Saco5

Page 1

saco semana de arte contemporáneo contemporar y ar t week antofagasta / chile

5

QUINTA SEMANA DE ARTE CONTEMPORÁNEO MUELLE HISTÓRICO MELBOURNE CLARK, ANTOFAGASTA / EL LUGAR MAS SECO DEL MUNDO, QUILLAGUA

one way ticket



saco semana de arte contemporáneo contemporar y ar t week antofagasta / chile

5

QUINTA SEMANA DE ARTE CONTEMPORÁNEO MUELLE HISTÓRICO MELBOURNE CLARK, ANTOFAGASTA / EL LUGAR MAS SECO DEL MUNDO, QUILLAGUA

one way ticket 1


SACO5, Quinta Semana de Arte Contemporáneo One way ticket / agosto - septiembre 2016 ARTISTAS Angel Delgado Cuba / EEUU Bogdan Achimescu Rumania / Polonia Paula Quintela Chile / Australia Johannes Pfeiffer Alemania / Italia Alicja Rogalska Polonia / Inglaterra Teresa Solar Egipto / España CURADORES Flavia Introzzi Argentina / España Krzysztof Gutfrański Polonia / Brasil Marisa Caichiolo Argentina / EEUU EQUIPO directora / Dagmara Wyskiel productor general / Christian Núñez encargada de comunicaciones / Carla Wong apoyo comunicaciones / Gonzalo Medina encargado de medios locales / Christian Godoy apoyo editorial / Carolina Lara encargada de mediación con colegios y comunas / Carmen América Núñez administración / Cindy Gómez encargado web / Juan Troncoso apoyo en edición de contenidos / Francisco Vergara asistente de producción / Catalina Lobos encargado de montaje / Héctor Valdebenito registro audiovisual y video documental / André Salva fotógrafo / Sebastián Rojas apoyo registro fotográfico / Angélica Araya, Gabriel Navia, Dagmara Wyskiel, Cristian Ochoa, Pamela Canales, André Salva, Francisco Vergara, Juan Troncoso traducción de textos / Eliana Olivares SACO5 es organizada por el Colectivo SE VENDE, Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo, en alianza con la Corporación PAR. Financia el Gobierno Regional de Antofagasta con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, F.N.D.R., 2 % Cultura, año 2016. Presenta Minera Escondida, operada por BHP Billiton. Agradecemos el apoyo de: Embajada de la República de Polonia en Santiago, Radio Bío Bío, Arte Al Límite, El Mostrador, Museo de Artes Visuales (MAVI), Antofagasta TV, diario El Mercurio de Antofagasta, InformArte.cl, Biblioteca Regional de Antofagasta, Artishock, CP Comunicaciones, Hablarenarte, Curators’ Network, Mauricio Quezada y Manuel Cortés. edición / Carolina Lara y Dagmara Wyskiel diagramación / Christian Núñez Creado y producido por Colectivo SE VENDE, Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo Antofagasta, noviembre 2016 www.proyectosaco.cl

2


3


4


ÍNDICE ONE WAY TICKET / 7 Camino sin retorno. Dagmara Wyskiel / 9 Ticket a SACO. Carolina Lara / 13 Relaciones en torno al emigrar. Gonzalo Medina / 16 Una invitación a dejarnos sorprender. Patricio Vilaplana / 21 Desde el Muelle Histórico. Patricio Rojas / 23

PIEDRA, PUZZLE, PARAÍSO: PENSAMIENTOS DE ARTISTAS DISLOCADOS / 25 Instantes fugaces de un recorrido. Carolina Lara / 27 Piezas de un puzzle eterno. Paula Quintela / 31 Identidades mutantes. Angel Delgado - José Gascón Martínez / 34 ¿Paraíso perdido? Bogdan Achimescu / 42 La emigración del artista: un viaje de descubrimiento. Johannes Pfeiffer / 47 La piedra. Teresa Solar / 54 Todos somos víctimas. Alicja Rogalska conversa con Rafaela Castro / 59

EMIGRAR ES ASUMIR UNA ESQUIZOFRENIA DE LA IDENTIDAD / 65 Entrevista con: Paula Quintela / 67 Angel Delgado / 71 Bogdan Achimescu / 75 Johannes Pfeiffer / 78 Teresa Solar / 82 Alicja Rogalska / 85

EL DESEMBARQUE / 91 Diásporas sobre el muelle. Rodolfo Andaur / 93

DESPLAZAMIENTO, GLOBALIZACIÓN Y PRAXIS / 109 Escarbar en aquellos temas. Carolina Lara / 111 Destino soñado. Marisa Caichiolo / 114 Vivencias en una isla en pleno desierto. Flavia Introzzi / 118 ¡Bienvenidos al desierto de lo real! Krzysztof Gutfranski / 122

EN EL LICEO / 127 Diálogos y cercanías educativas. Gonzalo Medina y Francisco Vergara / 129

EN EL MARCO DE SACO5 / 137 El desborde del marco. Dagmara Wyskiel / 139 Imagen, imágenes y diatribas. Rodolfo Andaur / 142 Astrolab_línea y devenir. Angie Saiz / 144 Duelo migratorio: taller de fotografía intercultural. Cristian Ochoa / 148 Tetrápodos y el premio MAVI / Arte Joven. María Irene Alcalde y Gonzalo Contreras / 151 FAXXI - SACO 2017: redes vinculantes para visibilizar artistas emergentes. Isabel Parot / 154 La línea, la roca y el hueso. Residencia de Bogdan Achimescu y Teresa Solar en Quillagua. Dagmara Wyskiel / 156 Desiertos Intervenidos. Bogdan Achimescu, Guisela Munita y Oscar Concha / 160 Conectando historias. Melanie Garland / 181

COLECTIVO SE VENDE: UNA MEMORIA / 189

5


6


ONE WAY TICKET

7


8


Camino sin retorno Emigrar es asumir una esquizofrenia de identidad para siempre. Incluso si vuelves algún día, ya nunca te sentirás totalmente de aquí. Un poco de allá se impregnó en tu piel y en tu mente. La visita al lugar de origen se convierte en un viaje al pasado, donde buscas a la misma gente y recorres los lugares de siempre, a veces inútilmente. Te cuesta entender los cambios. A pesar de esto, sientes que perteneces a esta historia y a este mundo. Las razones por irse pueden ser múltiples, dependiendo de donde te tocó nacer y crecer. Formarse en un contexto cultural y, como persona adulta, cambiarse a otro, puede detonar la necesidad de reforzar la identidad originaria (apego y resguardo), generar convicción de no pertenecer a ninguna parte (desterritorialidad), asumirse a sí mismo como ciudadano del mundo (globalización o desarraigo) o amoldarse a la realidad nueva a tal nivel, para sentirse únicamente parte de ella (elasticidad del trasplante). Cualquiera sea la forma o mezcla de las anteriores, hay que aprender todo de nuevo. Partiendo por la historia y la cultura locales. A veces el idioma o la religión. Las fiestas, los símbolos, tradiciones, orgullos y temas tabú. Las emigraciones constituyen uno de los sellos más significativos y transversales de nuestros tiempos y arrastran a todos los sectores sociales, continentes y profesiones. Es la realidad que lentamente y con varios focos de resistencia, asumimos. El derecho de elegir, en el siglo XXI, dónde quiero vivir y trabajar, pareciera ser incuestionable. Pero no lo es, ni en éste, ni en los otros lados del Atlántico o Pacífico. Las olas de lo ajeno provocan miedo, xenofobia y nacionalismos en un segmento; empatía y solidaridad en otro. Formando nuestros juicios, no debiéramos olvidar nunca que cada decisión de esta naturaleza madura en la intimidad de una familia y conlleva un sacrificio que va mucho más allá de lo material. Hoy, uno de cada diez habitantes del norte de Chile es extranjero. Medio millón de chilenos vive afuera. Los tiempos de éxodo económico y político quedaron atrás, y esperemos que no vuelvan nunca. Desde hace más de una década, el país es llamado por algunos la Suiza de Latinoamérica, convertido en un lugar de deseo y peregrinaje, con pasaje solamente de ida en la mano o por el camino clandestino, en el norte. Es por esto que Antofagasta, como el centro urbano y económico más grande del desierto de Atacama, surge como un lugar coherente y oportuno para hablar sobre la migración, esta vez no como un fenómeno sociopolítico, sino comprendiéndola como una experiencia transcendental humana, compartida por millones. Si bien es cierto que para todos los que se fueron de su país de origen, la emigración se convierte en un umbral que marca un antes y un después en sus vidas, no obstante, la esencia del trabajo de un chofer o un médico no varía 9


mucho entre un lugar y otro. Los artistas, sin embargo, enfrentan un desafío adicional. Trabajando frecuentemente sobre el tejido social, tensionan contextos políticos, re leen la historia reciente, reaccionan frente a los acontecimientos del momento. ¿Cómo, en condiciones de un analfabeto o un tuerto, construir una obra de coherencia y peso? ¿Cómo, siendo ya un artista formado, reinscribirse en una escena y no caer en el autismo del outsider? ¿Cómo comprender un mundo donde uno no ha crecido y al cual, sin embargo, se pretende pertenecer? Seis artistas emigrantes fueron invitados a realizar obras surgidas desde su vivencia, autorreferentes y a la vez universales. Cruces en el mapamundi marcaron los trayectos entre los orígenes y los destinos. ¿quién eres para ti mismo y para tu entorno?, ¿qué significa hoy tu identidad en el mundo globalizado?, y finalmente ¿te importa que tu origen se plasme en tu producción artística? son las preguntas que les hicimos. SACO, o un ejemplo sobre cÓmo alimentarse en el desierto La quinta edición de la Semana de Arte Contemporáneo cerró sus puertas con 13 mil visitas. Los 4 mil del año pasado ya fueron considerados un gran éxito. Cuando en 2012 nos propusimos instaurar un evento cíclico y masivo en Antofagasta, nadie estuvo dispuesto a apostar por el proyecto; nuestro elevado nivel de utopía generaba sonrisas. En el norte de Chile, privado de museos, galerías, centros de arte y documentación, carreras profesionales que desarrollasen el pensamiento crítico, no había de dónde agarrarse. Empezamos por la formación y la aglutinación de la micro escena local. Artistas autodidactas: periodistas de formación que siempre quisieron estudiar arte, ingenieros que regalaron cuatro años de su vida y un cartón a sus padres, sicólogos que comprenden el mundo a través del lente y otros, con o sin títulos de las universidades locales y de casas de estudios que son en su esencia institutos superiores al servicio de la gran minería. Había hambre de arte. Armamos entonces una “pequeña cocinería ambulante”, con invitados bien seleccionados para lo que necesitábamos, generosos, visionarios y de alto conocimiento, que dictaban talleres, exponían 10


sus obras, realizaban residencias en El Lugar Más Seco del Mundo, Quillagua, involucrando al circuito en su proceso de producción. Después de cuatro años, podemos hablar de una micro escena que creció en paralelo a SACO. En un terreno supuestamente infértil y sin mínimas condiciones necesarias, con pinceladas de políticas públicas, placebo de discursos y omnipresencia de la industria. Como sucede en estos casos, en el desierto, el cultivo se alimenta de lo que puede, aprovechando al máximo cada instancia que se le presente, y resulta ser de una determinación, resistencia y capacidad de absorción impresionante. Es lo que asombra a los profesores universitarios de Santiago que llegan a dictar talleres a ISLA (Instituto Superior Latinoamericano de Arte): la atención, el interés y el compromiso de los artistas y productores locales. La micro escena aprende y enseña a la vez, es un sistema de flujo multicanal, para ser alimentado y a la vez alimentar al otro. No hay tiempo que esperar hasta que se cierre un etapa y empiece la otra, todo avanza de manera simultánea. Alumnos de talleres y revisiones de portafolios son a la vez mediadores del primer contacto en SACO, guías que atienden las visitas y acercan las obras al público, fotógrafos de registro, sonidistas, periodistas, administradores web.

11


Las instancias formativas son gratuitas; por trabajo realizado en SACO, reciben en cambio remuneración. Este año les tocó duro: atender a 13 mil personas no es menor. Instalar SACO en el Muelle Histórico de Antofagasta fue un acierto. Independiente del intenso programa de mediación con los colegios, del bombardeo en la prensa local y las redes sociales, fue el transeúnte casual el que elevó significativamente el número de visitas. Entre el terminal pesquero, la municipalidad, el museo regional y el casco histórico, a dos pasos de la Plaza Colón, se arma un sector de circulación obligada y transversal socialmente. La familia redondita con helados, el chofer con la empanada de mariscos, la señora de sombrero con su poodle, una pareja de ciclistas siempre jóvenes, el grupito problemático en cimarra, el sindicalista desempleado que nunca fue padre y ahora aprende a ser abuelo, el reaggeatonero con su equipo y el barbón de moda con su chela. Por allí circulan. Y allí los estaban esperando los guías para acompañarlos a recorrer el muelle entre las obras de arte. Teníamos todo calculado. SACO crece, suben las expectativas y demandas, tanto internas como externas. Dentro de un escenario nacional que no ha logrado instaurar una bienal o trienal, se convierte en el único evento no comercial cíclico en artes visuales, con visibilidad y resonancia dentro y afuera. El hecho que el epicentro se corra durante un par de semanas mil 400 kilómetros al norte, le hace bien a todos, tanto a los de aquí como a los de allá. El lugar donde estás sentado influye significativamente en tu manera de ver el mundo, especialmente si estás fijo en el mismo sillón durante mucho tiempo. Es recomendable cambiar el ángulo de vez en cuando, aunque el taburete de Calama o de Temuco no es tan cómodo y se mueve. Dagmara Wyskiel Directora SACO

12


Ticket a saco Gracias al esfuerzo de autogestión del Colectivo SE VENDE, Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo, al apoyo intermitente de fondos estatales y regionales, y de una alianza ya constante con la empresa privada, SACO se ha convertido en uno de los máximos encuentros de arte contemporáneo en el país y sin ajustarse a los clásicos formatos, sino replanteándose cada vez en función de las necesidades locales. SACO no es una feria de arte, ni una mera curatoría internacional o exposición de obras. El evento ha logrado continuidad en el norte chileno, apuntando a distintas situaciones, desde su primera versión, en 2012, sucesivamente: a la presencia de artistas y expertos nacionales e internacionales, al encuentro de gestiones autónomas, al trabajo in situ sobre el tema de las fronteras Chile – Perú – Bolivia, y siempre a la presencia de los invitados en Quillagua, poblado aymara que subsiste a orillas del río Loa y donde se genera el programa de residencias El lugar Más Seco del Mundo. Con el tiempo, la Semana de Arte Contemporáneo de Antofagasta ha contribuido a generar una escena artística local o cuando menos a activar relaciones, situaciones, con gran énfasis en el público, potenciando “audiencias” en un territorio donde antes – literalmente – había un gran vacío respecto a arte contemporáneo. Su cuarta versión, en 2015, fue incluso más allá de lo que podría ser una escena, y se centró en la educación artística, realizando talleres que apuntaron a distintos lenguajes, y que relacionó a artistas-docentes de Latinoamérica con 82 estudiantes de enseñanza media del norte chileno, provenientes de Arica a Vallenar. Titulada One way ticket, SACO5 estuvo dedicada al tema de la inmigración. El encuentro de este año incluyó el trabajo in situ de seis artistas de Europa y Latinoamérica (18 al 28 de agosto) más un recorrido de intervenciones realizadas

13


por ellos a través del Muelle Histórico Melbourne Clark (28 de agosto al 13 de septiembre), así como – entre julio y nobiembre – una serie de actividades paralelas bajo el programa En el marco de. En una ciudad en Chile marcada especialmente por flujos de inmigración, cada artista invitado representaba esa realidad: Angel Delgado es un cubano que vive en Estados Unidos; Bogdan Achimescu, rumano radicado en Polonia; Paula Quintela, chilena avecindada en Australia; Johannes Pfeiffer nació en Alemania y trabaja en Italia; Alicja Rogalska es emigrante polaca en Inglaterra; mientras que Teresa Solar es de madre egipcia, pero nacida y radicada en España. Participaron además como curadores: Flavia Introzzi (Argentina / España); Krzysztof Gutfranski (Polonia / Brasil) y Marisa Caichiolo (Argentina / EE.UU.). Sedes de SACO han sido, en versiones anteriores, el Centro Cultural Estación Antofagasta y el Parque Cultural Huanchaca. La ubicación de este año nuevamente fue un sitio patrimonial que permitió al mismo tiempo una llegada más efectiva al público local. SACO se realizó en el “muelle salitrero”, en el centro de la ciudad, en pleno casco histórico. La construcción de fines del siglo XIX es Monumento Nacional. Por allí bajaron históricamente los emigrantes que construyeron esta urbe y el norte entero. Allí pisaron por primera vez tierra chilena. El muelle es un

14


espacio simbólico, umbral, donde no se está en el agua y tampoco en la tierra. Una metáfora arquitectónica a la condición de varios emigrantes. Gracias a un convenio firmado entre la Corporación Cultural PAR – administradores del lugar – y el Colectivo SE VENDE, más el trabajo in situ de artistas de circulación internacional, los organizadores lograron ampliar y diversificar públicos: de 4 mil asistentes que hubo en 2015, este año llegaron 13 mil personas hasta la exhibición. Y este impacto, sin contar la cantidad de jóvenes y profesores de artes visuales que participaron previamente en un ciclo de conferencias y conversatorios en liceos de Antofagasta, Tocopilla y Mejillones, que dio continuidad al trabajo de años anteriores con educación artística, estrechándose nuevamente los nexos entre representantes de primer nivel del arte contemporáneo con jóvenes de la zona. En el marco de es un programa de actividades que otorga a SACO crecimiento exponencial. Se configura a partir de alianzas, insertándose con diversas actividades en otros espacios y comunidades. Entre fines de julio y noviembre, le dieron vida diversas actividades: hubo un curso de actualización en artes visuales dictado por Rodolfo Andaur; un encuentro de video arte, Astrolab, organizado por la artista y gestora Angie Saiz, con proyecciones en el muelle y un taller de creación colectiva experimental de video que realizó Carlos Silva; más la inauguración de un mural en el campamento Chilenos de Villa El Sol del sector Los Arenales, culminación de un taller de fotografía dictado por Cristián Ochoa a inmigrantes en la toma. Del 9 de agosto al 13 de septiembre, el artista ariqueño, Gonzalo Contreras (premio MAVI / Arte Joven 2014), exhibió una serie de esculturas en el espacio público, Tetrápodos; mientras que, en la inauguración de SACO5, el 25 de agosto, se lanzó el concurso FAXXI - SACO para artistas del norte, un convenio entre el encuentro antofagastino y la feria de arte de Santiago. Luego, del 25 de agosto al 2 de septiembre, Teresa Solar y Bogdan Achimescu realizaron una residencia en Quillagua; en octubre, la artista chilena radicada en Alemania, Melanie Garland, trabajó con inmigrantes en Antofagasta dentro de su proyecto Conectando historias; para finalizar el programa con los Laboratorios de Primavera Desiertos Intervenidos. Tres residencias de investigación y creación en asentamientos ancestrales para artistas locales, que estuvieron a cargo de Bogdan Achimescu, Guisela Munita y Oscar Concha, respectivamente, en septiembre, octubre y noviembre, enfocándose en las localidades de Paposo, Quillagua, y Ayquina. Carolina Lara Periodista y crítica de arte

15


Relaciones en torno al emigrar La ciudad de Antofagasta como plataforma de instalación de SACO5 retroalimenta la sintaxis relacional en que se desarrolla el proyecto, siendo un territorio donde reflexionar sobre migración como fenómeno social se torna trascendental. El arte, en ese sentido, es – nuevamente – espacio crítico de reflexión donde público, obras y artistas se entremezclan en una experiencia inédita que trasciende más allá de las diversas actividades de esta versión de SACO, en una simbiosis que logra generar un espacio de reflexión en el ámbito social en torno a la emigración desde el arte contemporáneo. Mientras se desarrollaron actividades de SACO5, el público de Antofagasta se fue enterando de la ocurrencia particular de un proyecto de índole territorial. Al estar en el Muelle Histórico de Antofagasta, lugar de carácter patrimonial, y un espacio abierto a la ciudadanía, se generaron relaciones más vinculantes entre la vivencia del público y las obras, sumándose la participación de los artistas en el proceso de producción in situ, incluso en espacios simbólicos para la emigración, más allá del muelle, como los son las tomas en el sector Los Arenales de Antofagasta, donde residen mayormente familias de Bolivia, Perú y Colombia, y donde el artista cubano

16


Angel Delgado entrevistó a residentes para recolectar sábanas para su obra Destino soñado. En ese sentido, además de trabajar en torno a una temática contingente, se esbozaron acciones que acercaron al público, las obras y los artistas, generando una proxémica enriquecedora que permitió entrelazar socialmente el tema de manera eficaz en el público: con 13 mil espectadores a la muestra principal, junto en las conferencias realizadas en los colegios donde, cada artista presentó – en una estrategia de mediación cultural – su obra, historia personal y propuesta para abordar la emigración; jornadas realizadas en instituciones municipales en donde se contó – además – con la presencia de alumnos provenientes de familias emigrantes, lo que implicó cierta pertinencia de este trabajo de vinculación, entrelazando así arte y vida. La necesidad de generar instancias de diálogo desde el arte contemporáneo, evidenció la importancia de un tema muy presente y vivo en el público local, pero también nacional e internacional. Así, el centro de operaciones de SACO, el Instituto Superior Latinoamericano de Arte, ISLA, fue un eje desde donde seis artistas de todas partes del mundo desarrollaron sus obras inéditas, moviéndose entre el muelle e ISLA, coproduciendo sus obras, palpando también las historias del público, y estableciendo en el Instituto un lugar de encuentro donde el habitar se mezcló con lo relacional, junto a la creación y mediación en torno al emigrar. 17


Así, las distintas obras emplazadas en el Muelle Histórico tenían a su vez relación con las otras vivencias, con historias de vida semejantes y las de cada uno de los artistas en los distintos países en los que decidieron construir una nueva vida, referentes y claves que generaron cierta cercanía con el público en torno al tema de la migración. Por ejemplo, en la performance de Alicja Rogalska, una artista también emigrante pedía donaciones para levantar un monumento a las víctimas del capitalismo, siendo ese cuerpo igualmente disciplinado por aquel sistema; o en la casa edificada con cojines de Paula Quintela, que refería a la añoranza de los objetos del hogar, el espectador se encontró con citas a recuerdos desde lo más íntimo de su situación migrante. A su vez, los sonidos recolectados por Teresa Solar en El Cairo e intervenidos previamente a la instalación, buscaron ser un nexo entre la vivencia personal de la artista y un popurrí de música de distintos lares del planeta, entreviendo la necesidad de establecer a través del sonido de Fata morgana, paisaje cairota una invitación al público para situarse en un lugar común. Por su parte, y utilizando el espacio construido como hito de la apropiación, el artista rumano Bodgan Achimescu produjo la obra Ermita, que constaba de 24 dibujos dispuestos en la ladera norte del muelle, refiriéndose al fenómeno de la emigración desde la caricatura de un personaje, donde el público encontraba una narrativa secuencial en un encuentro placentero con el mar. Rememorandoel antiguo uso del lugar, el artista alemán Johannes Pfeiffer decidió restablecer

18


a través de la memoria un proceso de viaje que tensionó el pasado y lo actual, instalando un Barco de sólo ida al final del Muelle Histórico, retratando de forma metafórica el viaje que emprendieron los antiguos emigrantes que llegaron a Antofagasta y Chile, y también escribiendo una historia actual con una escultura dispuesta entre el muelle y el océano, donde importante era el sitio de la mirada. Arte y comunidad se vieron entrelazados a través de un ejercicio crítico que ocupó un espacio público y revirtió las formas convencionales del arte, para establecer nexos vinculantes con las problemáticas contingentes, conformando una sinergia con la vivencia del público, invitando a reflexionar en torno a los procesos migratorios en primera persona, escribiendo experiencias metafóricas desde un territorio crucial para hablar sobre emigración en un contexto nacional e internacional. Gonzalo Medina Periodista

19


20


Una invitación a dejarnos sorprender Es un orgullo tener la posibilidad de ver cómo Antofagasta ha tenido un desarrollo impresionante en el ámbito cultural y cómo, a su vez, las distintas agrupaciones han hecho de la colaboración y la sinergia un modelo de gestión. Que SACO5 se presentara en el Muelle Histórico de Antofagasta habla de este deseo común por generar instancias culturales de calidad y con un alto sentido de la participación ciudadana. Agradecemos a Dagmara y a Christian por esta provocación constante que significa SACO, por incomodarnos como seres humanos y sacarnos de la zona de confort. El arte contemporáneo se convierte en un medio para recrear una realidad que, con frecuencia, preferimos evadir. 2014 fue el año donde reflexionamos sobre la compleja relación entre Chile, Perú y Bolivia; en 2015 nos sorprendimos con el talento y creatividad de más de 80 jóvenes de la región en la muestra Entre la forma y el molde, y este 2016 se puso en escena uno de los procesos más antiguos de la humanidad; la migración. One way ticket refleja el viaje sin retorno de seis artistas, experiencia que es compartida por miles de personas que deciden traspasar las fronteras de su país de origen para tener un nuevo comienzo. La historia de Antofagasta bien sabe de estos desplazamientos humanos. Su origen, desarrollo y presente están marcados por el valor de la interculturalidad; es su característica más esencial. Quizás allí encontremos la respuesta a la constante pregunta acerca de la identidad local. Para nosotros es motivo de gran satisfacción ser parte de una iniciativa como ésta, que nos empuja constantemente a romper las barreras, eliminar los prejuicios y reflexionar en torno a temáticas muchas veces complejas, difíciles o poco abordadas. SACO refleja nuestro compromiso con la cultura, entendiéndola siempre como una forma efectiva de transformación y desarrollo. Es una invitación a dejarnos sorprender y disfrutar de esta nueva provocación. Patricio Vilaplana Vicepresidente de Asuntos Corporativos Minera Escondida, operada por BHP Billiton

21


22


Desde el Muelle Histórico El Muelle Histórico Melbourne Clark de Antofagasta es un espacio donde la identidad más oriunda de quienes damos vida a la comunidad local cobra sentido en toda su expresión, ya que da cuenta de nuestra historia como testigo preferencial de la evolución de este suelo desértico, y es punto de partida para todos aquellos que desde otras latitudes vinieron en búsqueda de una nueva vida en la incipiente ciudad que hoy nos cobija. Es por ello que hablar de inmigración y del aporte de quienes desde lejos fueron forjadores de nuestro territorio, está en el sentido más gravitante del rescate y puesta en valor de este monumento que enorgullece a quienes vivimos en Antofagasta. Poder recibir, aportar y valorizar el trabajo que para la versión 2016 propone la semana de arte contemporáneo, SACO, que en su quinta versión se enfoca en mostrar la realidad de la inmigración, sus penas, angustias, sueños y esperanzas, se convierte en un gesto que no puede tener otra locación más idónea que este muelle, porque conversa perfectamente con la esencia del mismo y le entrega ese valor implícito que sólo una mirada desde el arte puede desembocar: en una reflexión que necesariamente nos hace ver cómo una comunidad que, por cuanto multicultural y diversa, tiene el desafío de cuidar ésta que es su historia, y proyectarla para quienes habitarán este suelo a futuro. Patricio Rojas Figueroa Presidente Corporación Cultural PAR de Antofagasta1

1

PAR (Palabra, Arte y Región) es administradora del Muelle Melbourne Clark.

23


24


PIEDRA, PUZZLE, PARAĂ?SO

Pensamientos de artistas dislocados

25


26


Instantes fugaces de un recorrido Desde que el mundo es una aldea que visualizamos en un click, y la globalización es más que un concepto de época, una realidad que vivimos en plena calle matizada de multiculturalismo, ciertas categorías de artistas – “nómades” o “radicantes” – han llegado a determinar situaciones que son claves para el arte contemporáneo y acaso no traspasan la condición de artista, en muchos casos, en la actualidad. El segundo término corresponde a una analogía que hace Nicolás Bourriaud en un libro publicado en 2009, entre la familia botánica de los radicantes (plantas que no poseen una raíz única sino múltiples raíces que pueden crecer en cualquier superficie y hacia todas direcciones) y una estética de las migraciones. “El radicante puede sin daño separarse de sus raíces primeras, volver a aclimatarse: no existe un origen único, sino arraigamientos sucesivos, simultáneos o cruzados… Se puede llevar consigo fragmentos de identidad, a condición de que se los transplante en otros suelos y que se acepte su permanente metamorfosis”, dice el crítico de arte francés. En la teoría de Bourriaud entran “las identidades precarias, las formas abiertas, la inestabilidad”, obras como “instantes fugaces de un recorrido”, donde los artistas no olvidan sus raíces, pero lo que más importa es hacia dónde van. Sobre el tema de la emigración, SACO5: One way ticket, convocó este año a seis artistas internacionales que encarnan toda esta situación desde su condición de inmigrantes, para un trabajo de intervenciones en un sitio no menos significativo al respecto: el muelle Melbourne Clark. La construcción data de 1872, de tiempos de apogeo del salitre, y que está situada en el barrio histórico de una ciudad marcada hoy, justamente, por los altos índices de inmigración, por un gran desarrollo de la minería y por las grandes desigualdades que caracterizan al contexto del neoliberalismo salvaje. Dos momentos conectados sin duda, que aquí se relacionan y tensionan y de qué manera, además, frente a un elemento simbólicamente clave, con su horizonte infinito, sugerente, el mar. En las obras in situ, los artistas tuvieron entonces que revisar tanto las propias experiencias como las del lugar, buscando relaciones que excedieran lo común para encontrarse al mismo tiempo con los otros. Los escritos con que aportaron a este libro, es un trabajo similar pero aparte. Son las reflexiones que cada uno estableció a partir de la invitación de SACO5. La mirada generalmente se vuelve autorreferencial: tenemos la posibilidad de conocer aquí parte de las propias biografías de los artistas. Pero los relatos están, al mismo tiempo, en conexión con experiencias de inmigración ajenas, colectivas, que se viven tanto en zonas específicas como a través de situaciones globales. Paula Quintela (Chile / Australia) se pregunta precisamente: ¿Qué sucede cuando emigramos? La autora – que podría representar las búsquedas propias de un/a 27


artista latinoamericano/a por explorar escenas menos restrictivas – revela parte de su verdad personal, de un sentimiento de arraigo más bien a lo femenino. Habla de la madre, de la abuela, del hogar, de un sentido de fragilidad y al mismo tiempo de pertenencia, donde la identidad está en constante movimiento. El viaje de Angel Delgado (Cuba / Estados Unidos) fue más bien obligado. Un desplazamiento impulsado por la conflictiva situación de la isla, que implicó la expatriación, y que comparte con cientos de sus compatriotas, artistas o no, durante generaciones. Junto al crítico de arte cubano, José Clemente Gascón, habla además de las condiciones de los artistas cubanos en el exilio, una escena en diáspora que en el enfrentamiento con lo extranjero ha levantado la propia identidad y ha incorporado otros códigos, aportando al arte contemporáneo cubano una suerte de barroquismo siempre revelador de la sociedad de origen. Bogdan Achimescu (Rumania / Polonia) nos relata una historia de emigraciones, la de su familia, que se hunde muy atrás, hasta llegar a un pueblo que el autor mira a través de los ojos del abuelo, del padre, como a una suerte de paraíso perdido, marcado no obstante por los cambios geopolíticos sufridos el último siglo en Europa del Este, y por la guerra. El padre, nos cuenta, padece alzheimer, y el artista ha optado por abandonar el nido, las raíces. En el viaje, la pérdida de la memoria y también el esfuerzo por atraparla aunque sea en mínimos fragmentos. La experiencia de emigración de Johannes Pfeiffer (Alemania / Italia) ha sido más bien interior, naciendo de ese ímpetu de cambio que lo llevó a una decisión tan radical como lo es dejar todo lo que había sido antes. ¿Qué queda y qué se va en este viaje? El artista ve que en la búsqueda de un nuevo hogar en el mundo, lo primero que se abandona, es la seguridad, para entregarse a un proceso de constante cambio que es mutuo, que opera tanto en el que llega como en el que recibe. Pfeiffer ve también en esta dinámica una metáfora de la creación artística. El texto de Teresa Solar (España, de madre egipcia) está plagado de recuerdos, de flahsbacks, de reflexiones sobre la relación con su madre e imágenes de El Cairo que resuenan, a ratos, surrealistas. La niñez, la familia, el idioma, la Montaña, las pirámides, la arena, el abuelo, el cementerio, el aeropuerto, la piedra y el polvo, van y vuelven en el relato junto con esa sensación de no ser de allá ni de acá. En este capítulo, todos los textos están en primera persona, salvo el de Alicja Rogalska (Polonia / Inglaterra), que opta porque otro hable, otro emigrante, entrevistando entonces a Rafaela Castro, la actriz colombiana radicada en Antofagasta que participó en la intervención en el muelle, El monumento a las víctimas del capitalismo. Allí, según la propuesta de Alicja, debía interactuar con el público, establecer diálogos desde un tema crucial para el contexto local. En la entrevista, la artista polaca tal vez relaciona su propia experiencia de inmigración con la de la Rafaela, enfrentada cara a cara al antofagastino. 28


En sus textos, los artistas revelan de algĂşn modo las razones de sus traslados, ocurriendo en algunos casos por la violencia de una dictadura o simplemente por la necesidad de desafiarse, siendo cada experiencia de una intensidad difĂ­cil de abarcar, de crecimiento, marcando por supuesto la obra, y siendo atravesada al mismo tiempo por un desgarro inicial que deja sus huellas para siempre. Carolina Lara

29


Paula Quintela (1968, Santiago - Chile) Licenciada en Artes con mención Pintura en la Universidad de Chile, con estudios de fotografía profesional en el TAFE Institute of Brisbane, Australia, y en Fotoforum en Santiago; así como de cerámica en Fanshaw College en Ontario (Canadá) y de grabado con el artista canadiense Jean Pierre Sauvé en Montreal. Su trabajo explora las experiencias culturales y las conexiones entre tiempo, migración y la memoria. Entre 1997 y 2000, vivió en Canadá. Luego en Chile, residió en Antofagasta. El 2007 emigró a Brisbane, Australia, donde reside actualmente. Al llegar, se unió al grupo Impress Printmakers Studio. Numerosas muestras colectivas en Queensland la conducen a sus primeras muestras individuales en Australia, entre las que destacan: Almanaque en Bleeding Heart Gallery (Brisbane) y en Off the Kerb Gallery (Melbourne); …some migrate by day, some migrate by night en Jugglers Gallery (Brisbane); y Life In Paraná Road en Bosz Gallery (Brisbane); sumándose su participación en Lessons in History vol. II - democracy en la Graham Gallery (Brisbane); Queensland-Quebec Water Portraits - Portraits d’eau en la Warren G.; Flowers Gallery (Montreal); y en Hong Kong Graphic Art Fiesta 2010-2011. Su libro de arte 1973 para la muestra Lessons in History vol. II - democracy fue expuesto el 2012, y adquirido por la Queensland State Library para su renombrada colección pública australiana de libros de arte. www.paula_quintela.com 30


