Rev economiacampesina ed02jul 2016 m

Page 5

ANUC EDITORIAL

Luis Alejandro Jiménez Castellanos Presidente Nacional ANUC

Expedición ANUC por la Paz para una Economía Campesina Viable

Durante la última centuria vimos y dejamos pasar todo tipo de comportamientos sociales y actuaciones del estado apartadas del interés general y signadas por la inadecuada planeación de lo público que facilitó la malversación de recursos, la corrupción, los abusos de poder, las inequidades y otros flagelos que todos permitimos o mejor con los que contribuimos a que el país se nos fuera de las manos. Y cuando todo eso ocurrió comenzamos a buscar culpables en los demás, todos creímos ser los buenos y tener la razón en todo, pero nunca asumimos

nuestra propia responsabilidad con la vida de la nación y tampoco aceptamos que nuestra indiferencia y pasividad era el mejor combustible para la descomposición social, económica y política de Colombia; es decir para la guerra que vivimos. Una nueva época se registró cuando entendimos la magnitud del problema en el que nos hallamos. Entonces todos empezamos a hablar de la paz, unos para decir que la necesitamos pero con pocas o nulas acciones concretas por ella, porque seguimos actuando igual y lo que es peor, otros de manera sistemática la controvierten y prefieren alimentar la guerra con elocuentes como improcedentes argumentos desde escenarios públicos comenzando por el propio congreso de la república. La guerra entonces se convirtió en martirio de muchos, entre ellos sobresalen los campesinos víctimas; pero a la vez resultó ser el lucrativo negocio de muy pocos, los mismos que hoy se oponen a llevarla a su fin, porque les representaría cerrar la fuente de voluminosos ingresos, todos de origen ilícito como el narcotráfico, la usurpación de tierras baldías y las despojadas a los campesinos o los desfalcos al sector de la salud.

Extinguir la guerra es urgente, no puede seguirse posponiendo bajo insulsas disculpas y esa es tarea que nos compromete a todos. El fin de la guerra implica reformas de fondo a la estructura y políticas del estado que habiliten verdaderos escenarios

de convivencia pacífica, los cuales solo son posibles con el concurso de las ideas pero más de las acciones de

5

Economía Campesina |ed-04 | Julio - 2016

R

ecordando a don Pacífico Cabrera y su dicho “Todo el mundo habla de paz pero nadie se compromete” nos induce a asegurar que razón le sobraba a su apreciación cuando empezó a difundirla y quizá muchos apenas nos reímos porque lo consideramos un chiste más del programa sabatino, por eso poco nos detuvimos a analizar la realidad que nos mostraba y la reacción que nos proponía. Entonces nos dedicamos a repetirlo en diferentes escenarios sin ir más allá, es decir, sin hacer absolutamente nada por cambiar la realidad nacional, detener la guerra y construir la paz. Simplemente porque nos ha faltado compromiso.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.