11 minute read

Centenario Beato Luis Variara

Don Miguel Unia

Luis Variara, misionero a los 19 años 1898

Advertisement

Camino hacia el Centenario 1923-2023

Viaje de historia y santidad “De Italia para América ” Fijando su mirada en mí, dijo: “este es el mío”.

Con estas hermosas expresiones inicia la gran experiencia misionera de Luis Variara quien luego de haber sido elegido al estar en Valsalice “Casa del Seminario de las Misiones Extranjeras”, en el año 1894 fue designado por sus formadores para preparar junto a otros seminaristas el altar a la Santìsima Virgen ya que se preparaban todos para iniciar con fervor el mes de mayo en honor a María Auxiliadora.

Narra el mismo Luis Variara: Yo que había sentido el vivo deseo de ser misionero, me entusiasmé tanto con lo que había oído referir de los que partían para América, que, terminando el arreglo del altar, escribí en un pedacito de papel mi deseo de ir a Colombia y le supliqué esta gracia a la Santísima Virgen. Coloqué el papelito sobre el corazón de la Santísima Virgen y el niño, y esperé con la mayor fe y confianza. Mi ruego fue escuchado: al terminar la novena llegó a Turin el Padre Miguel Unia sdb. célebre misionero que poca antes había comenzado a trabajar entre los enfermos de lepra en Agua de Dios Colombia y el Rector mayor Don Rúa lo mandó a Valsalice para que eligiera entre los jóvenes estudiantes su misionero. Cuál no sería mi asombro y alegría cuando entre los 188 compañeros que tenían la misma aspiración, fijando su mirada en mí, dijo: “Este es el mío”. Llamándome luego aparte me preguntó si quería ir a Colombia, al lazareto de Agua de Dios. Yo le dije que sí, en medio de la más viva alegría y aún me parecía un sueño. Esta gracia siempre la he tenido como un regalo de María Auxiliadora. (cfr. AgD pg. 87).

Es así como Luis Variara al ser elegido inicia otra etapa de su vida en la que deberá abandonar sus estudios, su familia y su patria lo que para él sería una gran ofrenda al corazón de Jesús y una muestra de amor y fidelidad en su petición a María Auxiliadora quien le concedió esta gracia.

Don Rúa superior de ese entonces de los Salesianos dirá: “Variara había sido mandado precisamente, para alegrar un poco a los pobres enfermos con la música”. Carta a Evasio Rabagliati Torino 27.2.1896 en ASC.

Es de este modo como podemos destacar en esta experiencia de envío misionero ante todo los siguientes aspectos:

1-Confianza total en la Santísima Virgen María Auxiliadora 2-Oración generosa y constante. 3-Constancia en los buenos propósitos. 4-Decisión en la opción de vida. 5-Preparación asidua para la misión.

De este modo llegó a Agua de Dios el 6 de agosto de 1894. La población contaba con 2000 habitantes, 800 de los cuales eran leprosos. Se sumergió totalmente en su misión. Valiéndose de sus capacidades musicales, organizó una banda instrumental que creó un clima de fiesta en la «ciudad del dolor».

El 24 de abril de 1898 fue ordenado sacerdote y pronto fue reconocido como un gran director espiritual. Entre sus penitentes estaban también las componentes de la Asociación de las Hijas de María, grupo de unas 200 muchachas, muchas de las cuales eran enfermas de lepra. El joven sacerdote descubrió que no pocas de ellas se hubieran consagrado con gusto al Señor. Pero se trataba de un sueño considerado irrealizable, porque ninguna Congregación aceptaba a una joven enferma y ni siquiera a una hija de enfermos. Fue ante esta constatación como nació en él la primera idea de jóvenes consagradas, aunque fueran enfermas de lepra.

Era cada vez más entusiasta de su misión. Escribía: «Nunca como este año me he sentido contento de ser Salesiano y bendigo al Señor por haberme enviado a este lazareto, donde he aprendido a no dejarme robar el cielo». P. Luis Variara SDB.

Es así como Luis Variara al

ser elegido inicia otra etapa de su vida en la que deberá abandonar sus estudios, su familia y su patria lo que para él sería una gran ofrenda al corazón de Jesús

y una muestra de amor y fidelidad en su petición a María Auxiliadora quien le concedió esta gracia.

