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¿Qué más podemos hacer? El avance hacia la sostenibilidad requiere del compromiso de todos

PILAR VÁZQUEZ

DIRECTORA GENERAL DE FUNDACIÓN

ECOLUM ada vez es más frecuente encontrar residuos abandonados en entornos naturales, esta es una realidad de nuestros paisajes que no deberíamos encontrar y contrasta con el compromiso de la mayoría de los municipios con el cuidado del medio ambiente: recogida separada de distintos tipos de residuos, puntos limpios, amplia implantación de papeleras, etc. Ante este grave problema, nos debemos preguntar ¿qué más podemos hacer?

Todo lo relacionado con el medio ambiente, reducción y recogida de residuos, responsabilidad sobre los mismos, etc. está en continua evolución, se amplía el marco legal cada año, se incluyen nuevos productos, la palabra economía circular está en boca de todos, pero cuando salimos a la calle nos damos cuenta de que todo esto no es suficiente.

En Fundación Ecolum mas allá de cumplir de nuestra obligación con la recogida anual de RAEE, no dejamos nunca de lado la labor de concienciación y educación ambiental. Nos parece de vital importancia realizar esta concienciación en los mas jóvenes. En este sentido hemos participado recientemente en charlas en distintas universidades explicando que es un RAEE y cómo deben desecharse y tratarse este tipo de residuos.

Participamos en jornadas destinadas a distintos grupos profesionales fomentando la sensibilidad medioambiental, intentando llegar a toda la cadena, desde el productor hasta el usuario final, pasando por constructoras, instaladoras y distribuidoras de material eléctrico, entre otros.

También realizamos campañas, como la que tuvimos ocasión de poner en marcha el año pasado con el Ayuntamiento de Madrid, ”RECICLA POR UCRANIA”, para llegar a la población en general. En esta ocasión, se colocaron puntos de recogida de RAEE en ubicaciones con importante afluencia ciudadana de este Ayuntamiento, donde mediante gráficos se explicaba qué es un aparato eléctrico y electrónico y donde debían depositarlo.

Pero nuestra labor no es del todo efectiva si no contamos con un férreo apoyo por parte de las administraciones. Necesitamos que no solo se cree el marco legal, sino que se vigile y penalice su no cumplimiento, y en ese campo aún queda bastante camino por recorrer.

Seguimos encontrando empresas no autorizadas que recogen RAEE y que no realizan un tratamiento correcto, solo separan las partes de las que pueden sacar un valor positivo y se olvidan del resto. La existencia de estas empresas no solo supone un perjuicio medioambiental y una reducción en los objetivos que busca la economía circular, sino que dificulta y encarece el normal funcionamiento de la recogida y tratamiento de los residuos. Las distintas administraciones deben reforzar su labor de vigilancia en este aspecto.

En mi pequeño municipio costero, la acampada libre está prohibida en todo el término municipal, sin embargo, es habitual encontrar vehículos acampados donde las vistas son más apetecibles, sin que nadie les indique que están haciendo algo prohibido. Y por desgracia también es habitual encontrar todo tipo de residuos en esos lugares donde han estado.

Un ejemplo de ello, quizá un poco anecdótico, de algo que si bien me hizo mucha gracia la primera vez que lo vi, unos días después pasó a preocuparme fue un anemómetro casero fabricado con botellas usadas de plástico. Lo construyó un ingeniero o ingenioso en Semana Santa, mientras acampaba en la zona. El ingenioso volvió a su casa, y el anemómetro allí ha quedado. Ha pasado un mes desde entonces, y ahí sigue, curioso desde luego. Pero ¿qué va a pasar con él mañana? El día que aumente el oleaje y el mar lo destruya, ¿que será se esas botellas de plástico?

La defensa del medio ambiente es una tarea de todos. Desde pensar bien si aquello que desechamos todavía tiene una posibilidad de uso, buscando así la reducción de los residuos que creamos, hasta donde dejamos esos residuos y qué va a pasar con ellos. Por eso, insisto, la labor formativa no podemos dejarla de lado como una de las facetas más importantes de nuestro día a día.

En Fundación Ecolum además ponemos en marcha proyectos conjuntos tanto con nuestros productores como con las distintas empresas con las que colaboramos para potenciar el ecodiseño y buscar nuevos cauces de tratamiento de materiales, además de trabajar con distintas entidades para auditar empresas y comprobar el cumplimiento de sus obligaciones. Y cada día nos paramos a preguntarnos ¿Qué más podemos hacer para mantener el planeta limpio?