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Rápidos y ecológicos

Porsche presentó su primer auto 100% eléctrico en toda su historia. La innovación, tecnología y belleza pueden ser halladas en cada rincón del nuevo Taycan que viene a revolucionar al mercado automotriz.

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Combinar deportividad con sostenibilidad del medio ambiente casi nunca ha representado un buen match en el mundo automotor. Es así que la perfecta armonía de un bólido veloz y lujoso que, a su vez, no empeore el contexto climático se fue tornando cada vez más en un anhelo lejano. Eso hasta que los fabricantes de Stuttgart decidieron ignorar el concepto de “imposible”.

Así nació el Taycan, un deportivo que marca precedentes y que fue presentado el pasado jueves 21 de enero en nuestro país. “No hay punto de comparación en el mercado. No tenemos competencia”, nos comenta Fabiola Rodríguez, jefa de marketing de Porsche en Perú. Y sí, probablemente confrontar este raudo coche con sus “pares” sería un sacrilegio para los ingenieros alemanes. Más aun cuando el modelo está inspirado en el imponente 911. “Tan solo ver el Taycan nos hace recordar a un auténtico Porsche”, enfatiza y nos aclara que, desde hace 10 años, la empresa ya tenía en mente el lanzamiento de su primer auto 100 % eléctrico de fábrica.

La preocupación sobre el medio ambiente es también otro de los factores que influyen en la fabricación de coches de la gigante empresa alemana. Es por ello que, en los próximo 10 a 15 años, Porsche presentará la totalidad de su línea de deportivos lujosos como 100 % eléctricos. “Es imposible no sumarnos a esta causa. Queremos generar un impacto y crear conciencia sobre los autos ecoamigables de la mano con energía renovable”, aclara la jefa de marketing de la compañía en Perú. de 260 km/h. $174.900 es su precio en el mercado.

Siguiendo por es misma línea, Taycan entra al mercado con 3 modelos muy interesantes para todo aquel amante de los deportivos lujosos. La versión más potente de la gama es el Turbo S, con una aceleración de 2,8 segundos de 0 a 100 km/h. Posee, además, 761 caballos de fuerzas gracias a las funciones overboost y Launch Control. Su costo es de $209.900. Por su parte, el Turbo S, su más cercano perseguidor, nos ofrece un arranque de 3,2 segundos en 100 km/h con una autonomía de hasta 450 kilómetros. En estos dos modelos, la velocidad máxima de tracción es

Por último, el infaltable Taycan 4S equipado con las funciones overboost y Launch Control, que entrega 530 CV de potencia (390 kW), acelera de 0 a 100 km/h en cuatro segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h. Para llevarlo a tu garaje, necesitas disponer de $135.000. Sin lugar a duda, la llegada de este coche (tras el lanzamiento de su prototipo hace más de 2 años atrás) está marcado un antes y un después en la apuesta por la sostenibilidad ambiental en automóviles deportivos: una alianza en la que se benefician tanto los clientes como el mundo que habitamos. //

Torontel Cepas de Loro

César Uyén es el simpático productor de esta encantadora bodega arequipeña que se ubica en el majestuoso valle de Majes. Aquí se elaboran los piscos Cepas de Loro, que siempre han destacado por su calidad. Desarrollan una producción moderna que, no obstante, conserva aspectos tradicionales de la elaboración. La más reciente tecnología le ha permitido manejar y sostener elevados estándares de calidad. Además, los viñedos son hermosos y bien cuidados, y se pueden apreciar desde que se ingresa al valle. Nace su completa línea de puros con la negra criolla a la cabeza, seguida de su mollar, albilla, italia, moscatel y torontel, así como de un acholado. Este, en particular, es de lo mejor que tienen. Sus intensos y exquisitos aromas brotan desde que se abre la botella. Se sienten flores blancas y frutas cítricas, así como caramelo de limón y miel. Se puede tomar gota a gota y a besitos, o preparar un chilcano gran medalla de oro.

Italia Mídolo

Víctor Hugo Zegarra no solo es un gran productor, sino que cumple la importante labor de liderar la Asociación de Productores de Pisco de Arequipa, trabajo al que le brinda esmerada dedicación. La marca Mídolo corresponde al apellido de su bella esposa María Elena, quien lo apoya con total cariño en el trabajo diario de sacar adelante cada producción. Los viñedos, meticulosamente cuidados, se plantaron el año 2003 y se disponen al lado de la bodega que tiene una moderna construcción. Cuentan con puros de negra criolla, quebranta, moscatel, italia, así como un acholado; todos de excelente calidad. Este destilado tiene intensos y deliciosos aromas y sabores que recuerdan a lima, mandarina, mango, pasas rubias, miel y un toque floral.

Acholado Biondi, Moquegua

La linda y moderna bodega Omo se ubica en el kilómetro 1150 de la Panamericana Sur en el Fundo Los Espejos, a 6,5 km. del centro de la ciudad de Moquegua. César Biondi es el gerente general de la empresa, pero cuenta con el apoyo de sus hijos para su manejo. Esta emblemática marca moqueguana es reconocida a nivel nacional e internacional. Tiene una línea de puros con seis uvas pisqueras: negra criolla, italia, quebranta, torontel, moscatel y albilla. Asimismo, tiene un mosto verde de negra criolla y uno de italia, como también este acholado tan especial. Sus aromas y sabores recuerdan a manzana, lima, melocotón, plátano, toffee, vainilla y miel. Es ideal para preparar un capitán.

S/73 S/50 S/79

Si hay algo que me mantiene enamorada del pisco es su versatilidad en la coctelería. Así que últimamente estoy haciendo mis propias bebidas. Por supuesto, me aseguro de elegir la uva perfecta para cada uno. Por ejemplo, para un pisco sour me encantan la quebranta o albilla; para un chilcano, torontel o italia; para un capitán, uvina o acholado, y para el zamboni, negra criolla sí o sí. Aquí les he preparado una deliciosa selección para que se animen a elaborar sus propios brebajes.

