicas pero con tremendas pelotas delanteras. Cuando la moles9a le impedía prác9camente mantener el brazo apretado contra su cuerpo, pues la axila se inflamaba y el dolor recrudecía, Lily decidió irse a un hospital de adultos a consultar un colega especializado en mamas y, por supuesto, no dijo nada en su casa, ni a su madre (pobre anciana), ni a su marido y mucho menos a sus hijos e hija. El doctor la recibió afectuoso y hasta bromeó con ella recordando que cuando eran estudiantes, él estaba locamente enamorado de Lily. “Pero eso pasó, puedes estar tranquila”, explicaba mientras palpaba las menudas protuberancias erectas de su colega. A la doctora le impresionó cómo iba

arrugando su entrecejo mientras hacía el reconocimiento. “No hay que alarmarse, pero debemos hacer unas pruebas iniciales: rayos X, mamografia, ultrasonido, de todo, doctora, vamos a realizar un chequeo completo”. Así dijo mientras le pasaba afectuoso las manos por el pelo. Empeñada en guardar su secreto hasta que estuviera el chequeo médico, Lily hacía maromas para completar sus análisis y cumplir su ru9na diaria: visitar pacientes, dar consulta, hacer intervenciones quirúrgicas y, claro está, ocuparse de las tareas hogareñas. Pasados 10 días su colega oncólogo la llamó por teléfono. “Lilia, debes venir sin falta mañana temprano a mi consulta”. A ella le llamó la atención el tono firme de esa cita, no era una invitación precisamente, él la conminaba a visitarlo. Nerviosa y sudorosa estuvo allá, incluso antes que el galeno llegara. Nada más verla, él la hizo pasar a su consultorio. “Lily, amiga querida, ¿por qué no viniste antes? Las pruebas dieron posi9va a un 9po de cáncer. Pero aún estamos a 9empo, solo que vamos a intervenir quirúrgicamente ya”. Le comunicó, mientras con su mirada y gestos trataba de dulcificar la dura no9cia que acababa de darle. Lily hizo cuanto pudo para ocultar su pánico. No lloró ni dio gritos: ¿Por qué a mí?”, como muchas se preguntan, simplemente se dejó abrazar por el colega y se sin9ó protegida. No diría nada aun en su casafraguaba en su mente- o a lo mejor diría que se iba a hacer unas pinzas para subir un poco sus te9cas, como algo cosmé9co, sin importancia. Ni acompañante necesitaría. Así se iba convenciendo a sí misma de la intrascendencia del asunto. Más no podía aguantar el morbo, la curiosidad, el ansia por saber… Buscó afanosa bibliogra%a al respecto: “el cáncer de 45


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mama ocupa la primera causa de incidencia y la segunda en mortalidad en el sexo femenino, con una tendencia al incremento. El riesgo aumenta con la edad y el mayor número de casos nuevos se concentra en el grupo comprendido entre 40 y 60 años (justo al que Lily pertenece) y lo peor de todo: el mayor porcentaje se diagnos9ca en estadíos avanzados”. ¿Cuándo fue la úl9ma vez que se hizo un pesquisaje? ¿se lo realizó alguna vez? Entonces cayó en cuenta que como médica, desoyó lo que se repite una y otra vez para la prevención de este mal mayor. Mensajes publicitarios por la radio, la televisión y la prensa escrita… alertas en los barrios a través de las organizaciones sociales, como la Federación de Mujeres Cubanas. “Todo lo oí como quien oye llover”, se recriminaba. “Ahora ya no importa, tengo un cangrejito minando mi interior”, se condolía Lily. Trabajó aún con más intensidad para dejar todo organizado: reemplazo en el hospital por otra otorrino; las cosas en orden en casa “porque voy a hacerme un pequeño piquete para tener más lindas mis mamas y luego por unos días no podré lavar, ni fregar, ni hacer mucho esfuerzo, pero será breve, no se preocupen”, explicaba a su familia de manera superficial. “No, no hace falta que alguno me acompañe, mis colegas estarán ahí y en cuanto se me pase la anestesia vuelvo a casa”. Ese día su esposo la llevó al hospital donde le harían la “acción esté9ca”, casi al amanecer. Le dio un beso y le dijo, “en cuanto salgas del salón que alguien me llame por teléfono”. Se besaron como cada día y ambos movieron sus manos en señal de despedida. A las siete, Lily estaba preparada para entrar al salón de operaciones: ves9da con una bata verde sin ropa interior debajo. Ya se sen:a hambrienta pues además de no 46

