Edicion 48 Periodico Vision 8

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· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Periódico comunitario de la comuna 8 de Medellín · Año 8 · Edición 48 · Julio-Agosto de 2013 · Distribución gratuita Esta edición de Visión 8 es producida por la Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna y construida en conjunto con la gente de la comuna 8.

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Editorial

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Año 8 · Edición 48

Julio-Agosto de 2013 Publicación mensual Circulamos virutalmente Descarga gratuita

vision8@ciudadcomuna.org Calle 52A 33-32 · Barrio La Toma 216 8416 / 318 546 0265 Visita: www.ciudadcomuna.org

-”No más miseria, no más desconexión, no más altas tarifas, ni privatización”

La movilización pacífica es nuestra alternativa Desde del pasado 19 de agosto, cuando se declaró el inicio del Paro Nacional Agrario, en departamentos como Huila, Boyacá, Nariño y Antioquia se desencadenaron acciones violentas por parte de algunos sectores de manifestantes y de las fuerzas del Estado. Este hecho opacó, a la luz de los medios masivos y hegemónicos de comunicación, las luchas y reivindicaciones que el sector agrario ha abanderado. En ese sentido, la que fue considerada una movilización pacífica se ve rodeada de actos violentos, personajes “infiltrados”, disturbios y daños. Ello ha sido lo que públicamente ha desmantelado, al menos para el imaginario colectivo, que la lucha gira en torno al bienestar y desarrollo del agro en el país. Pareciera entonces que a estos medios se les hubiera reducido la agenda a exponer. De forma reiterativa, hablan y tratan de evidenciar los actos de abuso de parte y parte, que aunque son pertinentes de visibilizar y denunciar, no representan el objetivo de la lucha política. Y en esa alharaca de información amarillista, guerrerista, mal intencionada; no hacen especial énfasis en actos de movilización pacífica como cacerolazos, plantones, entre otros. Si bien es cierto que la movilización pacífica está lejos de ser un espectáculo mediático, es necesario mostrarla en su esencia: es un ejercicio propio de sujetos sociales, políticos y de derechos, que ejercen su ciudadanía plena y que resisten, militan e inciden políticamente en el acontecer del país. Esta edición de Visión 8 propone una reflexión en torno a la movilización pacífica, a partir de la diversidad de expresiones, discursos y acciones que encarnan las luchas cotidianas por resistir a la exclusión, al exterminio; por exigir ser reconocidos y escuchados, poder vivir dignamente en nuestros territorios y ser protagonistas de nuestra propia historia. Sea también la oportunidad de convocar a la movilización pacífica en nuestra comuna y organizaciones; desde nuestra riqueza cultural y étnica.

Las opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad de sus autores, y no necesariamente corresponden a los planteamientos ideológicos de Visión 8. Esta edición de Visión 8 es producida por la Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna y construida en conjunto con la gente de la comuna 8.

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Dirección Ciudad Comuna Leonardo Jiménez García Dirección Visión 8 Libardo Andrés Agudelo Gallego Redactores Visión 8 Mauricio Aristizábal Sara Bolívar Serna Marisorlandy Montes Yasmín Garavito Waider Fabian David Redactores Invitados DeFormación - Colectivo de disidentes sexuales y de género Claudia Vásquez Haro Bibiana Álvarez Corrección de estilo Ana María Jaramillo Vélez Diseño e ilustración general Yurilena Velásquez López Fotografía Equipo de trabajo Ciudad Comuna Colectivo Revelando Barrios Ejecución Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna Difusión www.ciudadcomuna.org Foto portada Dance Connectión - Festival Intercomunas 2013 Por: Sara Bolívar Serna Visión 8 es un medio al que los habitantes de la comuna le han aportado desde el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo (PLPP) con recursos fundamentalmente para su impresión; lamentablemente y como consecuencia de las dinámicas de contratación de la Alcaldía de Medellín, a la fecha de emisión de esta edición, aún no se contaba con las claridades suficientes para el proceso de impresión, por ello circulamos virtualmente en esta edición del periódico.


Habrá palabra

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Resistencias diversas y otras prácticas contrahegemónicas Por: Mauricio Aristizábal maguichoagudo@gmail.com Fotografía: Libardo Andrés Agudelo

Cuando hablamos de las estrategias de resistencias que han implementado el movimiento LGBTI, la imagen que nos hacemos normalmente es de las reconocidas “Marchas Gay”, las cuales comenzaron en el año 1982 lideradas por León Zuleta, Manuel Velandia y su muy escaso equipo de colaboradores en la ciudad de Bogotá, y que en Medellín se realizaron en 1998 por diferentes organizaciones defensoras de los derechos de la población LGBT. Sin embargo, como estrategias de resistencias también han existido los plantones en diferentes espacios de la ciudad para evidenciar y denunciar hechos que atentan contra los derechos de esta población, como el “día del beso público”, entre otros, los cuales han tenido como actores principales no solo organizaciones LGBTI tradicionales sino también pequeños grupos que se han venido creando desde hace aproximadamente 5 años en las diferentes comunas de la ciudad, como las mesas de trabajo en torno al tema de la diversidad sexual y las identidades de género. Podemos decir que estas iniciativas se han dado por un interés individual que a su vez ha ido articulando a diferentes personas, convirtiéndose en una apuesta colectiva que ha demostrado que la problemática o el fenómeno de discriminación, exclusión y violación de los derechos no está afectando solo a un pequeño número de personas sino a todo un grupo poblacional que cada día se organiza más para hacer del ejercicio de movilización una alternativa para la denuncia y la reivindicación. Sin embargo, si entendemos las iniciativas ciudadanas y de resistencias que la población LGBTI implementan no solo como acciones colectivas, podemos lograr problematizar ciertos aspectos propios de este grupo poblacional que nos llevarían a identificar otros tipos de resistencias que se dan en lo individual sin ningún tipo de intención política de exigibilidad, pero si como un acto emancipatorio del poder ser y estar. Un ejemplo de estas “resistencias diversas” se da en la población transformista y transgénero, justo en el momento en el que deciden que la apariencia física no es acorde con su identidad de género y comienzan su proceso de transición para buscar no solo ese ideal corporal sino también emocional y sicológico, “que lo que es por dentro, sea por fuera”. Esto, sin lugar a dudas, se convierte en una iniciativa de resistencia, pues de esta manera también se lucha contra una imposición con la que no se está de acuerdo pero de forma privada e individual para después asumirlo en lo público. Otro ejemplo de resistencia de la población Trans que se da en lo cotidiano es el hábito del maquillaje y de la ropa. ¿Cómo esto se podría configurar en una resistencia?, pues tendríamos que mirar la intención del maquillaje fuerte y los tacones altos; hay quienes lo podrían interpretar como su manera de acercarse más al ideal femenino que buscan, pero hay otras intenciones de fondo en las que el maquillaje juega un papel muy importante, ya que este puede reflejar lo “ruda” o tranquila que pueda estar una mujer Trans en ciertos espacios. Como estas, hay muchas otras prácticas contrahegemónicas que realizan no solo la población LGBTI sino también otros grupos poblacionales, que desde sus particularidades y subjetividades -ya sea como individuos o colectivos-, pueden tener una intención política o no, pues simplemente pueden nacer de forma espontánea y natural frente a algún hecho. Como resistencias diversas y otras prácticas contrahegemónicas puede surgir una sencilla y muy especial iniciativa, esa que es solo cuestión de escuchar… de escuchar cada palabra, cada individuo, abrir la mente y dejar los prejuicios.

