Boletín Salesiano 158

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PRESENTACION

ANS

En la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Colonia quedó borrado de una vez el cliché de los papaboys creado por una prensa que mide los acontecimientos religiosos de techos para abajo. Y los acontecimientos religiosos rompen con esas estrecheces de miras.

¿Un nuevo estilo de pastoral juvenil? Los jóvenes que acudieron a Colonia demostraron elocuentemente que no son seguidores de hombres carismáticos, llámese Juan Pablo II para el caso. Acudió un millón de jóvenes, inspirados en los Reyes Magos, buscando a Jesús y abiertos al mensaje del nuevo Papa Benedicto XVI, sobre quien la prensa - otra vez - fabricaba nuevos clichés. Y Benedicto les dio una lección magistral, que es válida para todos los que no estuvimos en Colonia, jóvenes y no jóvenes. El nuevo Papa habló a los jóvenes sobre la alegría de creer. Los retó a transformar el mundo con la fuerza de una fe sólida y cultivada. Les hizo tomar conciencia de que ellos, los jóvenes, eran los continuadores de esa robusta cadena de santos que

han transformado a la sociedad a lo largo de los siglos. Porque los ensayos de transformación social promovidos por revolucionarios sin Dios han terminado en estrepitosos descalabros. Benedicto apunta a la fe antes que a la moral. Lo cual es una intuición que obligará a revisar todos los esquemas pastorales. Porque estamos tan tentados de acudir al moralismo fácil, que vuelve la experiencia cristiana en algo pesado, aburrido y triste. El Papa ha dibujado una nueva pastoral juvenil que nos llevará rato asimilarla. La tarea consistirá en ayudar a los jóvenes a descubrir la frescura de la buena noticia evangélica. Y a partir de allí, a vivir la propuesta de vida de Jesús como la experiencia más gozosa y plenificante que se pueda dar.

A nosotros salesianos nos compete ahora profundizar nuestro lema: «Honrados ciudadanos y buenos cristianos». Honrados ciudadanos porque buenos cristianos. Buenos cristianos porque cristianos cultivados, identificados con la iglesia y felices de nuestra relación con Cristo. Honrados ciudadanos porque nos urge la tarea de transformar nuestro entorno social tan dañado. Basta de una búsqueda de espiritualidades baratas, intimistas, emotivas y ancladas en un individualismo sospechoso. Hay que centrar la búsqueda de Dios en elementos sólidos Palabra, Eucaristía, Iglesia, María - y despejar cierta horajasca piadosa que, más que robustecer, rebaja las bien intencionadas búsquedas de lo religioso. Benedicto XVI toma en serio a los jóvenes. Con lenguaje sorpresivamente sencillo les presentó la belleza de la fe cristiana y la consecuente tarea entusiasmante de trabajar al lado de Cristo en la creación de realidades sociales nuevas. Heriberto Herrera BS Don Bosco en Centroamérica

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EDUCAR COMO DON BOSCO

Algunas reglas sobre las reglas

40 años del Concilio: REGLAS SÍ, REGLAS Rejuvenecer NO? Muchos padres creen que la falla el rostro

no cuentan... Como educadores, ¡hemos fallado!».

podría haberse evitado si hubiesen utilizado un sistema educativo «más fuerte». Esta manera de pensar esconde un engaño maligno: no se trata de utilizar la fuerza para obligar a los muchachos a tener una determinada conducta, sino de construir muchachos fuertes, dignos de confianza, respeto y libertad. Es decir, dar a los hijos una estructura fuerte. Lo que implica volver a plantear el asunto de las reglas.

BRUNO FERRERO El problema de los padres son los hijos adolescentes, que salen no se sabe con quién, pasan la noche no se sabe dónde, vuelven no se sabe cuándo y a veces, hasta no regresan...

DE LA VIDA DIARIA...

Sé que hay padres que igualmente pueden dormir, agobiados quizás por la jornada de trabajo. Pero sé también que hay padres que no pueden dormir y se quedan con los ojos abiertos, en la oscuridad de su dormitorio, esperando ese bendito rumor, esa llave que finalmente gira en la cerradura de la puerta. ¡Llegaron! Es casi de día, la noche ha pasado, ¡y los hijos están en casa!... Pero, me pregunto qué vida es ésta, cuánto tendrá que durar, hasta cuándo nosotros padres podremos resistir sin caer en la locura. Porque después vienen los líos de nunca

Es imposible educar un hijo sin hacerle sentir las obligaciones que tiene en relación con su familia. El niño va formando esta conciencia con el ejemplo de sus padres y el clima de familia, pero también con la ayuda de algunas reglas que son como el soporte que sostiene a quien tiene que crecer. Las reglas son memoria y también son presencia afectuosa de los padres, cuando éstos están físicamente lejos. Tienen que darse a conocer a los hijos desde el año cero. No se puede comenzar a los doce años... BSCAM

Soy una madre como tantas. Una madre que, casi todas las noches, ve salir a sus hijos adolescentes y no sabe si los verá volver. Que, casi siempre, después de decirles ‘¡Chao! ¡Que no se les haga tarde! ¡Cuídense!’, se hace esa pregunta lacerante: ‘¿Volverán?’. Si, seguramente volverán. Pero ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿a qué hora?, ¿con quién habrán estado?, ¿en qué condiciones estará el que maneja el auto?, ¿habrán bebido o fumado quién sabe qué?... Hasta ahora he sido una madre afortunada: siempre regresaron, aunque sea a las 4, a las 5, o a las 6 de la mañana. Y yo y mi esposo, en casa, esperándolos...

Construir muchachos fuertes, dignos de confianza. acabar, las caras largas, las prédicas, los llantos, las amenazas... ¿En qué nos hemos equivocado? ¿Por qué los hijos retribuyen así nuestro esfuerzo de darles lo que nosotros mismos no tuvimos? Les dimos confianza, respeto y libertad. Pero nos han cambiado la confianza por el desinterés y la indiferencia, nos han faltado el respeto, nos han puesto al servicio de todas sus necesidades y han transformado la libertad en egoísmo al estado puro. Nada ni nadie está antes que ellos. No hay más deberes, sino sólo derechos. La familia, los sentimientos, el corazón,

¿MUCHAS O POCAS? El número de reglas tiene que ser el más limitado posible. Éste es uno de esos ámbitos de la vida en el que «cuanto menos, mejor». Si las reglas son muchas, irritarán a los hijos, fácilmente se olvidarán y serán motivo de angustia y preocupación para los padres cuando quieran hacerlas respetar. Las reglas tienen que tener también un objetivo. Normalmente, tienen que evitar todo lo que puede resultar destructivo para el bienestar físico, emocional o social del adolescente, y promover todo lo que lo pueda ayudarlo a alcanzar objetivos importantes. Quien vive responsablemente sabe decir «no» a lo que destruye y sabe decir «sí» a lo que construye. BS Don Bosco en Centroamérica

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BSCAM

Presencia afectuosa de los padres

LAS COSAS CLARAS... Las reglas tienen que ser lo más claras posibles. Las normas ambiguas crean confusi6n para el adolescente y para los padres. La expresión «vuelvan a una hora razonable» puede ser interpretada de manera muy diferente por los padres y por los adolescentes. «Vuelvan a las 11», es una afirmación clara. El adolescente podrá infringirla, pero el contenido de la norma ha sido claro. Si es así, el adolescente tendrá conciencia de cuando la está transgrediendo. Buscará formas para disimular su error. Afirmará que el error no ha sido tal. Pondrá argumentos para explicar lo que hizo. Pero sabrá claramente que no cumplió la norma. En cambio, si la norma es ambigua, podrá poner objeciones a lo que los padres sostienen que ha infringido. Las reglas poco claras abren la puerta a las discu-

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siones y los desencuentros. Y ahí, los adolescentes se sentirán llamados a «entrar en escena» y «hacer versos» divinamente.

NO ES LO MISMO CUMPLIR O NO CUMPLIR Las normas tienen que ser, también, lo más justas posible. Es la condición más difícil: padres e hijos no tienen el mismo concepto sobre la «equidad» de una regla. Pero dialogando y tratando de comprender los puntos de vista de unos y otros, se puede llegar a un acuerdo sobre lo que se considera «justo». Los adolescentes sienten con pasión el asunto de la justicia. Confrontan los valores, la moral, la lógica y la razón. Y cuando entienden que su sentido de justicia es violado, reaccionan con pasión. Si el padre corta una discusión, si decreta una nor-

ma arbitrariamente, si no quiere escuchar los reclamos de su hijo adolescente, el hijo se sentirá rechazado y reaccionará contra él. Cuando proponen las reglas, los padres tendrán que hacer el máximo esfuerzo para escuchar y tener en cuenta el sentido de justicia de los adolescentes. Si no reconocen que una norma es justa, muy seguramente se rebelarán, cuando llegue el momento de tener que cumplirla. Las normas tienen que tener siempre consecuencias. Es importante que las consecuencias sean coherentes y estén determinadas siempre antes de la norma sea violada. Tienen que ser impuestas con amor y hasta con una cierta «aceptación», de manera que el adolescente pueda decir tranquilamente a sus amigos: «Hoy no puedo salir: estoy comprometido en casa».


