Ladosis # 31

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EDITORIAL Comienza el año seis para Ladosis cargado de retos. El pasado 2013 estuvo repleto de dificultades, pero pudimos superarlas con mucho tesón, constancia y objetivos claros, así como por el apoyo de nuestros anunciantes y lectores. Hace justo un año dimos, muy a nuestro pesar, un cambio a la filosofía de revista gratuita para pasar a tener un costo (Bs. 20 y ahora Bs. 30), una decisión que fue impulsada por las complicadas circunstancias económicas del país, que desafortunadamente, no han hecho sino empeorar. Para cualquier medio impreso venezolano, las cosas no están fáciles. Han desaparecido en los últimos años, y sobre todo en estos últimos 12/14 meses, una serie de publicaciones, desde diarios hasta revistas especializadas, pasando por fanzines y revistas con fines corporativos. Unos pocos se mantienen en una especie de “stand by”, esperando mejores condiciones. Eso no pasa porque sus editores lo quieran. La realidad es inocultable. No solo es la dificultad para conseguir papel (del tipo que sea), sino los elevados precios de impresión, lo que complica

la labor de cualquier medio y los coloca al borde del abismo. A ello se suma la situación de muchas empresas anunciantes, inmersas en una espiral de problemas, largos de enumerar pero seguramente conocidos por la mayoría de los venezolanos. Solo cumpliendo ciertas condiciones de sacrificio, que implican adaptabilidad, se logra sobrevivir. Por otro lado, los músicos también están sufriendo los embates de la situación, principalmente en lo relacionado con la inseguridad, los costos de instrumentos, repuestos, salas de ensayo, fabricación de CDs y descenso de público por razones relacionadas (inflación, inseguridad…) Ladosis es una revista dedicada a la cultura musical. Su rol primordial, como saben nuestros lectores, es el de enaltecer la labor de los músicos venezolanos, no importa desde qué parte del mundo trabajen. Somos un medio independiente, casado solo con el hecho musical. No hacemos activismo político ni de ningún tipo, solo el que impulsa a la buena música. Durante 5 años hemos apoyado, sin

condiciones, a centenas de artistas que han aparecido en nuestras páginas. Además, hemos presentado en vivo a más de 80 grupos y artistas en horario accesible. Somos una vitrina que enaltece el trabajo de nuestros músicos y de todos los que trabajan a su alrededor, dejando así un registro histórico. No hemos recibido ningún aporte o ayuda del Estado. La única ayuda del sector público proviene del Centro Cultural Chacao, recinto en el que casi siempre realizamos los conciertos. Todo el apoyo ha provenido de la vituperada empresa privada, sin la que no existiríamos. A pesar del panorama, seguimos trabajando con la misma ilusión y el mismo profesionalismo. Si existen retrasos en la publicación de algunas ediciones (como esta), no son achacables a nuestro trabajo sino a los obstáculos del entorno. Nuestro norte sigue siendo el mismo y seguimos trabajando en esa dirección. En sus manos la edición #31. Gracias por permanecer ahí.

18 XIMENA BORGES Ruido jubiloso, música, teatro y videos

40 MADONNA Veintiún años de Sex

20 JOHN ZORN El jazz de la sinagoga

42 CRÓNICAS DEL GRAMMY Los robots millonarios, la teenager sin artificios

Ladosis

ÍNDICE 04 WANNAMAKER La banda que no respeta reglas 06 LUIS JULIO TORO Y sus aventuras

22 Discos para leer

08 LA MÚSICA VENEZOLANA DE 2013

27 El universo multicolor de YO LA TENGO

45 Ahí Estuvimos

10 LOS QUE NOS DEJARON EN 2013

28 HOLY SEXY BASTARDS “De la crisis surge el mejor arte,

12 SIMÓN DÍAZ Mucho más que un cantautor llanero,

una bisagra nacional

16 MADREDEUS Veinticinco años revisitando la saudade

Edición #31 Año 6 (2014) © Todos los derechos reservados

Una publicación de La Bemba Producciones, C.A. Rif J-31579764-0 Calle París, Res. La Isla, Apto. 11, Las Mercedes. Caracas.

inspirado en dolencia y carencia”

34 BRANDT BRAUER FRICK Tecno sin truco 36 50 AÑOS DE LA BEATLEMANÍA El día que todo cambió

Editores/Directores JUAN CARLOS BALLESTA jcballesta@gmail.com XABIER LANDA xabilan@gmail.com revistaladosis@gmail.com www.facebook.com/Ladosis www.facebook.com/revistaladosis twitter: @revistaladosis revistaladosis.blogspot.com

Director de Arte: AARÓN LARES Correctora: Reina León Beretta Portada Foto: Rui Cordovez Estudio Luis Boza. Asistente: Luis Cantillo Pre-prensa e impresión: Altolitho, C.A. Asesores legales: Irma Rojas y Gorka de Abrisqueta

y la insolencia de unos raperos coleados

52 EXIB MÚSICA Una ventana de la Iberoamérica musical

en Europa

54 EL CINE QUE SUENA David Lynch, cineasta de lo extraño,

pintor de texturas sonoras y apasionado del rock and roll (primera entrega).