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Habrá palabra

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Me acosa la Policía Cuando estaba niño me preguntaba cómo sabía la Policía a quién debía requisar y a quién no, y qué hacía que alguien fuera sospechoso. Siempre me lo pregunté, pero no porque quisiera ser Policía. Hoy, un poco más grande, sé qué es lo necesario para ser sospechoso, detenido y requisado: es ser joven, vivir en una comuna popular de Medellín y tener moto. Lo digo porque entre el 29 de junio y el 9 de julio de este año me han parado y requisado 11 veces. Soy consciente de que según las lógicas de seguridad de un Estado neoliberal como el nuestro, y ante la incapacidad de tomar acciones reales para solucionar el tema de la inseguridad en Medellín, la fuerza pública deba recurrir a esta dispendiosa tarea de control. Sin embargo, pese a ello no me siento conforme con dicha situación.

A lo anterior se suma que cada vez que un oficial de la Fuerza Pública me ha interpelado, lo ha hecho como si estuviera tratando con un delincuente. Recuerdo que desde niño me decían que era inocente hasta demostrar lo contrario. Pero ahora no, cada requisa se convirtió en un acto de sospecha, casi de acusación con agravantes; es más, en un acto de atropello y agresión verbal. En una de ellas murmuré en frente del oficial que evaluaba sigilosamente mis documentos: “A mí me parece el colmo que en esta semana me hayan parado 10 veces”; a lo que respondió fuerte y enfáticamente: “a usted no le parece el colmo ser tan contestón con la autoridad”, acto seguido se fue y se quedó con mis documentos 30 minutos.

Después de mucho evaluar las razones por las que me veía tan sospechoso, encontré las que ya mencioné: vivo en un barrio popular, tengo moto, y lo peor, lo más riesgoso, soy joven. Aún teniendo la respuesta a esa pregunta que de niño me hacía, sigo inconforme, porque sólo soy culpable de ser estudiante y de trabajar en un proceso barrial. No dudo de la importancia de este tipo de acciones, pero no puedo negar que me siento entre acosado, perseguido y estigmatizado. Soy motociclista pero no ladrón, soy joven pero no homicida, vivo en una comuna popular pero no tengo plaza de vicio. Sé, además, que muchos de mis amigos, también víctimas de hostigamiento, tampoco son ladrones, homicidas, ni hacen parte del negocio de narco, macro o microtráfico.

La disidencia también es una postura Por: DeFormación – Colectivo de disidentes sexuales y de género infodeformacion@gmail.com

“¡Échala!, tu palabra contra quien sea de una vez, así sepas que rompa nubes, échala, tu palabra por dentro quema y te da sed... Es mejor perder el habla que temer hablar, ¡échala!, tu palabra contra quien sea pero dila ya...” Alí Primera Lo que nos convocó el pasado 30 de junio en la Marcha por la Vida y la Diversidad Sexual fue la reflexión, a la ocupación de la calle, pero cabe preguntarse: ¿cuál es el papel que cumplió la movilización? Creemos inexorablemente en el papel liberador de la movilización y en su efecto como herramienta revolucionaria, que sirve para desestabilizar las injusticias. Al ejercer esta acción, la humanidad se libera y responde desafiante a las utopías, demuestra la existencia de voluntades inquebrantables. Si no es posible llegar a esa libertad, en la movilización debe intentarse a toda costa abrir la conciencia en aras de alcanzar solidaridades efectivas y humanas. Pero algo sucedió el pasado 30 de junio, y sucede cada año: esa pasión que han convertido en una mentira publicitaria (Colombia es pasión) desbordó las conciencias y convirtió una acción revolucionaria en manifiesto mercantil. La frivolización de esta marcha terminó por hacerle juego al modelo económico y al sistema, entroni-

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zando la moral alimentada por los mitos tradicionales que retrasan los avances de una sociedad que, aunque tímida y lenta, se aproxima a comprender la diferencia. La marcha o el carnaval son un juego del mercado, una reproducción de estereotipos occidentales que no posibilitan las lecturas de las dinámicas particulares y estructurales de nuestro país, de nuestras identidades y luchas, respecto al reconocimiento de la población diversa. Y no es una crítica a la alegría, pero sí se deben asumir responsabilidades. La disidencia también es una postura y también tiene su voz, pero más importante, su acción. Parafraseando a Fernando Savater, los seres no nacemos humanos, nacemos con la condición de convertirnos en seres humanos, y lo que nos hace serlo es el contacto con los demás que rodean nuestro entorno. Lo anterior responde a ese principio inexorable que explica que la humanidad es producto del aprendizaje: todo lo aprendemos por imitación, desde el sentimiento de amabilidad más profundo hasta la factura más recalcitrante de odio. Por ello, hagamos un llamado a la honestidad y reflejemos quiénes somos: seres humanos que luchamos para detener la masacre sin sentido de las ideas y las convicciones humanas. Así, desarmaremos esa serie de artefactos que penden sobre nosotros y nosotras, y sobre nuestros cuerpos.

