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NUEVA GRECIA
Miriam Palma quizá decíamos hambre
p O
cuando dijimos hielo en los veranos que apretaban las costuras de cuerpos zaheridos por certezas ajenas
a ratos universos destemplados se contradecían mudos las constelaciones se destartalaban lentas
e
sobre el costado de barrios casuales
quizá decíamos hambre y queríamos
s Í
ser boca
### Y mientras tanto un otoño tardío acechaba detrás de las sábanas tendidas y las evanescentes certezas de septiembre.
A
Y ahí estamos de nuevo, rendidos, otra vez esperando un aguacero.