La Biblia del Outdoor

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Segunda capa: aislar al cuerpo El papel de la segunda capa es aislarnos térmicamente. Su función principal no es la de calentar, como muchos piensan, sino la de retener el calor generado por el cuerpo e impedir su enfriamiento, favoreciendo, al mismo tiempo, la evacuación de la humedad. Es importante que estas prendas se ajusten bien al cuerpo y que cierren bien en el cuello, los puños y la cintura para evitar que el aire pueda penetrar en su interior. Esta capa es, seguramente, la que más variedad de prendas –y tejidos- ofrece, aunque seguramente el polar o fleece sea el tejido más utilizado… y el mejor. Este tipo de tejido está disponible, generalmente, en tres pesos distintos: 100, 200 y 300. Las prendas con forro polar de 100 gramos son muy ligeras y apenas se diferencian de una primera capa gruesa; las que recurren a los 200 gramos ganan en versatilidad y capacidad aislante, mientras que el forro de 300 se reserva para situaciones de frío riguroso.

Como la primera capa, esta segunda capa tiene que tener una buena capacidad de transpiración para que el sudor salga al exterior. El único problema es que muchos de los tejidos utilizados en estas segundas capas, sobre todo los forros polares clásicos, no son impermeables ni cortavientos y si no llevamos una tercera capa en nuestro equipaje, podemos tener problemas. Por suerte, en los últimos años los principales fabricantes de forros polares han conseguido ganar en impermeabilidad sin perder transpiración, creando segundas capas muy ligeras, capaces de retener el calor perfectamente, de evitar que la lluvia traspase el tejido y con una gran capacidad cortavientos. Estos nuevos polares con capacidades cortavientos e impermeables –propiedades que generalmente se consiguen con una membrana- son las llamadas capas mixtas, que en según qué condiciones nos permiten “saltarnos” la tercera capa. Bautizadas como SoftShell, son prendas que destacan por su versatilidad, aunque no han sido pensadas para sustituir ni a un forro polar ni a las prendas impermeables de la tercera capa. Sus bazas son la ligereza, la flexibilidad y como hemos dicho, su perfecto equilibrio entre transpiración y protección frente al agua y el viento. Son prendas diseñadas para actividades de mucha intensidad en las que las condiciones de frío, viento y humedad no sean extremas. Sea cual sea nuestra elección – siempre en función del usodebemos elegir una segunda capa que garantice un gran poder de retención del calor, una buena capacidad para evacuar el vapor de agua, que sean ligeras y que repelan la humedad.

La primera capa es la que está en contacto con nuestra piel. Su principal finalidad es ayudar al cuerpo a evaporar el sudor y mantenernos secos y a una temperatura confortable.

TEXTIL

un tejido extremadamente transpirable e hipoalergénico. Algunos fabricantes suelen combinarlo con el elastano –sobre todo en prendas ajustadas o de compresión-, y con tejidos que incorporan iones de plata y que aportan a la prenda una capacidad antimicrobiana y evitan los malos olores. Últimamente algunas marcas también están “recuperando” la lana por su gran poder aislante y por su capacidad para absorber agua sin que el exterior de la prenda esté húmeda. Este tipo de prendas son de vital importancia tanto en inverno como, sobre todo, en verano, pues en muchas actividades, sobre todo en un entorno como el que disfrutamos en España, será la única capa que llevaremos.

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