“No hay una forma para el amor, todo el amor es un manifiesto de libertad”. La responsabilidad es nuestra, si es que elegimos la vida. El llamado es simple: es nuestro deber conmovernos con la revolución del amor y reinsertarnos en la esperanza, rompiendo con los estereotipos que se han construido alrededor de nuestras identidades sexuales y de género.


El telar

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Repensar la seguridad LGBTI en Medellín El III Seminario Internacional Salidas al laberinto de las violencias: Resistencias y alternativas planteó grandes desafíos respecto a la “seguridad”. Sobre esta idea, el Observatorio de Seguridad Humana de Medellín (OSHM) de la Universidad de Antioquia, Colombia, se pregunta por ¿cuáles son las salidas posibles a esas violencias?; que involucran a los sectores más vulnerados de la sociedad civil, conformados por mujeres, niños/as, jóvenes y personas LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans, e intersexuales). Este último colectivo sufre un doble marcaje por tener una sexualidad diversa, en contraposición a la heteronormatividad, más conocida como heterosexualidad obligatoria. En este sentido, un eje relevante en el que quiero enfatizar es la relación/ articulación que existe entre las comunas y la Universidad, materializada en la figura del “investigador comunitario”. Dicha relación –sociedad/Universidad– cumple un rol fundamental que contribuye a la emancipación de nuestros pueblos latinoamericanos, pensados desde la “Patria Grande”, y a la construcción de ciudadanía plena, a través de la producción de conocimiento crítico para la transformación social. El desafío para consolidar nuestras democracias tiene que ver con una acción profundamente política, de la cual la Universidad no puede quedar exenta, como tampoco de los procesos históricos, sociales y culturales, sino que debe dar cuenta de ellos. Es por ello que los investigadores sociales debemos evidenciar las realidades que atraviesan los diferentes colectivos involucrados, en este caso la comunidad LGBTI de Medellín. Identidades que sufren discriminación estructural por parte del Estado y sus instituciones, estigma social, criminalización policial y violencia por parte de las fuerzas armadas. El rol del “intelectual orgánico” debe basarse en un trabajo crítico, comprometido con lo social, que devele los mecanismos de poder que excluyen y reprimen las identidades y sexualidades diversas.De

igual forma, quiero rescatar la militancia de base de las asociaciones civiles LGBTI de Medellín, entre otras, Conexión Diversa, Transcity y DeFormación. Entidades que trabajan cuestiones de género/sexualidades en sus comunas, y desde la resistencia –lo cual no debe traducirse en estado de quietud– están en constante movimiento, activas. Cuerpos y prácticas disidentes, individuos que buscan no solo el reconocimiento de derechos, sino ser entendidos e interpretados como sujetos políticos. Y en este punto es preciso comprender la política como una herramienta para la trasformación social, que nos permite crear acciones y reclamos al Estado y a los políticos que no dan respuestas a las necesidades concretas del colectivo LGBTI. En nuestro país –Argentina– se logró la ampliación de derechos (ley de matrimonio igualitario y ley de identidad de género), por ende esto se podría in-

Por: Claudia Vásquez Haro Docente e investigadora Universidad Nacional de La Plata (UNLP)-Argentina

terpretar como más seguridad para un sector de la población que no los tenía. En este sentido, es el Estado quien debe protegernos y no violentarnos con sus políticas de seguridad –pensadas para pocos, en detrimento de los sectores más vulnerados de la sociedad civil y a través de un recorte ideológico de la categoría ciudadano–, él tiene la responsabilidad de pensar la seguridad humana de manera más integral.Es así como se hace necesario poner en tensión prácticas sociales y discursos de diferentes actores que conforman el entramado social. Enfatizar sobre el papel y compromiso de la Universidad con la sociedad es ineludible y un trabajo a destacar del OSHM. Sin embargo, un actor importante y frente al cual tenemos que ser profundamente críticos por mantenerse ajeno a estas problemáticas es el “poder político”, que basado en una doble moral burguesa y en la religión sostiene una postura reduc-

cionista y conservadora de ver el mundo, desconociendo la realidad social de la diversidad sexual o de género. Mi reciente viaje a Medellín fue pedagógico: me dejo muchos aprendizajes adquiridos a través del intercambio de saberes. He conocido otras experiencias latinoamericanas y, al igual, vi en los rostros de los/as hermanos/as colombianos/as sueños, esperanzas y ganas no solo de resistir a las violencias, sino de luchar para transformar su país en un territorio de paz e igualdad. Desde una epistemología de la esperanza, como lo experimentó el movimiento LGTBI argentino, podemos decir que las utopías se materializan en realidades, así fue la conquista de derechos en nuestro país. Pero a la vez nos interpela e invita a preguntarnos: ¿cuánto tiempo más hará falta para que la comunidad LGBTI de Colombia alcance la igualdad de derechos y la ciudadanía plena?

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Gente de a pie

Una historia detrás de los minutos

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Por Sara Bolívar Serna saritamariab@hotmail.com

