3 minute read

Cambié y el mundo cambió

lic. aimée roSa | ma Dir. com IG: @aimeevrosae | enlamirasalesiana@gmail.com | aimeerosa@gmail.com

PixaBay

Advertisement

´´Por amor´´ varias canciones se han titulado

Amar no significa dejar de reconocer esas cosas negativas de los demás o eso pésimo que tiene nuestro trabajo. Amar tampoco es dejar de visualizar eso que quizás hay que mejorar de nosotros mismos o de nuestras actitudes. Amar no es idealizar ni pensar que todo es perfecto.

ig: @aimeevroSae | enlamiraSaleSiana@gmail.com | aimeeroSa@gmail.com

Hacer todo por amor, después de sonar a cuento de hadas, novela de romeo y julieta, ´´paquito´´ del siglo antepasado y todo lo ´´chicle´´ y ´´cursi´´ que a una persona poco romántica como yo se le pueda ocurrir, es el compromiso más práctico, funcional y posible que un cristiano, en su camino diario, puede asumir.

Ciertamente, desde hace años, cuando nos decidimos a vivir la salesianidad por herencia de nuestros ancestros o por mera convicción personal, nos encontramos sumergidos en una responsabilidad de todos los días. Nadie que me diga a mí que ser cristianos le resulta fácil, porque ni vivir lo es como para que practicar una determinada inclinación de fe, lo sea. La diferencia está en cómo se lleva la carga, cómo se vive la religiosidad, cómo se asume la responsabilidad, con qué cara o actitud decides experimentar tu preferencia o inclinación (no solo de fe, si no hace hasta de preferencia ocupacional, tu profesión, sexual, gustos, etc.). Si en vez de ver un todo, nos enfocamos en un día a la vez, probablemente el cuento de hadas comenzaría a sonarte más posible, viable, llevadero, aplicable a tu cotidianidad. Y esto yo lo extrapolo al tema central de la presente edición del boletín, nuestro primer parto del año, nuestro primer encuentro, el primer hijo de estos próximos 12 meses. Cuando dejemos de ver el amor como una utopía o quimera, podremos verdaderamente entender que con amor en TODO cuanto pensamos y hacemos, nuestra vida gozara de más paz, tendríamos más de lo que tenemos, habría menos escenarios violentos en las calles, nuestra casa probablemente fuera un hogar; nuestras relaciones interpersonales fueran más sanas, quizás tendríamos pareja (los solteros), un matrimonio (los que están en ello), o hijos (los que lo anhelan); puede que tuviéramos más estabilidad emocional o alcanzaríamos lo que soñamos, etc. Me explico, si amáramos en el trabajo, si amáramos nuestros proyectos personales, si nos demostráramos amor propio hasta mirándonos al espejo diariamente, si amáramos lo poco o mucho que tenemos, si amáramos nuestras debilidades, si amáramos o aceptáramos con amor los defectos de nuestros más cercanos, nuestra realidad fuera muy distinta. ¿Te imaginas la cantidad de enfermedades o dolamas que nos ahorráramos? Si amaras más y te quejaras menos, ¿serías más feliz o menos amargado/a?

Amar no significa dejar de reconocer esas cosas negativas de los demás o eso pésimo que tiene nuestro trabajo. Amar tampoco es dejar de visualizar eso que quizás hay que mejorar de nosotros mismos o de nuestras actitudes. Amar no es idealizar ni pensar que todo es perfecto. Es quizás ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Es hacer todo con interés o apostando a la excelencia y no completamente lo contrario, por salir del paso. Amar es esperar esperanzados en que lo mejor se acerca. Amar es no tirar la toalla. Hacer las cosas con amor es un ejercicio diario. Es una apuesta, compromiso y responsabilidad personal que podemos asumir perfectamente como tarea individual e ideal en esta, nuestra primera batalla del 2022.

Que los imposibles se hagan evidentes y el amor nos arrope lo suficiente como para no permitir que todo lo malo que nos rodea, nos apague la llama de amar a diestra y siniestra. ´´Hacer todo por amor´´, no es novela, basta con querer (o intentarlo) para que sea posible.