Ventana Abierta 4

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VENTANA ABIERT

T N E I D N E P E D N I O T A C I D N I S E P N A

R E V I S TA D I G I TA L

DE DOCENTES AFILIADOS A ANPE

NÚMERO 4


CUENTOS TRADICIONALES: ¿BUENA ELECCIÓN PARA NUESTRA BIBLIOTECA DE AULA?” Divertida herramienta para desarrollar la competencia lingüística, fomentar el hábito a la lectura y transmitir grandes valores. Esto es lo mínimo que se puede conseguir a través de la lectura de un cuento. Como docente considero que este tipo de literatura es imprescindible para nuestras bibliotecas de aula tanto en Educación Infantil como en la etapa de Primaria, pero antes de ponerlas al alcance de nuestros alumnos/as hemos de plantearnos qué queremos que aprendan tras su lectura. Si analizamos la estructura interna de estos “cuentos maravillosos” a través de las funciones que desempeñan los personajes y desde una perspectiva de género, nos damos cuenta que son racionalizaciones del mito, que tales mitos son masculinos y que, incluso los que tienen como tema central a la mujer, pertenecen a una concepción del mundo patriarcal. Analicemos dos de tantos cuentos tradicionales que han sido transmitidos de generación en generación: Blancanieves y Cenicienta: En ambos, las protagonistas, son mujeres, de buen comportamiento, educadas, dulces, guapísimas, trabajadoras, …, las cuales se casarán con un obrero o un leñador…Ah! No!, que siempre es con un apuesto, bellísimo y adinerado príncipe, los cuales le salvarán de la muerte, maleficios o de situaciones desfavorecidas de las cuales ninguna de las protagonistas son capaces de solucionar por sí solas o ninguna mujer del pueblo es capaz de salvarlas, únicamente “su príncipe, su héroe”. El hombre siempre tiene el poder. Si analizamos las familias de las protagonistas de ambos cuentos y del resto no mencionados nos podemos dar cuenta que en ellas el padre posee un rol muy específico, el de trabajar fuera de casa para ganar dinero, y si la protagonista es de familia monoparental, normalmente sólo aparece la figura de la madre, indudablemente trabajando en las labores domésticas. Si la madre no existe se sustituye por una madrastra y siempre malísima y fea. En el caso de Blancanieves, hay siete enanitos, trabajadores, que dan cobijo a la protagonista a cambio de que ésta realice las labores del hogar, de siete, digo yo, ¿no podría ser aunque sea uno de ellos mujer?


En el caso de la Cenicienta, no basta con tener a la mencionada madrastra, sino que además tiene tres hermanastras, mujeres por cierto, malísimas, cuya función es hacer infeliz y esclava a la protagonista por el mero hecho de ser bella y poder conquistar al príncipe. Curioso. Según estos cuentos tradicionales, cuando una mujer es inteligente, ambiciosa, arriesgada,…, son representadas por las mujeres malas del cuento, brujas o madrastras, envidiosas, malignas,…, las cuales serán finalmente castigadas por su ambición. Estos cuentos tradicionales, los cuales proporcionan grandes valores para los niños y niñas desde muy temprana edad, las mujeres nunca obtienen el poder por sí solas, por su valía personal, solamente por su físico y por ser “buena mujer”. Sin embargo, es el hombre el valiente y el que sí posee valía personal, ya que, si no fuese por ellos ninguna de las “princesitas” de nuestros cuentos se hubieran salvado de las malditas brujas o madrastras, hubieran vivido esclavizadas o incluso hubieran muerto en manos de ellas. ¡Qué haríamos sin nuestros príncipes!

Cierto es que este tipo de literatura posee una función liberadora para la mente infantil, la identificación con los distintos personajes, la transmisión de sentimientos de justicia, valentía,…, como ingredientes de la aventura que significa la niñez. Estas funciones que, evidentemente, son positivas, deben tener una alternativa sin que por ello salga perjudicado nadie, en estos casos el género femenino. A pesar de la crítica que se puede y, considero, se debe hacer a algunos de estos libros, hay que valorar el esfuerzo de algunos autores por presentar otros modelos de cuentos donde la coeducación toma gran relevancia. Teniendo este análisis en cuenta, creo que debemos concienciarnos y analizar detenidamente todos aquellos libros, cuentos, revistas, documentos,…, que proporcionemos a nuestros alumnos/as y ofrezcámosles literatura con otros modelos de convivencia y afectividad, y, sobre todo, con presentaciones de modelos más igualitarios para ambos sexos.