Ana Dely León Alzate es una joven de la comuna 8 que a sus 17 años trabajaba como vendedora de minutos en las calles del centro de Medellín, a la vez que soñaba con ser locutora. Después de dos años, hoy contamos la historia de esta joven, que a pesar de las adversidades, no se dejó vencer por ellas. A dos horas de camino de su punto de trabajo, Ana Dely vivía con sus padres. Él era quien mantenía las necesidades económicas del hogar y ella las demás tareas, mientras Ana se dedicaba a estudiar. Una noche, luego de una fuerte discusión, el padre de Ana se marchó de casa a causa de otra mujer. Fue un golpe duro, se hallaban y sentían solas sin el respaldo que él les daba. En ese entonces Ana cursaba su primer semestre de locución. Para enfrentar la situación, abandonó sus estudios y buscó un trabajo con el que pudiera procurarse alimentación, el pago de servicios públicos y saldar las deudas que el padre olvidó en la tienda. -“Mi mamá nunca ha trabajado, así que le dio una depresión muy grande: primero la desilusión de ver que mi papá nos dejó y luego darse cuenta que yo dejé de estudiar para trabajar, para sostener la casa. Por estos motivos le dio una recaída, así que la tuvieron que internar 15 días en la Clínica de Reposo de Bello. Allí le descubrieron que tenía ausencia mental y esquizofrenia. ¡Otra causa más para trabajar!”, dice Ana. Por ser menor de edad le fue difícil encontrar trabajo. Un amigo la contactó con un señor “propietario” de puntos de venta de minutos a celular en el centro de la ciudad. Fue a conocerlo en un local del pasaje comercial Orquídea, sector la Veracruz; sin pedirle documentación ni preguntarle su edad, tan solo con la advertencia de ser muy responsable, de inmediato aceptó que empezara a trabajar a las siete de la mañana del siguiente día. Para iniciar estas jornadas, Ana se levantaba a las cuatro de la mañana y salía una hora después: “todavía estaba de noche”, recuerda. Desde lo alto de su barrio, Villa Turbay, se divisa toda la ciudad; Ana caminaba esas calles cuando apenas las luces de las casas comenzaban a encenderse; dice que son casi 47 cuadras las que debe recorrer para llegar al centro. Villa Turbay es un barrio ubicado en medio de Caicedo y La Sierra, parte alta de la comuna 8, un sector afectado por la violencia y el conflicto armado. Pero a Ana esta cotidianidad la ha vuelto un roble: -“Estoy muy curtida de todo eso, porque toda la vida he vivido aquí en medio de esto; desde pequeña me ha tocado correr, esconderme y esquivar las balas”. Su primer día de trabajo llegó al Parque de San Antonio quince minutos antes de la hora acordada. A las siete en punto su jefe le entregó tres celulares, un chaleco y dos avisos que anunciaban “MINUTO CELULAR A 200 PESOS”. Debía situarse cerca de la entrada al metro, en un “espacio de metro y medio” que entre los minuteros se tenían que respetar. -“Estaba un poco asustada, pues nunca había trabajado y ese día me enfrentaba al mundo laboral de la calle, fue duro… ¡muy duro! Acostumbrarme a ese ambiente de los vendedores ambulantes, a escuchar las peleas de las tinteras (que son las que más pelean), a soportar y escuchar propuestas irrespetuosas, porque creen que porque trabajamos en la calle somos mujeres de ambiente. Estaba expuesta a que me robaran, de hecho me tocó un día salir corriendo detrás de un muchacho que se me llevó un celular y gracias a un policía lo logré alcanzar y quitárselo porque si no,

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Zona vital

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

como me dijo mi jefe, tendría que pagar tanto el celular como el plan de minutos de todo el año. Llegué también a sentir pena, ya que mucha gente de mi barrio pasaba por allí y me miraban extrañados, otros murmuraban pasito y solo alcanzaba a oír cuando se preguntaban ¿Ana vendiendo minutos?”. En Colombia, el trabajo infantojuvenil tiene una estrecha relación con la pobreza. Trae a la vez, como consecuencia, que los niños y jóvenes se alejen de las aulas de clase. Hoy es común encontrarlos en las calles de la ciudad, y a muchos los juzgamos sin conocer su historia, el porqué de estar ahí. Ana fue una de ellos, una de tantos que por varias horas trabajan de pie para no ocupar el espacio público. El tiempo que su madre permaneció en el hospital, Ana hizo trucos para que las rutas de buses la llevaran y trajeran gratis: “aprendí a tirarme de los buses y a subir la patica por encima de la registradora”. Era así como lograba visitarla y procurarle lo necesario para su recuperación. De vuelta en el centro continuaba su camino rumbo al Oriente. -“Es muy peligroso andar por estos barrios si no los conoces y si no te conocen”, dice, “ya que existe lo que llaman fronteras invisibles (que está prohibido pasar por ciertos lugares y lo grave es que uno no sabe diferenciarlas), hay que venir con gente que sepa por dónde camina porque si no ¡se puede meter en problemas!”. Varias veces vio robos que esquivaba de inmediato con su mirada; cuando la zona no estaba ocupada por policías ni soldados, ahora la vigilan el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y GAES. Tras dos meses de haberse ido de la casa, su padre apareció pidiendo perdón a su madre, que fácilmente se conmovió. Esta actitud desconcertó a Ana hasta el punto que decidió irse a vivir con una tía al barrio Manrique. Gracias a “su otra familia”, retomó sus estudios de locución en las noches y continuó vendiendo minutos en las mañanas y tardes. Así transcurrían sus días hasta que su jefe, en un acto de intimación, la condicionó a ser acompañante de algunos de sus amigos en un billar de la 33: “solo son los fines de semana, de viernes a sábado, el pago es muy bueno: 250 mil solo por estar con ellos, sin tener que hacer nada más”, eso recuerda que le decía. Ana no aceptó y abandonó el trabajo de inmediato. Ella se crio en un

barrio donde también habita la pobreza, violencia, vicios, droga; donde hay niñas que solo sueñan con salir con el muchacho “más duro” del combo, porque aquí muchos de los jóvenes no creen en el estudio y buscan el dinero “fácil”. - “Quiero que quede claro que también hay chicos y chicas en esta comuna que le apostamos a salir adelante dignamente, estudiando, trabajando, somos muchos los que tenemos sueños, tenemos que luchar mucho para conseguirlos, pero si algo tengo claro es que ¡sí se puede!”. Ya son las 8:00 p.m. y debo irme, pero Ana me detiene diciendo: -“Falta el final y lo satisfactorio de mi historia” Entonces, ¿cómo no quedarme a escuchar? -“En mis últimos días de trabajo, antes de cumplir los dos meses, un día miércoles, a eso de las dos de la tarde, se acercó a mí un señor pidiéndome un minuto a celular. Al escuchar su voz pensé: qué voz la de este señor; sí, eso pensé, y cuando él colgó me dio el arrebato y le pregunté: señor, ¿usted es locutor? El señor se presentó como Carlos Alberto Cardona, y con una sonrisa le respondió que sí era locutor. Además, le habló de su emisora, Ondas de la Montaña, le ofreció visitarla cuando ella quisiera, le entregó su tarjeta y se despidió. Al poco tiempo, cuando Ana Dely debía iniciar su práctica laboral, contactó a Carlos Alberto, quien sin dudarlo la aceptó como aprendiz. Desde eso han pasado dos años, ella logró graduarse y en la actualidad hace parte de Ciudad Comuna, aunque solo sea a momentos, pues hoy se dedica a su trabajo como Reedictora de Comunicaciones de la Secretaría de la Mujer (comuna 8). Ana termina de contarme su historia con cara de satisfacción. Escucharla hablar es fascinante, se muestra muy segura, sabe lo que quiere, demuestra que hay quienes no se dejan llevar por el camino fácil, a pesar de las adversidades. Nunca imaginé que detrás de esa compañera lista, inteligente y alegre con la que compartía todos los sábados en el semillero de radio de Ciudad Comuna había una historia de tal magnitud, porque como dice mi abuelita: “nadie sabe de la vida de nadie, nadie conoce la historia que se esconde detrás de las caras que vemos día a día”, y Ana Dely León Álzate es una muestra de ello.