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Los Magos de Oriente Benedicto XVI

En nuestra peregrinación con los misteriosos Magos de Oriente hemos llegado al momento que san Mateo

El camino exterior de aquellos hombres terminó. Llegaron a la meta. Pero en este punto comienza un nuevo camino para ellos, una peregrinación interior que cambia toda su vida. Porque seguramente se habían imaginado a este Rey recién nacido de modo diferente. Se habían detenido precisamente en Jerusalén para obtener del Rey local información sobre el Rey prometido que había nacido. Sabían que el mundo estaba desordenado y por eso estaban inquietos. Estaban convencidos de que Dios existía, y que era un Dios justo y bondadoso. Tal vez habían oído hablar también de las grandes profecías en las que los profetas de Israel habían anunciado un Rey que estaría en íntima armonía con Dios y que, en su nombre y de parte suya, restablecería el orden en el mundo. Se habían puesto en camino para encontrar a este Rey; en lo más hondo de su ser buscaban el derecho, la justicia que debía venir de Dios, y querían servir a ese Rey, postrarse a sus pies, y así servir también ellos a la renovación del mundo. Eran de esas personas que «tienen hambre y sed de justicia» (Mt 5, 6). Un hambre y sed que les llevó a emprender el camino; se hicieron peregrinos para alcanzar la justicia que esperaban de Dios y para ponerse a su servicio. Aunque otros se quedaran en casa y les consideraban utópicos y soñadores, en realidad eran se-

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describe así en su Evangelio: «Entraron en la casa (sobre la que se había parado la estrella), vieron al niño con María, y cayendo de rodillas lo adoraron» ( Mt 2,11).

res con los Se hicieron pies en tierra, y peregrinos para sabían que para alcanzar la santidad cambiar el mundo hace falta disponer de poder. Por eso, no podían buscar al niño de la promesa sino en el los grandes del mundo. Su modo de palacio del Rey. No obstante, ahora actuar es distinto de como lo imase postran ante una criatura de gen- ginamos, y de como quisiéramos imte pobre, y pronto se enterarán de ponerle también a Él. En este munque Herodes - el Rey al que habían do, Dios no le hace competencia a acudido - le acechaba con su po- las formas terrenales del poder. No der, de modo que a la contrapone sus ejérfamilia no le quedaba Ahora habían visto: citos a otros ejérciotra opción que la fuga el poder de Dios es tos. Cuando Jesús y el exilio. El nuevo Rey estaba en el Huerto era muy diferente de lo diferente al poder de los olivos, Dios no que se esperaban. De- de los grandes del le envía doce legiobían, pues, aprender nes de ángeles para mundo. que Dios es diverso de ayudarlo (cf. Mt cómo acostumbramos a imaginar- 26,53). Al poder estridente y pomlo. Aquí comenzó su camino inte- poso de este mundo, Él contrapone rior. Comenzó en el mismo momen- el poder inerme del amor, que en la to en que se postraron ante este Cruz - y después siempre en la hisNiño y lo reconocieron como el Rey toria - sucumbe y, sin embargo, prometido. Pero debían aún interio- constituye la nueva realidad divina, rizar estos gozosos gestos. que se opone a la injusticia e instaura el Reino de Dios. Dios es diDebían cambiar su idea sobre el verso; ahora se dan cuenta de ello. poder, sobre Dios y sobre el hom- Y eso significa que ahora ellos misbre y, con ello cambiar también ellos mos tienen que ser diferentes, han mismos. Ahora habían visto: el po- de aprender el estilo de Dios. der de Dios es diferente al poder de BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA DEL MES

Los Santos, magos de hoy Benedicto XVI

Los personajes que venían de Oriente, con el gesto de adoración, querían reconocer a este niño como su Rey y poner a su servicio el propio poder y las propias posibilidades, siguiendo un camino justo. Sirviéndole y siguiéndole, querían servir junto a Él la causa de la justicia y del bien en el mundo. En esto, tenían razón. Pero ahora aprenden que esto no se puede hacer simplemente a través de órdenes impartidas desde lo alto de un trono. Aprenden que deben entregarse a sí mismos: un don m e nor que éste es poco para este Rey. Aprenden que su vida debe acomodarse a este

modo divino de ejercer el poder, a este modo de ser de Dios mismo. Han de convertirse en hombres de la verdad, del derecho, de la bondad, del perdón, de la misericordia. Ya no se preguntarán: ¿Para qué me sirve esto? Se preguntarán más bien: ¿Cómo puedo servir a que Dios esté presente en el mundo? Tienen que aprender a perderse a sí mismos y, precisamente así, a encontrarse a sí mismos. Saliendo de Jerusalén, han de permanecer tras las huellas del verdadero Rey, en el seguimiento de Jesús.

cir sobre la naturaleza diversa de Dios, que ha de orientar nuestras vidas, suena bien, pero queda algo vago y difuminado. Por eso Dios nos ha dado ejemplos. Los Magos que vienen de oriente son sólo los primeros de una larga lista de hombres y mujeres que en su vida han buscado constantemente con los ojos la estrella de Dios, que han buscado al Dios que está cerca de nosotros, seres humanos, y que nos indica el camino. Es la muchedumbre de los santos - conocidos o desconocidos - mediante los cuales el Señor nos ha abierto a lo largo de la historia el Evangelio, hojeando sus páginas; y lo está haciendo todavía.

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En sus vidas se revela la riqueza del Evangelio como en un gran libro ilustrado. Son la estela lumiQueridos amigos, podemos nosa que Dios ha dejando en el preguntarnos lo que todo transcurso de la historia, y sigue esto significa para nosotros. dejando aún. Mi venerado predePues lo que acabamos de de- cesor, el Papa Juan Pablo II, ha beatificado y canonizado a un gran número de perNo son las ideologías las sonas, tanto de tiempos recientes como lejanos. que salvan el En estas figuras ha querimundo, sino do demostrarnos cómo sólo dirigir la se consigue ser cristianos; cómo se logra llevar una mirada al Dios viviente, vida del modo justo: a vivir a la manera de Dios. Los beatos y los santos han sido personas que no han buscado obstinadamente la propia felicidad, sino que han querido simplemente entregarse, porque han sido alcanzados por la luz de Cristo. De este modo, ellos nos indican la vía para ser felices y nos muestran cómo se consigue ser personas verdaderamente humanas. En las vicisitudes de la histo-

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ria, han sido los verdaderos refor- humano y parcial se tomó como crimadores que tantas veces han re- terio absoluto de orientación. La abmontado a la humanidad de los solutización de lo que no es absoluvalles oscuros en los cuales está to, sino relativo, se llama totalitarissiempre en peligro de precipitar; mo. No libera al hombre, sino que la han iluminado siempre de nue- le priva de su dignidad y lo esclavivo lo suficiente para dar la posibi- za. No son las ideologías las que sallidad de aceptar - tal vez en el do- van el mundo, sino sólo dirigir la milor - la palabra de Dios rada al Dios viviente, al terminar del obra Sólo de los san- que es nuestro creador, del creación: «Y era el garante de nuestra litos, sólo de muy bueno». Basta bertad, el garante de lo Dios, proviene que es realmente buepensar en figuras la verdadera como san Benito, san no y auténtico. La reFrancisco de Asís, sanvolución verdadera revolución, el ta Teresa de Ávila, san cambio decisivo consiste únicamente Ignacio de Loyola, san en mirar a Dios, que es del mundo. Carlos Borromeo, a los la medida de lo que es fundadores de las órjusto y, al mismo tiemdenes religiosas del siglo XVIII, que po, es el amor eterno. Y, ¿qué puehan animado y orientado el mo- de salvarnos, si no es el amor? vimiento social, o a los santos de nuestro tiempo: Maximiliano Kol- Queridos amigos, permítanme que be, Edith Stein, Madre Teresa, Pa- añada sólo dos breves ideas. Mudre Pío. Contemplando estas figuchos hablan de Dios; en el ras comprendemos lo que signifinombre de Dios se ca «adorar» y lo que quiere decir vivir a medida del niño de Belén, a medida de Jesucristo y de Dios mismo. Los santos, hemos dicho, son los verdaderos reformadores. Ahora quisiera expresarlo de manera más radical aún: sólo de los santos, sólo de Dios, proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo. En el siglo pasado hemos vivido revoluciones cuyo programa común fue no esperar nada de Dios, sino tomar totalmente en las propias manos la causa del mundo para transformar sus condiciones. Y hemos visto que, de este modo, un punto de vista