56 HISTORIETAS Alack Sinner, de Mugnoz y Sampayo

Las colaboraciones son rigurosamente solicitadas. Colaboran en esta edición: Alejandro Reyna, Boris Felipe, Carlos López, Carlos Medina, Carlos Varela, David Díaz, Eduardo Vallejo, Emilio Méndez, Eugenio Scalise, Gabo Cárdenas, Gil Sansón, Hugo Santaromita, Humberto Sánchez Amaya, Iola Mares, Jesús Sosa, Juan Miguel Morales, Leonardo Bigott, María Alejandra Mata, Mercedes Sanz, Rui Cordovez, Tomás Jaimes, Valentina Hidalgo, Sara Fitta.

Agradecimientos especiales: Aarón Lares, Alieska Moreno, Carla Montero, Centro Cultural Chacao, Charlie Visconti, Gelson Briceño, Holy Sexy Bastards, Laura Guevara, La Vida Bohéme,

Los Hermanos Naturales, Reina León Beretta, Rock & Folk, Sara Fitta.

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Concierto 5to Aniversario Teatro de Chacao. y edición #30 15 de diciembre de 2013

Conciertos 1

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1 y 2: Los Hermanos Naturales con Laura Guevara. 3, 4, 5 y 6: La Vida Bohème 02

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Fotos: Emilio Méndez



WANNAMAKER La banda que no respeta las reglas

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Sí, suena a rock, pero también a salsa, a jazz, a funk, a tambor. Wannamaker es una banda de fusión, así se definen para no inventar palabras y sentirse más libres a la hora de componer, sin ataduras causadas por etiquetas. Es un grupo que no pasa inadvertido cuando se presenta en vivo. No solo por la propuesta, sino por el buen sonido. Fue uno de los más llamativos en la pasada edición del Festival Nuevas Bandas, en la que obtuvieron una mención especial. Hasta los momentos sus temas se pueden escuchar y descargar por Internet, a través de su cuenta en Bandcamp. Su primer disco, Ojos del Mundo fue lanzado a finales de 2013 e incluye las seis canciones de los dos EP que previamente se conseguían en la web, más cuatro temas nuevos. El guitarrista Frank Ovalles (F), es uno de los miembros fundadores de la agrupación que se formalizó como tal en 2007. Los otros son el bajista Luis Méndez y el percusionista Manuel Salazar, quienes desde 2005 empezaron a conversar sobre el proyecto. Luego se fueron incorporando otros músicos, hasta llegar a la formación actual de sexteto, que completan Leo Moreno –también de El Gran Tombo– en la segunda guitarra, Ramón Torregrosa en la batería y Javier Galdó en la percusión.

Se nota el tema social en sus letras

F: No es únicamente una crítica al Gobierno o a ciertas personas en especial. Es una crítica a muchos asuntos sociales que nos

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Foto: David Díaz

La agrupación caraqueña, una de las que recibió mención especial en el Festival Nuevas Bandas 2013, presenta una propuesta de fusión en la que busca resaltar lo que considera propio de América Latina con letras en contra de la injusticia, sobre una base musical donde cabe la salsa, el funk, el jazz, los tambores y el rock, y una puesta en escena alegre y desprejuiciada. Humberto Sánchez Amaya

llaman la atención, que tienen que ver con la generación joven, la de relevo, sobre las cosas que están sucediendo, los estereotipos. Parte de la crítica es también hacia los sistemas opresores. No hablamos de Venezuela únicamente. Nos gustaría ser una voz que sirviera de apoyo o aliento a cualquier sociedad que sienta opresión e injusticia.

Tengo entendido que al principio eran una banda de jazz. Luego fueron cambiando hacia el rock. En principio tenía unos toques más de latin jazz. Siempre estuvo lo latino por ahí, pero en principio lo que nos interesaba era la música culta, como llaman los músicos a eso. Con el pasar del tiempo vimos que era interesante que

el rock tomara el espacio que tiene hoy en día, porque desde mi punto de vista eso es lo que le da contundencia.

¿Por qué tanto tiempo entre la formación del grupo y el primer EP?