Mosto verde torontel 1615

Preciosa bodega que se ubica en la cuna de nuestro destilado: Pisco. Es fácil de llegar porque se ubica muy cerca de la carretera, a la altura del kilómetro 243 de la Panamericana Sur. La infraestructura es cautivadora y el segundo piso cuenta con un hermoso balcón cuya vista a los viñedos es simplemente espectacular. En el primer piso tiene una puesto de venta de sus productos; así como una barra donde se pueden degustar los piscos o disfrutar de sus cocteles. Está muy bien preparada para las visitas guiadas, con personal calificado que explica con destreza el proceso de elaboración. La marca 1615 cuenta con una línea de las uvas quebranta, italia y torontel en puros y mostos verdes, así como con un buen acholado, que ya destaca en varios países. Contiene aromas y sabores que recuerdan a lima, mandarina, melocotón, jazmín y miel. En un chilcano queda fascinante.

Lucero Villagarcía

Catadora de Pisco

S/35 Italia Monte Carmelo

El Carmelo es un hermoso hotel-hacienda que se ubica a la entrada de la ciudad de Ica, en el kilómetro 301 de la carretera Panamericana Sur. La bodega es parte de este local que levantó en 1980 el finado Manuel Bernales Uribe. Gracias a la dedicada tarea de su venerable fundador (quien se encargó de recuperar y coleccionar cientos de vestigios de Ica colonial y republicana), conserva los rasgos característicos de las antiguas bodegas iqueñas y de la elaboración tradicional de la bebida. Sin duda, un museo de sitio. Es por ello que forma parte de la Ruta del Pisco desarrollada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Posee aromas y sabores muy característicos como limón, lima, manzana verde, pasas rubias y miel. Delicioso para preparar un refrescante chilcano, ideal para este caluroso verano.

Albilla Hijo del Sol

La bodega El Sol es una de las más hermosas de Lunahuaná. Marco y Alfredo Martínez la reconstruyeron como manera de mantener vivo el legado familiar. La vista que tiene el balcón hacia el río y la ribera es mágica. Además, cuenta con un área de venta de productos, souvenirs y ricos chilcanos que se pueden disfrutar apreciando el paisaje: una parada obligatoria en la Ruta del Pisco. Su línea es bastante completa, con casi todas las uvas pisqueras: puros de quebranta, mollar, uvina, italia, torontel, moscatel y albilla, así como mostos verdes de quebranta e italia. Goza de encantadores aromas y sabores a melocotón, albaricoque, manzana, plátano y vainilla. Un pisco sour con este albilla queda muy S/36 elegante.

S/92

Destilar al Perú

Nuestra patria se siente orgullosa de la quinua, la papa y el maíz, alimentos que han salvado de hambrunas al mundo en el pasado y se espera que también en el futuro. Pero quizá ya sea el momento de renovar la apuesta por plantas que se valoren en el corazón de los Andes.

EscribE John santa cruz

El año del Bicentenario de nuestra independencia puede representar una inusual oportunidad para desarrollar emprendimientos que, revalorizando lo que nuestro país posee, puedan ser ofrecidos y consumidos en el mundo. Sería nuestro aporte a los difíciles tiempos que estamos viviendo. Pero como bien sabemos, no se trata de sembrar, producir y cosechar para que el resto los consuma y aproveche. Hoy somos líder en exportación de mangos, arándanos, palta, café y uvas. Todos estos productos no son de origen andino, pero son harto conocidos por el consumidor internacional. Y esa puede ser la clave.

En destilados, las categorías más consumidas en el mundo son el vodka, gin, whiskey, ron y tequila. Pues tal vez eso es lo que puede ofrecer el Perú en su bicentenario: las bebidas que en los últimos años hemos venimos produciendo y que hoy se consumen en más de 20 países. El truco de estos es que están hechos para competir con destilados que por décadas vienen ofreciéndose internacionalmente. Tremendo desafío al que vale la pena acometer por la alta demanda de productos novedosos.

De la lista de categorías de destilados más consumidas en el mundo, la única que tiene restricción geográfica de producción es el Tequila; las demás pueden producirse en Escocia, Rusia, EEUU, Perú y donde se quiera. Sin embargo, el significativo y sostenido crecimiento de la categoría mencionada ha despertado la creación y producción de nuevas subcategorías: mezcal, cacanora y raicilla, entre otras. Es más, los concursos de destilados más importantes a nivel mundial ya tienen una categoría llamada All Other Agave Spirits. Esta es una abierta invitación, más allá de México, a sumarse a

los destilados de Agave que están en demanda. EEUU, Australia, India y Ecuador están trabajando en ello. Pero también nuestro territorio.

Los Agaves en nuestro país crecen desde tiempos ancestrales, incluso antes que los Incas. ¿Porqué no los hemos aprovechado? Quizá porque siempre los hemos visto o porque los hemos visto tanto que no nos llaman la atención. O quizá no sabíamos que lo teníamos. AQARÁ, el destilado de Agave de los Andes puede ser la punta de lanza de una categoría que no estaba en nuestro registro como para producir una bebida que Perú ofrezca al mundo aprovechando una categoría conocida, madura y demandada.

El pueblo de Caraz, capital de la provincia de Huaylas, etimológicamente significa ‘Tierra de Agaves’. Y fue el lugar de nacimiento de la hermana de Atahualpa, hija de Huayna Capac y primera esposa nativa de Francisco Pizarro. Tenemos una cultura tan rica que, en cualquier parte que rasquemos, encontraremos hechos notables; en cualquier parte que miremos, encontraremos valiosas plantas.

