SOLIDARIDAD
Cadena de favores Sandra Meyer es la creadora de la Fundación Relevando Peligros. Esta iniciativa comienza de la mano de una tragedia, porque Sandra perdió a su hijo Juan un día de lluvia cuando él, ayudando a un anciano a cruzar la calle, se apoyó en un cesto de basura electrificado por un cartel fuera de norma en la vía pública. Relevando Peligros tiene la misión de prevenir aquellos accidentes que se pueden prevenir. Una historia conmovedora y llena de esperanza. Por Santiago Aguirre
E
l diccionario de la Real Academia Española define a la palabra fundación como “un tipo de persona jurídica sin ánimo de lucro, que continúa y cumple la voluntad de quien la fundó”. En este caso, la fundación nació desde el dolor, desde el compromiso con el semejante y sigue las premisas de quien la fundó: la solidaridad. Juan Aciar, el hijo de Sandra, fue víctima de una electrocución el 24 de diciembre de 2009, cuando tenía tan sólo 13 años de edad. A partir de ese inmenso dolor, Sandra se puso a trabajar incansablemente para concientizar a los semejantes sobre cómo prevenir accidentes absurdos como el que sufrió su hijo. Sandra Meyer recibe a OCIO en su casa, un cálido living en donde, en un costado, reposa el premio Jerónimo 2011, otorgado por la Municipalidad de Córdoba a los personajes destacados de ese año. La sesión de fotos la pone nerviosa pero se relaja ante el trabajo paciente y respetuoso de nuestro fotógrafo.
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Fotos Fede Rodríguez
Nos cuenta que trabaja como profesora de educación física en varios establecimientos educativos y destaca la escuela de Bower, donde sus compañeros y autoridades le permitieron trabajar incorporando una técnica que se llama “boccia adaptado” que permite a sus alumnos con discapacidad realizar ejercicios que mejoren su motricidad. Esto es parte de su desempeño en otra fundación llamada La Estación, con sede en barrio Urca. ¿Cómo es la relación de la fundación con las instituciones? La relación es la de rechazo. A nadie le gusta que lo controlen. Tenemos muy buena relación con las instituciones privadas, de hecho han tomado en cuenta nuestras observaciones. Empresas como Aguas Cordobesas o Telecom, para darte un par de ejemplos. En cuanto a lo estatal, tenemos muy buena relación con EPEC y no tan buena con la Municipalidad de Córdoba ante quien tuvimos que recurrir a un recurso de amparo.