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Corresponde a ustedes, jóvenes, la tarea de vivir el aliento universal de la Iglesia. Déjense inflamar por el fuego del Espíritu, para que un nuevo Pentecostés renueve sus corazones. Que por la mediación de ustedes, sus coetáneos de todas las partes de la tierra lleguen a reconocer en Cristo la verdadera respuesta a sus esperanzas y se abran a acoger al Verbo de Dios encarnado, que ha muerto y resucitado para la salvación del mundo. Abran su corazón a Dios, déjense sorprender por Cristo. Denle el «derecho a hablarles». Abran las puertas de su libertad a su amor misericordioso. Presenten sus alegrías y sus penas a Cristo, dejando que Él ilumine con su luz la mente y acaricie con su gracia el corazón de ustedes. Hagan la experiencia liberadora de la Iglesia como lugar de la misericordia y de la ternura de Dios para con los hombres. En la Iglesia y mediante la Iglesia llegarán a Cristo que los espera. Benedicto XVI MARKUS TSCHERSICH/ WJT gGmbH

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TEMA DEL MES predica también el odio y se practica la violencia. Por tanto, es importante descubrir el verdadero rostro de Dios. Los Magos de Oriente lo encontraron cuando se postraron ante el niño de Belén. «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre», dijo Jesús a Felipe ( Jn 14,9). En Jesucristo, que por nosotros permitió que su corazón fuera traspasado, en Él se ha manifestado el verdadero rostro de Dios. Lo seguiremos junto con la muchedumbre de los que nos han precedido. Entonces iremos por el camino justo.

SAIDIA PALMA

Esto significa que no nos construimos un Dios privado, un Jesús privado, sino que creemos y nos postramos ante el Jesús que nos muestran las Sagradas Escrituras, y que en la gran comunidad de fieles llamada Iglesia se manifiesta viviente, siempre con nosotros y al mismo tiempo siempre antes de nosotros. Se puede criticar mucho a la Iglesia. Lo sabemos, y el Señor mismo nos lo ha dicho: es una red con peces buenos y malos, un campo con trigo y cizaña. El Papa Juan Pablo II, que nos ha mostrado el verdadero rostro de la Iglesia en los numerosos santos que ha proclamado, también ha pedido perdón por el mal

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causado en el transcurso de la his- tierra. En esta gran comitiva de petoria por las palabras o los actos de regrinos, caminamos junto con hombres de la Iglesia. De este modo, Cristo, caminamos con la estrella también a nosotros nos ha hecho que ilumina la historia. ver nuestra verdadera imagen, y nos ha exhortado a entrar, con todos «Entraron en la casa, vieron al nuestros defectos y debilidades, en niño con María, su madre, y cala muchedumbre de los santos que yendo de rodillas lo adoraron» (Mt comenzó a formarse con los Magos 2,11). Queridos amigos, ésta no de Oriente. En el fondo, consuela es una historia lejana, de hace mucho tiempo. Es que exista la cizaña en la Iglesia. Así, no No nos construimos una presencia. Aquí, en la Hostia obstante todos nuesun Dios privado, un consagrada, Él está tros defectos, podeJesús privado, sino ante nosotros y enmos esperar estar que creemos y nos tre nosotros. Como aún entre los que siguen a Jesús, que ha postramos ante el entonces, se oculllamado precisamen- Jesús que nos mues- ta misteriosamente en un santo silente a los pecadores. La tran las Sagradas cio y, como entonIglesia es como una Escrituras ces, desvela precifamilia humana, pero samente así el veres también al mismo tiempo la gran familia de Dios, me- dadero rostro de Dios. Por nosodiante la cual Él establece un espa- tros se ha hecho grano de trigo cio de comunión y unidad en todos que cae en tierra y muere y da frulos continentes, culturas y naciones. to hasta el fin del mundo (cf. Jn Por eso nos alegramos de pertene- 12,24). Él está presente, como encer a esta gran familia; de tener her- tonces en Belén. Y nos invita a esa manos y amigos en todo el mundo. peregrinación interior que se llaJusto aquí, en Colonia, experimen- ma adoración. Pongámonos ahotamos lo hermoso que es pertene- ra en camino para esta peregrinacer a una familia tan grande como ción del espíritu, y pidámosle a Él el mundo, que comprende el que nos guíe. Amén. cielo y la tierra, el pasado, el presente y el futuro de todas las partes de la


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Efecto transformador de la Eucaristía Benedicto XVI

¿Cómo Jesús puede repartir su Cuerpo y su Sangre? Haciendo del pan su Cuerpo y del vino su y la transforma en una acción de amor. Lo que desde el exterior es violencia brutal, desde el interior se transforma en un acto de un amor que se entrega totalmente. Esta es la transformación sustancial que se realizó en el cenáculo y que estaba destinada a suscitar un proceso de transformaciones cuyo último fin es la transformación del mundo hasta que Dios sea todo en todos (cf. 1 Cor 15,28). Desde siempre todos los hombres esperan en su corazón, de algún modo, un cambio, una transformación del mundo. Este es, ahora, el acto central de transformación capaz de renovar verdaderamente el mundo: la violencia se transforma en amor y, por tanto, la muerte en vida. Dado que este acto convierte la muerte en amor, la muerte como tal está ya, desde su interior, superada; en ella está ya presente la resurrección. La muerte ha sido, por así decir, profundamente herida, tanto que, de ahora en adelante, no puede ser la última palabra. Ésta es, por usar una imagen muy conocida para nosotros, la fisión nuclear llevada en lo más íntimo del ser; la victoria del amor sobre el odio, la victoria del amor sobre la muerte. Solamente esta íntima explosión del bien que vence al mal puede suscitar después la cadena de transformaciones que poco a poco cambiarán el mundo. Todos los demás cambios son superficia-

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Sangre, Él anticipa su muerte, la acepta en lo más íntimo les y no salvan. Por esto hablamos de redención: lo que desde lo más íntimo era necesario ha sucedido, y nosotros podemos entrar en este dinamismo. Jesús puede distribuir su Cuerpo, porqué se entrega realmente a sí mismo. Esta primera transformación fundamental de la violencia en amor, de la muerte en vida lleva consigo las demás transformaciones. Pan y vino se convierten en su Cuerpo y su Sangre. Llegados a este punto la transformación no puede detenerse, antes bien, es aquí donde debe comenzar plenamente. El Cuerpo y la Sangre de Cristo se nos dan para que a su vez nosotros mismos seamos transformados. Nosotros mismos debemos llegar a ser Cuerpo de Cristo, sus consaguíneos. Todos comemos el único pan, y esto significa que entre nosotros llegamos a ser una sola cosa. La adoración, hemos dicho, llega a ser, de este modo, unión. Dios no solamente está frente a nosotros, como el Totalmente otro. Está dentro de nosotros, y nosotros estamos en Él. Su dinámica nos penetra y desde nosotros quiere propagarse a los demás y extenderse a todo el mundo, para que su amor sea realmente la medida dominante del mundo. Yo encuentro una alusión muy bella a este nuevo paso que la Última

Cena nos indica con la diferente acepción de la palabra «adoración» en griego y en latín. La palabra griega es proskynesis. Significa el gesto de sumisión, el reconocimiento de Dios como nuestra verdadera medida, cuya norma aceptamos seguir. Significa que la libertad no quiere decir gozar de la vida, considerarse absolutamente autónomo, sino orientarse según la medida de la verdad y del bien, para llegar a ser, de esta manera, nosotros mismos, verdaderos y buenos. Este gesto es necesario, aun cuando nuestra ansia de libertad se resiste, en un primer momento, a esta perspectiva. Hacerla completamente nuestra será posible solamente en el segundo paso que nos presenta la Última Cena. La palabra latina adoración es ad-oratio, contacto boca a boca, beso, abrazo y, por tanto, en resumen, amor. La sumisión se hace unión, porque aquel al cual nos sometemos es Amor. Así la sumisión adquiere sentido, porque no nos impone cosas extrañas, sino que nos libera desde lo más íntimo de nuestro ser. BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA DEL MES

Eucaristía: Consagración, transformación Benedicto XVI

La novedad que se verificó en la Última Cena estaba en la nueva profundidad de la antigua oración de bendición de Israel, que ahora se hacía palabra de transformación y nos concedía el poder participar en la hora de Cristo. Jesús no nos ha encargado la tarea de repetir la Cena pascual que, por otra parte, en cuanto aniversario, no es repetible a voluntad. Nos ha dado la tarea de entrar en su «hora». Entramos en ella mediante la palabra del poder sagrado de la consagración, una transformación que se realiza mediante la oración de alabanza, que nos sitúa en continuidad con Israel y con toda la historia de la salvación, y al mismo tiempo nos concede la novedad hacia la cual aquella oración tendía por su íntima naturaleza.

