ERRATA# 0, El lugar del arte en lo político

Page 150

de los colombianos, no solo los ribereños han hecho eco de nuestra propuesta, organizaciones como las Mujeres de Negro de Pereira y la misma ciudadanía que informada a través de los medios ha manifestado el interés y la solidaridad hacia una obra que trasciende las salas y confronta la realidad del país.

Vemos que también los testigos de esta obra son parte constitutiva de ella; es decir, el ser testigos forma parte de la elaboración del duelo que genera «Magdalenas por el Cauca», creando así espacio para «un sentir con los otros» o, como dice Veena Das (2008), «una forma de abrirnos al dolor del otro». «Magdalenas por el Cauca» hace presentes las ausencias que habitan el río Cauca y tantos otros ríos colombianos. Allí la memoria es el mismo río, pues el río Cauca es, en muchos casos, el único testigo de miles de crímenes ocurridos en sus riberas y en sus aguas; es el lugar donde los cuerpos reposan, convirtiéndose en testigo del horror, en portador de evocaciones que, por medio de los rostros, revelan lo que queda inscrito y encarnado en los lugares y cuerpos, las derivas de los silencios. Por medio de esta obra se puede ver entonces cómo la sustancia histórica de la experiencia hace saltar el pasado hacia el presente, generando una reflexividad histórica (Serematakis 1996) y una forma diferente de relacionarse con el ahora, pues nos deja ver cómo la memoria-río está en continua relación con niveles materiales e inmateriales, vivos, muertos, animales, vegetales; es decir, nos muestra que la memoria liga diferentes agentes y temporalidades en el presente.

150


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.