Piezas de un puzzle eterno “Tu estás hoy donde tus pensamientos te han llevado; tu estarás mañana donde tus pensamientos te lleven” (James Allen, cerca de 1900) Quisiera hacer una reflexión sobre la transición física y emocional que vivimos al emigrar desde el lugar de origen a una tierra nueva, e ilustrar un diálogo personal, exponiendo el residuo del flujo y desasosiego que permanece al dejar el mundo que conocemos atrás. Lo aprendido, lo vivido y lo que se ha compartido, tiene que ser aplicado e integrado en el lugar nuevo. Una reflexión sobre la relación entre el espacio físico, y el costo emocional y corporal de la partida. Yo soy una emigrante que ha pasado por esta experiencia muchas veces en la vida, siendo estos traslados algunos más desgarradores que otros. Este constante cambio me ha llevado a un permanente examen de la memoria personal y cultural, ambas aprendidas e imaginadas. También a una búsqueda sin respuesta en la noción de identidad y permanencia, como también en las percepciones que desarrollamos sobre nosotros mismos a lo largo de nuestra vida. El ambiente que nos rodea tiene una profunda influencia física y social en cómo nos percibimos. Ya sea las experiencias compartidas con la familia, la interacción con amigos o nuestra comunidad, cada una de ellas influencian la imagen que tenemos de nosotros mismos. Con la ayuda de las personas que nos rodean, desarrollamos nuestra individualidad basada en lo que creemos, consciente o inconscientemente. Nuestras personalidades son modeladas por nuestro condicionamiento cultural, nuestros recuerdos y nuestras experiencias. Como nuestras percepciones y experiencias son únicas, lo son también los efectos en nuestra vida. Identidad en psicología social implica un sentido individual de pertenencia a una particular categoría social, y un entendimiento del valor proyectado y significado emocional de las cosas animadas e inanimadas dentro de ese grupo. Cuando emigramos sentimos la necesidad urgente de crear un hogar que nos sirva de refugio simbólico. Este frágil nido, endeble y delicado, es en un comienzo construido en un vano y valiente esfuerzo de contenernos y protegernos de lo desconocido, de la perdida, el escrutinio. Como ayuda en nuestro proceso de integración en la nueva cultura. Como mujer emigrante, siento que hay una profunda relación entre el mundo femenino y lo doméstico. Al partir nos vemos forzadas a dejar atrás muchos objetos que a través de la historia familiar, nos han conectado con la madre, abuela 31


y bisabuela, objetos que son traspasadas de generación en generación como un susurro, más que a través de libros o documentos. Estos objetos muchas veces representan un viaje al pasado perdido y al futuro alterado. Cuando estoy a un lado del mundo, mi hogar está en el otro y cuando estoy dormida, mi país está despierto. A través de los sueños y los recuerdos, las experiencias personales se transforman en una serie de momentos fijos. Cada imagen se transforma en una metáfora de la distancia recorrida en la que muchas cosas han sido perdidas o alteradas. Después de la partida y la llegada, en el nuevo escenario, la manera en que nos percibimos puede contrastar con la manera en que somos percibidos por otros. En las cosas más pequeñas, muchas veces más complejas que las palabras, nombres o el idioma, lo innato e instintivo puede repentinamente transformarse en ajeno, porque los individuos responden diferentemente a las mismas circunstancias. En contraste, a pesar de venir de una cultura diferente, a veces los individuos reaccionan de manera similar otorgando un sentido de familiaridad y reconocimiento. ¿Qué pasa con las cosas materiales e inmateriales en su nuevo contexto? ¿Cómo cambia nuestra percepción de permanencia de las cosas? ¿Nos definen las líneas dibujadas en un mapa? ¿Están la herencia, la religión y la lengua directamente relacionados con la tierra en que nacemos? ¿Qué sucede entonces cuando emigramos? Tal vez adoptemos la herencia del nuevo lugar y de manera simultánea incorporemos esa nueva herencia a la de nuestro lugar de origen. El traslado físico y emocional afecta nuestra percepción de lo permanente, su mutable naturaleza y la fragilidad de la identidad colectiva, al punto de que los recuerdos de nuestro lugar de origen llegan a ser, muchas veces, un acto de resistencia desafiante encarando el cambio. ¿Llegamos alguna vez o permanecemos permanentemente en tránsito? Aquí hay una oportunidad de recuento con las historias que se entrelazan como fragmentos de la memoria, fragmentos del día a día en un mundo globalizado que cada vez más entreteje culturas. A pesar de que no pretendo ofrecer respuestas definitivas, con estas reflexiones sugiero que en los fragmentos del pasado, presente y futuro, hay elementos de una verdad personal que están en constante movimiento, como piezas de un puzzle eterno. Paula Quintela Artista visual

32


Angel Delgado (1965, La Habana - Cuba) Entre 1976 y 1980, estudió en la Escuela Elemental de Artes Plásticas de La Habana. Graduado de la Academia de Bellas Artes San Alejandro en 1984, cursó estudios en el Instituto Superior de Arte de La Habana hasta 1986. En 1990, realizó la performance La esperanza es lo último que se está perdiendo dentro de la exhibición colectiva El Objeto Esculturado, que lo condujo a la cárcel, donde pasó seis meses de privación de libertad. Esta experiencia marcó su vida y su obra. En el 2003, comenzó a trabajar y ser representado por la Galería Nina Menocal, en DF, México. En el 2005, decidió quedarse definitivamente en México donde vivió hasta el 2013, cuando decide emigrar a Estados Unidos. Desde entonces, vive y trabaja en Las Vegas, Nevada. Por lo general, en su trabajo propone transformar objetos cotidianos en obras, adicionándoles una carga poética que nos haga reflexionar sobre nuestra vida, sobre procesos sociales, o sobre los mismos procesos de la creación artística. Entre otros premios y residencias, obtuvo en 2016 la Residencia Artística en The Fountainhead Residency, Miami. Actualmente, es representado por la Galería y Fundación Building Bridges Art Exchance, en Santa Mónica, California. El artista ha participado en más de 100 exhibiciones, entre personales y colectivas, en más de 15 países, contándose entre ellos: Cuba, Estados Unidos, Bélgica, México, Argentina, Turquía, Alemania, Colombia y España. www.angel-delgado.com www.youtube.com/angeldelgadofuentes 33


Identidades Mutantes El problema migratorio cubano –peliagudo todavía– convertido en exilio en definitiva, es el enunciado de la contradicción arraigo-desarraigo de la memoria, sometida a aproximaciones preferentemente diferenciadas ya no por la misma descripción del trance, sino en el estatus del sujeto que se ha convertido de repente en expatriado y cuyas renuncias por determinadas circunstancias que le son ajenas, lo llevan a convivir con un sentimiento de pérdida de su patrimonio identitario. En una suerte de inconsciente, la reminiscencia se transforma en estampas provisionales, imágenes incompletas, cualidades de vida en nuevos espacios geopolítico-culturales, donde asumir una visión espectral de ciertos hechos, objetos y sucesos, evidenciando el desplazarse también a otros marcos conceptuales afectivos y expresivos. En la historia de la isla de Cuba, las dicotomías exilio-arte, destierro-patria, lejaníanostalgia, no son ya un descubrimiento. Cuba ha sido siempre un país de emigrados, desterrados o exiliados en otras tierras. Los fundadores de esta condición han sido constituidos por insignes cubanos, como José María Heredia, Gertrudis Gómez de Avellaneda, José Martí, Juan Clemente Zenea y Guillermo Collazo, entre otros. La emigración acogió, también en distintas épocas y condiciones, al presbítero Félix Varela y a su discípulo José Antonio Saco, al promotor literario Domingo del Monte, al narrador Cirilo Villaverde y al escritor-profesor Miguel Teurbe Tolón. Este éxodo también ha sido denominado “nuestra diáspora”, según término que acuñara Calvert Casey, periodista y novelista cubano de origen estadounidense, igualmente emigrado. La emigración es la realidad que lentamente se asume con focos de resistencias involuntarias por el derecho de elegir dónde recalar para vivir y trabajar, pero que en el enfrentamiento a la realidad otra, provocan el miedo ante lo ajeno, las xenofobias y los nacionalismos, así como empatía y solidaridad. Múltiples eventos revelan en la gran cantidad de artistas, reconocidos o emergentes, que su obra apunta hacia estos problemas acumulados, y que en su proyección universal muestran códigos y símbolos que han significado la displicencia de sus raíces e historia. Estas situaciones son al mismo tiempo una fuente de riqueza que, víctimas de falsas manipulaciones, han silenciado a un segmento de la realidad de la sociedad que sigue siendo parte consustancial de esas difíciles circunstancias en las cuales tiene que vivir y expresarse el artista. El arte de “los de allá” o de “los de afuera”, es subvalorado y rechazado por los diferentes criterios impuestos sobre la identidad cultural, salvo sobre aquellos aún bajo la condición de diáspora. La nación tiene un control marcado de dependencia a través de los mecanismos hegemónicos de la cultura oficial, que 34


ve a la diáspora como algo suyo y que de alguna manera intenta dominar para conciliar o negociar discursos.

Ciro Quintana / El Naufragio de mi paisaje, óleo sobre tela, 2016.

El fenómeno de la emigración y el exilio ha estado condicionado por los innumerables procesos en los que se ha visto enrolada la isla a voluntad o contra ella; circunstancias que han generado también otras maneras de abordar la realidad del ser, necesitado de encontrar fuera de su entorno el “espacio gnóstico” – como dijera Lezama –, la pradera abierta a todas las creaciones por donde logren transitar las múltiples miradas a la producción simbólica de los artistas dispersados por su indómita rebeldía, en otros contextos de legitimación y reconocimiento. Estas circunstancias creativas han favorecido a que germinen poéticas y discursos originados desde la inmediatez, la multitonicidad cromática, la cosmovisión y las más diversas visiones de lo social como ideal mismo. Estos creadores cubanos, desde el prisma de su vocación, han encontrado una particularidad muy específica al representar las problemáticas del trance, en lo que se ha puesto de manifiesto el sello propio de su individualidad y su sentido de asumir la realidad o recrearla como credencial dentro o afuera de la isla. La emigración, entendida como la dispersión de grupos étnicos, políticos, religiosos, excluidos y desplazados, que han abandonado su lugar de procedencia para repartirse por el mundo, en su especificidad en el caso cubano, se origina 35


como la de una muchedumbre que bajo determinadas y muy particulares razones, ha sentido la necesidad de desaparecer de su lugar de origen. Sus huellas muestran los signos elocuentes de un proceso migratorio irregular, agudizado por el contexto político social donde la despersonalización, es el rastro material de un itinerario incierto, carente de identidades y anécdotas, signo de una ruta en la que sus derivaciones psicosociales rememoran el protagonismo humano. El vestigio alegórico de un éxodo sin rostro, evoca su dramática ancestralidad contenida en la precaria travesía con el mar como protagonista, una suerte de exilio existencial donde también subyacen el desplazamiento en el tiempo de la memoria provisional, las poéticas de la imposibilidad, la inmovilidad, el desarraigo, el espacio delimitado que contiene el movimiento, las expresiones de las emociones generales que sufren los sujetos. Mediante símbolos que fluctúan en los elementos expresivos de su potencial conceptual, el artista exiliado, a través del empleo de técnicas artísticas pictóricas, gráficas, instalativas y gestuales, evidencia la identidad de la situación geográfica en las alegóricas configuraciones de la realidad vernácula. Las migraciones artísticas han sido analizadas desde el punto de vista de distintas disciplinas académicas y han originado un conjunto de teorías altamente especializadas. Lamentablemente, esta especialización no siempre ha ido en provecho del diálogo interdisciplinario, ni ha dado lugar a una visión holística del proceso migratorio de los artistas cubanos de la llamada “Generación de los 80”, en la que emergieron intempestivamente y sin permiso grupos artísticos que sacudieron la escena plástica nacional con propuestas estéticas que no se habían producido anteriormente, y donde la cultura oficial no encontró un lenguaje que permitiera comunicarse con un fenómeno estético al que trataron de suplantar con otras variaciones. Estas limitaciones expresaron la resistencia institucional con la exacerbación de paradigmas arcaicos y tradicionales, permeados de un lenguaje de retóricas estereotipadas, que pretendió continuar exaltando valores desfasados en tiempos y cuya insolvencia fue el rechazo a dialogar con los artistas de los 80, intentando cercenar los “peligros” que representaban los nuevos imaginarios del arte y la cultura contemporánea. Toda una generación de creadores se dispersó hacia nuevos contextos en aras de una posible resurrección dentro o fuera de la isla. La política cultural no supo platicar con sus modernos y, cuando la institución intentó la capitulación de las propuestas y los proyectos artísticos, la crítica se quedó sin iluminación, sellándose así una etapa viva de sus creadores. Para algunos supuestamente fracasó la “vanguardia de los 80”, claudicó ante la política y las ideologías del poder que se impusieron desde todos los órdenes para 36


mutilar su fundamento. Sus sucesores originaron metáforas de cinismo, discursos tropológicos, códigos ambiguos y de doble lectura, como estrategia ante una supuesta conciliación con la institución que potenciaba otras condiciones creativas, menos pugnantes, más cordiales y abiertas ante los diferentes lenguajes artísticos que consiguieron desairar los instrumentos y fundamentos de la teoría.

Performance / Colectivo Listo Para Vencer. Círculo Social Obrero (CSO) José A. Echevarría. Vedado. Ciudad de La Habana, 1989.

Los que han tratado de tematizar ese momento del contexto, han sustentado una base conceptual contracultural hacia este movimiento, negando su propia condición desde el poder de los conceptos y las denominaciones, devastando así sus presupuestos estéticos para engarzar su textualidad con la vieja manera de narrar bajo las mismas normas, para decir lo mismo de una manera diferente con el propósito de colapsar todo vestigio de un amanecer disímil, y disolver un discurso que provenía de la realidad misma y de la autonomía de los territorios del arte por donde ya no podía ser posible la idea de coexistir con las viejas estructuras. El discurso de las discrepancias era inaceptable, y las visiones que denunciaban los estereotipos y los paradigmas impuestos, fueron marginadas, obligando a la renuncia al espacio natural de legitimación cuando la sociedad no estuvo preparada para asimilar esa avanzada. El proyecto inconcluso fue un episodio sellado en su propia historia; como el dramático canto del cisne, anunció la despidida de la escena artística nacional de la gran mayoría de los jóvenes creadores de esa generación. 37


Se tuvo que transitar un nuevo y tortuoso camino para volver a comenzar desde el desplazamiento, sobreponerse a etapas de dolor emocional y traumas que fueron inevitables para quienes en medio de su efervescencia creativa tuvieron que asumir el abandono temporal de lo más preciado para un artista, la producción creadora por la que se habían arriesgado en una atmósfera de incomprensiones y autoritarismos. En el contexto del exilio y ante los nuevos imaginarios, decidieron en medio de la supervivencia enfrentar contratiempos que reclamaban entereza y constancia para no declinar el propio sentido de la vida de la que emanaban los resultados de la vocación y los desafíos. Otros ámbitos referenciales han podido permitirles continuar con la obra inconclusa y, en contrapartida, se ha registrado el surgimiento de un Arte Contemporáneo Cubano que se ha venido produciendo fuera de la isla con sus disímiles momentos de esplendor. Ante la emigración y el exilio, los artistas han tenido que desplegar su idiosincrasia para enfrentar la concurrencia de códigos, símbolos, ideologías y valores que, al incorporarlos, han conformado una imagen barroca de la cubanía. El dialogo estético-conceptual que establecen las poéticas de cada artista con su propia realidad, es un diálogo consigo mismo que se complementa con la visión de conjunto y el interés de mostrar el arte realizado en la proscripción. En esencia, también es la expresión de los que han sido ignorados, excluidos de alguna manera, objetados, porque han podido mostrar en imágenes artísticas el lado deslucido de la sociedad a la que pertenecieron, sus inconformidades, y la resistencia ante el discurso oficial, las líneas temáticas y los encasillamientos que tratan de imponerse desde la autoridad.

José Bedia / Para llegar a la otra orilla, acrílico sobre lino, 2014.

Con estas razones, los artistas en el exilio han tratado de mostrar el reverso de la identidad, la otra cara de la sociedad que es también la diversidad, en la que se 38


expresa el sentir y la lucha del emigrado contra los desamparos aparentes, la desconfianza inducida sobre sí mismo al actuar sin talantes paternalistas y sin enemigos que ponen a prueba el juicio del ego, la capacidad del talento, la inteligencia para negociar la supervivencia y gestionar el respeto por la diferencia. Como individuo, Angel Delgado tuvo todas las razones para emigrar por motivos políticos, debido a la falta de libertad existente en Cuba, y tras seis meses de encarcelamiento por realizar una performance escatológica espontánea – acto artístico provocador, fundado en la tradición dadaísta y situacionista –, el 4 de mayo de 1990 en la exposición El Objeto Esculturado, organizada en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales. La visibilidad del sentido crítico del arte se verificaba en sí mismo, cuando ante él se reveló un mundo desconocido a partir del momento que intentó gritar en imagen contra la censura y la falta de libertad. Su producción creadora posterior afrontará una serie infinita de clausuras donde ya no será posible entrever un comienzo; la mácula de antecedentes penales, cautelas, requisas, son las reticencias que resultan imposible de quitar en el “jolongo” de sus objetos personales, porque su cuerpo ya se había convertido en el soporte discursivo de las poética de soledades y aislamientos en las malditas circunstancias de la reivindicación del paradigma estético, en una ínsula condenada a la retórica política. En su obra, la supervivencia es un anagrama de transposiciones, convertida en el emblema de los sometidos a las penurias, recreando el complejo de impotencias en situaciones límite, la ilusión del ímpetu, la encarnación del vértigo y al mismo tiempo el miedo a desaparecer aislado; sus acciones se tornan símbolos visuales de los traumas del referente donde se configura toda una visualidad agónica regida por el enterrarse o hundirse con los objetos habituales del atrapado en sí mismo, para poder enfrentar el anonimato y el olvido, para sobrevivir en el presente, entre el acontecer y la reescritura del pasado. El protagonismo de materiales efímeros es la constancia de su resistencia para expresarse con íconos ligados a la privación, la carencia, la libertad, la agresión, la angustia y el desvanecimiento de los derechos, ante la imposibilidad de cambiar la vida que transforma la memoria acumulada en una realidad que disminuye a los relegados por el status de “no personas”, cuyas esperanzas deambulan entre galeras sin redención, amarradas por los hilos del poder. Su discurso pos testimonio de las vivencias compartidas, ha logrado traspasar el suceso biográfico; la metamorfosis corporiza la ironía de los procesos de renuncias como premisa simbólica de los sujetos convertidos por inexplicables coyunturas al tránsito de cautivo a emigrado político. Su emigración, aunque circunstancial en sus inicios, ha sido impulsada también por la avidez de encontrar nuevos horizontes para su carrera como artista. Después de varios años de múltiples entradas y salidas de Cuba, decide residir en el año 2005 39


en México, donde se radicó por ocho años, período en que alberga la visión de pertenecer simultáneamente a dos culturas. Con la sensación de estar escindido, su vida y obra comienzan a adentrase en un conflicto de identidad, exacerbado por la atracción de sus orígenes, y la tensión de vivir entre lo remoto y lo vigente. Todos sus desplazamientos por diferentes ciudades en los últimos años han beneficiado su obra, universalizando sus enunciados. A pesar de su capacidad para adaptarse en los nuevos contextos, volver constantemente es también la recurrente necesidad de reencontrarse consigo mismo y sus memorias, ya no por la atracción de retornar al referente originario, sino porque el artista ya no pertenece a un lugar específico, más bien a varios a la vez. En la actualidad, permanece en los Estados Unidos con las puertas abiertas pues para él aún no hay una migración final, más bien las razones para desplazarse están presentes cada vez más en esta ocasión. El viaje migratorio, en cualquiera de sus etapas, condensa una estructura fuerte en las concepciones del artista, lo que le atribuye a éste una dimensión existencial que configura su experiencia personal y colectiva. Las huellas que graban los nuevos espacios en la memoria del artista reactivan sus vivencias y se revelan como obras, porque su cuerpo – como soporte discursivo – las transforma en un territorio de crónicas de una identidad mutante. Estas problemáticas conceptuales, Angel Delgado las presenta en su obra instalativa in situ Destino Soñado para SACO5, donde invita al espectador a indagar y cuestionar no sólo el tema de la migración, sino otros tópicos relacionados y obligados en estos tiempos, como la identidad, el desamparo, la libertad, el viaje, las fronteras, el éxodo y otros abismos que decoran nuestra realidad y recorren nuestro destino. En este trabajo, el artista fusiona elementos expresivos de las diferentes tendencias del arte conceptual para articular una poética discursiva a partir de la transformación y el cambio de sentido de diversos objetos cotidianos empleados por los sujetos del desplazamiento, favoreciendo la reflexión sobre los efectos del nuevo status o la condición del emigrante, porque a su vez constituyen estampas significativas de identidades transversales, donde los protagonistas del tránsito son sometidos a nuevas situaciones existenciales que ingresan en el conjunto de conflictos y circunstancias en los nuevos imaginarios. José Clemente Gascón Martínez Artista plástico, crítico de arte y profesor Angel Delgado Artista visual

40


Bogdan Achimescu (1965, Timişoara - Rumania) El artista estudió en la Escuela de Artes Ion Vidu en Timișoara y en el Instituto de Artes Visuales Ion Andreescu en Cluj, Rumania. Se graduó de la Academia de Bellas Artes en Kraków, Polonia, donde actualmente vive y trabaja. Durante las últimas tres décadas, ha realizado dibujos, impresiones, textos, actuaciones y arte multimedia. Actualmente, la mayor parte de su trabajo se encuentra dentro de la categoría de conferencias performativas, las que combina con la historia oral y dibujos en vivo, utilizando sistemas de proyección. El trabajo de Achimescu se ha exhibido en alrededor de treinta exposiciones individuales y varias exhibiciones grupales. Es parte de diversas colecciones tanto públicas como privadas a nivel mundial, entre otras, en el Museo de Arte Moderno, MoMA, de Nueva York, el Museo de Arte de Sao Paulo, Galería Nacional de Arte de Washington D.C., y en el Museo Albertina en Viena. En 2001, los videos de Achimescu se exhibieron en el Pabellón Rumano en la Bienal de Venecia, como parte de un grupo de artistas llamado Context Network. La experiencia docente de Achimescu incluye compromisos con universidades de Estados Unidos, Rumania y Polonia. Actualmente, trabaja en la Facultad de Internedia de la Universidad de Bellas Artes en Kraków, Polonia. http://achimescu.info/

41


¿Paraíso perdido? Hace unos años, fui a tomar un café con mi padre, cuya historia de vida tuve conocimiento solamente a través de algunos fragmentos recogidos de nuestros encuentros, que no eran muy frecuentes. Para sorpresa mía, él había preparado apuntes de los temas que quería tratar, como si ésa fuera a ser una conferencia formal y no una charla entre padre e hijo. Como luego supe, él, habiendo sido recién diagnosticado con Alzheimer, quería desesperadamente mantener una conversación lo más coherente posible. También me pasó un floppy disc con un texto cuidadosamente editado e ilustrado pensado en sus hijos y nietos, escrito bajo la presión de su estrecho tiempo y por sus ganas de traspasar lo que tenía en la memoria, que le estaba fallando. Mi padre ha descrito allí la vida de varias generaciones de sus ancestros en la aislada aldea rumana de Șiroca, donde nació. Este texto resultó ser un contrapeso interesante de la vida como yo la conocía. Los habitantes de Șiroca son todos descendientes de una sola familia, con su genoma ocasionalmente refrescado por matrimonios fuera de la aldea. Viven en una meseta de caliza, menos que fértil, cortada por arroyos de agua limpia, y con áreas de matorrales y ciruelos. Es una región encantadora pero pobre, sin ninguna tentación sustancial para invasores o migrantes. Así los aldeanos vivieron tranquilos por muchos siglos, y sorprendentemente, si uno toma en cuenta su existencia humilde, mi padre puede rastrear el árbol genealógico cientos de años atrás, como si fuera de la nobleza. Su forma de vida no ha cambiado mucho en este tiempo: crían ganado y ovejas, plantan huertos, muelen y queman piedra para hacer cal. En el lado narrativo de las cosas, ésta podría ser la historia de un paraíso. Pero con todo el paquete, incluyendo el analfabetismo, la pobreza, la falta de higiene y atención a la salud y muchas formas de civilidad, todo lo que puede hacer uno es describir este mundo con cariño pero en forma honesta, que es lo que hizo Nicolae Achimescu. En forma alternativa, podría reciclarse en un idilio, ocultando las partes inconvenientes, que es precisamente lo que hacen las visiones románticas. Tienen un motivo para hacerlo: el romanticismo tiene una función política y va de la mano con los proyectos nacionales en Europa, que parecen nunca pasar de moda, como un mal peinado. Lo que promete es un Schlarraffenland (lugar de fantasía) monoétnico, con la gente viviendo en la naturaleza, incorporada en familias fértiles, alrededor de hombres fuertes, ajena al lío político y de la historia, comiendo en forma sana y viviendo una vejez tranquila de acuerdo a una película Kodachrome1 elocuente. Este es un fatamorgana que, cuando se sigue, da origen a su propia

1

Kodachrome fue un tipo de film que se vendía principalmente en los Estados Unidos. Famoso por sus colores vivos y atractivos y su alta definición, como también por su alta estabilidad de archivo. Fue el film de elección para las reproducciones de arte. En la percepción popular, fue la garantía de la preservación de una memoria durante mucho tiempo.

42


caricatura: el estado-nación, una entidad esquizofrénica y paranoica que vive ciclos imaginando enemigos para sí mismo y cometiendo homicidios-suicidios en serie. Lo opuesto de esta última imagen existe (se podría llamar cosmopolitismo) y sus ejercicios son las ciudades del mundo vibrante: Berlín o Czernowitz en los años treinta del siglo XX, Berlín o Cracovia en la actualidad. También existe lo opuesto de la condición humana antes descrita. Si el mundo fuera un lugar mejor, su encarnación se llamaría simplemente un ser humano. En el mundo feliz se llama émigré. Dicho de otra manera, si no fuera por los monolitos étnicos reales o inventados, el inmigrante sería... bueno... solamente una persona que se trasladó “aquí”. Desplazamiento La emigración es algo que sí conozco. Nací en ella y me sigue toda la vida, amenazando cerrar su círculo, con sólo un breve momento de estabilidad que gozo actualmente. Nací en 1965 en Rumania, de una pareja polaco-rumana. Viví allí hasta 1990 y ahora vivo en Polonia. Durante la Guerra, la parte polaca de la familia estuvo zigzagueando por Europa para huir de su Bukovina nativa, a veces pretendiendo ser alemana y finalmente estableciéndose en Rumania. Cada miembro de la familia que huía hablaba no menos de cuatro idiomas. Su poliglotismo fue un testamento a la vida multicultural que dejaron y una herramienta para sobrevivir en la recién despiadada realidad. La ciudad donde residen, Czernowitz, tiene un nombre distinto en más de una decena de idiomas debido a la multitud de naciones que alguna vez vivió allí y debido a su importancia cultural. Es aquí donde nació el poeta Paul Celan, y es el lugar que lo hizo un “judío rumano que hablaba alemán”. También es una aldea que sigue “moviéndose” de país en país. Para ser más preciso, Cernăuți (por usar su nombre rumano, para variar) se encontraba en Austria-Hungría cuando nació mi abuelo, en Rumania cuando nació mi madre, luego en la Unión Soviética, de vuelta brevemente en Rumania, otra vez en la Unión Soviética, y ahora se encuentra en Ucrania. Juzgando por los eventos recientes, puede que ésta no sea su última afiliación nacional. ¿Por qué se fue mi familia en 1940? Porque la elección fue entre quedarse dentro del estómago de la máquina Gulag2 o tratar de escaparse para recuperar cualquier cosa que pareciera seguir siendo del orden del mundo anterior.

2

Estoy usando el término Gulag para referirme al sistema soviético de campos de trabajo que mató a millones de personas (ver El Archipiélago de Gulag de Aleksandr Solzhenitsy). El destino de aquellos que no fueron enviados a Gulag desde la región lo describe Timothy Snyder en su libro Tierras de Sangre: Europa entre Hitler y Stalin. La emigración fue literalmente una elección de supervivencia en este caso.

43


Crecer entre arrepentimientos El avance a 1965 y los veinte años entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y mi nacimiento, debe haberse sentido como un período muy breve para mis abuelos. Tenían sesenta y tanto años y estaban apretujados en una pequeña pieza arrendada a personas locales poco dispuestas. Sus amigos estaban dispersos, el trabajo de mi abuelo se había ido, y el teatro para aficionados de mi abuela era un recuerdo que ni siquiera tenía una foto para confirmar que no era un sueño. Para peor, sus vidas estaban atrapadas en las ridiculeces burocráticas y las incertidumbres kafkianas de la dictadura que robó la paz después de la guerra. Mis abuelos se quejaban frecuentemente de su pérdida y a veces siento que aún los oigo. Mi abuelo sentía muy fuertemente que necesitaba contarme de las atrocidades de la guerra, pero mi edad precoz indicaba que él tenía que esperar hasta que yo fuera lo suficiente maduro como para entender. Según él, ese tiempo llegó cuando yo tenía cuatro años. Recientemente, un psicólogo me contó que los niños que escuchan tales historias se convierten en adultos que tienen trastornos por estrés postraumático, una condición que les llena de culpabilidad por tener una buena vida y el impulso irreprimible de recrear en su imaginación las escenas sangrientas de que han escuchado. Ahora me reconozco a mí mismo en esta descripción, pero lo tomo con escepticismo. ¿Qué he hecho como niño después de haber escuchado sobre las cámaras de gas? Bueno, tomé todos los objetos que tenían escrito “hecho en Alemania” y los boté detrás del sofá, que para todos los efectos era mi imagen infantil de un agujero negro. En mi mente, segregar los símbolos de una nación era un sustituto simbólico para una limpieza mayor, que era una tarea que no podía abordar como niño, pero que pensaba que quizás resolvería el problema. La emigración lleva su propio pesar, el pesar de lo que se dejó atrás. Mis abuelos pensaban en su pasado y sus hogares perdidos como época y lugares de armonía y la palabra armonía hace pensar en la unidad. La unidad como una uniformidad pacífica es un punto de referencia social, una nostalgia personal coloreada por historias agradablemente vernáculas que se cuentan ante imaginarios trasfondos pintorescos, como aquél que esbocé en unos párrafos anteriores. La unidad también es una utopía que una vez perseguida, muchas veces requiere guerra y masacres para implementarla. Así, se cierra el circulo y los inmigrantes se transforman en los agentes de la próxima ola de desplazamiento. Ser diferente Dejar el país de uno es a veces un acto de auto defensa en situaciones extremas. Pero para mí ser emigrante no es ni más difícil ni más noble que ser simplemente un ser humano, y el hecho de ser artista sólo agrega ventajas a la situación. Tengo idiomas para usar, temas para tratar y un planeta en que vivir. Todos los problemas del planeta me conciernen directamente, y me siento cómodo con el deber y el derecho de resolverlos y comentar sobre ellos como me parezca adecuado. 44


Muelle Salitrero Compañía Melbourne Clark Inspirado por el muelle de Antofagasta, decidí ilustrar una breve historia mía que tiene que ver con el espacio entre la tierra y el agua, introduciendo al mismo tiempo un tema de exilio y soledad. Durante mis veranos en Rumania, solía ir de un lado a otro, desnudo, los dos o tres kilómetros de playa estrecha y pedregosa entre las aldeas de 2 Mai y Vama Veche. Esta sección de playa está oprimida entre un acantilado alto y enlodado, y el Mar Negro. Era un lugar muy aislado en la época de mis visitas, con sólo unos cuantos lugares donde se podía bajar por los acantilados empinados para llegar al agua. En los sólo ocho o diez metros de playa, un escultor había construido un refugio improvisado para él. Era una ermita si se quiere llamarla así. Ya que el país estaba inundado con la miasma de la dictadura en esa época, y el mar era una de las fronteras estrictamente vigiladas de Rumania, su exilio auto impuesto era una elección que nunca dejaba de cautivarme. Era como que él eligió. El lugar que estaba tan lejos del estado como fuera posible, pero aún no bajo el agua. Protegido de la tierra por el alto muro de greda y tierra, y expuesto a la presencia intransigente del mar. En los dibujos y textos que se muestran en el Muelle Histórico de Antofagasta, cuento la historia de la construcción de este hombre solitario, entre la tierra y el agua. Bogdan Achimescu Artista visual

45


Johannes Pfeiffer (1954, Ulm - Alemania) Después de rendir el bachillerato (A-level), el artista se dirigió a Berlín para estudiar administración de negocios. A través de una experiencia crucial, encontró el acceso al arte en Italia. Desde 1980, ha vivido en ese país, donde estudió escultura en las academias de Bellas Artes de Roma y Carrara. En 1985, realizó su primer proyecto de Land Art en Triangulación en Francia. Para él, este proyecto significó una nueva libertad, la liberación desde la piedra. Triangulación, un término del campo de la ciencia, quiere decir medición de la forma y tamaño de la tierra colocando una red de triángulos. Pfeiffer utiliza esto para medir simbólicamente la tierra por medio de la instalación de triángulos artísticos. Lo que queda para él es la experiencia en el lugar, la experiencia de lo material, hombre y espacio. En 1988, se trasladó a Torino, una ciudad industrial en el norte de Italia, donde encuentró su nuevo hogar. Desde allí viajó por toda Europa y el mundo, para entrar en un diálogo creativo con los espacios, tanto interiores como exteriores. Haciendo esto, necesita tener acceso a un conocimiento inconsciente, un idioma propio, por el cual pueda expresar lo que ha experimentado en el lugar respectivo. De este modo, trata de descubrir y experimentar artísticamente el mundo por sí mismo y utiliza estas experiencias para sus proyectos futuros. www.pfeiffer-arte.de www.behance.net/johannespfeiffer 46


