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Azul no me olvides

AZUL NOMEOLVIDES

PROYECTO: Samantha Calzada

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UBICACIÓN: Bacalar, Quintana Roo, México

INGENIERÍA: José Oswaldo Calzada Peláez

CONSTRUCCIÓN: Constructora DaVinci

FOTOGRAFÍAS: Bernardo Buendía Bosch

Situada en un clima tropical húmedo a orillas de la Laguna de Bacalar en México, la propuesta arquitectónica de esta casa vacacional mantiene como eje primordial la conservación del entorno natural y responde a su hábitat utilizando principios de arquitectura bioclimática.

Aprovechando la pendiente pronunciada, el desplante arquitectónico se fragmenta en pequeños módulos para integrarse de manera respetuosa dentro del terreno natural y logra un mayor aprovechamiento de las vistas al cuerpo de agua. Generando múltiples niveles pequeños y puntuales se logró tocar únicamente un 5% del predio, manteniendo el 95% restante como área verde o espacio permeable.

Un área social que se funde con la selva que la envuelve da la bienvenida a seis habitaciones a modo de cabañas independientes. La fachada principal, orientada a los vientos dominantes, y la fachada posterior, tienen un tratamiento de muro-louver para garantizar la ventilación cruzada. El diseño en A convierte a la techumbre en muros, utilizando el zacate k’oxolaak, material local cultivado sustentablemente y aislante térmico natural, como la principal piel del proyecto. Los materiales empleados son de bajo mantenimiento y se buscó el máximo aprovechamiento de materiales de la región para lograr un equilibrio con su entorno.

La generosa altura de la techumbre de casi seis metros, aísla el espacio del calor. Las aberturas tipo louver en la parte superior crean efecto chimenea permitiendo la salida del aire caliente y logrando interiores más frescos. El diseño de la techumbre con 60º de inclinación sobre la horizontal representa de un 60% a un 90% de menor ganancia de calor por radiación. Su diseño provee generosa iluminación natural y la inclinación frontal crea un parteluz que evita un asoleamiento directo de la fachada sur al mismo tiempo que permite el máximo aprovechamiento de la vista dominante hacia la laguna.

Como parte del compromiso de conservación, el desplante respetó cada uno de los árboles existentes y se buscó la reforestación y regeneración de la vegetación endémica para recuperar la selva que había sido afectada por actividades antropogénicas previas. El proyecto produce la totalidad de su electricidad y da tratamiento a sus aguas residuales. El método constructivo sobre pilotes garantiza la conectividad de ecosistemas a través del establecimiento de corredores biológicos, así como la permanencia del flujo natural de escurrimientos, evitando la erosión.

El resultado es una arquitectura permeable en conversación con los sentidos, con la tierra, el aire y el agua que la rodea.