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Se pone en guardia contra "las relaciones con los sacerdotes"

. ! al anochecer. Los días que el Estado ordene embanderar, los templos y demás edificios pertenecientes a la Iglesia, deben izar solamente la bandera del Estado aunque ese día, por casualidad, sea también de especial significado religioso o de carácter festivo. Si la Iglesia quiere embanderar otros días por otros motivos, puede izar la bandera de la Iglesia. La decisión de embanderar en esos días, corresponde a las mismas Iglesias. Si en dichos días las Iglesias izasen también la bandera nacional junto a la de la Iglesia corresponde siempre a la primera el lugar preferente".

En realidad, desde la primavera de 1938, en Austria ya no pudo ser izada la bandera de la Iglesia, ni siquiera los días de festividades religiosas, por orden de las autoridades locales. A principios de febrero de 1939, el Comisario del Reich, Sr. Bürckel. notificó que la ordenanza sobre las banderas, vigente en el Antiguo Reich, también de· bía ser cumplida en Austria.

Desde luego, tampoco los particulares podían izar en sus casas otra bandera que la nacional, aun en festividades netamente religiosas como ser, por ejemplo, el Día de Corpus (Diario de Munich, 18 de junio de 1936). Algunas personas fueron multadas repetidas veces por haber izado banderas amarillas y blancas, o por haber adornado el frente de su casa con flores o guirnaldas amarillas y blancas. 1 r,-,..-r

Contra las peregrinaciones

Bajo diversos pretextos, en los últimos años fueron impedidas las peregrinaciones de carácter puramente religioso, haciéndose imposible su realización. Hemos narrado antes, lo que ocurrió en la frontera suizo-alemana a los 1 . 705 jóvenes que fueron en peregrinación a Roma para la Pascua do 1935. Citaremos, además, los siquientes casos análogos: En agosto do 1935, so prohibió la peregrinación a Wending (Baviera). Además, un Sacerdote y varias Religiosas católicas de Neun• kirchen a. d. Saar, n agonto de 1935, fueron condenados a prisión }' multas, por dirigir una peregrinación en la que se entonaban cánticof piadosos.

Cuando las Procesiones de los pueblos del Bajo Rhin, Anrath y Correnzig, que de acuerdo a la costumbre tradicional. todos los años il: ::m en peregrinación a la capilla milagrosa de Nuestra Señora, en Ro::rmond, pretendieron cruzar la frontera, fueron detenidas por empleados de la GESTAPO, que les prohibieron pasar los límites . . Otros numerosos peregrinos aislados también fueron obligado-s a regresar sin haber cruzado la frontera. En los últimos años, las imponentes manifestaciones de fe que tienen lugar desde hace tiempo sobre el