Si como docentes estamos en la línea de potenciar la coeducación, no podemos olvidar que con estos cuentos estamos inculcando valores negativos para nuestros alumnos/as y reforzando los estereotipos sexuales.

Desireé López López

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CONCEPCIÓN NAVAL Y MONTSERRAT HERRERO (COORD.): EDUCACIÓN Y CIUDADANÍA EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA, (EDICIONES ENCUENTRO, MADRID, 2006) La nueva Ley Orgánica de Educación (2006) incluye, como una de sus principales novedades, la introducción de una materia nueva en el currículo escolar de la enseñanza no universitaria. La asignatura recibe distinto nombre en función de la etapa educativa en la que se inscriba. En Educación Primaria y los tres primeros cursos de la Educación Secundaria Obligatoria, se denomina “Educación para la ciudadanía y los derechos Humanos”; en 4º de ESO, en cambio, “Educación ético-cívica”; y en Bachillerato, se incluye como materia común con el nombre de “Filosofía y Ciudadanía”. En este contexto, el libro que se presenta aquí, puede resultar de gran interés para fundamentar el debate y argumentación sobre el objetivo y misión de esta materia. Quizá lo más importante del libro sea el interés de los autores por ahondar en los conceptos subyacentes e intentar encontrar unas bases teóricas que den coherencia y solidez a la asignatura. Profundizan en el qué y porqué de esta nueva disciplina académica: su contenido y su razón de ser como asignatura obligatoria en cuatro de los doce cursos que componen la enseñanza no universitaria. A través de los doce artículos que componen la obra, y, desde la doble perspectiva filosófica-política y educativa, se dan argumentos de interés sobre el tema. Como se señala en la introducción, “se trata de una obra que busca comprender las implicaciones existentes entre la Educación y la vida ciudadana” (p. 15). El libro se divide en cuatro apartados. Las reflexiones van desde el análisis filosófico de algunos de los conceptos que subyacen al nombre de la disciplina académica (logos, polis, ciudadano y ciudadanía, educación, democracia, identidad europea, humanismo cívico, educación pluralista, etc.), pasando por un análisis del camino seguido e iniciativas llevadas a cabo en la política educativa europea que han ido dando forma a un interés común por este tema existente desde hace años. Finaliza con unas reflexiones sobre el proceso de elaboración de la actual ley educativa que introduce la asignatura; así como sugestivas ideas y aspectos que convendría incluir en el currículo de dicha asignatura. Interesante resulta el tema -analizados en los artículos que componen los dos primeros apartados del libro- de la interrelación entre política y educación: la necesaria autonomía de ambas para evitar la corrupción y manipulación de las conciencias. En esta línea, en el primer artículo J.M. Barro -a partir de la idea aristotélica


de ciudadanía- analiza el lugar de la ética y la moral en la vida pública, destacando el nexo profundo entre ética y política en el pensamiento de este filósofo. Para Aristóteles, el buen ciudadano es el hombre bueno, virtuoso. En contraste con esta idea -señala D. Negro en su artículo-, nos encontramos con las nuevas tendencias pedagógicas que centran su objetivo en la educación como instrumento para “la formación de hombres democráticos, más interesados en lo colectivo que en sí mismos” (p. 50. Con el consiguiente peligro de que la enseñanza escolar se convierta en mero adoctrinamiento. De este modo, la Educación pasa a ser considerada como herramienta principal para la resolución de problemas y conflictos sociales que, desde las instancias socio-políticas, otros no saben resolver. La pregunta clave para F. Altarejos es la siguiente: ¿qué educación?; ¿para qué ciudadanía?. Pregunta a la que intenta dar respuesta haciendo referencia al peligro que supone la pérdida de la identidad europea. Y cuestionándose sobre la posibilidad de una auténtica educación moral sin que exista una noción clara y firme de la propia identidad y carácter. Al llegar a este punto, puede resultar ilustrativo el concepto que R. Alvira da de persona educada “ser educado significa fundamentalmente tener una rica privacidad –interioridad– y saber exteriorizarla públicamente de modo adecuado y, a la vez, conocer lo mejor posible y –en cualquier caso– suficientemente lo público y saber interiorizarlo convenientemente” (p. 83). No se corresponde ésta con la situación en que nos encontramos actualmente: una dogmatización de la democracia, en palabras del autor, donde la libertad del ciudadano, se limita a una serie de libertades particulares (cambios de casa, de pareja, etc.), pero donde es difícil el ejercicio de la libertad en el sistema democrático mismo, puesto que éste a veces se plantea como intocable, para garantizar su eficacia. Desde otro enfoque, insiste en esta misma idea J.L. González Quirós. En el análisis que hace de las causas de la crisis de los sistemas educativos, defiende la tesis de que el pluralismo no puede ser un valor absoluto en el plano social: “porque un exceso de pluralismo podría aniquilar por completo el mínimo de cohesión que necesita una sociedad cualquiera para tener rasgos comunes y ser, en efecto, una comunidad” (p. 95). A lo largo del libro, y desde las distintas reflexiones, se insiste en la importancia y necesidad del hecho identitario. Para J.L. González Quirós hay un núcleo de cuestiones en relación con la religión que debería conocer todo el mundo, incluidos los alumnos de otros países y religiones que llegan a Europa, puesto que dichos conocimientos les van a ser de gran ayuda para poder entender, a fondo, la historia de España, sus instituciones, etc. Lo cual será de gran importancia si se quiere lograr una auténtica convivencia. Negar estas raíces culturales y su influencia en el vivir y actuar actual, nos acerca a una peligrosa ciudadanía cosmopolita que supone -en palabras de A. Llano– “la proclama de que todos nos hagamos

