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Cuenca 465 Aniversario de Fundación Española.

La historia nos instruye que nuestra ciudad fue erigida por mandato del Virrey Andrés Hurtado de Mendoza hace cuatrocientos sesenta y cinco años cuando por insinuación de los españoles ya asentados en la llanura colindante con el río Tomebamba, fue Don Gil Ramírez Dávalos quien haciendo honor a la Cuenca española, perennizó el nombre en tierras americanas. Esta nueva urbe creció hasta más de medio millón de habitantes, no así la tierra de los conquenses que permanece como una pequeña ciudad de la comunidad autónoma de Castilla de la Mancha en el centro de la Península Ibérica.

Cuenca cumple hoy 465 años de fundación española. Fecha importante a pesar de los cuestionamientos de analistas y sectores aborígenes, que la conceptúan como inicio de la colonización extranjera y desprecio hacia las poblaciones ya existentes en este suelo patrio. Pero así fueron los designios de la historia, por lo cual lo mejor es mirar los acontecimientos con otra óptica. Durante este tiempo se convirtió en el tercer polo de desarrollo nacional, alrededor del cual giran numeroras actividades con dimensión austral; si, no en el volumen de Guayaquil la capital económica del Ecuador o de Quito nuestra capital pues Cuenca siempre se vió aislada de los poderes centrales y su crecimiento ha sido por esfuerzo propio.

Cuenca de los cuatro ríos o Ciudad de Santa Ana de las aguas, tomó fortaleza en base al esfuerzo denodado de sus hijos que aislados por la geografía andina y el poder político centralista, no se doblegó y más bien creció pujante, distinguiéndose en intelecto, poetas y pensadores, escritores y catedráticos, así como hábiles artesanos y artistas en varias facetas y campos de acción, desde el mecánico más fino hasta el ebanista de guitarras. Lo mismo podemos decir de la industria cuencana, esfuerzo de habitantes que sentían el aislamemiento como detonantes de un crecimiento fundamentado en méritos internos.

Pero más allá de los aspectos materiales, esta urbe cargada de alma que se expresa en el quehacer intelectual. Por eso el calificativo primigenio como “Atenas del Ecuador” en referencia a la capital griega, cuna de inventores, literatos y pensadores. Se añaden otros títulos como “Patrimonio Cultural de la Humanidad” y también “Ciudad Universitaria”, concepciones que la enaltecen

indudablemente, pero no bastan para satisfacer las crecientes necesidades de sus habitantes. De allí la intensa migración hacia otros rincones patrios y del extranjero. Se dice que de los millones de ecuatorianos que buscaron nuevos rumbos en otros países, se indica según datos que más de un millón de migrantes corresponden a cuencanos, azuayos, cañarenses y de la región austral. Desde mediados del siglo pasado existe la migración, desde la crisis del sombrero de paja toquilla, esta región busca mecanismos que le permitan alcanzar una economía más boyante, inclusive enrumbando hacia este objetivo sus potencialidades culturales y turísticas.

Ciudad bella desde siempre, la cañari Guapondelig, cuan fácil es vivir enamorado de un entorno natural, y del diseño arquitectónico que una ciudad con personalidad como Cuenca posee, con señorío e identidad, cualidades que la permitieron adquirir varios títulos a más de los intrínsecos.

Todos los inviernos de principios de año nos muestran a Don Julián Matadero (Río Tomebamba) coqueteando con la ciudad, mostrando sus encrespadas aguas argentadas entre piedras que emergen a disfrutar de caprichosos y verdes matices en las hojas de los sauces y arbustos que visten las orillas del respetable Señor. Los puentes, congraciadas estructuras que disfrutan del paso de perladas gotas de aguas, cerros formados de las albas, que parecen bufandas de nubes decoradas con flores andinas en El Cajas, engendro de vida y nobles cualidades de la cumpleañera urbe.

Realidades que la asimilaron varias generaciones cuyo impulso industrial, comercial y creativo fue notable y que va cediendo la posta a la juventud del tercer milenio. La transición no será fácil por supuesto, pero será necesario la misma inculcando a estas nuevas generaciones el amor por lo nuestro, por lo autóctono, nuestras costumbres que no se deben perder y sobre todo el respeto a nuestra urbe, sus construcciones coloniales que le merecen ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad, su naturaleza privilegiada y todo su entorno que la convierten en la ciudad más hermosa del Ecuador y una de las más bellas de latinoamérica. Merecedora por justicia de un trabajo mancomunado para protegerla y mejorarla en presentación, el cuidado de sus parques y márgenes de ríos, el ornato de calles y avenidas y el respeto arquitectónico de una ciudad patrimonial. “QUE VIVA CUENCA”.

