Maracaibo, martes, 30 de septiembre de 2008 SUCESOS VERSIÓN FINAL 31
A Ángel Paz Castro, secuestrado en Mérida el 10 de septiembre, lo torturaron antes de matarlo
Asfixiaron con una bolsa a ganadero secuestrado Familiares pagaron 300 millones por su libertad. Su cadáver estaba en una vía pública y solitaria detrás de EPA. Habría muerto el sábado
Era un grupo comando que tenía hasta chapas de varios organismos policiales. Yo me imagino que Santos sufrió un gran susto”. Valero, junto con “El Gallo”, fueron liberados a las 8:00 de la mañana de ese día en una vía que conduce a Trujillo. La unidad en la que viajaban se desplazó en ese sentido. Los liberados, que caminaron hasta el pueblo más cercano para pedir ayuda, no vieron bien la dirección en la que iban porque los obligaron a permanecer de espaldas.
Juan José Faría (Unica 2006) jfaria@versionfinal.com
N
uevamente a los secuestradores se les pasó la mano. El cuerpo de Ángel Aquiles Paz Castro, ganadero de 54 años plagiado el pasado 10 de septiembre en la vía hacia Palmarito, frontera entre Zulia y Mérida, apareció sin vida el domingo en horas de la mañana detrás de la conocida ferretería EPA, en el sector San José, entre las calles 19B y 95E. El cadáver tenía, para el momento del hallazgo hecho por los vecinos, graves signos de tortura. No tenía heridas de bala, pero sus muñecas y tobillos presentaron hematomas. Estaba desnudo y boca arriba tirado en el suelo, enredado en una bolsa negra. Su hijo, quien no quiso dar declaraciones, lo identificó a las 3:00 de la tarde en la morgue forense de Maracaibo. La autopsia arrojó que Paz habría muerto por asfixia mecánica que le causó la obstrucción de las vías respiratorias. Lo habrían asesinado el sábado con una bolsa plástica puesta en la cara. El encargado de reconocer el cadáver fue Sundín Galué, vocalista de la banda Tecupae y sobrino de la víctima. Estaba con su novia Zoraida Orcial. Entre los dos in-
A la izquierda el hijo mayor de Ángel Paz es consolado en la morgue por Sundín Galué, su primo (de lentes), poco después de reconocer el cuerpo.
tentaron consolar a sus familiares más cercanos. Los abrazos se repetían a medida que llegaban las personas desde el Sur del Lago. La tortura Familiares de Paz, “Papito”, como lo conocían, vivieron los arrebatos del secuestro desde las 6:00 de la mañana del décimo día de este mes. Días después sus captores hablaron con ellos y acordaron pagar 300 millones de bolívares que, extraoficialmente, se cancelaron la semana pasada. “Empezamos a tranzar con ellos desde la semana pasada. La situación era difícil, pero creíamos que en cualquier momento iba a ser liberado. Nunca nos imaginamos que se trataba de él, hasta que nos
avisaron que su foto había salido en un periódico”, comentó una familiar que no se identificó. “Papito” había salido en su carro con su amigo, Santos Valero, hermano del ex gobernador encargado Germán Valero, y con su capataz, Orlando Salcedo, conocido como “El Gallo”. Cuando viajaban en la vía hacía Palmarito, para su finca Santa Lucía, dos lujosas camionetas se acercaron, los sujetos se bajaron, los emboscaron y se los llevaron a los tres. Ayer, un amigo comentó que los siete asesinos tenían, cada uno, un fusil automático liviano, arma exclusiva de las Fuerza Armada. “Lo peor es que lo trajeron desde allá hasta Maracaibo. Nadie vio nada y las autoridades no hicieron nada.
Impotencia Germán Valero llegó a la morgue en representación de su hermano y para consolar a sus amigos. “No podemos decir nada, es un momento muy difícil. No esperábamos que esto terminara así y ahora no hay nada que hacer. Uno no halla consuelo. Es muy triste que no pueda hacerse nada”. El hombre se vio bastante afectado emocionalmente. Uno de los hijos mayores del secuestrado llegó en horas de la tarde a la morgue, reconoció el cuerpo de su progenitor y en seguida se fue a la Policía Científica a rendir declaraciones. Lloraba sin ningún consuelo mientras efectivos de la Guardia Nacional, Comando Regional Unificado Contra Extorsión y Secuestro (Cruces), y la Brigada Élite Antisecuestro (BEA), constataban los comentarios. Extraoficialmente se conoció que los organismos lo buscaban muerto desde el pasado viernes. Las averiguaciones se hicieron sólo en los cerros de Caja Seca y los estados andinos. Ningún jefe policial quiso declarar al respecto, pero se maneja que los homicidas están plenamente identificados.
Ganadero
Ángel Aquiles Paz, de 54 años,
Es natural del municipio La Cañada de Urdaneta. Junto con su padre y sus dos hermanos formaron un negocio familiar que se llevó en el Sur del Lago. Cuando el mayor de sus hermanos murió, él quedó a la cabeza de la industria con apenas 20 años y al lado de su hermano Ender Paz. Tenía varias fincas en la localidad. Vivía con sus seis hijos y su esposa Morelva Machado en el sector Nueva Bolivia, a pocos kilómetros de donde lo sometieron, en el poblado de Caja Seca, municipio Sucre. Era, además miembro de la directiva de la Asociación de Ganaderos del Sur del Lago y presidente de la asociación de ganaderos de Caja Seca. Poseía una farmacia veterinaria en el centro de la localidad y tenía gran afición por la pelea de gallos. “Era una persona muy conocida, generosa y querida. No es justo que en este país pasen estas cosas y que las autoridades no hagan absolutamente nada por solventarlo. Lo único que podemos hacer, nosotros como productores agropecuarios, es encomendarnos a Dios para que no nos pase lo mismo que a Ángel Paz”, fueron las palabras de Daniel Sánchez, un amigo de la infancia del fallecido. Santos Valero es un productor agropecuario del sector Playa Grande. Es dueño de la finca Alta Vista, donde apareció el cadáver de Luis Antonio Labrador, secuestrado el 4 de julio.
Una joven resultó herida
Le pegaron 25 tiros cuando conversaba Juan José Faría Leman Antonio Romero León (34), recibió más de 20 tiros de dos sujetos desconocidos que se acercaron y sin mediar palabra le dispararon. En el hecho una menor de 15 años recibió un tiro en la pierna y se registró en el sector La Arreaga, en la avenida 17B, de la parroquia Cristo de Aranza.
Eduardo Romero informó que su hermano conversaba con varias personas cuando a las 10:30 de la noche un carro pequeño gris pasó por el sitio, detrás de una capilla de San Benito, y se estacionó de manera brusca. Dos sujetos se bajaron y descargaron sus armas sobre él. Los que estaban a su alrededor corrieron, pero entre el desespero, una joven de 15 años
que reside a pocos metros del hecho, recibió un balazo en la pierna y varias conchas cayeron en su trasero. Ambos fueron llevados a la emergencia del Hospital General del Sur. Romero llegó muerto, mientras que a la joven el proyectil sólo le rozó una pierna. “Los sujetos le querían robar la moto FYM negra que tenía. Como se re-
sistió lo mataron”. Romero era comerciante. Dejó dos hijos menores y era soltero. Residentes del lugar aseguraron que el joven había tenido ciertos problemas con las autoridades. “Hace tiempo intentaron matarlo varias veces. Siempre resultaba herido, pero nunca lo había logrado hasta ayer”, comentó una vecina del sector que no se identificó.
Leman Antonio Romero León (34)