Los dominicanos sabemos que el uso del agua en nuestro país es irracional e irresponsable. Revertir esta situación requiere de un compromiso nacional sin politiquería y oportunismo mesiánico.

Pngegg

Deuda social y “Pacto por el agua”

Pintar una paloma, es una obra magistral de un artista avezado. Provocar que la paloma coma, es una cuestión que requiere de la creatividad propia de niños, adolescentes y jóvenes de todos los estratos sociales. Los gobiernos que han estado al frente de las cosas públicas en los últimos setenta años en nuestro país, han acumulado una Deuda Social con los niños, adolescentes y jóvenes, al no suministrar el agua que ha necesitado la población en cantidad y calidad.

La unidad fundamental de vida, es la célula y, el componente principal de la célula, es el agua. Por consiguiente, el agua es un componente esencial para la vida de todas las especies. De ahí la importancia del agua, no sólo para nuestra salud, sino para la supervivencia de todos los organismos vivos existentes el Planeta. El organismo humano dispone, más o menos, de 70 millones de células. Científicamente se sabe que, un organismo vivo necesita agua en cantidad y calidad para poder reponer las células que mueren.

Como se puede apreciar, el agua es esencial para que exista vida en la tierra. El agua se halla presente en casi todos los procesos que tienen lugar en los organismos vivos, tanto vegetales como animales. El agua es el componente más abundante de las células. Entre un 70 y un 80 por ciento del material celular es agua. En el cuerpo humano hay agua en el interior y el exterior de las células. El agua aparece en el plasma sanguíneo y en el material inter-celular de los tejidos. El agua representa más del 60 por ciento del peso del cuerpo humano.

Desde nuestro punto de vista, la convocatoria por el “Pacto por el Agua” debe iniciarse en las escuelas, los liceos, los colegios, las salas capitulares de nuestros ayuntamientos y en las universidades. El involucramiento de los niños, adolescentes y jóvenes por el “Pacto por el Agua”, permitirá que sean éstos quienes sensibilicen a sus padres, hermanos, primos, tíos, abuelos e incluso a sus propios maestros sobre el valor del recurso hídrico. Involucrar y comprometer a los niños, adolescentes y jóvenes en las convocatorias y las discusiones por el “Pacto por el Agua”, es fundamental por tratarse de una iniciativa que tendrá una duración de quince años (2021-2036).

Convocar un diálogo para crear las bases para lograr un Compromiso Nacional por el “Pacto por el Agua”, requiere de agudeza por parte del actor principal que hará dicha convocatoria. Confiamos el Consejo Económico y Social (CES) convoque e involucre a todos los actores claves que tienen que ver con el fomento, la siembra, conservación y uso del recurso agua, sin excluir a los niños, adolescentes y jóvenes de todos los estratos sociales. Reiteramos que, el Compromiso Nacional por el “Pacto por el Agua” debe cimentarse en la cuna, en el pre-escolar, en las escuelas, los colegios, los liceos y en las aulas universitarias, pues son ellos nuestros hijos quienes nos ensenarán a aprender a desaprender para que, como adultos, aprendamos a aprender de nuevo.

Como psicólogo social, percibo que los adultos ya estamos anclados en el pesimismo y, en la mayoría de los casos, nos hacemos de la vista gorda y dejamos que las cosas pasen o sucedan sin nuestra intervención. Según los resultados de un Estudio realizado por psicólogos sociales en Haití, Guatemala, México, Honduras, el Salvador, Argentina y Paraguay (2005-2018) en el que tuve el privilegio de participar, el sesenta y dos por ciento (62%) de los adultos consultados no están interesados en participar en los procesos sociales que impliquen compromisos personales que rompan con su supuesto confort.

El estudio de referencia señala que, el cuarenta y ocho por ciento (48%) de los adultos consultados no están dispuestos a enfrentar los problemas sociales que afectan a los países donde se desarrolló dicho estudio, tales como la inequidad social, delincuencia, criminalidad, distribución y consumos de drogas licitas e ilícitas, trata de personas, cambio climático, corrupción, crisis por falta de agua, disponibilidad de empleos dignos para los jóvenes, entre otros. Asimismo se constató que, el setenta y dos por ciento (72%) de los intelectuales consultados dijo no estar dispuesto a enfrentar las complejidades sociales por los que atraviesan los países en los que se realizó dicho estudio.