“ciudadanos del mundo”, es decir, de ninguna parte; porque “el mundo”, así en general, lo peor que tiene es que no existe” (p. 117). Y así, este autor, habla del humanismo cívico –cuyo enclave decisivo es la familia-, como propuesta regeneracionista de la vida social. Robustecer la ciudadanía se convierte en el nuevo reto para la política educativa en España. Este tema da título al artículo de M. Esteban Villar en el que se destaca la importancia de considerar la ciudadanía como “convicción”. Y en el que se habla de la necesidad imperiosa de tener en cuenta el peso y la influencia de las raíces culturales. Porque “si se disuelve la identidad se debilita la sociedad” (p. 133). El reto educativo al incluir una asignatura como la Educación para la Ciudadanía, hace referencia a la capacidad de fundamentar sus contenidos en los grandes principios que sustentan nuestra cultura; a saber, “los valores que están enraizados en la radical dignidad humana, la libertad, la justicia y el bien común” (p. 134). El tercer apartado del libro –en el que entramos ya de modo concreto en la educación para la ciudadanía como objetivo en los planes y actividad educativa-, comienza con un artículo de C. Naval en el que realiza una síntesis de los últimos 15 años de la dimensión socio-cívica de la educación, hasta llegar al momento actual en el que se ha señalado la Educación para la ciudadanía como “el currículo del siglo XXI”. A lo largo de sus páginas va desarrollando algunos de los nuevos enfoques que están surgiendo en la educación para la vida ciudadana. Enuncia seis especialmente relevantes en cuanto que aportan nuevas dimensiones y perspectivas de participación ciudadana. En un segundo momento, lanza una serie de preguntas que invitan a la necesaria reflexión para que se logren los objetivos y finalidades de esta nueva disciplina, y cuya respuesta nos dará idea de qué entendemos por “educación para la vida ciudadana”. Finalmente señalar la abundante bibliografía que aporta, tanto impresa como en páginas web. J.A. Ibáñez-Martín tras definir los conceptos de ciudadano y ciudadanía, hace un análisis de los contenidos con los que se describe la educación para la ciudadanía en los organismos internacionales europeos, así como el escenario en el que se ha desarrollado la actual propuesta de esta materia en España. Finaliza con unas reflexiones personales sobre el modo de enfocar la asignatura en las circunstancias del momento. Y lanza cinco ideas dedicadas a quienes ostentan actualmente el poder, concluyendo que “una educación para la ciudadanía a la altura de los tiempos exigiría un importante cambio de timón en el diseño del sistema educativo” (p. 180). También D. Reyero, comienza analizando algunos datos sintomáticos sobre la situación actual de la educación en España. Y, mediante una serie de preguntas y análisis de algunos tópicos de la tarea educativa, nos alerta e invita a reflexionar sobre el peligro de un totalitarismo de Estado: situación a la que se llegaría si