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Esta oración, llamada por la Iglesia «oración eucarística», hace presente la Eucaristía. Es palabra de poder,

que transforma los dones de la tierra de modo totalmente nuevo en la donación de Dios mismo y que nos compromete en este proceso de transformación. Por esto llamamos a este acontecimiento Eucaristía, que es la traducción de la palabra hebrea beracha, agradecimiento, alabanza, bendición, y asimismo transformación a partir del Señor: presencia de su «hora». La hora de Jesús es la hora en la cual vence el amor. En otras palabras: es Dios quien ha vencido, porque Él es Amor. La hora de Jesús quiere llegar a ser nuestra hora y lo será, si nosotros, mediante la celebración de la Eucaristía, nos dejamos arrastrar por aquel proceso de transfor-

Debemos llegar a ser Cuerpos de Cristo, sus consanguíneos.

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maciones que el Señor pretende. La Eucaristía debe llegar a ser el centro de nuestra vida. No se trata de positivismo o ansia de poder, cuando la Iglesia nos dice que la Eucaristía es parte del domingo. En la mañana de Pascua, primero las mujeres y luego los discípulos tuvieron la gracia de ver al Señor. Desde entonces supieron que el primer día de la semana, el domingo, sería el día de Él, de Cristo. El día del inicio de la creación sería el día de la renovación de la creación. Creación y redención caminan juntas. Por esto es tan importante el domingo. Es bonito que hoy, en muchas culturas, el domingo sea un día libre o, juntamente con el sábado, constituya el denominado «fin de semana» libre. Pero este tiempo libre permanece vacío si en él no está Dios. ¡Queridos amigos! A veces, en principio, puede resultar incómodo tener que programar en el domingo también la Misa. Pero si se empeñan, constatarán más tarde que es exactamente esto lo que le da sentido al tiempo libre. No se dejen disuadir de participar en la Eucaristía dominical y ayuden también a los demás a descubrirla. Ciertamente, para que de esa emane la alegría que necesitamos, debemos aprender a comprenderla cada vez más profundamente, debemos aprender a amarla. Comprometámonos a ello, ¡vale la pena! Descubramos la íntima riqueza de la liturgia de la Iglesia y su verdadera grandeza: no somos nosotros los que hacemos fiesta para nosotros, sino que es, en cambio, el mismo Dios viviente el que prepara una fiesta para nosotros. Con el amor a la Eucaristía redescubrirán también el sacramento de la Reconciliación, en el cual la bondad misericordiosa de Dios permite siempre iniciar de nuevo nuestra vida.


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¿Religión, producto de consumo? Benedicto XVI

Quien ha descubierto a Cristo debe llevar a otros hacia Él. Una gran alegría no se puede guardar para uno mismo. Es necesario transmitirla. En numerosas partes del mundo existe hoy un extraño olvido de Dios. Parece que todo marche igualmente sin Él. Pero al mismo tiempo existe también un sentimiento de frustración, de insatisfacción de todo y de todos. Dan ganas de exclamar: ¡No es posible que la vida sea así! Verdaderamente no. Y de este modo, junto al olvido de Dios existe como un boom de lo religioso. No quiero desacreditar todo lo que se sitúa en este contexto. Puede darse también la alegría sincera del descubrimiento. Pero exagerando demasiado, la religión se convierte casi en un producto de consumo. Se escoge aquello que place, y algunos saben también sacarle provecho. Pero la religión busca-

da a la «medida de cada uno» a la postre no nos ayuda. Es cómoda, pero en el momento de crisis nos abandona a nuestra suerte.

la ha hecho y hace penetrar cada vez más en las profundidades de la verdad (cf. Jn 16,13).

El Papa Juan Pablo II nos ha dejado Ayuden a los hombres a descubrir una obra maravillosa, en la cual la la verdadera estrella que indica el fe secular se explica sintéticamente: el Catecismo de la camino: ¡Jesucristo! Tratemos nosotros mismos Pero la religión Iglesia Católica. Yo mismo, recientemente, he de conocerlo siempre buscada a la podido presentar el mejor para poder guiar «medida de Compendio de tal Catambién, de modo convincente, a los demás ha- cada uno» a la tecismo, que ha sido postre no nos elaborado a petición cia Él. Por esto es tan imdel difunto Papa. Son portante el amor a la Saayuda. dos libros fundamentagrada Escritura y, en consecuencia, conocer la fe de la Igle- les que querría recomendarles a tosia que nos muestra el sentido de la dos ustedes. Obviamente, los libros Escritura. Es el Espíritu Santo el que por sí solos no bastan. guía a la Iglesia en su fe creciente y BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA DEL MES

Construir comunidades Benedicto XVI

¡Construyan comunidades basadas en la fe! En los últimos decenios han nacido movimientos y comunidades en los cuales la fuerza del Evangelio se deja sentir con vivacidad. Busquen la comunión en la fe como compañeros de camino que juntos van siguiendo el itinerario de la gran peregrinación que primero nos señalaron los Magos de Oriente. La espontaneidad de las nuevas comunidades es importante, pero es asimismo importante conservar la comunión con el Papa y con los Obispos. Son ellos los que garantizan que no se están buscando senderos particulares, sino que a su vez se está viviendo en aquella gran familia de Dios que el Señor ha fundado con los doce Apóstoles. Aún, una vez más, debo volver a la Eucaristía. «Porque aún siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan» dice san Pablo (1 Cor 10,17). Con esto quiere decir: pues-

to que recibimos al mismo Señor y Él nos acoge y nos atrae hacia sí, seamos también una sola cosa entre nosotros. Esto debe manifestarse en la vida. Debe mostrase en la capacidad de perdón. Debe manifestarse en la sensibilidad hacia las necesidades de los demás. Debe manifestarse en la disponibilidad para compartir. Debe manifestarse en el compromiso con el prójimo, tanto con el cercano como con el externamente lejano, que, sin embargo, nos mira siempre de cerca. Existen hoy formas de voluntariado, modelos de servicio mutuo, de los cuales justamente nuestra sociedad tiene necesidad urgente. No debe-

mos, por ejemplo, abandonar a los ancianos en su soledad, no debemos pasar de largo ante los que sufren. Si pensamos y vivimos en virtud de la comunión con Cristo, entonces se nos abren los ojos. Entonces no nos adaptaremos más a seguir viviendo preocupados solamente por nosotros mismos, sino que veremos donde y como somos necesarios. Viviendo y actuando así nos daremos cuenta bien pronto que es mucho más bello ser útiles y estar a disposición de los demás que preocuparse solo de las comodidades que se nos ofrecen. Yo sé que ustedes como jóvenes aspiran a cosas grandes, que quieren comprometerlos por un mundo mejor. Demuéstrenselo a los hombres, demuéstrenselo al mundo, que espera exactamente este testimonio de los discípulos de Jesucristo y que, sobre todo mediante su amor, podrá descubrir la estrella que como creyentes seguimos. ¡Caminemos con Cristo y vivamos nuestra vida como verdaderos adoradores!

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Veremos dónde y cómo seremos necesarios.

