ARQUITECTURA RESIDENCIAL EN TIEMPOS DE COVID –19

POR: Arq. Abraham Luzanilla Renders: Arq. Abraham Luzanilla

El año que recién termina ha quedado marcado como uno de los más complicados de la historia reciente. La pandemia del COVID-19 ha afectado a muchos ámbitos de la comunidad global: el económico, el social, el psicológico, y, sobre todo; el de la salud. Esto ha derivado en la lamentable pérdida de vidas humanas alrededor del mundo.

El 2021 comienza y desafortunadamente el reto continúa, no sabemos hasta cuándo. De momento solo nos queda hacer el mejor uso del conocimiento que hasta hoy la experiencia nos ha dado a través de los expertos. Este virus se transmite principalmente por el aire más que por las superficies. Por ello, los espacios interiores han sido particularmente un problema y un entorno ideal para la propagación del virus. Por otro lado, ha sido generalmente en los espacios interiores privados donde nos hemos confinado y aislado durante los largos días de cuarentena, situación que ha muchos nos ha fatigado y sacado de nuestros refugios, llevándonos hacia donde el virus puede encontrarnos con mayor facilidad.

Todo esto nos lleva a reflexionar, desde nuestra limitada perspectiva de arquitectos: ¿Puede la arquitectura contribuir en algo para desacelerar el avance de la pandemia y/o sobrellevar mejor sus efectos?

Pensando en una respuesta afirmativa, hemos realizado un ejercicio arquitectónico tomando como base información proporcionada por expertos de la ciencia médica. Específicamente, se ha diseñado una casa en la que se adaptan varias estrategias auxiliares para el enfrentamiento de la pandemia, y que pueden ser utilizadas (mientras las posibilidades particulares de cada caso lo permitan) en otros proyectos de vivienda.

Partiendo de que una casa debe brindarnos refugio, seguridad y confort físico y emocional, hemos desarrollado las siguientes estrategias en nuestra propuesta:

* Integración de espacios exteriores. Los espacios al aire libre tienen múltiples funciones y son de amplia utilidad en estos tiempos. Reducen la sensación de hacinamiento y son un entorno menos riesgoso para la convivencia social que los espacios interiores, ya que el virus se dispersa con mayor facilidad por el aire. Representan además, un espacio de juego seguro para los niños de casa.

* Ventilación cruzada de espacios interiores. La mejor manera de deshacernos del virus en espacios interiores, es ventilándolos. La ventilación cruzada, mediante ventanas en diversos puntos del espacio, permite una mayor circulación y renovación del aire, disminuyendo la posible acumulación de agentes patógenos en el ambiente.

* Separación clara entre el área social y el área privada. Además de privatizar espacios, esta estrategia permitir reducir la exposición del resto de los miembros de la familia ante la hipotética presencia del virus en el área social en caso de recibir visitas. Contar con volúmenes de aire independientes, aumenta las posibilidades de que no todos los integrantes de la familia contraigan la enfermedad, o por lo menos, no al mismo tiempo.

PLANTA BAJA

*Filtro de acceso. Un adecuado diseño de la zona de transición entre el exterior y el interior de nuestro refugio, puede reducir las posibles afectaciones a nuestra “burbuja”. Es bueno considerar un sitio diseñado para recibir de forma más segura mercancía y otros servicios a domicilio, además un baño inmediato al acceso para la higiene de manos de quien ingresa. No hay necesidad de utilizar en casa, tapetes o aspersores sanitizantes, ya que no han demostrado utilidad práctica.

* Espacio “comodín”: son muchas las personas que hemos tenido la necesidad de trabajar desde casa y/o atender a un familiar enfermo. Contar con un espacio asignado para cualquiera de estas funciones, puede significar una gran diferencia. Un lugar aislado, de fácil acceso y con servicio de baño propio, cumple con ambas funciones. Es deseable que este espacio cuente también con comunicación visual y salida al exterior, ya que esto aumenta notoriamente el confort emocional del usuario. PLANTA BAJA

*Planta abierta. Comunicar los espacios sociales sin añadir divisiones interiores, tiene varias ventajas. Mayor sensación de amplitud, mayores posibilidades de guardar distancia con otras personas y la integración de un espacio único con mayor volumen de aire.

PLANTA ALTA

* Cochera multifuncional. El espacio para los automóviles puede ser ampliamente aprovechado en otras funciones, como área de esparcimiento, de juegos y convivencia. Comunicar este espacio con algún patio interior de la vivienda, multiplica las posibilidades de uso.

* Superficies de fácil limpieza. Aunque la mayoría de los expertos coinciden en que las superficies son medios de transmisión menos efectivos para el virus, no es conveniente desestimar sus posibles efectos. Es aconsejable limpiar con frecuencia superficies de contacto como manijas de puertas y barandales.

* Cultivo en casa. Contar con alimento cultivado en casa, siempre será beneficioso, especialmente en los tiempos que vivimos. El espacio suele ser la principal condicionante que a muchos nos impide realizar esta práctica. El llamado cultivo hidropónico vertical, nos permite tener nuestro propio huerto en espacios reducidos, generar nuestro alimento y distraer nuestra mente.

* Calidad de aire. Algunos expertos recomiendan dispositivos de control de calidad de aire interior como el medidor de dióxido de carbono. Estos aparatos no detectan la presencia de virus, pero nos son de utilidad para saber que tan bien ventilado está un espacio.

* Espacios de almacenamiento: en la medida de lo posible, es de suma utilidad tener espacios reservados para el almacenamiento de alimentos, botiquín, productos de limpieza y otros equipos.

Aun cuando las estrategias mencionadas anteriormente pueden sernos de utilidad, no olvidemos que, de momento, las principales armas que tenemos para combatir la pandemia son el distanciamiento social, el cubrebocas y la higiene de manos. No hay reunión más segura que la que podemos evitar. Nuestra casa es el micro universo donde habitan quienes más nos importan. Procuremos mantener nuestro refugio a salvo.

El camino a seguir lo indica la ciencia médica, la estrategia está en la responsabilidad social y la esperanza en el creador.