La emigración del artista: un viaje de descubrimiento El tema de SACO5 es la emigración, un tema de mayor actualidad. Determinante en la historia de la humanidad hasta la actualidad. El tema es como el respirar de la tierra: se generan movimientos, movimientos ondulantes determinados por diferentes causas, las que ponen a su vez en movimiento a las personas y las hacen dejar su país de origen para dejar sus raíces en la búsqueda de un nuevo hogar, un nuevo lugar en el mundo. Existen muchos diferentes motivos para que la gente dé este paso. Enfermedades, dificultades financieras, hambruna, guerras, angustia o simplemente curiosidad, pueden determinar este paso. Se necesita coraje, naciendo esté a veces de la desesperación. Dependiendo de cómo se está sometido a la presión exterior o interior, será la resolución para emigrar. El camino hacia la emigración es un camino hacia un futuro desconocido e incierto. Desde que el hombre ha renunciado a su existencia nómada, la que se le había impuesto debido a la búsqueda del sustento, y se había asentado, se ha desarrollado con la afición por la seguridad, la seguridad de los rigores del clima (carpas, casas), la seguridad de los peligros del exterior (murallas, rejas, armas), la seguridad de la nutrición (agricultura y crianza de ganado), la seguridad de las relaciones interpersonales (familia, estructuras sociales tradicionales), etcétera. Renunciar a estas necesidades diariamente y emigrar implica mucha desesperación, tanto del interior como hacia el exterior. Las metas son diferentes: encontrar un lugar en un mundo mejor, garantizar el sustento, mantener la salud y la vida, entregarle a los niños una vida mejor, encontrar trabajo y paz. La paz no es evidencia en este mundo tampoco, la paz interior ni la exterior. El camino hacia un mundo mejor es largo, laborioso y peligroso. Es difícil mantenerse sin perseverancia y sin competencias. A veces ni siquiera éstas son suficientes y la emigración termina en el camino. Actualmente, somos testigos y estamos involucrados en un movimiento extraordinario de emigración. La guerra y la miseria obligan a las personas del Medio Oriente y del África a abandonar sus países y abrirse camino hacia un viaje extremadamente peligroso, brutal y despiadado. Se necesita una gran cantidad de energía, destreza, pero también suerte para superar las dificultades del viaje. Ésta es sólo la primera parte de la emigración. Al llegar al nuevo lugar, comienza el segundo paso: conocer el nuevo mundo. Mi viaje personal comenzó poco después de la llegada de mis padres a un campo, después de escapar de la Alemania Oriental hacia la Occidental. Yo nací en un campo de refugiados y ese fue el motivo porque se les entregó un departamento propio donde yo pasé mis primeros años. Mi padre salió de Posen (hoy Polonia) durante la guerra, cuando llegaron los rusos, y escapó por primera vez. Cuando ya 47


tenía una familia con dos niños escapó por segunda vez más al oeste. De este modo, mi hermana mayor y mi hermano experimentaron muy de cerca el escape cuando eran pequeños. Creo que todos los cambios de domicilio y, con ellos, los cambios de colegio, sacudieron mi sentimiento de hogar muy tempranamente. Además de eso, mis padres emprendieron muchos viajes al extranjero, lo cual, desde muy pequeño, me hizo curioso y despertó mi interés en nuevos lugares, otros países y culturas. Los padres de mi madre emigraron a China. Por lo tanto mi madre nació en Cantón. Mi tío se fue a Sudáfrica como misionero. Así pues, se podría decir que tanto la experiencia del escape, de ser un refugiado y la emigración, fueron parte de mi DNI, incluso antes que yo me fuera de mi país natal. Una enfermedad potencialmente mortal hizo que me dedicara al arte. Mis estudios de administración de empresas, leyes y teología, pero sobre todo mi confusión interior, mi descontento emocional, me mostraron entonces que el rumbo elegido podría no ser mi rumbo. Mi enfermedad intensificó mi búsqueda ya iniciada hace mucho tiempo sobre qué debería hacer con mi vida, cuál podría realmente ser mi vocación. Sensibilizando todos mis sentimientos y emociones finalmente pude recibir un mensaje: anda a Terracina, en Italia, donde Ellen. Este, mensaje quedó grabado en mi cerebro, sin desaparecer durante semanas, meses, hasta que finalmente escuché la voz interior y partí. Después de algunas pistas equivocadas llegué donde Ellen. Ellen, 60 años de edad, una de las amistades de mis padres, pintora, grafóloga, astróloga y médium, se convirtió en la obstetra de mi nueva vida. Después de mucho hablar con ella y de las noches que pasamos juntos, tuve un sueño maravilloso: estaba embarazado de su hijo. Eso ocurrió en 1979. Días después de buscar intensamente a mi hijo, Ellen me dio una pequeña pieza de mármol y empecé a cincelar mi mano en ella. Tal fuerte flujo de energía emanó entre yo y la piedra que de repente estuve seguro que había nacido el niño. En ese momento la búsqueda del significado de mi vida había llegado a su fin. Después de pensarlo mucho, decidí volver a Berlín una vez más y terminar mis estudios de administración de empresas sabiendo que había por delante una importante decisión. Interiormente ya estaba hecha, pero era difícil dejar ir mi pasado. Era difícil separarme de todo lo que estaba acostumbrado. Fue difícil partir. Por lo tanto, postergué la decisión, lo cual me generó una depresión que se volvió cada día más intensa robándome toda mi energía. Desde el día que me entró un poco de pánico, decidí partir al día siguiente. Esta fue la segunda vez que mi gran confusión interior me mostró el rumbo y me ayudó a elegir el camino de la emigración. Así, en mi propio caso, la decisión de emigrar a otro país fue la decisión de emigrar a lo que soy realmente. Fue la decisión para descubrirme, la decisión de encontrar mi yo real, original. La búsqueda de mí mismo me hizo dejar mi madre patria, y era un viaje sin retorno. Pude entonces sólo suponerlo. 48


Lo único de lo que estaba realmente seguro antes de salir de Berlín y Alemania era la idea que si desocupaba mi mochila ésta se llenaría de nuevo. Esto fue muy importante para mis nuevos inicios. Eso significa crear un vacío, crear espacio para algo nuevo, que nuevamente va a llenar este vacío. Pienso que es un principio físico que es también válido para la vida del hombre. Dejar atrás todo lo antiguo, abandonando sus hábitos presentes, seguridades, conveniencias y relaciones interpersonales; es decir, deshaciéndose del lastre para reducir el peso de su frágil barco, él crea un espacio para lo nuevo que ocurra, puede liberarse y dedicarse a lo nuevo. Cada cambio en la vida de un hombre está predestinado al fracaso cuando lleva consigo sus antiguas experiencias. Esto es válido tanto para las relaciones interpersonales como para los cambios geográficos y socioculturales. Si él emigra con todo su patrimonio cultural y no está preparado para permitir algo nuevo, va a permanecer como un extraño en su nuevo ambiente. Sin el vacío interno, sin la mentalidad abierta, sin la buena disposición para tratar nuevas experiencias, él crea un ghetto. Un ghetto en el cual a ningún extraño se le permite entrar y a él mismo no se le permite escapar. Un ghetto como el lugar donde los hábitos continúan existiendo y no se mezcla con la vida sociocultural exterior. Esa manera de curiosidad, y la buena disposición para cuestionarse a sí mismo y sus orígenes, sus tradiciones, es la condición esencial para que se produzca la integración. Integración quiere decir acercarse a lo nuevo, escuchar lo nuevo, observarlo, reflexionar sobre lo nuevo, permitir que lo nuevo encuentre su camino dentro de uno mismo, simplemente interesándose en lo nuevo. Pero también significa que lo nuevo está mezclado con lo que él ha llevado consigo. Usando lo que ha llevado consigo como parámetro en el cual él valora lo nuevo, ambas culturas son una forma de mezclarse. Esto, según yo, es el punto crucial, el catalizador para la integración. Resulta de esto un nuevo proceso de socialización. Socialización que sopesa mundos diferentes, experiencias diferentes entre sí, mezclándolas, en la cual un elemento vale más que el otro, y al mismo tiempo es el punto de inicio de una nueva cultura. Es como si dos ríos fluyeran juntos. Primero las aguas fluyen al mismo tiempo, formando claramente su límite. Solo gradualmente se mezclan entre sí. Me fortalecí con la nueva cultura, fui influenciado por el nuevo mundo y lentamente comencé a cambiar mis propios hábitos. Mi personalidad fue objeto de nuevas influencias, imperceptiblemente, pero persistentemente, cambió y finalmente tuve el sentimiento que este cambio tenía un efecto positivo en ella. 49


Este es un largo proceso en el avance y en el retroceso, lo que está constantemente en movimiento, constantemente cambiando. Pero la influencia de uno en el nuevo ambiente no se debe subestimar. Por una parte, uno está siendo influenciado, pero por otra parte uno mismo está influenciando en otros. De este modo, ocurre un proceso mutuo. Por supuesto, como individuo uno no tiene el mismo efecto total que a la inversa. Pero es realmente evidente que uno tiene fuertes efectos en aquellos que viven junto a uno. Esto se puede ver en conversaciones, en la actitud de las personas hacia uno con el resultado que la comparación con la palabra `viejo´ es sacada más a menudo. Por lo tanto, de una manera interesante, se compara un mundo contra el otro, pero también muy a menudo contra la gente que vive en el nuevo mundo. En un mundo globalizado, mi identidad como artista y ser humano – creo que estos dos se transforman en un todo – se debe solamente buscar y encontrar a través de un intercambio de puntos de vista con los demás. Mi identidad se desarrolla con cada viaje, cada proyecto de arte, cada diálogo con otros. Uruguay, Chile, China, Corea del Sur y muchos países de Europa, han dejado su marca en mí tanto como ser humano y como artista. La experiencia que he tenido en estos países al trabajar y vivir in situ me ha penetrado, ha dejado sus marcas. Emociones, conversaciones, imágenes, olores, contactos y, del mismo modo, la gente de los respectivos lugares, han dejado impresiones en mi cerebro y en mi alma. Éstas viven conmigo y me acompañan en mi próximo viaje. De esa manera se está creando la identidad en un mundo global. La diferencia con el turismo es clara. El artista tiene la oportunidad de entender lo nuevo más intensamente que el turista; tiene la oportunidad de entablar un diálogo directamente in situ. La confrontación directa con las condiciones del lugar, como el clima, material, arquitectura y, por supuesto, con la gente, con su mentalidad, además de su “percepción del mundo” o “Weltanschauung”, son parte de este diálogo. De esa manera el artista-viajero tiene la posibilidad de contagiarse del espíritu de lo nuevo, lo desconocido y reaccionar a éstos mediante su manera artística de expresarse. Sin embargo, un buen artista debe tener tres cualidades: debe tener acceso al conocimiento inconsciente, necesita un idioma, y debe ser capaz de expresar lo que ha aprendido de su conocimiento inconsciente en su propio idioma. Por lo tanto, el artista es una clase de médium. Su tarea es, no importa donde se encuentre, entender los desequilibrios dentro de una sociedad de una manera artística, reconocer la belleza y la fealdad, ubicar el drama y el trauma que ocurre en una sociedad, y, no sólo con talento profético, indicar perspectivas para la humanidad mediante su trabajo. Esto es un gran desafío y ciertamente no se espera de un solo artista. Esto requiere de una gran cantidad de energía, la buena disposición para aportar corazón y alma en su obra de arte. 50


Cuando en 1985 pude liberarme de la escultura más clásica de piedra, realicé mi primer proyecto de arte en la tierra. En el sur de Francia, en un campo que una vez fue cultivado pero luego dejado sin actividad, construí un triángulo grande de piedras. Las piedras que se habían sacado laboriosamente del campo durante décadas, que se habían apilado en muros gruesos alrededor del campo, fueron de nuevo devueltas en forma de triángulo al campo donde originalmente pertenecían. El triángulo, el punto de partida del cual es una casa de campo circundada de muros altos – se había abierto paso por el muro con una apertura en la forma de un triángulo – es simbólico de escaparse de un sistema cerrado. La experiencia de escaparse, de irse, es importante para mí o, mejor dicho, la persona respectiva que está escapando o se está yendo y me ayuda a mí, a él o a ella en el camino que yo, él o ella siga después. La forma que toma el cuerpo del triángulo, la cuña, es simbólica de dinámica, de despegarse, de abrir. Más tarde, llamé al proyecto Triangulación I. Triangulación es un término que se usa en el campo de la ciencia y significa medir la forma y el tamaño de la tierra colocando una red de triángulos. De acuerdo a esto, he continuado mi nuevo trabajo y he colocado triángulos de arte por todo el mundo. Para mí, estas triangulaciones, esta colocación de una red de triángulos de arte, es una medida simbólica de la tierra, de la gente. Tratan con la experiencia in situ, con la inspección del lugar, con aprender a conocer el lugar, con el diálogo allí, con el intercambio in situ. Es como la mezcla de las aguas de los ríos, en el sentido del mundo, que toda intervención artística en otros lugares es un acto de integración, de mezclar, de ganar, de un aumento en la experiencia humana. Esto será preservado en cualquier forma y afectará el curso del mundo. Así, la emigración del artista de su propio país se transforma en un viaje de descubrimiento en el mundo global. La emigración del pasado se transforma en la inmigración a lo nuevo, lo que significa que emigrar expande el horizonte del artista. Así, el artista que ha emigrado tiene la ventaja de realizar lo nuevo de una manera que el artista local apenas puede. El primero puede realizar las cosas con una visión distinta desde una perspectiva distinta, ya que esta perspectiva es fresca y llena de curiosidad para aprender lo nuevo. Curiosidad como el deseo para lo nuevo, lo desconocido, lo desapercibido. Por lo tanto, la curiosidad se asocia al coraje, que es la base del descubrimiento de nuevos horizontes: curiosidad, la base del descubrimiento del mundo, el descubrimiento de nuevos resultados de búsqueda, y el trabajo del artista quien empieza a dar forma y expresar sus experiencias interiores. Los artistas son trotamundos que persiguen nuevos cursos en forma poco convencional y siguen sus ideas interiores en forma radical. Tienen visiones sin evitar ningún riesgo, expresan las cosas que no se han pensado antes y las presentan al mundo por medio de su trabajo artístico. 51


Por lo tanto, estoy seguro de que el artista errante en su viaje de descubrir lo desconocido está creciendo y cambiando con su trabajo; que sus raíces, sus orígenes, se están mezclando con lo nuevo, con el conocimiento que ganó en su viaje. Y ya que cada identidad artística consiste en muchas experiencias individuales, de pasado y futuro, de innumerables intentos artísticos, de sus trabajos, realizados y no realizados, soy de la opinión que el trabajo de un artista se define por la totalidad de sus experiencias, su pasado y su futuro.

Johannes Pfeiffer Artista visual Barbara Pfeiffer Traductora

52


Teresa Solar (1985, Madrid - España) Vive y trabaja en España. Estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y cursó estudios de posgrado en la Universidad Europea de Madrid. En 2016, expone individualmente en el Centre d’Art La Panera. Es finalista del programa de mentores de la Fundación Rolex, y ha sido premiada con la beca de producción Fundación Marcelino Botín, con la que ha producido la película Al Haggara. Entre sus exhibiciones, destacan muestras individuales en Matadero Madrid, en el Centro de Arte 2 de Mayo, en Green Parrot de Barcelona y en la Galería Formato Cómodo; así como su participación en LOOP 09, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (2009), y en Rencontres Internationales Paris/Berlin/Madrid (2010, Centre Pompidou de París, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid y Haus der Kulturen der Welt, Berlín). También ha ganado el premio Generaciones 2013 y la beca de producción CAM 2011, con la que realizó Todas las cosas que no están. Sus últimos trabajos comprenden prácticas heterogéneas como el video y la escultura. Muchos se articulan en torno a personajes como Harold Edgerton, que le permiten reflexionar acerca de la figura del pionero y del extranjero. Estos referentes la atraviesan de alguna u otra forma biográficamente; por ejemplo, su serie sobre los decorados de la película Lawrence de Arabia tiene que ver con la coexistencia entre su lengua de nacimiento, el castellano, y la lengua de su madre egipcia: el árabe. http://www.tsabboud.net/ 53


LA PIEDRA Una montaña puede ser un guijarro que alguien tira al aire, una piedra que levita soy yo volando en un avión. El único recuerdo que tengo de la casa de mi abuela es del pasillo. Yo camino por el pasillo, soy pequeña y las paredes son muy altas. En la casa hace fresco, hay varias puertas a los lados. En el pasillo, frente a mí, hay una gran imagen de Cristo, con un corazón espinoso y sangrante. No recuerdo nada más de aquella casa. No sé cuándo fue la primera vez que oí hablar de La Montaña. La Montaña es la única elevación de El Cairo. Es baja y en su cima se forma una meseta desde la cual se divisa toda la ciudad. La Montaña sirvió de cantera desde tiempos de los antiguos faraones. De ella se extrajo la piedra para construir las grandes pirámides de Giza. Al ver las pirámides es como si vieras La Montaña en una cuadrícula. En casa de mis padres hay una foto en blanco y negro, en ella sale mi padre montado en un camello con mi hermano y mi hermana, y mi madre monta en un burrito conmigo en brazos; las pirámides se ven a lo lejos. Siempre tengo que buscarme en la foto, soy tan pequeña que apenas ocupo espacio. Hay una leyenda cristiana que ocurrió en La Montaña. Es la historia de San Simón, que se supone vivió en el siglo X. Por una amenaza del califa que gobernaba El Cairo en ese momento, San Simón tuvo que reunir a todos los cristianos de la ciudad para obrar un milagro. Se juntaron todos al pie de la montaña y todos juntos rezaron “Kirienalson, Kirienalson”, que significa “Señor, ten piedad”. Y la montaña levitó tres veces. Y después los fieles miraron a derecha e izquierda y San Simón había desaparecido. Mi madre siempre nos habló en árabe. Cuando intentábamos hablar con ella en castellano nos decía que no entendía aquella lengua. Luego la escuchábamos hablar en castellano con mi padre y nos parecía que todo tenía sentido. En la mitad de La Montaña hay una gran iglesia excavada en la roca que puede alojar a veinte mil personas. Es un agujero gigantesco que se mete en la piedra como una mina a cielo abierto. Alrededor de ella hay todo un entramado de iglesias también excavadas en la roca. Algunas son enormes y otras muy pequeñas, al ser cuevas parece que el techo flota sobre ti, como si el milagro se reactuase una y otra vez sobre tu cabeza. En la iglesia, si te das la vuelta y miras hacia las gradas, puedes ver el agujero enorme hecho en la roca a contraluz. Las paredes parecen formar un triángulo, así que cuando miras al cielo es como ver una pirámide en negativo. 54


Cuando vas por las autopistas de El Cairo, puedes ver a un montón de barrenderos barriendo arena, sólo polvo del desierto. A veces la ciudad sufre grandes tormentas de arena, por eso los edificios tienen esa pátina uniforme, del mismo color que el desierto, como nacidos de la arena. La ciudad lucha constantemente por no ser devorada por el desierto. Muchos de mis tíos emigraron hace tiempo y viven fuera de Egipto. Vuelven y ya no saben conducir en el tráfico odioso de El Cairo. Los miembros de la familia que se han quedado y se lo pueden permitir, se han alejado de la ciudad. Se han mudado a barrios muy lejos del centro. Para llegar hasta estos barrios hay que conducir durante mucho tiempo por carreteras donde desierto y urbanización casi se confunden en amasijos de escombros. Los barrios se levantan como oasis en mitad de los restos de otras construcciones, con grandes vallas alrededor. A veces también hay escombros dentro, así que las paredes no delimitan nada; el exterior y el interior son iguales. Las vallas crean un espejismo en el desierto. Nunca me ha gustado demasiado estudiar idiomas. Cuando era pequeña opuse verdadera resistencia a aprender el árabe, aquella asimilación que fue natural para mis hermanos para mí dejó de serlo. Mi madre me obligaba a hablarle en árabe y me corregía constantemente; eso hizo que dejara de comunicarme con ella. Cuando tenía cinco años, hicimos un pacto: ella me hablaría en árabe y yo respondería en castellano. Hemos mantenido este pacto toda la vida. Siempre me ha sorprendido la cantidad de urbanizaciones de lujo egipcias que tienen nombres en castellano como “El patio” o “Estrella de mar” o “Fresca”. En la base de La Montaña se encuentra el barrio de los basureros, que en egipcio se llaman zabbaleen. Los basureros son cristianos venidos de todas las partes de Egipto en los años 70, que se asentaron en la base de la montaña. Recolectan la basura de El Cairo, mueven toneladas de plástico, papel, vidrio. Ellos están muy vinculados a las iglesias de arriba. Tienen colgado entre los balcones un montón de iglesias hechas con la chatarra que recolectan. Son muy ligeras y se mueven con el viento, como si levitaran por encima de las calles. Tengo una memoria malísima y tiendo a inventarme mis propios recuerdos. Creo recordar con nitidez el aeropuerto de Madrid en Navidades, cuando íbamos a El Cairo en vacaciones. Recuerdo las largas, larguísimas colas que esperábamos frente a los mostradores de Egypt Air. Visité el Cementerio Copto con mi madre. Allí se supone que está enterrado mi abuelo. Él murió cuando ella era muy pequeña y ella ha estado mucho tiempo buscando su tumba. Lo enterraron en una fosa cuando el cementerio estaba en construcción con la intención de mover la tumba a una localización permanente, pero esto nunca ocurrió y perdieron el lugar donde estaban los restos. Los que sabían murieron hace tiempo. 55


En El monte análogo, Renée Daumal cuenta la historia de los hombres-hueco. Viven al otro lado de las piedras y, lo que para nosotros es vacío, para ellos es lleno. A veces, los alpinistas los matan accidentalmente al clavar el pico. Entonces se puede ver como un hueco con forma de hombre con todo detalle, pero hecho de roca. Siempre pienso que este hombre roca podría ser mi abuelo, encontrado por fin en el cementerio. Hace unos años me fui a El Cairo a grabar un video que se terminó llamando Los embajadores. Mi familia me acogió como una más, con todas las presiones que una familia árabe puede llegar a proyectar sobre una chica joven que es de los suyos. Mientras, fuera, en la ciudad, cuando negociaba precios y servicios, era tratada como una mujer blanca, como europea, como extranjera. Me sentí emparedada entre dos esferas, dos muros de cristal que no parecían tocarse y entre los cuales me sentía completamente alienada. Todo el video de Los embajadores se basaba en construir y grabar un decorado que simulaba un gabinete de cartografía. Cuando terminé de grabar tiramos todo abajo. Los restos, que eran en su mayoría maderas rotas y prensadas, ocupaban muy poco espacio. Cuando veo las pirámides pienso en la incomprensible cantidad de material utilizado para construir la tumba de un solo hombre, que es minúsculo, que está perdido en todo ese material. Trato de atravesar con la mirada la piedra y encontrar ese agujero, pero el pensamiento se solidifica antes, se vuelve piedra antes de llegar al vacío. Cuando se construyó la presa de Asuán en el Alto Egipto, muchos templos quedaron parcialmente sumergidos en el agua. Al salir de la inmersión, la piedra arenisca de las paredes estaba tan blanda que se podía hundir el dedo en ella. Una noche salí a comprar un pendrive y me crucé con un pelícano que estaba sentado encima de la mesa de la terraza de un restaurante. Me dio asco el modo en el que se unían las patas tan duras con el cuerpo blando y lleno de plumas. Constantemente, se habla de los artistas como si tuviéramos todas las certezas acerca de nuestro trabajo, como si debiéramos estar perfectamente convencidos de todos y cada uno de los elementos que componen nuestras obras. Se crea en torno a nosotros una falsa solidez que no responde ni a nuestras condiciones vitales ni a las económicas. Esto me hace experimentar cierta sensación de cartón piedra en mi propio cuerpo. La cantera actual que se encuentra en la base de La Montaña es propiedad del ejército. El ejército posee tantos terrenos que mi madre lo llama “Estado dentro de otro Estado”. 56


Haggar, mi segundo apellido materno, significa en egipcio “el que pica piedra”, el cantero. Cuando volví a Madrid, después de visitar La Montaña, soñé con una piedra hueca que podía atravesar como una cortina. Y dentro de la roca se extendía un gran pasillo dorado muy alto y que en el sueño era interminable. También fuimos a la cima de La Montaña, que ha sido colonizada por varias urbanizaciones de lujo. Fuimos a grabar una cancha de golf que están haciendo crecer en mitad de la roca. Nos hicieron un montón de controles para saber quiénes éramos, porque todo está rodeado de terrenos del ejército. Cuando tenía unos 16 años empecé a interesarme por mi herencia lingüística y comencé a practicar el árabe, que entendía perfectamente pero que se resistía a salir de mis cuerdas vocales. Ahora he conseguido llegar a un nivel básico de conversación y me siento orgullosa de esta reconquista. El Whatsapp y el e-mail han inaugurado una nueva etapa en la comunicación con mi madre que tiene esta vez que ver con el texto escrito. Ella escribe árabe en alfabeto occidental estableciendo una relación reglada entre los fonemas árabes y diferentes signos que existen en el teclado occidental, como números y apóstrofes. Yo también me permito escribir en árabe, pero me invento todos los caracteres, creando sobre la marcha una relación libre entre el sonido de la palabra en mi cabeza y las formas en el teclado. Esta pronunciación espuria no parece molestar a mi madre y se ha establecido casi como un juego entre las dos. La última vez que fuimos a las pirámides éramos los únicos turistas. Nos alejamos dando un paseo, lejos de las tres grandes construcciones, alrededor de las pequeñas pirámides de las reinas. Estas construcciones no han aguantado el paso del tiempo tan bien como las otras y se han ido desintegrando; han perdido su forma y vuelven a ser sólo material, sólo montaña, sólo polvo. Teresa Solar Artista visual

57


Alicja Rogalska (1979, Ostrołęka - Polonia) Artista polaca que reside en Londres. Su práctica interdisciplinaria comprende un enfoque en las estructuras sociales y el subtexto político cotidiano. Principalmente en un contexto de participación, crea situaciones y colaboración con otras personas convocadas por sus particulares competencias y experticias. Estando arraigados en el contexto y lo especulativo, sus proyectos ocupan el espacio entre lo que ya existe y lo que es posible. Alicja es Master de Bellas Artes del Goldsmiths College, Universidad de Londres (2011) y Master en Estudios Culturales de la Universidad de Varsovia (2006). Sus exhibiciones y proyectos incluyen: All Men Become Sisters, Muzeum Sztuki (Łódź, 2016); Myth, Artisterium, Europe House (Tbilisi, 2015); Rehearsal, Museo Nacional (Cracovia, 2015); No Need For References, Kunsthalle Exnergasse (Viena, 2015); Critical Juncture, Kochi-Muziris Bienal (Kochi, 2014); A Museum of Immortality, Ashkal Alwan (Beirut, 2014), Instituto para las Ciencias Matemáticas, Casa de Tiempo Parejo (Flat Time House) (Londres, 2013); Melancholy In Progress, Museo Hong-Gah (Taipei, 2012); Jour de Fête, La Galería de Espacio Privado / Festival LOOP (Barcelona, 2011); To Look is to Labour, Laden Für Nichts (Leipzig, 2010) y No Soul For Sale, Tate Modern (Londres, 2010). www.alicjarogalska.com

58


Todos somos víctimas Para referirse a la inmigración, Alicjia Rogalska optó por hacerlo a través de otra voz, entrevistando a Rafaela Castro, actriz colombiana que llegó a Antofagasta en 2011 y que, en SACO5, participó en la intervención El monumento a las víctimas del capitalismo. La propuesta de la artista polaca para el Muelle Histórico, realizada en colaboración con el curador Krzysztof Gutfrański, fue un trabajo “de naturaleza dialógica, referido a la historia de Antofagasta como un lugar de migración económica, un flujo constante y entrecruzado de gente, materias primas, bienes y capital”. Como actriz, Rafaela estaba a cargo de una caja de recolección de dinero y de un libro de donantes. Debía interactuar con el público que podía donar monedas, la materia prima para el futuro monumento, y compartir sus opiniones o ideas, y plasmarlas en el libro. Como inmigrante, representaba – tal vez – a los numerosos colombianos que trabajan atendiendo servicios y negocios en la ciudad. En la entrevista, cobran importancia la propia experiencia de inmigración de Rafaela y su rol en la obra del muelle Melbourne Clark. Alicja repite la idea de no estar pero estar a la vez tras la presencia de la actriz frente al público. ¿Qué significa hogar para ti? Esfuerzo. ¿Cuál es tu lugar de origen? Yo nací en Cali, Colombia, 1988, cumplo años el 13 de marzo. ¿Cuál es la diferencia entre Antofagasta y el lugar del que provienes? Primero es el tamaño. Cali es mucho más grande. Y lo segundo, la diversidad completa que hay de comidas, de malls, de teatros, de variedad, de productos, de gente. Antofagasta termina siendo como un pueblo. ¿Cómo llegaste aquí y cuál fue tu primera impresión? Llegué por mi mejor amiga que estudiaba conmigo en Cali, en la academia de Estudios de Arte Dramático. Ella se había venido primero y me necesitaba para hacer unos eventos, unas performances de cuerpos pintados. Tenía que quedarme en Santiago y ahí llamó, me trajo para acá. Y la impresión que tuve de Santiago fue… Muy económico, que todo fuera muy económico, que las cosas fueran tan baratas. Si tú vez los precios de Colombia y los de acá… 59


¿Cuál ha sido tu peor trabajo en Antofagasta? Yo llegué a Antofagasta porque estaba buscando pega. En Santiago nos iba bien, pero mejor me vine por el clima, busqué pega en (la compañía) el Teatro de los Sueños. Miguel Cancino nos dio pega de profesoras de danza para trabajar con (las localidades de) Sierra Gorda y Baquedano, y ahí comenzamos. El peor trabajo fue antes de entrar a trabajar con Miguel. Él nos daba sólo dos veces a la semana pega como profesora, entonces yo fui a trabajar al mercado, ¡uf! Fue terrible trabajar de garzona, se me hincharon los pies, me robaron las gitanas, otras se fueron, me cobraron los almuerzos a mí, entonces fue el trabajo así como más terrible que recuerdo antes de empezar a hacer teatro. ¿Cuál consideras es la situación de los inmigrantes en Chile? Por una parte la considero que si son inteligentes pueden alcanzar todos los objetivos que puedan lograr. De pronto no es su país, pero también está en contra de que hay veces que no quieren cosas favorables para el país, y ahí los chilenos se están armando de ciertas preocupaciones o ciertas cosas o que esto no les gusta que por qué están acá. Por eso cuando uno sale de su país en este contexto, tiene que saber para qué sale y para qué llega. No enviarse por la droga ni por el alcohol, ni la bohemia. Tiene que tratar de seguir su objetivo y dejar su país en alto y que no lo señalen como pasa mucho con Colombia que por unos pagamos todos. ¿Qué experiencia en particular te ha hecho acercarte al teatro de manera profesional? La primera fue con Miguel como profesora de danza. Como que empezamos y así pude abrirme en el campo y hacerme conocer. Pero ya entrando de lleno, fue con la compañía la TIA (Teatro Independiente Antofagasta), con Marilú (Rui-Perez). Ahí me abrí con la experiencia de teatro que realizo, porque ahí me he mantenido con muchas obras de teatro, ahí han conocido el valor de lo que hago, y ahora además soy profesora de teatro en el Liceo Experimental Artístico (LEA) y en el Colegio Chañares, como que eso me ha ayudado a consolidarme, teniendo buen trabajo. ¿Cuáles han sido tus experiencias anteriores con al arte del performance? En Santiago tuve la oportunidad de trabajar con un pintor que se llama Tuco Rodríguez, con cuerpos pintados. Nos pintaba en vivo, en lugares, en discos, en espacios de artes, y ahí empezamos a interactuar con los cuerpos. En verdad lo que hacíamos era danza contemporánea, ese es mi enfoque experimental. ¿Cómo te preparaste para El monumento a las víctimas del capitalismo? Mucho análisis, porque me tocó que no todos hablaban el mismo idioma. Eso fue 60


un desafío por no tener un traductor siempre. No es lo mismo de tú a tú. Yo quise decirte cosas, pero igual lo hacía. Además que estaba Dagmara, una excelente traductora que me ayudó mucho. Pero lo que más tuve que analizar muy bien fue tu rostro, cara, tus manos, la sonrisa, las manos de nuevo, y luego los ojos, entonces ahí veo un poco la interpretación y la expresión corporal y el lenguaje de señas que es bastante trabajado con los sordos mudos. Después de eso, hacer un trabajo de campo, de ver cómo era una promotora, una ejecutiva, una persona que vende un producto como un shampoo o cualquier otro. De ahí ya, cuando entrevisté al público, era diferente porque comencé a interactuar en vivo con la gente y a extraer la información que también me daban y con eso hacer un pequeño guión, y con eso sacas de lo bueno y lo malo. ¿Qué opinas sobre tu papel como actriz interpretándote a ti misma como protagonista y anfitriona de El monumento a las víctimas del capitalismo? Yo me sentí maravillosamente, porque el interactuar con las personas es algo como que cala. Hay gente que viene con problemas, viene con energías de su casa o de otros lugares, entonces tú absorbes esa energía, tú vienes y te proyectas con una sonrisa. Mi personaje tiene mucho cariño, mucha personalidad, abierta al público, es como una persona que no va a tener toda la información, pero que la entrega con mucho cariño y con mucha paz, con buenas energías. Pero hay veces que no pasa, entonces como yo trabajaba esas energías, como yo las orientaba o preparaba, había personas que estaban furiosas, pero con mi energía las transformaba a lo que yo quería que ellos se dieran cuenta y mostrar lo que estaban diciendo. En sí, en cómo yo puedo hablar, mostrar mi sonrisa, porque es la que cuenta, cuando tú recibes a las personas con una sonrisa, ellos te ponen atención porque dices; ella tiene una sonrisa, a ver, qué habla. ¿Cómo juzgas la interacción con el público durante la acción? La gente venía dispuesta, otra no estaba ni ahí, otras no sabían qué era el capitalismo, pero mientras pasaba la entrega había gente y hablaban de arte, de economía, gente que sabía mucho. Entonces yo tiraba la flecha, la gente la recibía. Me contaron cosas buenas, cosas malas, hay gente que le dolía dejar una moneda, hay gente preguntona; la interacción con la gente es maravillosa. ¿Cuáles fueron las reacciones de los participantes? Hay gente a la que le hablaba del capital y que se ofendió, se ofendió de la obra de arte. Hay veces que no le encontraban el fin a la obra de arte. Había que ser más concreta. Lo que me dijiste que hiciera era más un experimento a hacer en algún momento. Tuve que ser más concreta, que con su ayuda se iba a realizar el monumento. Otras personas decían que Antofagasta estaba muy joven para 61


hacerle un monumento al capitalismo, entonces que tal, son muchas las cosas que decían. El gusto también iba por el arte, como por el teatro, o algo más así. ¿De qué manera los participantes del proyecto definieron el concepto de capitalismo y cómo reconocieron a sus víctimas? El concepto me lo dieron los autores, y ahí empezamos a escuchar de qué pensaban sobre el capitalismo. A la gente trataba de explicarle que el capitalismo es la parte social y económica de una nación, pero que maneja el dinero, que no se maneja bien, que se puede ver en lo de las AFP, con la salud y la educación, y ahí la gente decía “somos víctimas”, hay gente que nos está robando, el capital se va para otros lados, entonces hacemos cobre, hacemos de todo y no tenemos nada. ¿Recuerdas algunas opiniones o sugerencias particulares realizadas por los participantes? La primera fue que la ciudad estaba muy joven, que había que enfocarse en el teatro. En otras ideas, decían que la gente tenía que esforzarse, que la gente era mediocre; que esto es como una escuela, porque te explican qué es el capitalismo, y te ayuda a conversar. También había muchos dibujos. Un boliviano me preguntaba qué clase de arte hacías, y luego dibujó una mano con dinero. Llevaba unos perros enjaulados, y eso representaba el capitalismo, y por eso a nosotros. ¿Cuál es tu propuesta sobre la ubicación y el aspecto de El monumento a las víctimas del capitalismo? Estaba bien ubicado. Eso es un muelle histórico por otra parte, por lo visual a veces se desenfocaba un poco con las víctimas, entonces la gente pensaba que las víctimas eran por el 11 de septiembre, o la gente que ha muerto en el muelle, o la gente que se murió por tal guerra. Si no hubiera estado ahí, la obra de arte habría perdido el enfoque, que eran víctimas como tal, entonces tenían que dejar unas monedas y que se necesitaba llevar esas monedas a las víctimas del capitalismo.

