Hay quien prefiere las ortigas. Junichiro Tanizaki

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Hay quien prefiere las ortigas Junichiro Tanizaki Solasaldiak Solasaldiak--Tertulias Tertulias

Cuando llegue por fin el momento, será mucho peor tener que explicárselo todo de una vez. ¿No sería mucho más natural que le dieras tus razones paso a paso, que se las explicaras e hicieras comprender qué es lo que inevitablemente va a ocurrir? (p.56)

Hernani, Udal Liburutegia, 2015 azaroa Biblioteca Municipal, noviembre 2015


Junichiro Tanizaki1 (Tokio, 1886 – Kanagawa, 1965)

Nació en 1886 en una casa acomodada de un barrio rico de Tokio. Su padre era comerciante. En el seno de esta gran famillia, Junichirō comienza a vivir con gran holgura. Pero la muerte del abuelo en 1888 marca ya el declive familiar. A los ocho años, en 1894, la familia ha de trasladarse a un lugar más modesto; y pronto va a tener que dedicarse él a enseñar a los niños de una rica familia; cinco años después será relegado por su unión con una mujer allí empleada. Así que experimenta una gran humillación, que es uno de los rasgos psicológicos que atraviesan a los personajes de sus relatos. Se interesa por las fiestas populares y por la cultura ancestral japonesa. Inaba Seikichi le enseñó literatura china y japonesa; y ya aparece muy maduro. En 1908, Tanizaki se inscribe en el departamento de literatura de la universidad de Tokio. Publica artículos desde 1910, pues quiere ser periodista. Pero predominará la pasión por la literatura. Empieza con relatos cortos, piezas teatrales, poesía, pequeños ensayos. Le atrae el relato occidental al inicio (en la madurez volverá a los orígenes). Tarda en lograr reconocimiento. Al fin, en ese 1910, el primer número de la revista Shinshichō acepta su obra teatral Nacimiento además de publicar un ensayo crítico sobre Sōseki Natsume. Casi toda la ficción de Tanizaki trata del conflicto entre los valores tradicionales y las ideas modernas del amor y la belleza. Sus primeros relatos cortos, entre los que se encuentra El tatuador (1910), muestran la influencia de los simbolistas franceses y del escritor estadounidense Edgar Allan Poe. Hay quien prefiere las ortigas (1929), considerada una de sus mejores novelas, describe una relación marital desgraciada dentro de los valores culturales cambiantes de Japón, un tema en el que insiste magistralmente en el Elogio de la sombra (1933). La novela Las hermanas Makioka (1943-1948) también trata sobre la invasión de la vida moderna en los valores tradicionales. Su obra posterior a la II Guerra Mundial, por ejemplo La nieve tenue (1947), novela de 1.400 páginas, La llave (1956) o Diario de un loco (1961-1962), señala una vuelta al erotismo de sus comienzos. En 1949 se le otorgó el premio Orden de la Cultura u Órden del Mérito Cultural por el gobierno japonés y en 1964 fue elegido miembro honorario por la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras (American Academy of Arts and Letters), el primer escritor japonés en recibir ese honor. 1

Informazioa hemendik hartuta | Más información [2015-10-01] https://es.wikipedia.org/wiki/Jun%27ichir %C5%8D_Tanizaki http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2348


Bibliografía

Novelas y relatos             

Tatuaje (Shisei, 1910). Trad.: Rey Lear, 2011. Naomi (Chijin no ai, 1924). Trad.: Siruela, 2011. Arenas movedizas (Manji, 1927). Trad.: Siruela, 2010. Hay quien prefiere las ortigas (1929). Trad.: Seix-Barral, 1963 (y ed. posteriores) La nieve tenue (Sasame Yuki, 1947). Trad.: Las hermanas Makioka, Debolsillo, 2014. La madre del capitán Shigemoto (Shōshō Shigemoto no haha, 1949). Trad.: Siruela, 2008 La llave (Kagi, 1956). Trad.: Muchnik, 2002; Siruela, 2014 El cortador de cañas. Trad.: Siruela, 2008 El diario de un viejo loco (Fūten Rōjin Nikki, 1961). Trad.: Siruela, 2014 El cuento de un hombre ciego, Trad.: Siruela, 2010 La vida enmascarada del señor de Musashi, Edhasa, 1989 Retrato de Shunkin, Trad. española: Siruela, 2010 Jotaro El Masoquista. Trad. española: P Bid, 2009

Cuentos    

Cuentos crueles (1933). Trad.: Seix-Barral, 1968 El puente de los sueños: y otros relatos, Siruela, 2009 Historia de la mujer convertida en mono. Siete cuentos japoneses. (2007) Bid & Co. Editor; con: "Historia de la mujer convertida en mono", "Una confesión", "La creación", "El odio", "Una flor azul", "Un puñado de cabellos" y "El criminal" Siete cuentos japoneses, Siruela (2011)

