Boletín Salesiano 161

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May-Jun 2006 No. 161 Año 28


CONTENIDO Director: Heriberto Herrera Dirección: Colegio Santa Cecilia, Av. Don Bosco, 1-1, Santa Tecla, El Salvador. Tel. (503) 2228-0462, 2228-0463 Fax (503) 2228-0464 Correo electrónico: bs.cam@telesal.net herrerah@gmail.com Consejo de administración: Luis Corral, Heriberto Herrera, Mauricio Ponce, Manuel Solano. Consejo editorial: Evelyn Carbajal, Heriberto Herrera, Victoria Mónico, Miguel Pacheco, Mauricio Ponce. Impresión: Imprenta Ricaldone. Final Av. Hno. Julio Gaitán. Santa Tecla, El Salvador. Distribución: Librería Salesiana 23 Calle Pte. y 5ª. Av. Nte. No. 335, San Salvador, El Salvador, C.A. Tel. 2235-3826; 2225-6221 Colaboradores en este número: Hugo Estrada, Luis Corral, Sergio Checchi, Rolando Echeverría, Alejandro Hernández, Héctor Hernández. Edición electrónica: Heriberto Herrera, Victoria Mónico, Mauricio Ponce, Alejandra Rodríguez, Carlos Rodríguez, Nelson Rodríguez, Elena Zarate, Walter Ferrufino.

Foto Portada: BSCAM

Seguir a Don Bosco Familia, cuna de la vida. Los antiguos valores A tu hijo no le hables ¿Qué es un salesiano? ¿Por qué Don Bosco fundó a los salesianos? ¿A qué muchachos invitó a ser salesianos? Quién puede ser salesiano Cómo se hace un salesiano Un formador de salesianos se confiesa Cómo aumentar las vocaciones al sacerdocio ¿Por qué me hice salesiano? Salesiano con vocación misionera Por qué me hice salesiano / 75 años de vida consagrada salesiana Pedro Chico, coadjutor salesiano De pastor de ovejas a Pastor de la grey de Cristo Cincuenta años de profesión religiosa salesiana / Entre óptimos hermanos No supo descansar ni cuidar de sí

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No.161

Meditación: Otra plaga de la familia: El exceso de licor Etica: El corrosivo avance de la pornografía Santidad: Don Miguel Rúa Familia: Ley de paternidad responsable en Costa Rica Presencia Salesiana: Un centro providencial Geografía Salesiana: Escuela en las minas Conociendo a Don Bosco: Así comenzó formalmente la congregación salesiana

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PRESENTACIÓN

SEGUIR A DON BOSCO

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a persona de Don Bosco está asociada indefectiblemente a los jóvenes. Tal pareciera que una imagen de este santo moderno sin jóvenes a su alrededor quedase como incompleta. De hecho, los jóvenes fueron la pasión de toda su vida. Por ellos echó a caminar su inagotable fantasía creadora que se tradujo en innovaciones pastorales de gran impacto incluso periodístico. El magnetismo casi mágico con que Don Bosco atraía a los jóvenes y les proponía múltiples oportunidades de crecimiento humano y cristiano hacía que necesitara a su lado más y más colaboradores para sostener los proyectos apostólicos que iban surgiendo inagotables de su corazón sensible a las carencias juveniles. Eran colaboradores de todo calibre: damas de la nobleza y señoras sencillas, jóvenes dinámicos y adultos respetables, obreros y sacerdotes, políticos e intelectuales, obispos y cardenales. Hasta el mismo Papa se puso de su lado.

Pero estos colaboradores no siempre perseveraban en su empeño con Don Bosco. Más de una desilusión lo golpeó. Muchos de sus socios en las empresas pastorales lo dejaban plantado. Por eso comenzó a acariciar la idea de fundar una congregación religiosa imbuida de su genialidad pastoral. Una idea descabellada en un tiempo en que el gobierno suprimía congregaciones religiosas. La proyectó tan moderna que la misma curia romana echó tijera a su audaz iniciativa. Don Bosco reunió a sus mejores muchachos, a quienes venía cultivando espiritualmente desde hacía rato. Y les planteó la inesperada propuesta: optar por una congregación religiosa. No fue una invitación atrayente, dada la mala imagen social que sobre los religiosos se había creado. Al final, casi todos los invitados aceptaron. Y así nació la congregación salesiana. Que resultó siendo una auténtica explosión de vitalidad interna. En pocos años la naciente congregación comenzó a multiplicarse en comunidades nuevas, primero al

norte de Italia, luego en Francia, España, Alemania, Bélgica, Polonia. Todavía vivía Don Bosco y ya los salesianos se aventuraban en las lejanas tierras de misión en el sur de Argentina. A la vuelta de pocos años los hijos de Don Bosco se encontraban arraigados en casi todos los países de América. Y con América vendría Japón y el resto de Europa. La fórmula salesiana razón, religión y cariño parecía tener un toque mágico. Donde ponían pie los salesianos allí acudían a montones los jóvenes. Y se multiplicaban los salesianos. En un periodo más bien corto, históricamente hablando, los salesianos pasaron a ser la tercera congregación religiosa más numerosa de la iglesia. La vocación salesiana sigue despertando seguidores. Son jóvenes que quieren vivir con Don Bosco para ayudar a otros jóvenes en su proceso de enriquecimiento personal en dimensión cristiana. Heriberto Herrera BS Don Bosco en Centroamérica

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EL RECTOR MAYOR

Familia, cuna de la vida Los antiguos valores «Hace falta constituir la imagen de la familia como comunidad de personas donde, a la luz del mensaje evangélico, los componentes de todas las edades conviven juntos, en el respeto de los derechos de todos: de la mujer, del niño, del anciano» (Juan Pablo II, V/1, 1982). El abuelo era muy viejo. Caminaba a duras penas, la vista se le había debilitado, estaba algo sordo, le costaba comer, manchaba el mantel. Hijo y nuera se molestaron tanto que le prepararon un sillón separado, detrás de la estufa. Un día, mientras le pasaban la sopa, el viejo no sujetó a tiempo el plato y éste cayó, haciéndose pedazos. La nuera prorrumpió en desmanes y dijo que desde ese momento le habrían servido la comida en un tazón de madera, como a los animales. El viejo suspiró y agachó la cabeza. Al día siguiente Miguel, el nietecito, sentado en el suelo junto al abuelo, trataba de juntar unos pedacitos de madera arqueados. “¿Qué estás haciendo, Miguel?”, le preguntó el papá. “Estoy fabricando un tazón. Cuando tú y mamá sean viejos, me servirá para darles de comer”. El hombre y su mujer se miraron y rompieron a llorar. Esta narración, presente desde tiempo inmemorial en los libros de lectura de la escuela primaria, cuenta una “fastidiosa” verdad siempre actual: esta sociedad, que privilegia a los individuos capaces de aportar una contribución valiosa al bienestar común, margina a lo ancianos y les niega un espacio adecuado, ya sea en la familia, ya sea en la sociedad. Y, como siempre sucede, los pequeño aprenden sólo lo que viven. También en lo que se refiere al trato de los ancianos. Hay que enseñar a los hijos una cultura de la ancianidad.

Es indispensable y urgente. Porque debemos reconocer que el “trabajo de envejecer” no es fácil como parece, es un recorrido tortuoso y caótico, sembrado de ambigüedades: angustia y serenidad, amargura y gozo, seguridad y temor, actividad y pasividad, encerrarse en sí mismo y apertura lo caracterizan. Los ancianos necesitan de todos y, por el contrario, con frecuencia se desata inexorable contra ellos la exclusión: “son inútiles y cuestan mucho”. A menos que se los use como niñeras gratuitas. Si es difícil envejecer, es igualmente difícil convivir con los ancianos: son frágiles, necesitan de paciencia y tolerancia, virtudes casi desconocidas. En una cultura supereficiente la ancianidad parece una herida, una ofensa, una culpa. Para muchos tiene apariencia de sala de espera de la muerte. Los ancianos tienen necesidad de la ternura de las personas queridas. Consideran ofensa cruel ser eliminados de la vida de familia: una exclusión que los mortifica (en el sentido etimológico del término). Ellos son cofres de experiencia: cada vez que muere un anciano, muere una biblioteca. El primer gran don que hacen los ancianos a una familia es cabalmente el de la transmisión, no sólo de bienes materiales, cuanto de lo que mejora la vida. Después de todo, para ello han pagado un precio alto. Así nació el ser abuelos. La vida los ha enriquecido de experiencia, han aprendido a ser mejores, han acumulado lentamente un tesoro de sabiduría: un conjunto de memorias, de ilusiones, de secretos, de costumbres, de aspiraciones, de esperanzas.

Los abuelos pueden transmitir a los nietos ese conjunto de cuentos y de recuerdos, llamado “novela familiar”, que para los niños tiene una atracción extraordinaria. El abuelo puede llegar a representar para el nietecito la estabilidad de los afectos familiares. Puede hablar, como testigo, de los tiempos en que mamá era una niña y papá un alumno, de cuando en lugar del supermercado del frente había prados, de cuando en lugar del parqueo había un estanque en donde mamá y papá iban a bañarse y donde se conocieron. Así el niño tiene la idea que su familia existe desde siempre y tendrá que seguir existiendo. Obtiene la percepción de la continuidad de los afectos. El niño teme, más que cualquier otra cosa, la disolución de su mundo afectivo; la presencia de los abuelos es ciertamente fuente de seguridad y aliento. Desde el tiempo de su infancia hasta hoy han cambiado la sociedad, los valores, la misma fe. Muchos de los abuelos actuales han atravesado con malestar esta evolución. Su modo de colocarse en el nuevo contexto determina un influjo en el sitio que desean ocupar para comunicar la fe a los nietecitos. Algunos a veces experimentan una cierta frustración y sienten nacer dentro de sí un sentido de culpa frente a los hijos que ya no son practicantes y no comunican la fe a sus hijos. “¿Es culpa nuestra?”, se preguntan. Me pregunto si esta ruptura de los anillos transmisores de la fe no tiene que ver con la total exclusión de los ancianos, por la cual la experiencia de fe que a ellos los ayudó a enfrentar la vida, sobre todo cuando el dolor golpeaba a la puerta de casa, es ignorada y echada al olvido. Tal vez, como ha escrito un teólogo, “estamos frente a uno de los aspectos más señaladamente anticristianos de nuestra sociedad y cultura”. Pascual Chávez Villanueva

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EDUCAR COMO DON BOSCO

A tu hijo no le hables Bruno Ferrero

Si no quieres perder tiempo, porque siempre hará lo que quiera. Cada recomendación, cada consejo, cada advertencia, caerá en saco roto. Pero no renuncies a educarlo: no le hables, habla con él. En su carta imaginaria a su hija, próxima a nacer, el psiquiatra Paolo Crepet la interroga: ¿Qué sentiste, hasta ahora, del mundo, a través del agua y de la tensa piel de tu mamá? ¿Qué te dijeron tus imperfectos oídos sobre nuestros miedos? ¿Esperas que consigamos amarte sin exigencias, y cuidarte sin llenar tu mundo de palabras, sugerencias, y prohibiciones? ¿Crees que podremos acogerte, respetando tus silencios? ¿Seremos capaces de acompañarte, mientras creces, sin hacerte responsable de satisfacer nuestros anhelos y acallar nuestras culpas?

Fácil de decir; difícil de realizar

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Todos los papás y mamás hablan mucho a sus hijos e hijas; poquísimos saben hablar con ellos. Hacerlo bien es una ocasión educativa importantísima. Significa enseñar las reglas básicas para comunicarse, y el arte de resolver problemas. Es favorecer su esfuerzo escolar, abrir su corazón y su mente a la amistad; es darles seguridad. Pero la mayoría de los padres arranca mal.

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EDUCAR COMO DON BOSCO Decir “perro” es tan fácil como decir “bau-bau”. Tu chiquito/a, naturalmente, señalará al perro diciendo “bau-bau”. Aunque sea más fácil y simpático dejarlo pasar, no pierdas la ocasión, y agrega: “Sí, es un perro”, para enseñarle a tomar en serio las palabras de los adultos.

Si quieres que, en tu familia, la comunicación sea viva, respetuosa y confiada, debes comenzar por escuchar a tu hijo/a, mirándole siempre a los ojos, para que sienta tu atención y tu interés. Evitarás la dolorosa experiencia de ordenarle que te mire, cuando las cosas se pongan difíciles entre ambos.

