» ESPECIAL REMEMBER: MI PRIMERA VEZ
EL MURO Entre todas las cintas que acompañaban a mi flamante y nuevo Spectrum de 48k había una muy distinta a las demás llamada Horizontes. En la cara A había un cursillo de iniciación para aprender a utilizar las 5 funciones que podías extraer de cada tecla, mientras que la cara B contenía una serie de programas que ponían a prueba la capacidad del ordenador ¡y a cada cual más aburrido para un crío que sólo quería jugar! Para que te hagas una idea, recuerdo una demostración gráfica que simulaba la evolución de una población de zorros y conejos cuyo número de individuos debías introducir antes de comenzar. ¡Exacto!, ¡aquello producía enooormes bosteeezos! Pero el primer programa de la cara B era diferente: ¡El Muro! Si de algunos juegos decimos que tienen píxeles como puños, El Muro tiene ladrillos como adobes, pero fue mi primer
Así lo veíamos de pequeños...
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machacaladrillos y uno de los primeros juegos que cargué en mi Spectrum el primer día que puse mis manos sobre él. El movimiento era brusco (aunque podías mover tu paleta a dos velocidades según fuera conveniente), sólo había un nivel que se repetía incesantemente, y en ambos extremos de la pantalla alguien puso con muy mala leche unos ladrillos más pequeños que el resto, a los que acertarles con la pelotita exigía una puntería que ya me gustaría ver al soldado de Operation Wolf enfrentándose a ellos. A pesar de todo, lo cargué decenas de veces porque me lo pasaba pipa jugándolo y porque el color del muro me recordaba al de las franjas que tenía mi ordenador a la derecha del teclado. El resto de la cinta Horizontes parecía haber sido escogido en una tormenta de ideas bajo el lema "aburramos a los niños". El Muro estará siempre unido en mi memoria al día en que toqué un ordenador por primera vez. - J.P