pasara a éste la responsabilidad de la educación, suplantando a los padres en la educación de sus hijos. Los dos últimos capítulos del libro apuntan a los retos docentes de una educación para la ciudadanía. MªC. Calvo, defiende el derecho a una educación diferenciada, analizando las ventajas y desventajas de la educación mixta, aportando datos del debate abierto en países desarrollados. En el último artículo J.M. Valle, hace un recorrido histórico de las principales acciones de la educación para la ciudadanía en la política europea (desde 1957 con la “Escuela Europea de Luxemburgo”, y ya antes-1953- durante su periodo de gestación), hasta nuestros días. Cuando en el año 2000 el Consejo Europeo de Lisboa se plantea la estrategia global de la Unión para el decenio 2000-2010, en el Informe de la Comisión, de 31 de enero de 2001, se señalan como futuros objetivos precisos de los sistemas educativos “promover la ciudadanía activa, la igualdad de oportunidades y la cohesión social” (p. 256) Todo esto nos indica que no se trata de un tema nuevo; si no que se viene gestando en toda Europa desde hace años. Quizá el problema es la falta de argumentación que justifique su inclusión en el currículo escolar; así como que se considere como alternativa y sustituto de la enseñanza religiosa. Esta visión que podría sintetizarse en la frase de “concebir la democracia como religión” (p. 172), supondría la sustitución de la dimensión espiritual de la persona por su dimensión social y política. Es un libro que puede interesar a teóricos de la educación y de la sociología. Así como a quienes tengan funciones en la administración educativa: políticos, inspectores de educación, asesores pedagógicos, etc.

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Mª Mar Martín Ayllón


¿TRABAJAN CONJUNTAMENTE FAMILIA Y ESCUELA? Antes de nada, me gustaría decir que cuando se hace referencia a los conceptos de familia y escuela, me refiero en un primer lugar a la gran responsabilidad que ejercen los padres en la tarea de educar a los hijos y en segundo lugar, a la necesidad de establecer una estrecha colaboración y participación entre padres y maestros. Analizando estos conceptos, podemos apreciar fácilmente que ambos son dos ámbitos educativos distintos, tanto por su naturaleza, organización, así como formas de intervención. Aún así, los dos plantean un objetivo común el cuál es la educación de los niños y el desarrollo de todas sus potencialidades. En un principio, el ser humano nace totalmente indefenso, y depende de la ayuda que le brinden los adultos para poder satisfacer todas sus necesidades biológicas. Con lo cual, la familia será el primer contexto de socialización del niño/a. En su i n t e r i o r, é s t o s re a l i z a n s u s p r i m e ro s aprendizajes, establecen vínculos emocionales y se incorporan a las pautas y hábitos de su grupo social y cultural. La familia juega, por tanto, un papel crucial en el desarrollo del niño, puesto que serán ellos los que formarán la base de partida que marcará el futuro del pequeño. Si la participación de los padres en la educación de sus hijos es un tema tan importante, nos planteamos una pregunta, ¿por qué en las escuelas nos solemos encontrar la mayoría de las veces poca participación por parte de éstos? Es así, gran variedad de maestros de centros educativos se quejan de la poca colaboración que prestan los padres en la educación de sus hijos, haciendo así imposible una adecuada coordinación entre ambos para transmitir los mismos valores,

Si la participación de los padres en la educación de sus hijos es un tema tan importante, nos planteamos una pregunta, ¿por qué en las escuelas nos solemos encontrar la mayoría de las veces poca participación por parte de éstos?”


actitudes, modelos de conductas,…Sorprende la actitud

medios de comunicación como la televisión. A este

pasiva que muchos muestran en esta gran e importante

hecho le añadimos que muchos de los aprendizajes que

tarea que repercutirá en el futuro del niño/a.

los alumnos hagan en las escuelas, difícilmente llegará a

Otro aspecto a tener en cuenta, es que los años han

consolidarse, puesto que para que esto ocurra deberá

pasado y nuestra sociedad ha sufrido varios cambios de

existir criterios comunes de actuación entre padres y

tipo político, económico y social a lo largo del tiempo. Al

educadores, sino los objetivos tardarán más en

igual que en otros tantos temas, uno de los afectados

adquirirse, se debilitarán o no llegarán nunca a aparecer.

ha sido la familia y la escuela, sufriendo grandes

Una cosa debemos tener clara y es que es

transformaciones. Actualmente, las circunstancias de las

imprescindible y fundamental que exista una buena

familias han variado debido a temas tales como la

coordinación, colaboración y comunicación entre familia-

incorporación de la mujer al mundo laboral, los hijos

escuela, y que este tema, en lugar de llegar a ser una

nacidos fuera del matrimonio, existencia de las familias

utopía se convierta en algo cotidiano. No debemos

monoparentales (formadas por madre o padre),…éstas,

abandonarlo y darlo todo por perdido, pues es de mayor

más otras circunstancias han dado lugar a que la

importancia llegar a lograrlo.

relación entre familias y escuela ya no sean las mismas. Con lo cual, nos quedamos con que las familias de la antigüedad son distintas a las de ahora. Cuando hablamos de familia, no sólo nos referimos a padres y madres, aún siendo la más determinante, existen otros miembros de la familia (abuelos, hermanos, vecinos, amigos…) y entorno que ejercen gran influencia sobre el niño/a. Además, son muchos los niños que se crían sin un modelo a seguir, con lo que su única referencia será lo que aprenden en el centro escolar y

