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La Ribot, distinguida creadora

María Ribot Manzano (Madrid, 1962) es considerada una de las artistas españolas más innovadoras de la creación coreográfica. Es Premio Nacional de Danza en el año 2000 y Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 2016, otorgadas por el Ministerio de Cultura del Estado Español. Los proyectos de esta coreógrafa, bailarina, realizadora y artista plástica parten del cuerpo, del movimiento y de sus inicios en la danza para generar conceptos que se ven plasmados a través de otras prácticas y medios. Absolutamente multidisciplinar, su trabajo incorpora interpretaciones en directo, el vídeo, la palabra, el lenguaje gestual y la creación de instalaciones.

Estudió ballet clásico (1975-1984) en Madrid con Víctor Ullate, Carmen Roche y otros grandes maestros como Luis Fuentes, y posteriormente danza contemporánea en Cannes y Colonia. En 1985 crea su primer trabajo Carita de Ángel. Un año después funda junto a Blanca Calvo la compañía Bocanada Danza (19861988), pionera de la danza contemporánea en Madrid y plataforma de experimentación de diversos artistas. A partir de 1991 comienza a trabajar con el nombre de La Ribot presentando su destacado y conocido trabajo 13 Piezas Distinguidas. Con estas piezas consigue situar a la danza contemporánea en el campo del arte contemporáneo. Constituyen pequeños solos donde La Ribot se presenta desnuda, tienen una duración máxima de siete minutos y son mostrados en espacios no convencionales de la danza, como museos y salas de exposiciones. La segunda serie, Más Distinguidas 1997, se estrena en el ciclo Desviaciones, programa de danza contemporánea organizado junto a Blanca Calvo y José A. Sánchez. Danza, performance y arte visual forman parte del universo creativo de La Ribot. De gran importancia en su trayectoria fue la creación de la Asociación UVI-La Inesperada, cuyo objetivo era dar cabida a proyectos de investigación vanguardistas de danza. Still Distinguished es su tercera serie de piezas distinguidas, que presenta en París en el año 2000. Su obra Panoramix constituye una versión de sus 34 Piezas distinguidas creadas hasta el momento, que se estrenó en la Tate Modern de Londres en 2003 y posteriormente pudo verse en el Reina Sofía de Madrid y el Centre Pompidou de París. En 2011 lanzó la cuarta serie de Piezas distinguidas, PARAdistinguidas. La obra en vídeo de La Ribot está presente en colecciones tanto públicas como privadas internacionales, como es el caso del Centro Pompidou. Another Distinguée, 2016, es la quinta y hasta el momento última serie de Piezas distinguidas.

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Danza, artes plásticas y arte de acción son comunes en el trabajo de esta bailarina madrileña. Inicialmente comenzó a crear sus Piezas distinguidas bajo las siguientes premisas: que tuvieran una duración de entre 30 segundos y 7 minutos, que partieran del silencio y usaran el cuerpo desnudo. El uso del desnudo, como ella misma explica, es siempre ajeno a cualquier intención expresiva o erótica. En La Ribot, la desnudez responde a la constante indagación del acercamiento al cuerpo, como ya lo hicieron en su momento los integrantes de la Judson Dance Theatre, Yvonne Rainer y Steve Paxton sobre todo, en los años 60, tan representativo de la danza posmoderna estadounidense. La desnudez de La Ribot impulsa la danza de la inmovilidad.

También interesante resulta el paralelismo entre la relación que establece La Ribot con los objetos en sus Piezas distinguidas, y los ready made de Marcel Duchamp (1887-1968). En este sentido, los objetos que tienen un uso común, son descontextualizados y contextualizados a través de otros medios, lo cual hace que se conviertan en obra de arte. Los objetos que se van repitiendo en sus piezas, como sillas de madera o cartones escritos, son como herramientas de escritura para el cuerpo en la creación coreográfica. Implican la perpetuación de los objetos desafían lo efímero de la danza. La Ribot establece el mismo nivel para objetos, textos, canciones, el cuerpo desnudo, acciones, espacios y la danza como lenguaje. Nada es más importante que el resto.

La Ribot 2000

Característico de las piezas de La Ribot es la quietud, la danza clásica como lenguaje expresivo de su cuerpo, la fragmentación, el juego con los objetos, el humor, el suelo, el llanto y la caída. La Ribot es siempre cosmopolita y sugiere una forma de trabajo más cercano a la del escultor o pintor que a la del bailarín.

Danza, artes plásticas y dispositivo escénico. Tres elementos que entrelaza de una manera siempre admirable. En relación con el tratamiento del humor, las piezas de La Ribot adquieren un compromiso de mensaje directo al espectador y en muchas ocasiones el humor es de vital importancia. Por ello, recuerda a la corriente de principios del siglo XX: Dadaísmo. En Dadá el humor es una herramienta que devuelve la vitalidad, anula las jerarquías y el artista no pierde su distinción.

“No hay más representación, sólo presentación. No hay más magia, sólo realidad. No hay más sorpresas, sólo percepciones variables. No hay más declaraciones, sólo ambigüedad. No hay más estabilidad, sólo desequilibrio. No hay más teatralidad, sólo plasticidad.” La Ribot. Londres, Septiembre de 1999. (La Ribot, 2002: 30).

El trabajo de La Ribot es enigmático y siempre imponente sobre la escena. Artista fascinada por la imagen y el cine, sus trabajos de cámara mayoritariamente consisten en una toma única donde el montaje se da a través del movimiento. Para La Ribot la cámara es una extensión de los sentidos. La imagen en movimiento es consecuencia de la cámara en movimiento, con la diferencia de que la cámara no se ve; sí los movimientos. Los vídeos de La Ribot nos transportan atrás en el tiempo, a Study in Choreography for Camera, 1945, de Maya Deren (1917-1961), considerada madre del cine underground en Estados Unidos.

La Ribot se vende

La Ribot es una artista que se ha distinguido por ser capaz de crear una nueva escritura coreográfica, cuestionando los límites espaciales, temporales y conceptuales de la danza. Se puede decir que es una de las artistas más representativas de la nueva danza europea, también nombrada como danza experimental, danza conceptual, no-danza o danza minimalista. En este sentido, La Ribot ha sentido siempre el impulso de despojar a la danza de sus accesorios; de ahí que sus creaciones jueguen únicamente con el cuerpo desnudo y los objetos.

Con su obra, La Ribot nos ha ido enviando mensajes críticos de la sociedad en la que vivimos. Destaca, y rescato, su gran apuesta por la acción real, más que por el movimiento. Sus Piezas distinguidas demuestran su gran valor como proyecto artístico interdisciplinar. Ha sido capaz de concebir y desarrollar un nuevo lenguaje coreográfico donde se han cuestionado los límites conceptuales de la danza.