Curso hogareño de lógica aplicada Cuando comience a contarte cosas que le sucedieron, tómate el tiempo necesario para escucharlo. Además de mostrarle que te interesa, podrás ayudarlo y guiarlo hacia un punto de vista diferente, desde donde descubra las ventajas que no pudo apreciar antes. Con esa paciente siembra, comenzará a razonar lógicamente. Por el contrario, con el otro método, el de los sermones y las órdenes, no conseguirás nada duradero. “Ahora no puedo ayudarte con los deberes porque estoy cocinando”. Una frase común que cierra posibilidades de crecimiento y de comunicación. En cambio, podrías decirle: “Tengo un problema y necesito que me ayudes a resolverlo. Cuando estoy cocinando y me pides ayuda en tus deberes, no me sale bien ninguna

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Hay padres tontos, que continúan hablándoles infantilmente durante años, sin advertir varios peligros. El primero: al crecer, cuando oyen que les hablan como a nenes chicos, llegan a fastidiarse. Otro, que es peor: en la adolescencia sentirán que sus padres, con su lenguaje aniñado, no ofrecen la seguridad que necesitan.

Hablar con los hijos es una ocasión educativa importantísima de las dos cosas. ¿Cómo podríamos organizarnos?”. La pregunta, hecha con franqueza y sencillez, los ayudará, a ambos, a encontrar lo mejor. Hay padres y madres que conocen todo el repertorio de burlas, ironías y gritos. Otros confunden “educar” con sermonear, amonestar, amenazar, criticar, y gritar. Lo único que consiguen es hacer que su hijo/a se sienta más indefenso/a, frente a esos padres que pierden el control y hacen el ridículo. A partir de la adolescencia, posiblemente ‘les pase la factura’.

Taller de libre expresión Las dificultades ofrecen ocasión de crecer en el diálogo doméstico. Sin embargo, comúnmente, los ‘de arriba’ toman decisiones, y los ‘de abajo’ obedecen callados. En la próxima crisis, consulta a tu hijo. Sus ideas, las tuyas, las de cada miembro de la familia, sometidas al examen de todos, para llegar a una solución elaborada por todos.

Mirando los ‘efectos’ de la experiencia en tu hijo, verás que el esfuerzo trae varios beneficios: hace que se involucre más en la armonía hogareña, favorece su creatividad y fortalece su autoestima. Además, en ese proceso, él descubre una camaradería y una ‘complicidad’ que le permitirán enfrentar mejor las dificultades.

El mejor truco para dialogar con tu hijo es proponerle preguntas orientativas. “Si decidimos... ¿que sucederá después?; Y tú, ¿cómo te sentirás?; ¿cómo influirá en Fulano?”. Es uno de los mejores métodos para enseñarle el difícil arte del equilibrio. Algunos creen que ponerse a su altura, para dialogar, es renunciar al deber de ser su referente y su guía. Es lo contrario: consultándolo y tomando decisiones juntos, conseguirás que siempre esté dispuesto a colaborar. Contigo, y con el resto del mundo.


Salesianos

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Señor, dame simpatía para acercarme a los muchachos.

¿Qué es un salesiano? Sergio Checchi

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el salesiano no se puede dar una definición abstracta. Hay que verlo en acción: en un patio de Oratorio jugando con los muchachos; en un aula de colegio, en un taller de mecánica, en un grupo juvenil, en la catequesis, en el confesionario, en las misiones. Si hay que dar una definición, diría que el salesiano es - o debe ser - un Don Bosco hoy. De Don Bosco existen muchas imágenes; pero la mejor representación (no sé si algún pintor

la plasmó alguna vez) sería aquella donde se le viera con su brazo izquierdo hacia arriba, agarrado de la mano de Jesús, y su brazo derecho hacia abajo, tendiendo la mano hacia un grupo de muchachos. Eso fue Don Bosco: un puente entre Cristo y los jóvenes. No quiso ser otra cosa. “Señor, dame almas, almas juveniles, lo demás no me interesa”.

muy religiosas, o quizás no tienen familia; quizás ya los atrapó la calle, o la marihuana, o la pornografía... Entonces el corazón del salesiano sufre, y rumia, y reza: “Señor, dame capacidad y simpatía para acercarme a estos muchachos; dame palabras de amistad; dame fantasía y creatividad pastoral para inventar algo que los acerque a Ti”.

El salesiano eso es lo que busca también: que a través de su persona muchos jóvenes puedan encontrarse con Cristo. Cuando sale a la calle, cuando al anochecer da una vuelta por el barrio, su espinita es pensar que los muchachos, que encuentra jugando pelota bajo el farol de la esquina, quizás no conocen a Jesús. Quizás sus familias no son

Y entonces el salesiano se acuerda del Oratorio: e inventa un torneo de fútbol, un grupo juvenil, una caminata, un rally, un certamen, un campamento de verano, un retiro, un coro, un conjunto musical, un taller de soldadura... Y allí, junto con las cosas que gustan a los jóvenes, encontrará también el momento y el modo para hablarles de Jesús y del BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA

evangelio, para inculcarles valores humanos y cristianos, para acercarlos a los sacramentos. Entre tanto, crea en torno a los muchachos un clima de familia y de fiesta, de amistad y participación. El salesiano propiamente no hace distinciones artificiales: aquí el cuerpo y aquí el alma, aquí la tierra y aquí el cielo. Sino que toma al joven todo entero, con sus necesidades y carencias, con sus derechos y aspiraciones; y sueña con su promoción integral, y se esfuerza para hacer de él un “honrado ciudadano y buen cristiano”. Con el estudio, el deporte, el arte y el trabajo, le hace vivir intensamente su juventud y lo capacita para su futura inserción en la vida ciudadana. Con la Palabra de Dios, la experiencia de grupo, las riquezas de la liturgia y la presentación de modelos juveniles de santidad, lo va transfigurando poco a poco en miembro vivo de la Iglesia.

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Pero el salesiano no es un “llanero solitario”. Ni siquiera Don Bosco, con todas sus ricas cualidades, quiso hacer las cosas solo; se rodeó de numerosos colaboradores: hombres y mujeres, eclesiásticos y seglares. Así también el salesiano. Consciente de la complejidad de la misión que Dios le confió, sabe que sus solas fuerzas no bastan; entonces se une con otros que tienen los mismos ideales y, juntos, forman una “comunidad fraterna y apostólica”. Y todavía no es suficiente: ellos involucran en su acción educativo-pastoral a muchos colaboradores laicos. “La unión multiplica las fuerzas”, repetía Don Bosco. El salesiano sabe, además, que su opción por los jóvenes le va a exigir una dedicación total y sin reservas. Entonces entrega al Señor “su necesidad de amar, su capacidad de poseer y su libertad de decisión”, y le hace el voto de “vivir casto, pobre y obediente”. Será así un verdadero religioso, haciendo propio el estilo de vida que Jesús escogió para sí.

Ese brazo derecho hacia abajo, tendiendo la mano a los muchachos, se cansaría pronto. El salesiano se acuerda siempre de que el otro, el izquierdo, debe estar agarrado de la mano de Jesús. De allí arriba procede la fuerza y la perseverancia. De allí también la eterna juventud que muchos le reconocen al salesiano. Son los frecuentes momentos de oración, la “interioridad apostólica”. Lo que Don Bosco llamaba la “unión con Dios”. Dos últimos rasgos para terminar de trazar el perfil del salesiano. El primero: vida sencilla y mucho trabajo. “El trabajo y la templanza harán florecer la Congregación”, aseguraba Don Bosco. El segundo: corazón misionero, abierto, universal. El salesiano no se amarra a una cultura, a un país, a un cargo; el llamado de los jóvenes lo hace disponible para ir a Tailandia, Mongolia, Nigeria o Mozambique. Así fue Don Bosco. Así es - debe ser - el salesiano.


Salesianos

¿Por qué Don Bosco fundó a los salesianos? Alejandro Hernández

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omo es bien sabido, desde que inició su trabajo con los muchachos pobres de Turín Don Bosco contó con la valiosa colaboración de sacerdotes y laicos. Entre estos últimos podemos recordar la curiosa relación de amistad y conflicto que tuvo con la marquesa Julia de Barolo a raíz de su opción juvenil. ¿Por qué Don Bosco se dio a la tarea de fundar una congregación en tiempos en que el gobierno y grupos influyentes eran adversos a una iniciativa de este género? Fue la experiencia y ciertos hechos que lo fueron conduciendo a tomar esta resolución. Quizá lo sucedido en el año 1848 terminó por inclinar la balanza en dicha dirección. Hubo guerra entre varios estados italianos y Austria, una potencia que dominaba una parte de Italia. El papa Pío IX se negó a participar en una guerra contra Austria, una nación católica. Pareció entonces que en Italia había dos grupos: los patriotas, que querían una Italia unida y libre de toda dominación extranjera, y los antipatriotas, que no amaban a Italia. El problema no era tanto que no querían a Italia, sino en qué situación quedaría el papa y sus territorios en una nueva Italia. ¿Se le respetaría su reino? Para colmar la medida, el arzobispo de Turín era conservador e intransigente, lo cual contribuyó a complicar más la situación. El mismo clero piamontés se vio envuelto en este con-

Fundar una congregación en tiempos in favorables a esa iniciativa flicto. Por un lado, un buen grupo de seminaristas y sacerdotes fueron patrióticos, y apoyaron al gobierno en su lucha libertaria y unionista, por otro, los conservadores apoyaron al papa, al arzobispo y fueron celosos custodios de los derechos y privilegios de la Iglesia. Sobra decir que Don Bosco perteneció al segundo grupo. Pues bien, varios buenos sacerdotes dedicados a trabajar con los muchachos pobres eran favorables a las iniciativas del gobierno piamontés. Y la diversidad ideológica los fue separando de Don Bosco, y a éste de ellos. Basta recordar que el sacerdote Cocchi, quien fue el pionero de los oratorios en Turín, llevó a sus muchachos al campo de batalla. Su oratorio, el Angel Custodio, fue puesto poco después bajo la dirección de Don Bosco. Si bien esa fue una decisión del arzobispo, tuvo que caer muy mal a los sacerdotes «liberales». Sin duda que Juan Bosco fue visto como el niño bonito y de confianza del prelado. Más tarde el P. Cocchi fundará un nuevo oratorio y una asociación pro juventud.

Aparte de lo anteriormente dicho, ya en varias ocasiones había surgido iniciativas para crear una federación de oratorios turineses y Don Bosco se mantuvo distante. Quería una plena autonomía, preservar su propio estilo educativo e intuitivamente multiplicar su experiencia oratoriana. Otro factor fue la siempre creciente complejización de su obra. Una cosa era tener un oratorio festivo dominical, o dedicar el tiempo libre a los jóvenes, otra, empezar a ofrecer casa, comida, trabajo, talleres y estudio. Sin duda que sus colaboradores fueron muy generosos, pero no podía contar con ellos a toda hora, puesto que tenían otras responsabilidades. En su proceso de reflexión incluso barajó la posibilidad de unirse a un instituto religioso ya existente como los Oblatos de María Virgen o el Instituto de la caridad de Antonio Rosmini. Al final llegó a la conclusión que necesitaba crear una sociedad religiosa acorde a los tiempos y a las necesidades de los jóvenes.