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Un balance de la visita de Benedicto XVI a Colonia Realizado por el experto en asuntos vaticanos, Jean Marie-Guénois

Colonia, lunes, 22 agosto 2005 (ZENIT.org).- En sus doce discursos de su primer viaje apostólico internacional Benedicto XVI ha marcado un estilo y ha definido orientaciones, constata Jean Marie-Guénois, redactor del diario parisino «La Croix». Guénois, considerado como uno de los máximos expertos en periodismo religioso en Francia-ha sido durante una década corresponsal en Roma, donde fundó la agencia de noticias especializada I-Media, presenta además un programa de información religiosa dominical en la televisión pública France 2. ¿Ha pasado el test Benedicto XVI? Guénois: El nuevo Papa no era esperado como un mesías, sino como un Papa alemán que regresaba a su país natal, así como por la «generación Juan Pablo II». Ya la manera en que Benedicto XVI descendió del avión a su llegada, de manera discreta, sin efectismos, preocupado de no tropezarse con las escaleras, marcó el tono. Consciente de la importancia del momento, se entregó, en ocasiones

con algo de timidez, con frecuencia incómodo ante la gran muchedumbre, siempre con mucha humanidad, prestando atención a cada uno, en la medida de lo posible. Leyó sus discursos con cuidado, sin retórica, con sus grandes lentes. No ha buscado la seducción, sino palabras calibradas, de las que no espera el efecto inmediato del aplauso, sino que queden arraigadas a largo plazo. Si bien algunos jóvenes que esperaban un gesto fuerte podrían quedar decepcionados, la mayoría ya lo ha adoptado. ¿Ha nacido una «generación Benedicto XVI»? Guénois: Ciertamente este término no le gustaría para nada a su interesado. Sobre todo es demasiado pronto para evaluar seriamente el impacto del nuevo Papa entre los

jóvenes. Ahora bien, es impresionante ver cómo se dirige a ellos. No evocó cuestiones de moral, prefiriendo convertirse en catequista para comenzar en cierto sentido desde cero y compartir el gusto de ser cristiano. En lugar del «carisma de los gestos» de Juan Pablo II, que levantó multitudes, Benedicto XVI aporta un «carisma de la palabra», de maestro. Muy pedagógico, muy concreto, en ocasiones ha sido crudo -cuando deploró en su primera entrevista que la sabiduría cristiana «no es algo con sabor rancio», en ocasiones es evocador -como cuando habló de la adoración como de «contacto boca a boca» o de «fisión nuclear» para ilustrar la potencia del sacramento. Por tanto, no se puede decir que no haya logrado comunicar a los jóvenes. Es diferente. Una «generación Benedicto XVI» podría acabar creándose, especialmente entre los adolescentes, que conocieron a Juan Pablo II con fuerzas disminuidas. «Es curioso ver a un Papa que camina», observaba uno de ellos. ¿Qué mensaje ha dejado? Guénois: A nivel político, ha lanzado como dos señales de alerta. El auge del antisemitismo, contra el que el Papa ha alertado firmemente en su visita a la sinagoga. Y el terrorismo de origen religioso, frente al cual, ante los responsables musulmanes, el Papa indicó como mejor camino el de la lucha contra la intolerancia y el del respeto, rechazando la fatalidad del odio para construir una civilización de paz. A nivel pastoral, se pueden destacar dos líneas fuertes. En primer lugar, continuidad con su predecesor y con la línea del Concilio Vaticano II para avanzar hacia la unidad de los cristianos, el ecumenismo, así como en el diálogo con el judaísmo y el islam, a condición de conocer bien y asumir las diferencias, a las que no se pueden renunciar. BS Don Bosco en Centroamérica

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TEMA DEL MES En segundo lugar, se ha dado una novedad en el programa propuesto a los jóvenes. En el primer día, en la vigilia del sábado, o en la misa del domingo, propuso una idea ambiciosa: nada más y nada menos que la de «cambiar el mundo». Pero no con la fuerza del poder, ni con «órdenes impartidas desde lo alto de un trono», sino aprendiendo el «estilo de Dios»: no «nos construimos un Dios privado», de manera que «no hay caminos privados» en la Iglesia, explica Benedicto XVI. Los jóvenes tienen que desarrollar una «sensibilidad hacia las necesidades de los demás», que se manifiesta «en la disponibilidad para compartir».

Colaborar en dar pan a un millón Me pareció que Dios se excedía en bondad Kathleen Flores es una inquieta joven cooperadora salesiana de Honduras. Se arriesgó a viajar a Colonia, Alemania, para trabajar como voluntaria en la Jornada Mundial de la Juventud. En ese servicio estuvo allá por seis meses. Jesús utilizó las comidas como oportunidad para compartir y enseñar. Comidas como la habida en casa de Zaqueo, en la boda de Caná, en su última cena. En la multiplicación de los panes es un muchacho quien ofrece sus cinco panes y dos peces para colaborar en el estrepitoso milagro de Jesús. Yo fui como voluntaria a largo plazo a Colonia como ese muchacho, ofreciendo mi humilde servicio a ese otro estrepitoso milagro del millón de jóvenes que allá se congregaron alrededor de Jesús. Colaboré con muchos otros jóvenes a saciar el hambre de Dios de aquella impresionante multitud que buscaba a Jesús. Las Jornadas Mundiales de la Juventud alrededor del Papa son un magnífico banquete ofrecido por el Señor. Es un honor formar parte del equipo de servidores. Mientras preparaba la fiesta, tenía ocasión de gustar algunos bocadillos.

DAVID NICKEL/ WJT gGmbH

Pude convivir con una comunidad internacional de jóvenes apasionados por la vida que viene de Dios. Esa multiplicidad de experiencias espirituales ensanchó mi fe

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Actué también como portadora de mi propia cultura. Me sentí embajadora de mi realidad y costumbres, de mi tradición familiar. Ahora cada BS Don Bosco en Centroamérica

país del mundo tiene un rostro para mí. Logré realizar mi sueño de servir, de conocer un mundo nuevo y de ser protagonista de un evento eclesial a escala mundial. Como salesiana cooperadora me inspiré en el Sistema Preventivo en el tejido de relaciones diarias entablado en el call center, a través de internet mediante e-mails, en la cocina, en los momentos de distensión y en aquellos otros donde simplemente se trataba de convivir. Me inspiraba la rica fórmula de Don Bosco: «Cultiva el arte de hacerte amar». Como equipo de voluntarios vivimos con intensidad la muerte de Juan Pablo II y la elección de Benedicto XVI, figuras clave de la Jornada Mundial de la Juventud. Nuestro equipo creció y aprendió a convivir y a descubir que somos parte de la Alianza con Dios. Me pareció que Dios se excedía en bondad, que derrochaba su amor. Lo percibía en cada situación y en cada persona. Lo expresa bien un comentario que leí: “...en vida nos hace encontrar amistades, alegrías y una plenitud humana que nunca habría podido imaginar”.


XX Jornada Mundial de la Juventud Colonia 2005

Las lecciones de Marianfeld Víctor Cortizo

Los jóvenes han sido los protagonistas. En ellos pensaba Juan Pablo II y en ellos ha pensado Benedicto XVI. Ellos

HACKY HAGEMEYER/ WJT gGmbH

Su discurso ha sido claro y contundente, eso es lo que los jóvenes esperaban y no se han sentido defraudados. En tiempos donde triunfa lo relativo, alguien debería analizar por qué se convoca a un millón de jóvenes con un mensaje claro, comprometido y exigente.

V. Bermudez

Son, sin duda, una juventud que El Papa les habló del poder del hace gala sin pudor alguno de su amor, del reino de Dios, y, de la fe. misma forma que lo hicieron los Han vivido estos días de la misma Reyes Magos, invita a los jóvenes forma que lo hacen habitualmente, a preguntarse: ¿cómo puedo serdesenfadados, espontáneos, llenan- vir a que Dios esté presente en el do de esperanza a una mundo? Les propone Han acogido de a los santos como sociedad que la pierde poco a poco y de paso forma extraordi- personas que nos deanimándonos a los naria y generosa muestran cómo ser adultos a darles testia Benedicto XVI, cristianos y nos exmonio de nuestra fe. presa claramente que a quien recono- sólo de Dios proviene Unos jóvenes que son ya presente gozoso de cen como el suce- la verdadera revolula Iglesia, y no sólo el ción, el cambio decisor de Pedro futuro de la misma. sivo del mundo. Hemos recordado esa Ha sido la primera Jornada Mundial expresión tan citada últimamente de la Juventud con Benedicto XVI, y de que «otro mundo es posible» y eso en cierta manera consolida este sabemos que sólo desde Dios pofenómeno. Han acogido de forma demos hacerlo y hacemos presenextraordinaria y generosa a Benedic- te la invitación a ser centinelas de to XVI, a quien reconocen como el la mañana. sucesor de Pedro y quien desde el primer momento es para ellos testigo de la fe. El Papa, en sus extraordinarios mensajes, ha comunicado a los jóvenes un mensaje claro, lleno de vida y que también es una invitación para toda la Iglesia a acompañar a tantos chicas y chicas.

S. Palma

nuevamente han recogido el testigo que se les ha entregado.

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ANS

TEMA DEL MES

Fiesta Salesiana en Colonia

ANS

(ANS - Colonia: 18 de agosto de 2005) - Cerca de 4000 jóvenes provenientes de centros de salesianos y salesianas de todo el mundo se dieron cita en el Centro Don Bosco de Colonia. «Don Bosco, contigo siempre es fiesta», cantaban en distintas lenguas los jóvenes que, desde nuestros ambientes, participaron en la XX Jornada Mundial de la Juventud.

