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Centenario de Pablo Albera

A este respecto nos dice el Papa Francisco:

“Los jóvenes tienen una nueva sensibilidad ecológica y un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de altísimo consumo y bienestar que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos. Por eso estamos ante un desafío educativo.” (LS, 209)

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El impacto de nuestro modo de vida.

Nuestro modo de vida impacta negativamente en todos los ecosistemas y esto produce un gran desequilibrio ambiental, que tiene efectos directos sobre la calidad de vida de las personas y el futuro del planeta, por lo que es necesario establecer un cambio en nuestros hábitos de consumo para recuperar el equilibrio ecológico. Estamos ante una cuestión de carácter gravísimo que afecta la vida y la salud de toda la población y de los recur-

sos naturales necesarios para su supervivencia, lo cual tiene mucho que ver con la manera en que vivimos, con nuestros hábitos y costumbres.

Dar respuesta a esta problemática implica cambios profundos en nuestro estilo de vida, los modelos de producción, las estructuras de poder que rigen nuestras sociedades.

Movimiento Ecológico Salesiano: una propuesta de cambio.

Para el papa Francisco, el análisis de los problemas ambientales debe necesariamente sumarse al análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos y de la forma de relacionarse de las personas con los demás y con el ambiente. Es por ello que hace referencia a una ecología ambiental, pero también a una ecología económica, social, cultural y humana. Establece un concepto de naturaleza directamente relacionado con el ser humano, su realidad social y su relación con Dios. Para él, no hay ecología sin una adecuada antropología, de aquí surge el concepto de ecología integral.

Porque todo lo antes expuesto nos

interpela. Los salesianos de Don Bosco hemos dado vida al Movimiento Ecológico Salesiano que grupa todas las acciones de asociacionismo que realiza la pastoral juvenil salesiana en las Antillas desde sus diversos sectores pastorales cuya principal finalidad es la defensa del medio ambiente, promoviendo la educación ambiental y acciones dirigidas a su cuidado y conservación. Siguiendo los lineamientos de la Iglesia expresados fundamentalmente en la encíclica Laudato si, y de la congregación salesiana en el Capítulo General XXVIII, así como las políticas públicas para estos fines.

En el caso del Sector Escuela la finalidad del Movimiento es la de formar la conciencia ecológica para, desde la educación, producir una nueva forma de relacionarnos con la creación, fruto de un proceso de conversión ecológica basado en tres pilares:

- Reflexión

- Oración

Es necesario que repensemos nuestra relación con la naturaleza desde un paradigma de hermandad que nos lleve a respetar y a vivir según sus ritmos. Somos interdependientes y estamos interrelacionados. Cuidar la tierra es respetar, cuidar su integralidad y su vitalidad, los bienes y servicios comunes que nos ofrece, nos dice el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si, de esto estamos conscientes y es justamente ahí donde encaja el itinerario que estamos presentando. El mismo se desarrollará en un proceso formativo de dos años dividido en tres etapas:

Iniciación

Durante este proceso los destinatarios se forman como Animadores Laudato Si, lo que los introduce en el estudio sistemático de las problemáticas medioambientales.

Profundización

Etapa en que los jóvenes estudian para formar la conciencia y poder emprender un proceso de conversión ecológica.

Testimonio.

En este período los jóvenes desarrollan acciones significativas que evidencian un cambio de mentalidad y un nuevo modo de relacionarse con la creación y de analizar situaciones de la realidad circundante de manera crítica, para producir cambios sostenibles.

Los salesianos asumimos con valentía el reto de formar desde esta perspectiva renovadora y esperanzadora, conscientes de que las nuevas generaciones están muy preocupadas por el cuidado del planeta que heredarán de nosotros, y por ello le acompañamos a generar iniciativas valiosas y juntos cambiamos de hábitos y contribuimos a sanar el mundo. De esta manera también damos respuesta al llamado del Papa a todas las personas de buena voluntad de iniciar un camino de conversión ecológica que en 7 años habrá de producir frutos significativos.

“Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida.” (LS 211)