Del Demonio de los Andes (Francisco de Carvajal) posiblemente hayamos escuchado más de una vez. Sin embargo, poco o nada de Pedro Gutierrez de Santa Clara, un cronista mexicano que en 1543 viajó a Perú y pudo hacer escribir sobre la guerra civil entre los conquistadores españoles. Cuál sería el asombro suyo que en sus viajes con el Demonio viera los magueyes silvestres que en su país se consumían mucho y hasta se sembraban. Y es que los agaves estuvieron siempre en América.

Casi cincuenta años después, José de Acosta, jesuita naturista y antropólogo, le dedica el capítulo XXIII de su libro al maguey y a las tunas que encontró en sus viajes por nuestro país. Finalmente, el Inca Garcilaso de la Vega, en sus Comentarios Reales, escribe también sobre “el árbol de las mil maravillas” un capítulo entero, haciendo hincapié en lo mucho que se usa en México y lo infravalorado que es en Perú.

El Bicentenario de nuestra Independencia es una chance que no podemos perder para desarrollar lo que tenemos, revalorar nuestra flora, ponerle valor agregado y darle al mundo lo que sabemos hacer bien: diversidad y sabrosura. Adoptemos a los nuevos destilados peruanos y hagámoslos crecer. //

No hay barra sin Shaking

Silvana Sánchez y José Luis Valencia dan vida a este emprendimiento para amantes de la coctelería. Una ruta para disfrutar los placeres a sorbos.

EscribE John santa cruz

La consistencia es piedra angular de todo éxito. Y el éxito, como dice Sabina, tiene aristas variopintas. Y lograr alcanzar una meta es, por decirlo menos, muy diplomático. Pero sin visión ni perseverancia los sueños se desvanecen entre los dedos; para evitar ello se necesita una mente fuerte, tenaz y, sobre todo, con un profundo horizonte. Este preámbulo cae como cuchillo a una entraña cuando escuchas la historia de Shaking de los propios labios de Silvana Sánchez y José Luis Valencia, amigos, novios, cómplices y socios. La cita fue en Santería de David Romero. Entre cócteles y piqueos, el semblante de ambos dejó claro que su proyecto ya corre. La pandemia sirvió, como para todos los mortales, para dilucidar dudas y perfilar la calidad de los productos que se vienen.

Shaking es una tienda que todo profesional del bar y amante de la coctelería debe de tener como su biblia de cabecera. Es el dealer fiel que nos soluciona los problemas (y hasta nos engríe) con su portafolio, que en los próximos meses será nutrido con productos que van un peldaño más arriba de los que ahora ofrecen. Ya son cuatro años sobre este barco, que fue mutando de la idea inicial de una tienda de accesorios o souvernirs como gorras, polos, merchandising, etc., hasta lo que es hoy. Pero eso no fue posible sin la visión de Silvana, ya por esos años compartiendo la vida con José. Dúo perfecto. Cuando él le cuenta, entre Pilsens heladas, de lo que quería construir y la invita a participar, ella, risueña como nadie, dio el sí, pero con claras condiciones: “Si lo hacemos, lo hacemos bien”.

Por aquellos años no existían importadores de accesorios para bar. Todo aterrizaba por maleta del exterior, lo que complicaba el acceso de estos productos para los profesionales. Esto lo sentía José en su trajinar por diversas barras. Es así que, luego de analizar el mercado, y ya con el apoyo de Silvana, se pusieron en contacto con proveedores importantes del exterior y dieron, entre sus principales marcas, con la gente de Cocktail Kingdom, quienes creyeron en su proyecto y les brindaron las facilidades del caso. Allí él hizo una jugada maestra. Prestó a sus amigos más cercanos (bartenders) cocteleras, onzeras y demás artículos que trajo en su primera importación para que los probasen y conocieran su calidad. Así, casi todos ellos terminaron por comprarles los presentes y así comenzaron a ganarse la confianza en el medio.

Luego llegaron marcas como Koriko, libros de bar y todo lo que te puedas imaginar. Lo que hace Shaking es algo muy importante para el desarrollo local, pero este año quieren expandirse en productos para coctelería más elaborada. Están en tratos con proveedores para tal fin, pero lo que siempre buscan es la calidad por sobre todas las cosas.

Lo que más los satisface, me cuentan, es el reconocimiento que tienen de la región, sobre todo cuando se expusieron en Clase Maestra. Por ello, gran parte de sus pedidos van para Chile, Argentina, Bolivia y Colombia. Si quieres conocer sus productos y/o hacer pedidos puedes entrar a su web o redes sociales y estos llegarán a la puerta de tu casa. Ahora que todos estamos entre cuatro paredes, experimentar la coctelería con los artículos de Shaking cae como anillo al dedo. //

Lucero vivía una vida completamente distinta antes de conocer la cata. En la actualidad, es docente, escritora y amante del pisco. El lanzamiento de su tercer libro está en camino; sus ganas de apostar por la producción local, en creces.

EscribE thais gutiérrEz

Un giro de 180 grados. Así podríamos definir la vida de Villagarcía, quien pasó de ser abstemia y ejercer un cargo de gerente financiera norteamericana a convertirse en una experimentada catadora representante del Perú. Pero nada de esto hubiese sucedido de no ser por la gastronomía. Fue gracias a la cocina y el maridaje que desarrolló una conexión inigualable con el universo de las uvas, los aromas y sabores que solo crece con el pasar de los días.

Tras varias presentaciones en distintas partes del mundo, en el 2019, participó del Pisco College Guatemala, Centroamérica y el Caribe, gracias a la iniciativa impulsada por directora de la oficina comercial del Perú en París, Charo Pajuelo. Este proyecto busca formar a gente muy conocedora del pisco en diversas ciudades y capitales del mundo. Cabe resaltar que este proyecto comenzó en Bruselas, seguido por Buenos Aires y, finalmente, acabó con dos entregas en Guatemala. Es precisamente en este último país que nuestra renombrada sommelier hará la

Sommelier en su terruño

presentación de su nueva creación literaria este 16 de febrero.

