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Amor por el gym

Siempre le gustó el deporte, específicamente el gym. Entrenaba como todos a modo de hobbie, pero a partir de los 20 comenzó una aventura interminable. Años más tarde se convirtió en campeón de powerlifting, título que obtuvo en cinco oportunidades. Luego incursionó en el mundo del fisicoculturismo, ganando Mr. Lima y quedando en el segundo lugar de Mr. Perú.

Nunca imaginó que, mientras estaba en la universidad estudiando administración de empresas, decidiría irse a profesionalizar su pasatiempo. «Comencé a prepararme de forma empírica a fin de vivir del hobbie que tanto me apasionaba», menciona. Se capacitó en Argentina, en una época donde nadie te obligaba hacerlo. No era necesario, pero él fue en cuatro ocasiones y nunca paró de estudiar.

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Por más de 10 años, atendió a deportistas de primer nivel. Se encontraba en el gimnasio de moda de ese momento: Millennium, y el servicio que brindaba era más especializado. «Mis primeros clientes fueron los ex futbolistas José Carlos Fernandez y Wilmer Aguirre (El Zorro)», recuerda.

En el 2005, apostó por complementar sus conocimientos. Estudió para Director

Técnico de Fútbol durante dos años en la Videna. De esta manera, podía preparar de forma profesional a jugadores de fútbol. Comenzó a trabajar con el preparador físico Claudio Arrué en el 2007. Veía la parte de musculatura en el equipo de la Universidad San Martín de Porres; consiguiendo que el equipo obtenga la victoria por varios años consecutivos.

Giovanni siempre ha estado considerado e involucrado con proyectos y personas líderes en su rubro. «La evolución del deporte es abismal. Para mí, uno de los factores que ha cambiado es la intensidad. Por ejemplo, antes la tensión en los músculos no se consideraba tan importante como ahora. La recuperación del mismo en el rendimiento deportivo resulta fundamental, porque podría generar una lesión. Este es solo un punto acerca de la preparación física», comenta Cafferata.

La pandemia fue lo peor que atravesó. Tuvo que ponerse creativo como todos y ampliar el rubro del gym con sus implementos. Vendió proteínas, suplementos, artículos de gimnasio y ropa deportiva. «Cuando se pudo volver al gym, tuve la mejor sensación. Los que practicamos gimnasio sabemos que realizar la rutina denota un feeling distinto», agrega.

Actualmente, cuenta con un gimnasio privado en pleno corazón de Miraflores, donde no solo mantiene el mismo nivel de clientes, sino que presenta algunos horarios para niños que pertenecen a los semilleros deportivos que confían en su preparación física. También considera entrenar a personas que practiquen vóleibol u otras disciplinas.

Giovanni Cafferata hace todo menos dejar de avanzar. Ello le ha permitido seguir vigente y sobrevivir a una pandemia en la que varios gimnasios boutiques dejaron de funcionar. La constancia y los más de 30 años de experiencia son evidentes. Síguelo en sus redes sociales como @cafferataperf y @giovannisalome. //