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Tres Generaciones es de las pocas bodegas familiares que se han sostenido en el tiempo. «Una de nuestras virtudes es que desde niños nos enseñaron a cuidar lo que tenemos. Lo empezaron mis bisabuelos y la nueva era de la familia Gonzales Martínez apostó por llamarse Tres Generaciones. Había muchas opciones, pero nos quedamos con algo que simboliza, para la familia, genética y tradición. Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado hasta el momento», relata Cecilia Gonzales.

La bodega se encuentra ubicada en el Fundo Tres Esquinas, que pertenece al distrito de Subtanjalla, provincia y región de Ica, a 10 minutos en auto de la ciudad. «Hacemos visitas guiadas y catas dirigidas. Contamos con dos restaurantes. Uno de ellos es La Olla de Juanita en honor a mi madre, conocida como la Dama del Pisco; y el otro Alta Vista. Somos 7 hermanos que siempre estuvimos vinculados al trabajo familiar», añade.

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Tres Generaciones inició elaborando piscos y vinos dulces (mistelas). Producen Pisco Mosto verde Quebranta, Torontel y Acholado, y los puros Italia, Torontel, Quebranta, y Albilla. Como familia consideramos que el futuro de nuestro destilado de bandera está fuera del Perú. «Ac- tualmente, exportamos a diversos países como Australia, Japón, Suiza, Francia, Estados Unidos y estamos en el Duty Free del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. La gente del exterior valora la historia y la trascendencia. Cuando ven a una familia unida y trabajadora que da pasos sólidos, les interesa. Ahora nos hemos renovado con nuevas etiquetas y el cambio de botella de 500 ml a 700 ml».

Sin embargo, los tiempos cambian al igual que las costumbres y los paladares. «Cuando llegó la pandemia, tuvimos que hacer cambios. Teníamos un stock considerable de Pisco. En vista que cerraron hoteles y restaurantes que compraban y consumían nuestros productos, la interrogante era qué hacer con las uvas que producen nuestras 13 hectáreas de viñedos que estaban para cosechar: Quebranta, Albilla y Torontel. No queríamos venderlas; así que el enólogo Juan Carlos Hidalgo, quien es graduado en España; nos planteó la idea de elaborar vinos con estas variedades. Apostamos por hacerlo cuando las cosechas se perdían y muchas bodegas cerraban. Era un experimento riesgoso, pero nuestra intuición apostó con firmeza. El gran paso hacia el nuevo emprendimiento resultó un éxito», revela Cecilia.

De esta manera, comenzaron a elaborar vinos de uvas patrimoniales. Gonzales comenta que esta idea resultó muy interesante en medio de un contexto poco alentador por el tema de la pandemia. «Nos atrevimos porque tenemos buena materia prima: uvas de primera», dice. Justo en ese año empezaron a organizar Concursos de Vinos artesanales. «Para el primer certamen no teníamos esos vinos, pero en el segundo concurso competimos con los vinos de uvas patrimoniales Albilla y Torontel que salieron ganadores. Posteriormente, lanzamos el vino Rosé elaborado con uva Quebranta. Esta corriente de vinos de uvas patrimoniales generó interés, tanto así que vinieron periodistas argentinos a escribir notas sobre estos vinos», agrega.

En el primer año produjeron 3 mil litros de vino Torontel y 2 mil de Albilla. El Torontel está catalogado como uno de los vinos gastronómicos de nuestro país. Se acabó en 6 meses entre un exclusivo distribuidor, conocidos y la gente que iba al restaurante. «Estamos saboreando el éxito de a pocos. Estos vinos siguen ganando medallas en los concursos a nivel nacional. Estamos en Maido, Panchita y Central que acaba de ganar como el mejor restaurante del mundo». Si desean adquirir cualquiera de sus productos, pueden comprarlos a través de la página web: https://piscotresgeneraciones.com/ y algunos distribuidores.

«Queremos conocer e investigar más de lo que estamos haciendo y luego vendrán otras novedades. Es interesante que las personas sepan que existen marcas y lugares que apuestan por la calidad y la tradición. Somos una familia que se decide por la innovación. Eso tiene mucho valor. A todo el público le aconsejo consumir lo nuestro. Tenemos productos de excelente calidad y a veces no reconocen que lo bueno cuesta. Somos Perú y hay oportunidades para todos», concluye. //