Villagarcía ha escrito dos libros previos; el primero, titulado “La Magia del Pisco”, incluye las 8 variantes de uva con las que se puede elaborar nuestra bebida bandera. El segundo lleva como nombre “La Guía del Pisco” y nos da a conocer la enorme variedad de piscos que posee nuestro país. Se tiene un aproximado de 515 de producciones artesanales, pero al circuito comercial no llega ni la quinta parte. Entonces, el objetivo se planta como firme y necesario: dar a conocer a los peruanos la enorme cantidad de productores que tenemos a lo largo de nuestras regiones.

No podemos dejar de mencionar que las obras mencionadas han sido merecedoras de los premios Gourmand como el mejor libro de destilados del Perú en el año 2018, y del mundo en el 2019.

Hoy por hoy, nos regala una producción literaria que nos dejará más que encantados: “El Pisco en su Terruño”. Esta tiene como inspiración el diplomado en gestión internacional de turismo realizado por la misma Lucero en la Universidad de Juan Agustín Maza, en Mendoza, Argentina y en la San Juan Bautista de Ica. reducida de la fabricación de pisco a nivel comercial, su obra plantea la importancia de visitar las bodegas. Además, presenta una utilitaria guía para que más gente conozca el mundo pisquero, empezando por la locación de los viñedos, los productores, los puntos de visitas turísticas, etc. El libro no solo recopila una selección de cien bodegas (que cumplen los protocolos de bioseguridad), sino que también recopila rutas en las que se puede hacer enoturismo, acompañadas de recomendaciones y contactos directos. En suma, una invitación personal a apoyar a quienes se vieron seriamente afectados por la pandemia y, de esa manera, apostar por la reactivación económica del rubro a nivel local. //

SOL DE MEDIANOCHE

Por Luis Llanos*

Hace varios años tuve la oportunidad de visitar Finlandia para expandir mis conocimientos respecto a bar y coctelería. Como en todo viaje, hubo no solo el aprendizaje profesional, sino también la posibilidad de conocer una cultura con la cual me identifiqué mucho: orden, limpieza, respeto y bien común. Entre las muchas cosas que pude disfrutar, puedo rescatar 2 que particularmente recuerdo. Primero, el bar, que me pareció alucinante porque absolutamente todo estaba hecho de hielo (¡literalmente todo!) y el sol de medianoche. Este último fenómeno natural, también llamado día polar, consiste en que el sol no se oculta y es visible las 24 horas del día… Fue una experiencia irrepetible. Muchos de los que llegaron a este segundo párrafo se deben estar preguntando qué relación posee este curioso evento con una columna que pretende ser de coctelería; prosigo. Esto tiene que ver con un tema que ya hemos tocado en previas columnas: los nuevos hábitos de consumo. Luego de 10 meses de restricciones producto de la emergencia sanitaria y que estas medidas hayan golpeado, en muchos casos fatídicamente, el rubro del bar, nos encontramos frente a un escenario más restrictivo de parte del gobierno. Sobre todo ahora, a raíz de las acciones tomadas para frenar los contagios de la denominada segunda ola, es crucial seguir reinventándonos. El bar, en general, tiene que tomar conciencia de que la noche dejó de ser el espacio donde desarrollar el arte de las barras, y que, aunque esta situación de salud pasara pronto, el día ya ha tomado un lugar igual de significativo. Bajo este contexto, considero urgente un cambio de chip en los bartenders. Es importante que la creación de las bebidas no solo tome como asideros los conocimientos del público al que se va a dirigir, es decir, el concepto de la barra, gustos personales, etc., sino también el momento de consumo. En los últimos meses he recorrido muchas barras: unas por trabajo; otras por visita. Y lo que más me ha llamado la atención es que las restricciones del horario nocturno no han venido acompañadas de un cambio de propuesta que se sume a la existente. En otras palabras, definitivamente existen estilos y categorías a las cuales se les podría sacar mayor provecho a la luz del sol. Esto pensando, claro, en la rotación y rentabilidad de las diferentes propuestas. Por mi parte estoy convencido de que es mejor crear para un propósito, vivencia o condición, que adaptarse para abordar el mismo. Volviendo a la referencia del título de la columna, es momento de que nos convenzamos de que hoy el día es la nueva noche y debemos sacarle todo el beneficio posible. De cualquier manera, contamos con lo necesario para ello: bartenders que han demostrado una capacidad de adaptación increíble, consumidores que están cada vez mas ávidos de explorar nuevas categorías de mezcla y momentos de consumo, empresarios abiertos al cambio y marcas que apuestan por brindar soporte a las propuestas. Todos los ingredientes adecuados para un buen cocktail. En cuanto a mí, seguiré visitando con mucha precaución y cuidado los bares. Pido disculpas de antemano si mi exigencia con el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad genera alguna incomodidad o molestia, pero considero cuidarnos es responsabilidad de todos. Ojo: eso no es excusa para que cuando me veas llegar no me ofrezcas un Cinzano 1757 tonic... ¡Siempre verás felicidad en mi reacción! Cheers!

Don Rosalino y Huentala Wines lanzan un maridaje por febrero (también estará disponible por delivery) para los que gustan de las pastas y vinos. Anotado.