62


63


64


EMIGRAR ES ASUMIR UNA ESQUIZOFRENIA DE LA IDENTIDAD

65


66


Paula Quintela (Chile / Australia) “Ir y explorar y no tener miedo” 1. Cuéntanos sobre tu obra en SACO5. La obra que estoy presentado para SACO5 se llama En tránsito y es una casa que habla de la pérdida y de las cosas que dejamos atrás y de la cadena que cortamos cuando, como inmigrantes, dejamos nuestro país de origen… Entonces, sobre todo, desde un punto de vista femenino… Por eso es una casa, porque para las mujeres es un poquito más fuerte y tenemos la necesidad mucho más fuerte de tener este nido, de armar un nido, casi un instinto. Entonces armamos este nido donde quiera que vayamos, y ésta es una casa frágil, transparente y liviana, porque es así la fragilidad de la primera casa o del lugar que armamos cuando llegamos a un lugar nuevo; y esta casa transparente, donde estamos expuestos porque podemos ver hacia dentro y nos pueden ver, está llena de cojines porque es un elemento doméstico y es un elemento con el que uno viaja. Incluso, para viajes pequeños la gente se lleva su almohada como un objeto de seguridad, como llevarse un pedacito de la casa con uno, y estos cojines tienen impresos objetos, antigüedades, objetos de la vida doméstica; platos, tazas, cuchillos… Porque, en el fondo, cuando uno emigra debe tomar la decisión de dejar las cosas atrás y elegir muy pocas que uno se pueda llevar. Pero como mujer, también, hay una historia de herencia, de que la bisabuela, la tatarabuela, le pasa a la abuela todas estas cosas que han sido, que han pasado de familia en familia, de persona en persona de la familia y, cuando emigra, corta esa cadena, porque no tienes ninguna posibilidad de llevarte contigo todas esas cosas. Entonces es bien fuerte. No es una reflexión sobre el valor de las cosas en sí misma, es una reflexión sobre tu origen, sobre tus raíces que, al emigrar, de alguna forma, cortas, y también es una referencia del día a día y la vida doméstica, porque son 365 cojines, almohadas, como cada día del año. Esta casa es este primer año de la transición, entonces por eso la obra se llama En tránsito. Eso es básicamente el concepto general de la obra. Tiene muchas más lecturas, muchas más capas esta obra. Se puede leer de muchas formas, pero eso es, más o menos, la idea central. 2. ¿Qué relación tiene tu arte con tu origen y con el país donde ahora vives? Mi arte tiene que ver con mi origen… Yo diría que cada vez más consciente… Yo he emigrado muchas veces en mi vida y siempre pensé que mi trabajo reaccionaba a eso, al paisaje; que mi mirada, mi mirada externa, invisible de los lugares en que me ha tocado vivir… Pero me fui dando cuenta que mi origen siempre ha estado presente, mi historia, y es un factor tremendamente importante en mi trabajo. 3. ¿Qué aspectos culturales te atrajeron en el nuevo país y cuales significaron dificultades? ¿Qué llevarías de tu país de origen al lugar donde habitas? Los aspectos culturales que me atrajeron de Australia fueron sus ideales como 67


68


sociedad. Yo siempre creí en la igualdad, en la naturaleza, en vivir con armonía con el entorno, el vivir rodeado de una naturaleza que se respetara. Todas esas cosas que pensé que eran ideales míos, que no existía ninguna sociedad en que esas cosas se cumplieran, que era demasiado difícil, demasiado utópico. Y llegué a Australia y no podía creer que todo eso existiera en la sociedad y eso me encantó y sentí que el país me calzaba como anillo al dedo. Ahí estaba todo en lo que yo creía y, como cultura, también el respeto que tienen por el arte aborigen y por todos los artistas del mundo. Son súper abiertos a, casi hambrientos de curiosidad, de atraer nuevas ideas, tendencias. Hay corrientes súper interesantes, así, de arte conceptual, de todo tipo de las ramas del arte conceptual, muy, muy entretenido, muy vanguardista, que nunca pensé que me iba a encontrar con algo así. Ahora las dificultades son las mismas que te puedes topar o que me he topado todas las veces que he emigrado antes, que cuesta muchísimo hacer un network, en que cuesta muchísimo conectarse, conseguir galerías que te representen. Pero esta vez me costó menos que en otras partes. Yo diría que otras veces que he emigrado me ha costado dos años mínimo, pero en Australia fue más rápido. Sabía qué hacer, pero de todas maneras fue un ejercicio, fue un esfuerzo hacerme un espacio nuevo y eso, diría yo, ha sido lo más difícil. Si tuviera que llevarme algo de mi país al nuevo país… Bueno, si fuera un objeto, creo que lo más importante sería llevarme mis fotografías y mis herramientas de trabajo, que fue lo que hice cuando me fui a Australia, fue la prensa y mi cámara fotográfica. Eso sería lo que me va a dar trabajo y herramientas de creatividad, y me va a dar un punto de partida. Y las fotografías antiguas de mi familia me dan una conexión con mi origen, con mi familia, con mis amores. Y, si tuviera que llevar algo característico de los chilenos y que he echado muchísimo de menos, es la espontaneidad. A los australianos, pese a que dentro de todos los países de habla inglesa son los más espontáneos, todavía les falta lo que tenemos los chilenos y es esa cosa de pedirle ayuda a cualquiera en la calle, de hablar, de hablar de tus sentimientos… Es tan poco inglés, no saben qué hacer cuando dices “me siento de una forma” o “me gustaría” o “tengo pena”. Acá en Chile lo hacemos espontáneamente, uno tira para afuera lo que siente, lo que quiere y eso no significa nada y al rato siguiente te sientes mejor y sigues caminando. Es algo que no existe y creo que me hace falta para completarme. Y lo otro, creo que es el sentido de humor chileno, porque a pesar de que me gusta mucho el humor inglés y australiano, hay una parte de mí que no está completa porque le falta esa parte, esa chispa, esa espontaneidad chilena, y creo que esas son las cosas, porque el resto me gusta, me integra, me he integrado, me calza perfecto. Como sociedad me calza, como lugar de trabajo me ha gustado mucho… Me ha acomodado mucho la distancia, me ha cambiado mucho el mirar Chile desde lejos para poder encontrar mi propia voz y mi creatividad o mi propio trabajo, como concentrarme en mi trabajo; me ha acomodado mucho la distancia. 69


4. Identidad para ti significa… Identidad, para mí, es lo que somos, todo lo que somos, lo que recibimos de nuestros padres, de la sociedad en que crecemos, de nuestro entorno. Pero, también, de los viajes que hacemos, de las experiencias que vivimos, de la gente que conocemos en nuestra vida y las experiencias que vivimos, para mí eso es la identidad. 5. ¿Sientes que encontraste tu lugar? ¿Podrías emigrar otra vez o volver? Siento que encontré mi lugar… Creo que… es una pregunta peligrosa, porque siento que cada vez que digo “lo encontré”, aquí me quedé, la vida me hace jaque mate y me manda a otros lados. Pero sí, siento que es un lugar que me calza muy bien, siento que me acomoda… Como dije anteriormente, me acomoda la distancia y el silencio de la distancia para el desarrollo de mi trabajo… Y la tranquilidad de la vida de Australia me ha gustado muchísimo. Por supuesto, extraño muchísimo a mi familia y a mis amigos, pero vivo de la manera más cercana a lo que creo, a cómo me imaginé una vida ideal. Me gusta mi vida, ahora; sí creo que encontré mi lugar. ¿Si podría emigrar nuevamente? Creo que sí, a pesar de que te acabo de decir que encontré mi lugar. Hay un lado súper fuerte en mí de aventurera, de patiperro, de siempre, de pequeña, de querer ver qué hay al otro lado del océano, qué hay en otro, en cierto pueblo, qué se siente vivir en ese lugar. Soy muy curiosa y me gusta el extremo, y me gustan los lugares nuevos y me gusta explorar y me gusta viajar. No creo que emigrara como hubiera emigrado a los dieciocho años, como al tres y al cuatro, y con condiciones muy, muy difíciles y muy, muy a lo desconocido. Yo creo que ya no tengo ganas; pero sí, en buenas condiciones, emigraría de nuevo. Y sí volvería a Chile, claro que volvería. No sé si ahora, porque siento que todavía tengo mucho que hacer allá, pero Chile tiene muchas cosas, mucha gente que yo quiero y tengo… Y soy chilena, nunca he dejado de ser chilena, así que sí, si la pregunta es si volvería a Chile, es sí, en algún momento. 6. ¿Qué le aconsejarías a la gente que emigra? Lo primero: que no se encierren, que salgan de la casa, que no tengan miedo a otro idioma, de cometer errores, de salir y hablar, de hacer preguntas, de conectarse, de hablar con la gente, de preguntar, de tratar de hablar el idioma, de conseguir un trabajo o tratar de entrar a un grupo de algo. Integrarse lo antes posible sin miedo, porque después de un tiempo, uno se da cuenta de que no había nada de qué tener miedo, que fue pérdida de tiempo y una soledad innecesaria… Y también investigar. Antes de irse, investigar y saber dónde uno va a llegar, saber un poco de la cultura a la que uno va, de sus códigos, porque incluso cuando uno va a un país que habla el mismo idioma, creo que una de las cosas más difíciles es aprender los códigos sociales, cosas como, por ejemplo, vas a un lugar y te dan tres besos y en otro, que es mal visto que uno salude de beso. Entonces son cosas chiquititas 70


como esa, que te ahorran un montón de mal rato, entender cómo se relaciona la gente… Cuáles son las cosas que esperan de ti cuando conoces a alguien, cuando llamas a alguien por teléfono. Todas las culturas son diferentes y te hace la vida mucho más fácil si haces un poquito de investigación antes de irte y te ahorras todos esos malos ratos. Pero es eso: ir y explorar y no tener miedo, tener miedo es una pérdida de tiempo.

Angel Delgado (Cuba / Estados Unidos) “Identidad para mí es algo que llevamos todo el tiempo” 1. Cuéntanos sobre tu obra en SACO5. Mi obra se llama Destino soñado, y tiene que ver con toda la temática de SACO5, que es la emigración. En mi caso, lo que voy a trabajar es con sábanas; o sea, muchas de mis obras están realizadas con objetos que les doy un cambio de significado, en este caso son sábanas… Metafóricamente, estoy hablando de los sueños de estas personas, de emigrantes, y utilizo las sábanas que son como el lugar, digamos, un objeto cotidiano que usamos casi a diario y de donde parten, casi, mucho de nuestros sueños, y un poco de eso trata la instalación. Va a llevar 71


cada sábana que va a ser intercambiada por sábanas nuevas que yo le entrego al inmigrante y ellos me pasan sus sábanas en uso; van a llevar una palabra que él mismo me va a decir, que tenga que ver con sus sentimientos, con sus experiencias como emigrante; o sea, con una palabra que sea muy importante en su etapa de emigrante, y ésas son las palabras que van pintadas en la sábana. En este caso, van a ser pintadas con tierra de aquí, del lugar, y pintada con la mano directamente sobre las sábanas. Es un poco volver a nuestras raíces, técnicamente. 2. ¿Qué relación tiene tu arte con tu origen y con el país donde ahora vives? La relación de mi arte que hacía y he hecho en Cuba, mucho tiempo, es sobre los controles y restricciones impuestos en nuestro camino de la vida. En Cuba sabemos que tenemos miles de controles y faltas de libertades todo el tiempo y ahora en mi país actual, o sea, en los Estados Unidos, específicamente, en Los Ángeles, me encuentro que hay otro tipo de controles y otras faltas de libertades diferentes, algunas coinciden. Y, sin embargo, los controles en Estados Unidos, son mucho más rigurosos que en mi propio país, en Cuba. Mi arte con mi origen, tiene que ver, casi todo el tiempo, todo lo que uno trae incorporado, ya sea en la escuela o en la experiencia de vida. En el país de uno, eso uno lo trae siempre, y eso creo que uno lo refleja todo el tiempo, y el lugar donde vivo ahora, siempre es igual, siempre… La obra se nutre de las nuevas experiencias, de los lugares donde estás. Cuando estuve en México, mi obra, pues, se abrió bastante a la cotidianidad mexicana. En Cuba, de hecho, mi obra era mucho más anecdótica, y al cambiar a México, pues, eso hizo que se abriera más el discurso y se hace una obra o hago una obra, un poco más universal. Y ahora, que vivo en Estados Unidos, hace ya tres años, también empiezo, casi sin darme cuenta… Cuando empiezo a trabajar las obras o las ideas de las obras, me doy cuenta que ya estoy incorporando estas nuevas experiencias de vivir en la obra. La relación de mi arte, o sea, el que he hecho toda mi vida, el que empecé haciendo en mi país, Cuba, con lo que hice aquí en Antofagasta, creo que el punto que lo une es el de los controles que nos han impuesto a los seres humanos en nuestro camino por la vida y en el caso de los emigrantes… En estas sábanas que yo pinté, las palabras tienen como un recuadro que tiene similitud a los sellos o timbres que, constantemente, nos ponen en los controles migratorios: denegado o aceptado. Entonces, creo que este control que nos imponen todo el tiempo, es la relación de mi obra anterior con la que estoy haciendo aquí, en SACO5. 3. ¿Qué aspectos culturales te atrajeron en el nuevo país y cuales significaron dificultades? ¿Qué llevarías de tu país de origen al lugar donde habitas? Los aspectos culturales que me pudieron parecer atractivos en los nuevos países en los que he estado… Tendría que hablar de dos, o sea, técnicamente, he emigrado dos veces, primero a México y después, apenas tres años a Estados 72


Unidos. Como primer aspecto que me atrajo mucho en México, por ejemplo, es la diversidad cultural que tienen. Es un país donde cada pueblito tiene una cultura diferente, religión diferente y eso te hace abrirte mucho. Viniendo de Cuba, casi todo es muy plano, en ese sentido, la cultura es la misma en casi toda la isla. Entonces en México es extremadamente variado esto. Por otro lado, me empiezo a encontrar, tanto en México como en Estados Unidos, con un contraste, hablando de la obra, puesto que en Cuba, prácticamente, el momento en que yo estaba, ahora eso ha cambiado un poco, pero en el momento en el que yo estaba, los artistas prácticamente por amor al arte… No había un comercio del arte, no teníamos galerías que comercializaran nuestro arte. Entonces al salir a México, que fue primer país, es automático. De hecho, salgo a trabajar con una galería que se llama Nina Menocal, ahí es donde empiezo a comercializar mi obra y me doy cuenta que es una dinámica completamente diferente. Y lo mismo sucede al pasar a Estados Unidos. ¿Qué puede ser lo menos atractivo de estos dos países? Pues yo creo que mucho. Cada cambio de ciudad, y de hecho, en cada país he cambiado dos a tres veces de ciudad, yo creo que cada cosa influencia mi obra y la hace más atractiva… Y ya no es tanto cultural, pero al cambiar de México a Estados Unidos, por ejemplo, me encontré con un contraste muy grande en cuanto al sistema de vida y a los controles que tiene o que tenemos en cada uno estos países. En México me acostumbré a vivir de una manera, son como muy libres; de alguna manera, menos controladores; uno casi puede hacer lo que le da la gana y no pasa nada, en muchos aspectos. Y de pronto llego a Estados Unidos y me doy cuenta que estás 73


altamente controlado. Desde un principio te conviertes en un número, que es el número de tu seguro social, y por ahí te lo controlan todo. A muy diferencia con México, que andas así por la vida como que nadie te controla casi nada. Yo me llevaría al país donde vivo actualmente, que es Estados Unidos… Me encantaría, primero que todo, llevarme a mi madre que todavía está en Cuba. Creo que eso sería primordial para mí y así, entre otras cosas, algunos objetos personales que todavía tengo por allá y quizás algunas comidas también… Cómo cual… Había unos frijoles negros que creo que sólo se hacen allá en Cuba, porque el frijol negro que consumimos aquí o en Estados Unidos, no sé, tiene como menos sabor, por ejemplo… 4. Identidad para ti significa… Identidad para mí es algo que llevamos todo el tiempo. Es ser uno mismo donde quiera que estés. Creo que, sencillamente, es eso. 5. ¿Sientes que encontraste tu lugar? ¿Podrías emigrar otra vez o volver? Sentir que he encontrado mi lugar, pues, la verdad no lo creo todavía, esto… he cambiado de ciudad por distintas razones pero que ya, voy por cinco cambios; me siento cómodo en el lugar donde estoy ahora que son Los Ángeles, pero, sin embargo, 74


no creo que sea todavía mi punto final, estoy suponiendo que, quizás, va a haber otros cambios, no sé dónde me llevarán los otros destinos pero seguramente, será otro lugar. Emigrar nuevamente es casi algo definitivo que va a pasar, casi seguro, pero volver es muy posible también, está dentro de mis ideas, mis planes. Quizás sea en algún momento, pero sólo hasta que… Tendrían que cambiar algunas cosas en Cuba, sobre todo políticamente hablando. Ya no, me doy cuenta cuando regreso a Cuba, no me siento como totalmente a gusto, y no estoy conforme con las cosas que suceden en Cuba y, definitivamente, para regresar, tendría que haber un cambio político sobre todo. 6. Tu consejo para un inmigrante: Mi consejo para cualquier emigrante es que sea perseverante todo el tiempo y, seguramente con eso y fe, va a lograr sus sueños, definitivamente.

Bodgan Achimescu (Rumania / Polonia) “Identidad es el equipaje del que me tengo que deshacer” 1. Cuéntanos sobre tu obra en SACO5. Para SACO5 preparé dibujos en mi croquera, los amplié y los dispuse en los vidrios de la baranda del muelle. Estos dibujos representan personas que están parcialmente bajo el agua y parcialmente afuera. La posición en la que se encuentran no es cómoda. No es precisamente una situación de estar en la playa. No hay tampoco una connotación trágica. Es lo que considero un estado de suspensión entre dos mundos. No es completamente claro para mí o para el público si estos personajes están emergiendo del agua o se están ahogando, un poco como la situación de los refugiados ahora en Europa. Lo importante para mí es el estado de suspensión entre las dos imposibilidades. Trabajé inspirado en la información sobre el muelle, que tomé de las fotografías que me fueron enviadas a Polonia y en el conocimento previo que tenía sobre los petroglifos. A base de eso desarrollé estos dibujos que parecen así como deposiciones de pájaros que ensucian los vidrios de las barandas y también como los petroglifos que visitamos hoy. Estos dibujos son nuevos y no han sido mostrados antes, no obstante la idea es antigua, viene de los años 80 y está inspirada en una persona que conocí en el Mar Negro en Rumania. Este hombre era un escultor que estaba tremendamente descontento con el estado el cual se encontraba Rumania, que en ese momento vivía una dictadura. Trató entonces de alejarse lo más posible de su país… y el mar lo detuvo. Así que de alguna manera él también fue un personaje suspendido entre dos mundos, como estas figuras semi sumergidas. Esta soledad no fue impuesta a él, sino quizás una opción de vida que él se impuso a sí mismo. Fue suspendido como una persona atrapada en un aeropuerto sin visa, sin pasaporte para poder continuar su viaje o volver. Estaba utilizando este punto de suspensión como un punto de observación y reflexión. Estas personas representadas en mis dibujos parece que están mirando 75


desde este punto particular de observación, suspendidos entre dos mundos, como un movimiento detenido de un proceso de emigración, como que no están en ninguna parte. 2. ¿Qué relación tiene tu arte con tu origen y con el país donde ahora vives? Tiene mucho que ver con ambos países. Rumania y Polonia son países de Europa del Este y por lo tanto tienen mucho en común en términos de historia y también de mentalidad. Quizás la mayor influencia en mi trabajo fue el estatus del artista en el país de donde vengo, Rumania, que en realidad era el estatus de emigrante interno, con sus vínculos con la sociedad cortados en varios niveles: financiero, filosófico, educativo, en nivel de empatía. Ésta fue una tremenda desconexión entre los artistas y la sociedad causada por la dictadura. Así que gran parte de mi trabajo es un trabajo de reconexión en todos estos niveles, tanto en Rumania como en Polonia. El mayor sentido que tiene mi trabajo como artista, es tratar humildemente de darle sentido a la vida siendo un artista, y probar mi rol en todos los aspectos que mencioné antes, considerando que estoy tratando de hacer arte en una sociedad que no necesita de arte, o que simplemente piensa que no lo necesita. Estoy cuestionándome todo el tiempo sobre mi rol como artista, qué sentido tiene ser artista en una sociedad como esa. 76


3. ¿Qué aspectos culturales te atrajeron en el nuevo país y cuales significaron dificultades? ¿Qué llevarías de tu país de origen al lugar donde habitas? Cada vez que entro en contacto con una nueva cultura, creo desde el principio que encontraré similitudes que me sorprenderán, pero no de la manera que lo esperaba. En Chile, incluso la geometría del país que, muchas personas probablemente dirán, es única en la geometría de las fronteras en el mundo. El borde de este país, miles y miles de kilómetros que se extienden pasando por varias zonas climáticas. Curiosamente, hice una semejanza con un tema que había estado trabajando hace tiempo, que es esta compresión entre el océano y el territorio. El otro día, Christian (Núñez) me dijo, en broma, cuando le pregunté dónde podía comprar bloqueador solar para mi piel: apuntando al sur y al norte y dijo “salvación” y luego a las montañas y al mar “muerte”. Y que básicamente decidieron energizar la zona donde se encuentran. Definir una ciudad como Antofagasta incluso desde un punto de vista económico, con las grandes brechas entre los ricos y los pobres, entre locales y emigrantes que se asientan en este estrecho entre el oeste y el este. Esto es similar en muchos aspectos a Europa. En uno de mis primeros días en Antofagasta, caminé por la calle Sucre, hacia la montaña, hasta lo más lejos que pude llegar y en mi recorrido fui viendo cómo 77


iban cambiando los estratos socio económicos. Cuando llegué a la punta, o sea, hacia el final de la calle, un hombre me detuvo y trató de hablarme, se dio cuenta de que yo no hablaba español, entendí que trataba de aconsejarme que me devolviera, que no siguiera caminando para que no me robaran mi cámara. Despés de conocer a esta persona que espontáneamente trató de ayudarme, bajé hacia el cementerio y recorrí el área. Seguí camino hasta la circunvalación y llegué al cementerio que encontré tremendamente emocionante y, de alguna forma, feliz, fue extremadamente inspirador. En este breve circuito, siento que me topé con cosas muy intensas, que se me mostraron en una tremenda variedad… El norte de Chile, una maravilla… La gente. Me va a tomar un tiempo asimilar todo lo que vi en esta corta caminata por Antofagasta y haberme encontrado con este hombre y haber caminado por el cementerio y, bueno, haber pasado por distintos estratos sociales y haber leído los nombres en el cementerio, de gente con diferente background, diferentes nacionalidades. 4. ¿Qué es para ti identidad? Es un equipaje del que quiero deshacerme, es dinero que he ganado y ahora tengo que gastar, es una expresión facial que tengo al conocer gente. 5. ¿Sientes que has encontrado tu lugar? ¿Volverías a emigrar? Técnicamente, diría que no, porque soy muy viejo para emigrar. Pero la emigración no sólo significa un cambio de lugar y uno nunca sabe lo que puede pasar. 6. ¿Cuál es tú consejo para aquél que quiere emigrar? ¡Hazlo!

Johannes Pfeiffer (Alemania / Italia) “Todo inmigrante necesita mucho corazón, paciencia, tolerancia” 1. ¿En qué consiste tu obra en SACO5? La obra que he hecho para Antofagasta tiene que ver con el tema de la exposición, que es One way ticket, mejor, con la emigración en general, más en este caso con la emigración de los artistas. Somos sies artistas que han emigrado del país y es para mí un tema muy interesante, porque me he ido de Alemania 35 años atrás; vivo en Italia, al norte, entonces mi vida, mi arte, han cambiado, y la razón por lacual estoy aquí es el tema, emigrantes, artistas emigrantes y por mí este lugar, el puerto, el muelle, es lugar de salida, de cambiar, lugar de emigración en el fondo, 78


entonces, he hecho este barco, porque un barco es un medio, un vehículo de viaje. El título de la obra es Barco de solo ida porque es sólo una vez, es sólo una dirección que viaja. He hecho un barco en malla, hilo de fierro, suspendido con hilos blancos. Los hilos tienen la funcionalidad de tener suspendido el barco. También los hilos significan luz, los hilos significan… Es como una vela, los hilos son también un material de transformación de una cosa material en una cosa inmaterial, es el porta pensamiento, la idea, las cosas materiales a inmateriales, espirituales. 2. ¿Qué relación tiene tu arte con tu origen y con el país donde ahora vives? El problema es un poco que… soy nacido en Alemania, he vivido 25 años en Alemania, empiezo con el arte en Italia, en el país donde emigré. Entonces puede ser que no he hecho arte en Alemania, lo he hecho en Italia. En Italia he empezado con el mármol, entonces como escultor clásico con formas también figurativas y, después de cinco años, he cambiado todo. Comenzó con land art. El primer proyecto que no fue de elaboración del mármol, de la piedra, fue uno de land art en Francia, en Provenza… Fue como una liberación a la piedra (que) es como un poco una prisión. Creo que mi espíritu, carácter, es más descubiertopor la sensibilidad, por el espacio, en general, donde trabajar; no es tan como el principio, no es tan como el trabajo en la piedra, (de) transformar una idea de la piedra, 79


una reacción, un diálogo con el espacio en el cual nosotros vivimos. Entonces para mí es más importante que antes que esculpir una forma en el material. Éste es como intervenir. Entonces, claro que mi carácter es alemán y después italiano, uno cambia, es lógico; cambia siempre. En un caso de emigración el cambio es seguro, viven otras cosas, viven cosas nuevas; debo ser muy abierto para otras cosas. Entonces ha habido muchos estímulos que me arriban y que se van a intercambiar con las ideas que he tenido en el viejo país. 3. ¿Qué aspectos culturales te atrajeron en el nuevo país y cuales significaron dificultades? ¿Qué llevarías de tu país de origen al lugar donde habitas? La cosa que me atrajo de mi país nuevo, Italia, fue, de un lado, la luz; porque enItalia hay una luz muy particular, que creo que en Alemania no hay. La razón es que el país es muy largo y hay un mar de todos los lados. Entonces hay una reflexión particular de luz. La razón más importante fue que he encontrado el arte en Italia. Después de un período de enfermo, se creó una idea de ir a Italia y, siguiendo esta intuición, he encontrado el arte con, claramente, un evento clave que en ese momento sabía que eso es… En mi vida primero no sabía qué hacer; en estemomento me convierto para el arte, de esta manera soy maestro en Italia. Es un país muy maravilloso, es un país con muy lindos palacios, arquitectónicamente,

80


con una historia muy interesante, antigua. Por otro lado, es un país muy complicado; como mentalidad, es lo opuesto de Alemania. Hay una mentalidad creo opuesta a la alemana, entonces los primeros años me cuesta mucha energía para comprender, para cambiar… Porque he cambiado, creo que tengo muchas características italianas que me gustan mucho, que he interiorizado, y dejado características alemanas que no me gustaron. Entonces creo haber hecho una combinación, una mezcla muy interesante con dos mentalidades diferentes, seleccionando la parte mejor. 4. Identidad para ti significa… Bueno, es una buena demanda, porque creo que la palabra identidad es muy importante para todos, no sólo en el arte, va para todos. En el arte puede ser importante porque identidad es también autenticidad, porque si yo no sé quién soy no puedo ser auténtico. En el arte, la autenticidad es una cosa muy importante, puede ser lo más importante. Porque, si no soy auténtico, el arte siempre es algo de haber visto, de haber recordado cualquier parte sin una interpretación propia con mi identidad, entonces creo que eso es muy importante. 5. ¿Volverías a viajar nuevamente y vivir en otro país o volverte al país de origen? Volver al país de origen, no creo para vivir porque hasta ahora cuando cambio, cuando he cambiado siempre es en otro lugar. No me gusta nada, por nada, volver a vivir en un lugar; entonces, si me voy, me voy… Me gusta mucho encontrar un lugar nuevo, puede ser ahora muy difícil porque la casa, la familia, es… linda… pero te impide cambiar, ir a otro lugar, puede ser Barcelona, a Madrid, por qué no ir a París. Últimamente me gusta mucho Berlín, donde también he estudiado, porque me parece otra ciudad ahora después de la caída del muro, creo que ha cambiado mucho, me gusta mucho. 6. Tu consejo para un inmigrante: Bueno, creo que necesita mucho corazón, paciencia, tolerancia… Porque no puedo aconsejar a una persona de emigrar o inmigrar, si lo hace, porque es una cosa muy importante en la vida. Entonces, yo puedo hablar, puedo dialogar, discutir con la persona, yo nunca diré emigrar o inmigrar, si lo hace, con mucha tolerancia. Cosa muy importante es aprender cualquier idioma, la lengua, porque sin lenguaje creo que después de diez años no entiendo nada del país donde voy a vivir, porque al final es un medio de comunicación muy importante. Hay otros medios de comunicación, pero creo que el idioma es el primero, entonces, la primera cosa es aprender el idioma.

81


TERESA SOLAR (Egipto / España) “Todas las tradiciones enriquecen la experiencia de un individuo” 1. Cuéntanos sobre tu obra en SACO5. Sí, mi trabajo con SACO5 tiene que ver con mi herencia familiar. Mi madre es egipcia y ha vivido toda la vida en España y nos ha criado allí, pero ella siempre ha hecho un gran esfuerzo para transmitirnos su herencia cultural, para hacernos aprender su idioma. Y, con toda esta herencia cultural, también viene toda una herencia del migrante y de esa doble nacionalidad que ella tiene y, finalmente, la coloca en un punto intermedio. Yo creo que esa ruptura con su país natal y la llegada a una cultura nueva, con la que no termina de identificarse, también ha pasado a nosotros, y ha sido un tema de trabajo bastante recurrente, quizás no sólo desde la perspectiva de emigrante, sino también desde la perspectiva del viajero y el traductor, es decir, que es un polo de transmisión de conocimiento y, a la vez, podrías decir filtra desde su propio prisma. El trabajo que presento en SACO5 es un proyecto que parte de un viaje que yo hice a Egipto, justamente, para grabar toda una película acerca de El Cairo, acerca de mi relación con mi familia allí y de mi relación con la ciudad. Lo que presento en el muelle es una instalación sonora que reproduce y representa un paisaje específico de El Cairo, es un paisaje acuático que se encuentra a la orilla del Nilo, en una zona muy céntrica de la ciudad, en la que diferentes barcas de recreo, que se dedican a pasear a turistas y a locales por el Nilo tienen, bueno, realmente tienen una serie de melodías, reproducen una serie melodías por sus altavoces, cada una es completamente diferente, entre algunos que son temas nacionales; otros que son contemporáneos… Tecno… Y todos ellos se mezclan, los unos con los otros, formando una sinfonía, podrías decir, heterodoxa y arrítmica. Y todo eso se junta, finalmente, con los sonidos de El Cairo, que es una ciudad tremendamente ruidosa, con el tráfico, con el ruido de los cláxones de los coches… Finalmente, forma un barullo casi ilegible, que habla, justamente, de estas temporalidades, de estas diferentes formas de entender una cultura, una cultura musical y que nos habla de una experiencia totalmente agresiva con el propio medio. 2. ¿Qué relación tiene tu arte con tu origen y con el país donde vives? Sí, como os decía antes, esta herencia cultural heredada de mi madre es tremendamente importante en mi trabajo y ha sido una de mis fuentes de reflexión. Realmente, muchos de mis trabajos tienen mucho que ver con la traducción, con el viaje, con el turista, y esto se ha ido desarrollando de manera bastante natural en diferentes formatos, en formato video, con mediometrajes hasta con esculturas, instalaciones que, justamente, tienen que ver, muchas veces, con esta traducción de un lenguaje a otro y estas también traducciones, podrías decir, traducciones sucias que se revuelcan, que están entre, que existen, que están a caballo entre una cultura y otra, es así como enfoco esta herencia cultural tan importante para mí. 82


3. ¿Qué aspectos culturales te atraen del país de origen de tu madre? ¿Qué llevarías de Egipto a España? He optado por esta instalación, he querido presentar esta instalación aquí, quizás, por varias razones importantes. Por un lado, me interesa mucho trabajar El Cairo como paisaje fantasma, como paisaje no tanto abstracto, sino realmente invisible. Y quizás también por eso me ha interesado trabajarlo así, porque es una herencia que yo he recibido de mi madre, que tiene que ver, justamente, con el sonido, no tanto como una experiencia real con espacios, objetos, sino que es una herencia recibida a través de una narrativa, de una oralidad y de una sonoridad, y por eso me ha interesado mucho trabajarlo de esta manera. Por otro lado, creo que toda esta transposición de músicas y de ritmos, justamente, nos habla de estas diferentes temporalidades, de las diferentes maneras de entender una misma cultura. 4. Identidad para ti significa… Para mí la identidad, al final, se entiende como un espíritu tremendamente abstracto, una noción tremendamente abstracta, que va más allá de un aspecto religioso, de un aspecto social. Al final, las identidades se mezclan con todas estas vivencias pasadas, pero están siendo constantemente nutridas por los propios conflictos y circunstancias que encontramos en el presente, y se trata de pensar

83


que no hay identidades y nacionalidades definidas, sino realmente cada uno es un embudo de emociones, de nociones culturales, de conflictos. Es algo que va mutando constantemente, y que es difícil adscribirse a una sola. En mi caso, desde luego yo he heredado este conflicto, este conflicto de emigrante, si bien he desarrollado, he vivido constantemente en España, sí que me siento ligada a esa herencia cultural. Tampoco es que me sienta ligada con un espíritu completamente de pertenencia, sino que realmente soy capaz de... O diría que es un espíritu intermitente que muchas veces eres capaz de empatizar con esas personas que se consideran y son tu familia, y te consideran parte de su núcleo familiar pero que muchas veces se les ve o se les puede ver desde un afuera, a través de la vivencia en otro país... Realmente entiendo la identidad como algo fluido, abstracto, y que no se puede adscribir de manera firme a nada. 5. ¿Sientes una doble pertenencia? ¿Podrías emigrar? La experiencia migratoria es algo complejo para mí de definir. Por un lado, siento una enorme necesidad de emigrar... Sobre todo por una cuestión laboral, estatus como artista, los artistas están cada vez más obligados a hacer elementos móviles, que se mueven por distintos territorios y que se nutren de diferentes experiencias y también de diferentes personajes (que van) encontrando por sus caminos. El 84


tener una experiencia migratoria cercana, te hace justamente saber lo difícil que es emigrar, saber la brecha que es, que pone la emigración, así que diría que, quizás, venir de una familia de emigrantes me hace querer emigrar menos. Sé, justamente, las problemáticas que trae. 6. Tu consejo para un inmigrante: Yo creo que viendo a mi propia familia cómo ha experimentado estos procesos migratorios, también se puede generar una reflexión. Por ejemplo, algunos miembros de mi familia han emigrado a Canadá, a Estados Unidos, y no han querido enseñarle la lengua a sus hijos, y sus hijos, por ejemplo, no saben árabe y no pueden relacionarse con esa parte cultural, no pueden viajar a Egipto y conocer ese país, porque tampoco conocen la lengua, no. Y yo creo que, realmente, lo que hay que pensar es que muchas veces cuando se migra, se acarrean ciertos complejos de inferioridad, porque tienes que emigrar, porque en tu país no puedes trabajar, no puedes vivir, lo que hace que genere muchos complejos de inferioridad que te hacen no querer transmitir tu cultura. Pero yo creo que es realmente importante hacer hincapié que esas culturas son ricas, que no deben perderse, que las tradiciones no deben perderse y que deben ser traspasadas, a través de esta traducción muchas veces errónea o quizás no tan limpia o quizás sucia, pero que es tremendamente rica y que, también, te hace cuestionarte en la cultura en la que estás inmerso. Todas estas tradiciones, lo que hacen es enriquecer la experiencia de un individuo, nunca, nunca, nunca restan.

