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por DIANA FELDHAUS fotografías LUIS AZPIU organización EDISEE BOUTIQUE EVENTS
LOS NOVIOS, UNA PAREJA DE 40 AÑOS, SE HABÍAN CONOCIDO APENAS UNOS MESES ANTES. TENÍAN MUY CLARO CÓMO QUERÍAN CELEBRAR SU BODA: CON SU FAMILIA ÍNTIMA Y TODOS SUS AMIGOS, EN UN ENTORNO DIFERENTE Y NATURAL, APROVECHANDO ADEMÁS PARA CREAR UN EVENTO DE VARIOS DÍAS Y ASÍ DISFRUTAR JUNTO A LOS SUYOS DE UNOS DÍAS DE PLAYA.
CUATRO DÍAS PARA UNA BODA JUNTO AL MAR A pesar de vivir en Madrid los novios eligieron la localidad de Jávea, a la que se sienten muy vinculados, para realizar su boda. Los festejos comenzaron un miércoles por la noche con una cena familiar, el jueves realizaron una excursión por los cabos de Jávea seguida de una cena, y el viernes se realizó una salida en barco y una fiesta preboda en un local privado. Para el domingo post boda se organizó un brunch en un chiringuito chillout de playa y actividades acuáticas a lo largo del día.
El diseño de la boda se realizó acorde al entorno fresco y desenfadado que necesitaba de poca decoración adicional. La inspiración se buscó en la pura naturalidad: verano, aire libre, mar, estrellas, arena y palmeras, colores blancos, muchas velas, luces tenues y la puesta de sol para una ambientación ligera y moderna.
Encontrar la ubicación concreta para la celebración de esta boda se dejó en manos de la agencia EDISEE, quien además se esmeró en localizar un establecimiento a pie de mar que reuniera las condiciones perfectas para poder celebrar una ceremonia sobre la arena, apartados de los bañistas de pleno mes de julio y en el que, además, se pudiera celebrar una cena y crear un marco romántico en un entorno privado. El establecimiento elegido fue un local en el que nunca se había celebrado una boda pero que reunía todas las condiciones para poder crear un entorno fresco y veraniego, al aire libre y bajo las estrellas.
UNA PAREJA NADA CONVENCIONAL Con poco tiempo para acudir a las tiendas habituales de vestidos de novia y considerando el ambiente de verano y playa que deseaba vivir en su boda, la novia no quería lucir un vestido típico, pero tampoco uno demasiado informal. Visitamos a una diseñadora que, a pesar de no estar especializada en vestidos de novia, ofrece una colección fresca en vestidos de fiesta. La novia se decantó por un diseño en seda blanca con cuello de tirante en strass que completó con sandalias plateadas, sencillos pendientes de plata y el pelo suelto. El novio, por su parte, optó por un traje moderno, negro y entallado, camisa con cuello de smoking sin corbata y pañuelo blanco. Mientras que las niñas de las arras lucieron vestidos ibicencos blancos e iban descalzas.
Para las invitaciones se creó una postal con una fotografía con la sombra de los novios sobre la arena de una playa y se envió por correos sin sobre, con el texto personalizado para cada invitado. También se creó una página web con fotografías y contenidos con las diferentes opciones de alojamiento y todos los planes del evento completo.
El día de la boda la novia citó a todas sus amigas al chalet que habían alquilado para arreglarse todas juntas; maquilladores y peluqueros a disposición de todas, mientras brindaban con champán. El novio, que hacía lo mismo con sus amigos en otra casa, pasó por el chalet a recoger a la novia para ir caminando juntos, por la playa, hasta el lugar de la boda. Tendencias de Bodas
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