EscribE John santa cruz / Fotos Joaquín cruzado

Realizar un maridaje es un ejercicio que reta mis sentidos. Sobre todo cuando dejo de hacerlo por cierto tiempo. Mi rutina foodie se basa, hoy, en explorar platos que recién se colocan en una carta para jugar con vinos conocidos por mi paladar. Pero llegó la hora de darle un par de cachetadas a mis sentidos y buscar los puentes entre un vino y un platillo en busca del equilibrio ideal. El reto, en esta oportunidad, estaba en Don Rosalino, restaurante de pastas que siempre mantuvo una posición privilegiada en el rubro y que cuenta con presentaciones clásicas. Pero, en esta oportunidad, irían de la mano con los vinos de Huentala Wines.

Alguna vez en La Coruña, cenando con Alejandro Paadín, reconocido sommelier gallego, me comentó que, para él, maridar un vino con un plato tradicional se le hacía un dash complicado. Esto debido a que mientras más te zambulles en el platillo a probar, saltan a la mente opciones y más opciones; pues esos claros perfiles que nos da la preparación regalan una gama de vertientes. Y esto me pasó en Don Rosalino. Por ejemplo, empezamos con una lasaña hecha y derecha, de esas que el queso mozzarella no deja que la cucharada se lleve un poco de ella. Salsa bolognesa en su punto, la bechamel igual: un plato inolvidable.

Sensaciones cómplices

El vino escogido fue El Sombrero Malbec 2019, un tinto joven y expresivo que refleja la dicha de Gualtallary. Goza, además, de una robustez que le brinda los seis largos meses de crianza en barrica de roble francés. Y para pulir reposa tres meses en botella antes de salir al mercado. Como dato para los winelovers, este vinito tuvo 90 puntos Tim Atkin (Lo mejor de Argentina 2018), lo que lo pone como galán en los anaqueles por la relación calidad/ precio. En fin, opté por este vino para la lasaña porque dejaba que la salsa se expanda en boca sin influir mucho en ella. La frutocidad del Malbec, junto a las notas de mora y frutos rojos, le daban la mano a la intensidad de la bolognesa y al jamón. Y el final tánico terminaba por redondear la cucharada con la mozzarella. un poco la intensidad. La carne, al pasar por el wok, gana un ahumado delicioso. Los fetuccinis con la salsa de nuestra debilidad aportan una frescura y contraste a la proteína. Pero por tener dos texturas y mundos distintos, el maridaje se complica como mirada de madrastra. Por ello, el Gran Sombrero Malbec 2019 era el ideal. Este vino es uno de mis nuevos favoritos. Cuando lo conocí, apunté la placa y entró en mi top 10. Es robusto, elegante, buen final frutal, la mineralidad escapa por todos lados, la acidez persistente sin incomodar.

Más que por similitud, acá el vino sirvió para acompañar las dos miradas del plato. Por ese balance que tiene entre fruta y madera, le sonreía al lomo. Con la pasta a la huancaína, en un primer momento, saltó un conflicto, pero con la segunda cucharada se afinó la fruta del vino y dejó fluir sus sabores. Ya en la tercera mordida el maridaje quedó. Para terminar, llegó un Ossobuco Alla Marsala, una carne cocida lentamente en vino Marsala (Sicilia) y finas hierbas, que va con fetuccinis a la crema.

Este último fue tan complejo como el segundo por el cambio de frecuencias en los sabores, lo que me llevó, por inercia, a pensar en el Gran Sombrero Malbec 2019. Grata fue la sorpresa cuando emparejó con el Sombrero Malbec 2019. Caí con este porque goza de una tanicidad férrea en su retro gusto que soportó los embates de la salsa. Y con la pasta, que era delicada, nuevamente la cosa se puso color de hormiga, pero el segundo bocado siempre tiene la razón. En este caso, esa fruta coqueta que brinda al descorcharlo hizo su aparición y sirvió como una alfombra roja para que la pasta en su salsa llegue al paladar con mirada seria. Ahora solo resta pedir estos platos y a disfrutar. //

Borgoña al estilo Drouhin

Se dice que los borgoña son como la estrella de Belén para los enólogos. Es extremadamente complejo poder graficar el estilo de los tintos y blancos de esta región que descansa al este de Francia en un solo texto. Con tan solo decirles que cuenta con 5 Appellations D’origines Contrôlées (AOC), 33 Grands Crus, 562 Premiers Crus, 44 Villages y 23 denominaciones Regionales y Semi Regionales. Acá se separa la paja del trigo y una de las firmas con mayor renombre de toda la Borgoña en general es Joseph Drouhin, que lleva sobre sus espaldas más de 140 vendimias y toda una vida logrando los mejores Pinot Noir y Chardonnay del planeta. Hoy que el paladar limeño anda curioso por regresar a los vinos del Viejo Mundo, tienen en Drouhin todo un mundo de finas sensaciones.

Todo empezó en 1880, cuando un joven Joseph se trasladó desde su Chablis natal a Beaune para adquirir los derechos de una casa comercial fundada en 1756 para hacer sus pininos en el negocio de las bebidas. Su habilidad afloró y llegó a ser un négociant reconocido. Su hijo Maurice, quien ya conocía el teje y maneje del negocio, heredó la firma en 1918, pero fue un poco más allá: compró los primeros viñedos en las prestigiosas parcelas Clos des

La familia Drouhin, con más de setenta hectáreas de viñedo regadas por los soñados Chablis, Côte d´Or, Côte de Beaune y Côte Chalonnaise, está en la capital gracias a RM Wine & Food. Un portafolio para sacarse el sombrero.

EscribE John santa cruz

Mouches y Clos de Vougeot. Pero la vida es un pañuelo. El sueño de Maurice terminó con su repentina muerte a los 24 años en 1957. Bajo esas circunstancias, puso el hombro Robert, su hijo adoptivo, quien llegó, años después, a poner la bodega en el mercado internacional. Y así, almanaque tras almanaque, los vinos Drouhin son hoy un referente.