Como se puede apreciar, son los niños, adolescente y jóvenes a quienes tenemos que involucrar en el proceso por el “Pacto por el Agua” para que sean ellos quienes vigilen el uso de los 8,500 millones de dólares que anunció el Presidente Abinader para llevar a cabo esta oportuna y novedosa iniciativa en un período de quince (15) años. No obstante, la producción, conservación y uso responsable del agua, es una tarea que nos corresponde a todos, sin importar nuestra edad, condición socioeconómica, religión y simpatía política.

Los dominicanos sabemos que el uso del agua en nuestro país es irracional e irresponsable. Revertir esta situación requiere de un compromiso nacional sin politiquería y oportunismo mesiánico. La producción, siembra, conservación y uso del recurso agua, requiere de estrategias consensuadas sostenibles, para el corto, mediano y largo plazo.

lic. aimée roSa | ma Dir. com IG: @aimeevrosae | enlamirasalesiana@gmail.com | aimeerosa@gmail.com

+ desprendimiento + _ apego= > libertad

Conversando en días pasados con la Dra. Encarnación, mi flamante progenitora, comprendí que ser generosos va mucho más allá que la dádiva como tal. Comencemos por el principio. Una discusión acalorada en mi vehículo, fue el entremés que dio cabida a este escrito.

Hace un mes y tanto, en nuestras comunidades parroquiales nos invitaban al acto de la generosidad tras una motivación mundial de nuestro Papa. En ese mismo tenor, muchos laicos como yo nos sentimos llamados a dar. Recogimos no solo de nuestros bolsillos, sino también de nuestras despensas y hasta de los closets en casa. El punto era dar, de lo que nos doliera, pero con amor y esfuerzo.

Sin embargo, esa misma generosidad en muchas ocasiones tambalea. Siendo honesta, desde siempre he sido una persona desprendida, en demasía para muchos, pero lógicamente eso depende de lo que se trate. Depende mucho de lo que estemos dando, de lo que nos estemos desprendiendo. Fue así como dialogando con miembros importantes de mi familia, puse el tema y ¡oh sorpresa! Fueron muchos los comentarios de laicos, muy activos en la iglesia que aludían a: ´´yo no le doy ni 3 pesos a los limpiavidrios, esos se lo malgastan en droga´´; ´´yo ni muerto le paso un plato de comida a Amalia (una indigente del barrio), porque ella lo vende má pa´ ´lante y se fuma el dinero´´; ´´bueno, yo hace mucho le dejé de dar a la señora que se para en las afueras de la iglesia, esa tiene más que yo, hasta su casa construyó y yo viviendo alquilado´´; ´´ yo dejé de darle ropa a la señora del servicio que me asiste, porque supe que ella la vendía má´ pa´ ´lante, para eso la vendo yo y me lo gano yo que fui que la compré´´, en fin Cada uno de estos comentarios son los que me llevan a asegurar que muchas veces nos desprendemos de algo, pero no somos generosos. Queremos dar lo que nos da la gana y que quien lo reciba, haga lo que a nosotros nos dé la gana con lo que le dimos. ¡Carajo, pero… ¿hasta cuándo?!. Queremos unas vacaciones pero con todos los gastos pagos. Estamos rogándole a Dios un empleo pero ojalá y sea remoto para no movernos de la casa. ¡Santísimo! Lo mucho, no solo lo ve Dios, su corte de ángeles, María Santísima y hasta el Espíritu Santo también lo hacen.

Que el dar se convierta en una filosofía de vida basada en el arte del desprendimiento, en practicar el desapego con todo, hasta con la vida misma. Que más que en lo que estamos dando, nos fijemos en el rostro de ese que recibe. Aprendamos a priorizar más bien lo que sus ojos nos externan cuando ven en nuestro acto la solución a uno de sus tantos problemas.

Que lo que haga esa indigente o aquel vicioso, o la señora que te asiste en el hogar, no condicione tu acto de dar. La persona que entiendes te coge de tonto, tomándote el pelo cuando le das, tendrá que rendirle cuentas a Dios de sus actos y no eres tú el que debe cargar con su cruz. Preocúpate tú por dar sin medidas, que del resto se encarga Dios. Vale la pena vivir más desapegados a todo. Definitivamente, necesitamos desprendernos, pero sobre todo, de nuestra propia miseria humana.