La alimentación en la tercera edad

Por: Marisorlandy Montes mari_sol225@hotmail.com Fuente: Gloria Giraldo – Nutricionista Fotografía: Libardo Andrés Agudelo

Tener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio y llevar un estilo de vida sano es fundamental para disfrutar de una buena salud. A lo largo de nuestra vida es importante mantener una buena nutrición, ya que está demostrado que las condiciones de vida desde la infancia y en nuestra madurez imprimen en cada individuo una forma particular de envejecer. En todos los grupos de edades se busca una alimentación equilibrada, sin embargo, en los adultos mayores esta necesidad se acrecienta debido a las distintas características, enfermedades que puedan padecer y factores que requieran de especial cuidado, pues son un grupo poblacional vulnerable y en permanente riesgo de desnutrición. El entorno, pobreza, aislamiento social, edad muy avanzada y discapacidad son claros factores de riesgo para la salud de las personas de la tercera edad, que por supuesto afectan su estado nutricional, provocando deficiencias como anemia (falta de hierro) y osteoporosis, más común en mujeres por la escasez de calcio en los huesos. Actualmente, nuestra comuna cuenta con una población de 11,63 habitantes en edades entre 60 y 85 años, por ello es vital poner especial cuidado en su alimentación, procurar disminuir la sal, aumentar el consumo de frutas y verduras, regular el azúcar, moderar la ingesta de té y café, hacer ejercicio, asistir a control periódico con la nutricionista, al igual que a actividades sociales (compartir con otros). Todas ellas son recomendaciones que deben tenerse en cuenta para evitar complicaciones de salud; cuidados que no cuestan mucho pero sí potencian y mejoran nuestra calidad de vida.

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Cultura somos

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Carnaval por la Vida Digna y la Defensa del Territorio Resistimos con alegría, fuerza y valentía Un verdadero carnaval de alegría y fiesta se vivió el pasado 30 de junio en la ladera oriental de Medellín, con un recorrido que partió de los barrios Bello Oriente, La Cruz y La Honda, de la comuna 3, pasando luego por los barrios Golondrinas, Llanaditas, Trece de Noviembre, Sol de Oriente y Pinares de Oriente, de la comuna 8. Alrededor de 300 personas acompañaron la marcha que ratifica el compromiso de apoyar y fortalecer las expresiones de resistencia, así como de reivindicar la vida en condiciones dignas, la soberanía alimentaria y la vivienda adecuada. Según el último informe sobre la situación de los Derechos Humanos y el

balance de agresión contra defensores, líderes y lideresas sociales en Antioquia, publicado por la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos, entre los años 2010 y 2012, en el Valle del Aburrá, “el total de las agresiones fue de 349 casos reportados, se resalta con gran preocupación el número de asesinatos contra defensores y líderes sociales que ascienden a 43”. Desde Visión 8 nos sumamos al canto por la vida, al territorio y a la dignidad, con el propósito de reconocer las condiciones desiguales que han prologado y profundizado la miseria y la exclusión en las laderas de Medellín, y de resaltar las luchas históricas, pues a través de los diferentes procesos y expre-

Por: Yasmín Viviana Garavito yasviv16@yahoo.es Fotografía: Maricela Martínez

siones organizativas se ha puesto freno al avance de las dinámicas de despojo del Estado, trazando territorios con un horizonte de sentido propio, que parte de la necesidad por defender el derecho al territorio, a permanecer en él, pero en condiciones de dignidad humana. Los líderes y organizaciones comunitarias de las comunas 1, 3 y 8, desde el conocimiento de nuestros territorios, consideramos que la forma de intervenirlos no es a través de monorrieles, ni caminos peatonales o ciclorrutas para los turistas, sino a través de la mitigación del riesgo, para recuperar los suelos, mejoras de vivienda, acceso a servicios públicos domiciliarios de calidad y a bajo costo, legalización y titulación

de predios, adecuación de las vías de acceso, equipamientos en salud y educación, seguridad alimentaria y generación de ingresos; propuestas reunidas en el proyecto Mejoramiento Integral de Barrios (MIB). De igual forma, el Carnaval hizo un homenaje a la vida, apagada por las balas, de nuestra compañera Ana Fabricia Córdoba, luchadora sin miedo y sin cansancio por la verdad y la justicia de sus hermanos y hermanas; para así traer a la memoria las y los más de 40 lideresas y líderes asesinados en los últimos años, en el Área Metropolitana, por defender los derechos humanos, la vida y la dignidad de los sectores más empobrecidos de esta ciudad.

Consignas: -”Luchando unidos… venceremos Porque si no luchamos… nos jodemos” -”EPM ladrooooon, EPM ladrooooon, esa puta represa está desplazando la población” -“Los que mueren por la vida, viven eternamente” -”Si la Administración decide en el Concejo…. Las comunidades decidimos en nuestros territorios” -”NO más miseria, no más desconexión, no más altas tarifas ni privatización” 8


Cultura somos

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Hablemos de lo bueno y bonito de nuestra comuna ¡Bienvenido festival cultural intercomunas! Texto y fotografía por: Sara Bolívar Serna saritamariab@hotmail.com