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TEMA

Los primeros salesianos o discípulos de Juan Bosco a tiempo completo

¿A qué muchachos invitó a ser salesianos? Alejandro Hernández

¿Cuándo comenzó Don Bosco a pensar en serio en fundar una congregación religiosa? ¿O en tener bajo su dirección un grupo de salesianos, sacerdotes y laicos externos, al servicio de la juventud pobre de Turín y de otros lugares? Fue un largo proceso que se remonta a los primeros años del oratorio. Mucho más tarde, él contará sobre los varios «sueños» que fue teniendo. Soñó que los futuros pastores saldrían de la grey de muchachos que apacentaba. Fue un camino penoso, con aciertos y rectificaciones. Eran tiempos poco aptos para fundar una congregación religiosa y se requería de ingenio para hacer la propuesta vocacional a los muchachos. No era inteligente decirle a un joven: ¿Quieres hacerte sacerdote o fraile? Don Bosco, astuto, como solía serlo, decía a los muchachos que le parecían aptos, frases aparentemente inocuas: ¿Le tienes aprecio a Don Bosco?, ¿te gustaría quedarte permanentemente con él?, ¿te parecería ayudarlo trabajando a favor de los jóvenes?, mira que si tuviera cien curas y cien seminaristas, tendría trabajo para todos ellos. La primera vez que intentó comenzar a formar un equipo salesiano de colaboradores a tiempo completo fue en 1849 con cuatro muchachos. No falló en la elección de los candidatos. De hecho, dos ellos llegaron a ser sacerdotes, pero diocesanos. En otras palabras, estuvieron con él, lo

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Don Bosco formó un grupo de muchachos muy dispuestos para las obras de caridad admiraron, pero terminaron sirviendo a la arquidiócesis. En el segundo intento le fue mejor. Sucedió el 26 de enero de 1854, en su propio cuarto. Lo cuenta el chismosito de Miguel Rúa. Fue entonces cuando hizo una propuesta a cuatro jóvenes capaces y de su entera confianza. En concreto les propuso hacer un ejercicio práctico de caridad al prójimo con la ayuda del Señor y de San Francisco de Sales. Se llamarían salesianos. Luego se vería la posibilidad de hacer una promesa, y quizá, más tarde, un voto al Señor. No los escogió al azar. Hacía dos años, o más, que los venía observando y capacitando. Veinte años más tarde dirá que ya en 1852 había podido formar un grupo de muchachos muy dispuestos a hacer obras de caridad y que eran bien vistos por todo tipo de gente. Evitó usar la palabra «novicia-

do. Es probable que no les resultara extraño llamarse «salesianos», puesto que sabían que Don Bosco eran un gran admirador del santo. El siguiente paso fue cuando, a solas con Don Bosco, Miguel Rúa, de 18 años, el 25 de marzo de 1855, hizo la profesión por un año. Poco meses después, también hizo lo mismo un sacerdote amigo, Víctor Alasonatti. Al año siguiente, fue Juan Francesia, de 18 años. Y así poco a poco se multiplicarán. Uno de los pasos decisivos fue cuando se dio el destape, o cuando dejó de usar «parábolas». Eso sucedió el 9 de diciembre de 1859. Entonces habló claramente al grupo íntimo (que recibía conferencias con regularidad) de su ya viejo proyecto de fundar una congregación con regla y votos. Y pedía a cada uno que pensara seria-


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El día 18 sólo dos faltaron. El grupo que aceptó el reto era heterogéneo: un joven de 16 años, 15 seminaristas que oscilaban entre los 15 y 25 años, un viejo sacerdote de 47. A la incipiente congregación le faltaba mucho todavía para constituirse debidamente ante los ojos de la Iglesia y de la sociedad. Podría uno preguntarse cuál fue el secreto del éxito de Don Bosco. En

Los primeros salesianos El año de mil ochocientos cincuenta y nueva, a dieciocho de diciembre, en este oratorio de san Francisco de Sales, en el aposento del sacerdote Juan Bosco, a las nueve de la noche, se reunieron con él: el sacerdote Víctor Alasonatti, los clérigos Angel Savio, diácono, Miguel Rúa, subdiácono, Juan Cagliero, Juan Bautista Francesia, Francisco

realidad son varios secretos. Ya se ha aludido a la buena selección del material humano, a la capacitación que les fue dando a lo largo de los años en los encuentros periódicos, a la gradualidad de un ejercicio para luego pasar a una promesa y después a un voto. Pero un factor fundamental fue la misma persona de Don Bosco. Pesó el gran afecto de ellos hacia ese padre que era de verdad papá. Por eso Cagliero, uno de sus hijos estrella, dirá que «fraile o no, él se quedaba con Don Bosco». A esta realidad debemos agregar los sentimientos de admiración y veneración hacia un amigo que sabían que era un hombre de Dios, capaz de hacer milagros, de ver el futuro por medio de sueños y leer las conciencias mismas. La suma de todos estos factores explica, en buena parte, el secreto de su éxito. Todavía falta decir una palabra sobre los primeros salesianos coadjutores. Dejando de lado varias precisaciones, el proceso fue el mismo. Ya desde 1854 encontramos jóvenes que ayudaban, coadjutores, en la casa. Crecieron las necesidades y aumentaba su número. Pero fue en 1860 cuando se fue perfilando mejor su vocación. Algunos laicos manifestaron su disponibilidad para permanecer con Don Bosco. El 2 de febrero fue admitido a la práctica

Provera, Carlos Ghivarello, José Lazzero, Juan Bonetti, Juan Anfossi, Luis Marcelino, Francisco Cerruti, Celestino Durando, Segundo Pettiva, Antonio Rovetto, César José Bongiovanni y el joven Luis Chiapale, todos con el mismo fin y ánimo de promover y conservar el espíritu de verdadera caridad que se requiere en la obra de los oratorios para la juventud abandonada y en peligro. Pareció bien a los congregados organizarse en Sociedad o Congregación, que juntamente con el

de las reglas José Rossi, de 24 años. Sin embargo, los primeros en hacer votos, en 1862, fueron José Gaia, un joven humilde que fue cocinero del oratorio, y el caballero Federico Oreglia, un aristócrata convertido de Don Bosco, quien tuvo responsabilidades de manager. En la casa de Don Bosco había puesto para todos, y se sacaba provecho de los talentos que Dios le había dado a cada uno. TESTIMONIO

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mente si quería ingresar a ella, a la cual ya pertenecían de espíritu. Les dijo que los había elegido para participar en dichas conferencias porque los había juzgado aptos para convertirse en miembros efectivos de la misma. Que a la próxima conferencia asistieran sólo los que querían dar el paso. Esta revelación los impresionó fuertemente. Al final de la reunión no se pusieron de pie y aplaudieron, como pasa en las películas gringas, sino que hubo un silencio profundo e incómodo. Luego, las lenguas empezaron a trabajar. Entre ellos barajaban los pro y los contra de aceptar una propuesta de esa magnitud. Había sentimientos encontrados. No era fácil. Fue el caso, para citar uno, del futuro misionero, obispo, delegado apostólico y cardenal Juan Cagliero. Fue una semana de agonía. Pero la semilla sembrada por Juan Bosco había ganado profundidad.

M

i experiencia vocacional se origina en el movimiento juvenil salesiano. Ahí surgió el deseo de hacerme salesiano. La vida y estilo de Don Bosco me cautivaron, a tal punto que quise quedarme con él para siempre. Ricardo Rodríguez, 26 años, salvadoreño, estudiante de primer año de teología

fin de una recíproca ayuda para la santificación propia, se propusiera promover la gloria de Dios y la salvación de las almas, especialmente de las más necesitadas de instrucción y educación: y aprobado de común acuerdo el fin propuesto, hecha una breve oración e invocadas las luces del Espíritu Santo, se procedió a la elección de los miembros que debían constituir el cuerpo directivo de la Sociedad de ésta y de nuevas Congregaciones, si a Dios le pareciera bien favorecer su incremento.

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TEMA

Quién puede ser salesiano Héctor Hernández

El encuentro con estas personas y la peculiaridad del tema hacen sumamente interesante la conversación. Al profundizar en ella, se llega a la conclusión de que la afirmación de llamarse ‘salesianos’ nace del hecho de que fueron o son estudiantes de un colegio salesiano. Otros lo afirman porque frecuentan una obra, una iglesia o parroquia, o porque colaboran en un oratorio salesiano. Y es que todo aquel que entra en contacto con un ambiente salesiano queda envuelto en una cierta atmósfera; experimenta como una atracción especial: es el espíritu salesiano. ¿Cuál es el origen de este espíritu? Para responder, necesitamos remontarnos a lo que le sucedió a Don Bosco. Desde pequeño, Juan Bosco fue descubriendo los signos que Dios le ponía en su camino. Signos que le indicaban que su vida tenía que ponerla al servicio de los jóvenes más necesitados. Se pone en camino y, venciendo muchos obstáculos, logra lo que anhelaba: ser sacerdote. Una vez lograda la meta, se pregunta: ¿sacerdote para quién? Y comienza una típica experiencia pastoral con aquellos jóvenes de la ciudad de Turín que se encon-

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Con bastante frecuencia me he encontrado con jóvenes y no tan jóvenes que, con un aire de cierto orgullo, me dicen: yo soy salesiano.

Secreto: buena selección del material humano y adhesión a Don Bosco. traban en peligro y excluidos de las posibilidades que contaban otros de su misma edad. En su primer oratorio de Valdocco ofrece a los jóvenes una casa que acoge, una parroquia que evangeliza, una escuela que encamina hacia la vida y un patio donde se comparte la amistad y la alegría. Comienza a construirles de nuevo su vida con el objetivo de formar honrados ciudadanos y buenos cristianos. El programa da efecto y Don Bosco se ve obligado a buscar colaboradores y así, echa mano de laicos generosos que le ayudan económicamente, y de muchos otros que se comprometen en el trabajo directo de acompañamiento de aquellos jóvenes. Cuando la experiencia se va asentando, Don Bosco hace una propuesta directa a algunos de los mismos jóvenes acogidos en su oratorio. Les propone la fundación de una sociedad para hacer un ejercicio de caridad a favor de los jóvenes más pobres y necesitados. Así nace la Sociedad de San Francisco de Sales, o simple-

mente, los «Salesianos». Con este panorama encontramos elementos para responder a la pregunta: ¿Quién puede ser salesiano? Fijándonos en Don Bosco encontramos actitudes que nos sirven de referencia: en primer lugar, apertura a la acción de Dios en su vida; Juan Bosco se fue dejando modelar por el Dios que es sensible al dolor de sus hijos, en este caso, los jóvenes. En segundo lugar, búsqueda continua de la voluntad de Dios; qué era lo que Dios quería de él. En tercer lugar, actitud de servicio. Don Bosco ofrece su vida por los jóvenes, colabora con todos los medios posibles, se ingenia por buscar opciones que den sentido a la vida de los jóvenes. Estas actitudes, condimentadas con una buena dosis de amor y aprecio por los jóvenes y con el deseo de estar cerca de ellos y de compartir sus inquietudes, constituyen un terreno propicio para que germine la vocación de aquel que quiera oír la voz de Dios que le llama a seguir a Don Bosco y a entregar generosamente su vida por el bien de los jóvenes.


Salesianos

Cómo se hace un salesiano Rolando Echeverría

La formación del salesiano está definida por su identidad y misión: es un hombre, creyente en Jesucristo, llamado a ser educador-pastor de los jóvenes. De acuerdo a ello, los documentos centran esa polifacética condición en cuatro dimensiones: humana, espiritual, intelectual y educativo-pastoral. a) Dimensión humana. Se parte de la naturaleza humana, pues es la base: hay que construir una personalidad madura, un hombre rico en valores, que sepa combinar la iniciativa y creatividad con el uso responsable de su libertad; alguien capaz de establecer relaciones sanas y enriquecedoras con los demás, y que se empeña en cultivar con seriedad las diversas dotes que ha recibido, con el afán de servir mejor. b) Dimensión intelectual. Implica un proceso de preparación académica y científica que desarrolla el pensamiento y la capacidad de enfrentarse a la vida buscando el equilibrio justo entre la integración al medio social y cultural, y el aporte creativo a su entorno. En este campo, el salesiano recibe una seria preparación

Acompañados por salesianos adultos en clima de confianza y fraterna interacción. de varios años en filosofía y pedagogía, que lo capacita para desenvolverse críticamente en el mundo de las corrientes e ideologías antiguas y modernas, a la vez que lo prepara como educador. A ello se suma el estudio de la salesianidad y de otras materias de vida religiosa y espiritual. Sobre esta base común, los que van a ser sacerdotes requerirán el estudio profundizado de la teología; y los que optan por ser coadjutores podrán elegir una carrera profesional, como medio para ejercer su vocación consagrada laical al servicio de los jóvenes.

TESTIMONIO

c) Dimensión espiritual. En continuación con el proceso de maduración en la fe que debe distinguir a todo cristiano, la formación espiritual mira a profundizar la opción vocacional en vista de lograr la configuración con Jesucristo, meta de todo discípulo. En particular, se trata de ir a las raíces de la consagración religiosa, entendida ésta como seguimiento de Cristo, y desarrollar aquellas actitudes que aseguren el crecimiento en el doble amor cristiano: a Dios y al prójimo.

Wilmer Silva, 25 años, hondureño, tercer año de posnoviciado

BSCAM

Formación integral

BSCAM

Toda vocación es un llamado a la plenitud, a desarrollarse en todas las dimensiones de la persona. La vocación del salesiano no puede ser menos.

Y

o quise servir a Dios en los jóvenes porque me preocupaba la situación de los jóvenes de las maras y pandillas en el sector que abarca mi parroquia María Auxiliadora.