Cristina Pozo Paz

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HOW MUSICAL ARE YOU? Now, many people believe that we need to be musical to enjoy classical music. But, what makes someone musical? Is not only somebody who plays a musical instrument, it is also somebody who appreciates and understands the rhythm of a piece of music or a song. Dr Lauren Stewart of Goldsmith University explains the traditional description of musical people as people who can play a musical instrument or who've had formal music training. This is far too narrow, and even just being immersed in our very musical world engenders people with a very sophisticated level of musicality that they probably aren't even aware of. So if people can choose the right music for a social occasion, know how music affects their moods and emotions - we say that that's already a sophisticated skill. Dr Lauren Stewart says our view of what makes someone musical is too narrow – it's just too limited. So many people who don't play a musical instrument or haven't had formal music training could actually be really musical too. Another Dr. called Petroc Trelawny says that we're all born with musical abilities. He wants to debunk some of the myths about music being frightening and alarming. He means to destroy and break down the ideas that make people afraid of music, especially classical music. Because many people are put off by classical music – they don't even listen to it - partly because they think they won't understand it. Moreover, we're 'immersed' in a 'very musical world' – we're surrounded by lots of music (the musical ring tones on our mobile phones, the TV, the Internet, The radio, many concerts…) – and that can also make us musical. Lots of us probably have a very sophisticated, or advanced, level of musicality, but we don't even know – we're not aware of it. A part of musicality is an understanding of how music can change the way we feel – how it can affect our moods and emotions. And it takes a sophisticated level of musicality to be able to choose music for a social occasion, such as a wedding.


It's perfectly possible to listen to music that's totally new to us or isn't from our own culture, and still enjoy it in our own way. So if you enjoy listening to music and music can affect your mood, you have a sophisticated musical skill

VOCABULARY the pitch (tono): here, the placing of a note, either high or low the key (tonalidad) : the notes used in a piece of music, which are based on a scale, or specific series of notes too narrow (demasiado limitado, estrecho): not wide enough to include all people who have different levels of musical skills immersed (inmerso): surrounded by a large amount of engenders (engendrar): causes or equips someone with musical skills a sophisticated skill: an advanced or complicated ability ring tones: the various sounds which mobile phones make when a call or message is received tone-deaf (que no tiene oĂ­do musical): unable to sing in tune or to recognise different melodies debunk (desacreditar): to show something is untrue or unimportant myths (mito): stories which are old and well known, but are not based on truth

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By Noemi Astigarraga Galarreta


LA DANZA Y EL BAILE: UN RECURSO EN EL ÁREA DE RELIGIÓN De todos es sabido el dicho de: “quien canta reza dos

demostrar la vinculación del hombre con algo o alguien

veces”, pues ¿ por qué no añadir que quien danza o

a quien creen superior, lo que pone de manifiesto que

baile expresa doblemente no sólo lo que transmite el

no podemos prescindir de la dimensión transcendente

sonido en sí sino además lo que se siente al escucharlo?

del ser humano.

El lenguaje de los gestos siempre ha sido un lenguaje

Recordemos las danzas del sol, unas de las ceremonias

enriquecedor y hoy, algo olvidado hace que la riqueza de

donde los indios pedían fuerza y poder a los espíritus

la comunicación adquiera su máximo significado. Las

para poder vencer los males que se ocasionaban en la

palabras y las expresiones orales o escritas en

tierra.

ocasiones no expresan en profundidad lo que realmente

Las danzas de los agricultores donde pedían poder a

el interior siente.

seres sobrenaturales que llamaban “cemíes” para que

La danza y el baile utilizan el movimiento como medio

los protegieran de los males naturales.

de expresión. La belleza de los movimientos, de forma

Y así podríamos hablar de muchísimas experiencias,

individual como en grupo, lleva consigo una armonía que se respalda con

la simetría y el equilibrio. Un

movimiento ser bello o no, en realidad con la finalidad expresiva, y con la veracidad de respuesta dada al sentimiento que la origina. Cuando danzamos y bailamos estamos poniendo de

existentes desde épocas antiquísimas y primitivas donde el hombre expresa con su cuerpo sus anhelos y su agradecimiento. No podemos dejar de mencionar que en el cristianismo hay muchas manifestaciones religiosas que son y se expresan por medio de la danza y el canto. Recordemos

manifiesto una realidad interior, una necesidad, que tiene

sin más en el Antiguo Testamento varios libros que nos

que ver más con lo espiritual que con lo físico.