Desde 2003, la bodega es gestionada por los cuatro hijos: Laurent, embajador de la marca y director del mercado de Estados Unidos; Frédéric, presidente ejecutivo; Philippe, encargado de los viñedos; y Véronique, enóloga. En total, elaboran vinos en 90 denominaciones de origen diferentes repartidas en 78 hectáreas. La mayoría de ellas cultivadas siguiendo los preceptos biodinámicos. En el 2008 apostaron por crecer y agruparon 39 hectáreas bajo el nombre Drouhin-Vaudon en homenaje al viejo molino del s. XVIII que fue restaurado para convertirse en bodega. En la Côte de Nuits y la Côte de Beaune Drouhin posee 36 hectáreas en los viñedos más prestigiosos del corazón de la Borgoña.

Como sabemos, todo está en el terroir, que cada metro cuadrado vale miles y miles de dólares. Les pongo un ejemplo, los Drouhin poseen 0,23 ha. en el Grand Cru Bonnes Mares, 0,13 ha. en el Grand Cru Chambertin-Clos de Bèze, 0,60 ha. en Chambolle-Musigny 1er Cru Amoureuses, 2 parcelas de 0,91 ha. en el Grand Cru Clos de Vougeot compradas por Maurice Drouhin, 0,46 ha. en Échézeaux Grand Cru, 0,48 ha. en Grands Échézeaux Grand Cru y 13 ha. del famoso Beaune 1er Cru Clos des Mouches, plantado con Pinot Noir y Chardonnay, una rareza en Bourgogne. En Macônnais, por su parte, poseen 3 ha. en propiedad y también elaboran en la Côte Chalonnaise y en el Beaujolais, aunque aquí prefieren trabajar con viticultores locales. Philippe y Véronique viven en los viñedos. Supervisan diariamente la evolución del vino y visitan las viñas paso a paso.

No existe un buen restaurante en el mundo que no disponga en su carta de un Joseph Drouhin. Y si tuviera que elegir, me decantaría por un Chambertin Grand Cru, un Nuit Sant Georges, o un Pommard. Pero opten por un Pinot Noir, una uva que muestra el talento y la sabiduría de una familia que ama el vino como nadie. Su estilo muestra un equilibrio de elegancia y armonía: cuando son jóvenes, ofrecen aromas afrutados y seductores, adquiriendo con la edad una distinguida complejidad. Todos estos vinos están en Lima gracias a RM Wine & Food. Puedes obtener más información escribiendo a ventas@ rmwinesyfoods.com o comunicándote al número 944077800. //

Del mar a la mesa

¡Atención! La pesca del día está oficialmente en venta. Productos frescos extraídos de nuestro litoral y una atención excepcional. Así trabaja esta pescadería y Simone Pisu lo sabe. Ahora es momento de que tú conozcas a este innovador emprendimiento.

EscribE thais gutiErrEz U n biólogo marino italiano llegó al Perú hace 7 años, cuando una ONG lo contactó para liderar proyectos de desarrollo pesquero en el sur del Perú, en conjunto con el Ministerio de la Producción. Su nombre es Simone y hoy trabaja bajo la marca de PesCo, la primera pescadería de Lima que conecta los productos de la pesca artesanal responsable con las casas de los limeños. Él comparte esta aventura con sus compañeros Patrick y Pedro Miguel Schiaffino.

Los aliados principales de la empresa son los pescadores artesanales. De hecho, el emprendimiento nace para resolver una de sus principales problemáticas: el escaso acceso al mercado. Esto sucede porque la cadena tradicional les paga montos reducidos y los mantiene en condiciones poco ventajosas. Es aquí donde entra PesCo, pues proporciona un elevado cuidado y manejo a los alimentos a través de una cadena de frío. De esta manera, el cliente tiene la seguridad de estar recibiendo un insumo de calidad acompañado de una asesoría gastronómica que le permita perder el miedo al consumo.

Su abastecimiento abarca desde Puerto Pizarro hasta Ilo, con un total de siete regiones. Poseen, además, una variedad de productos: pescados, mariscos, pulpo al vacío, piqueos, frescos, etc. Sumado a ello, brindan al comprador la propuesta de probar un aperitivo mientras esperan sus pedidos.

Además de enfocarse en la diversificación de los productos y la satisfacción de sus clientes, Simone es un amante de la cocina confeso; como su esposa le dice, “un chef fallido”. Los platos de su predilección son la pasta vongole y, recientemente, arroz meloso con pato (calificado como el mejor que han probado sus socios).

La creación de la marca parte gracias a la colaboración con el estudio de branding “Circle”, después de haber pasado por una selección de tres posibles prospectos. La elección fue la predilecta respecto a la pronunciación, que no solo a nivel de latinoamérica, sino también en países como Italia.

La intención de abrir una primera tienda justo al inicio del confinamiento podría parecer el principio del fin; sin embargo, la respuesta por parte de los consumidores, la rápida adaptación para la entrega de los productos y el ascenso de followers en Instagram, dilucidó un escenario positivo para el crecimiento de la empresa. Durante el boom de los emprendimientos, han surgido una infinidad de vendedores de pescado; no obstante, Simone, resalta que

PesCo no es un negocio improvisado, sino un comercio especializado con gran acogida no solo en hogares limeños, sino también en diversos restaurantes.

Pero así como existen indicadores positivos, también se han presentado obstáculos. En concreto, para la empresa, uno de los retos a enfrentar es la preferencia de los peruanos por el pollo. Existe una absurda dejadez por el producto marino, pese a la existencia de una variedad rica y abundante en nuestro litoral; esa es una problemática que PesCo está dispuesta a cambiar. Como se identificó que el olor característico del mar era una de las razones por la que muchos compradores rechazaban los insumos, el negocio decidió eliminarlo. De esta manera, futuros clientes tendrán una mayor disposición a optar por una alimentación fresca y rica en proteínas sin preocuparse por los aromas que lleven a casa.