TESTIMONIO

M

i deseo de seguir a Cristo surgió en un pequeño grupo en mi colegio, y me animé más al conocer el carisma salesiano. Jans Kenny López, 20 años, guatemalteco, novicio BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA d) Dimensión educativo-pastoral. Según lo específico de su carisma, el salesiano es un educador que ejerce su labor teniendo por modelo una doble imagen de pastor: Jesucristo, y el pastorcillo de Becchi, Don Bosco. A ellos trata de imitar, aplicando el método de la bondad, la dulzura y la paciencia. Por ello se forma en el Sistema Preventivo y asimila aquellas actitudes que lo hacen ser «padre, maestro y amigo» de los jóvenes, sus destinatarios preferenciales. TESTIMONIOS

C

uando yo era pequeño, en mi colegio promovían concursos sobre Don Bosco. Eso me llevó a leer la biografía de Don Bosco, escrita por Teresio Bosco. Además, veía a los salesianos siempre en el patio jugando futbol con nosotros, hablándonos o hasta haciendo algún truco de magia. Todo eso me motivó a ser salesiano, aun cuando a esa edad no entendía qué quería decir eso. Alberto Flores, 21 años, salvadoreño, segundo año de posnoviciado

Ambiente formativo Todo este bagaje de valores, actitudes y contenidos no se asimila de manera teórica, sino que requiere, como lo exige la pedagogía salesiana, de un ambiente que se respira en una comunidad, donde los jóvenes en formación son acompañados por los salesianos adultos en un clima de confianza y de fraterna interacción.

Si bien hay un período de «formación inicial», que para los sacerdotes dura once años y para los coadjutores casi otro tanto, la formación del salesiano es de toda la vida. Bien se aplica aquí la frase de Don Bosco: «descansaremos en el cielo».

Los Salesianos en cifras Los Salesianos de Don Bosco son 16,645 en todo el mundo

5

Están presentes en:

continentes

L

a primera frase que escuché fue: No hay jóvenes malos, sólo hay jóvenes que no saben que pueden ser buenos y no tienen a nadie que se los diga.

¿Cuándo termina este proceso?

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127 2,086 presencias

países

Los Salesianos de Don Bosco en Centroamérica son 183

en Guatemala

Están presentes en:

3

Humberto Hernández, 24 años, guatemalteco, novicio

6

en Honduras

países

Q

uiero hacer propia la vida salesiana que he vivido desde pequeño en el oratorio. Así como los salesianos me aman, quiero amar a los jóvenes. Alejandro Lacayo, 21 años, nicaragüense, novicio

42

13 en El Salvador

presencias

2

4

en Panamá

en Nicaragua

6

en Costa Rica

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BS Don Bosco en Centroamérica


Salesianos

Un formador de salesianos se confiesa y entusiasmo en cargos de animación y responsabilidad y que un día estuvieron bajo mi cuidado de formador. Eduardo Castro

Yo no escogí la tarea de ser formador de salesianos jóvenes. Pero la he aceptado con alegría y entrega. La mayor parte de mi vida la he pasado en casas de formación inicial. Algunos paréntesis en otros campos apostólicos me han dado la oportunidad de conocer nuevas realidades. Me alegra ver a salesianos que actualmente trabajan con optimismo

Me siento contento al encontrar laicos que vivieron algunos años como salesianos, pero descubrieron que Dios les señalaba otros caminos, y ahora guardan gratitud por la formación salesiana recibida. Como formador, me sentía satisfecho con los jóvenes salesianos que aceptaban mi acompañamiento espiritual, y podía palpar el trabajo de la gracia en ellos.

gaba a testimoniar los valores que enseñaba. Me resultaba particularmente difícil tener que indicarle a alguien que buscara otro camino. Afrontar estos delicados momentos me causaban una pena profunda. No es que sea particularmente gratificante el trabajo de formador, si se compara con otros trabajos apostólicos. Pero me alentaba la convicción de que cada joven a mi cargo sería un agente multiplicador como apóstol, profeta, religioso o laico. Entonces entendía que este oculto trabajo valía la pena.

El servicio de formar a jóvenes en la espiritualidad salesiana terminó por enriquecerme a mí, pues me obli-

Encuentre este y otrosartículos en: www.boletinsalesiano.info

Experiencia de un formador joven

Muchas personas preguntan constantemente: «¿Cómo se hace un salesiano? La respuesta no resulta sencilla. Un salesiano no se hace; se construye. La formación para los salesianos es un proceso de discernimiento continuo de la voluntad de Dios sobre la propia vocación. He tenido la experiencia de trabajar en la formación de jóvenes que se preparan para la vida salesiana; por dos años colaboré en la casa de noviciado como asistente de novicios y actualmente me encuentro trabajando directamente con los posnovicios y estudiantes de teología de nuestra provincia.

La formación salesiana entendida como identificarse con la vocación que el Espíritu ha suscitado a ser seguidor de Cristo al estilo de Don Bosco, implica para el formador: ofrecer al salesiano un ambiente rico en valores, acompañar personalmente a cada uno, educarlo en la experiencia de Dios, compartir la propia experiencia vocacional, contagiar la alegría interior de la entrega total en el trabajo de cada día y entusiasmar por la misión juvenil.

BSCAM

Raymond Martínez

Para mí formar salesianos es un reto y una tarea importante, dependiendo de cómo se sienten las bases y se transmitan los valores que los salesianos, durante la formación, hacen propios, así será la calidad en la respuesta a su vocación y el trabajo pastoral que realizarán entre los jóvenes como educadores - pastores. Al hacer esto el formador contribuye a construir al salesiano, desde sus bases humanas, firmes en una espiritualidad robusta, que logren una estructura vocacional sólida y de deseo firme de decir sí cada día. Los detalles, retoques y todo aquello que pueda adornar la vida del salesiano y el edificio de su vocación, corren por cuenta personal, ya que el primer responsable de la propia formación es el salesiano mismo. Un salesiano no se hace ni se improvisa, se construye. BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA

Sueño de Don Bosco

Cómo aumentar las vocaciones al sacerdocio U

De pronto me pareció que estaba en mi despacho sentado a mi mesa de trabajo y que tenía ante mí el registro de todos los que estaban en casa. Y me decía para mis adentros: -¿Cómo se explica esto? Estoy confesando en la sacristía y estoy al mismo tiempo en mi despacho ante la mesa... ¿Estoy soñando? No; éste es precisamente el registro de los alumnos; ésta es mi mesa de trabajo. Oí entre tanto una voz detrás de mí que me dijo: -¿Quieres saber cómo aumentar rápidamente el número de buenos sacerdotes? Observa el registro y por él entenderás lo que debes hacer. Observé y luego dije: -Estos son los registros de los alumnos de este año y de los años pasados, y no veo otra cosa. Estaba muy preocupado; leía nombres, pensaba, miraba arriba y abajo por ver si encontraba algo, pero... nada. Entonces dije para mí: -¿Estoy soñando o estoy despierto? Efectivamente estoy sentado a mi mesa y la voz que he escuchado es verdadera. Y de pronto quise levantarme para ver quién era la que me había habla-

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BS Don Bosco en Centroamérica

BSCAM

n sábado por la tarde me encontraba confesando en la sacristía cuando me distraje. Pensaba en la escasez de sacerdotes y de vocaciones y en la manera de poder aumentar su número. Veía ante mí muchos chicos que venían a confesarse, buenos e inocentes muchachos, y me decía: -Quién sabe cuántos de ellos llegarán y el tiempo que se requiere aún para llegar a los que perseveren. Y en tanto, la necesidad de la Iglesia es apremiante. Estaba muy distraído con este pensamiento y, sin embargo, continuaba confesando. do y, en efecto, me levanté. Los muchachos que estaban a mi alrededor para confesarse, al ver que me levantaba tan de prisa y asustado creyeron que me había puesto enfermo y se acercaron a sostenerme; pero yo, asegurándoles que no me pasaba nada, seguí confesando. Una vez terminadas las confesiones, y de vuelta a mi habitación, miré y efectivamente vi sobre la mesa el registro con los nombres de todos los que hay en casa, pero no vi nada más. Examiné el registro, pero no entendí cómo podía hallar con él la manera de tener sacerdotes, muchos sacerdotes y pronto. Miré otros registros que tenía en la habitación para ver si podía deducir por ellos alguna cosa; pero de momento no pude sacar nada en limpio. Pedí otros registros a don Carlos Ghivarello; pero fue inútil. Siempre pensando en ello, hice que me pasaran los registros antiguos para obedecer al mandato de aquella voz misteriosa y observé que, de los muchos jóvenes que comienzan sus estudios en nuestros colegios para

seguir después la carrera eclesiástica, apenas si perseveraba un quince por ciento; es decir, ni siquiera dos de cada diez llegaban a recibir el hábito eclesiástico; se alejaban del Santuario por asuntos familiares, por los exámenes en el Liceo, por haber cambiado de voluntad, lo que suele ocurrir en el curso de Retórica. Y, por el contrario, los que vienen ya mayores, casi todos, a saber ocho de cada diez, visten la sotana y llegan a ello en menos tiempo y con menos trabajo. Me dije entonces: -De éstos estoy más seguro y pueden llegar en menos tiempo; esto era lo que buscaba. Tendré que ocuparme especialmente de ellos, abrir colegios expresamente para ellos y buscar el modo de atenderlos de una manera especial. Por el resultado se verá después, si lo que sucedió fue un sueño o una realidad. Desde aquel momento, la idea de abrir colegios, en los que muchachos ya mozos, llamados al estado eclesiástico, se encontraran con un programa de estudios acelerados a propósito para ellos, fue tomando cuerpo y se convirtió en firme propósito.


Salesianos

BSCAM

Maravillado por las nuevas facetas que descubro en esta vocación.

¿Por qué me hice salesiano? Mario Olmos

C

reo que el Señor hizo varios intentos por llamarme a lo largo de mi vida. La primera, cuando finalizaba la primaria, a través de una invitación a una convivencia vocacional en el antiguo Centro Vocacional Rinaldi. Deseché la propuesta al comprobar la lejanía de mi casa y la propuesta del menú: un plato de sopa de papas, el cual alteraba mis principios de fiel seguidor de Mafalda. Un par de años después, recuerdo que en una clase el director del colegio salesiano habló de la vocación con tal ardor que muchos nos entusiasmamos con la idea y un compañero preguntó qué se necesitaba para ser salesiano, a lo cual el director respondió: «Hay que ser buenos». Dije para mis adentros: «Asunto cerrado. No hay quien califique en este curso». Aunque siempre admiré la vida y el trabajo de muchos salesianos que

pasaron por el colegio en que estudié, nunca se me propuso directamente hacerme salesiano sino hasta el final de mis estudios en bachillerato. Cuando ya había decidido orientar mis estudios universitarios por el área de administración de empresas, Dios decidió cambiar el rumbo de mi vida llamándome en la última hora. Invitado por un tirocinante y luego por el director del colegio, comencé a plantearme seriamente la posibilidad de dedicar mi vida a Dios según el estilo de Don Bosco. A partir de entonces, siempre he considerado que el Señor me ha llamado dos veces en mi vida. La primer llamada se concretó en mi decisión de hacerme salesiano, la cual me llevó a abandonar mis planes iniciales y a trasladarme a Guatemala para iniciar mi proceso de formación. Fueron años en los que pude conocer mejor el carisma y la vida religiosa salesiana. En ese entonces no tenía ni idea de la diferencia entre un religioso y un sacerdote diocesano. Lo único que quería era ser salesiano como Don Bosco y, en mi mente, esto sólo podía hacerlo siendo sacerdote.

Fue en el noviciado cuando, entre los libros que constantemente nos invitaban a leer, encontré algunos sobre el salesiano coadjutor. Para mí fue descubrir algo totalmente nuevo. Por primera vez comprendí algunas de las grandes intuiciones de Don Bosco en el primer oratorio relacionadas con su visión sobre la misión entre los jóvenes y el papel de los colaboradores laicos. Intuí que la vocación religiosa y la vida salesiana tenían muchos matices, uno de los cuales se conjugaba con una convicción que se había arraigado en mi vida: que a Dios se le puede servir de muchas maneras y que no debe hacerse una separación entre los valores del mundo y la vida cristiana. Esta, que considero la segunda llamada de Dios en mi vida, me llevó a optar por la vocación específica del salesiano coadjutor. Han transcurrido ya más de diecinueve años después de este segundo sí al Señor y aún me siento maravillado por las nuevas facetas que siempre descubro en esta vocación que el Señor me ha dado y en la misión que él me permite realizar entre los jóvenes. BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA

BSCAM

Una sola pasión por Dios traducido en una gran pasión por el hombre.