relatan acciones de este tipo:

Cuando danzamos estamos expresando toda una serie

En el éxodo: tras la liberación de la esclavitud, se danza

de emociones que se sienten

expresando el triunfo frente a los egipcios.

y que necesitan

expresarse como manifestación de lo que somos, y sentimos, como agradecimiento o como aclamación, como petición o como expresión de súplica y dolor. Desde la fenomenología religiosa, podemos observar que es difícil dejar de asociar la dimensión transcendente del ser humano a lo manifestado en el

En el libro de los jueces se habla de danzas por las cosechas o por la alegría de la llegada de algún ser querido. En el libro de Samuel se nos habla de las danzas alrededor de las tablas; de las danzas del rey David.

baile o la danza. Expresiones que llevan intrínsecamente

Incluso en el Nuevo Testamento encontramos algunas

unidas el sentimiento, lo más profundo del ser humano,

referencias al respecto.

que creyentes o no podemos manifestar como lo

Todo este ámbito de expresión nos permitiría descubrir

profundo, lo interior, lo que en realidad está por encima

las grandes manifestaciones que el hombre es capaz de

del mundo físico.

expresar y que a veces nos olvidamos de que son de

Como ejemplos claros de lo que aquí expresamos,

gran riqueza.

puesto que este tema daría mucho para investigar, podemos citar varios ejemplos que nos llevan a

Mª Adelina Martín Rodríguez

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NUESTROS JÓVENES Y LAS REDES SOCIALES La preocupación de los padres por el uso que los jóvenes hacen de las redes sociales está creciendo en la actualidad. Tuenti y Facebook se han convertido en herramientas imprescindibles a los ojos de un adolescente. Pero, ¿qué hacen los jóvenes en Internet? ¿Qué riesgos corren? ¿Son conscientes de que, en ocasiones, pueden incurrir en un delito? Las redes sociales han revolucionado la forma de comunicarnos pero, ¿hasta qué punto se convierten en algo adictivo? ¿Dónde está el límite? ¿Cuándo se viola la privacidad? Montse Ereño, profesora en la Universidad de Mondragón, Famili Wach nos da

algunas claves

que pueden ayudar a

en una entrevista publicada en la revista digital The padres y educadores. A ellas nos referimos en las

siguientes líneas. Las redes sociales

han sido una revolución tecnológica total y, como todo, tiene sus pros y sus contras. El

fundamento básico de una red social no es malo, al contrario, es una forma rapidísima de llegar a un mayor número de gente en menor tiempo y con una comunicación simultánea. Las empresas ven en ellas un filón a la hora de organizar reuniones, captar clientes, hacer marketing, etc. Ahora bien, la cosa cambia cuando los usuarios son niños, adolescentes o jóvenes, porque pueden no ser lo suficientemente responsables

con la información que

manejan y con el uso que le dan a esa información. Ellos piensan que en el mundo de la red vale todo, tienen una gran sensación de impunidad y no se dan cuenta de que pueden ser víctimas de delitos e, incluso, pueden llegar a cometerlos. La imaginación de los jóvenes es desbordante y tienen una habilidad enorme en el uso de las nuevas tecnologías. Hay, incluso, chavales que juegan al póker online y ganan dinero. Internet permite entrar en un mundo fascinante y hacer cosas que la persona no se atrevería a hacer cara a cara. Es así que no es difícil llegar al ciberbulling (maltrato psicológico a través de la red), que ya

ha provocado incluso

casos de suicidio en algunos jóvenes. Si algún compañero cae mal, el bombardeo con mensajes intimidatorios o insultantes puede ser persistente. Se pueden crear webs ridiculizantes, hacer correr bulos en el messenger, colgar fotos robadas de la persona, dejar notas burlescas en su blog, robar su clave, impedir que alguien siga


participando en un juego online, etc, etc. En estos aspectos la ley es muy difusa, aunque poco a poco los gobiernos van poniendo en marcha

protocolos de

ciberbullying. Es corriente que niños de 10 años

se

cuelen en las páginas de Tuenti, cuando es una red permitida a los mayores de 14 años. Pero, en este aspecto, también la ley se mantiene en todavía

un campo grisáceo,

sin definir. Hay que informar a

niños y jóvenes de los riesgos que pueden derivarse de chatear con desconocidos; avisarles de que no deben dar ningún dato personal de ellos o de familiares por la red, sin antes hablar con los padres, pues, además , pueden incurrir en un delito, o ser víctimas de un engaño

