Escogimos dos espacios para desarrollar la boda: un rústico porche de madera en el que se celebraría la “no ceremonia” y dónde más tarde se degustaría el buffet de postres, y los jardines de la casa, donde tendría lugar la fiesta y el pica-pica. La decoración de estos espacios la realizamos entre mi equipo de Bodas Deluxe junto a Project Party Studio y los propios novios, quienes se involucraron muchísimo. Y es que contratar a una wedding planner no tiene por qué ser sinónimo de desentenderse de la boda. El jardín, donde los novios ofrecieron el pica-pica (en lugar de un banquete sentado) compuesto por una variedad de platos catalanes y especialidades manchegas, lo decoramos con decenas de pompones
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Tendencias de Bodas
de seda que colgaban de los árboles y guirnaldas de bombillas hechas por Toni, el novio. Las mesas se vistieron con manteles blancos y caminos de mesa de arpillera, estos últimos hechos por la novia y sus amigas, y tarritos de conservas decorados con cuerda, encaje y flores silvestres, a modo de centros de mesa. Para hacer más ameno el pica-pica preparamos varias actividades como un divertido y colorido “photocall”, una bonita mesa con una máquina de escribir antigua a modo de libro de firmas y un tendedero de fotos familiares. Y para los más pequeños pusimos una mesa de juegos con cuentos, colores, pegatinas, pomperos y sinfín de cosas divertidas.