Alicja Rogalska (Polonia / Inglaterra) “Por supuesto que emigraría de nuevo” 1. Cuéntanos sobre tu obra en SACO5. El proyecto se llama El monumento a las victimas del capitalismo y es una intervención performática en el histórico muelle de Antofagasta. En el muelle hay una actriz que es a la vez una inmigrante en Antofagasta desde Colombia. Su rol es interactuar con los visitantes y recolectar ideas sobre la forma y la ubicación de un posible monumento a las víctimas del capitalismo, así como el dinero en forma de monedas, que sería el material para el futuro monumento. La idea del proyecto es anticipar el final del capitalismo de alguna manera. Por lo general, esos monumentos a las víctimas se contruyen después de que los regímenes se terminan. Entonces la performance va a durar el tiempo que dure este proyecto en el muelle. Algunas de las ideas propuestas por el público se publicarán en el sitio web 85


dedicado al proyecto. A pesar de llamarse El monumento a las víctimas del capitalismo, no es realmente un monumento, sino que es como una oficina imaginaria de futuros monumentos. El contexto del proyecto es muy importante: en primer lugar, Chile es un país neoliberal, así como el contexto local de la minería, de la explotación del nitrato de salitre, cobre, litio, el resultado de la minería industrial, y de la explotación de los trabajadores también. Sin embargo, el proyecto ha sido local con una perspectiva global, por lo que hemos estado pidiendo a la gente ideas de lugares que podrían estar en Antofagasta, Chile o cualquier otro lugar en el mundo, donde se debe colocar ese monumento. 2. ¿Qué relación tiene tu arte con tu origen y con el país donde ahora vives? Yo nací con un régimen de izquierda. Es difícil decir en qué magnitud, porque está en muchos niveles, pero yo creo que haber nacido en un país bajo una dictadura y estar viviendo en un país de un sistema neoliberal… Es muy difícil decir exactamente lo que es, pero creo que es muy importante para mi trabajo el hecho de que crecí en el comunismo cuando era niña.

86


Recuerdo la diferencia política y el régimen ideológico. Esto es muy importante para mi trabajo, lo que intento hacer es imaginar alternativas, porque he vivido en diferentes sistemas. Ahora vivo en un país que está muy avanzado en términos de liberalismo, pero todavía tengo ese trasfondo y la memoria de las cosas cuando han sido diferentes. Por lo tanto, creo que es fácil para mí imaginar que las cosas podrían cambiar de nuevo. 3. ¿Qué aspectos culturales te atrajeron en el nuevo país y cuáles significaron dificultades? ¿Qué llevarías de tu país de origen al lugar donde habitas? Lo más atractivo de vivir en Londres, en el Reino Unido, es el hecho de que hay gente de todo el mundo viviendo allí, así que no estás rodeado de una cultura sino de múltiples culturas y personas muy diferentes. Y la parte difícil, que no se limita sólo al Reino Unido, sino lo que tenemos en varias partes del mundo también, es una sociedad enfocada totalmente en ganar dinero, conectada a relaciones con un beneficio financiero o en general con el dinero. Es una lástima. No es sólo el Reino Unido, sino muchos países del mundo. 4. Identidad para ti significa… Identidad es una palabra muy cargada. Creo que no existe una sola identidad, que 87


tenemos múltiples identidades. Pienso que la identidad no tiene que ver con el lugar donde naces, con la nacionalidad, sino que con tus experiencias en la vida, con la gente que conoces, con lugares donde vas. Esto te desarrolla como persona y contribuye a quien eres. Eso es para mí la definición de identidad. 5. ¿Sientes que encontraste tu lugar? ¿Podrías emigrar otra vez o regresar? Por supuesto que emigraría de nuevo, una vez que ya eres un emigrante, lo eres para siempre. Nunca me siento cómoda en mi casa, nunca me siento cómoda donde vivo, así que podría sentirme incómoda en otro lugar. Creo que es algo saludable sentirse incómodo y desafiar esas preguntas. Es una cosa hermosa ser emigrante. Por supuesto hay muchos tipos de migración. La migración voluntaria es completamente diferente de la migración forzada y me gustaría hacer esta distinción, no todo es positivo y bello. 6. Tu consejo para un inmigrante: Estar abierto a otras personas e intentar no juzgarlas.

88


89


90


EL DESEMBARQUE

91


92


Diásporas sobre el muelle Un viaje migratorio puede ser considerado como una experiencia compleja en la que el migrante, por razones económicas, políticas o sociales, construye un intenso trauma con el nuevo espacio que ha escogido para habitar, una situación que lo pone a prueba incesantemente. Por lo demás, los sentimientos que rodean la migración no sólo tienen que ver con el espacio escogido, sino también con el tránsito existencial que provoca la diáspora que impregna las nuevas confrontaciones culturales que el mismo migrante ha construido y que envuelven su estancia. La diáspora, en tanto fenómeno transnacional, pone de relieve el territorio como entidad simbólica y lo va constituyendo frente a tres ejes: la identidad que se genera al desplazarse, la carga de una nación que queda atrás y la conciencia de un origen común o colectivo. Es por eso que el desarraigo del territorio de origen es inherente a toda diáspora y supone la necesidad de una memoria colectiva que posibilite elaborar el choque. De esta manera, la referencia a todas las raíces está presente en toda diáspora, en general se trata de visiones subjetivas que dan cuenta del territorio de origen como un espacio homogéneo. Así, en las comunidades que trasladan la diáspora, ese lugar pasa a ser predominante. Sin memoria no hay identidad y sin identidad no hay diáspora. Por lo que a través del análisis de los procesos de construcción de espacios de memoria estudiamos la diáspora y ésto nos permite acceder a la sedimentación cultural. Desde distintos lugares del orbe, los movimientos migratorios, ya sean individuales o colectivos, son el resultado de fenómenos fundacionales de la realidad contemporánea, ésa que ha sido construida en base a desplazamientos humanos provocados por un agresivo capitalismo. Todos estos antecedentes introductorios son una gran fuente de inspiración para la creatividad desde una variedad de discursos críticos y políticos. Es aquí donde aparece el análisis que desmenuza las artes visuales que, por lo general, presenta un material concreto; y al mismo tiempo crea ficciones que transportan las nociones del migrante a través de un espacio cambiante, movedizo y a veces peligroso, en el cual se exhibe una serie de cuestionamientos a este mundo cada vez más sumiso a la migración. No obstante, para el trabajo del artista, el viaje migratorio no deja de ser sólo un referente; la migración es retocada someramente a ciertos desplazamientos que van emergiendo junto al diálogo multicultural dentro de un territorio que conserva una variedad de acepciones. Con este preámbulo, podríamos poner sobre la mesa una gran cantidad de obras y proyectos donde el tema de la migración articula una estricta relación con 93


94


el flujo comunicacional que yace en cientos de referentes globalizados del arte contemporáneo. En este caso, también lo hace frente al inconmensurable espacio que trastoca la estética en cuanto a que el pensamiento del artista debe actuar sin límites así como tampoco sin una dirección para que finalmente sea posible transportar un mensaje. Los vínculos que generan los artistas con el tema migratorio se han incrementado paulatinamente. Un fenómeno cada vez más masivo donde algunas propuestas exhiben espacios específicos, nuevas ideologías y la difusión de nuevos desplazamientos. Pero, insisto, estas marcas no constituyen un conjunto de significantes de representación mimética, aunque ellas sean las que establecen relaciones directas con hechos determinados. Eso resulta cuando el artista hace uso del variado espectro e imaginario que aparece en el viaje, un viaje que lo lleva tradicionalmente cargado de fuertes significaciones connotativas e incluso le imprime distorsiones personales y subjetivas, una situación que es difícil para determinar los distintos estratos semánticos con los que se presenta una obra. Es ahí donde las obras explotan todo el imaginario individual y colectivo que ha sedimentado este tópico del migrante como para hacer referencias a lo que significa una experiencia migratoria, su travesía, la capacidad humana de mutar y aceptar o rechazar los cambios. Frente a las nuevas sincronías visuales que nos invitan a reflexionar sobre los pasos del migrante y sus rastros por diversos lugares, es que la artista visual Paula Quintela ha creado un espacio para contemplar diversos aspectos de la memoria que están contenidos, encapsulados y para el cual ha utilizado una serie de objetos que no parecen estar extintos con el transcurso del tiempo. Es en este sentido que su propuesta nos da pie para analizar diversas convergencias al observar su obra bajo el contexto de One way ticket. Esta artista chilena, que vive actualmente en Australia, ha insistido con un relato dentro del cual surge un sin número de elementos. Ante su propuesta denominada En tránsito, las líneas narrativas de la obra están fuertemente ligadas a la memoria. En tránsito nos presenta una inspección artística, específicamente, manufacturada en almohadas sobre las cuales está impresa una serie de objetos convencionales, que también llevan en sí la carga de lo íntimo y confidencial, y que nos llevan a recordar y a olvidar varias historias en relación con el pasado, ya que éste no marca unidireccional así como tampoco unidimensionalmente un espacio de reflexión frente a una experiencia ligada al arte contemporáneo. Desde esta lógica, aparecen varios pasados que son cualitativamente distintos y con los que además mantenemos diversas afinidades. En este caso, la fuerza poética de En tránsito es vincular los objetos que están apilados dentro de una casa de plástico a una memoria universal capaz de romper cualquier orden cronológico, una idea que aparece para que todos seamos capaces 95


de revelar otras lógicas que no apuntan sólo a una identidad en particular sino más bien a un relato que evoca las elementos que constituyen la memoria del inmigrante. Por otro lado, en esta obra la utilización del concepto de memoria desempeña una función social diversa ya que tenemos certezas que los recuerdos son asimilados por una sociedad que utiliza la memoria sólo como una definición más ligada al olvido, pero que nunca es analizada desde una práctica social que conlleva su propia acepción. De esta manera, nos quedamos observando este pequeño archivo de elementos que pretenden conducirnos a un lugar o recuerdo. Un espacio que revitaliza y pone en valor ciertas ideas que nos recuerdan tanto la memoria individual como también la colectiva. El norte de Chile está compuesto por oleadas de inmigrantes de distintas razas y culturas, por lo que es evidente que, tarde o temprano, desde un lugar como Antofagasta, debamos abordar algunas reflexiones acerca de estos “nuevos inquilinos”. A partir de una que otra interrogante sobre los inmigrantes, el artista de origen cubano Angel Delgado pone en convivencia tanto la cuestión social como el espacio de los nuevos vecinos de la “Perla del Norte”. Delgado se ha inspirado en las sábanas, el barro y las singulares expresiones de varios inmigrantes que en sí mismas se convierten en la plataforma de trabajo de este artista. Al afrontar su propia realidad como migrante, Delgado crea un espacio para el diálogo que le permite conocer y vincular su práctica artística con las ideas y sentimientos de quienes por diferentes razones han elegido la zona norte de Chile como su nueva casa. Pero también esta obra nos habla de cierta desmoralización por parte de estos inmigrantes. Frases que grafican los problemas de adaptación social, especialmente entre los locales y los extranjeros, y que dan cuenta de diversos sentimientos que sentencian parte del ser inmigrante. Para este artista hay varias huellas profundas que están enclavadas en nuestra sociedad y que pretenden alterar todo argumento que justifique a esos otros que buscan un lugar donde poder vivir. La sociología nos ha proporcionado una fuente inagotable de conceptos e instrumentos de medición sobre los inmigrantes. Sin embargo, tal como se advierte en el recorrido de este artista por diferentes lugares de la ciudad, la realidad del inmigrante no puede ser medida o cuantificada, ya que las diversas experiencias que ellos conservan no pueden ser instrumentalizadas bajo cuestiones estadísticas. Un dato que podría ser uno de los principales motivos de la desaprobación tan corrosiva y agresiva hacia el inmigrante. Ciertas palabras generan esperanzas, otras en tanto nos enseñan a aceptar al otro. Es así como las frases de Delgado van plasmando una esperanza que podría 96


obstaculizar los espacios que han negado a los foráneos. Una de las ciudades más agitadas del norte nos presenta una conformación social que ciertamente siempre estará mostrando ciertas transformaciones dentro de toda la amalgama de realidades que, en general, el norte de Chile nos presenta. Ante este manto diverso, único e inigualable, es posible observar cómo la economía de mercado ha cautivado a una de las regiones más manoseadas por el capitalismo. El monumento a las víctimas del capitalismo es una instalación donde la performática aparición de una actriz va acoplando un diálogo que nos entrega un discurso que no ha dejado a nadie indiferente en esta edición de SACO5. Alicja Rogalska, la artista que ha creado este proyecto, ha estudiado profundamente la visible expansión económica que registra la región de Antofagasta, así como también ha recogido un sin número de crónicas que hablan de un país que es reconocido como uno en los que el capitalismo ha sido venerado como un fenómeno cultural. Indudablemente, es desde estas regiones donde nos encontramos con el emplazamiento acerca del equilibrio entre Estado y mercado, por supuesto en favor de éste último; una dialectica que se ha reforzado con una tenaz ofensiva en el terreno ideológico. 97


98


Por otro lado, El monumento a las víctimas del capitalismo exalta las supuestas virtudes que el mercado expone al escuchar el diálogo de la actriz para ofrecer a los asistentes donar monedas para la construcción de un monumento para las victimas del capitalismo. Este acto nos muestra cómo el capitalismo ha sido un proceso histórico que rescata diversos factores que crean una relación múltiple, compleja y contradictoria. Es en este sentido que la artista ha lanzado una reflexión que intenta dialogar en torno al cómo pensar en la construcción de un monumento para quienes han sufrido las fracturas de un proyecto político impulsado por agentes sociales, ideólogos, intelectuales y dirigentes políticos pertenecientes a las clases sociales propietarias del capital en sus más diversas formas. Frente a El monumento a las víctimas del capitalismo, comprendemos que la convergencia del neoliberalismo construye una serie de modalidades bajo las cuales se llevan a cabo acciones en torno al poder del dinero. Con estos antecedentes, frente a esta propuesta, podríamos recibir una serie de reflexiones y ofrecer algunas históricas y concretas visiones que constituyen la desigual imposición de este modelo político en nuestras vidas. Desde la aparición del fonógrafo, la radio, y de otros medios tecnológicos de reproducción sonora, podemos encontrar incontables artistas que se han interesado en crear obras de arte puramente auditivas. Muchas de estas obras apelan a la idea de que el sonido reemplace una sensibilidad particular que en algunos casos lo tangible o bidimensional no entrega. Toda obra que utiliza el sonido como principal vehículo de expresión, puede articularse en sí misma un sin número de emociones que podrían estar enclavadas en la poesía. Para el caso de Fata Morgana, paisaje cairota de Teresa Solar, el murmullo urbano y la música aparecen dentro de una amplificación sonora sobre el muelle. Estos sonidos reproducidos en parlantes, parecen esculturas que resumen las peculiares vivencias de esta artista dentro de los recovecos de una inquieta ciudad como lo es El Cairo, en Egipto. Es evidente que al observar y rodear una y otra vez esta instalación sonora, también nos seduce para calificarla como un instrumento musical, ya que pasa a ser un objeto estético con cualidades acústicas. No obstante, otros pueden decir que efectivamente es un instrumento musical que re-contextualiza el espacio del muelle. 99


Fata morgana, paisaje cairota envuelve a los visitantes. Los invita a escuchar sobre un espacio público en el que la sonoridad tuvo su complejo devenir, generando paralelos intangibles. Además, al hacer un intento por describir este proyecto, corro el riesgo de demarcar y delimitar la complejidad de lo sonoro, aludiendo que esta propuesta necesita estar en permanente cuestionamiento para no convertirse en una obra cuya construcción sea definada sólo a partir de algunos parámetros técnicos que en sí mismos son estrictamente rígidos y escuetos. Ahora bien, podemos en cambio hablar de la relación abstracta entre sonido y soporte como un elemento visual, un aspecto que podría sentenciar los efectos de una obra en donde los audios son los principales protagonistas. La propuesta del artista Johannes Pfeiffer sucumbe ante el espacio objetual e instalativo que ha creado el muelle como laboratorio expositivo. Desde su visión como artista, a través de la obra denominada Barco de solo ida, Pfeiffer nos invita a adentrarnos en el mar abierto de lo desconocido. Además su elección por esta parte del muelle presume que él pretende que su obra parezca una carta de navegación, una que ciertamente lo pone sin rumbo fijo. Al ver hacia el horizonte puedo rescatar parte de la escultórica imagen que pasa por la abstracción y que a través de ella le entrega forma al margen de la masa,

100


activando las superficies; como si la obra creciera sobre sí misma abriendo otros espacios. Es por eso que esta forma debía ser más liviana. La otra gran incorporación a esta propuesta es el movimiento. Sabemos que muchas de las esculturas tradicionales no han reflejado el movimiento. Al principio del siglo XX, los escultores más vanguardistas deshacían las superficies rugosas para presentar posiciones de una figura más dinámica. Pero además estos artistas incorporaban el volumen para producir formas de continuidad en el espacio, un asunto que Pfeiffer ha incluido. Si bien este artista activa, desde la escultura, la visualidad del muelle, también Barco de solo ida puede ser catalogado como una escultura que marca la aventura que cierra el regreso, aunque se pierda el tiempo, aunque no se llegue a ninguna parte ni se saquen conclusiones del viaje, aunque no haya resultados ni moralejas de éste. El equilibrio y la suspensión que genera este barco frente a un paisaje amplio y conmovedor nos lleva a un viaje que nos podría hacer reflexionar sobre todo lo que significa la movilidad cultural hacia otros lugares donde no podrás conseguir un pasaje de regreso. El régimen estético de las artes es el que desvincula toda regla específica que 101


102


busque comprender las visualidades que ha estado construyendo el arte contemporáneo, con algunas más ligadas a dejar de jerarquizar los temas, los modos de reproducción y las imágenes. Bajo este punto de inflección es que el artista Bogdan Achimescu interfiere las distintas reglas que podrían ser construidas para justificar unas imágenes sobre el mismo espacio muelle. Ya el lugar es en sí mismo una intervención urbana propia de estas ciudades mineras del norte de Chile, por lo que la propuesta que ha construido este artista remueve el imaginario entre la curaduría de SACO5 y este proyecto denominado Ermita. Todo lo que vemos en la Ermita parace una caricatura mordaz y crítica, propia de nuestra época. Con un estilo grotesco, esta obra trata de captar de manera inmediata la crítica hacia personajes y figuras con cierta ambigüedad. Es por ese motivo que asociar esta propuesta directamente a las caricaturas nos pone cerca de una realidad trascendental, pues el efecto que tiene la caricatura sobre la capacidad de representación es completamente real. En vista de que recrea una capacidad de la realidad a partir de la concepción de la estética. El modo caricaturesco de representación no era culturalmente posible antes de la profunda reflexión sobre las operaciones visuales que supuso la influencia del manga y el cómic en la cultura contemporánea. Sin duda estas imágenes pueden ser asociadas a la pretensión típicamente barroca de lograr expresiones del carácter, fisonomía y de la emoción. La caricatura es el resultado de un proceso que tiende a la esquematización de las formas y a un desplazamiento de la verosimilitud hacia aspectos menos obvios que el puro reconocimiento perceptivo. En los términos de Gombrich, podríamos argumentar que Ermita presupone “el descubrimiento teórico de la diferencia entre el parecido y la equivalencia”. Al determinar los efectos de SACO5, dentro de esta edición, sería interesante estudiar las pautas que marcaron su devenir en tanto proyecto que remarca una exhibición de arte contemporáneo. Por cierto, pensando que esta exposición 103


además ha sido curada para proponer nuevas líneas de investigación en torno a la práctica artística dentro de la incipiente ciudad de Antofagasta. No obstante, al detenernos sobre el muelle y contemplar las propuestas de los artistas ya mencionados, comprendemos que esta pauta de exposición va más allá del simple acto de disponer un par de obras sobre el mismo muelle. Con esta forma de operar y para todo lo que SACO ha configurado con el transcurso de los años, desde el Colectivo SE VENDE, también ha sido necesario articular el trabajo de formación que han estado realizando con el público. No podemos omitir que aquellasimpresiones – que ya son cientos de miles – estén en segundo plano en esta edición. El público en SACO5 ha sido parte del relato de los artistas. Es más, son estos pequeños actos urbanos que han ampliado enormemente la mirada del otro, de ése que aún se cuestiona el valor real de este tipo de actividades culturales y de los contextos que exhibe el arte actual. Finalmente, SACO5 ha reconsiderado sus propios argumentos para difundir el arte contemporáneo ya que sin ir más lejos ésta ha sido una edición que no ha dejado a nadie indiferente debido a que ha sido muy importante confirmar que existe una demanda social para este tipo de acciones. Además al comprender la responsabilidad de los actores locales por apostar y trabajar mancomunadamente junto a estos objetivos, hoy observamos dentro de Antofagasta otra manera de 104


105


106


producciรณn para difundir y crear contenidos en torno al arte contemporรกneo. Y, si comenzamos desde este muelle, seguro tendremos un viaje con muchas recaladas. Rodolfo Andaur Curador

107


108


desplazamiento globalizaciรณn y praxis

109


110


Escarbar en aquellos temas Uno de los ejes de acción de SACO ha sido desde sus inicios fomentar vínculos en un trabajo integrado de diversas disciplinas que confluyen en el campo del arte contemporáneo. Esto ha permitido al mismo tiempo enriquecer la mirada sobre los temas que aborda anualmente el encuentro y expandir su incidencia más allá de lo territorial. En 2016, la participación de curadores internacionales – también marcados por experiencias de migración – estuvo en la selección de algunos de los artistas invitados: Marisa Caichiolo, argentina radicada en Los Ángeles, Estados Unidos, convocó al cubano Angel Delgado; Flavia Introzzi, también argentina pero avecindada en Madrid, propuso a Teresa Solar; mientras que el polaco Krzysztof Gutfranski, que trabaja entre su país natal y Brasil, a Alicja Rogalska. Los expertos colaboraron al mismo tiempo en distintas etapas de los procesos de intervenciones en el Muelle Histórico, así como en los diálogos y reflexiones que se fueron dando dentro o fuera de marco, durante los días en Antofagasta y también a la distancia. Un registro de estas voces está en los ensayos a continuación, donde asuntos obligados al hablar de inmigración o de lo que fue SACO5, parecen ser el neoliberalismo, la globalización, la descentralización, una mirada al territorio local y las relaciones que se establecen con Antofagasta. La perspectiva de Marisa Caichiolo juega un tanto entre la lejanía y la cercanía, con el recuerdo de la ciudad que visitó en 2012, cuando participó en SACO1 como curadora de la exposición Arte + Política + Medio Ambiente, y con el encuentro actual cuyo tema la involucra personalmente. Aunque el viaje para ella fue imposible, no pudo estar presente en Antofagasta durante SACO5, en su análisis sobre la propuesta de Angel Delgado, Destino soñado, están tanto su trabajo previo con el artista como la propia experiencia del emigrar y el reconocimiento de lugar. Caichiolo reconoce en la problemática migratoria del mundo actual una “tragedia que confina a muchos a un estado de refugiados eternos y permanentes”. Frente a este contexto insoslayable, considera que la obra del cubano ejecuta “una especie de sanación” al involucrar la visibilización pública de un elemento tan personal de los inmigrantes que visitó, como es la sábana, para pintar sobre ella alguna palabra clave de lo que significa íntimamente la situación de tener que vivir en un país ajeno. Más que relevar el tema de la inmigración, Flavia Introzzi se detiene aquí en las posibilidades que abre SACO de relaciones más allá del arte contemporáneo, hacia la comunidad y el entorno, y cómo aporta ISLA en el contexto local, el Instituto Superior Latinoamericano de Arte, lugar de residencias artísticas y centro de operaciones de los organizadores, el Colectivo SE VENDE. Para la curadora se trata de “una isla en pleno desierto”. Allí donde no hay nada en materia de arte contemporáneo, ni hacia el norte ni cientos de kilómetros al sur (hasta llegar a 111


Valparaíso), este espacio cultural autónomo – dice – funciona como un lugar de encuentro y centro de investigación, creación y producción artística, plataforma de aprendizaje colectivo e innovación social, “cuyo fin último es el fomento y desarrollo de una ciudadanía activa y crítica… no es en sí mismo producir obras de arte, como generar ecologías culturales, comunidades experimentales, procesos abiertos y colectivos, formas de vida y mundos comunes”. Dentro de estas posibilidades, destaca al mismo tiempo Duelo migratorio, proyecto de Cristian Ochoa que se realizó En el marco de, y que implicó un taller de fotografía en colaboración con emigrantes del campamento Chilenos Villa El Sol, del sector Los Arenales, en el norte alto de Antofagasta, y una intervención en el espacio público. Krzysztof Gutfranski a su vez se detiene en Antofagasta misma, calificada en su texto como “la ciudad más capitalista de Chile”, realizando un recorrido histórico por un territorio que desde los incas ha sido probablemente lugar de inmigraciones debido a su potencial minero, aun cuando se trate del lugar más seco del mundo, floreciendo acá, actualmente, una suerte de “turbo-capitalismo” en el desierto, donde las migraciones no sólo de personas, sino también de materias primas y capital generan al mismo tiempo las más grandes desigualdades socioeconómicas. Todo este marco condiciona la obra de Alicja Rogalska, El monumento a las víctimas del capitalismo, donde el curador colaboró in situ. Antofagasta “es un espacio perfecto para conmemorar las muchas víctimas rebajadas del capitalismo y hacerlas visibles, desde los mineros de salitre deambulando por el desierto y los prisioneros de Chacabuco, hasta los inmigrantes de Colombia trabajando como esclavos en talleres de explotación laboral”. Entonces pensamos si acaso el verdadero monumento estuvo en la acción misma propuesta para el muelle, que condicionó a una inmigrante colombiana a trabajar por un pago atendiendo a los visitantes, mientras solicitaba dinero para construir un monumento que nunca se hará. Irse al desierto, emigrar al descampado, no puede darse sino por una promesa, una utopía, la riqueza fácil o al menos una mejor subsistencia. La relación histórica entre extractivismo y capitalismo ha determinado un lugar donde todos somos tal vez extranjeros. El desarraigo parece ser un signo de identidad, convirtiendo a Antofagasta en epítome de los flujos que marcan a buena parte del mundo contemporáneo. ¿Qué lugar juega SACO en este contexto? Aquí, al menos, gracias a la propuesta del Colectivo SE VENDE de convidar a otros a hablar sobre el tema de la inmigración y publicarlo, un deseo de escarbar en los temas que nos competen y que – sin embargo – no se reflexionan más abiertamente. Carolina Lara

112


Marisa Caichiolo (1974, Argentina) Artista y curadora, estudió Historia del Arte y Doctorado en Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). En 2000 emigró a Los Ángeles, Estados Unidos, donde forma parte del grupo de creadores y artistas de Paramount Pictures y Nickelodeon, realizando dos largometrajes: Rugrats go Wild y The Thornberrys Movie. Como resultado de sus estudios curatoriales en California (Calarts), establece en el año 2005 la Fundación Building Bridges Art Exchange (BBAX), que tiene su sede en la ciudad de Los Ángeles. Dentro de su faceta como curadora, ha trabajado para instituciones privadas y gubernamentales como Katara Cultural Center, Qatar; Museum of Contemporary Art Sharjah, Emiratos Árabes; Lucie Foundation, Los Ángeles; Centro de Fotografía Contemporánea, Los Ángeles; ICBC Instituto de Cultura de Baja California, México; Centro Cultural Palos Verdes, Palos Verdes; CA, Centro de Arte Contemporáneo de la República Checa, Nueva York; AMA Museo de las Américas OEA, Washington; como así también en ferias de arte nacional dentro de Estados Unidos. Ha sido curadora de bienales internacionales: en el 2011, en el Museo de Arte Contemporáneo de Sharjah, Emiratos Árabes, y este año de la Bienal de Casablanca, Marruecos. Recientemente, pasó a formar parte del Consejo de Adquisiciones y Exhibiciones del MOLAA, Museo de Arte Latinoamericano en Long Beach. www.marisacaichiolo.com 113


Destino Soñado Cuando llegué por primera vez a Antofagasta (Chile) en el 2012, me encontré con un territorio vasto, un desierto lleno de magia y con un potencial indescriptible. Se olfateaba en el aire una gestación, una nueva plataforma a punto de emerger, a punto de saltar a la superficie, a punto de cobrar vida, como un grito en la garganta que está a punto de estallar, – sensaciones que emanaban de mi interior en el marco de mi participación en aquella primera Semana de Arte Contemporáneo. Cuando este año, Dagmara Wyskiel me envió la invitación oficial para participar nuevamente en SACO, lo primero que me cautivó fue la temática elegida para la presente edición. Bautizada One way ticket, la propuesta explora bajo distintos prismas la problemática migratoria, la cual ha sido intrínseca a mi desarrollo personal, a mi carrera como artista y como curadora internacional. La mía, como la de millones de individuos en todo el mundo, ha sido una existencia marcada por el simbolismo con el que carga el inmigrante sobre sus hombros y sobre su sombra día y noche, un simbolismo que me acompaña en cada paso del camino, que me hace partícipe de los hechos y sucesos que emergen cuando me traslado física, cultural, psicológica y espiritualmente a esas tierras extrañas que ni son mi Argentina natal, ni Los Ángeles, mi segundo hogar desde hace 17 años. Como inmigrante que un día se despidió de su país y construyó un porvenir en otro, he muerto y he renacido más de cien veces. Y, en cada renacer, vivir con la realidad a flor de piel y con el reconocimiento del “otro” en mi propia piel, he logrado mantenerme con vida. Cada ocaso y cada despertar han sido la savia de la que me he alimentado, el sustento que ha impulsado mis pasos hacia un futuro que, por momentos, se tornaba incierto y lejano y cuya línea del horizonte costaba a veces discernir con claridad. Y es que la problemática migratoria, tan visceral, actual y conocida como lo es en el mundo entero, se alza hoy en día como una tragedia que confina a muchos a un estado de refugiados eternos y permanentes. Con ese latido constante que alimenta mi identidad como inmigrante, fue un proceso orgánico y natural elegir Destino soñado, del cubano Angel Delgado, como la propuesta artística que quería llevar a SACO 2016. El hecho de poder ver su reflejo en mi propia piel y en la de muchos otros inmigrantes, me cautivó y me atrajo de forma instintiva hacia su propuesta. Reconozco, en primera instancia, que ya he compartido en el pasado salas de exposición y proyectos con el artista. Pero trabajar ahora con él se presentaba como una oportunidad excepcional de sumergirme en las manifestaciones 114


migratorias bajo su mirada. Angel investiga mediante su obra la identidad de la situación geográfica, el desapego, el desamparo y lo que él ha vivido en carne propia al salir de su isla, Cuba. Su propuesta era una intervención no sólo del paisaje antofagastino, sino también una intervención interna, dentro de las paredes, de la estructura simbólica que sostiene todo el pesar y el dolor, los duelos y las carencias de los inmigrantes. Es una búsqueda dentro de sus propios espacios, invitándolos a proponer palabras (un lenguaje interno, privado, sagrado) y con esas palabras intervenir sus propios objetos. De esta forma, el artista logra una cercanía, se apodera de ese lenguaje, de esa historia y de ese sentir porque, justamente, esa realidad y esa adaptación activa que tiene frente a sus ojos… es la propia. La habitación, la casa humilde, el techo de chapa, las paredes destruidas se convierten en un espejo, una realidad conocida, una realidad vivida y de alguna manera reinventada en cada trazo que realiza en esas sábanas, en ese objeto cotidiano con tanta carga afectiva, con carga subjetiva; sábanas que tienen el peso de los sueños que quedan grabados en ellas con tinta indeleble cada vez que el sol despierta y se eleva con solemnidad sobre la línea del horizonte. Las sábanas son vistas como la cobertura que protege al cuerpo y al alma durante los períodos de sueño. Y esas mismas sábanas trasladan y pasan algunos de los sueños, secretos y deseos de generación en generación. Angel incorpora lo cotidiano a la propuesta para generar un diálogo sobre el desfasaje existente a partir de los movimientos, de los exilios. En este caso, entendido como un discurso totalmente poético, con una sutil y frágil belleza que fue trasladada casi como en un proceso migratorio desde el interior del seno familiar al muelle. El marco conceptual de este proyecto es interesante, pero su simbolismo y peculiaridad lo son aún más. El cubano traslada los objetos a un puerto de embarco y desembarco, un lugar que habitualmente es testigo de la llegada de la mayoría de los inmigrantes. El proyecto habla de una traslación espacial donde el artista logra el retorno de esas palabras y esos sueños que habían quedado alienados, encerrados en las cápsulas del tiempo y en los límites espaciales demarcados por el lugar de origen. Ejecuta por tanto una especie de sanación temporal y lúdica del proceso de pérdida afectiva. No es casualidad tampoco que, por un tema personal, me haya sido imposible viajar hasta Chile este año y que haya experimentado el resultado de SACO 2016 a miles de kilómetros de distancia. Mi realidad más cotidiana y cercana me ha obligado a mantener la distancia entre mi anhelo de estar físicamente en tierras chilenas y los acontecimientos artísticos ocurridos en estas. Quizá por ello, la 115


inversión emocional y temporal que he realizado en el proyecto se sienta más liviana y, quizá por ello, he compensado esta sensación dejando que florezca en mis pensamientos una carga fantasmagórica y fantasiosa increíblemente fuerte. Mi percepción, anhelos, sueños y pensamientos permanecen envueltos en una niebla y un silencio interminables que me hacen comprender la realidad de forma parcial, aunque a la vez marcada por un toque de magia y cierta angustia. Pero esta distancia impuesta por realidades cotidianas no ha impedido que observe de manera sopesada la evolución de SACO en el tiempo. Cada participante llevó a ISLA1 un proyecto tan enriquecedor para la comunidad como para sí mismo, para poder entender su recorrido, la visión incompleta de su propia vida. SACO ha florecido en medio del desierto como un espacio puramente creativo y con una búsqueda tan auténtica, pura y genuina como la de los inmigrantes que llegan a trabajar en las minas en busca de la riqueza y estabilidad soñada. Dicen que la flor de loto es la única que florece en el lodo y creo que, de la misma manera, SACO está creciendo, abriéndose caminos y sorprendiendo con su proyección hacia la capital del país, desafiando con atrevimiento y picardía el proceso de descentralización artística. SACO es ya un “destino soñado”. También para mí. Marisa Caichiolo Curadora y directora Building Bridges Art Exchange Los Angeles

1

Instituto Superior Latinoamericano de Arte y Centro de Residencias, creado por el Colectivo SE VENDE en 2016.