Salesiano con vocación misionera Jorge Puthenpura La barba misionera de P. Mateo Elipulikkatt me impresionaba. El era aquel entonces el único misionero de nuestra parroquia que trabajaba en una diócesis del centro de la India. La semblanza frágil y flaca de su rostro con la venerable barba que parcialmente ocultaba la cruz pectoral misionera me llenaba de curiosidad por conocer la vida misteriosa de un misionero. Durante los primeros años de formación salesiana tuve la oportunidad de conocer de cerca a varios misioneros salesianos venidos de diversos países de Europa como el P.Ravalico, el P.Antonio Alessi, Mons. Luis Matías y otros que trabajaban en el norte de la India. No todos tenían barba ni cruz pectoral. Pero todos tenían una son-

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BS Don Bosco en Centroamérica

risa contagiosa y unos ojos radiantes que reflejaban entusiasmo misionero y audacia apostólica. ¿Cuál era el misterioso motor que animaba y entusiasmaba a esos intrépidos misioneros salesianos? No pude descubrirlo sino hasta que, poco a poco, conocí el corazón pastoral de Don Bosco, el Patriarca de la Familia Salesiana. Comprendí que ser misionero salesiano es estar apasionado por el Reino de Dios y trabajar incansablemente para sembrar su semilla y cultivarla en los corazones de los jóvenes y en el seno de las familias populares. A lo largo de mi vida misionera en Alta Verapaz (Guatemala), donde mis superiores me indicaron el campo de misión en el que desarrollar la pasión por el Reino de Dios, hice nuevos

descubrimientos. Me di cuenta de que estaba muy apasionado por los estudios, por el éxito, por la gloria, por el sexo, por los placeres, por la riqueza, por el poder, por la música, por la TV, y por tantas otras atracciones y ofertas de este mundo. La gran ausente era la pasión por Dios y su Reino. Caminando por los cerros y valles del territorio misionero y predicando el Reino de Dios, aprendí que al hacer caso a la llamada de Jesús a convertirse, todas las pasiones humanas pueden y deben convertirse integradamente en una sola Pasión por Dios, y esta pasión por Dios se traduce en una gran pasión por el Hombre, por liberar y salvar a todos los hombres especialmente a los jóvenes y a las masas populares.


Salesianos

Por qué me hice salesiano José Moratalla No es una respuesta simple. La fui descubriendo entre luces y sombras, en medio de dificultades, tropiezos, alegrías y esperanzas. Pero siempre poco a poco y al ir recorriendo inventando el camino. Mirando más hacia atrás que hacia adelante. Si he llegado a estas alturas, si he superado tantos obstáculos, es porque alguien está conmigo y me lleva de la mano. Porque solo no hubiera podido, concluí animándome. Siendo niño quería ser escultor. Tenía las paredes de la casa llenas de

dibujos y los muebles colmados de figuras de arcilla. La imagen del párroco no me atrajo ni sedujo. Era serio y aburrido y pasaba el tiempo encerrado en la parroquia. Aquello no era para mí . A pesar de todo, me hice monaguillo. Me apasionaba amaestrar gavilanes. En la torre alta de la iglesia había muchos. Si era monaguillo tenía acceso a la torre y a los gavilanes. Valía la pena, pues, ayudar a misa y aprender las respuestas raras y complicadas en latín. Una tarde de verano nos empezábamos a encaramar con otro compañero monaguillo en las alturas peligrosas de la torre. El sacristán corrió sudoroso a comunicarnos que el párroco nos buscaba. Al llegar junto a él, dos solemnes bofetadas truncaron nuestras

pretensiones infantiles. Hasta allí llegó mi relación con la iglesia. Cierto día llegó un salesiano a las escuelas públicas. Era la primera vez que oía de Don Bosco y de los salesianos. A saber por qué, desde ese instante, en vez de querer ser escultor, quería ser sacerdote. Cuando comenté en casa mis intenciones, nadie se opuso. Como mi familia era pobre, un tío sacó del arca de sus ahorros todo su dinero para mis necesidades. Así fue el inicio. Después, lo apasionante de la aventura, a pesar de debilidades y pobrezas personales, es experimentar que el sueño de los nueve años de don Bosco continúa en los sueños de los salesianos. Y que, ante tantos niños, adolescentes y pobres abandonados, ya no se puede dejar de soñar. Porque sólo los sueños que se tiene en coraje de soñar se hacen realidad.

P. Conrado Cordoni

Con 93 años de vida, este venerable anciano conversa con una lucidez mental envidiable. Recuerda con facilidad el trayecto de su larga vida. Guarda un cariño especial para su pueblo natal, Lucca, en Italia. Pero es a su propia familia que envuelve en el afecto nostálgico: su padre y su madre, a quienes califica de santos, y su hermano y hermana. A muy temprana edad, como se estilaba entonces, ingresó al mundo salesiano. Tenía apenas 12 años. Primero Penango, después Villa Moglia fueron las etapas iniciales de su proceso de familiarización con Don Bosco. Optó por la vida misionera. A la edad de 18 años ya estaba tocando tierras

Misionero desde los 18 años BSCAM

75 años de vida consagrada salesiana

centroamericanas, donde habría de pasar el resto de su vida. Todos los países de Centro América conocieron de sus fatigas, con la excepción de Costa Rica. Alternó su servicio salesiano casi exclusivamente en las responsabilidades de administrador y director. Los doce años de trabajo misionero en Carchá, Guatemala, los rememora con nostalgia. Vivió de lejos las duras consecuencias de la segunda guerra mundial. Sobre todo, por la imposibilidad durante

muchos años de regresar a visitar su familia. Su corazón de educador despierta al recordar los tantos años trabajando con niños. Desde hace 22 años vive en la comunidad salesiana de la Parroquia Divina Providencia, en Guatemala. Ligeramente encorvado, camina con bastante seguridad por los corredores de la casa parroquial, una figura silenciosa rumiando recuerdos, envuelto en la paz de su ancianidad. BS Don Bosco en Centroamérica

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BSCAM

TEMA

Si volviera a empezar, tomaría el mismo camino.

Pedro Chico, coadjutor salesiano D

esde la altura de mis 55 años de edad recuerdo aquel lejano día en que un superior salesiano me dijo: Alista tus cosas, que los Salesianos te esperan en Astudillo. Fue así como dejé mi familia y empecé la gran aventura de mi vida. Astudillo, Cambados, Urnieta, Zaragoza fueron diversas etapas de mi formación salesiana en mi tierra natal, España. Eran ambientes de esfuerzo, trabajo, relación calurosa con los salesianos, amistad con los alumnos. Los salesianos me cautivaron por su alegría, entusiasmo, familiaridad y humildad. Terminados mis años de estudio, comenzó el período de formación en

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BS Don Bosco en Centroamérica

el trabajo en centros de educación técnica: España, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Honduras. Aprendí a conjugar vida comunitaria y vida activa. Me entregué a los jóvenes de diversas culturas, ambientes, edades. Eso me ayudó a fortalecerme en mi vocación salesiana. En mi período de formación a la vida religiosa me sentí atraído por la figura del coadjutor salesiano. Lo veía más cercano y su testimonio de vida caló profundo en mí. Entonces opté por ser coadjutor. Algunos salesianos españoles que trabajaban en América nos narraban con entusiasmo sus vivencias, retos y aventuras misioneras. Me conta-

giaron. A los 25 años pedí trabajar en América y me ofrecieron Bolivia. Después pasé a Centro América, donde llevo 24 años sirviendo como educador para el trabajo. Son ya 45 años de vivir como religiosa salesiano laico. Ha valido la pena. Si volviera a empezar, tomaría el mismo camino. Ahora trabajo con 400 muchachos y muchachas en Tegucigalpa, Honduras. Son jóvenes atenazados por la pobreza, que encuentran en nuestro centro una oportunidad preciosa para crecer como buenos cristianos y honrados ciudadanos.


Salesianos

BSCAM

Un clima adecuado me llevó a pedir ser aceptado en el noviciado salesiano

De pastor de ovejas a Pastor de la grey de Cristo Miguel Giorgio «Padre, ¿cómo le hace?» me preguntan los jóvenes cuando me ven silbar apoyando dos dedos sobre la lengua. “Es que yo fui pastorcito de ovejas, vacas, cerdos, patos, etc. Hasta los 12 años” Y les cuento mis aventuras. A veces me extraño yo mismo: ¿Cómo fue posible salir de la finca de mis abuelos, para la viña del Señor? Misterios de Dios Un párroco ex salesiano llegó a mi pueblo, que tenía 3500 habitantes y estaba a poco más de mil metros de altura. Yo tenía ocho años. Ese fue el anzuelo que Don Bosco utilizó para pescarme. El nuevo párroco cambió el rostro del pueblo, le dio un rostro juvenil. En una novena de Navidad, don Teodosio, así se llamaba el párroco, nos dijo a cuatro niños de ocho años,

atraídos por los cantos navideños, que nos quería cerca de él como monaguillos. Nos dio unos manteles blancos del altar, de los que salieron los roquetes, y una tela negra para las sotanas.

que jugaban con nosotros, coloquios con el Director, paseos a los lugares donde vivió Don Bosco, todo eso creó el clima adecuado que me llevó a pedir ser aceptado en el noviciado salesiano.

Fui monaguillo hasta los 12 años. Terminada la primaria, nuestro párroco nos propuso a seis niños ir a estudiar la secundaria a un internado, llamado aspirantado salesiano, pagando una cuota mínima. Nos gustó la idea y él mismo nos acompañó en tren hasta Turín, 800 kms lejos de nuestras casas. Yo era el más pequeño de todos, medía1.22 metros de estatura.

Las fiestas de la Virgen María fueron fundamentales para mi opción salesiana. Eran una experiencia única de porfía entre todos para amarla. Esto me habilitó para la opción de ser salesiano.

¿Por qué me hice salesiano? Las actividades del internado: fiestas con ricos almuerzos, banda musical, coros, las Compañías (grupos juveniles inventados por Don Bosco), juegos, misas cantadas, paseos, vacaciones en los Alpes, seriedad de los estudios, misa diaria, salesianos

¿Por qué me hice salesiano? La presentación del carisma de Don Bosco, el panorama de una Congregación floreciente, la visita de misioneros salesianos que nos relataban los problemas de la juventud del mundo me ayudó a desembocar en el proyecto salesiano. Cristo quería que muchos jóvenes y adultos pudieran por mi medio descubrir el tesoro de la vida vivida para los demás, con los demás y en el redil del Buen Pastor. BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA

Luis Alberto Jinesta

Cincuenta años de profesión religiosa salesiana Su trabajo pastoral en el Colegio Don Bosco, de Guatemala, le permitió iniciar los vía crucis vivientes con la participación de los centenares de alumnos de primaria. Esta escenificación masiva de la pasión del Señor aún pervive en dicho colegio y ha prendido en otras obras educativas de Centro América.

Una espesa barba blanca, crecida a su antojo, apenas permite ver unos ojos soñadores, que se repliegan en sueños de misionero. Lleva en su haber 15 años de trabajo pastoral con los indios mixes del sur de México. Africa fue también parte de su sueño misionero. Pero las enfermedades tropicales del continente negro golpearon severamente su grácil cuerpo, tronchando prematuramente su intento misionero. De la vida salesiana aprecia sobre todo el espíritu de alegría y la apertura a la gente en un ambiente familiar. Siente nostalgia por sus experiencias apostólicas tempranas en ambientes escolares en Panamá y Costa Rica,

Su opción por la vida salesiana se la debe a una Hija de María Auxiliadora, que lo animó hacia el sacerdocio. cuando era todavía un joven salesiano en formación. Se estrenó como sacerdote en Panamá, donde se dejó contagiar por la viveza y multitudinaria devoción a Don Bosco que allá reina.

Desde pequeño servía como monaguillo en la iglesia La Merced, de San José, Costa Rica. Nació en ese país en 1935. Ahora celebra agradecido cincuenta años de vida salesiana, ocasión que lo lleva a elevar un himno de alabanza al Señor.

José Luis Ruiz Esperidón

Entre óptimos hermanos El 16 de agosto estaré cumpliendo los cincuenta años de profesión religiosa en la Congregación salesiana. También lo estaría mi hermano Francisco fallecido en Cádiz. España, en 1962. Es una gracia de Dios esta fecha que no puedo pasar por alto, pues siento el vivo y sincero deseo de dar gracias a Dios, a María Auxiliadora y a D. Bosco, por esta vocación salesiana y misionera, inmerecida de mi parte. En ocasiones como ésta, lo primero que brota espontáneo en mi persona es un sentimiento de profunda gratitud a nuestro Dios viviente, a María Auxiliadora y a Don Bosco por sus bendiciones y constante ayuda en estos cincuenta años, transcurridos como Salesiano, en las hospitalarias tierras de Centro América.