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La Don Bosco Strasse de la ciudad alemana fue ocupada completamente por los jóvenes que cantaron, rezaron y celebraron el sentirse juntos esperando al Papa, compartiendo el espíritu salesiano. Les dirigió la palabra la salesiana Carmen Canales, Consejera General para la Pasotral Juvenil, quien les ha invitado a «caminar, buscar y vivir con la fuerza que tuvieron los Magos». Partiendo, precisamente, de la frase del

evangelio en la que se dice que los Magos «volvieron por otro camino», Sor Canales animó a los jóvenes a volver, también ellos, a sus lugares de estudio, de trabajo, «decididos a transformar la realidad social». Las palabras de Sor Carmen fueron escuchadas por los jóvenes que se habían ido congregando a primera hora de la tarde. Banderas de Argentina, Brasil, Italia, España, Albania, Ghana, Egipto, Canadá, Colombia, Mongolia, India, y así hasta más de 30 países, fueron llenando los alrededores del Centro Don Bosco donde resonaron cantos a Don Bosco que, cada uno de los participantes, cantaba en su propia lengua. Una vez más, Don Bosco, se convirtió en motivo de encuentro para los jóvenes del mundo.


XX Jornada Mundial de la Juventud Colonia 2005

Volver con otra manera de pensar Vivir la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia tocó mi corazón gracias a la amabilidad de los anfitriones en la bienvenida en las parroquias, con las familias que nos acogieron, en los momentos de oración, las catequesis, las eucaristías, las peregrinaciones, la gran vigilia y el tan esperado mensaje del Papa Benedicto XVI. Experimenté una satisfacción espiritual grande que no había sentido antes. Comprendí que soy hijo predilecto del Señor y que me ha llamado por mi nombre para que lo adore sólo a El. Es regocijante percibir que Dios me invita a trabajar para El de acuerdo a mis capacidades, no de una forma extraordinaria o extravagante, sino simplemente consagrando lo cotidiano, lo ordinario, como decía Don Bosco, ya que no me exigirá algo que El no me ha dado.

Hemos venido a Colonia porque hemos sentido en el corazón, si bien de forma diversa, la misma pregunta que inducía a los reyes de Oriente a ponerse en camino.

tros también lo adoramos y regresamos por otro camino, lo hemos sabido reconocer como verdadero Dios y verdadero hombre. El Papa nos lanzó el reto de volver con otra manera de pensar, siendo portadores del evangelio; nos propuso llevar la luz de Cristo a nuestra vida cotidiana, a nuestro entorno familiar, de amigos, a nuestros centros de estudio, a los grupos juveniles.

Es cierto que hoy no buscamos ya a un rey; pero estamos preocupados por la situación del mundo y preguntamos: ¿Dónde encuentro los criterios para mi vida? ¿Dónde los criterios para colaborar de modo responsable en la edificación del presente y del futuro de nuestro mundo?

Yader Leonardo Carcache Barrios Managua, Nicaragua

¿De quién puedo fiarme; a quién confiarme? ¿Dónde está aquél que puede darme la respuesta satisfactoria a los anhelos del corazón? Plantearse dichas cuestiones significa reconocer, ante todo, que el camino no termina hasta que se ha encontrado a Quien tiene el poder de instaurar el Reino universal de justicia y paz, al que los hombres aspiran, aunque no lo sepan construir por sí solos.

La convivencia con jóvenes tan diferentes por nacionalidad, idioma y cultura no era obstáculo para sentirnos unidos estrechamente por algo mas fuerte: la pertenencia a una misma iglesia, la iglesia universal que tiene como cabeza a Cristo.

Hacerse estas preguntas significa además buscar a Alguien que ni se engaña ni puede engañar, y que por eso es capaz de ofrecer una certidumbre tan firme, que merece la pena vivir por ella y, si fuera preciso, también morir por ella.

G. MARTINEZ

SAIDIA PALMA

Benedicto XVI El lema Hemos venido a adorarle, nos dijo el Papa, es una invitación a seguir el ejemplo de los Reyes Magos. Noso-

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TEMA DEL MES

Allá reinaba la paz Vivimos un encuentro de mucha alegría, entusiasmo, solidaridad y amistad y un deseo de vivir cada día al máximo sin desaprovechar ningún momento. A pesar del cansancio, los desvelos y las largas caminatas para llegar a los lugares donde se desarrollarían los eventos, siempre había una sonrisa y la suficiente energía para cantar, hacer dinámicas y compartir con las demás delegaciones, no importando la barrera de las lenguas.

Las delegaciones latinoamericanas éramos minoritarias en proporción a la marea juvenil presente en Colonia. Eso no fue obstáculo para poner en evidencia la chispa que nos caracteriza.

Podíamos estar en oración en cualquier lugar y a cualquiera hora. Allí reinaba la paz, armonía, el amor y la alegría.

El Papa nos dejó la misión de regresar a nuestros países adorando a Jesús, de llevar esa acción a los jóvenes de nuestros lugares de origen, Nos animó a vivir en la fe en Cristo, estrella que nos debe guiar como a los Reyes Magos para cambiar el mundo. Ana Saídia Palma R. El Salvador

El fruto: cambiar el mundo La Jornada Mundial de la Juventud ha sido una gran fiesta en la que hemos podido vivir la universalidad de la Iglesia y en la que Cristo nos invita a la unidad sin importar cultura o idioma. La convivencia con familias alemanas nos permitió conocer su estilo de vida, sus costumbres. Conocimos sus ciudades y su historia. La permanencia en las parroquia de Bodenwer y Hozminden fue maravillosa. En Colonia vivimos la misa de apertura, las catequesis, el Vía crucis. Pudimos estar a dos metros del Papa Benedicto a su llegada a Colonia cuando bajaba del barco en su paseo por el Rin. Recibimos su bendición en la misa de clausura junto con su mensaje: «Jóvenes de habla hispana, han venido para adorarle y lo han encontrado; llévenlo a su tierra». Estamos agradecidos con la parroquia San Martín de Güzburg que, a través de su patrocinio con los pasajes, nos ha permitido realizar nuestro sueño. Participar en la JMJ es sin duda una experiencia que todo cristiano debe vivir, porque se puede

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experimentar la unidad de la Iglesia a través de la eucaristía y el mensaje de Papa a los jóvenes. Lourdes, Carlos, Yuny, y yo proveníamos de una parroquia salesiana. Eso nos permitió participar en el festival salesiano Club Don Bosco que se llevó a cabo en Colonia, que reunió a cinco mil jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano del mundo. Allí se nos orientó a vivir en co-

herencia con nuestra fe y a cultivar la adoración. Solo el 43 % de la población total de la arquidiócesis de Colonia es católica, y se busca que uno de los frutos de la JMJ sea que más jóvenes de Alemania participen en la Iglesia. Ena Flores , Lourdes Blandin. Carlos Durón y Yuny Sierra, Honduras


DAVID BOUCHERIE/ WJT gGmbH

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MEDITACIÓN

La Eucaristía, nuestra Cena Pascual HUGO ESTRADA

La sangre de un cordero fue la que sirvió de señal en las puertas de los hebreos para que sus primogénitos fueran librados de la muerte. La sangre de Jesús es ofrecida para salvación de los que la aceptan por fe. Hay que apropiársela personalmente. Bien decía San Pedro: «Ustedes fueron redimidos, no con oro o plata, sino con la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo, Cordero sin mancha y sin defecto» (1P 1, 19).Jesús le ofreció a Judas su sangre salvadora en la cena. Judas se empecinó en su pecado y murió envuelto en su propia sangre, que lo manchó de ignominia. La Sangre de Jesús no mancha, sino lava. El cordero pascual tenia que ser asado al fuego. Una Misa no puede reducirse a un frío rito repetido por costumbre o por obligación. El Cordero de Dios sólo puede ser asado al fuego de la fe y del amor comunitarios. Los discípulos de Emaús iban desalentados y faltos de amor y de fe. Rehusaban formar una comunidad. Lo primero que hizo Jesús fue «calentarles el corazón» por medio de un sermón eminentemente bíblico. Cuando ya les «ardía» el corazón, les pudo «partir el pan». La liturgia de la Palabra, el canto, los gestos, las ceremonias están encaminados a «encender» nuestros corazones para formar asamblea de

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BSCAM

No deja de llamar la atención cómo los ritos y simbolismos de la cena pascual del pueblo judío del Antiguo Testamento encuentran su correspondencia en nuestra Misa. Recordemos algunas de estas modalidades que se proyectan en nuestra Misa, y que nos ayudan a comprenderla y vivirla de con más fe y devoción.