PesCo está lleno de innovaciones. Una de estas son los packs listos para cocinar en casa, como el de spaghetti vongole. A raíz del anuncio del nuevo producto, el éxito fue tal que se convirtió en un problema. Ya que recibían entre noventa pedidos por día, sumados a la demanda por Semana Santa, se dio una sobrecarga. Como Pisu recalca, son desafíos que se han sabido afrontar, superar y convertir en aprendizajes. Actualmente, se espera la apertura del local en Punta Hermosa de la mano con su socio estratégico. //

Los primeros meses del año son ideales para disfrutar del sur limeño. Nada mejor que los restaurantes de Pucusana para deleitarnos con las delicias del mar peruano.

EscribE valEria burga

Placer veraniego

Una terraza de segundo piso se convirtió en un éxito rotundo. Max Calmet se apoderó del concepto playero para emprender su propio negocio rediseñando un local con su sello personal. Así nació “La terraza del salón blanco”. A modo de cábala, el restorán de comida marina se inauguró el primero de enero con el objetivo de que todo marche excelente durante el año.

El emprendedor recuerda con nostalgia que empezó a practicar pesca submarina a los seis años. Por ello, decidió fusionar las dos cosas que más le apasionan en un solo proyecto. Es así que él obtiene sus propios insumos y decide al mismo tiempo deleitar a sus clientes a través de las habilidades culinarias que ha adquirido en su trayectoria.

Max nos confiesa que casi todo lo que contenga bonito es lo que más les agrada a los comensales, pese a ser uno de los pescados más asequibles al bolsillo de los peruanos. El lenguado con salsa de conchas y la corvina sudada son otras de las delicias que presenta la cevichería. Aunque parezca mentira, la comida marina no es el único imán que atrae a los clientes. “He incorporado en el restaurante un cóctel denominado la terraza beach para los amantes de las bebidas. Quiero que sientan la experiencia de estar sentados y observar la playa desde los ventanales”, agrega.

Teniendo en cuenta que existen alrededor de 50 restaurantes en la zona, podemos afirmar que la competencia es ardua. Sin embargo, el pescador tiene una estrategia que no le falla. “Yo soy de los que se acerca y ve la mejor opción para el cliente. Pienso que mi atención personalizada es lo que me hace destacar del resto”, señala. Max prefiere usar una pizarra sencilla y no complicarse con el pedido a carta. Para él no es tan importante cuánto llega a vender, pues se conforma con la satisfacción que ve en los ojos de los comensales.

Lamentablemente, la cuarentena llegó y surgió la necesidad de reinvención. Por suerte, tuvo una idea de emprendimiento hace unos meses. “Pesco lenguados de dos a tres veces por semana, los empaco al vacío y los ofrezco en línea. Ahora tengo la idea de vender mis platos prelistos para que solo debas echar el limón y las salsas”,

añade. El futuro es incierto, pero si quieres sentirte como en casa y seguro, “La Terraza” es la mejor opción.

Por otra parte, la cevichería Comodoro es una alternativa que te permitirá estar muy cerca del litoral peruano, con una vista al mar que deslumbra a todos los clientes. Ubicado en el club náutico Yacht de Pucusana, que ofrece unión entre las familias asociadas desde 1958; este restaurante ha renovado su estructura y se ha preparado arduamente para otorgar el mejor servicio de cocina y bar a los fanáticos de la bahía.

Céliz Villanueva empezó como bartender y terminó quedándose a cargo hace dos años. Su especialidad es la comida criolla, optando por los tiraditos, ceviches y la popular ronda marina: una apuesta segura desde su perspectiva. Si pensaste que eso era todo, te equivocaste. Actualmente, el emprendedor se encuentra muy emocionado por las reseñas positivas que tiene su gama de cocktails exóticos. Pisco punch, Blueberry ginger tiky, Glamour beach, Tequila julet o chilcanos afrutados son algunos de los más pedidos en la barra. “El bar se encuentra sobre el mar en una especie de muelle con una vista magnífica de Naplo y la bahía de Pucusana. Cuando salpican las olas, llegan hasta esta zona y es maravilloso”, menciona.

Villanueva está muy seguro de la efectividad del negocio y no le teme a la competencia. Es consciente de que el Yacht Club ya tiene un público selecto y del 20 al 30 por ciento de la audiencia garantizada. Sin embargo, el tema de la pandemia sí ha pasado factura: “Muchas personas se han guardado en sus casas, optan por no venir o se han ido al extranjero, lo que nos genera pérdidas”.

Sin embargo, si en su destino está escrito seguir a cargo de Comodoro, le gustaría implementar una zona de parrillas y poner el local al estilo de una terraza, ya que afirma que eso es lo que “jala el ojo” de los comensales. Pero, por ahora, se ajustará a las medidas de confinamiento y procederá a utilizar el delivery para los embarcadores de yates y lanchas: sus fieles consumidores. //

Videoblog gastronómico

Un hombre que sabe lo que es la buena cocina está listo para disfrutar de una buena vida. “El Cholo” Mena ha sido siempre un chico con gran apetito. Él agradece infinitamente a su madre por esa sazón de casa que aún lleva grabada. El olor a pan horneado, el chocolate humeante y la chicha morada heladita lo llenaban de felicidad.

Tras navegar por más de 10 años en YouTube, decidió empezar otro tipo de vlogs: rutas culinarias. Hoy Gabriel se la pasa recorriendo el ancho y largo del Perú para degustar de todo en la diversidad gastronómica peruana. Tan solo lanzó un video que retaba el crédito del público: un lomo saltado caro, pero bien “yapeado”. Se ganó la confianza de la gente y a los meses se consagró como el panetólogo. Ahora, sus seguidores le piden ayuda para conseguir los mejores lugares para comer rico y barato, los restaurantes lo invitan a sus locales y se posiciona como el principal crítico de nuevos emprendimientos.

