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Economía y finanzas De los baby boomers a los millenials

De los a los BABY BOOMERS MILLENIALS Algunas Consideraciones

En este artículo vamos a comparar el entorno económico y social donde se han desenvuelto las generaciones mexicanas, de los Baby Boomers hasta los Millenials. Cabe señalar que se han dado cambios significativos en las últimas 4 decádas en el sentido de una mayor integración al mundo (globalización), una sofisticación acelerada en los sistemas de comunicación por diferentes medios, una menor ocurrencia de crisis económicas debido al mal manejo de la política económica en las décadas de los setentas y ochentas, el uso generalizado de las redes sociales, un estilo de vida más relajado en cuanto a la posesión de bienes materiales y un considerable apoyo de la tecnología para resolver actividades cotidianas. En la Infografía 1 se muestran algunos cambios en la forma de vida de los Baby Boomers vs Millenials.

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Dr. Javier Salas Martín del Campo Director de Estudios Económicos ANTAD, A.C.

BABY BOOMER

Televisión análoga TV B/N y Color

Servicio postal Cartas, postales

Tiendas físicas Shopping mall

Medios impresos Periódico, revistas, gacetas

Transporte tradicional Camiones colectivos, taxis

Oficina tradicional Trabajo presencial en oficina

Formas de emparejarse Citas a ciegas, matrimonio, hijos

Localización y representación geográfica Guía Roji

Mesa de trabajo Maquina de escribir, fax, calendario de papel

Radio Analógica AM/ FM / LW

Libros físicos Libros en papel

MILLENIALS

Smart TV Netflix, Amazon Prime

Correo electrónico Instant messaging Outlook, Gmail, WhatsApp, Snap chat

e-Commerce Amazon, eBay, Alibaba

Noticias en línea Twitter, Facebook, Instagram

Apps de VTC Uber, Jump, Didi, Cabify

Comportamiento Multitasking Home office, Coworking, Skype

Living apart together, Parejas DINKI Tinder, be2

Apps de mapas y navegación GPS Googles Maps, Waze

Aparatos electrónicos Tablet, Laptop, Smartphone

Formatos electrónicos eReaders, eBooks, Podcasts

Streaming de audio Spotify, Youtube, Apple music, Google Play Music

Como han pasado los años…

Estimado lector, tengo 68 años y creo que he vivido una vida intensa de trabajo y emociones razonablemente feliz. En términos generacionales pertenezco al grupo de Baby Boomers, que comprende a las personas nacidas entre 1946 y 1964. Sin embargo, en mi juventud, a lo largo de varias décadas he enfrentado diversas crisis económicas, que de algún modo han afectado mi nivel de bienestar de manera drástica. La década de los sesentas fue de estabilidad con crecimiento económico y baja inflación. Sin embargo, a principios de la década de los setentas, concretamente a partir de 1973, México empezó a experimentar elevada inflación, situación que posteriormente condujo a la devaluación de septiembre de 1976. En efecto, fue en esos años que inicia la inestabilidad económica, filtrándose como la humedad en un muro.

En su momento, fue difícil evaluar la importancia y el impacto que el nacimiento del cartel de la OPEP en octubre de 1973 tuvo en la economía mundial, cuando se encarece el precio del barril de petróleo de manera drástica. La inflación generalizada que se produjo también afectó a México, que empezó a experimentar un crecimiento de precios de prácticamente del doble con

relación al de los Estados Unidos, en los siguientes tres años. A este fenómeno externo se le sumó un espíritu “desarrollista” del gobier- no en turno, quien empezó a gastar de manera excesiva sin tener ba- ses de financiamiento sólidas para sostener los proyectos planteados. La consecuencia fue un programa económico insostenible y el 31 de agosto de 1976 el Secretario de Ha- cienda y Crédito Público anunció la “devaluación” del peso.

Como es evidente, la devaluación dio lugar a una mayor inflación y posteriormente a un crecimien- to económico errático que influ- yó en el bienestar de la sociedad y muchos de los Baby Boomers se encontraron con una problemá- tica no experimentada hasta ese momento. De hecho, esta fue la primera ocasión que estallaba una

crisis cambiaria desde 1954, año en que se había presentado la última devaluación sorpresiva del peso. Cabe señalar lo difícil que es pro- nosticar la ocurrencia de una crisis; lo único que se requiere es un de- tonador que encienda la mecha y, acto seguido sobreviene la debacle económica.

Hay que mencionar que el entorno económico impacta el tipo de ca- rreras profesionales que la juven- tud desea estudiar. Recuerdo que en mi época -mediados de la dé- cada de los setenta- lo que estaba de moda era matricularse en inge- niería, con especialidad en el ramo petrolero. En décadas anteriores había sido la carrera de leyes y “ca- sualmente” algunos de esos estu- diantes llegaron a ser presidentes de la República.

Los Baby Boomers andaban en bici- cleta, usaban el teléfono fijo de dis- co, la comunicación era por correo, por lo que no se tenía información con oportunidad, se pasó de la TV en blanco y negro a la de color, y la música favorita era de Elvis y los Beatles. Se bailaba rock´n´roll y twist, y la forma de vestir y pei- narse era muy particular: copete para los señores y crepe con mu- cho spray para las señoras. Aquí hay que señalar que a finales de la década de los setentas se empezó a sentir la inflación. El cine se fue de 4.00 a 8.00 pesos aunque esto fue por una mejora tecnológica en la proyección (Cinemascope), y em- pezó el aumento de precios en re- frescos, transporte y otros artículos de consumo de la juventud.