REMEMBRANZAS DE TARQUI Y EL RESCATE DEL PATRIOTISMO

Alex Torres Jumbo Mayor de Artillería TERCERA DIVISIÓN DE EJÉRCITO “TARQUI”

“Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de lo que algo hacen” Víctor Montenegro

La historia señala a 1.826, como el año donde las autoridades peruanas reclaman sus derechos sobre Maynas y Jaén, sin llegar a un acuerdo con la Gran Colombia; quienes lanzan un ultimátum frente a la posición política de aquel entonces. La respuesta del general Lamar, presidente del Perú, fue la ocupación militar de Guayaquil y avanzar con su ejército sobre Cuenca, convirtiendo al 27 de Febrero de 1.829, en Tarqui, como una derrota frente a las fuerzas grancolombianas y permitiendo al día siguiente la firma de el Convenio de Girón; que, poco después fue desconocido por Lamar, para luego de un golpe de

Estado en el Perú sea derrocado y con un nuevo mandatario, general Gutiérrez de la Fuente, se suscriba el Armisticio de Piura, el 10 de julio de 1.829, con el compromiso de negociar un Tratado definitivo de Paz en aquella época.

Al conmemorar el aniversario de la Batalla de Tarqui, Día del Ejército Ecuatoriano, Día del Civismo y de la Unidad Nacional, rememoramos esta fecha tan importante reconociendo que nuestra semblanza militar; es base primordial de la nación, pues; el 27 de febrero es una fecha de mucha significación, no sólo para el Ejército Ecuatoriano, sino para todo nuestro país; ya que, el esfuerzo y sacrificio de nuestros próceres libertarios y el brillante talento militar del Mariscal Antonio José de Sucre, pieza fundamental en la historia independentista, han permitido que Tarqui resplandezca orgullosa y galana, insigne en el tiempo; siendo merecedora a la consideración apoteótica de ser el punto de arranque de nuestro desarrollo como nación.

Han pasado 193 años de aquella gesta libertaria, que aglutinó la participación de gran cantidad de soldados oriundos de todas las regiones de la Gran Colombia, y particularmente de lo que hoy conocemos como Ecuador, pues; el apoyo irrestricto de la población para defender el terruño patrio, significó el inicio de nuestra vida institucional; como Ejército de los ecuatorianos que en Tarqui firmó su partida de nacimiento, llevando desde entonces una profunda vinculación con la historia de la Patria. Como ha sido siempre y lo seguirá siendo, el Ejército Ecuatoriano es del pueblo y es una institución al servicio de los más grandes intereses del país, profundamente comprometido con el orden constituido y el cumplimiento del mandato constitucional; que, a lo largo de la existencia del Ecuador, ha sido parte importante de su crecimiento y desarrollo. Bravos soldados al servicio de la patria, especialmente en situaciones de mayor vulnerabilidad y riesgo.

El rememorar aquellos hechos del pasado, permite que la memoria colectiva de la sociedad; se acerque al fervor cívico que todo ciudadano

debe profesar, pues cada año se debe celebrar jubilosamente la valentía y el orgullo de ser ecuatoriano, concientizando a nuestros congéneres que Tarqui es el sitio de partida de nacimiento del Ecuador y por ello un valor único e inalienable; estas y muchas más razones, exigen un emblemático aporte de su ejército a las convicciones de patriotismo, a través del desarrollo de la Décima Cuarta Cabalgata Histórica “Por la Ruta de los Héroes de Tarqui”, que sin duda alguna; es la oportunidad de rescatar y fortalecer los valores cívicos y patrióticos, que en otrora mostraron el arduo trajinar de las tropas grancolombianas al encuentro con la inmortalidad, en aquella llanura de este rincón azuayo.

La XIV Cabalgata Histórica en su recorrido, resume en escenificaciones, hechos de trascendencia tales como: los aportes realizados al mundo por la visita de la primera Misión Geodésica Francesa a nuestro país, el trabajo desinteresado de nuestras mujeres denominadas en aquel entonces como “Guarichas”; mujeres valientes de la época que brindaban abastecimientos a nuestro soldados grancolombianos, la Batalla de Tarqui donde 4.000 bravos de Colombia se enfrentaron con 8.000 soldados del Perú, la firma del Tratado de Paz entre la Gran Colombia y el Perú en aquella Casa de los Tratados del cantón Girón. Sin dejar de lado el sentido histórico de este magno evento, en el mítico Portete de Tarqui y en ceremonia castrense; se pone en evidencia el relevo de guardia entre los Granaderos de Tarqui y un Ejército moderno; listos para continuar por la senda de defender a nuestra Patria y mantener las glorias de antaño.

Hoy por hoy, la protección de la Patria implica emular desde otras trincheras, aquellas acciones realizadas por nuestro Ejército Libertario, pues los nuevos desafíos han provocado distintas reacciones en nuestra sociedad, conforme sus ideologías lo determinen; sin embargo, siempre existirá una línea de continuidad, que permitirá a su ejército estar presente; ahora como entonces, y la mejor forma de honrar a quienes dieron todo de sí, incluidas sus valiosas vidas, en cumplimiento del deber, es cultivando los valores, principios e ideales permanentes en la vocación de servicio a la nación.