comer nada sólido el día antes, mantenía el ayuno indicado. La enfermera y el camillero que vinieron a trasladarla, no permi9eron que fuera caminando como era su intención. “Ahora, doctora, usted es la paciente”. Un sedante en vena, un apretón afectuoso a sus frías manos por el cirujano y el calor de la anestesia general le fue invadiendo el cuerpo desde sus venas. Al rato había consternación en el personal médico: ¡Lily tenía tomadas ambas mamas por lesiones cancerígenas mul9plicadas rápidamente! Había que tomar una decisión inconsulta con la paciente, pero no habría otra manera de resolver el problema. Así que el médico tuvo que realizar una mastectomía bilateral.

Dos horas después de salir del quirófano, Lily despierta adolorida y se sorprende de ver a su lado al esposo. Quería preguntarle ¿qué haces aquí?, pero se sen:a sin fuerzas. Un poco alejado estaba su amigo cirujano mirándola fijamente. “Lily, le dijo, vas a estar bien. La operación fue exitosa”. Entonces ella trató de tocarse el pecho y su cónyuge se lo impidió tomándole la mano. Volvió a quedarse semidormida y un 9empo más tarde volvió su amigo médico a conversar con ella. “Vas a estar bien, le repite, pero perdiste mucho 9empo. Tuvimos que hacerte una cirugía radical en ambos senos para estar seguros que el cáncer no se hubiese expandido más. Cuando ya cicatrices y te hagamos el tratamiento con quimioterapia, te haré los implantes y tus mamas se verán esté9camente hermosas”. Las lágrimas ruedan por los ojazos de la doctora Lilia, devenida una personita disminuida ante tal no9cia. Supo que todos en casa están impuestos del suceso, que ahorita vendrá su madre a cuidarla y su hija, ya crecida, a atenderla en los porme-

nores; que todos se han puesto de acuerdo para repar9r las tareas hogareñas y que del hospital infan9l, sus colegas le aseguran que todos los pequeños tendrán atención garan9zada. Ella está consciente ahora, sabe que muchos cánceres se pueden prevenir, otros detectar en las primeras fases de su desarrollo para ser tratados y curados y que incluso, en etapas avanzadas de la enfermedad, se puede enlentecer su progresión, controlar y reducir el dolor y ayudar a pacientes y familiares a sobrellevar el asunto, con mayor calidad de vida. Pasaron meses de intensa lucha, la quimio, la caída del cabello, la quemazón de las radiaciones… pero todo ha ido quedando atrás. Ya Lily 9ene senos nuevos, pequeños como los de antes, pues decidió que así era ella y no necesitaba otros; su familia asume en la casa, ha vuelto con más energía a su consulta de otorrino y atención especializada a niños y niñas. Lily sabe que “la parca” le dio una oportunidad. Ahora es una promotora de salud en el combate contra el cáncer, explica, alienta, aconseja y obliga a quienes llegan junto a ella a par9cipar de las pesquisas y del chequeo sistemá9co ante cualquier duda o síntoma confuso. Agradece al sistema de salud cubano la preocupación por diagnós9co y tratamientos y reconoce que en otro país con un gobierno diferente y medicina pagada, su historia habría terminado de dis9nta manera. Hoy anda con un ves9do muy escotado. Hay un calor de espanto en este verano que reina siempre en Cuba. Su cabello ha crecido y en su rostro se palpa la confianza en el presente y en los planes para el futuro. Pero todos los casos en que se descubre tardíamente la presencia de un cáncer no terminan del mismo modo. Prevenir, tratar, curar, es cosa de cada día.


p o e s í a

Sat-Nam

Por Sebastián d’Albuquerque

Creo que amo, si es que amar es la inmediatez del aire ante mis ojos, el respiro en mi ceguera, con todo; y sabiendo solo todo de la nada. El paso se rompe y no deja nada para armar, para aprender y por aprender; nada, nada de saber, observo significantes corriendo sobre significados sin tiempo; como pájaros, o sino libélulas -que son más livianas-; duelo, siento, río, río y río, desato la garganta y me levanto. Me embebo en esto y me adelgazo, ahora me siento la membrana inexistente entre un adentro lleno de árboles y un afuera habitado de miedos, alegrías y encantos. y a todo por igual y por eso le canto al camino, abrazando a toda compañía. Con el pasto entre los dedos y tocando el cielo con las manos.

Joan Alfaro Cabrera

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