amor y de fe. Sólo cuando están ardiendo nuestros corazones, el Señor puede «partirnos su pan». Es muy difícil asegurar que hay verdadera comunión cuando falta el calor de la comunidad, cuando simplemente hay ritos y ceremonias elegantes, pero falta el fuego de la caridad, en el que debe ser asado el Cordero de Dios. El pan sin levadura no podía faltar en la cena pascual de los hebreos. Días antes de la fiesta de pascua, el padre de familia, con una vela en la mano, pasaba ritualmente por toda la casa revisando si había levadura en algún lugar. Si la encontraba, la casa era declarada impura. Para el judío la levadura era símbolo de impureza. Jesús preparó debidamente a sus apóstoles en la última Cena para su «primera comunión». «Ustedes -les decía Jesús- ya están limpios por la Palabra que les he dicho».(Jn 15,3). Pero también les dijo: «Pero no todos»(Jn 13,10). Conocía el corazón de Judas. San

Juan comenta: «Tan pronto como Judas recibió el pan, Satanás entró en su corazón» ( Jn 13, 27). San Pablo, como buen pastor, advertía a los que se acercaban a la comunión: «Cada uno debe examinar su propia conciencia antes de comer el pan y beber de la copa. Porque si come y bebe sin fijarse en que se trata del cuerpo del Señor, para su propio castigo come y bebe» (1Co 11, 28-29). También Pablo acentuaba que muchos, por no recibir la comunión con las debidas condiciones, no se encontraban espiritualmente bien. «Por eso -afirmaba-, muchos de ustedes están enfermos y débiles, y también algunos han muerto» (1Co 11, 30). A la Eucaristía no se nos pide que nos presentemos como «santos de primera categoría». El Señor lo único que exige es que no haya pecado grave en nuestro corazón. Nada de escrúpulos entonces. San Pablo decía: «Nuestra pascua debe ser con panes ácimos de sinceridad y ver-


MEDITACIÓN dad» (1Co 5, 7). Es lo que Jesús nos exige: arrepentimiento sincero y una fe grande en su poder sanador en la comunión. La cena pascual era eminentemente familiar. En cada familia se debía comer un cordero. Por medio de la célula familiar el Señor quiso reconstruir a su pueblo, que había perdido su identidad en la esclavitud. La unidad familiar le dio un poder excepcional al pueblo de Israel. Jesús quiso que la cena del Nuevo Testamento fuera una cena en donde predominara el sentido de familia. En la última Cena sólo quiso estar con sus amigos íntimos, los apóstoles. Los primeros cristianos, a la luz del libro de los Hechos, celebraban sus Eucaristías en las casas particulares, en un ambiente de familia. Así lo describe el libro de Hechos: «En las casas partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y eran estimados por todos; y cada día el Señor añadía a la Iglesia los que iban siendo salvados» (Hch 2, 46-47). Habría que preguntarse si en el amontonamiento de gente, en nuestras iglesias, hay también «amontonamiento» de corazones; si existen verdaderas comunidades, sentido de familia. De nada valen las ceremonias impecables, si falta lo esencial: el espíritu de familia, que es indispensable para experimentar el Espíritu de Jesús. Cuando San Pablo supo que entre los corintios había divisiones y partidismo, les escribió para decirles:

«Ésta no es la Cena del Señor» (1Co 11, 20). Habría que preguntarse, seriamente qué diría Pablo acerca de muchas tristes y frías Misas en donde reina un dudoso «misticismo»; en donde abunda el silencio, pero también el egoísmo de las personas que buscan estar «tranquilas» sin tener que derrumbar sus barreras de «egolatría», que les impiden encon-

trarse con los hermanos y formar ambiente de familia, que es esencial para que pueda haber Cena del Señor. La cena de pascua era una cena sacrificial. Suponía el sacrificio de un cordero que había sido seleccionado con anticipación. En la Ultima Cena, Jesús hizo alusión a su sangre «derramada» por la salvación del mundo. «Ésta es mi sangre dijo Jesús- con la cual se confirma

el pacto, la cual es derramada en favor de muchos para el perdón de sus pecados» (Mt 26, 28). A la Misa la llamamos «renovación del sacrificio de la cruz».No significa repetición del sacrificio de la cruz, sino actualización por la fe de lo que hizo Jesús por nosotros en la cruz. En la Eucaristía se nos ofrece la sangre salvadora del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. La Misa es el acto de culto en el que nos volvemos a apropiar, por la fe en el Sacramento, la salvación que Jesús nos ofrece. La Misa es una cena sacrificial incruenta. La Misa no debe quedarse únicamente en simbolismos y recuerdos. Es el momento para unirnos a los sufrimientos de Jesús, para ser también nosotros corderos que ofrecemos nuestro sacrificio para servicio de la comunidad. San Pablo decía: «Completo en mi cuerpo lo que falta a los padecimientos de Cristo por su Cuerpo que es la Iglesia» (Col 1, 24). La Misa es el lugar adecuado para renovar nuestro ofertorio de estar junto al Señor para tomar nuestra parte en la cruz que Jesús quiere compartir con nosotros como la compartió con Simón de Cirene. Cada uno, en la Misa, queremos ofrecernos como corderos para unirnos al sacrificio de Jesús en la Cruz, en beneficio de todos los hermanos, especialmente de los que están alejados del camino de la salvación.

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SANTIDAD

Ceferino Namuncurá El hijo del último cacique Ceferino Namuncurá era un indio araucano. Los araucanos habían bajado un día muy lejano de las cordilleras de los Andes hacia las inmensas llanuras del este, que hoy llamamos pampas de la Argentina. Los araucanos eran una raza orgullosa y guerrera para la que no había en el mundo cosa más odiosa que la esclavitud, el ser siervos. Su vida era la caza. En 1833 el gobierno central hizo un tratado de paz con Calfucurá, guerrero gigantesco, fuerte y terrible como un toro. Pero los blancos, derrotados por las flechas, vencen con el alcohol. Regalan enormes cantidades a los indios, que por causa de aquella verdadera droga perderán en breve su vigor e independencia. En 1842 se vuelve a encender la guerra, en la que es derrotado el septuagenario Calfucurá, muriendo más de mil araucanos. Los supervivientes son empujados hacia las áridas montañas. En 1875 los araucanos eligen a un nuevo gran cacique que rompa los alambres de espinos y los conduzca de nuevo hacia la fértil llanura. El cacique se llama Manuel Namuncurá, y es el hijo menor del legendario Calfucurá. De nuevo se enciende el malón. Para los araucanos es el comienzo de la última tragedia. Prácticamente desarmados, los indios pudieron ofrecer poca resistencia. Era necesario discutir la rendición, para que los araucanos no acabaran todos muertos. Namuncurá tenía una desconfianza invencible hacia los blancos. Solamente se fiaba de uno, don Melanesio, misionero salesiano.

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Los salesianos de Don Bosco habían llegado a Argentina a fines del 1875, dirigidos por don Juan Cagliero. Don Melanesio persuadió a Namuncurá a que se presentara personalmente al general Villegas. El 5 de mayo de 1882 entró en el fuerte Roca acompañado de nueve caciques. Dio la palabra de que nunca más combatiría contra el ejército argentino. A su tribu se le asignó un vasto y fértil territorio en el valle del

Río Negro. Pero doce años más tarde, traicionando la palabra dada, los militares comunicaron a Namuncurá que debía trasladarse con su gente a lo alto del valle, entre los picos nevados de los Andes. Viejo y humillado, Namuncurá partió con los suyos hacia la «reserva». A su lado correteaba Ceferino, un niño de ocho años. Era el sexto de sus doce hijos.