Hago esta introducción, porque después de finales de 1976 se su- cedieron otra serie de descalabros económicos que no sólo siguieron afectando a los Baby Boomers, sino también a la “Generación X”, que son las personas nacidas entre 1965 y 1980. El problema de las crisis es que se prolongan, de manera que la administración gubernamental la genera se la hereda a la siguien- te, como fue el caso de José López Portillo, quien contrató una deu- da externa que se volvió impaga- ble, devaluó la moneda al final de su sexenio y le pasó el problema a Miguel de la Madrid, en lo que fue un sexenio perdido en cuanto a crecimiento económico y dificultad para servir la deuda externa.

Las crisis afectan la moral de la po- blación, particularmente en lo que corresponde a la caída en el salario real bajo cualquier definición –mí- nimo, contractual, IMSS, etc-, ya que el salario fue uno de los instru- mentos de política que se empleó para combatir la inflación, así que no es de sorprender que la actual administración quiera fortalecer el poder adquisitivo del salario míni- mo, aunque por las pérdidas acu- muladas de años anteriores la ta- rea es cuesta arriba y riesgosa por el impacto inflacionario que podría generarse.

Es conveniente abundar en el tema del salario. La Constitución señala en el Capítulo VI, artículo 90: “El salario mínimo deberá ser suficien- te para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social, y cultural, y para proveer a la educación obli-

gatoria a los hijos”. Es una realidad que el mandato constitucional se volvió obsoleto desde hace varias décadas. Actualmente el CONE- VAL mide la suficiencia del sala- rio y su relación con la línea de la pobreza. El “límite de pobreza por ingreso”, que comprende alimen- tación y servicios señalado dicha institución ajusta para un solo indi- viduo y está en la frontera de dicho indicador, que es de 3,111.36 pesos mensuales para un salario mínimo de 102.68 pesos diarios.

Como puede apreciarse hay una discrepancia importante en lo que es la realidad económica de los Baby Boomers comparada con la de los Millenials. Actualmente la oportunidad de destacar laboralmente y tener una mejor percepción salarial para el último grupo mencionado requiere de mayor capacitación, iniciativa y

dedicación en el trabajo. En este sentido se abren oportunidades interesantes a nivel de la economía global, ya que durante muchos años, tal vez hasta mediados de la década de los ochenta, la economía estaba cerrada y paulatinamente se fue abriendo a la globalización no sólo en el comercio, sino también a la tecnología y oportunidades para los Millenials de traspasar las fronteras.

En la Infografía 1 se muestran algunas comparaciones de cómo se desarrolló la vida de los Baby Boomers comparada con la de los Millenials. Una de las grandes diferencias es que en la actualidad la juventud está mejor informada a un costo marginal por la aparición de telefónos celulares de alta tecnología, que es como traer una computadora ambulante.

Recuerdo que en mi primer viaje a Europa en 1976 daba miedo hacer una llamada a México por el costo y problemas de conexión que se tenían. En la actualidad, los jóvenes están acostumbrados a comunicarse prácticamente a cualquier parte del mundo y muchos de los paquetes telefónicos ya lo permiten sin costo adicional alguno.

¿Qué les espera a los Millenials en el futuro?

La preguntas son: ¿Qué puede deparar el futuro a los Millenials dada la revolución tecnológica que se ha dado?, ¿Cómo pueden afectar a México los conflictos sociales, políticos y económicos qué están ocurriendo en el mundo?, ¿Existe la posibilidad de que estalle una crisis económica en México?

La respuesta a la primera pregunta es que la tecnología facilita la vida. En este sentido los Millenials bien capacitados hacen maravillas desde su escritorio manejando la

computadora y estando al tanto de lo que ocurre en el mundo, prácticamente online. También, como ya comentamos, son menos aferrados a bienes materiales como tener una casa o un auto, ya que existe una oferta abundante de rentas o simplemente pueden vivir comodamente con los papás. En el transporte, las apps ofrecen servicios a buen precio que se facilita con rapidez y eficiencia en el pago. También existen bicicletas y patinetas en renta, aunque estos últimos medios implican riesgos de seguridad.

Los conflictos mundiales ciertamente pueden afectar a México en la medida que tangencialmente puedan conducir a medidadas punitivas como la imposición de aranceles, bloqueo de fronteras e intentos de vulnerar la soberanía nacional por conflictos migratorios o delincuenciales. Se han tenido amagos de los escenarios descritos, que afortuna

damente no se han concretado aunque habrá que estar atentos; vienen tiempos electorales en los Estados Unidos que pudieran producir inestabilidad en los países vecinos.

Finalmente, creo que México se encuentra inmerso en la transformación económica de la 4T, pero también con una problemática aguda de recuperar el crecimiento económico, que genere un autentico bienestar a la población por la posibilidad de acceder a un empleo digno bien remunerado. Lo programas asistencialistas tienen un límite que es precisamente la oferta de recursos a dispersar. Habrá que tratar de tener un mayor equilibrio entre estos programas y las medidas de estimulo a la recuperación económica en sectores como la construcción, la minería y la inversión. De otra manera en el medio plazo se puede agudizar el problemas de crecimiento que afectaría las expectativas de desarrollo de los Millenials y de las generaciones futuras.

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