Durante ese tiempo cambiamos de miembros. Pasaron alrededor de cuatro bateristas por la banda. También creo que era el tiempo necesario para que descubriéramos la manera de cómo queríamos trabajar. Una de las cosas que nos retrasaba era la indecisión de qué queríamos hacer con un tema, cómo arreglábamos aquí o allá. En 2011 y 2012 llegaba un tema nuevo y en dos semanas ya estaba listo. Nos conocimos como músicos y aprendimos cómo queríamos hacer el proyecto. Pasó el tiempo necesario para que entendiéramos qué estábamos buscando.

¿Qué quieren generar con su música en el público? En principio conciencia. Dejar un mensaje que nos lleve a evolucionar. Creo que gran parte del problema está en la población. A nivel de música, seguimos hablando de conciencia. Hay que arriesgarse un poquito. No siempre hay que respetar las reglas. Uno tiene que mostrar lo que es autóctono. Cierto que somos una banda de rock, pero mostramos mucho de lo que hay en Latinoamérica, cosa que no sucede en gran parte de la movida musical.



LUIS JULIO TORO

Y SUS AVENTURAS Arquero, locutor, músico, fotógrafo y surfista, son algunos de los sustantivos que definen a una de las personalidades más ilustres de la Venezuela actual. Más de 20 grabaciones musicales y giras internacionales, respaldan la actividad por la cual es principalmente conocido. Sin embargo, este caraqueño de dilatada trayectoria musical, es, en realidad, un amante de la vida. Leonardo Bigott

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Una apacible tarde caraqueña, la arboleda de una calle de La Floresta guiaba mi camino hacia una aventura que estaba por comenzar. Luis Julio, el otrora flautista de Ensamble Gurrufío, de carácter vivaz y característica elocuencia, esperaba mi visita entre quehaceres domésticos. Era apaciguado sólo por tres de sus hermosas hijas a quienes afectuosamente atendía mientras me señalaba su estudio pidiéndome que le esperara. Tras cruzar el umbral, sentí como si se tratara de Indiana Jones la persona que estaba por entrevistar. Dos escritorios y un sofá de rústica madera, arcos y flechas, tablas de surf, flautas y una Mac cargada de fotos y música centrada entre dos cornetas; además de libros, botellas y otras tantas cosas, habituales en un aventurero. La tentación de conversar sobre aspectos ajenos a su música ciertamente

Fotos: Cortesía de L.J. Toro

asaltaba mi curiosidad, pero esta vez se trataba de eso y de las actividades en torno a la misma. En la década de los 70, Luis ya había sido seducido por la música mientras cursaba el bachillerato en el Santiago de León de Caracas. Había formado el quinteto Aldana y poco tiempo después ya recibía sus primeras lecciones de flauta bajo la guía de Glenn Egner, discípulo de Jean Pierre Rampal y egresado de la prestigiosa Julliard School of Music de Nueva York. En 1979 viajaba a Costa Rica, España y New York con la Orquesta de la Juventud Venezolana Simón Bolívar. Al inicio de los 80, estudia en el reconocido Royal College of Music, donde obtiene el Diploma de Ejecutante y, subyugado por la flauta clásica india, también estudia en el Bhavan Institute of Indian Arts. Ambos en Londres. Desde entonces, la carrera de Luis Julio Toro ha ido siempre en constante


ascenso y frecuentemente acompañada por elogios de la crítica internacional especializada. Una extensa lista de reconocimientos alrededor del orbe dan fe de su alta calidad musical. Más proclive hacia lo clásico, Luis Julio abriga con igual pasión lo popular, como se evidencia en uno de sus hijos más laureados, Ensamble Gurrufío. Sin embargo, sus participaciones incluyen, entre otras, a la Camerata Criolla, al grupo Maroa, a la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho y un sin número de artistas de diversas corrientes.

Luis, eres una persona polifacética pero esencialmente músico ¿Fue algo que buscaste o simplemente todo se dio?

Yo estoy entregado a la vida. La música es parte de eso, es mi oficio, pero te digo que las cosas se dieron. En mi casa se escuchaba música todos los días, mi padre era biólogo, mamá socióloga y mi hermano biólogo. Era un asunto más de escuchar. Sin embargo, fue esa exposición diaria a la música la que nos estimuló a intentar ser músicos.

¿Hubo un primer hito identificable?

Sí. Cuando estaba en el Santiago de León, Isabel Palacios creó un coro donde gocé muchísimo. En ese tiempo hice mi grupo de rock o, bueno, algo así un poco raro. Éramos Germán Marcano, Ricardo Lorenz y yo.

