era la pregunta general a la que Elena, Sara y Érika son- El domingo amaneció con un cielo despejado en Valenreían dando la callada por respuesta, especulando con la cia. María abrió los ojos y le invadió cierto nerviosismo: siguiente parada: “¿Haremos un taller de cocina con las “Me siento como si fuera a casarme”. Repasó las fotos del cucharas?” día anterior con la cara iluminada. No quiso dejar que Marina durmiera mucho más, quedaba todo un día por La confirmación llegó a las puertas de Galerías Lon- delante y antes del desayuno había que compartir condres. En el escaparate vestidos de novia y de fiesta con fidencias. Ella ya sabía lo que se sentía siendo una novia marcas importantes como Rosa Clará. La emoción es- pero había vuelto a recordarlo; Marina, a pocos días de calaba su punto álgido, estaban ante uno de los platos su boda, empezaba a ser consciente de ello. “¡Arriba!” se fuertes del fin de semana: el bridal shower, otra propues- dijo. Ducha rápida, algo cómodo y para abajo: “Las deta distinta para una boda. Una a una las chicas se iban a más estarán ya esperando y nos han pedido ser puntuales” convertir en damas de honor por un día, aunque cuando No se equivocaban. Muchas caras conocidas en el desaCristina, la responsable de la tienda, las recibió entre co- yuno, todas comentando las anécdotas del día anterior, y pas de cava y bombones aún no lo sabían. “Vamos a hacer ansiosas por saber qué les deparaba el nuevo día. que os sintáis únicas”, les dijo sabiendo ya de antemano que se las había ganado. Y poco a poco la tienda se llenó Las Aladinas, conscientes de estar provocando nervios de rojo, morado, gris y rosa. Un estallido de color para propios de una boda, no quisieron esperar más. Reunietres novias de excepción, las propias Aladinas, y un re- ron a las chicas y se prepararon para contarles que ese portaje fotográfico que logró parar a todos aquellos que día, tras haber experimentado ya lo que era una beauty a esa hora paseaban por las calles del centro de Valencia. party y un bridal shower, iban a interpretar un papel todavía mejor, el de convertirse en novias por un día. El broche final para un primer día ajetreado esperaba en el Wakaya Lounge, un restaurante de atmósfera orien- Como en una situación real, un tiempo que se escapa tal en el que las chicas pudieron intercambiar impresio- entre las manos y que hay que exprimir al máximo pornes, ataviadas con los tocados de Abaloop y uno de los que ese día, ante todo, hay que disfrutar, las chicas se anillos estrella de Deborah Gil, cuyo brillo competía dejaron maquillar, peinar, vestir, retocar y fotografiar con con el de sus miradas y sonrisas. la paciencia que toca y una sonrisa perenne. Aires boho chic en los vestidos de novia de YolanCris y elegancia Tendencias de Bodas: Rincón Tendencias
191