116


Flavia Introzzi (1977, Argentina) Es productora cultural afincada en Madrid desde el 2007. Licenciada en Sociología de la Cultura por la Universidad de Buenos Aires y Master en Gestión Cultural de la Universidad Carlos III de Madrid, y en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Universidad Complutense de Madrid y Universidad Autónoma de Madrid. En su práctica profesional, se ha centrado en la conceptualización y desarrollo de proyectos de cooperación, investigación, comisariado y mediación, desarrollados en su mayoría en España y Latinoamérica. Ha colaborado tanto con instituciones públicas (Intermediae - Matadero Madrid, Fundación Carolina y Casa del Lector), como con organizaciones internacionales privadas (Factum Arte) e iniciativas independientes como el espacio de arte contemporáneo Off Limits (Madrid), del cual fue responsable de contenidos durante tres años. En 2015, se incorporó a hablarenarte, reconocida plataforma de proyectos con base en Madrid, que trabaja en el apoyo a la creación, difusión y promoción de la cultura contemporánea, principalmente enfocada en las artes visuales. Es responsable de la conceptualización y coordinación de proyectos como Curators’ Network y a3bandas. También trabaja en la creación de redes y alianzas de colaboración a nivel nacional e internacional. Entre sus últimos proyectos independientes, destaca el comisariado de la Colección del Centenario del Instituto Español Oceanográfico. www.hablarenarte.com www.curatorsnetwork.eu 117


Vivencias en una Isla en pleno desierto Cercana al trópico de Capricornio y mirando al océano Pacífico, hay una isla en pleno desierto. Cual una ilusión óptica, ISLA se levanta como una comunidad experimental en plena desertización, un páramo no geográfico sino una erosión sociopolítica y cultural que ha abandonado esta tierra y su comunidad al desamparo de todo apoyo artístico y cultural institucional. La vacuidad es evidente, el centro de estudios artísticos más cercano se encuentra a más de mil kilómetros de distancia y lo mismo sucede con un centro de exposiciones. Un paisaje que en principio resulta desolador. Pero es precisamente en estos contextos de desamparo, adversidad y vacuidad, allí donde no hay ningún tipo de soporte institucional, donde surgen las iniciativas culturales más auténticas y vitales, organizaciones sin ánimo de lucro y con una fuerte vocación pública. Emprendimientos que nacen de la sociedad civil, realmente esenciales para el desarrollo de visiones plurales, interculturales, transdisciplinares y descentralizadas. Así nace ISLA (Instituto Superior Latinoamericano de Arte), como un espejismo óptico que nos invita a transitar hacia un futuro utópico, entendiendo a la utopía como un lugar inexistente que sirve para criticar y transformar lo existente. En el marco de SACO5 y durante 10 días, tuve la oportunidad de formar parte de esta experiencia de intercambio y transmisión de saberes y prácticas en un marco de convivialidad y comensalidad, junto a otros curadores y artistas nacionales y extranjeros. La primera pregunta inevitable que afloró fue por qué SACO, Semana de Arte Contemporáneo, si realmente la duración del encuentro internacional excede ampliamente los siete días hasta rozar tres meses, con una gran concentración de actividades que van desde exposiciones site-specific, talleres en otras ciudades de la región, charlas con artistas en escuelas y residencias de investigación en pleno desierto, entre otras propuestas… ISLA es la manifestación física espacial de este desbordamiento que supone SACO donde no se plantean obras-eventos que magneticen al espectador, sino que son el resultado de contextos de investigación y aprendizaje colectivo que idealmente devienen en laboratorios al aire libre. Luego de mi estadía, debo admitir que lo que se produce allí es sobre todo vínculos y conexiones, visibilización de esas conexiones y de las ausencias, interrogación sobre lo conectado. No es frecuente ni tampoco poco. Mi interés inicial de participar en esta iniciativa se limitaba tanto a una curiosidad personal por las prácticas artísticas en un territorio al margen de los circuitos hegemónicos del arte, como a la fascinación que desprende un territorio tan legendario como es el desierto de Atacama. La experiencia superó con creces los dos alicientes iniciales. Principalmente porque ratifica una vez más que, partiendo 118


de planteamientos globales, como es la temática curatorial sobre la inmigración de la presente edición, se puede actuar localmente sobre la realidad de un entorno más próximo y vinculado con la comunidad circundante. Es un fiel ejemplo de ello Duelo migratorio, una intervención en el espacio público que dirigió el fotógrafo antofagastino Cristian Ochoa, luego del taller de fotografía realizado en colaboración con emigrantes del campamento Chilenos Villa El Sol, ubicado en el sector Los Arenales, en el norte alto de la capital regional1. Este desafío, vincularse con la comunidad local, no puede perderse de vista y es sin duda uno de los rasgos cruciales en un proyecto de estas características como es SACO. Su proyección internacional no tendría sentido de ser si no fuese su objetivo referenciar y dialogar con la realidad de la sociedad regional y local. Al respecto, cabe recordar que es la propia globalización y, cómo ésta se manifiesta en el ámbito cultural, la que además de homogeneizar e hibridar también genera respuestas en términos de heterogeneidad, reforzamiento y revitalización de identidades regionales y locales. Este es el caso de SACO. Si pensar en una isla es adentrarse en lo local, sin lugar a dudas también lo es en el descentralizar. SACO es un modelo afianzado del proceso de descentralización que se inicia actualmente en algunas regiones del mundo a la vez que se consolida en otras. Si bien surge como necesidad frente a las exigencias de los cambios globales en marcha que tienden a la homogeneización, no es menos cierto que en el camino, al tropezarse con formas de hacer y de pensar locales, se refuerza y puede terminar expresando la combinación de lo global y lo regional, y una vez más, lo local. ISLA, como espacio y sede física, demuestra una vez más que las iniciativas de producción, gestión, circulación y legitimación puestas en marcha por artistas han logrado constituirse más allá de una tendencia. No se trata ya de casos locales o aislados sino de un fenómeno claramente consolidado. Estos espacios culturales autónomos actúan como nodos, lugares de encuentro que estimulan la generación de ideas e iniciativas. Son laboratorios de investigación, creación y producción artística, además de plataformas de aprendizaje colectivo e innovación social, cuyo fin último es el fomento y desarrollo de una ciudadanía activa y crítica. El objetivo ulterior no es en sí mismo producir obras de arte, como generar ecologías culturales, comunidades experimentales, procesos abiertos y colectivos, formas de vida y mundos comunes. Si vislumbrásemos un futuro utópico para este contexto, como comentábamos al inicio del texto, seguramente se vincularía con la conformación de redes a partir de esta primera experiencia remota y fundante. La constitución de sociedades experimentales basadas en la “tecnología de la amistad”2, que incluyesen tanto a

1 2

Este proyecto se realizó a comienzos de agosto en El marco de SACO5, ver pag 148. Roberto, Jacoby (2011): El deseo nace del derrumbe. Buenos Aires, Adriana Hidalgo editora.

119


artistas como a no artistas, escenarios de encuentro, intercambio y sociabilidad entre agentes culturales, colectivos e incluso otras redes. La red como paradigma emergente donde no hay estabilidad, sino nodos en permanente conexión y desconexión, que generan nuevas formas de individuación. Al fin y al cabo, ya no nos definimos por la pertenencia a unas estructuras cada vez más laxas sino por la conexión a redes y proyectos. En este sentido, ISLA es una micro-utopía. Señala algo que posee existencia aunque sea discontinua, pequeña, efímera, aislada. Un dispositivo que contiene espacios y tiempos relacionales y procesuales, que se asientan sobre materialidades y medios heterogéneos, no continuos. Abre canales de comunicación entre expertos y no-expertos, produce objetos fronterizos, articula formas centralizadas y descentralizadas, da lugar a la formación de ecologías culturales sostenidas, configuraciones hipotéticas, debatibles. A partir de entonces, allí pueden sucederse quimeras milagrosas que, aunque de cinco minutos de duración, luego pueden expandirse infinitamente en la imaginación. En definitiva, la ilusión acuciante de que la isla devenga en archipiélago. Flavia Introzzi Gestora cultural y curadora, miembro de hablarenarte

120


Krzysztof Gutfranski (1982, Polonia) Curador y artista/investigador que vive y trabaja entre Toruń (Polonia) y Bello Horizonte (Brasil). Su práctica de investigación contextual incorpora y combina problemas de compromiso social, políticas en materia de alimentos, metabolismo urbano y diversos aspectos de transformaciones sistémicas en las economías en vías de desarrollo. Ha trabajado en el departamento curatorial de instituciones como CoCA en Toruń, Galería Nacional de Arte Zachęta y CCA (Centre For Contemporary Art) en Varsovia, y como investigador/editor para organizaciones polacas y brasileras. Sus proyectos como comisariado incluyen Juego de Estados en Pictograma / BLA, Varsovia (2013), y en Palais de Tokio, París (2015); la exhibición principał, Pyroerotomachy, en la 8ª Bienal de Fotografía realizada por la Galería Arsenał, Poznań (2013); y el programa público para Estudio+Cocina, espacio de experiencia y aprendizaje para CoCA, Toruń (2011-2009). De 2011 a 2015, fue editor jefe del Festival Alternativa para el Instituto de Arte Wyspa en Gdańsk y actualmente en la revista Obieg para CCA; y participó en varios viajes de investigación y residencias artísticas para Río de Janeiro (CIMAM), Bello Horizonte (JA.CA - Centro de Arte y Tecnología), Nueva Delhi (Khoj), Antofagasta (Semana de Arte Contemporáneo, SACO) o Tbilisi (CCA). Desde 2011, ha estado en diversas formas de investigación-inacción artística enfocadas en las economías en vías de desarrollo. Recientemente, ha asistido a un programa de residencia curatorial dirigido por Residency Unlimited, Nueva York. www.gutfranski.com 121


¡Bienvenidos al desierto de lo real! ¿Existen lugares que estén completamente separados de sus entornos? Es difícil determinarlo con certeza. Las descripciones disponibles se enfocan en lugares completamente aislados o en lugares que paulatinamente absorben todo a su alrededor, ya sea una prisión, una isla, un desierto, una ciudad jardín o una heterotopía. Pero lo que falta a estas descripciones es una definición precisa de esta relación. Una discusión sobre fronteras borrosas y estados-naciones es prácticamente lo mismo. Teorías progresistas sugieren que todo lo que conforma la diferencia entre un lugar y sus alrededores, como el carácter específico del trabajo local, podría ser casi enteramente cosa del pasado. Según esta visión, vivimos siempre móviles, activos y conectados 24/7, listos para cualquier cambio que la corriente del capital global podría traer. Pero esta visión es asequible solamente para algunos; en alguna parte cercana, tanto la vida como la comprensión de un lugar y sus alrededores pueden parecer bastante distintos. William Gibson escribió “El futuro ya está aquí, sólo que desigualmente distribuido”. La geografía de hoy consiste en ciudades globales de vanguardia por un lado, y un área gigante y periférica por el otro. Debido a la desproporción entre estos dos, es posible encontrar lugares que están conectados a los mercados globales pero aún están influenciados radicalmente por sus propios alrededores. Uno de estos lugares, uno que emerge tras un breve período de prosperidad, es Antofagasta en el Norte de Chile, una ilusión de su pasado geológico. En quechua es un lugar de cobre oculto. Los eruditos describen a Antofagasta como la ciudad “más capitalista” de Chile. No es difícil adivinar que tiene mucho que ver con la industria minera. Es donde se encuentra la mina más antigua en Sudamérica y actualmente es una de las regiones más ricas y de mayor crecimiento en el país, gracias a la riqueza de los minerales de Atacama: cobre, litio, molibdeno, y a la fiebre anterior del salitre. Es una ciudad de éxito, altos ingresos, grandes expectativas, un El Dorado con un hambre eterno para recursos, así como un lugar de rivalidad y desigualdad en proporciones épicas. El espíritu de la mina, de descubrimiento, transporte, de ocultar nuevamente, y la sensación de una fábrica medieval están presentes aquí, haciendo que nada sea gratis y que todo tenga un precio. La vida en Antofagasta es la definición del turbo-capitalismo en el desierto. Desde la perspectiva de Antofagasta, el desierto existe en por lo menos un par de dimensiones. Como un hecho geográfico, la ciudad bordea el lugar más árido de la Tierra, lleno de minerales. Atacama es una híper estructura que abarca todo, que toma control de la imaginación con su tactilidad. Atacama es el nivel “cero” de (re) privatización, un punto de referencia recursivo para innumerables astrónomos del interior; para ermitaños que se desafían; para conquistadores avaros; para científicos 122


que arriesgan sus vidas; para los señores chilenos del salitre; para los prisioneros de Pinochet y para los turistas de hoy. El desierto, según visto desde Antofagasta, es el desolado bíblico; esta narración, que coincide con la llamada chilenización de Atacama, describe al desierto como despoblado y a sus minerales como esperando el momento oportuno para explotarse. Es el trabajo, invertido directamente en domar la naturaleza, que valida las utilidades de la minería. El momento en que Atacama fue industrializado también fue el momento en que emociones negativas (ciertamente no mandadas por su carácter poco acogedor) empezaron a proyectarse. Según escribió Jean Baudrillard, ¡bienvenidos al desierto de lo real! Ona way ticket ¿Qué, además de los minerales, es lo más importante para los alrededores dominantes de Antofagasta? Resulta difícil no darse cuenta que mucho tiempo antes que existiera la ciudad, el desierto fue un lugar de migración, de un flujo dinámico de gente, ideas, materias primas y capital. Fue la sagacidad comercial de los incas que inicialmente llevó a la explotación de los recursos de Atacama. Desde el siglo XIX hacia delante, la industria local ha estado formada por ciclos de extracción de minerales, particularmente el salitre y el cobre. El control exclusivo sobre la explotación del salitre fue uno de los principales motivos para la Guerra del Pacifico (1879 - 1883) en que Chile anexó Atacama de Bolivia y Perú. Su nitrato rápidamente conquistó el mercado mundial de fertilizantes. El conflicto con los vecinos de Chile duró hasta 1929, pero los problemas reales se estaban tramando dentro de sus fronteras. Una lucha entre los proponentes de la nacionalización versus aquellos que estaban a favor de la privatización llevó a una agitación civil en las décadas de 1960 y 1970 que culminó con el golpe de estado en 1973. Producto de la dictadura militar en que se combinó el nepotismo con el genocidio, el sector minero paulatinamente fue re-privatizado por las grandes empresas en los años 1990. La carrera para recursos en Atacama, desde el guano hasta los nitratos, desde el cobre hasta el litio, generó la contaminación del medio ambiente y la desposesión de los pueblos aymara y atacameño. Los aymaras y atacameños, así como huéspedes exóticos, entre ellos, Ignacio Domeyko (un polaco y el “padre de la geología chilena”), fueron hasta entonces los únicos inmigrantes en la zona. Pero gracias al auge económico, en los últimos años muchos “otros” han hecho su hogar en Antofagasta, inmigrantes de la República Dominicana, Paraguay y Colombia. La desigualdad social y las actitudes negativas hacia los inmigrantes negros confirman que, a pesar de la caída de Pinochet y los cambios en la orientación política, sigue siendo fuerte la doctrina neoliberal en Chile. El país fue el primero (y el más radical) en implementarla; un terreno de prueba que pavimentó el camino para las reformas de Thatcher en el Reino Unido, aquéllas de Reagan en los EE.UU. y la “terapia de choque” en 123


Polonia. Este país está en la vanguardia del capitalismo, y Antofagasta misma, con su turbo-capitalismo del desierto, es un espacio perfecto para conmemorar las muchas víctimas rebajadas del capitalismo y hacerlas visibles, desde los mineros de salitre deambulando por el desierto y los prisioneros de Chacabuco, hasta los inmigrantes de Colombia trabajando como esclavos en talleres de explotación laboral. El monumento a las victimas del capitalismo (obra emplazada en el Muelle Histórico durante SACO5) es una especulación que invita a la reflexión sobre la escala del sacrificio que el sistema requiere de nosotros. Desde el desierto hasta el mar, el proyecto del memorial en Antofagasta mostrará al ser humano de pie sobre la fuerza apremiante del dinero. Krzysztof Gutfranski Curador e investigador

124


125


126


EN EL LICEO

127


128


Diálogos y cercanías educativas El ciclo de conferencias y conversatorios de SACO5, entre artistas e instituciones de educación municipalizada de la región de Antofagasta, surge desde la necesidad y quehacer que ha tenido en el tiempo el Colectivo SE VENDE, encontrando en la formación artística una necesidad fundamental en el desarrollo de las artes visuales a nivel local en Antofagasta, con un enfoque y aporte al área a nivel nacional. Así, desde la creación de SACO, el proyecto ha incorporado programas y acciones de educación artística enfocados, en distintos momentos, a niños y jóvenes, artistas en formación, alumnos de establecimientos municipalizados y a profesores del área, evidenciando la necesidad tanto territorial como profesional en el desarrollo de la creación visual y en la formación de una nueva escena, ampliando así las herramientas de trabajo, profesionalizando y enriqueciendo cualitativamente el quehacer en el aula. El actual proyecto de mediación y vinculación con liceos municipalizados de la región, es entonces consecuencia de un trabajo a largo plazo, iniciado en 2012, siendo en particular la natural demanda y compromiso con los liceos participantes de SACO4, edición dedicada netamente a la formación artística en Latinoamérica con artistas-docentes invitados a cargo de talleres. La necesidad de incluir y ejecutar una programación educativa en SACO proviene – también – de la concepción de que los temas centrales, en este caso la migración, son fuentes fundamentales para acercar el pensamiento crítico y la visión que existe detrás de las obras creadas a partir de las historias personales de los invitados a las distintas versiones. En cada una de las seis jornadas de conferencias realizadas este año en instituciones de educación municipalizada de la región de Antofagasta, se condicionó un estrecho vínculo entre arte y educación, con énfasis en la mediación cultural como herramienta de acceso en el área artística. Por lo cual, el total de seis artistas participantes de esta quinta versión de SACO, realizó conferencias en distintos liceos, previa coordinación, para invitar a alumnos a asistir y dialogar en los conversatorios sobre lenguajes de arte, y mayormente de contenidos que referían a la emigración, con sus constantes citas o críticas desde el arte. Todo esto en Tocopilla, Mejillones y Antofagasta, junto a artistas relevantes de la escena internacional. Paula Quintela: ¿Qué relación hay entre una tetera y una almohada? 9 de agosto de 2016 La primera sesión del ciclo de conferencias se realizó en el Instituto Superior de Comercio de Antofagasta, ante un centenar de jóvenes estudiantes de enseñanza media, de entre 14 y 16 años, quienes atentos fueron descubriendo en la 129


exposición de Paula Quintela, un trabajo autoral marcado por una historia familiar reconstruida en el transcurso de los diversos traslados que la artista describió en el contexto de su presentación. Bichos, insectos, objetos antiguos y una serena oratoria, inquietaron a los alumnos, que entre la simpatía y el interés conocieron el dossier y la obra En tránsito, montada en el Muelle Histórico. Después de 45 minutos ilustrados fotográficamente, se abrió el espacio necesario para el intercambio de ideas. Es así como los estudiantes de este clásico liceo antofagastino, preguntaron sobre en qué momento e instancia ellos podían expresar sus pensamientos de manera artística. Quintela explicó la importancia del desarrollo de las capacidades críticas y creativas, señalando que las motivaciones y el sentir eran absolutamente válidos en sus vidas. Angel Delgado: Arte en condiciones extremas 9 de agosto de 2016 Llevar la rebeldía al aula no ocurre frecuentemente, sin embargo, con Angel Delgado hubo una excepción. En este contexto, el expositor cubano relató a los jóvenes de primero y segundo medio del Complejo Educativo Juan José Latorre Benavente de Mejillones, la situación política de su país de origen y la historia que lo llevaría a adoptar un método de trabajo significativo, adaptable y espontáneo. Posteriormente, Delgado entregó un marco introductorio sobre la multiplicidad de propuestas artísticas existentes en la escena internacional, enfatizando en la potencia del mensaje y el contenido del arte contemporáneo. Como había ocurrido anteriormente, al momento del cierre, los alumnos completamente inmersos en el discurso expuesto, destacaron la relación entre la vida privada y los aspectos centrales de la carrera del artista. En la conferencia también se vieron las influencias del mundo social y la respuesta política que posee el arte en la actualidad. En dicho punto, se afirmó que – debido a su sentido reflexivo – el arte no puede excluir la participación de los inmigrantes, las minorías culturales y las personas con otras habilidades.

130


Teresa Solar: Recorrido de paisaje - entre la imagen y el imaginario Lunes 22 de agosto El paisaje se ve evidenciado y excedido en el registro de detalles y distintos planos de El Cairo, Egipto, cuando Teresa Solar decide viajar a esta ciudad un tanto hostil para los visitantes, y sumergirse en un paisaje energético entre cornisas, azoteas, espejismos y miradas que son parte del videoarte Al Haggara, que en formato documental retrata días de viaje en El Cairo junto a su familia y costumbres locales. En el Liceo Domingo Latrille Lastaunou de Tocopilla, niños emigrantes presenciaron a la artista junto a la curadora Flavia Introzzi (Argentina / España), quien dialogó también sobre la experiencia y fenómeno de la emigración y los recuerdos íntimos que construyeron palabras de conexión. En un momento los alumnos consultaron a la artista sobre la necesidad de volver a la tierra de su madre y ancestros, y por qué ella había vuelto a reconfigurar esta historia. La artista respondió que, para poder configurar el presente, es necesario tener claro el pasado, por lo cual su trabajo abordaba la emigración desde los cimientos familiares, construyendo así un relato personal que derivase en vivencias sociales reconocibles por todos.

131


La conferencia fue una instancia de conversación y de vinculación; de reflexión sobre un tema que transitaba por lenguajes y situaciones comunes a la experiencia emigrante de gran cantidad de los alumnos asistentes. Alicja Rogalska: Agencia de Arte Público & Monumentos 23 de agosto del 2016 En el Liceo Domingo Herrera de Antofagasta, la artista polaca residente en Londres, Alicja Rogalska, presentó, junto a la directora de SACO, Dagmara Wyskiel, la conferencia Agencia de Arte Público & Monumentos, donde Rogalska introdujo a alrededor de 90 estudiantes, emigrantes y chilenos, en la pregunta ¿saben qué es una performance? Luego de dialogar al respecto con los alumnos, Rogalska hizo un repaso por sus obras, explicando la importancia del proceso, mostrando – por ejemplo – un registro en el cual solicitaba al público depositar lágrimas en una probeta en un museo en Europa, o grababa el cantar de campesinos polacos en una sinfonía enternecedora, perceptible incluso en la diferenciación de idioma. La artista de esta forma introducía una sonorización sensible y decidora a la vez. Tras revisar las historias contenidas en las obras, la artista dialogó, siempre con la ayuda de la traducción de la directora de SACO, “Dagmara Wyskiel”sobre la 132


importancia del proceso, de visibilizar lo sucedido para entender tanto la obra como el sentido. Bogdan Achimescu: Supervivencia con el arte Lunes 22 de agosto de 2016 En la conferencia llevada a cabo en el Liceo Científico Humanista La Chimba, de Antofagasta, Achimescu mostró una serie de proyectos, todos cruzados por una obsesión que se tradujo en que el artista invitó a los alumnos a que dibujaran siempre, como un ejercicio plenamente imperioso en el proceso de creación y reconocimiento propio. Los estudiantes conocieron el desarrollo creativo del artista y la particular visión de ser migrante. Ejemplificado a través del análisis y los contenidos de las obras expuestas en bibliotecas, iglesias, o rincones urbanos, Achimescu invitó a la comunidad educativa a formular nuevas maneras de mostrar los resultados de trabajo, saliendo de los espacios típicos con el objetivo de llegar a diferentes mecanismos expositivos. Posteriormente, casi al cierre de la conferencia, al llegar el momento de preguntas,

133


una joven de 17 años, ubicada en la parte alta del auditorio, consultó sobre consejos para alcanzar la inspiración, diciendo que ella en instantes dudaba de aquello, puesto que a veces no encontraba la llave que abriera el portal para lograr “la obra perfecta”. Al instante la pregunta inquietó al público asistente. Después de que Wyskiel tradujera la consulta a Achimescu, éste confesó que parte de la inspiración y de los resultados en el dibujo, por ejemplo, pertenecían a una esfera ideal, pero que dicho aspecto más bien provenía del trabajo constante, meticuloso, de la práctica y del compromiso con el camino personal que la mayoría del tiempo jamás lograba ser comprendido cabalmente. Johannes Pfeiffer: Land art e instalaciones ambientales Lunes 22 de agosto de 2016 Inesperadamente, el equipo de las conferencias de SACO5 fue intersectado por un grupo de alumnos que en su tiempo de recreo comenzaron a conformar un círculo al ritmo del hip hop. Con fraseos, rimas y chistes, los jóvenes describieron el aburrimiento que les

134


provoca la rutina diaria, el rechazo que tienen ante la autoridad educativa, y la falta de espacios para la creación y el autoconocimiento. De este modo, el Liceo La Portada de Antofagasta recibió animosamente a Johannes Pfeiffer, quien entabló una conversación traducida y con el múltiple apoyo de los jóvenes de tercero medio del establecimiento. La instancia, mientras revisaba algunos aspectos históricos de la segunda mitad del siglo XX y la vinculación del arte con el paisaje natural y urbano, gatilló una pregunta colectiva que fue clave en la discusión que luego vino: ¿cómo afecta el arte en la historia? La conferencia, al tener la intención de introducir y fomentar la educación artística en el aula y en su entorno de aprendizaje, aportó a la actividad integradora, puesto que Johannes, al ser un artista potente y a la vez muy generoso, simple y abierto, conmovió a los alumnos, contándoles que el arte le ha servido para expresar sus sentimientos y cualidades, y que en general, sin ello, muchos de los hechos históricos a nivel mundial no tendrían registro, ni tampoco podríamos comprender ciertos aspectos de la realidad. Varios profesores también concurrieron a la exposición del artista, agradeciendo el espacio que se transformó en una atrayente transmisión de conocimientos. Con esto se espera que puedan adaptarse ciertos ejercicios al contexto concreto del liceo, conectando con los temas medulares que hoy se viven, como la migración, la integración y diversidad, asuntos que son parte fundamental del desarrollo de los alumnos y de toda la comunidad educativa. Gonzalo Medina Francisco Vergara Periodistas

135


136


EN EL MARCO DE SACO5

137


138


El desborde del marco La zona En el marco de se extendió en SACO5 desde fines de julio, cuando Rodolfo Andaur vino a ISLA con Imagen, imágenes y diatribas – dos jornadas de intenso traspaso de conocimientos – hasta los primeros días de noviembre, compartidos por once artistas locales con Oscar Concha, seducido para trasladarse desde Concepción a Ayquina e investigar el territorio del altiplano. Inaugurado el 31 de marzo de este año, el Instituto Superior Latinoamericano de Arte cumplió en esta edición un rol clave y trasversal como centro de operaciones, lugar de residencias y espacio de formación. En la calle General Lagos 0874 en Antofagasta, En el marco de SACO5 incluyó: taller de video colaborativo de Carlos Silva; revisión de portafolios con Angie Saiz; coloquio de Rodolfo Andaur; acuerdos de colaboración MAVI - SACO; primera etapa de cada uno de los tres talleres de investigación Desiertos Intervenidos con Bogdan Achimescu, Guisela Munita y Oscar Concha; conversatorio sobre procesos de producción de obra con Gonzalo Contreras; preparaciones técnicas, conceptuales y emocionales para residencia intensiva en El Lugar Más Seco del Mundo de Teresa Solar y Bogdan Achimescu; y encuentro de la escena local con la obra entramada con la vida de los emigrantes, de Melanie Garland. Fuera de lo que incluye la programación oficial, quedaron no menos relevantes reuniones, planificaciones, esquemas, diagramaciones y punteos, convivencias, discusiones, entrevistas, todo esto cruzado con almuerzos, cenas, asados, tés, cafés y copas, donde unas ideas nacían, mientras otras ya se estaban materializando. Contar con un espacio propio resulta imposible de dimensionar – pareciera una reflexión obvia, pero al experimentarlo, se convierte en revelación. En ISLA diseñamos la alianza de FAXXI y SACO, que esperamos permita conectar creadores emergentes del norte con coleccionistas y el mercado de arte, algo inexistente en regiones. Generación de redes, lazos, conexiones, fortalecimiento de autogestión, promoción de artistas poco difundidos, visibilidad de la obra y un nuevo aliento en el panorama nacional, es lo que buscamos en conjunto. Desde ISLA partimos con Cristian Ochoa en una micro a subir el cerro hasta el borde de lo accesible para la auto construcción, y compartir con la comunidad colombiana Duelo migratorio, exposición fotográfica ubicada en una cancha de tierra, compuesta por imágenes realizadas por jóvenes inmigrantes durante unas semanas de taller y fijadas en las paredes del campamento. La tarde del domingo 7 de agosto se convirtió en un auténtico encuentro multicultural, con comida y bailes peruanos, bolivianos y colombianos. Dos días antes, junto con Angie Saiz, por primera vez nos apoderamos del muelle. Video arte sobre el mar, en una acogedora noche invernal sin viento, de las que hay en Chile solamente en el norte, más la distancia visual y auditiva de lo bullicioso 139


y urbano, que se ampliaba al alejarse por la patrimonial franja de madera, dejando atrás la tierra firme. Todo esto convirtió a Astrolab en una obra en sí, en una experiencia multisensorial para los que estaban adentro. Mientras tanto desde la distancia de la costanera, obras audiovisuales de ocho artistas parecían unas bellezas exóticas, totalmente herméticas, que – sin embargo – atraían a paseantes nocturnos. Los tetrápodos protegen el litoral del oleaje peligroso, que innumerables veces ha sido destructivo para la infraestructura costera. Reconocibles volúmenes de cemento resguardan la tranquilidad de los chilenos. Las mismas formas embetunadas con juguetes usados se veían colorinches, lúdicas, atrayentes. Los niños se subían, las parejas se sacaban selfies, los periodistas locales subían notas sobre la inusual exposición. Gracias a la alianza MAVI - SACO, tres ejemplares de la obra de Gonzalo Contreras (ganador MAVI Arte Joven / Minera Escondida 2014), intervinieron en Antofagasta los halls de edificios de Correos de Chile, Intendencia y Biblioteca Regional. Sin lugar a duda, fue la obra más vista en SACO5, y puede ser que la que contiene una reflexión más amarga. A la zona franca de Iquique llegan anualmente miles de contenedores de deshechos del primer mundo. Detrás del atractivo cromático y escultórico de la obra del artista iquiqueño, subyace latente la pregunta ¿cuál es realmente el oleaje más peligroso para estas costas? El día de inauguración de SACO5 y del lanzamiento del XI Premio MAVI / Minera Escondida Arte Joven Contemporáneo, viajamos una treintena de artistas, curadores, periodistas, equipo de producción e invitados a Quillagua, para realizar – como siempre – el cierre simbólico de la residencia intensiva de producción y vinculación. Esta vez, después de dos días de aproximación al territorio, volvieron a Antofagasta 29 participantes. Bogdan Achimescu se quedó atrapado por El Lugar Más Seco del Mundo. Decidió iniciar su residencia solitaria de inmediato. Tres días después se sumó a esta experiencia ermitaña Teresa Solar. De allí, cuatro días caminando juntos, pareciendo un espejismo errante en horarios cuando el sol detiene cualquier movimiento. Con el camarógrafo y el productor, cumplíamos con nuestras labores de manera silenciosa y lo menos invasiva posible, como si en vez de una residencia artística, se tratase de un retiro espiritual. Unas semanas después, viajamos nuevamente a Quillagua, esta vez con Guisela Munita y un grupo de participantes del taller Desiertos Intervenidos. La modalidad de cuatro días de trabajo en ISLA y tres in situ, se realizó (la modalidad) también con Bogdan Achimescu en caleta Paposo y con Oscar Concha en Ayquina. Este programa de Escuela sin escuela, espacio de formación del instituto, apuntaba al conocimiento del territorio propio a través de la investigación teórica y práctica, que concluía en un ejercicio de producción in situ. Los desiertos de la costa, la pampa y el altiplano fueron coautores de intervenciones efímeras de un acierto sorprendente en algunos casos y, en otros, convertidos en severos maestros sobre la humildad frente a este territorio, a la naturaleza. 140