Durante la primera semana del mes de julio se realizó en el teatro Pablo Tobón Uribe el primer concurso denominado “Festival Cultural Intercomunas”, creado por EPM. La comuna 8 agradece dicho proyecto, ya que apreciamos su valor cultural, artístico y social, y lo percibimos como un componente de estímulo y motivación para todas las personas que estamos convencidas de que el arte, la cultura, la música, en todas sus expresiones, son la más efectiva fórmula para promover un mejor tejido social que vincule diferentes generaciones. Prueba de ello fue la participación de grupos de cada comuna, algunos con más de cuarenta integrantes, entre niños y niñas desde los tres años, jóvenes y adultos mayores de setenta años. Para ser el primer concurso, la experiencia que dejó es muy valiosa, me atrevería a decir que altamente positiva en todos sus resultados. La respuesta de las comunas fue lo más significativo, ya que, teniendo en cuenta que las propuestas artísticas presentadas debían relacionarse con temas como el cuidado del agua, el medio ambiente y el planeta, los participantes fueron muy creativos en sus montajes, vestuarios, proyecciones, fondos musicales, etc. Fue tal el despliegue que las personas que estuvimos allí nos emocionábamos cada que salía un acto nuevo, las barras por los favoritos no se hicieron esperar, los bailarines en tarima lograron contagiar de alegría y buena energía a las familias e individuos que nos encontrábamos en ese lugar. Me detuve un momento a observar la cara de las personas sentadas en el teatro; pude inferir por sus rostros que se encontraban en un momento de goce y concentración en los artistas que subieron a escena. Algunos quizá lograron desconectarse de sus problemas para disfrutar de lo que ocurría en frente de ellos. En definitiva, la asistencia y expresiones de los espectadores demuestra el gran interés por aprovechar este proyecto social.

La convocatoria se hizo a través de las Juntas Administradoras Locales (JAL) de la ciudad. En este contexto, la comuna 8 se reconoce como una cantera de manifestaciones artísticas y culturales en proyección y con trayectoria; experiencias presentadas en diversos eventos. Por esta razón, y sumándole a ello la falta de tiempo y recursos para realizar audiciones, sin demeritar el trabajo de las personas que se postularon, después de un largo y cuidadoso análisis fueron seleccionados los siguientes artistas: *Categoría danza: Grupo DANCE CONECTION de la Institución Luis Carlos Galán, bajo la dirección del profesor Yilmar Mena. *Categoría teatro: Circo teatral Artemis. Han sido partícipes de diversos eventos de ciudad y a nivel nacional, entre otros el reality “Colombia tiene talento”. *Categoría canto: Juliana Torres, cantante solista con respaldo de una muy bien elaborada composición musical y pista sonora. Estos artistas presentaron actos que merecieron elogios y felicitaciones que dejaron en alto el nombre de la comuna 8. El jurado auguró un futuro cultural importante en este campo. Para los grupos que nos representaron este año, en nombre de su comuna: ¡felicitaciones y muchas gracias! El evento finalizó con la intervención de un artista invitado, Paolo (ganador del concurso Colombia tiene talento), quien puso a bailar hasta el jurado, pues invitó a los asistentes a que lo acompañaran en la tarima; y aunque él es invidente, y no sabía exactamente cuántas personas se subieron, expresó sentir una gran masa de energía, repleta de alegría de las comunas de Medellín. Este concurso se realizará cada año, para el próximo se harán audiciones. Desde ya invitamos a los artistas de la comuna 8 a que se fortalezcan, preparen y hagan parte de esta experiencia. Para recibir información sobre las audiciones del próximo año: 321 824 9371 Bernardo Zapata - JAL, Coordinador Cultural C.8

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Cultura somos

· Medellín · Julio-Agosto de 2013 ·

Vacaciones recreativas Texto y fotografías por: Waider Fabian David Posso waiderdavid00@gmail.com

“La Jornada de vacaciones culturales y recreativas es una propuesta de intervención social para acercar y contribuir comunidad, fortalecer la convivencia y la apropiación de los espacios públicos” así se estipula en el boletín de prensa que anuncia las actividades de intervención lúdica y pedagógica, realizadas entre el 15 y 28 de junio en el barrio Altos de La Torre, organizadas por la Alcaldía de Medellín, convocadas y ejecutadas por el programa “Jóvenes por la Vida, una Estrategia de Convivencia” de la Secretaría de Gobierno y Derechos Humanos de Medellín. Durante estas jornadas fueron varias las actividades en las que niños y adultos hicieron parte fundamental, disfrutaron de sorpresas y entretenimiento para aprovechar el tiempo libre durante sus vacaciones. Entre las acciones a destacar está el aseo, pintura y decoración del colegio Cedepro; tarde de cine infantil, grafiti, teatro y manualidades, con el acompañamiento de funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente, y los programas “Delinquir No Paga” y “Multiplicadores de Convivencia”, de la Secretaría de Gobierno y

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Derechos Humanos, grupo de jóvenes que tienen la iniciativa de fortalecer el proyecto de vida a través de modelos de identificación. El programa “Delinquir No Paga” realizó actividades enmarcadas en la sana convivencia, para fomentar y reforzar los factores protectores en niños, niñas y adolescentes. Además, efectuó una salida pedagógica con dos madres comunitarias y 37 niños del colegio Cedepro al cuerpo oficial de bomberos de Medellín, lugar donde recibieron capacitaciones en prevención y cuidado contra incendios. “Este fue un espacio que invitó a los asistentes a descubrir lugares diferentes a su entorno, además de tener referentes positivos de comportamiento y servicio a la ciudadanía con el ejemplo de los bomberos”, afirmó el comunicado de prensa. Entre otras acciones, la Secretaría de Salud participó con la jornada de vacunación para niños entre los 0 a 5 años de edad y adultos mayores. Por su parte, la Escuela de Belleza Orly se sumó a esta iniciativa con 35 practicantes, quienes realizaron trabajos de corte y barbería a más de 200 niños y adultos del sector.

Bazar de la confianza 2013 Por: Sara Bolívar Serna Fotografías: Escuela de Comunicación Comunitaria

El pasado 30 de junio se vivió en el Jardín Botánico de Medellín el 14º Bazar de la Confianza, evento que cada año organiza la Cooperativa Financiera Confiar. Allí se realizaron actividades culturales y recreativas de las que pudieron ser partícipes las veinticinco mil familias que llegaron a este lugar. Según Rubyselen Ortiz, comunicadora de enlaces de medios locales, este año el bazar tenía la intención de llevar a la reflexión sobre la defensa del territorio y el cuidado del agua como un bien público, proponer la participación política de los jóvenes y resaltar la importancia del tiempo libre y la recreación. El evento inició a las nueve de la mañana y finalizó a las seis de la tarde. Durante la jornada se pudo disfrutar de una gran variedad de comida y de más de mil artistas articulados, presentaciones en tarima, teatro al aire libre, café-arte (promoción de lectura), carpa de circo y comparsas, que lograron contagiar de alegría a niños, jóvenes y adultos que llegaron desde temprano para gozar con cada una de las manifestaciones artísticas que se podían encontrar.