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BS Don Bosco en Centroamérica

Un segundo sentimiento que me acompaña es igualmente de gratitud a Salesianos que han dejado huella de ejemplar y santa vida salesiana en mi vida en la casa de Don Bosco: P. Felicísimo Aparicio, Padre Maestro en el Noviciado; P. Miguel Tardivo, Director en el Post-Noviciado; P. Armando Peruzzo, Director en el Teologado; P. Aldo Fantozzi, Director en el Testaccio (Roma). Entre los óptimos hermanos en Centro América que han dejado impreso en mí el amor por la vida salesiana y los jóvenes, recuerdo también al P. Carlos Nielsen por su ejemplar vida salesiana y su sacrificado amor a los jóvenes, lo que me dejó una impresión permanente. Finalmente, este grato aniversario de profesión religiosa ha suscitado

en mi una profunda gratitud a Dios, quien, en su Providencia divina, me ha ayudado y ayuda en el trabajo pastoral con niños, adolescentes y jóvenes pobres y necesitados y con personas de clases populares, que han ocupado y ocupan la mayor parte de mi trabajo pastoral salesiano. En mi labor oratoriana en El Salvador, Nicaragua y Guatemala siempre he encontrado personas generosas y sacrificadas que me han brindado su ayuda para atender a este sector tan necesitado y «corazón de la genuina misión salesiana».


Salesianos

Alvaro Bolaños

No supo descansar ni cuidar de sí Nació en la navidad de 1936 de padre salvadoreño y madre guatemalteca. Desde el cuarto grado de primaria comenzó su relación fecunda con Don Bosco, al ser inscrito en el colegio San José, de Santa Ana, El Salvador. Fue su papá quien le propuso ser salesiano, pero el niño recién egresado de primaria, contestó con un rotundo no. A los 15 años, sin consultar con sus padres, se presentó al seminario salesiano, que entonces existía en Santa Ana. Estas decisiones tempranas reflejan el estilo de vida de este salesiano que se movió a base de intuiciones muy propias y con tenacidad e independencia en sus aventuras apostólicas.

Guatemala, El Salvador y Nicaragua han sido los escenarios en que ha desplegado su tenaz vida apostólica. Pero fue Guatemala la que absorbió sus mejores energías. Los últimos años de su vida apostólica transcurrieron en el entonces lejano Chisec, al norte de Guatemala, donde el sol despiadado, las nubes de zancudos y una pobreza extrema agobian al más templado. Allí reina un clima tropical violento, con sequías enervantes y aguaceros torrenciales que desaniman a quien no está habituado a tales extremos.

Ahora se encuentra afectado por el mal de Parkinson y limitado en su capacidad de trabajo. Pero sigue entregando lo mejor de sí en el servicio escondido de confesor de jóvenes salesianos en formación.

El P. Alvaro Bolaños no supo descansar ni medir fuerzas. Y así consumió sus energías en una entrega pastoral que otros juzgaban descabellada.

Celebra los cincuenta años como salesiano confiado en la promesa de Don Bosco: En la casa salesiana tendrán pan, trabajo y paraíso.

Alabo al Señor con toda mi alma y canto sus maravillas En ti me alegraré y regocijaré, cantaré tu nombre, Altísimo

BSCAM

Salmo 9

BS Don Bosco en Centroamérica

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MEDITACIÓN

Otra plaga de la familia:

El exceso de licor Hugo Estrada

El taxista que me llevaba al aeropuerto de Bogotá, al pasar por un edificio de muchos pisos, me dijo: «Allí tengo mis acciones». Me quedé sorprendido, pues veía que el chofer era muy pobre. El taxista se sonrió y me dijo: «Es la licorera más importante del país; allí va a parar el dinero de la mayoría de este país». Una gran verdad me estaba diciendo aquel chofer con su broma. El licor es una de las grandes plagas de nuestros

LL

En la actualidad, nadie desconoce lo terrible que es el licor.

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MEDITACIÓN países. Cada familia tiene su historia negra con respecto al licor. Son muchos los hogares que se desmoronan cada día debido al alcoholismo. La Biblia narra el caso de un buen hombre, Noé, que después del diluvio encontró unas uvas; le gustó en demasía su jugo; bebió y bebió hasta que se emborrachó y dio un pésimo espectáculo ante su familia. Noé lo hizo inocentemente. Desconocía los fatales efectos del licor. En la actualidad, nadie desconoce lo terrible que es el licor. Estamos acostumbrados a ver, con horror, cómo cambia la personalidad de los individuos bajo el efecto del licor. Se embrutecen. Insultan. Golpean a los seres más inocentes. Atropellan. Se animalizan. Sería conveniente que a los borrachos se les tomara un «video» y se les mostrara después para que se pudieran contemplar «animalizados». Son muchas las esposas mártires que esconden su triste historia de golpes, de injusticias, de pobreza, a causa del maldito licor. Abundan los hijos, que han quedado traumados para toda la vida por los excesos de licor del papá o de la mamá. De allí vienen su ansiedad, inseguridad, miedos, terrores. ¡Y pensar que muchos de esos hijos, al no poder resolver más tarde sus traumas, terminarán por seguir las huellas del papá alcohólico! Después de la Navidad, llegó un señor llorando; durante la fiesta se había emborrachado y había armado un escándalo en su familia. Estaba avergonzado. Le dije: «Con llorar no se arregla nada; usted necesita demostrar con los hechos a su familia que está arrepentido y que no va a repetirse lo de la noche de Navidad». El Señor tiene indicaciones muy concretas para casos críticos de la vida. Dice el Jesús: «Si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que pierdas una sola

parte de tu cuerpo, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno» (Mt 5, 29). En ciertas ocasiones especiales, el Señor nos exige tomar medidas drásticas. A algunos, que tienen propensión al alcoholismo, el Señor les exige

que ni siquiera huelan el licor. Mientras no se decidan a tomar esa medida «radical». estarán demostrando que no se han convertido; que no están haciendo la voluntad de Dios. Si alguien continúa emborrachándose, no se puede llamar cristiano, seguidor de Jesús. Si no ha cortado con el vicio del alcoholismo, es señal de que su conversión es «ficticia»; el que de veras ha «nacido de nuevo», no puede estar reincidiendo continuamente en borracheras.

el Señor le preguntó: «¿Quieres ser curado?» (Jn 5, 6). Parecía una pregunta sin sentido; se suponía que aquel paralítico estaba allí porque deseaba su curación. La pregunta de Jesús tiene mucho sentido. Muchos enfermos, en el fondo de su subconsciencia, no quieren ser curados; tienen miedo de ser libres; tienen temor de afrontar su nueva situación de gente sana. A muchos enfermos de alcoholismo habría que preguntarles si, de verdad, quieren ser curados. Muchos están aferrados a su botella, que les ayuda a atontarse para no ver su realidad indeseable. Con gozo he podido constatar cómo, cuando una persona se convierte de veras y se entrega al Señor, su problema de alcoholismo se esfuma inmediatamente. San Pablo decía: «No se emborrachen con vino, sino llénense del Espíritu Santo» (Ef 5, 18). El que está lleno del Espíritu Santo, tendrá la fuerza suficiente para resistir la mala inclinación hacia el licor. El que tiene el gozo del Espíritu, no tendrá que buscar el gozo artificial en el fondo de una botella.

Si alguien ama a su familia, si no quiere convertir a su esposa e hijos en mártires de su alcoholismo, debe en primer lugar llenarse del Espíritu Es una vergüenza Santo, que le propara nuestra Iglesia del poder de Es una inconsecuencia veerá que muchas fiestas lo alto para hacer llamarse cristianos, patronales degenefrente a la tentaren en excesos de del licor; luego y no poder celebrar ción licor, en escándalos. debe tomar la firEs una inconsecuen- una sencilla fiesta fami- me determinación cia llamarse cristiani siquiera oler liar sin que haya borra- de nos, y no poder ceel licor, pues el Sechos y liviandades, lebrar una sencilla ñor le pide que le fiesta familiar sin entregue ese ídolo que haya borrachos y liviandades, que lo está fascinando. Mientras el propias de personas sin Dios, y no de que tiene el problema con el licor no familias que se llaman cristianas. haya tomado estas determinaciones drásticas, continuará siendo zaranAl enfermo, que se encontraba pa- deado por el licor y no dejará de ser ralítico junto a la piscina de Betesda, un verdugo para su familia. BS Don Bosco en Centroamérica

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Tomado de Zenit

El corrosivo avance de la pornografía Los últimos estudios están confirmando la antigua preocupación sobre la influencia corrupta de la pornografía. En los últimos años, muchos observadores seculares han rechazado las restricciones sobre el contenido sexual de los medios. Pero la inundación de pornografía a través de internet está llevando a un cambio de postura.

ÉTICA

En un mundo conectado, los niños y el matrimonio en riesgo

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Se sabe poco sobre los efectos de los medios en el comportamiento sexual adolescente, sobre todo por la falta de investigación sobre el tema. No hay dudas, sin embargo, de que los jóvenes están inmersos, con frecuencia sin supervisión paterna, en una cultura mediática en la que abunda cada vez más el contenido sexual gráfico. Puede que no sea una coincidencia, por tanto, que cada año en Estados Unidos cerca de 900.000 adolescentes se queden embarazadas y la tasa de enfermedades de transmisión sexual sea más alta entre los adolescentes que entre los adultos. Los riesgos no terminan aquí. Los datos sugieren que los adolescentes sexualmente activos tienen un riesgo más alto de depresión y suicidio. Experiencias sexuales tempranas entre los adolescentes también se asocian con otros comportamientos dañinos para la salud, como el alcohol, la marihuana y otro consumo de drogas. En cuanto a Internet, el reportaje observaba que una encuesta nacional a chicos y chicas de entre 10 y 17 años encontró que uno de cada cinco había «encontrado de forma inadvertida contenido sexual explícito, y uno de cada cinco se había expuesto a solicitaciones sexuales mientras estaba conectado.

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La exposición a la pornografía, especialmente de naturaleza extrema o violenta, tiende a reforzar el comportamiento agresivo y lleva a los espectadores a imitar lo que ven. Hay una correlación de modesta a fuerte entre la exposición a la pornografía y la actividad desviada de los individuos. La pornografía distorsiona el desarrollo sexual de niños y adolescentes. La pornografía no sólo no da una adecuada visión de la sexualidad humana, sino que también deshumaniza a las mujeres. El consumo de pornografía se asocia con seis tendencias, entre otras: - aumento de las tensiones maritales, y riesgo de separación y divorcio; - descenso de la intimidad marital y de la satisfacción sexual; - infidelidad; - apetito en aumento de formas más gráficas de pornografía y actividad sexual asociada con prácticas abusi-

vas, ilegales e inseguras; - devaluación de la monogamia, el matrimonio y la crianza de los hijos; - un creciente número de personas debatiéndose con un comportamiento sexual compulsivo y adictivo. Aunque la pornografía de internet se consume normalmente por un miembro de la casa de forma solitaria, el impacto del material sexualmente explícito se siente en toda la familia, y en la comunidad en general. El Catecismo de la Iglesia Católica advierte contra la pornografía. El No. 2.354 observaba que no sólo ofende la castidad, sino que también atenta contra la dignidad de las personas al convertirlas en objeto de placer. Además, «introduce a unos y a otros en la ilusión de un mundo ficticio». Ficticio o no, su impacto causa cada vez más daños.


SANTIDAD

Don Miguel Rúa Lo hizo todo a medias con Don Bosco En la primera mitad del siglo XIX, al norte de Turín, no muy lejos de los prados de Valdocco, se levantaba solitaria la Real Fábrica de Armas del Piamonte. Allí, el 9 de junio de 1837 nació Miguel Rúa, hijo de Juan Rúa empleado de la Fábrica, y de Juana Ferrero. Tenía poco más de siete años Miguel, cuando un día observó en el cuello de un compañero suyo una flamante corbata. - ¿Dónde te la has comprado? - La he ganado en la lotería del Oratorio. - ¿Qué Oratorio es ese? - ¡El Oratorio de Don Bosco en el Refugio! Al domingo siguiente, Miguel corrió al Refugio (la obra de caridad de la marquesa de Barolo), y vio una extensión de terreno alargado en donde muchos jóvenes se divertían rodeando a un joven sacerdote. Aquel sacerdote se acercó también a él, le puso la mano sobre la cabeza y le dijo algunas buenas palabras que ¨ le llegaron al corazón ¨. Eran los años del oratorio emigrante, de un hospital a unos molinos, de un cementerio a un prado. Los turineses miraban a aquel sacerdote rodeado por tanto alboroto y sacudían la cabeza. Un día el director de la fábrica preguntó a Miguel: -¿Vas aún al oratorio de Don Bosco? - Algunas veces. - Pobre Don Bosco...¿No lo sabes? Se ha vuelto loco...

