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8.2. Apuntalamientos

Para poder sofocar estos problemas se debe diagnosticar la patología o lesión y actuar con rapidez eligiendo el sistema idóneo para evitar que los materiales o los elementos estructurales sigan sufriendo. Como jefes y jefas de la ejecución de las obras, no todas las soluciones tienen la misma estimación en tiempo y coste. Se debe solucionar la patología atendiendo siempre a estas dos variables y a la integridad del edificio.

8 .2 . Apuntalamientos

Como ya se ha dicho, un apuntalamiento es un sistema compuesto por una serie de puntales o postes que actúan en conjunto destinados a asegurar y ofrecer sostén a estructuras; por lo general son transitorios y se emplean en casos de inestabilidad estructural hasta la reparación o demolición.

Lo primero que va a venir a la mente de cualquiera va a ser lo que se conoce como puntal telescópico. Este tipo de puntales están conformados por dos tubos de acero que acoplan uno con otro. En los extremos tienen una placa cuadrada para mayor apoyo y sustento de los elementos a apear. El tubo estrecho, tiene orificios equidistantes para colocar un pasador. Una vez colocado el pasador, en el extremo del tubo más ancho tiene una rosca dotada con asas para poder enroscar hasta que haga tope el pasador. La disposición de los orificios hace que se pueda elevar a distintas alturas. No obstante, existen puntales entre 1 y 3,5 metros. Se debe tener en cuenta que un puntal de 3 metros se puede desplegar hasta casi 6 metros. Los más habituales son los de color verde, extensibles desde 1,65 hasta 3 metros.

Más allá de los puntales telescópicos, cada parte de un sistema de apeo tiene una nomenclatura, unas particularidades que se deben conocer para actuar en función de las características del elemento que se debe apear.