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Pasado-Presente

Casa vivero: un lugar de todos y para todos Texto y fotografía por: Sara Bolívar Serna saritamariab@hotmail.com

Hace aproximadamente quince años se construyó en Pinares de Oriente una casa grande y antigua que reunía a la comunidad en torno a diversos servicios que allí se han prestado. Cuenta la historia que en este lugar funcionaba el restaurante comunitario, a donde todas las personas de este sector se podían acercar, en especial las víctimas del desplazamiento forzado, que para esta época ya estaban empezando a llegar en busca de un territorio. Con el paso de los años, la casa dejó de operar como restaurante comunitario, para convertirse en un espacio ambiental. Allí, los habitantes del barrio crearon un vivero en el cual sembraban todo tipo de plantas y flores. Este fue un gran acontecimiento porque los desplazados del campo, con su sabiduría en el manejo de la tierra y cuidado de la naturaleza, eran los encargados de su mantenimiento; es por ello que se le dio el nombre de “Casa Vivero”, y aún hoy conserva este nombre. Hasta ese momento la casa funcionaba como un espacio para la comunidad, intención con la que fue creada. Sin embargo, cuando los proyectos que se realizaban no tuvieron más apoyo por parte de la Administración, ésta suspendió sus labores, quedando en manos de la policía, quien al poco tiempo también salió de allí: la casa quedó entonces abandonada.

“El término abandono hace referencia a la renuncia voluntaria, intencional y absoluta de los derechos o propiedad, sin traspasar su titularidad a ninguna otra persona”. En este sentido, un grupo del sector se apropió de la casa, lo que convirtió este espacio en uno marginado por la comunidad. Cuando habitantes y líderes del sector empezaron a trabajar en el proyecto de seguridad alimentaria, al sentir la necesidad por un espacio de reunión, hicieron las gestiones respectivas para recuperar la casa. De igual forma, la Junta de Acción Comunal (JAC) precisaba de un lugar estable en donde la comuna pudiera reconocerla. Ese fue el mismo llamado de algunos grupos artísticos que se acercaron poco después. Entre todos se hizo posible recuperar la casa, la cual fue entregada a la Unidad de Víctimas Poblacional, que en ese entonces se llamaba Unidad de Atención a la Población Desplazada. Gisela, lideresa del sector Pinares de Oriente, cuenta que: “hemos tenido aliados que nos han apoyado en nuestro proceso, por ejemplo la ayuda de un concejal, quien fue también el puente para hacer posible que el lugar se entregara a la unidad de desplazamiento; trabajó con nosotros fuertemente en el proyecto para el acompañamiento de las víctimas; él tuvo que retirarse pero nosotros hoy

en día seguimos en la tarea de hacer valer nuestros derechos, y buscando alianzas”. Cuando la recibieron, la casa se encontraba destruida, “demasiado destruida”, agrega Gisela, “el espacio no contaba con servicios como la luz, el agua; no había ni siquiera baños; las paredes estaban rayadas, sucias y con pedazos de pintura ya deteriorados; las ventanas y puertas totalmente dañadas”. Pero aun así los grupos se encontraban. Cuando la noche caía en lo alto de la comuna 8 y había gente reunida, hallaban la solución: prender velas. Así, entre todos comenzaron a organizar el que sería de ahora en adelante su nuevo punto de encuentro. Visión Mundial ayudó a poner la energía, la iglesia cristiana apoyó con recursos para la recuperación del espacio. Cuenta Gisela que varias veces les robaron el cable de la luz, pero en conjunto sumaban para comprarlo y tenerlo nuevamente; en ello se reflejaba el trabajo en equipo para restaurar lo que parecía imposible de serlo. En la búsqueda de recursos, con el Programa de Paz y Reconciliación se logra un auxilio para recuperar la casa. En este proceso, que incluía el ornato, las personas fueron partícipes con sus ideas, y a pesar de ello, algunos quedaron un poco disgustados con el color verde que se pintó: parecía demasiado militarizado para un espacio netamente comunitario. Desde ese momento, los habitantes del sector, en especial las víctimas, comenzaron a trabajar fuertemente, reunirse, debatir temas, hacer propuestas, tertulias, hablar de lo que esperan de esta ciudad; que precisamente es que los reconozca como parte de ella. Actualmente, la proyección de la Unidad de Víctimas Poblacional es que esta casona opere como punto de atención a las víctimas, para que así no tengan que desplazarse al centro u otros barrios. En la Casa Vivero también funciona el programa Buen Vivir de la Secretaría de Bienestar Social de la Alcaldía de Medellín. Manuela, psicóloga y representante del programa, cuenta que ella y su compañera Cristina llegaron aquí porque existe una población que realmente necesita la atención psicológica individual y familiar. Atienden a todo tipo de personas, sin discriminación de edad o género, o sistema de salud, la ayuda es para el que se quiera acercar y totalmente gratis. Como se ha observado a lo largo de la historia, esta casa ha tenido muchas funciones y ha dado un gran giro, por eso es digna de que hoy hablemos de ella. Algo está claro y es que Casa Vivero es un lugar de la comunidad, y aunque la institución está presente, los líderes y las personas del sector resaltan que no dejará de serlo.