SANTIDAD 1897. Después de haberlo discuti- Defendería a su gente de los blan- guanacos, pero la tos no desparedo con los ancianos de la tribu, el cos y de su alcohol (que los estaba cía. Ya los pulmones estaban tocaviejo cacique anuncia a Ceferino que diezmando), y de las costumbres dos, y el frío de las noches acabó harán un largo viaje. «Te llevaré a bárbaras que consideraban sagrada por empeorar la situación. Buenos Aires, a la escuela de los la venganza y honrosa la muerte del blancos. Tú eres inenemigo. El año 1904 monseñor Cagliero fue teligente y eres la úlnombrado arzobispo y fue llamado tima esperanza de «Te llevaré a Buenos Aires, a Durante los cinco por el papa a Roma. Ceferino, que nuestra gente. Si lle- la escuela de los blancos. Tú años que pasó en el el año anterior había tenido una regas a ser militar o Domingo caída en su salud, le pidió que lo eres inteligente y eres la últi- colegio, político, podrás deSavio fue su mode- llevase con él. Cagliero sabía que fender los derechos ma esperanza de nuestra lo. Ejemplar en su en Europa la medicina estaba mude los araucanos. De gente. Si llegas a ser militar o entrega a la vida de cho más avanzada que en Argentiotro modo, nuestra a la caridad, na. Pero sabía también que contra político, podrás defender los piedad, raza desaparece a las obligaciones de la tuberculosis no había curas efiderechos de los araucanos. De cada día, a la vida as- caces. Consultó al viejo Namuncupara siempre». cética. Se escribió de rá. Sólo tras su aprobación, contenotro modo, nuestra raza Namuncurá llevó a desaparece para siempre». él: «En el recreo ac- tó a Ceferino. Desembarcaron en su hijo a la Escuela tuaba como árbitro Génova en agosto de 1904. SubieMilitar. La férrea disentre sus compañe- ron a Turín, donde los acogió paciplina y las pesadas bromas de los ros, aceptando éstos su palabra»; ternalmente don Rua, sucesor de compañeros aterrorizaron a Cefre- corregía a sus compañeros, ense- Don Bosco. Bajaron a Roma a visirino. Rogó a su padre que lo sacara ñándoles a hacer despacio y con de- tar al Papa. de allí, Por consejo del presidente voción la señal de la cruz. Se diría de la república, Namuncurá lo llevó que se estaban invirtiendo los pa- Al llegar el invierno, Ceferino trató al colegio Pío IX de los salesianos, peles: el indio convirtiendo a los de volver a sus estudios en la esdonde se hallaba el obispo Juan Ca- blancos». cuela salesiana de Villa Sora. Un gliero. Ceferino se encontró bastancompañero suyo de estudios recuerte bien allí. Inmediatamente demos- El organismo de los indios se mani- da: «Siempre estaba serio, casi tristró una tenaz voluntad, pero al mis- festaba indefenso contra los gérme- te. Pero la sonrisa brillaba en sus mo tiempo un fuerte instinto de li- nes de las enfermedades ordinarias ojos. En la iglesia todos lo recuerbertad total y soberana. Durante al- traídas por los blancos: resfriados y dan recogido en oración como un gunos meses rechazó el tener que bronquitis se transformaban rápida- ángel». En la primavera de 1905 la ponerse en fila con los demás. En la mente en tuberculosis, que los de- fiebre lo consumía día tras día, hasclase, aprendió a leer en poquísimo rrumbaba. En el cuarto año en Bue- ta quitarle todas sus fuerzas. Musitiempo, y consiguió una caligrafía nos Aires, mientras taba: «Rueguen por clara y elegante. se estaba haciendo mí, para que pueda un muchacho alto y Namuncurá lo llevó al colecurar y llegar a ser Sus compañeros, cuando tenían que macizo, Ceferino co- gio Pío IX de los salesianos, sacerdote..., si es la elegir representante para alguna ce- menzó a padecer voluntad del Señor». donde se hallaba el obispo remonia, elegían al mapuche. A los una tos continua y En abril lo trasladaJuan Cagliero. doce años recibe el Cuerpo de Je- rebelde. ron al hospital romasús. Con la lealtad características de no de la isla Tiberisu gente, el muchacho consideró Informado monseñor Cagliero, hizo na. Ceferino sabía que estaba muaquel acontecimiento como un volver a Ceferino a Viedma, donde riendo y pidió recibir una vez más a compromiso absoluto para toda su residía él, ciudad de clima mucho Jesús Eucaristía, el «aliado» al que vida. más fresco; desde allí lo hizo acom- había sido siempre totalmente fiel. Los momentos más hermosos, Ce- pañar hasta su gente. Aquel mucha- Se apagó en la mañana del 11 de ferino los pasaba cuando iba a visi- cho de quince años volvió a abrazar mayo de 1905, casi a los 19 años. tarlo don Melanesio, llevándole no- a su viejo padre y a sus hermanos. ticias de su familia y de su tribu. Fue Por treinta días respiró el aire suave El 22 de junio de 1972 el Papa Paen aquellos encuentros cuando Ce- de los Andes, mordió con sus dien- blo VI lo declaró «Venerable», priferino comenzó a soñar en llegar a tes la carne de caza asada al fuego mer paso en el proceso de canoniser, no un político o un militar, sino de los campos, durmió en las tien- zación. Sus restos mortales descanun sacerdote como don Melanesio. das envuelto en la cálida piel de los san en la capilla de Fortín Mercedes. BS Don Bosco en Centroamérica

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NOTICIAS

EDH

Más niños cruzan solos la frontera MARIUSA REYES BBC MUNDO, MÉXICO El número de niños solos e indocumentados que intentan cruzar la frontera de México hacia Estados Unidos, para reunirse con sus padres y otros familiares, está aumentando de forma dramática. UNICEF y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) acaban de publicar un informe conjunto en el que señalan que estos niños, niñas y adolescentes, cuyas edades varían de los cinco a los quince años o un poco más, se enfrentan a situaciones de discriminación, maltrato, explotación laboral y, en muchas casos, explotación sexual. El estudio fue realizado por UNICEF y el DIF en once ciudades fronterizas que forman parte del «Programa Interinstitucional de Atención a

Menores Fronterizos». Estas once localidades incluyen Tijuana, Mexicali, Ojinaga, Ciudad Juárez, Ciudad Acuña, Piedras Negras, Nogales, Agua Prieta, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. En entrevista exclusiva con BBC Mundo, la representante de UNICEF en México, Yoriko Yasukawa, dijo que a pesar de que el tema de la niñez emigrante no es nuevo, sí lo es el aumento en el número de niños que se arriesgan a cruzar la frontera. «Según el Instituto Nacional de Migración de México -dice Yasukawaentre enero y junio de 2005 se repatriaron un total de 26.330 niños. De esa cifra, 14.000 eran niños que intentaban emigrar solos. En todo el año de 2004, se repatriaron 39.690 niños». Según comentó la representante de UNICEF, en la mayoría de los casos lo que ocurre es que los padres de

estos niños emigrantes se van primero a Estados Unidos a buscar trabajo y establecerse, y luego mandan a buscar a sus hijos». En casi la totalidad de los casos, los padres pagan a los llamados «polleros» o traficantes de emigrantes hasta US$2.000 o más para que sus hijos crucen la frontera. Pero no todos los niños corren con la suerte de poder reunirse con sus familiares. Muchos son descubiertos por las autoridades y son llevados a albergues especiales, y luego deportados. «En algunos casos el proceso no cumple con los horarios establecidos, lo que ocasiona que los niños y niñas son repatriados incluso a altas horas de la noche, lo que a su vez, hace que no se respeten sus derechos», señaló Yoriko Yasukawa.

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BSCAM

CONOCIENDO A DON BOSCO

Traficar con aceite Don Bosco recordaba a todos los Superiores, maestros, asistentes y jefes de taller la obligación de prevenir los desórdenes y de mantener firme la observancia del reglamento, salvaguardia de la moralidad, y no dejaba de recomendar continuamente la caridad, los modos afables, y en ciertos casos también la tolerancia al exigir la obediencia. Decía, a veces, a quien tenía un natural áspero: - Deseo que de hoy en adelante te ganes los corazones sin hablar; y, si hablas, condimenta tu palabra con dulzura. A otro: - Recuerda que las moscas no se cazan con vinagre.

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BS Don Bosco en Centroamérica

Un día tomó aparte a Don Miguel Rúa, administrador del Oratorio y, con toda seriedad, le dijo: - Escucha, querido; ponte a traficar con aceite. - ¿Traficar con aceite?, repitió extrañado el administrador. - Sí, a traficar con aceite. - Pero, Don Bosco, ¿un religioso? - Precisamente: ¿no eres tú el administrador y, como tal, el encargado de las reparaciones necesarias en el Oratorio? Pues bien, me parece haber oído que algunas puertas chirrían y, con un poco de aceite en sus goznes, se arreglaría todo. - ¿Cómo es eso? No veo la razón... Luego añadió Don Bosco con una

dulce sonrisa, silabeando las palabras: - Y después, después... tus dependientes rechinan de un modo... Así que: ¿estamos de acuerdo? Cuando trates con ellos, recuerda que eres, o mejor, que debes ser traficante en aceite. Don Miguel Rúa comprendió y todos, al ver su bondad, su amabilidad, su dulzura, en una palabra, al ver que era otro Don Bosco, quedaron persuadidos de que Don Bosco no desperdiciaba el tiempo dando con la mayor amabilidad lecciones tan preciosas. Memorias Biográficas, VIII, 418-419




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