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En aquel tiempo, Miguel comenzó a frecuentar las escuelas elementales en Porta Palazzo, que habían sido confiadas por el Ayuntamiento a los hermanos de las Escuelas Cristianas. Don Bosco se dirigía con frecuencia allí a confesar, predicar y también a dar clase de catecismo. Los jóvenes, apenas lo veían, le rodeaban. A

Miguel no le iba eso de meterse en apretujones ni empujar para abrirse paso, pero de lejos sonreía a Don Bosco, y se sentía lleno de alegría cuando Don Bosco lo miraba y a su vez le sonreía. A los nueve años (huérfano ya de padre) fue admitido a la primera


SANTIDAD

Miguel dejó su casa y entró definitivamente en el oratorio el 22 de septiembre. Tenía quince años. comunión. Se manifestaba como un muchachito piadoso, serio y diligente, y los hermanos esperaban que llegara a ser de los suyos. Al ir y volver de la escuela, Miguel se encontraba alguna vez con Don Bosco. Le corría al encuentro con alegría, le besaba la mano (como se acostumbraba entonces con los sacerdotes) y le preguntaba: -¿Me quiere dar una estampa? Don Bosco, como si no hubiese oído nada, le ponía en la cabeza su bonete de sacerdote, le presentaba la palma de la mano izquierda, y con la derecha hacía un gesto como de cortarla por la mitad: - ¡Toma, Miguelito, toma! Miguelito quedaba desconcertado. Estrechaba aquella mano y pensaba: -¿Qué me querrá decir? Al final de las clases elementales, Don Bosco le preguntó: - ¿Te gustaría ser sacerdote? - Mucho. - Pues bien, prepárate a estudiar latín. Lo inscribió en la escuela privada del profesor Bonzanino para los tres años del bachillerato inferior. Luego en la de Don Mateo Picco para el bachillerato superior. Miguel continuaba viviendo con su madre y hermanos. Sólo iba al Oratorio cada día por la tarde, y los domingos. Los domingos Don Bosco lo mandaba a ayudar al clérigo Ascanio Savio (el primer clérigo formado en el oratorio) al Oratorio de San Luis, en Porta Nuova.

En septiembre de 1852, lo mandó a Don Cafasso (el gran consejero espiritual de Turín) para consultarle sobre su vocación. Después de haber recibido un parecer del todo positivo, Miguel dejó su casa y entró definitivamente en el oratorio el 22 de septiembre. Tenía quince años. Al día siguiente, junto con Don Bosco, Mamá Margarita y 26 compañeros, partió a pie hacia los Becchi de Castelnuovo. Iba a pasar algunos días de vacaciones, y a recibir la sotana de los clérigos. Allí fue, el 3 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario, donde Miguel recibió el hábito clerical de manos de Don Cinzano, párroco de Castelnuovo. Durante la comida, le oyó a este decir a Don Bosco: ¨ Cuando aún eras clérigo me decías: yo tendré clérigos, sacerdotes, jóvenes estudiantes y jóvenes obreros, una banda de música y una hermosa iglesia. Y yo te respondía que tú estabas loco. ¡Ahora, en cambio veo que sabías perfectamente lo que decías!

Vuelto al Oratorio, Miguel preguntó a Don Bosco: - ¿Se acuerda de nuestros primeros encuentros, cuando iba a clase con los Hermanos? Yo le pedía una estampa, y usted me hacía la señal de querer darme la mitad de la mano. ¿Qué quería decirme? - Ya deberías haberlo comprendido -le dijo Don Bosco serio- Quería decir que contigo lo haríamos todo a medias. En 1856 Don Bosco hizo una votación entre los centenares de alumnos de su Oratoria de Turín (en el cual había muchos internos). Las preguntas eran estas: 1ª. ¿Cuál es el más santo y piadoso de los oratorianos? 2ª. ¿Cuál es el más simpático y buen compañero de todo el Oratorio? La segunda pregunta la ganó Domingo Savio. La primera la ganó por amplia votación el joven Rúa. La votación de aquellos jóvenes resultó ser muy acertada pues ambos llegaron a ser formalmente reconocidos por la Iglesia por su santidad. BS Don Bosco en Centroamérica

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NOTICIAS FAMILIA

Ley de paternidad responsable en Costa Rica Luis Corral

Por muchos años la sociedad costarricense contempló impasible cómo un alto porcentaje de los niños que nacían no contaba con un padre declarado y, en consecuencia, no recibía el apoyo de su progenitor para su sustento y adecuado desarrollo, ni -menos aún- su cariño, lo cual a su vez limitaba sus oportunidades de superación personal y acrecentaba los problemas de pobreza, al punto que en el 20% más pobre de los hogares era donde se concentraba el mayor porcentaje de mujeresmadres encargadas, sin ayuda, de la manutención.

EDH

La Ley de paternidad Responsable, que entró en vigencia en el año 2001, representó una gran protección para el tejido social del país al restituir a miles de niñas y niños su derecho a contar con un padre, tras décadas de serles negado en la práctica.

Esto privaba del apoyo para su sustento a la gran mayoría de los niños, en particular cuando las madres eran de escasos recursos económicos.

Confiesa el ex-presidente Rodríguez que, cuando propuso esta ley por primera vez, algunos de sus partidarios El problema se agravaba año con lo desaconsejaron: era un tema muy año. Así, mientras en 1990 dos déci- espinoso, que asustaba a los votantes masculinos, a mos de los nacimienEn el año 2001 se quienes no se les detos eran de padre no declarado, una déca- quintuplicaron las so- bía predicar ni exigir responsabilidades da después la tasa licitudes de investiga- en esta materia. era de tres décimos de los nacimientos, ción de paternidad, Se trata de un tema es decir un incremento del cincuenta como resultado de la sobre el que no hay por ciento en la tasa confianza en la capaci- una conciencia generalizada, ni siquieen solo una década. dad resolutiva aporta- ra entre la mujeLos procedimientos da por la nueva ley, res. Quizá por eso el proyecto no logró para el reconocimiento de paternidad eran engo- acuerdo legislativo en un primer inrrosos, lentos y caros, lo cual gene- tento. raba pocas denuncias.

Lorena, esposa del Presidente Miguel Ángel Rodríguez, contempló este problema como parte de las prioridades del trabajo que desarrolló como Primara Dama. Así que volvieron a la carga, creando una comisión interinstitucional, tras varios meses de consulta y análisis. Se logró así formular una propuesta muy superior a la primera, y el 3 de agosto de 2000 enviaron a la Asamblea Legislativa el proyecto de Ley de Paternidad Responsable, que entró en vigencia en mayo del año 2001. La ley establece un sistema sencillo pero altamente efectivo para garantizar el derecho de las niñas y niños a saber quién es su padre y a contar con su apoyo y protección en su proceso de desarrollo. Así, la madre de una niña o niño nacido fuera de matrimonio y que no es voluntariamente reconocido por su padre, tiene la potestad de BS Don Bosco en Centroamérica

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FAMILIA NOTICIAS indicar administrativamente quién es el presunto padre, al cual se le notifica esa declaración y se le brindan diez días hábiles para aceptarla o rechazarla. Si la acepta, se inscribe al bebé con los apellidos de ambos progenitores y el padre queda obligado a contribuir a su manutención. Si la rechaza, el presunto progenitor debe someterse a una prueba de marcadores genéticos -ADN-, que determinará si es o no el padre. En caso de resultado positivo o si el presunto padre se niega a realizarse la prueba, se inscribe a la criatura con el apellido del padre y de la madre, y aquel queda obligado a pagar la pensión alimenticia, así como parte de los gastos de la madre durante el embarazo, la maternidad y la alimentación del bebé durante el primer año de vida.

En el corto plazo, como resultado de Los efectos positivos de la ley para la Ley de Paternidad Responsable, garantizar el apoyo de los padres a todos los niños y niñas nacidos en sus hijos e hijas, tardaron muy poco Costa Rica verán satisfecho su derecho a saber quién en notarse, pues en Más de ocho de cada es su padre y a reel año 2001 se quintuplicaron las solici- diez padres (84.6% de cibir el apoyo económico de ambos tudes de investigalos casos notificados) progenitores a fin ción de paternidad, garantizar su como resultado de aceptaron sin más trá- de desarrollo y crela confianza en la mites la declaración de cimiento integral, capacidad resolutiva la vez que se aportada por la nuepaternidad y, en con- alogrará disminuir va ley, y más de ocho secuencia, quedaron sensiblemente la de cada diez padres (84.6% de los casos obligados a ayudar en la cantidad y duración de los procenotificados) aceptamanutención. sos judiciales de ron sin más trámiinvestigación de tes la declaración de paternidad y, en consecuencia, paternidad, garantizando una efecquedaron obligados a ayudar en la tiva protección de los derechos de la niñez. manutención.

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Los exámenes respectivos son gratuitos y cubiertos por el Estado, y el padre que no haya utilizado los mecanismos probatorios que se le ofrecieron en este procedimiento administrativo puede recurrir a los tribunales de justicia, pero mientras tanto deberá contribuir a la manutención de la niña o el niño.

Pero su consecuencia más importante se verá en el mediano plazo, puesto que la ley inevitablemente generará un mayor sentido de responsabilidad de los hombres y de la sociedad en general en torno a la paternidad, tanto para tomar la decisión de si se tienen hijos o no, como para asumir plenamente la atención y crianza de los niños como una responsabilidad compartida entre hombres y mujeres. Esto redundará en un fortalecimiento de la familia como base esencial de la sociedad, creará una nueva cultura de responsabilidad por los actos propios e impactará favorablemente sobre múltiples aspectos de la vida en sociedad.


PRESENCIA SALESIANA NOTICIAS

Un Centro providencial El Centro Profesional Don Bosco, oportunidad para jóvenes sin futuro ¨Si no hubiera conocido a los salesianos, ya estaría muerto, afirma Daniel Julajú, ahora de 21 años, casado, padre de una niña y con trabajo estable.

La situación de Daniel era totalmente distinta cuando llegó a los talleres salesianos de la Parroquia Divina Providencia. Entonces era un niño rebelde y arrogante, desobediente, capaz de mil diabluras y que estuvo al borde de ser expulsado. Lo ganó el paciente cariño del equipo salesiano que dirige estos providenciales talleres. Bajo la dirección de los cooperadores salesianos y el apoyo económico de los exalumnos de Don Bosco y de la parroquia salesiana, este providencial centro es el ambiente que marca la diferencia entre un muchacho sin oportunidades y en alto riesgo, y un muchacho con un futuro abierto y una razón para vivir. Ciento sesenta y cuatro jóvenes acuden cada día desde los pueblos cer-

BSCAM

Daniel interpretó el hecho como una muestra de la protección especial de Don Bosco hacia él. Ahora le guarda un cariño total al santo de los jóvenes, no obstante que profesa la religión mormona.

BSCAM

BSCAM

Daniel pertenecía a una pandilla juvenil. Un día, mientras estudiaba en los talleres salesianos de la Parroquia Divina Providencia (Guatemala), salió a compartir con sus viejos amigos. A un cierto momento se apartó del grupo para comprar alguna golosina. Fue entonces que, desde un vehículo en marcha, alguien roció de balas al grupo de pandilleros, dejando muertos a todos.

canos para recibir entrenamiento básico en diversos oficios: carpintería, soldadura industrial, torno industrial, electricidad domiciliar, reparación y mantenimiento de computadoras. La sinergia entre salesianos, cooperadores y exalumnos está generando nueva vitalidad a este centro, que lleva varios años de existir, pero que estrena una nueva modalidad. Los exalumnos asumen la responsabilidad económica, los cooperadores la dirección técnica y los salesianos el respaldo moral. El gobierno apoya este centro salesiano certificando los cursos impartidos. Está además dispuesto a ampliar la colaboración mediante otros beneficios de carácter técnico.

Además de adquirir habilidades técnicas, los jóvenes reciben asistencia médica de parte de exalumnos salesianos. Al terminar su cualificación en el centro, son ayudados a insertarse en el mercado laboral en condiciones dignas. Muchos de los jóvenes egresados son contratados por exalumnos empresarios. A la par de la instrucción técnica, los jóvenes son motivados a crecer en valores morales en un ambiente cálido en espiritualidad salesiana. El resultado es tal que muchos de ellos participan en experiencias misioneras en lugares apartados del país tanto en cuaresma como al final del año.

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NOTICIAS

Primer sacerdote de Chisec El 4 de febrero de 2006 se celebró la ordenación sacerdotal de Marcos Solomán en la ciudad de Guatemala. Marcos creció en la aldea Tierra Linda, en Chisec, Alta Verapaz, Guatemala, donde los salesianos animan la pastoral indígena. En Chisec celebró su primera misa el 12 de febrero, con una extraordinaria afluencia de feligreses de las etnias qeqchí, achí y ladina.