(contactar con

pederastas, secuestradores, delincuentes comunes, redes de prostitución y tráfico de menores, redes de narcotraficantes o sectas). Los padres muestran preocupación en relación a las redes, pero, hoy en día,

también nos tiene que

preocupar que nuestros propios hijos sean, precisamente, los que

provoquen el

problema o el delito por total desconocimiento. Las familias tienen gran dificultad para frenar este descontrol y conseguir estar en guardia respecto a los usos que los hijos dan a internet. Hay que hablar habitualmente con ellos y establecer “reglas consensuadas” para navegar, sin imponérselas; el ordenador nunca puede usurpar el tiempo destinado al estudio, sueño, deporte, amigos o familia; además es aconsejable navegar algunas veces con ellos, para ayudarles en el uso correcto de esta herramienta y para demostrarles que tenemos capacidad de control; además es aconsejable que el ordenador esté es una lugar común de la casa. Internet es un arma de doble filo y está presente en todas partes. Los padres que

La preocupación de los padres por el uso que los jóvenes hacen de las redes sociales está creciendo en la actualidad. Tuenti y Facebook se han convertido en herramientas imprescindibles a los ojos de un adolescente. Pero, ¿qué hacen los jóvenes en Internet? ¿Qué riesgos corren?”


piensan que con controlar a su hijo unas horas en casa con el ordenador basta, se equivocan. El joven puede no estar en casa y conectarse a Internet desde cualquier lugar, incluso desde su propio móvil. Puede estar, incluso, en clase y estar chateando, sin el conocimiento del profesor. Por ello hemos de educarles en un uso responsable de la herramienta. Los jóvenes tienen que darse cuenta de que todo lo que se sube a Internet, después no baja, y que aquello que han colgado en la red puede ser visto y utilizado para fines diversos por millones de personas con consecuencias, a veces, muy desagradables. Los “ciberacosadores” adultos pueden verlo, establecer fácilmente el contacto con el menor, acercarse a sus gustos y aficiones y, a partir de ahí, empezar a coaccionarle. Sólo el 6,6% reconoce haber quedado con un desconocido a través de la red. A pesar de estos peligros, y quizá debido a ellos,

padres y educadores no tenemos que cerrarnos a las redes

sociales, a las nuevas tecnologías. Ni es aconsejable

prohibir a los hijos el acceso a las mismas Padres y

educadores también tenemos que estar en esta era digital para conocer y explicar a niños y jóvenes sus ventajas y peligros. Incluso el mismo proceso educativo hay que adaptarlo porque ya no son suficientes los métodos tradicionales. Nuestros niños y jóvenes pertenecen a una generación interactiva (salen del Instituto y hablan por el móvil, llegan a casa y siguen en el messenger, se meten en tuenti, etc). La tarea, como padres, está en advertir a los hijos cómo usar la información y ayudarles para que hagan un uso responsable de internet, para que utilicen y accedan a aquello que les aporta algo y mejora como personas, y para que sean muy cuidadosos con la información que deciden dar a conocer y la que deciden guardar.

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Laura Alíns Rami


EDUCAR LOS SENTIMIENTOS (I) Sentimientos. ¡Qué importantes para nuestra vida! N o s a c o m p a ñ a n s i e m p re , y n o s i e m p re s o m o s conscientes, pero marcan nuestras respuestas a lo que recibimos de fuera. Son protagonistas principales en nuestro actuar, desde los deseos, miedos, ilusiones e impulsan nuestras acciones produciendo satisfacción, disfrute, aburrimiento…Y, aunque están impulsándonos, no percibimos su existencia hasta después de haber actuado. Entonces nos invaden los sentimientos: alegría o tristeza, remordimiento o satisfacción… Los sentimientos se encuentran en nuestro yo más íntimo, que tanto nos cuesta conocer y no la c o n t ro l a m o s . A l c re c e r v a m o s d e s c u b r i e n d o s u importancia. La razón de este artículo es reflexionar sobre como trabajamos los sentimientos en la escuela y como podríamos hacerlo. 1.- Importancia de trabajar los sentimientos. Tr a b a j a n d o l o s s e n t i m i e n t o s y l a s e m o c i o n e s conseguiremos una serie de objetivos para que el niño crezca a nivel intelectual y emocional. Daniel Goleman concreta en la teoría de la Inteligencia Emocional los siguientes objetivos para trabajar en la escuela:

Conocer las emociones, reconocerlas en uno mismo y en los demás.

