Al principio Monroy iba de amigo en amigo, de profesor en profesor, de artista en artista pidiendo que le prestaran sus performance. La Performola Eran performance ya realizados y en la mayoría de estos, el mismo Monroy había sido parte del público. Al final cuando la convocatoria por Lina Castañeda alcanzó niveles internacionales, no solo se enlistaban performances ya realizados, también instrucciones de algunos que por diferenA Carlos Monroy le gusta hacer performance, tanto que hace los tes razones no habían podido ser realizados y en algunas ocasiones performances de otros. también consistían en retos con los que los artistas desafiaban a Monroy. Para esto creó un nuevo Frankenstein, llamado “La Performola”. Al estilo de una rockola, “La Performola” es una acumulación de Pocos fueron los casos en que la adaptación fue imposible, pues performances, un menú de variedades, un show, un manual de ins- Monroy se esforzó en buscar la manera de hacerlo, esto sucedió solo trucciones, una caja de sorpresas, un archivo de autorías, en los en circunstancias especificas que no lo permitían (Monroy no tiene que el artista Carlos Monroy, se limita a ejecutar los diferentes per- periodo menstrual). formances que otros artistas le han cedido. Sin duda, la noción de autoría se trastoca en este trabajo, a pesar Es así como el espectador interesado, después de revisar un menú; de que tanto en el menú como al principio de cada performance se una provocadora descripción de cada performance, y tomar un tur- anuncia el nombre del autor. No se duda de la idea, solo se reemplano, decide cual acción será producida. Monroy es una máquina de za el artista. ¿Son simples traducciones-adaptaciones las que hace ejecutar performance. Monroy? ¿Son las interpretaciones la verdadera obra de Monroy ? El reto de Monroy no solo consiste en medirse como artista y asumir los retos, en ceder su cuerpo despreocupadamente, en servirle al público y al artista, sino que también Monroy tiene el reto de adaptar cada uno de los trabajos a nuevos espacios y como en el caso de la Galería Vermelho en São Paulo, a otro lenguaje, a otra cultura.
Como no es curaduría, el artista no hace ningún proceso de selección, no tiene parámetros o requisitos para medir las obras, no hila bajo ningún discurso cada una de ellas. Es por esta razón que La Performola cuenta con tan diferentes clases y tipos de performances, se podría pensar que el mismo números de autores, pero también responde a clasificaciones más amplias y generales en las