HISTORIAS DE OVIEDO
“125 años de interminables historias en el teatro” UNA REAPERTURA BRILLANTE En su reinauguración de 1948, una vez superada la Guerra Civil y reconstruido el teatro, una lámpara central iluminaba la entrada del público que acudió al coliseo a disfrutar del dramón de Massenet. Esta espectacular pieza de bronce y cristal tallado, que pesa 900 kilos, todavía preside las veladas del Campoamor. Sus elementos ornamentales: flores, hojas, espigas y jarrones, se aprecian con detalle dos veces al año, cuando la bajan con un peculiar sistema mecanizado y queda suspendida a 25 centímetros del suelo para su limpieza. Apenas se conoce la historia de esta gran lámpara, que fue un regalo de Carmen Polo, esposa de Franco, a Oviedo, su ciudad natal. Se cree que data de finales de siglo XIX o principios del XX por las características del cristal, que es macizo, y porque es similar a otras pertenecientes a esa época que cuelgan de los techos de algunos palacios y hoteles de Madrid. Probablemente, cuando la pieza se desmonte para su restauración, la firma de su autor o su lugar de procedencia aparezca sobre alguno de los elementos.
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UNA SUCESIÓN IMPARABLE DE ESTRELLAS Cuando una institución cultural va acumulando años, acumula experiencias y veladas memorables, con nombres propios que ya forman parte de la historia con mayúsculas del arte y la cultura de Oviedo y del mundo. Desde la inolvidable actuación de Los Cuatro Ases de la Canción Asturiana en 1926, hasta los cantantes internacionales más destacados de cada una de las décadas del pasado y presente siglo (Luciano Pavarotti cantó en Oviedo en siete ocasiones, solo por poner un ejemplo, pero también fueron asiduos Corelli, del Monaco, Freni, Tebaldi, De los Ángeles, Caballé, Bergonzi, Gencer, Alfredo Kraus…), pasando por las visitas en los Premios Príncipe de personalidades como Nelson Mandela, Arthur Miller, Liz Taylor, Stephen Hawking o un rey Felipe VI todavía niño pronunciando su primer discurso oficial y dando la vuelta al mundo en tiernas imágenes. Diferentes intervenciones se fueron sucediendo a lo largo de esta segunda etapa del teatro. En 1983, durante la alcaldía de Antonio Masip, se reforzó el sistema contra incendios y desapareció en el sótano la
ALGUNOS DATOS DE INTERÉS AUNQUE YA NO SE UTILIZA PARA ESE FIN, EL SUELO DEL PATIO DE BUTACAS DEL TEATRO, FABRICADO EN MADERA, SE PUEDE ELEVAR MEDIANTE UN SISTEMA HIDRÁULICO AL MISMO NIVEL DEL ESCENARIO Y CONVERTIRSE EN UNA GRAN PISTA DE BAILE SE NECESITARON MÁS DE 1.500 METROS DE TERCIOPELO ROJO PARA CUBRIR LAS BUTACAS DEL COLISEO OVETENSE PARA SU REINAUGURACIÓN EN 1948.