Modular y gestionar los sentimientos, las emociones y sus respuestas. Desarrollar la tolerancia a las frustraciones diarias. Desarrollar la capacidad para sobreponerse al doler emocional y continuar con la vida. Adoptar una actitud positiva ante la vida. Prevenir conflictos interpersonales. Mejorar la calidad de vida escolar. Contamos con muchos escritos en el tema de los sentimientos pero resulta difícil trabajar este tema con el alumnado.


Veamos algunos factores que dificultan este trabajo.

veces hablamos con el niño sobre que es lo que ha

2.- ¿Cómo solemos actuar en la escuela?

producido esa reacción, de sus sentimientos.

Conocer los propios sentimientos es una fuente de

3.- ¿Qué hacer desde la escuela

enriquecimiento para uno mismo, te ayuda a conocerte

Cuando hablamos de sentimientos generalmente nos

mejor y a evitar conflictos porque te enseña a ponerte

quedamos en el estoy bien o mal… ¿qué sentimiento es

en el lugar del otro.

ese? Es necesario ponerle nombre: Estoy triste, alegre,

En la escuela trabajamos mucho desde lo cognitivo,

enfadado, frustrado… Este será el primer paso para

que aprendan contenidos.

poder desarrollar una dinámica posterior: nombrar

El niño que va bien académicamente, parece que todo

sentimientos.

en él va bien. Pero, ¿cómo vive por dentro sus

Los sentimientos no son buenos ni malos. Son, están y

relaciones con sus iguales, con los adultos…? Todo

hay que enseñarles a los niños a poner nombre por que

influye en su motivación y maduración vital.

han sido los que han causado la acción o reacción. El

Nosotros percibimos de ellos las reacciones que vemos, pero: ¿sabemos qué les pasa en el interior, qué las provoca? Y ante esto: ¿cómo actuamos? Tenemos distintas maneras de actuar: - Una es fácil. Si las reacciones que produce el sentimiento son positivas para todos lo dejamos estar. A veces intervenimos para reforzar esa conducta, pero no hablamos del sentimiento. - Otra es más complicada. Si las reacciones que produce el sentimiento son negativas, sobre todo para los demás, no solemos tener en cuenta el porqué de e s a re a c c i ó n d e l n i ñ o . I n t e r v e n i m o s . ¿ C ó m o ? Riñéndole, haciendo contratos, castigando… pocas

niño siente, no sabe expresarlo, pero se da cuenta de que reacciona ante lo que le pasa por dentro. 3.1. Presupuestos del maestro para trabajar sentimientos Los maestros tenemos que dedicarle tiempo a estar y hablar a los niños de los sentimientos. Los maestros tenemos que estar receptivos a sus sentimientos para poder educar, con ellos, sus reacciones. Ante una acción negativa, cuando el niño descubre que verbalizamos su sentimiento conecta mejor con la posibilidad de cambiar, es capaz de verbalizar lo que sucede, se siente entendido y desde ahí sí podemos buscar soluciones satisfactorias para todos. El niño aceptará mejor las peticiones de cambio pues se


sentirá reconocido en vez de vivirlas impuestas desde una postura exterior que no le tiene en cuenta. Para abordar los sentimientos de alguien, es importante escuchar sin juzgar, sin expectativas, sobre todo porque a nuestros niños les toca vivir en una sociedad donde se está muy solo y que limita la comunicación profunda. Se expresa poco desde dentro, quizás porque los interlocutores no son muy receptivos, o bien por exceso de trabajo, o por cansancio,… En la escuela debemos enseñar a los alumnos a ser emocionalmente más inteligentes, dotándoles de estrategias y habilidades emocionales básicas que les enseñen a conocer sus sentimientos y manejarlos, para su propio bien y el de los demás. Para conseguir que el niño descubra sus emociones y sentimientos es necesaria la figura de un nuevo tutor (con un perfil distinto al acostumbrado) que aborde el proceso para trabajar los sentimientos de manera eficaz para sus alumnos. Es necesario que él mismo se convierta en modelo de equilibrio emocional, de habilidades empáticas y de resolución serena, reflexiva de los conflictos interpersonales, como fuente de aprendizaje para sus alumnos, ya que estos aprenden también por modelado. Este trabajo no se podrá realizar si previamente el maestro no ha hecho su propio camino de conocimiento y manejo de los sentimientos. 4.- Conclusión Es importante educar a los niños en el mundo de los sentimientos para que se conozcan, aprendan a vivirse y empaticen con los demás, para que sean alfabetos emocionales. Se presentará una segunda parte con dinámicas para E.P. que abran el campo de la expresión y comprensión de los sentimientos en el aula.

Ventana abierta 4

Mª del Mar Calleja Ortiz


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