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6.3. Organización del espacio y los objetos

personal, la comunicación, la estética del entorno y la seguridad emocional. En palabras de Clara Eslava (2016): «El espacio del aula como el doméstico raramente es un espacio vacío, al cual podamos aproximarnos sin encontrarnos rodeados de los objetos que posee y con los cuales se identifica la persona que lo habita, a través de los cuales se descubre o esconde, proyecta emociones construyendo un micro mundo propio».

El espacio tiene que fomentar la autonomía y ser seguro en todos los aspectos físicos y emocionales, sobre todo en la educación infantil. Los objetos, si los tenemos organizados en función de sus usuarios, nos van a servir para facilitar el aprendizaje, si reúnen las condiciones siguientes: selección, ubicación y visualización.

6 .3 . Organización del espacio y los objetos

Un taller laboratorio de creación cerámica tiene su organización particular. También depende del uso que se le va a dar. No es lo mismo un taller laboratorio para el aprendizaje de adultos que un aula taller escolar. Sin embargo, en el caso del aprendizaje universitario para el profesorado en formación hay que contemplar ambas vertientes. Primero tienen que aprender en las mejores condiciones y luego –o al mismo tiempo– aprender a transmitir lo aprendido y adecuarlo a su alumnado.

Zonas diferenciadas. El espacio debe tener zonas diferenciadas porque hay situaciones de aprendizaje que así lo requieren. Es básico tener una zona de máquinas y equipos separada de los espacios de creación. Con todas las condiciones legales de seguridad, este espacio puede albergar dentro de armarios aquellos materiales que no se usan en el aula, pero con los que es necesario contar para la práctica y la investigación. En dicho espacio se ubican los hornos, apartados de los demás elementos, pero accesibles para que el alumnado pueda ver donde se cuecen sus piezas. Tienen que aprender a cargar el horno y a programar las cocciones. La clave está en encontrar el equilibrio entre la libertad responsable y la seguridad.

Hay que compartir el momento mágico de la apertura del horno. Al ver la culminación de su trabajo se pueden emocionar o decepcionar, al comprobar la transformación que su obra ha tenido durante la cocción. Las preguntas de por qué ha ocurrido o no lo que esperaban nos da la oportunidad de explicarlo, para que comprendan lo que ha sucedido. La motivación por mejorar está servida.

Servicios. El taller de cerámica necesita agua. Un acceso fácil al agua es, quizá, la instalación más básica de la que no se puede prescindir. El agua se utiliza en todos los procesos de creación, preparación de materiales, mantenimiento y limpieza. El acceso al agua tiene que estar libre de obstáculos.

Distribución. La distribución del mobiliario debe dejar libres amplias zonas de movilidad y de acceso a servicios. Armarios y estanterías tienen que ser accesibles y con espacios vacíos para depositar las obras que se van realizando. Húmedas en una zona, secas en otra, etc. Los materiales deben estar etiquetados y las herramientas accesibles y visibles para poder disponer de ellas con

autonomía. Las zonas altas nos pueden servir para depositar algunas creaciones que puedan servir de estímulo al alumnado.

Adecuación de mobiliario. El mobiliario no debe ser excesivo. Armarios para cada tipo de material y mesas y sillas para trabajar, de fácil limpieza y siempre con la posibilidad de organizar el mobiliario según las necesidades de aprendizaje.

Los objetos no son un fin en sí mismos, pero están siempre presentes y en ocasiones ocupan demasiado espacio con un orden o disposición, a menudo improvisada. Habrá que probar diferentes modos de organización de los objetos y comprobar cual ha funcionado mejor. De cualquier modo hay que ubicarlos y esto requiere una selección adecuada. Con la observación y las opiniones de los usuarios veremos las dificultades que hay que resolver y estar abiertos cambios de mejora.

El desarrollo de las actividades escultóricas requiere que se tenga en cuenta la organización del espacio, para que el alumnado trabaje cómodo. En muchas ocasiones se trabaja de pie, por tanto hay que considerar una buena movilidad en la distribución de los espacios y enseres. Es importante que el alumnado se abastezca con independencia, sin necesidad de recurrir continuamente al docente y que en caso de necesidad, pueda desplazarse sin entorpecer la tarea de los demás.

Imagen 146. Espacios de trabajo personal

Imágen 147. Espacios de trabajo personal

Imágenes 148 i 149. Zona de tornos eléctricos