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Ciudad satélite

La Ruta Pacífica de las Mujeres Regional Antioquia alertó sobre la magnitud de los feminicidios en Antioquia En un comunicado publicado posterior a la realización del Foro Iberoamericano para la Construcción de Guías de Recomendaciones para la investigación eficaz del crimen del feminicidio, realizado en Medellín los días 30, 31 de agosto y 2 y 3 de septiembre de 2013, y del que participaron delegadas y delegados de diferentes países de habla hispana incluyendo Colombia, dicha organización expuso que Antioquia es el “departamento del país en el cual se registran los mayores índices de asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujeres”. De igual manera reportaron la aparición de dos nuevos casos, uno de ellos el de Claudia Tamara Reina Ramos, 15 años de edad, oriunda del municipio El

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Charco, Nariño. La joven vivía desde hace tres años en la ciudad de Medellín como desplazada, en el sector la Honda del barrio la Cruz de la Comuna 3 con su madre, su padrastro y sus hermanos. “Según el padrastro la niña llego el día sábado 31 de agosto aproximadamente a las 07:30 de la noche, del colegio Gente Unida que queda cerca de su vivienda, se cambió de ropa e informó a la familia que ya regresaba. Pasaron varias horas y la joven no llegó. A primeras horas del domingo primero de septiembre, un vecino que se encontraba entre la gente que buscaba la niña, encontró un rastro de sangre el cual conducía a una vivienda de madera. Vio por entre las tablas de la vivienda el cuerpo

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“Los asesinatos por motivos de género, llamados femicidios o feminicidios, no son solo graves por su número o por su extrema crueldad, sino también porque constituyen la manifestación más horrenda y execrable de discriminación contra las mujeres” (Eleonora Menicucci de Oliveira, ministra de Estado, jefe de la Secretaría de Políticas para las Mujeres de la Presidencia de la república de Brasil). de la joven tirado y sin vida”, narra el comunicado. De igual manera reportan el asesinato de Deisy Katherine Borja Vásquez, ocurrido el pasado martes 3 de septiembre de 2013, por asfixia mecánica en el centro de Medellín. “Esta violencia feminicida impulsada por las estructuras sociales y políticas patriarcales, misóginas y opresivas que degradan a las mujeres como seres sociales, autónomos y libres, expresan de manera contundente la degradación, la desestimación de la vida de las mujeres y su identidad”., afirma La Ruta Pacífica de las Mujeres Además de alertar que se evidencia que crímenes como estos no son aislados, ni son crímenes pasionales y que

hay una sociedad y un Estado que los legitima desde la impunidad. “La muerte de una mujer, no es solo la muerte de una mujer, es el daño, es la degradación misma de la humanidad”. De igual manera exigen a Gobierno y ante las autoridades competentes y demás organismos a nivel nacional e internacional la tipificación del feminicidio como un hecho punible en la legislación penal colombiana; ratifican su rechazo y hacen un llamado a que estos casos no queden en la impunidad. ¡El cuerpo de las mujeres no es botín de guerra, ni territorio de violencias! Ruta Pacífica de las Mujeres


Cultura somos

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¿Y qué hay para leer? Bibiana Alvarez Ruiz Promotora de lectura Corporación Cultural Diáfora. Inés Betancur Arango

Y dios me hizo mujer Y dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado. El número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos, y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo. Este es uno de los poemas más hermosos de la escritora nicaragüense Gioconda Belli. Y hoy me atrevo a hablar de ella no desde fechas y premios, sino desde la mujer Littera que me constituye; club de lectura para mujeres al que pertenezco y a través del cual la conocí, pues Belli coincidió con mi constante búsqueda por autoras de textos literarios. Letras en las que me pueda ver, escuchar, conocer, además de sentir y entender un poco mis intuiciones, enredos, deseos, presentimientos y miedos. Gioconda Belli es una escritora apasionada por su país, sus hijos e ideales; madre, intelectual y revolucionaria, que escribe a través de la narrativa y la poética, con la sinceridad e intimidad de quien cuenta confidencias. Es así como a través de la palabra nos lleva al redescubrimiento del amor, la sexualidad y el erotismo. Sus novelas y poemas revelan a una Gioconda libre, que le habla a la mujer, reivindicando su lugar en el mundo y las enormes posibilidades de ser dueña de sí misma.

El país de las mujeres cuenta la historia de un grupo de cinco feministas contemporáneas que fundan un partido político controversial, con el anhelo de mejorar la condición de las mujeres en su país y hacer un cambio social. Belli propone un feminismo que mezcla lo tradicional y lo progresivo, además demuestra que no es necesario que este movimiento tenga etiquetas o siga reglas concretas para tener resultados exitosos.

Estas damas se comportan diferentes en su aspecto que exige la vida social, comercial, académica y de hogar. Su traje es ligero y sin decoro: usa chancletas, falda o chores en la mayoría de los casos, porque son descomplicadas y sueltas. Su cabello recogido exalta sus cejas negras y anchas, y las facciones gruesas de su cuerpo y rostro. Esos flecos gruesos y abundantes los anudan por lo general, es así como enfrentan la oleada de calor que viene y va.

En El país bajo mi piel, Gioconda relata años decisivos de su vida, para así acercarnos a uno de los procesos revolucionarios más memorables de América Latina: el sandinismo.

Ojos sobresaltados y oscuros, piel morena y fina, pies anchos y largos las distinguen en sus rasgos. Son humildes en su vida cotidiana: se dedican al hogar con sumisión, también a la pesca, al cultivo de frutas, hortalizas y cafetales en sus campos y región. Cocinan con sazón inigualable, su gusto es exquisito y natural, les encanta el baile folclórico propio de su música tropical. Danzarinas por excelencia, cantoras con sus voces de tenor; expresan lo que sienten sus almas con tono alto, suelto y expresivo.

En Sofía de los presagios, Gioconda muestra y plantea de nuevo su intimidad e inquietud feminista desde una mirada atrayente y mágica, a partir del mundo de los sortilegios que envuelven el origen y el destino de una mujer diferente.

Nacen con raíces de lucha propia por ser su raza negra y con tesón, como herencia nativa mundial que emite su originalidad humana desde la cuna. El pasado 26 de julio se conmemoró el día de la mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora* como homenaje a aquellas mujeres que lideraron y lideran luchas y resistencias a favor de sus derechos y en contra de la discriminación y vulneración racial y sexual. *Diáspora: El término se refiere al desarraigo y éxodo del siglo XV que se presentó con la población africana, alejándolos de sus lugares de origen hacia diferentes destinos del mundo para ser esclavizados y vendidos, el caso más cercano fue el que se llevó a cabo en la zona atlántica de America.

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Por: Paola Plaza. Maricela Martínez. · Medellín · Julio-Agosto deMatias 2013 · Espinosa. Colectivo Revelando Barrios

Movilización pacífica, resistencia y lucha social, por el derecho al territorio y la vida digna.

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