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Asimetrías y convergencias
Exposición colectiva «Asimetrías y Convergencias» María Iovino, curadoría Galería Vermelho, São Paulo, Brasil 1 de septiembre al 3 de octubre de 2009
«Asimetrías y convergencias» que estuvo expuesta en
especialmente en Bogotá, en donde son omnipresentes
Galería Vermelho, en la ciudad de São Paulo, presentó
la supervisión y el control por parte de las fuerzas mili-
un panorama abarcador de la producción colombiana a
tares o policiales. 0 señala la visibilidad de un cuento de
partir de trabajos de diecinueve jóvenes artistas. En
hadas un tanto reprimido, es como una olla de presión a
ningún caso se acudió a clisés
que, por lo general, en
punto de explotar.
el contexto colombiano, se sostienen sobre el trípode También el video Aire, bolsa y cinta adhesiva (mi casa),
del narcotráfico, la violencia y la miseria .
de Gabriel Antolinez, expresa una presión arrebataA pesar de haber estado constituida por obras sutiles
dora. La cámara en este video, uno de los trabajos más
y delicadas
instigadores de la exposición, sigue una larga bolsa de
en su mayoría dibujos y desdoblamientos
de la técnica , la muestra, dirigida por María Iovino,
plástico que al llenarse de aire que sale de un compresor
reposó sobre cierta tensión, lo que hacía que de la apa- conectado a ella, va ocupando todas las habitaciones rente simplicidad surgiera cierta desconfianza.
de una casa. Con el desorden ocasionado por la expansión de la bolsa, el artista traba el espacio.
Desde este punto de vista, uno de los trabajos más representativos era el video 0, de Andrés Ramírez
La misma incomodidad se observa en la serie «Berlin
Gaviria: un cubo de vidrio que encierra herméticamente
halfstories», de Mónica Naranjo, conformada por dibujos
un gas hasta que, de manera imperceptible y bastante
coloreados con medios digitales. En la obra aparecen
lenta, este acaba por implotar haciendo estallar sus
personas en situaciones diversas, íntimas y solitarias,
paredes. Las astillas de vidrio se esparcen por el espa-
o en momentos de transición. Hay algo melancólico en
cio, creando de esa manera dibujos en el aire. Un tra-
estos dibujos que provee un sentimiento de desencuen-
bajo tan fuerte como este es casi invisible, pues si el
tro con el contexto. Tal vez por ello, por esa des-
observador no da el tiempo suficiente a la obra, puede
confianza con el espacio público, es que muchas obras
perder su sentido, que está en su momento violento.
privilegian lo doméstico, como si en el ambiente más personal o íntimo existiera la posibilidad de encontrar
En 0, Ramírez Gaviria parece registrar la tensión que se
un nuevo puerto seguro.
siente en el aire en Colombia frente a la idea de normalidad social después de décadas de extrema violencia: o lo que es igual, en condiciones de constante vigilancia,
Decoración para espacios claustrofóbicos, de Angélica Teuta, aborda muy bien ese dilema. Con el apoyo de
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