Ensayo 

El elogio de la sombra (1933)Trad. española: Siruela, 2013


Hay quien prefiere las ortigas Hay quien prefiere las ortigas (Tade Kuu Mushi, 1928), uno de los grandes clásicos de la narrativa contemporánea, es a la vez que el reflejo de un conflicto cultural, una especie de confesión autobiográfica, ya que la situación que describe —el naufragio de un matrimonio entre dos personas que han dejado de interesarse físicamente, pero que se respetan y estiman demasiado para decidirse a romper y vivir cada una su vida— parece ser trasunto de un episodio central de la historia del autor, quien en 1930 se divorció amistosamente, tras largas vacilaciones, de su primera esposa. Pero el distanciamiento entre Kaname y Misako, el marido y mujer protagonistas de la novela, no constituye todo el asunto de ésta, sino por así decirlo uno de sus polos; el otro es el contraste entre la mentalidad de la joven generación, fuertemente occidentalizada, y la que se encarna en el padre de Misako, el afectado caballero apegado a las costumbres tradicionales, al teatro de marionetas, a las viejas porcelanas y a la antigua manera de resolver, conviviendo con una joven y sumisa concubina, los problemas sexuales que pudieran perturbar su actitud contemplativa.


Críticas En El Cultural2 Kaname y Misako apenas han superado los diez años de matrimonio, pero su convivencia es una rutina exenta de pasión. La extinción del deseo no ha aniquilado el respeto ni la amistad. Tanizaki enfatiza la importancia de la intimidad sexual. Al contemplar la carne de Misako, Kaname advierte que le invade la melancolía, pero su tacto le resulta impersonal. El padre de Misako ha superado los 50, pero aún conserva el anhelo de poseer un cuerpo joven. Ya viudo, le separan treinta años de su amante. Su relación refleja los códigos de conducta de otra época, cuando la pasión y la vejez no parecían incompatibles. No hay un propósito de escarnecer las nuevas convenciones. Los amantes obran guiados por la fatalidad. Tanizaki deplora que las tradiciones japonesas nunca hayan contemplado el culto a la mujer. El romanticismo es una invención occidental, que acarrea mucho sufrimiento, pero en su ausencia sólo prospera el tedio y la mediocridad. Tanizaki refleja la modernización de Japón en las décadas previas a la II Guerra Mundial, sin lamentar la influencia del jazz, el cine o la moda. Esa conformidad no excluye cierta nostalgia de un pasado simbolizado por los jardines con sándalo y ciruelos y por ciertas ceremonias que impregnaban de delicadeza las relaciones sociales. Sin embargo, su perspectiva es la de un hombre que odia la intolerancia y el concepto clásico de honor. Misako mantiene un idilio con Aso con el consentimiento de su marido, y éste complace sus sentidos con una prostituta que le proporciona un placer tranquilo. No hay resentimiento ni reproches. Los dos conservan el aprecio por el otro y su hijo acepta la inminente separación con naturalidad y sencillez. La desesperación es un sentimiento primitivo. La vida es como una de esas canciones del teatro de marionetas: algo confuso e intrascendente. Los celos introducen un dramatismo innecesario. Tanizaki está más cerca de Kawabata que de Mishima. Su lirismo elude la desmesura y los diálogos nunca están oscurecidos por el artificio. Su espontaneidad revela un profundo conocimiento de los afectos humanos. Hay quien prefiere las ortigas se aproxima a la perfección. Es imposible transitar por sus páginas sin advertir nuestra resistencia a reconocer la precariedad de todos los vínculos. El amor no está disociado del fracaso. Nuestro yo es un fragmento que se acopla a otra intimidad antes de regresar a su aislamiento original. Nada puede salvarnos de ese destino.

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[2015-10-02]: http://www.elcultural.com/revista/letras/Hay-quien-prefiere-las-ortigas/11466


En Literariamente hablando3 En Hay quien prefiere las ortigas, Tanizaki trata el tema del divorcio. Lo hace de una forma muy profunda y precisa. La pareja protagonista la forman Kaname y Misako, un matrimonio que hace tiempo que dejó de tener relaciones íntimas, pero siguen conviviendo porque son incapaces de romper definitivamente su relación, sobre todo para no hacer daño a su hijo de diez años, Hiroshi. Misako, la mujer, empieza a mantener una relación con otro hombre, relación que su esposo conoce y tolera, pero aun así, no se deciden a divorciarse definitivamente. A lo largo de la novela podremos observar sus dudas y vacilaciones acerca de esta decisión que van aplazando. Además del tema del divorcio en la sociedad japonesa, y en una época como en la que fue escrita esta novela (es de 1928), hallamos unos personajes que encarnan distintos estereotipos. En Kaname, el marido, podemos ver el contraste entre el mundo puramente oriental y, por otra parte, la occidentalización de la cultura japonesa. Su suegro, el padre de Misako, representa los valores tradicionales de la sociedad japonesa; es un gran amante del bunraku, el teatro de marionetas, que tiene gran importancia en varios puntos de la trama. Convive con una joven geisha llamada O-isha, que se encarga de atender todas sus necesidades y que, curiosamente, es el tipo de mujer que a Kaname le gustaría tener. No es una novela con mucha acción ni giros sorprendentes, y de hecho, el tema principal ni siquiera será lo que más atraiga al lector, sino el hecho de adentrarse un poco más en la cultura japonesa y de conocerla más a fondo, especialmente en su vertiente artística a través de los parlamentos del padre de Misako acerca de los distintos géneros del teatro de marionetas.

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[2015-10-02] http://www.literariamente-hablando.com/2014/01/hay-quien-prefiere-las-ortigas-de.html


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