Pero la vida del Cholo es más agitada de lo que se ve en Instagram. Detrás de los dos vlogs semanales en YouTube (que le llevan varias horas de edición), decide

Gabriel Mena es un influencer peruano que ha triunfado en Youtube tras hacer videos virales de versus de comida. El nuevo estilo que nos trae lo ha llevadoa representar a grandes empresas. Detrás del personaje hay una historia de lucha, esfuerzo y trabajo.

EscribE alEssandra carrión

seguir con su trabajo de tiempo completo: creador de contenidos. Tiene el arte para contar su vida desde la actitud y el buen ánimo que siempre transmite en sus redes y que, por cierto, es la razón de su amplio número de seguidores.

Sin embargo, en su mundo no todo es color de rosa; también hay días grises. Recuerda que cuando comenzó, una marca le tomó el pelo por completo. Luego descubrió que más allá de una historia, hay que reconocer el trabajo del personaje. Bajo esa premisa, decide crear Content Studio, una agencia de marketing que establece el nexo entre los influenciadores y las empresas. Está orgulloso de su emprendimiento, pero, sobre todo, de haberlo construido una junto a dos socios y amigos de siempre.

Etapas que perdurarán en su memoria como conducir una radio eran impensables. Comenzó siendo un chico muy activo en la Universidad de Lima. Los vlogs le ayudaron mucho a soltarse y las anécdotas entre los pasillos fueron sus mejores aliados para continuar. Recuerda con mucha nostalgia a sus amistades. Hoy, los pocos que quedan son grandes personas para él. Gracias a esos lazos pudo entrar en el mundo radial con cortas emisiones en diferentes frecuencias. Es así que cada mañana se levanta con todas las ganas a conducir Wake Up por Studio 92 y junto a Mateo Garrido Lecca disfrutan entre risas y buena música.

También recuerda con mucha alegría sus inicios: cuando nadie creía en él, cuando todo era más difícil, pues hacerse viral era un trabajo constante. En redes, siente el aliento. Imagina que todo fue gracias a que empezó desde abajo. Poco a poco fue construyendo su futuro a punta de sudor, lagrimas, estrés y chamba, porque, a pesar de que adora estar en la radio, tener una empresa y crear contenido en paralelo, implica una carga de esfuerzo que la gente no percibe. Al final del día, lo único que le importa es que le apasiona la vida que está llevando. //

UN EJERCICIO PERSONAL

Por Livio Pastorino Wagner*

Cuando hablamos de los descriptores de las uvas, su perfil aromático u otros indicadores, dentro de algunas personas no familiarizadas con la cata surge la duda del origen de esa información: ¿existe algún soporte técnico que la confirme? En esos momentos, es importante recordar que estamos hablando de una práctica hedonística, subjetiva. Pese a ello, existen investigaciones y trabajos que nos permiten validar nuestra labor. Por ejemplo, del 2007 al 2011, quien les redacta participó de dos talleres dictados por el Ing. Juan Carlos Palma, encargado del Centro de Investigación Vitivinícola de la Universidad Nacional Agraria sobre los perfiles sensoriales de las 8 uvas y del pisco mosto verde aromático y no aromático. Se contó también con la participación de 25 catadores de las 5 regiones pisqueras. Posterior a su primera realización en el Perú, Palma continuó con el trabajo en la Universidad de Zaragoza (España, 2013), agregando más información sobre las características de la fruta. La metodología consistía en presentarnos muestras en cata a ciegas: solo nos daban a conocer la variedad. Cada uno contaba con una ficha donde se rellenaban sus percepciones en vista, nariz y boca. Luego, los resultados eran comparados para identificar los aromas que se percibían en mayor o menos grado. Finalmente, se entregaban las evaluaciones con el objetivo de elaborar un cuadro que mostrara los descriptores más repetidos. El trabajo fue realizado con variedades de pisco puras y mostos verdes de diversas regiones. De esta manera, fuimos logrando identificar un sinfín de características que se difundieron para ser utilizadas en los concursos de pisco regionales y nacionales. A lo que voy con este ejercicio es que nada es absoluto ni está escrito en piedra. Es por esa razón que la realización de estos talleres es tan importante en la búsqueda de descriptores que logren unificar criterios alrededor de cada una de las variantes de uva pisquera por zona. Todos sabemos que la uva quebranta es producida en gran medida en Ica y los catadores de esa región cuentan con sus propios descriptores para evaluar un quebranta, ¿pero qué ocurre con los piscos de esa misma variedad en las demás regiones? Quizá tendrán las mismas particularidades, el perfil aromático será el mismo en climas y suelos distintos... Ahora bien, conforme un catador practica, va educando sus sentidos, ofrece impresiones probables. Sin embargo, está comprobado genéticamente que no hay dos personas que perciban de manera idéntica. ¿Entonces cómo explicamos el aroma o sabor de una fruta que no conocemos? Trabajamos sobre posibilidades. Por ejemplo, si identificamos un cítrico, ¿cuál de todos? Quizá nos recuerde a lima. Pero, ¿ qué ocurre si no conocemos esa fruta en concreto, mas sí su esencia? En ese mismo momento, otros podrán decir que les recuerda a toronja, limón, mandarina... Y la conclusión sería la misma: ¿se distingue un toque ácido? Sí. Por eso esta labor es un ejercicio sumamente personal. La cata describe la intimidad del pisco y vino. Es importante tomarse el tiempo para pensar en lo que estamos bebiendo. Hay que comenzar a mirar, oler, probar, desglosar sabores, reconocer características. Debemos, en otras palabras, aprender a beber sabiamente.

¡Hasta la próxima!