Volvimos al campamento El Bosque, pegado donde el cerro se curva hacia arriba, ofreciendo una vista privilegiada hacia “la Dubái de Latinoamérica”. Esta vez, Cristian Ochoa (Duelo migratorio) participó como mediador en el primer acercamiento entre Melanie Garland y los inmigrantes. Desde Calais, el campo de refugiados sirios en Francia, más conocido con the jungle, y Berlín, la artista chilena radicada en Alemania trajo su experiencia de trabajo a Antofagasta. Cartas de inmigrantes latinos de Europa que testimonian experiencias, historias y sentimientos, fueron entregados y leídos por sus pares en la toma. En varios casos, pocas palabras escritas por alguien desconocido provocaban sensación de cercanía y emocionaban por la semejanza de lo vivido. Algunos invitados por Melanie escribieron sus cartas, para otros, como ellos, en otras partes del mundo. Esta trama de acciones no tiene un blanco. Construye un tejido heterogéneo, a veces muy denso y tensionado, a veces apenas con roces entre los hilos. La malla en el arco local esta compuesta por fotógrafos autodidactas, inmigrantes, periodistas en búsqueda de nuevas vertientes, artistas por convicción e insistencia, y otros por arrancarse de algo, productores innatos, guardias, indígenas y mestizos de los pueblos apartados en el desierto de Atacama, funcionarios públicos, asistentes sociales, paramédicos, ingenieros, diseñadores, y el público casual y curioso de la urbe. De visita, jugaron chilenos de Arica, Iquique, Santiago, Valparaíso, Concepción y Berlín, una feria y un museo de arte capitalinos, representantes de España y Polonia. Un encuentro amistoso, intenso y enriquecedor, para ambas partes. Dagmara Wyskiel

141


Imagen, imágenes y diatribas Bajo la práctica de la curaduría, cada cierto tiempo, es preciso anudar algunas actividades que reactiven el ejercicio crítico de la misma. No obstante, ante la escena que exhibe el arte contemporáneo y ante los escasos análisis sobre la práctica curatorial, sería complejo crear reflexiones certeras acerca de las tendencias que podemos recoger dentro del campo artístico actual. Por otro lado, es posible clarificar que tanto los curadores como los artistas visuales generan una práctica constante que debería ser interpelada para descifrar diferentes procesos y acciones, ya sea dentro de estructuras institucionalizadas o en espacios con un rigor y apariencia más alternativa. Con estos preceptos y ante el panorama que aparece en algunas escenas de arte a lo largo y ancho de Chile, es imprescindible dialogar frente a los juicios que poseen los artistas visuales con las imágenes. En este caso, nos referimos a imágenes que han sido catalogadas por la historia del arte, pero que no han sido expuestas sólo para crear una reflexión sensata acerca de lo observamos. Imágenes tales como las creadas por Candido Portinari, León Ferrari, Cildo Meireles o Jeff Wall, propusieron en Antofagasta un espacio para el análisis y la discusión bajo el contexto de Imagen, imágenes y diatribas, que invitó a artistas visuales, arquitectos, diseñadores, profesores de arte, entre otros, a compartir los diálogos con emblemáticas obras. Este espacio de reflexión cautivó a los asistentes ya que simplemente pudieron reflexionar acerca de cientos de imágenes que no habían podido ver o re-estudiar desde sus constantes prácticas. Al mismo tiempo, este seminario propuso la revisión constante de lo que ocurre ante la práctica artística y curatorial en distintos espacios de exposición, principalemente en Latinoamérica. Además, bajo el contexto de SACO5 y el constante trabajo por diseñar una plataforma dentro de la región para la educación colectiva en torno al arte contemporáneo, es imprescindible que estos espacios también abran procesos de pensamiento crítico y debates en torno a lo que percibimos sobre la creación de imágenes y obras. 142


Ciertamente, para este grupo que ha participado con entusiasmo en Imagen, imรกgenes y diatribas, hemos experimentado junto a nuestas opiniones dentro de un espacio interesante para el estudio meticuloso que no sรณlo los lleve a comprender el trabajo de los artistas, sino que ademรกs sus territorios y conflictos con la imagen que han creado. Rodolfo Andaur Curador

143


Astrolab_línea y devenir Antofagasta. Desde el muelle, la línea del horizonte parece más cercana. Desde tierra, a menudo esas líneas que separan el aquí del allá, el ahora del después, el paisaje de la abstracción y las resonancias de lo creado, se superponen a los caminos que diálogos colectivos pueden entramar. La muestra de video Astrolab, refleja el fenómeno de reflexionar en torno a esa línea que, más que romántica y alentadora de futuro, es una pregunta constante, una interpelación personal sobre el lugar, el pertenecer, el explorar y las distancias que a pesar de la globalización nos separan unos a otros. ¿Y si ese cliché del viaje y el recorrido hubiera vuelto a estar vigente, no por el viaje y el recorrido, sino por el desde y el hacia dónde? La pregunta se abre y cuestiona a quienes desde sí mantienen paralelamente un pie en el ahora y otro en el antes, o el después, de alguna forma. Esta dualidad, estable en su constancia e indefinida en sus objetivos, funciona muchas veces de forma ontológica, como si el preguntarse por el estar y el ir ya no fuera el motivo, sino la experiencia iniciática quizás del vagabundeo perdido o de lo que intenta al menos perderse un poco más. La necesidad ansiosa de control sobre el devenir e incluso del pasado en la amnesia evasiva del cotidiano, nos aleja de las prácticas de traslados no

144


dominados; los puntos de referencia, la imagen de la meta, la marca en el trayecto y los – hoy más que nunca – registros de todo eso, están lejos de la creación de hitos des-fundamentados, aquéllos que no necesitan más que su propia experiencia para instalarse como motivo, pues tal vez, como diría Anton Alberts, “la cultura empieza donde acaba lo útil”, si es que es lo que el estado de todo requiere como fundamentación exigida. En este contexto, la necesidad de ubicación funciona como fuerza antagónica siempre presente, en toda escala y bajo toda circunstancia, tras pensamientos rumiantes inconscientes que exigen también el dónde – y el para qué de la mano – estamos o vamos. Antiguamente, el astrolabio (del griego ἀστρολάβιον, astrolab) determinaba la posición de los astros sobre la bóveda celeste, una suerte de buscador de estrellas utilizado por navegantes, astrónomos y científicos, el principal instrumento de navegación hasta la invención del sextante, en 1750. Algunos siglos después, no estamos tan lejos de esa necesidad de búsqueda, mirando hacia otros lugares fuera del mapa y el GPS digital, de desbordar las posibilidades de lo errante soslayando la pisada y rotando en 90° hacia el cielo, entendiendo que la extensión de lo que suponemos significa trasladarse, comienza y termina finalmente en una experiencia no cuantificable, donde el andar puede transformarse en un estado de mutación e inquietud síquica, en una nueva mirada. Astrolab reúne un grupo de artistas que trabajan la producción de piezas audiovisuales en torno a la búsqueda de identidad, el viaje, la exportación de lo personal a partir de experiencias migratorias, errantes y dislocantes. La creación a partir de las operaciones del tránsito, el retorno y la necesidad de cambio y exploración, tanto del propio como del “otro mundo”, resultados de la condición humana natural de un contexto cada vez más dialéctico. Las obras expuestas se inscriben en terrenos foráneos de experiencias migratorias volubles y no limitadas. En El reflejo en mi ojo, Francisco Huichaqueo registra en la comunidad indígena de Wan An (ciudad de Fangliao, Taiwan) su experiencia en la ceremonia de un matrimonio ancestral Paiwanes; y, en Horizon, Enrique Ramírez narra desde el gesto simbólico de arrojar una casa al mar, la posibilidad de encontrar otro lugar, para cruzar y lograr mirar desde el otro lado, en la reflexión de lo migratorio. Aunque parecieran ser disímiles, ambas obras entregan una visión abierta del imaginario que se sostiene a partir de la otredad, entendiendo lo lejano como un 145


espacio capaz de producir encuentro, vínculo y desplazamiento sensible, más allá del tránsito realizado. Las piezas Llamar – de Loreto González –, Nada – donde me incluyo como artista, además del trabajo curatorial – y Crecer pestañas – de María José Rojas –, realizan procesos de búsqueda más interna; el primero, en la sugerencia de la explotación de recursos empoderados por extranjeros como excusa para la pregunta por la escucha propia; el segundo, sobre cómo el tiempo y la recopilación de sentimientos tras una experiencia de viaje convierte los hechos en metáforas; y el tercero, subjetiviza las nociones de deja vú, de pérdidaabandono v/s búsqueda-encuentro, y esos intersticios que terminan en la nada. Desde otro lugar, en Ejercicios para distraer la mirada, Andrés Duran trabaja la manipulación del escenario urbano de tránsito habitual, exacerbando sus características y dejando la constante duda entre lo real y lo ficticio; vinculándose con cómo Dagmara Wyskiel, en Juego Mixto, instala en cruce con esa interrogante una obra que se articula además como plataforma para reflexiones extendidas sobre recursos que se diluyen, fantasías estéticas y paisajes interpeladores en la personificación del dominio vuelto objeto al mismo tiempo. Por último, Carlos Silva, saliéndose del formato en proyección que el conjunto de videos expone, interviene el mismo muelle con la imagen poética y contemplativa de una posible Geografía Nacional (National Geographic) actual, subrayando la mirada sobre las formas de ocupación de asentamientos animales en medio de contextos urbanos como reflejos vivos de nuestra condición de colectividad humano-animal.

146


La experiencia de la primera de las muestras – la exhibición al aire libre en el Muelle Histórico de Antofagasta – alimenta ese interés latente del encuentro y diálogo entre la producción artística con un otro diferente; ampliando y entramando su visión más allá del medio de las artes visuales. Quienes como espectadores se reunieron para ver el conjunto de obras, alimentan desde sus múltiples campos de acción e intereses la propia reflexión de las temáticas planteadas, un público que gracias a la diversidad de sus quehaceres entrega una mirada y lectura abierta a otras ideas, nutriendo el comienzo de la travesía que esta curatoría realiza. Tras participar En el marco de SACO5, Astrolab se exhibe en el frontis del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santiago, en el Punto de Cultura Federico Ramírez de la Municipalidad de Concepción y en el Museo de Arte Moderno (MAM) de Chiloé, en Castro, durante 2016. El proyecto ha sido autofinanciado y realizado gracias al apoyo de Colectivo SE VENDE, ISLA (Instituto Superior Latinoamericano de Arte), Muelle Histórico de Antofagasta, Cine en tu Cancha, Anilla Cultural, MAC, Punto de Cultura Federico Ramírez de la Municipalidad de Concepción y MAM; y gracias a Carolina Lara, Dagmara Wyskiel, Christian Núñez, Alessandra Burotto, Coca González, Pamela Canales, Francisco Vergara, Carmé Berenguer y los artistas invitados. Angie Saiz Curadora y artista visual

147


Duelo Migratorio: Taller de Fotografía Intercultural Una mirada a la migración, desde el duelo que se origina al partir y la necesidad de reivindicación de cada individuo, es la propuesta que reunió a más de veinte jóvenes entre 15 y 29 años, provenientes de Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Todos ellos residentes en alguno de los cuatro campamentos del sector Los Arenales de la ciudad de Antofagasta, con vivencias en común en torno a su historia migratoria y con la urgencia de empoderamiento del territorio que habitan. Ahondar en sus historias, me permitió reconstruir la mía propia como migrante interno. Una gran cantidad de los padres partieron a Chile solos, trabajando varios años hasta poder establecerse para luego trasladar a sus familias. La única manera fue ocupando terrenos ilegalmente, debido a lo excesivamente costosa que es la ciudad, denominada “la Dubái de Latinoamérica”. Se establecieron entonces, en territorios no habitables inicialmente, sectores con escombros y basura, dándoles vida al hacer comunidad. El taller consistió en ocho clases en las que los alumnos conocieron y experimentaron diversas técnicas fotográficas, entre ellas la estenopeica, usando tarros de café

148


para hacer tomas de su territorio. También trabajaron con fotografía digital, utilizando celulares para registrar su entorno y círculo personal más íntimo. Por último, indagaron en sus álbumes familiares, en búsqueda de archivos personales, imágenes de parientes, amigos y experiencias vividas, que dejaron atrás en sus tierras de origen. Del proceso reflexivo y de creación conjunta, resultó una intervención fotográfica en el espacio público, la cancha del campamento Chilenos Villa El Sol. Un viaje al interior de las vidas de los jóvenes participantes. Esta exposición, en un escenario tan cotidiano y natural para sus protagonistas, pudo ser apreciada por los vecinos del sector, quienes disfrutaron con nostalgia, no sólo de fotografías sino también de dibujos, frases y dedicatorias para sus familiares lejanos. La fotografía deviene instrumento de realización de un duelo invisible e invisibilizado. Un modo de hacerse cargo, a través del arte, de un proceso propio de la condición humana que nos permite crear espacios de interculturalidad, incorporando la riqueza cultural de aquéllos que hoy pueblan este árido paisaje.

Cristian Ochoa Fotógrafo y gestor del taller Duelo migratorio

149


150


Tetrápodos y el Premio MAVI / Arte Joven En esta nutritiva alianza entre MAVI y SACO, hemos podido concretar la venida de los Tetrápodos de Gonzalo Contreras. Escultor de impecable oficio, ganador del Premio MAVI / Arte Joven del 2014, expone una obra deudora de la cultura pop que nos enfrenta con aparatos derivados de un uso corriente, con un fino guiño a nuestra sociedad de deshecho. Sorprende. Emplazados en Antofagasta, en lugares centrales como la Biblioteca y el Correo, poco habituados a albergar arte contemporáneo, los Tetrápodos producidos a partir de resinas y juguetes de descarte, llaman la atención del transeúnte, invitándolo a acercarse, creo que con cierta cautela, habitual cuando se trata de piezas como ésta. Innumerables juguetes dados de baja se entremezclan en una relación donde no hay jerarquías ni orden aparente, sino simplemente actúan como testigos del abandono, contenidos por correctas estructuras geométricas en contradicción al caos que parece existir en lo interno. Conversando con Gonzalo Contreras acerca de la elección del material para realizar los tetrápodos, me comenta que en su oficio de escultor suele observar a su alrededor para elegir la materia prima de sus obras y que, al encontrarse las piedras nobles tan lejos del lugar, de donde él lo requiere, echa mano a lo que tiene más cerca, en su ciudad natal, Arica. Se encuentra entonces con fardos y fardos de juguetes descartados, que finalmente conforman el centro de la operación definida en torno a la cultura de deshecho. El perfecto uso de la piedra que ha sido su marca de fábrica, se combina en sus primeras obras para inquietar al espectador, con una imaginería alejada por norma de materiales nobles. En sus Tetrápodos nos enfrenta, esta vez desde materiales y técnicas que sí se refieren al mundo popular, pero en una condición que vuelve a desencajar. Enormes estructuras que solemos ver en las ciudades nortinas fabricadas en cemento, se alivianan para invitarnos a mirar un contenido que observamos con curiosidad y algo de recelo. Extraños y familiares al mismo tiempo, los exactos Tetrápodos interpelan y provocan un extraño malestar desde el interior de la sociedad de lo efímero. Misma situación que ocurre con SACO5, donde las obras que se toman el Muelle Histórico de la ciudad, interpelan al espectador, instándolo a una observación de mayor calado. Y es aquí donde se entremezcla la voluntad de MAVI y SACO, en la perseverancia para dotar incluso al público no conocedor de múltiples posibilidades de acceso a una distinta percepción a través del arte contemporáneo. María Irene Alcalde Curadora Colección MAVI 151


Sacar la obra a la calle Es un honor poder ser parte del proyecto SACO5, agradezco mucho la invitación. Llevan haciendo un gran trabajo en la región de Antofagasta, cada año creciendo y realizando propuestas de artistas más interesantes y de muy alto nivel. Estoy feliz de poder participar en el proyecto SACO5. He de agradecer a MAVI por su apuesta y colaboración en lo necesario para que las obras estén en Antofagasta. Dentro de lo que acontece en proyectos o eventos relacionados con el arte contemporáneo, SACO es el evento más importante y de mayor trascendencia en la zona norte del país, y como escultor, nativo y residente en el norte de Chile, me es muy grato poder asistir y ser parte del proyecto. Sacar la obra a la calle siempre ha resultado un ejercicio bien interesante. La organización de SACO eligió tres espacios en el centro de la ciudad, la Intendencia, Correos y la Biblioteca, muy concurridos por lo habitantes de la ciudad. Podría decir que el espacio de mayor rango etario y mi preferido es la Biblioteca, es más que un espacio de paso. El tiempo y la obra invitan al espectador a ir más allá de la volumetría y de las texturas de la escultura, ahondar en la obra, interpretar la razón de la obra. La oficina de Correos y la Intendencia son espacios de altotráfico, es bien interesante ver el quiebre de la cotidianidad que generan las obras rompiendo la rutina del espectador antofagastino. El conversatorio ha sido genial, me encanta poder contar y compartir de una manera más íntima cómo salen las ideas y se gestan las obras. La escultura es un trabajo muy manual y de muchas horas, es grato poder contar todo el proceso, el tiempo y las rompeduras de cabeza para poder llegar a obtener las esculturas tal y como las ven, como resultado. Gonzalo Contreras Escultor

152


Gonzalo Contreras (Arica, 1979) Realizó estudios de diseño en la Escuela de Arte Pablo Picasso en A Coruña, Galicia, y, dos años después, en la Escuela de Arte y Diseño Llotja de Barcelona. Al terminar, continuó con escultura en la misma escuela. En sus inicios como escultor decidió trabajar con el hierro, especializándose en la forja artística. Avanzando en este camino, descubrió un nuevo material que hasta el momento lo mantiene cautivado: la piedra. Inició su especialización en escultura en piedra en la Escuela de Arte Pau Gargallo de Badalona (Barcelona) y perfeccionó la técnica de la talla en piedra en el taller del gran maestro Mariano Andrés Vilella. Desde el 2014, se instala con un taller en su ciudad natal, Arica.

153


FAXXI - SACO 2017 redes vinculantes para visibilizar artistas emergentes SACO es un gran aporte a la escena local de la región y del país. Realiza un trabajo de enlaces con la comunidad y redes contextuales, con miras a la descentralización e internacionalización de las prácticas artísticas. FAXXI, por su parte, es una plataforma directa de encuentro entre el artista y el público, cuyo objetivo es visibilizar a artistas emergentes en la escena nacional. A partir de una alianza entre ambas organizaciones, se crea el concurso FAXXI - SACO 2017, dirigido a artistas visuales del norte de Chile. Nuestra motivación en común es generar oportunidades a artistas emergentes locales que deseen desarrollarse profesionalmente, que busquen plataformas de exhibición y experiencias de vinculación con otros contextos. Siendo el norte de Chile un territorio carente de instituciones formativas en el área de las artes visuales, es esencial considerar los intercambios, residencias y traslados como un motor de investigación para la creación. El premio para el ganador es participar de manera gratuita en la sexta versión

154


de FAXXI, a llevarse a cabo entre el 6 y el 9 de abril del 2017 en el Parque Bicentenario, ubicado en Santiago. Las bases de postulaciones se encuentran en www.proyectosaco.cl y el cierre del llamado fue el 20 de octubre del presente año. El lanzamiento de la convocatoria se realizó en la inauguración de SACO5, con gran afluencia de público general y especializado. Nos es muy grato haber constatado la presencia de jóvenes e instituciones educacionales participando del evento, pues esto demuestra que la labor que innumerables agentes realizan tiene real consecuencia en el desarrollo social. Esperamos que este concurso sea tan sólo su primera versión, y el inicio de una sólida alianza con SACO. Isabel Parot Directora FAXXI

155


La línea, la roca y el hueso Residencia de Bogdan Achimescu y Teresa Solar en Quillagua

Viajamos, como cada año, a Quillagua, al no lugar en la Nada. Fueron, en 2012, muchos más que factores climáticos, antropológicos, políticos o geológicos, los que determinaron la decisión del Colectivo SE VENDE de escoger el oasis como centro de operación y de residencias El Lugar Más Seco del Mundo. Se materializaron desde ese entonces más de cincuenta visitas y residencias de diversas áreas de creación e investigación. “Quillagua es un laboratorio, concentra, no distrae. Es allí donde están presentes muchas de las relevantes tensiones contemporáneas: la pérdida del agua, de la identidad, el abandono, las divisiones internas y la destrucción del patrimonio, en un contexto impactante y extremo. Pareciera imposible conjugar tantos problemas globales en un pequeño oasis en el desierto. A la vez, Quillagua está suficientemente lejos de nuestra urbana y semi-moderna realidad. Para poder investigarla, hay que mirar desde afuera, porque de alguna manera pertenece al otro mundo. Y a la vez nos cuenta sobre nosotros mismos. Una residencia en el oasis necesariamente se

156


convierte en una introspección, donde uno se para cara a cara consigo mismo y con sus cuestionamientos, independiente de donde estos provengan.”1 En 2016, acompañamos en la residencia en el desierto de Atacama a dos artistas invitados a SACO5: Teresa Solar, madrileña, y Bogdan Achimescu, de Cracovia. Partieron de ISLA dispuestos, con expectativas, energía y tarjetas de memoria de alta capacidad de almacenaje. La apertura infinita de la pampa al otro lado de la Cordillera de la Costa, activó la necesidad de recorrer el desierto, entendiendo el re-correr como actitud de la mente frente al vacío. Horas en vehículo, entre Antofagasta, Tranque Sloman, Chacabuco, María Elena, Chuquicamata y Taltal, restringían la experiencia a la vista por la ventana. Una vez en El Lugar Más Seco del Mundo, el caminar fue la estrategia del comprender a través del ejercicio del cuerpo en movimiento, durante horas y bajo el sol omnipresente, resultando ser introducción del yo físico en un espacio extremadamente inhóspito y atrayente a la vez, un desafío personal tanto físico como mental. Teresa, en su diario de viaje de la residencia en Quillagua titulado Atacama como

1

Párrafo citado del texto Residencia en El Lugar Más Seco del Mundo, libro SACO4. Entre la forma y el molde. Pp. 131 y 132. Antofagasta, 2015.

157


la Ciudad Prohibida de Pekín, habla sobre los patrones repetitivos y las líneas discontinuas de pensamiento. Aparecen, en composiciones de imagen y palabra, coches mineros, el mirar el desierto desde una línea, Chuquicamata que se cae sobre el pueblo de Chuquicamata, piedras que parecen huesos y piedras que parecen piedras. Surgen cementerios abandonados en la pampa. Tumbas miradas desde la ventana. Desde la línea de la carretera, línea de las huellas de las ruedas, línea del sendero, línea de la tubería de agua… Desierto trazado por demarcaciones, por las cuales circula el cuerpo. El cuerpo de Teresa. Bogdan dejó llevarse entre los cerros por senderos cuyos orígenes se han borrado hace tiempo con el viento y con las sucesivas capas de la historia industrial en el desierto. Rutas de huellas de burro aparecían de repente o se volvían invisibles entre las rocas. Abandonar el sendero o perderlo a propósito, para buscarlo de nuevo, dudar si es éste o el otro, era parte literal y simbólica de este ejercicio realizado en soledad absoluta. Achimescu regresó al oasis con una piedra de forma muy particular, semi cuadrada, parecía una herramienta de tiempos arcaicos usada para fines hoy en día desconocidos. Con un agujero redondo en el medio, hacía guiño a una fuente que no puede mantener nada, o a los cráteres del Valle de los Meteoritos, inútiles incluso para sostener una leyenda, formados por el agua que se les arrancó hace millones de años.

158


Geoglifo, línea, sendero, roca, hueso, tumba, borrón y cuenta nueva. Auto, carretera, industria, Chuquicamata, borrón y cuenta nueva. Capas de ciclos, como el guano en las rocas de la costa, construyen formaciones que se acoplan entre sí como si nada, como si la destrucción fuera lo único inevitable. Por lo menos en el desierto. Dagmara Wyskiel

Bogdan Achimescu para la realización de esta residencia tuvo el apoyo de la Embajada de la República de Polonia. La participación de Teresa Solar en este proyecto fue posible gracias al Programa de la Sociedad Estatal Acción Cultural Española (AC/E), para Internacionalización de la Cultura Española (PICE), en su modalidad de Movilidad, que facilita que entidades e instituciones culturales extranjeras de referencia, públicas o privadas, cuenten en sus actividades y programas internacionales con la presencia y colaboración de artistas, profesionales o creadores españoles o residentes en España. www.accioncultural.es

159


Desiertos Intervenidos fue el siguiente modulo de formación artística de Colectivo SE VENDE. La educación artística es, desde los inicios (2004), nuestro pilar esencial de funcionamiento, realizando un sinnúmero de workshops, talleres, conferencias, coloquios, trayendo a la región a profesionales y artistas de muchos lugares. Cada proyecto expositivo ha estado acompañado por un programa de mediación y formación, diseñado especialmente para cada ocasión. Apoyamos en su desarrollo a artistas autodidactas, profesores, guías, jóvenes, a audiencias ampliamente entendidas, y contamos con alta fidelidad y demanda de nuestro público, con un interés que año a año va creciendo. En 2016, hemos materializado el proyecto denominado Entre la forma y el molde / Ciclo de talleres de actualización y estimulación creativa para docentes, ejecutado entre abril y julio, dedicado al perfeccionamiento de profesores de la región, con seis monitores nacionales, durante trece fines de semana. Con este taller inauguramos oficialmente ISLA, Instituto Superior Latinoamericano de Arte, sede del Colectivo, centro de residencias y – sobre todo – lugar diseñado para la línea de formación de SE VENDE. Para dar continuidad a las actividades de instituto, nos propusimos realizar un ciclo de tres laboratorios intensivos, ahora destinados a los creadores locales. Desiertos Intervenidos potenció y fusionó dos áreas de funcionamiento del Colectivo: la educacional (ISLA) y el trabajo con el territorio. El Lugar Más Seco del Mundo, nuestro centro de residencias en Quillagua, ha sido visitado durante los últimos cuatro años por más de treinta artistas, curadores, investigadores y periodistas, de Chile y del extranjero. Hemos generado un punto de interés internacional en el mapa del desierto de Atacama. Nuestros invitados han trabajado con el lugar, el contexto y la comunidad del oasis. Sabiendo valorar la riqueza que tenemos como región, queremos no solamente compartirla con los de afuera, sino también convertirla en fuente de inspiración para artistas emergentes locales. Con este proyecto, decidimos abrir la posibilidad para creadores y personas interesadas en formarse en artes visuales, a trabajar con el paisaje local, ampliando nuestro foco de interés a dos comunas nuevas: Taltal y Calama. El proyecto consistió en tres módulos intensivos de laboratorios de una semana de duración cada uno, dedicados a la investigación de tres localidades en la costa, pampa y altiplano, dictados por los artistas: Bogdan Achimescu de Cracovia (en caleta Paposo), Guisela Munita de Valparaíso (Quillagua) y Oscar Concha de Concepción (Ayquina). Para cada taller de siete días consecutivos de duración, se abrió una convocatoria con once cupos. La primera parte de cada módulo, de cuatro días de duración, se realizó en ISLA y estuvo dedicada a la investigación sobre el lugar específico a intervenir en el desierto, profundización sobre su contexto, historia, paisaje y población. Los alumnos desarrollaron bocetos y maquetas, formularon ideas, prepararon material para la realización de una intervención in situ, individualmente o en grupos. Cada monitor invitado dictó una charla inicial, acercando a los participantes a sus obras 160


realizadas en espacios exteriores y a procesos de investigación aplicados en casos específicos de producción. En la segunda parte de cada laboratorio, los participantes junto con el monitor y el equipo de producción, se trasladaron por tres días a Paposo (en septiembre), a Quillagua (en octubre) y a Ayquina (en noviembre), para materializar las intervenciones pre diseñadas en Antofagasta y enfrentarlas a la realidad de los diversos desiertos de la región, dialogar e intercambiar conocimientos con sus habitantes, o simplemente derivar, escuchar y mirar. Las reflexiones aquí compartidas de los que estuvieron a cargo de Desiertos Intervenidos, demuestran la intensidad de los procesos vividos, diversidad de estrategias de aproximación y complejidades de los lugares elegidos, como fuentes de inspiración e intervención. Participantes de Desiertos Intervenidos: Pamela Canales, Angélica Araya, Patricia Díaz, Jordán Plaza, Antonieta Clunes, Francisco Vergara, Felipe Tello, Carolina Opazo, Gabriel Navia, Magaly Visedo, Francisca Jara, Melanie Garland, Romina González, Ariel Aracena, Juan Troncoso, Aníbal Naranjo, Diana Zamorano, Carmen Olivares, Jose Luis Carrera y Sonia Cuevas.

161


162


Una costa imposible de medir Existe un problema con la medición de la longitud de las playas, y este problema tiene un nombre y un importante pedigrí científico. Ésta es la paradoja de la línea costera y lo que quiere decir es: mientras más cuidadosamente se mide la longitud de una playa, más larga se vuelve, y es debido a que se siguen descubriendo nuevas circunvoluciones de arena y fractales de piedra. Chile podría bien ser uno de los ejemplos más extremos de esta paradoja. De acuerdo al World Factbook, Chile posee 6 mil 435 kilómetros de costa. Mientras que el Instituto Mundial de Recursos ha calculado una longitud de 78 mil 563 kilómetros. Ambas mediciones están correctas, solamente dependen de una diferente “tasa de muestreo”. Pienso en esto de acuerdo a lo que Dagmara Wyskiel me cuenta, que el norte de Chile tiene tramos de cientos y cientos de kilómetros sin una escuela de arte. Incluso, a medida que nos acercamos a Paposo (caserío costero a unos 200 kilómetros al sur de Antofagasta) y tenemos una nueva perspectiva de sus ensenadas negras y rocosas que atrapan las olas, la distancia parece aún más larga, y también con más curvas. Nos encontramos aquí para realizar un taller emprendido por ISLA, y todo ocurre tal como se debe: una larga planificación y honesta preparación se convierte en algo que toma a todos por sorpresa. No podría ser de otra manera, ya que Paposo es muy diferente: un ambiente que es un catalizador del pensamiento

163


164


con su paisaje espectacular, cubierto diariamente por la camanchaca de apariencia teatral que aparece y desaparece. Y, quizás aún más, con sus sorprendentes planes comerciales: la extracción de algas para la industria de cosméticos en un lugar donde no se espera un salón de belleza, la extracción a mano de locos (moluscos) en una época de dragado industrial, y la transmisión de electricidad cerca de un viejo cementerio. En este lugar y en esta franja de playa, los artistas hacen lo que hacen todos los artistas: responder a la realidad de una manera completamente divergente. Quizás inspirado en los modelos económicos mencionados antes, Jordán Plaza (uno de los participantes en el taller) instaló un puesto en el mercado vendiendo poleras que adornó con íconos de panteones consumistas: Nike, Adidas y Puma. El problema es que estas imágenes estaban grabadas con polvo. Así que, cuando una niña de Paposo se llevó una, el logo se desintegró en el viento. Sin embargo, el “cliente” reconoció un buen negocio por lo que valía: la polera se distribuía gratis, así que un buen lavado o quizás una sacudida le iba a devolver todo su esplendor SIN logo. Cerca de ahí, otro negocio comercial: el Salón de Belleza muy bien preparado de Angélica Araya. Su propuesta para la gente de Paposo es algo que ellos conocen muy bien: las algas de mar, largas y con aspecto peludo que los ancianos extraen del mar y envían para el procesamiento de consumo en la distante realidad cosmopolita de los productos de belleza. Araya usa un laboratorio improvisado para transformar esta materia prima en sustancias aceptables, embotelladas apropiadamente. Vestida correctamente con una bata blanca, hace participar a los habitantes del pueblo en un completo ritual, digno de un spa y lo termina con una típica charla de belleza sobre el cuidado, hidratación, etcétera. Mirándola, nos olvidamos rápidamente del personaje fuera de lugar de esta acción. Después de todo, esto ocurre en una plaza semi desierta, polvorienta y ventosa de una caleta de pescadores. Es precisamente el acortamiento divertido de esta distancia, entre lo local y global, que hace extraordinario este trabajo. Mientras tanto, otros artistas se posicionan frente a la historia. Francisco Vergara se entierra en la arena de la playa y se convierte en un ícono, sólo con su cara visible, evocando a las animitas en el camino, o quizás es el 165


pionero de una nueva técnica de momificación. Un trabajo que combina el humor con la gravilla tal como los globos rojos ensartados de Antonieta Clunes, un sensor enviado al interior de la camanchaca para marcar una frontera que ya no existe (la antigua línea de demarcación entre Chile y Bolivia pasaba por Paposo hasta 1879). Las fronteras, dispuestas como una vista abstracta de una tela de araña y luego incendiada, parecen ser también el tema del trabajo introspectivo y engañosamente humilde de Patricia Díaz. Yo también elegí preparar una intervención: una disertación activa proyectada en las paredes de una de las casas más antiguas de Paposo, que fue una vez habitada por un aristócrata ruso fugitivo. En la noche, nuestro grupo se sentó en la playa alrededor de una pequeña fogata y, así como nos preparamos a hablar del taller, se nos ofreció la oportunidad de volver a los rituales de un pasado hipotético o hipnótico. Pamela Canales había preparado un grupo de instrumentos musicales, logrando de alguna manera usar el material blando de las algas de huiro para emitir sonidos suaves de percusión. Fue un momento comunitario que derivó perfectamente de la antigua fiesta en una playa a una situación de escuela de arte contemporáneo. A medida que iniciábamos la discusión y la crítica abierta, me encontré tratando y de alguna manera logrando hablar castellano, corrigiéndome en inglés y discutiendo con Dagmara Wyskiel en polaco. Mauricio Quezada – el experto que nos dio una charla sobre las implicaciones históricas y geográficas que dan forma a Paposo como hábitat – mencionó que los miembros de las tribus que una vez habitaron estas áreas eran todos multilingües, así era la intensidad del intercambio comercial y humano con otros y a menudo distantes territorios. De repente sentí como que se cerraba un círculo y otro se abría. Había una escuela internacional de arte entre Taltal y Paposo, bajo las estrellas, en una playa con una longitud todavía desconocida. Bogdan Achimescu Artista visual

166


167


168


Laboratorio Quillagua La experiencia formativa de trabajar con un grupo de personas heterogéneas y donde prevalecen por sobre todo la disposición a aprender e incorporar lo que el profesor/a quiere o se le encomendó dada su experiencia y trayectoria (que en mi caso como artista visual y docente son productos del trabajo sostenido y serio en el tiempo, tanto con ciertas convicciones estéticas y temáticas), lo entiendo como un modo de hacer y enseñar arte, pero sobre todo destaco un modo de mirar. Entiendo además los procesos creativos establecidos como un proceso individual y colectivo a veces, donde se requiere siempre realizar nuestras propias preguntas y con ello ir por nuestras respuestas, entendiéndolas como las propuestas personales en un contexto específico. En este proceso de siete días, a propósito del laboratorio ocurrido en ISLA, del Colectivo SE VENDE, tuve como desafío entregar y aplicar herramientas con un grupo de ocho personas vinculadas a las prácticas artísticas en sus distintas posibilidades, siendo este grupo heterogéneo en cuanto a sus experiencias y formación. Por lo mismo, me planteaba un problema complejo en lo que se refiere a la formación y, si le sumamos el lugar donde realizaríamos nuestra experiencia, Quillagua (280 kilometros al noroeste de Antofagasta), el lugar poblado más seco del mundo, el conjunto de esta experiencia es lo que intentaré compartir. Este laboratorio se inició con una etapa de cuatro días, donde se entregaron conceptos y definiciones; realizamos un ejercicio en torno al territorio de Antofagasta, una “deriva situacionista”; revisamos algunas obras y discutimos

169


posibles acercamientos a la experiencia en Quillagua; y, por sobre todo, se establecieron de manera natural ciertos vínculos que más tarde se podrían trasformar idealmente en redes de apoyo que efectivamente son parte de las pretensiones que busca este tipo de prácticas. Una vez transcurridos los cuatro días, donde mi objetivo era tener una postura o forma definida de cómo cada uno se enfrentaría al sitio aplicado, Quillagua, dejando en segundo plano las expectativas e impulsando más bien el factor que nos propondría el lugar con el que nos encontraríamos, ciertamente podía ser suficiente tener la categoría de “lugar más seco del mundo” para dejar correr nuestro imaginario. La apuesta por mi parte fue “derivar” en Quillagua. En este formato, claramente las posibles intervenciones se sostenían sólo a nivel de intención, de deseo y, por sobre todo, con dificultadas por la ansiedad de “qué hacer”. Por algún motivo, he observado en mis años de docencia que los alumnos siempre tienen resueltos rápidamente ciertos objetos visuales, pero dejan de lado el contexto, la escala y a veces las personas, los habitantes de Quillagua en este caso, lo que lamentablemente a veces se aborda de forma superficial, por tanto esto último era la fase mas compleja de resolver con una ética acorde a la instancia. Esto último suena muy bien, pero también es cierto que existen prácticas artísticas que en el papel y en la intervención real, se quedan cortas en cuanto al otro, superados por el ego y la vanidad tan propia del mundo creativo. En nuestra visita, los alumnos se vieron enfrentados a sus propios conflictos en cuanto a las lecturas de sus otros. Me parece que este punto en la formación es muy relevante, porque siempre se prioriza el producto, el objeto y, con ello, su estética, sus temáticas, y se deja invisibilizado el espacio y comunidad en la cual se trabaja. Muchas veces se da demasiado por hecho en cuanto a la recepción, la función, la necesidad de… Finalmente, en los últimos tres días en Quillagua, los alumnos del taller pudieron plantear sus propuestas que luego, en algunos casos, discutimos y evaluamos en cuanto a las experiencias desarrolladas. Entre ellas, los trabajos de Sonia Cuevas, de Antofagasta, quien experimentó la pugna entre la expectativa y lo encontrado, 170


entre esa imagen imaginada y la imagen concreta que le otorga el lugar. Rescato en su proceso, justamente, permitirse incorporar, dudar, cambiar y concretar, sobre todo pensando que este tipo de prácticas ensayo-error son las que van definiendo un modo de hacer propio. En el caso de Patricia Díaz, también de Antofagasta, su performance, que más bien se acercaba a lo lúdico, me parecía era parte de su búsqueda por representar más oscuridad y salir de la ingenuidad, para ello – evaluamos en el taller – pensamos interesante que investigue y estudie más las practicas performáticas o audiovisuales incluso para así lograr llegar a esos rincones que sólo ella sabe y así amplificar sus silencios. La autora también realizó otra acción en co-autoría con Francisco Vergara. En el caso de Magaly Visedo (Antofagasta), se dio algo muy interesante porque puso en valor dos conceptos muy aliados, que son la intuición y la pretensión a escala, pues supo poner un cierto dispositivo visual en una escala correcta, en una relación simple con la comunidad, y con ello se ajustó en una proporción a lo que puede manejar una persona que está en un proceso de acercamiento a las artes, por lo tanto, de esa forma, la decepción y la frustración no son parte de su lógica de trabajo. En el caso de Carolina Opazo y Francisca Jara, de Valdivia, sus participaciones fueron fundamentales, pues en un taller de siete días aportaron a la diversidad y, en su condición de artistas jóvenes, completando en los debates y, por sobre todo, enriqueciendo los procesos desde una generación distinta a la mía, cosa que siempre es bienvenida.

