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ASTRID SÁNCHEZ

Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario: una red en tres estados

Su oferta incluye recorridos con medidas de seguridad e higiene para visitantes

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ASTRID SÁNCHEZ

MÉRIDA

Concebir la idea de un turismo que además de reducir el impacto en la naturaleza garantice el riesgo mínimo de contagio de Covid-19 es posible gracias a las comunidades mayas que promueven recorridos en municipios sin contagios confirmados y siguiendo estrictos protocolos de bioseguridad.

La Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario (APTC) ha creado redes en Campeche, Quintana Roo y Yucatán para ofrecer al visitante la opción de recorrer zonas arqueológicas, cenotes y lugares de avistamiento de aves no explotados de manera comercial.

El itinerario del turismo comunitario se realiza en poblaciones alejadas de los centros urbanos, donde se visitan espacios abiertos que permiten una interacción directa con la naturaleza, la práctica de senderismo, de campismo y no se encuentran atiborrados de gente.

Gloria Dzib, coordinadora general de Co’ox Mayab, una de las cooperativas de la APTC, destaca que a pesar de que la Alianza compite con el turismo de sol y playa predominante en la zona peninsular, el acercamiento a las comunidades en el marco de la pandemia es la mejor opción.

“Hay comunidades en las que reportan cero contagios, son comunidades pequeñas que siguen las medidas de seguridad e higiene y garantizan la seguridad para el turista. Sin embargo, nosotros también al turista le pedimos apegarse a los protocolos de cada una de las comunidades porque al final de cuentas no es sólo proteger al visitante sino también a cada una de las personas que colaboran con nosotros”.

La APTC implementa al menos cinco protocolos que abarcan desde la recepción, los establecimientos de alimentos de bebidas, el manejo de las instalaciones hasta los centros de hospedaje para reducir el riesgo de contagio durante la estancia de los visitantes.

Al respecto, Mario Tuz May, presidente del consejo de administración de Co’ox Mayab, señala que fue complicado lograr cumplir con los requisitos para obtener las certificaciones de buenas prácticas dentro de la pandemia debido a que las instalaciones no son iguales a las de los centros turísticos comerciales.

“Nuestras instalaciones son diferentes, son más naturales, estamos hablando de una arquitectura típica, de espacios típicos de las comunidades, nada qué ver con los consorcios turísticos.

“Tenemos una oferta que no la van a encontrar en ningún otro lado. Estamos hablando de tours en los poblados, de la milpa comunitaria, cría de cocodrilos, ruta de la apicultura”, presume.

▲ De visita por las comunidades de la península es posible recorrer zonas arqueológicas, cenotes y lugares de avistamiento de aves. Foto Co’ox Mayab

Abre en Panabá Centro Cultural y de Derechos Humanos Casa Colibrí

ITZEL CHAN

MÉRIDA

Para dar mayor atención a mujeres que viven situación de violencia, Suemy Marisol Maza Martín y la activista María Candelaria May Novelo, fundaron el Centro Cultural y de Derechos Humanos Casa Colibrí en Panabá, el cual se suma al trabajo que ya se realiza en Valladolid, en un espacio que lleva el mismo nombre.

Las mujeres sumaron a su equipo a Katia Mena Pacheco y Claudia Rocío Duarte Aranda.

Para Candelaria May, educadora, escritora y defensora de los derechos humanos de las mujeres y personas de comunidades indígenas, ya era necesario dar este paso, pues considera que cada vez hacen falta más centros de atención enfocados en la erradicación de la violencia de género.

“Mi convicción es trabajar por la niñez, la diversidad sexual y sobre todo, a favor de las mujeres”, apuntó.

El centro que fue fundado en Valladolid el 26 de agosto de 2017, surgió como resultado de observar y reflexionar sobre la situación precaria de México en materia de derechos humanos y de la carencia de espacios que ofrezcan educación, promoción y defensa en el oriente de Yucatán.