El día 18 celebró la misa en Tierra Linda. La misa inició con la bendición solemne del nuevo sacerdote por parte de sus padres. El nuevo sacerdote nació en 1970 en Cimientos Calá, Cubulco, Baja Verapaz. Ingresó al Centro Don Bosco, de Raxruhá, donde completó sus estudios de primaria, secundaria y magisterio. Ingresó a la congregación misionera de la Divina Redención (paulinos). Su

formación sacerdotal la realizó en Medellín y Roma.

Geografía Salesiana Hospet Karnataka, India

Escuelas en las minas La presencia salesiana comenzó en 1982 con actividades pastorales. El programa de formación profesional tuvo su inicio en 1989. En respuesta a las necesidades de la vecindad, el Centro de Acción Social tomó forma y se convirtió en un referente de la actividad de la comunidad. Se expandió hacia toda la comunidad de la aldea con programas para mujeres, grupos de juventud y niños trabajadores. El trabajo infantil en las minas se ha convertido en una impactante realidad en Hospet, Bellary y Sandur Taluks, en Karnataka, India. Diversos estudios publicados, han revelado la existencia de más de cien mil niños empleados en actividades mineras, sólo en el distrito de Bellary. La zona de actividad se expande a una distancia de 80 kilómetros entre Bellary y Sandur. Estos niños forman parte de las tantas familias emigrantes de poblados lejanos o cercanos, en busca de trabajo. La pobreza de las aldeas,

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debida o a la sequedad o al exceso de lluvia, ha sido la causa de la emigración. Gran parte de esta actividad minera es una actividad ilegal en la selva o en tierras agrícolas ocupadas o arrendadas. Se ha conseguido la interacción entre las diversas ONGs en la zona de Hospet para llegar a estrategias y planes de acción y todas han acordado emprender actividades en sus propias áreas de acción. Don Bosco Hospet ha puesto manos a la obra creando unos cuantos campos en localidades en que residen familias enteras. Se han instalado seis tiendas provisionales con bambúes y láminas de plástico para proteger a los niños del sol y de la lluvia. Esto hace de escuela y de entrada. Ofrece protección en un espacio abierto a los niños de familias que han emigrado a la zona. Hay una pequeña pizarra y una caja con el material didáctico esencial. Los niños guardan su equipo didáctico, como pizarritas, lápices, tiza, y libritos a la sombra, una vez que la clase termina. Hay también juguetes para reconstruir. Un equipo de personas es responsable de mantener contacto con los niños en sus lugares de trabajo, llevándolos a las escuelas del campamento, y relacionándose con

las familias. Al principio, la respuesta se hizo esperar pero, actualmente, hay unos 500 niños que asisten a estas clases. Se ha presionado al Departamento de Educación, a fin de proveer almuerzos para los chavales de estas escuelas. Esto es una manera de reconocer el problema y, a la vez, un estímulo a la acción en su favor. Fundados en acuerdos regulares, existen campamentos sanitarios para la población afectada por la actividad minera. Se busca personal sanitario, médicos y enfermeras, como asistentes del programa. Los campamentos están gestionados en cada zona a intervalos regulares, de manera que la gente tenga acceso inmediato a cuidados médicos. Mientras se orienta la cuestión y se asisten a los niños localmente en la medida de las posibilidades, se trabaja en red con otras ONGs para presionar al gobierno a dar una respuesta. El plan es continuar la intervención a favor de la rehabilitación con escuelas puente a nivel local. Al mismo tiempo se quiere ponerse en red con otros para crear conciencia y presión en el gobierno.


CONOCIENDO A DON BOSCO

Así comenzó formalmente la congregación salesiana El 8 de diciembre de 1859 se celebró solemnemente en el Oratorio la fiesta de la Inmaculada Concepción, y aquella noche anunció Don Bosco en público que al día siguiente, viernes, tendría una conferencia especial en su habitación después de que los muchachos se fueran a descansar. Los que debían asistir a ella entendieron la invitación. Los sacerdotes, clérigos y seglares, que cooperaban con Don Bosco en sus trabajos en el Oratorio y estaban al tanto de los secretos del Padre, presentían que aquella reunión iba a ser importante. Así pues, el 9 de diciembre se reunieron. Después de invocar con las oraciones de costumbre las luces del Espíritu Santo y la asistencia de María Santísima, recordó Don Bosco brevemente lo expuesto en las conferencias anteriores y a continuación describió qué era una congregación religiosa, su belleza, el honor inmortal de quien se consagra enteramente a Dios, la facilidad de salvar la propia alma, el inestimable cúmulo de méritos que se pueden alcanzar con la obediencia, la gloria imperecedera y la doble corona, reservada al religioso en el paraíso. Después, visiblemente conmovido, anunció que había llegado la hora de dar forma a la Congregación, que desde mucho tiempo atrás meditaba instituir y había sido el objeto principal de todos sus afanes; Pío IX le había animado y alabado; que ya existía con la observancia de los reglamentos tradicionales, aun cuando no habían sido declarados todavía obligatorios en conciencia; y que a ella pertenecían ya la mayoría de ellos, al menos en espíritu, y algunos por promesa o voto temporal. Añadió que en aquella Congregación sólo serían

inscritos los que, después de madura reflexión, tuviesen intención de emitir a su tiempo los votos de castidad, pobreza y obediencia. Concluyó diciendo que había llegado el momento para todos los que asistían a sus conferencias de declarar si querían o no inscribirse en la Pía Sociedad, que tomaría, o mejor conservaría, el nombre de San Francisco de Sales. Rogaba a los que no tuvieran intención de pertenecer a ella que ya no acudieran a las conferencias que se tendrían en adelante. El hecho de no presentarse sería, sin más, la señal de su no adhesión. Daba a todos una semana de tiempo para reflexionar y tratar con Dios tan importante asunto.

disolvió la asamblea en profundo silencio. Así que salieron de la habitación, al llegar al patio, más de uno dijo en voz baja: -¡Don Bosco nos quiere hacer frailes a todos! El clérigo Juan Cagliero estaba indeciso en si debía o no tomar parte en la nueva Congregación. Paseó una larga hora bajo los pórticos, agitado por varios pensamientos. Finalmente exclamó, dirigiéndose a un amigo: -Fraile o no, es lo mismo. ¡Estoy decidido, como siempre lo estuve, a no separarme nunca de Don Bosco! Memorias Biográficas VI pag 256 - 257

Cuando Don Bosco terminó, se rezó la oración de acción de gracias y se BS Don Bosco en Centroamérica

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RECOMENDAMOS

MESOAMERICA Primer volumen de la colección Estudios Mesoamericanos que la Universidad Mesoamericana se propone desarrollar en los próximos años Esta obra ha sido realizada bajo los auspicios de la Universidad Mesoamericana para promover el estudio, comprensión y valoración del pasado prehispánico entre las nuevas generaciones y personas amantes de la cultura, en especial las de América Central y México.

Bueno

Vivir la solidaridad en tiempos de globalización

Christina Tangerding (editora) Don Bosco Munich 2005 Buenísimo

Un carismático hombre de iglesia lucha contra la pobreza y la injusticia La globalización es un hecho. Nuestro mundo está impregnado de poderosos cambios, como nunca la humanidad los había vivido. Pero, ¿cómo vivir responsablemente en este mundo? ¿Cómo aprovechar las oportunidades de la globalización sin que una gran parte de la humanidad quede marginada?

El cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, de Honduras, lucha desde hace años, a favor de los perdedores de la globalización. A través de su influencia en todo el mundo promueve la toma de conciencia sobre la gente de América Latina y del tercer mundo. El observa y denuncia, desarrolla alternativas y promueve acciones comprometi-

Le escribo para agradecerle el artículo que editó en el Boletín Salesiano, sobre las Hijas del Divino Salvador. Todo está bien. Quiero felicitarlo por todos los artículos del Boletín acerca de la familia. Están muy interesantes. Nos servirán, ya que a nivel de papás se está trabajando con este tema. Dios lo bendiga. Hna. Amelia Alvarado, Superiora General de las Hijas del Divino Salvador

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Deseo felicitarlos y a la vez motivarlos para que continúen adelante con esta importante labor en beneficio de la evangelización de nuestros jóvenes, tal como lo hizo Don Bosco. Quisiera saber cuánto vale la inscripción para seguir recibiendo un ejemplar del

El editor, Horacio Cabezas, coordinó un selecto grupo de especialistas que ofrecen un panorama de la unidad cultural que caracteriza la región a partir de la visión de Robert Kichhoff: Robert Carmack, Tomás Barrientos, Edgar Carpio, Horacio Cabezas, Sergio Romero, Federico Fahsen, Oswaldo Chinchilla y Luis Luján Muñoz. La producción estuvo a cargo de la Editorial Galería Guatemala, de Fundación G&T Continental. das. Partiendo de la doctrina social de la iglesia, promueve la conciencia responsable y la solidaridad de quienes toman decisiones, de empresarios, políticos y de toda persona en general. Su compromiso ha convertido a este eclesiástico en una estrella en su patria Honduras. En círculos internacionales es invitado como conferencista cualificado. Ahora aparecen por primera vez sus más importantes tesis publicadas en alemán en el libro Vivir la solidaridad en un mundo globalizado. Sus textos son lectura obligada para todos los que no quieren quedar fuera de las nuevas relaciones, para quienes buscan un nuevo impulso para su acción y quieren asumir conscientemente su responsabilidad.

Boletín Salesiano. En una oportunidad puede leer detenidamente uno y sinceramente fue de sumo agrado. Quisiera contar con este valioso instrumento para trabajar con los jóvenes de nuestras comunidades, por lo que les agradecería que me indicaran la cuota y la forma de pago. Pablo Andrés Castillo Jiménez San Carlos, Costa Rica

Me pareció muy bueno el tema del deporte en el último número del Boletín Salesiano, especialmente lo relacionado con la forma en que Don Bosco motivaba al deporte. Randall, Costa Rica


CONTENIDO Director: Heriberto Herrera Dirección: Colegio Santa Cecilia, Av. Don Bosco, 1-1, Santa Tecla, El Salvador. Tel. (503) 2228-0462, 2228-0463 Fax (503) 2228-0464 Correo electrónico: bs.cam@telesal.net herrerah@gmail.com Consejo de administración: Luis Corral, Heriberto Herrera, Mauricio Ponce, Manuel Solano. Consejo editorial: Evelyn Carbajal, Heriberto Herrera, Victoria Mónico, Miguel Pacheco, Mauricio Ponce. Impresión: Imprenta Ricaldone. Final Av. Hno. Julio Gaitán. Santa Tecla, El Salvador. Distribución: Librería Salesiana 23 Calle Pte. y 5ª. Av. Nte. No. 335, San Salvador, El Salvador, C.A. Tel. 2235-3826; 2225-6221 Colaboradores en este número: Hugo Estrada, Luis Corral, Sergio Checchi, Rolando Echeverría, Alejandro Hernández, Héctor Hernández. Edición electrónica: Heriberto Herrera, Victoria Mónico, Mauricio Ponce, Alejandra Rodríguez, Carlos Rodríguez, Nelson Rodríguez, Elena Zarate, Walter Ferrufino.

Foto Portada: BSCAM

Seguir a Don Bosco Familia, cuna de la vida. Los antiguos valores A tu hijo no le hables ¿Qué es un salesiano? ¿Por qué Don Bosco fundó a los salesianos? ¿A qué muchachos invitó a ser salesianos? Quién puede ser salesiano Cómo se hace un salesiano Un formador de salesianos se confiesa Cómo aumentar las vocaciones al sacerdocio ¿Por qué me hice salesiano? Salesiano con vocación misionera Por qué me hice salesiano / 75 años de vida consagrada salesiana Pedro Chico, coadjutor salesiano De pastor de ovejas a Pastor de la grey de Cristo Cincuenta años de profesión religiosa salesiana / Entre óptimos hermanos No supo descansar ni cuidar de sí

El Boletín Salesiano se distribuye gratuitamente a la Familia Salesiana y a los Amigos de Don Bosco. El costo de la edición y distribución del Boletín Salesiano se cubre con las contribuciones voluntarias de sus lectores. Ahora es posible depositar estas contribuciones en la siguiente cuenta bancaria accesible en cada país de Centro América: Banco UNO Cuenta número: 43612 DMBANKD-1 Nombre: Asociación Salesiana de Don Bosco - Inspectoría

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Meditación: Otra plaga de la familia: El exceso de licor Etica: El corrosivo avance de la pornografía Santidad: Don Miguel Rúa Familia: Ley de paternidad responsable en Costa Rica Presencia Salesiana: Un centro providencial Geografía Salesiana: Escuela en las minas Conociendo a Don Bosco: Así comenzó formalmente la congregación salesiana

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May-Jun 2006 No. 161 Año 28


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