171


Finalmente, y con el reposo, puedo concluir que la experiencia fue muy interesante y enriquecedora por amplios factores, pero especialmente por el escenario tan extremo y sus habitantes. Antofagasta bien resume lo que es Chile hoy, con todas sus contradicciones; y Quillagua dirĂ­a que incluso el estado del planeta que habitamos. Guisela Munita Artista visual

172


173


174


TALLER AYQUINA Y EL RITUAL El proceso de taller desarrollado en Antofagasta-Ayquina, comenzó en ISLA, espacio de residencia y centro de operaciones para la última actividad de la Semana de Arte Contemporáneo, SACO 2016. En ISLA, empezamos a proyectar un trabajo que se nutrió de la experiencia colectiva, del diálogo e intercambio entre sus 12 participantes, quienes provienen de distintas formaciones y ocupaciones, pero con el interés común de profundizar sus experiencias en artes visuales. En un inicio, el taller contempló la revisión de experiencias relativas a proyectos individuales y colectivos, desarrollados principamente en Concepción, lugar donde resido. Pese a las diferencias geográficas entre Antofagasta y Concepción, como ciudades del norte y sur, ambas comparten su distancia del centro político de Chile y la inquietud además por generar una activación desde la reflexión y la producción de las artes visuales contemporáneas a partir de sus propias dinámicas. Los integrantes llegaron con ideas, con propuestas que fueron revisadas y discutidas por todos de manera horizontal, generando un diálogo que apuntó a volver más factible su desarrollo. El tiempo de trabajo y planificación era breve, acotado, obligando a ser concretos y a proyectar a partir de un ideal, ya que muy pocos habían estado antes en la localidad de Ayquina (74 kilometros al este de Calama). Resultaba imposible no considerar dentro de los proyectos la fecha en la que se contemplaba su ejecución, 1 y 2 de noviembre como días simbólicos y significativos para los pueblos altiplánicos. Durante esos días Ayquina se transforma, retornan sus antiguos habitantes, familiares y visitantes para celebrar el Día de los Muertos, generando una fiesta que activa por un par de días este solitario pueblo. “Siempre suceden imprevistos en los procesos que se desarrollan en comunidad. Hay que tratar de no llegar como turistas, teniendo respeto hacía la comunidad en donde se trabaja; eso es posible resolver de forma colectiva. En el campo de la formación artística, creo que es muy necesario que se sepa lo que tú estás investigando, porque además existe la opción de preguntar, debatir o ir armando entre todos. Aunque se trate de trabajos individuales, se debe apoyar colectivamente, consolidando un tejido de reflexión que al final muestra un proceso de creación dinámico, enriquecedor”1. 1

Es lo que señalé a Francisco Vergara en entrevista realizada durante la residencia en Ayquina.

175


Magaly Visedo, Angélica Araya: La fiesta religiosa fue el eje fundamental de este proyecto colectivo. Las integrantes se acercaron a dos familias de la localidad de Ayquina y les propusieron realizar el registro fotográfico para el ritual de Fieles Difuntos. También y de manera muy sutil, proyectaron imágenes de los fallecidos, que se mimetizaron dentro de los altares realizados en honor a todos sus difuntos. Francisco Vergara, Gabriela González, Patricia Díaz: una propuesta colectiva con un guión muy bien concebido, para el cual se utilizó una locación dentro de la quebrada del río Salado, de donde emana agua de forma casi mágica desde el paredón, un río subterráneo que se asoma y da verdor al imponente y árido paisaje. El grupo recolectó ramas secas que se instalaron a modo de alfombra alada en torno a una roca ubicada en el centro de la cascada. Naturaleza y artificio cubrieron y vistieron la figura de Patricia, quien se desplazó por este escenario de forma silente, finalizando cuando las aguas bañaron su cuerpo. Melanie Garland: un pequeño desvío del torrente principal del río Salado fue utilizado para realizar la intervención. Hilos negros que se entretejieron de lado a lado como una herida en el paisaje que simbólicamente se quiere suturar. Diana Zamorano: desde muy joven recuerda que en Antofagasta, para las diferentes fiestas, circulaban frente a su casa las comparsas. Le llamaba la atención 176


177


que, dentro del colorido de los atuendos y disfraces, había un grupo que cerraba cada comparsa, que vestía de manera muy sobria. Eran “los promesantes”, quienes aspiraban a ser del grupo oficial que con mucha devoción bailaba sin parar, cargado del fervor popular. Diana realizó una acción, utilizando algunas locaciones del pueblo para reivindicar ese deseo y hacerlo suyo bailando. Juan Troncoso: La apacheta es un montículo de piedras colocadas en forma cónica una sobre la otra en las cuestas difíciles de los caminos. Se trata de ofrendas realizadas por los pueblos indígenas de Los Andes de América del Sur a la Pachamana y/o deidades del lugar. Este ejercicio del mundo de lo ritual indígena es desplazado al campo del arte, realizado a modo de acción performática a orillas del río Salado donde se utilizó además el fuego como elemento purificador. Felipe Tello, Ariel Aracena: una sábana del lecho de muerte del abuelo de Felipe, cargada con ese significativo momento, fue utilizada para la acción realizada en dos momentos. El primero se desarrolló en la explanada exterior de la Iglesia Santuario de Nuestra Señora Guadalupe de Ayquina, y contó con la participación de jóvenes a quienes se les solicitó escribir y dibujar sobre la sábana, utilizando barro del lugar como pigmento que les sirvió para graficar su experiencia personal en relación al Día de Muertos. Al día siguiente, Felipe y Ariel sumergieron y lavaron en el torrente del río Salado la sábana, llevándose los mensajes escritos.

178


Aníbal Naranjo: utilizó el lecho del río Salado como soporte. Sobre un borde de este, levantó cinco pequeñas estructuras de piedras recolectadas en Ayquina, las cuales se instalaron sobre un círculo dibujado por medio de la huella del caminar. Alrededor del círculo, restos de sal que de manera habitual va dejando el río Salado, hacen más visible su presencia. Gabriel Navia: construyó un caleidoscopio, el cual fue utilizado como recipiente para visualizar diversos fragmentos de elementos naturales recolectados en el sector, y que dispone a modo de lente, frente a su cámara fotográfica. Bajo ese principio óptico, multiplicó el paisaje geométrica y simétricamente. Oscar Concha Artista visual

179


180


Conectando Historias: Berlín (Alemania), Calais (Francia), Antofagasta (Chile) comunidades sirias y colombianas, migraciones forzadas y migraciones voluntarias Mira hija, en granito en granito la gallina llena el puchi... (Señora Sandra Mina Hernández,
fragmento de grabación, campamento El Bosque, Antofagasta, octubre 2016) Soy una migrante con ascendencia italiana e irlandesa, nacida y crecida en Chile, padres y abuelos chilenos, bisabuelos extranjeros. Hace mas de tres años que soy una inmigrante en Alemania, en la ciudad de Berlín. Mi trabajo artístico se basa en mi propia experiencia y vivencia como una migrante, y su relación con los flujos contemporáneos de migración. Conectando historias es un proyecto / acción de arte sobre el compartir experiencias y sentimientos entre emigrantes de una misma comunidad en un país extranjero. Recolectando, archivando y documentando el proceso migratorio en

181


Europa y Suramérica. A través de cartas anónimas, los participantes van intercambiando situaciones de sobrevivencia, estrategias emocionales de adaptación a las circunstancias de un nuevo territorio, su conquista y la apropiación de la nueva cultura. Conectando historias se ensimisma en la capacidad de las personas emigrantes de construir y reconstruir una nueva vida. Este proyecto se ha realizado entre comunidades sirias, iraníes y colombianas, entre Alemania, Francia y Chile. Experiencia N4: Berlín - Antofagasta Al decidir realizar el proyecto Conectando historias en el territorio chileno, inicié la indagación de cuál era la comunidad de emigrantes más grande de la ciudad de Antofagasta, siendo ésta la comunidad colombiana. Al empezar la recolección de cartas en Berlín, nunca pensé que iba a ser tan difícil su recolección, ya que ya conocía la comunidad colombiana. El interés en escribir una carta a un compatriota no fue tan grande y en muchos casos no les interesaba en absoluto el proyecto, siendo muchos de ellos desarraigados de su cultura. Al percibir esto, empecé a darme cuenta de la gran diferencia entre una migración forzada a una migración voluntaria. En los números anteriores de Conectando historias, la necesidad de 182


escribir y comunicarse era mucho mayor, ya que en ese caso las comunidades sirias e iraníes necesitaban un espacio tangible y visible de expresión e intercambio emocional entre sus pares. Pude recolectar diez cartas de jóvenes y adultos colombianos que viven entre tres y diez años en la ciudad de Berlín. Principalmente tienen una buena calidad de vida y una buena integración en la comunidad alemana. Muchos de ellos no han vuelto a Colombia, olvidando y transformando un origen que ya no es tan latente. Experiencia N5: Antofagasta - Berlín / Campamento El Bosque Al entrar en Antofagasta, percibí el aire con una veladura blanca, con capas grises claros y color café de arena nortina. Una ciudad entre pampa y mar, con un flujo constante de personas emigrantes, entre salitreras y mineras. Al llegar al campamento con sus colores tierras claros, me penetraron e inmediatamente me teletransporté al campamento en Calais (Francia, campamento ilegal de refugiados mas grande de Europa). La atmósfera entre sus habitantes era diferente. Ahí reaccioné a la diferencia real entre una migración forzada y una voluntaria, ya que el peso de la guerra, como en el caso de las comunidades sirias

183


184


e iraníes no se encontraba, pero se percibía claramente el peso de ser un inmigrante de color en un país mayoritariamente monocolor. A diferencia de las visitas anteriores, donde compartía con la comunidad mínimo dos meses, aquí iba a estar solamente dos días, por lo que era todo un reto lograr entregar y recibir las cartas, ya que la comunidad no me conocía y probablemente iba a ser difícil tener su confianza. Gracias a la ayuda de Cristian Ochoa (fotógrafo chileno, que trabaja actualmente con la comunidad colombiana), iniciamos el camino de la entrega de las cartas, tocando puertas y explicando el proyecto para ver si existía interés en su participación. Por el poco tiempo, logramos entablar relaciones con cinco personas, logrando conversar sobre su viaje y su motivo migratorio. Una de éstas es la señora Sandra Mina Hernández y su hija Helen de 14 años, quienes muy amablemente nos invitaron a entrar a su casa y a beber un poco de bebida colombiana. Al iniciar la conversación, me di cuenta de cómo todo se iba conectando e hilando, donde el lenguaje jugaba un rol esencial en la conexión emocional entre las tres. En mis experiencias anteriores, nuestro motor de comunicación eran el dibujo, las señas, el contacto físico, las risas y expresiones, que nos permitían entablar una relación mucho más profunda, ya que no teníamos un idioma en común. 185


Al decidir emigrar y explorar un nuevo país con nuevas oportunidades de trabajo y una mayor seguridad nacional, el emigrante se va transformando, adaptando, integrando y en algunos casos mimetizándose en la nueva cultura. Éste no es el caso de la señora Sandra y de muchos colombianos, donde ellos van mostrando y explicando sus costumbres, sus comidas y maneras de pensar a la comunidad chilena. El no olvidar lo que son y la decisión de reconstruir una nueva vida, van siendo impulsos esenciales en esta comunidad. En el proceso del viaje, el emigrante se vuelve un sujeto de tránsito, donde tiene que diseñar, crear y aprender diferentes estrategias de sobrevivencia y adaptación, siendo la experiencia el eje esencial del viaje a un nuevo territorio. Conectando historias pretende muy humildemente a través de cartas escritas, grabaciones sonoras y, en algunos casos, fotografías, archivar y documentar este proceso antropológico de la experiencia. Recolectando distintas estrategias, anécdotas e historias personales de un emigrante en tránsito y de cómo éste va integrando a la dinámica mundial de la migración actual. Melanie Garland Artista visual

186


187


188


COLECTIVO SE VENDE

Una memoria

189


190


COLECTIVO SE VENDE: UNA MEMORIA El Colectivo SE VENDE, Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo, es un grupo de trabajo que surgió en 2004 en Antofagasta, desarrollando proyectos en tres líneas de acción: formación, vinculación y territorio. Con un tipo de gestión en red, enfocado en la difusión y reflexión de nuevas prácticas artísticas, ha impulsado diversidad de actividades tanto en la cuidad como en localidades cercanas y el desierto, marcando el desarrollo de lo contemporáneo en Antofagasta. A cargo del productor y gestor cultural, Christian Núñez, y de la artista visual Dagmara Wyskiel, Doctora en Artes Visuales de la Universidad de Bellas Artes de Cracovia, Polonia, SE VENDE busca constantemente nuevas plataformas para promover, profesionalizar y dinamizar el núcleo local. A través de exposiciones, conferencias, workshops, residencias, proyectos editoriales, actividades transdisciplinarias, más el ir y venir de diversos artistas, curadores y productores culturales por la zona, ha abierto espacios de diálogo y reflexión que han sido al mismo tiempo instancias colectivas y colaborativas. De este modo, ha contribuido a levantar indicios de una escena local, visibilizando el norte de Chile en un mapa del arte latinoamericano incluso, insertando el Desierto de Atacama como foco de interés. Como colaboradores del colectivo, han trabajado artistas regionales destacados, participando el último tiempo una generación nueva, autores como Pamela Canales, Francisco Vergara, Angélica Araya, Luciano Paiva, Juan Troncoso, Camila Díaz, Cristián Ochoa y Sebastián Rojas, entre otros. Diversidad de acciones se han situado además en contextos tan distintos como Santiago, Concepción, Coliumo, Chiloé, Valparaíso, Villa Alegre, Iquique y Punta Arenas, así como en ciudades de Colombia, Argentina, México, Estados Unidos, Polonia y Uruguay; y, si sumamos la participación en exposiciones colectivas, SE VENDE ha estado también en Beijng (China), Jakarta (Indonesia) y Krasnoyarsk (Rusia). SACO Una actividad que es eje central de las operaciones de SE VENDE, es la Semana de Arte Contemporáneo de Antofagasta, SACO. El encuentro creado en 2012 ha removido situaciones locales claves, creciendo con el tiempo, profesionalizándose en la difusión e impulso de las nuevas prácticas, sumando el apoyo orquestado del sector público y privado, y abarcando ámbitos que van desde el arte contemporáneo, hacia el impulso de gestiones autónomas, los nexos internacionales y el ámbito de la educación artística. Cada año, SACO ha involucrado además un trabajo de reconocimiento o en residencia en Quillagua, poblado aymara ubicado unos 280 kilómetros al noreste de Antofagasta, a orillas del río Loa. El programa El Lugar Más Seco del Mundo, ha levantado un laboratorio de ideas y creatividad allí donde una pequeña comunidad 191


ha sido afectada por la contaminación de la minería y venta de las aguas, por la emigración y el abandono de las políticas estatales. Cada versión del evento en Antofagasta, ha tenido distintos focos: la primera, fue una exposición en torno a temas contingentes, Arte + Política + Medio Ambiente, con obras de artistas de México, Chile, Argentina y Egipto, presentadas por la curadora argentina radicada en EE.UU, Marisa Caichiolo y el museógrafo Jaime Delfín de Ensenada (México), en el Centro Cultural Estación Antofagasta; la siguiente, SACO2, en 2013, se instaló en el Parque Cultural Huanchaca, y apostó por reunir espacios y proyectos independientes de Concepción, Pedro Aguirre Cerda y Córdoba (Argentina), contando – respectivamente – con la participación del colectivo MÓVIL (Óscar Concha y Leslie Fernández), Galería Metropolitana (Ana María Saavedra y Luis Alarcón) y de Curatoría Forense (Ilze Petroni y Jorge Sepúlveda). En 2014, SACO3 abordó un tema problemático para la región: la relación entre Chile, Perú y Bolivia. Bajo el título Mi vecino. El otro, contempló la visita de artistas, curadores e investigadores (antropólogos e historiadores) relevantes de los tres países, y una serie de intervenciones en las ruinas de la ex refinería de plata, hoy Monumento Histórico Nacional. Participaron “tres equipos” comandados por los curadores Gustavo Buntinx (Perú), Lucía Querejazu (Bolivia) y Rodolfo Andaur (Chile), quienes invitaron, respectivamente, a los investigadores Harold Hernández, Juan Fabbri y Damir Galaz-Mandakovic; así como a los artistas César Cornejo y Elliot Túpac Urcuhuaranga, Andrés Bedoya y Jaime Achocalla, Claudio Correa y Catalina González. En 2015 y nuevamente en el Parque Cultural Huanchaca, SACO4 fue una instancia de creación donde artistas-docentes de Ecuador, Cuba, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Chile compartieron experiencias de enseñanza y aprendizaje mutuo, junto a 84 estudiantes de tercero y cuarto año de enseñanza media, seleccionados entre liceos municipalizados de las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, Tarapacá y Atacama. El contexto sigue siendo una urgencia: la falta de escuelas de arte universitarias en todo el norte de Chile, y la crisis generalizada de la educación artística en el país. Los artistas-docentes invitados a SACO4 fueron: Roberto Huarcaya del Centro de la Imagen de Lima, Perú; Alejandro Turell de la Tecnicatura en Artes - Artes Plásticas y Visuales del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, Universidad de la República, Rocha, Uruguay; Saidel Brito del ITAE, Instituto Superior Tecnológico de Artes de Ecuador, Guayaquil; Fernanda Mejía del Taller Multinacional de Ciudad de México; Marcos Benítez del Museo del Barro, Asunción, Paraguay; Luis Gómez del ISA, Universidad de Las Artes, La Habana, Cuba; y Tomás Rivas del Taller Bloc, Santiago, Chile. 192


SACO5 fue una apuesta a otro tema de relevancia para el mundo contemporáneo y que traspasa especialmente a una ciudad como Antofagasta, la inmigración, ocupando un nuevo espacio patrimonial, esta vez el Muelle Histórico Melbourne Clark. El recorrido de intervenciones, One way ticket, reunió a seis artistas internacionales que a su vez son inmigrantes: Angel Delgado (Cuba / Estados Unidos), Bogdan Achimescu (Rumania / Polonia), Paula Quintela (Chile / Australia), Johannes Pfeiffer (Alemania / Italia), Alicja Rogalska (Polonia / Inglaterra), y Teresa Solar (España y de madre egipcia). Participaron además como curadores: Flavia Introzzi (Argentina / España), Krzysztof Gutfranski (Polonia / Brasil) y Marisa Caichiolo (Argentina / EE.UU.). Un trabajo editorial en paralelo ya ha engendrado una verdadera colección, que comenzó con el catálogo de la exposición de SACO1, Arte + Política + Medio Ambiente, continuando con las publicaciones que condensan la experiencia de cada edición de SACO. Son libros accesibles en librerías especializadas en el país, y que circulan tanto en Chile como internacionalmente gracias a ediciones separadas en inglés. Se suma un amplio espectro de folletos de mediación y volantes, pensados en facilitar al público local las experiencias de obras y recorridos in situ, así como el video documental de cada edición disponible a través de la Web. LOS INICIOS Desde las primeras acciones, en 2004, el Colectivo SE VENDE provocó el enfrentamiento del público y de artistas “tradicionales”, con la perplejidad de prácticas objetuales, conceptuales, experimentales o efímeras. Las primeras intervenciones colectivas se ubicaron en edificios significativos para la ciudad, en patrimonios arquitectónicos o en las calles. Inseparable resultaba la realización de foros abiertos donde se reflexionaba sobre temas de arte cruciales a nivel local, así como la participación de invitados especiales, autores y académicos de ciudades como Santiago y Valparaíso. El primer proyecto, Se Vende 1, se instaló en una casona de avenida Argentina que estaba por entonces a la venta. En forma paralela a la muestra, se realizó un foro de arte contemporáneo. Por primera vez se reflexionaba en la ciudad sobre ciertos temas cruciales, comprobándose en especial la necesidad de empezar a conversar al respecto. En la misma línea, siguió en 2006 Se Vende 2, ocupando un inmueble en pleno centro de Antofagasta. A este segundo evento, vinieron también invitados especiales desde Santiago. La tercera edición, en 2009, ocupó el espacio público y sitios emblemáticos de la ciudad, como el Balneario Municipal, el Museo Regional de Antofagasta y el Sindicato de Estibadores. Contó además con la participación de un artista clave en la historia del arte chileno reciente, nacido en la zona y de reconocimiento internacional: Juan Castillo (ex integrante del grupo CADA), quien continuó aquí el proyecto itinerante Minimal Barroco, con un camión que recorría las calles presentando videos con antofagastinos que relataban sus sueños. 193


Por entonces, un cartel que llevaba la leyenda “SE VENDE” fue intervención colectiva que irrumpió con ironía en varios sectores de la ciudad, activando una situación bien especial en la Plaza Colón, donde el aviso se repetía 400 veces a través del suelo: el acto fue considerado por la prensa local como protesta anónima contra un proyecto de estacionamientos subterráneos que dividía a la opinión pública. Otro País I y II, dos exposiciones que en 2005 y 2007, respectivamente, congregaron a artistas locales en el Centro de Extensión Universidad Católica, en Santiago, y en el Museo de Arte Contemporáneo, MAC, de Valdivia, fueron plataforma de construcción de redes y experimentación fuera de los márgenes regionales, situando al arte del Norte Grande en zonas distantes del territorio nacional, a través de la idea de “otro país”. Tras estas experiencias, el Colectivo logró cohesionar un formato de vinculación y asociatividad que le fue dando notoriedad. En 2009, Dagmara Wyskiel y Christian Núñez participaron, respectivamente, como editora y productor de campo de la Trienal de Chile, evento con que el país comenzó la conmemoración del Bicentenario y que tuvo como curador general al paraguayo Ticio Escobar. Uno de los objetivos del encuentro de arte contemporáneo estuvo precisamente en potenciar y dinamizar escenas regionales, extendiéndose en Valparaíso, Concepción y Valdivia. Gracias al colectivo, Antofagasta fue tal vez la única zona donde trascendió el efecto de estas acciones, la temporalidad de un evento cuyas versiones siguientes jamás se realizaron. Para el encuentro, la exposición Otro Eje Norte - Norte fue resultado de una clínica realizada por el curador argentino, Marcos Figueroa, siendo considerada por el Colectivo como una tercera versión de Otro País. Sólo porque el directorio de la Trienal lo pidió, no se llamó de la misma manera. La muestra reunió en el MAC de Salta y en el Consejo de la Cultura y las Artes de Antofagasta a artistas independientes del norte argentino y chileno, y a tres colectivos: LA PUNTA (Tucumán), LA GUARDA (Salta) y SE VENDE (Antofagasta). Del eje vertical norte-sur acostumbrado por nuestro centralismo, se dibujó una horizontalidad que traspasaba la Cordillera de Los Andes, resultando la creación de La RED, plataforma de colectivos que desde entonces trabaja en conjunto con proyectos inter-fronteras. EXPANDIENDO REDES El año 2012 fue para el Colectivo SE VENDE particularmente intenso, al abarcar líneas de trabajo desarrolladas anteriormente, como también nuevos formatos, espacios y estrategias. El proyecto Agenda de Artes Visuales para la Sala Multiuso Biblioteca Viva Antofagasta, fue eje de la mayoría de las actividades ese año, integrando conferencias, talleres, conversatorios y exposiciones, con invitados nacionales e internacionales. El libro SE VENDE 4 (SV4) fue un proyecto editorial que constituyó el registro de este conjunto de acciones. 194


Las Cápsulas de formación fueron talleres para iniciativas emergentes que dieron como fruto seis exposiciones individuales, la participación en una muestra colectiva, un debate y una intervención en el espacio público. Se trató de un programa alternativo de profesionalización de artistas emergentes sin acceso a la formación tradicional. Dentro de las acciones destinadas a la generación de redes, al contacto con el público y la formación en arte contemporáneo, se realizó una exposición con artistas de La RED y Cuerpos rebelados: la performance en Concepción, donde participaron Natascha de Cortillas, Guillermo Moscoso, Luis Almendra y Alperoa, bajo la curaduría de Carolina Lara. Se sumó la conferencia del teórico y curador Justo Pastor Mellado sobre la obra Gran Sur de Fernando Prats, parte de la retribución en Chile por el financiamiento que otorgó la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería (DIRAC) para la participación del artista en la 54ª Bienal de Venecia, en 2011, y que contó también con la participación del reconocido artista chileno radicado en España. En julio de ese año, la residencia de Fernando Prats en Quillagua fue inaugural y muy significativa; siendo además uno de los más grandes aciertos formativos con dos ayudantes-alumnos, Francisco Vergara y Pamela Canales. La residencia de Prats constituyó un antes y un después en el trabajo de SE VENDE con el territorio. Dentro de este mismo proyecto, el artista tuvo luego una exposición individual work in progress en la Biblioteca Viva Antofagasta. Los resultados fueron expuestos en 2016 en Barcelona. En 2012, se activaron además actividades relacionadas con educación artística, que involucraron al Liceo Experimental Artístico (LEA) de Antofagasta y el Colegio Artístico Salvador de La Florida. Durante la exposición Polonus Populus, de Dagmara Wyskiel en el MAC Parque Forestal, se realizó con los alumnos el workshop Ejercicios simples para evitar la pixelación de la memoria. Con la publicación Docencia Artística en Chile, dos visiones y la exposición de trabajos de jóvenes con soportes no convencionales, tanto en el LEA como en el Colegio Artístico de La Florida, concluyó el encuentro entre los dos establecimientos educacionales, organizado ese año gracias al Fondo Nacional de Educación Artística. Participaron profesores y alumnos de enseñanza media de artes visuales, teatro y música. 2014 – 2016 Entre 2014 y 2016, un proyecto artístico de envergadura logró notoriedad a nivel nacional: Juego Mixto, una intervención en paisajes extremos del país que incluyó una pelota de golf de formato monumental, de material inflable, y activó relaciones conceptuales, simbólicas, metafóricas, que podían ir de lo onírico a lo metafísico, de lo histórico a lo político. Así, su recorrido a la deriva por el Valle de los Meteoritos de Quillagua, por el observatorio astronómico ALMA, por la 195


Patagonia y Valparaíso, llegando en menor formato a Inglaterra y como una exposición a Polonia, constituyendo allí el proyecto de doctorado de Dagmara Wyskiel. Cerraron el periplo un recorrido de cuatro video-instalaciones en el MAC Quinta Normal (mayo - julio de 2016), y la participación con un video en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, MUSA (junio - septiembre), dentro de la itinerancia de Arte + Política + Medio Ambiente, que comenzó en 2012 en México, y que ha continuado por espacios de Estados Unidos y Chile, gracias a la curaduría de Marisa Caichiolo. En 2016, La RED, generada en el contexto de la única versión de la Trienal de Chile, en 2009, sigue viva y se potencia con otras iniciativas que actualmente trabajan en la vinculación norte - norte. Arte Contemporáneo Andino: Argentina, Chile y Bolivia, hoy se situó desde el 15 de octubre en el Museo Regional de Pintura José Antonio Terry, de Tilcara, Jujuy. La exposición – gestionada por la curadora Roxana Ramos de Salta, e impulsada por la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación – fue resultado de una residencia creativa que se realizó entre el 9 y el 15 de ese mes, en la que 14 artistas de Jujuy, Salta, Chile y Bolivia compartieron e intercambiaron experiencias junto a la comunidad tilcareña, incluyendo intervenciones en el paisaje y el espacio público, donde también participaron Wyskiel y Núñez. En Antofagasta, con ISLA, Instituto Superior Latinoamericano de Arte, se levanta un espacio digno para la confluencia de todas estas iniciativas y la activación de nuevos procesos que han intensificado el trabajo con el contexto, la conformación de redes, y – sobre todo – la formación de artistas y el ámbito de la educación artística. En menos de un año de trabajo – el espacio abrió en marzo de 2016 – ya han circulado por allí artistas de diversas regiones de Chile, así como de otros países de América y Europa; profesores de arte, creadores emergentes, curadores nacionales e internacionales, expandiendo los límites de la ciudad y del arte mismo hacia acciones significativas con otros lugares y comunidades a través del desierto. www.proyectosaco.cl www.colectivosevende.cl

196


197


198


PRESENTA

UN PROYECTO DE

FINANCIAN

PATROCINA

INVITAN

APOYAN

COLABORAN

MEDIA PARTNER

Esta iniciativa es financiada por el Gobierno Regional de Antofagasta con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, F.N.D.R., 2 % Cultura, Año 2016 aprobados por el Consejo Regional de Antofagasta. Proyecto acogido a la Ley de Donaciones Culturales. 199


200



SACO es escuela, es una paradoja, una utopía y es la realidad a la vez. Al igual de híbrido y difícil de resumir, pero a la vez concreto y palpable, como las grandes problemáticas, locales y globales a que apunta. En 2016, invitamos a la 5ª Semana de Arte Contemporáneo a los que se desplazaron para no volver: participaron artistas emigrantes con obras surgidas desde su vivencia personal. “Las emigraciones constituyen uno de los sellos más significativos y transversales de nuestros tiempos y arrastran a todos los sectores sociales, continentes y profesiones. Emigrar es asumir una esquizofrenia de identidad para siempre. Incluso si vuelves algún día, ya nunca te sentirás totalmente de aquí. Un poco de allá se impregnó en tu piel y en tu mente. La visita al lugar de origen se convierte en un viaje al pasado, donde buscas a la misma gente y recorres los lugares de siempre, a veces inútilmente. Te cuesta entender los cambios. A pesar de esto, sientes que perteneces a esta historia y a este mundo” (de El Muelle Histórico, umbral entre dos mundos, folleto de mediación, SACO5). Más de tres meses de un trabajo continuo y diverso, para generar, como dijo Flavia Introzzi, “ecologías culturales, comunidades experimentales, procesos abiertos y colectivos, formas de vida y mundos comunes”. Tanto ecología como cultura no conjugan cómodamente con el desierto contemporáneo. Pero las formas de pensar y hacer están trasmutando intensamente, al menos en algunos sectores, en un contagio expansivo, instalando la expectativa de que la confluencia de estos mundos comunes de manera estable, es sólo cuestión de resistencia interior, en cada núcleo, y de crecimiento de un ecosistema heterogéneo ya generado.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.