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RETOS Y DESAFÍOS EN EL AVANCE HACIA UNA ECONOMÍA CIRCULAR EN EL SECTOR DE LA EDIFICACIÓN

Los principios de la circularidad se presentan como una palanca básica para la descarbonización urgente y obligada del entorno construido y para la regeneración de la naturaleza y de los ecosistemas.

En el proceso de transición ecológica y de cambio del paradigma económico mundial en el que nos encontramos es necesaria una revisión en profundidad de todas las actividades económicas y, en particular, las relacionadas con la extracción de los recursos minerales disponibles en el planeta. El objetivo es garantizar su sostenibilidad social, medioambiental y económica.

La industria de la construcción no sólo es responsable del 37% de las emisiones mundiales de carbono, sino también de casi un tercio del consumo de materiales y de la generación de una cantidad similar de residuos. Además, la extracción de minerales no metálicos necesarios para actividades de construcción se ha triplicado en las dos últimas décadas a un ritmo superior de lo que nuestro planeta puede reponerlos.

A esto se suman el crecimiento demográfico global, la escasez de materias primas —algunas de ellas críticas para la transición ecológica— o la inestabilidad en las cadenas globales de suministro —como ha sucedido recientemente con las arcillas blancas para la fabricación de azulejos, provenientes mayoritariamente de Ucrania—. Es necesario actuar urgentemente para descarbonizar el entorno construido, pero también para contribuir activamente a la regeneración de la naturaleza y de los ecosistemas vitales para nuestra subsistencia.

Los principios de la economía circular pueden ayudarnos a alcanzar am-

+ ALFONS VENTURA, GBCE

En Primera Persona

bos objetivos. Desde la reducción en la extracción de materiales y recursos — incluyendo el agua y la energía—, pasando por la necesaria optimización de la vida útil de los materiales y del uso de los productos, mediante diseños más eficientes —utilizando soluciones regenerativas basadas en la naturaleza—, hasta el desensamblado, reutilización y reciclado que nos permiten cerrar los bucles de materiales al final de la vida útil de un edificio o de sus partes.

Estos principios básicos deben implementarse a todas las escalas: de producto, edificio, barrio, infraestructura urbana, ciudad y sistema, así como a todas las geografías y regiones, siendo aplicable a los edificios de cualquier tipología, incluyendo edificios nuevos y rehabilitados.

Qu Retos Tenemos

La transición a la economía circular es un problema complejo, difícil de definir, con múltiples causas e interdependencias, sin soluciones claras o que, incluso, pueden provocar consecuencias impredecibles no deseadas, de escasa aceptación social, que implica cambios de hábitos y excede los límites de las organizaciones y sus responsabilidades. Es un problema aparentemente sin solución donde frecuentemente fracasan las políticas aplicadas.

Existen barreras inevitables a las que nos enfrentamos al tratar de diseñar y construir un edificio de modo circular, entendido como un banco de materia- les. Se ha de confrontar la mentalidad lineal predominante, la ausencia de herramientas adecuadas o la carencia de incentivos en la regulación y la falta de competitividad en precio.

Los principales retos a los que se debe hacer frente el sector de la edificación para transitar hacia una economía circular, que hemos detectado a partir de la bibliografía y de los Talleres y Jornadas de debate del proyecto VALREC, se pueden clasificar para una mayor claridad —aunque de forma imperfecta— en varios grupos:

Retos T Cnicos

Estos son, lo relacionados con el diseño para la circularidad, como el diseño de edificios orientado a la adaptabilidad y reconfigurabilidad de los espacios (DfAR). También, la implementación de criterios de modularidad y simplicidad, que pueden venir de la mano de la producción industrializada de componentes. Esto se debe alcanzar sin menoscabo de la durabilidad, aumentando así las posibilidades de reutilización o remanufactura de los productos y sistemas constructivos. En paralelo, se debe practicar un diseño orientado al desmantelamiento/ deconstrucción (DfD), apoyado por herramientas digitales (BIM).

Respecto a la gestión del fin de vida, se deben promover los sistemas de logística inversa, en los que el productor recibe de vuelta el producto —posiblemente a través del distribuidor o almacenista— para su reincorporación en sus procesos productivos. Por otra parte, es necesaria una optimización de la gestión de los RCD, mejorando la segregación en origen para reducir la heterogeneidad y maximizar así la tasa de reciclado y su calidad (supraciclaje frente a infraciclaje), con el apoyo de la I+D y de tecnologías más eficientes. Estas son el tipo de actuaciones que GBCe y sus socios, liderados por SURGE Ambiental, investigan y desarrollan en el proyecto VALREC, con la intención de mejorar la transferencia de tecnologías habilitadoras al tejido industrial para hacerlas extensivas.

La toma de decisiones de diseño pasará a basarse en la optimización multiobjetivo, considerando diversidad de aspectos, como la energía o las emisiones y el coste económico.

Ligado también a la fase de diseño, tenemos una serie de retos relaciona- dos con la selección y el empleo de materiales. La limitación de los recursos naturales, que empieza a causar escasez de algunas materias primas críticas, nos obliga a establecer una jerarquía priorizando las estrategias de reducción en el uso de recursos, desde la escala urbana, rehabilitando y redensificando en lugar de expandir las ciudades, a la prescripción de materiales refabricados, de origen secundario o de procedencia biológica, de acuerdo con sus propiedades y calidad requeridas para usos específicos. Para que esto pueda llevarse a cabo por los técnicos, se requieren especi- ficaciones adecuadas para el uso de este tipo de materiales.

La composición química es un campo que recibe atención creciente para evitar el empleo de materiales que contengan sustancias tóxicas, de muy alta preocupación (SVHCs), que puedan perjudicar la salud humana, a la biodiversidad o dificultar el futuro reciclaje. De este modo, se pueden despejar todas las incertidumbres sobre la seguridad ambiental de los materiales exis-