Por esas calles oscuras se habla mucho de una agrupación de aquellos días llamada Un Pie, Un Ojo, una agrupación de vanguardia recordada con vehemencia y de la cual existe una grabación clandestina, lamentablemente con un audio terrible. ¿Fuiste parte de ella? ¡No! pero me quitaste la palabra de la boca. Éramos seguidores de ellos y de ese tipo de música. Puedo decir que éramos como los hijos de Un Pie, Un Ojo. Aunque cabe decir que lo que más me gusta es tocar música académica, de hecho, es lo que más hago en el exterior. Ojalá hubiese más posibilidades aquí en Venezuela.

Sobre la música venezolana, ¿compartes la idea de que ésta debe escucharse?

No creo que uno “deba” escuchar algo. Creo que debe existir la posibilidad de escoger. Es absurdo insistir en algo que a uno no le guste, sea música de acá o de otro lado. En estos tiempos nos quisieron meter una fórmula de “música venezolana”, pero eso no funcionó y es prueba de lo que te acabo de decir.

En 1984 fundaste Ensamble Gurrufío. ¿Qué motivó tu salida de tan significativa agrupación?

La razón es sencilla. Simplemente no dispongo de tiempo para ensayar. Además, es usual que a la hora de ensayar haya retardos, pero mi vida actual no me permite tomarme 40 minutos adicionales porque debo atender asuntos familiares.

Has tenido tres trabajos que considero referentes, Cantos y tonadas (1997), Miranda y su flauta (2000) y Bach (2007). ¿Qué puedes decirme de ellos?

El primero fue de lo más extraño porque cierto día Julio D’Escriván me pidió que le grabara unas partes de flautas. Poco después se las di y mi sorpresa fue lo que escuchas en el CD. El de Miranda y su flauta, es interesante porque representa un punto de transición en la evolución del instrumento. El tercero, soy Bachiano…

¿Cómo incurriste en la radio y de dónde surgió la idea de “Toro Solo” y “Aventuras Sonoras”?

Todo surgió con una llamada de Unión Radio pidiéndome que hiciera un programa de radio. Entendí aquello como “un” programa de radio. El planteamiento era radiar música venezolana con comentarios breves o extensos según mi consideración. Lo que había entendido como “un” programa, era en realidad varios programas. Debía darle 80% a música venezolana y tenía un 20% para otras cosas. Así nació “Toro Solo”, término que por cierto es del argot del coleo de toros y se refiere a la escapada del animal. Luego, ellos mismos me propusieron hacer un micro. Allí nació “Aventuras Sonoras”. Han pasado ya unos seis años, tal vez un poco más. “Toro Solo” con una emisión diaria y “Aventuras Sonoras” con tres.

Ahora estás en TV con Sun Channel con tus Aventuras, ¿Quién llamó esta vez? Bueno, este surge como consecuencia del de la radio. Yo me reuní con Betsimar Díaz (hija de Simón) y le propuse la idea. Me preparé un pequeño demo y le pedí a Jorge Glem que fuera mi conejillo de indias. Entonces mi cuñada, Aldrina Valenzuela, quien es directora de cine, me ayudó en la filmación. Se lo presenté a Sun Channel y de allí pa´lante, fue darle a toda máquina.

¿Qué es en sí “Aventuras Sonoras”?

Hace poco alguien me decía que le sorprendía mi capacidad de crear personajes y me preguntaba que cómo lo hacía. Yo le respondí que en realidad allí no hay personajes, realmente “Aventuras Sonoras” es lo más parecido a mí. ¡Soy yo! Recientemente, “El Pollo” Brito dijo algo que es para mí una de las imágenes más hermosas de lo que debe ser un artista, cuando expresaba que “uno es una esponja y que esa esponja lleva: divorcios, surf, arrecheras, poesía, borracheras, fotos, etc”… entonces tu agarras esa esponja, la exprimes y de allí sale toda esa vaina pa´bajo!

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LA MÚSICA

Foto: Prensa / La Vida Bohème

Foto: Prensa / Los Que Rezan

El 2013 es probablemente el año en que más discos se han editado en Venezuela, no solamente de rock sino en el conjunto de géneros que conforman el variopinto abanico musical del país. Pasamos largo de 200, entre EPs y larga duración, en formato físico o digital. En un año sumamente complicado para Venezuela, el resultado en el universo musical fue realmente fructífero. La crisis política que se vivió, que impactó claramente en la economía, puede que aún no se reflejara plenamente durante 2013. Está por verse cómo se comportará en 2104. Juan Carlos Ballesta

Foto: Prensa / La Pequeña Revancha

Foto: Carlos López / Onechot

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El rock, el indie pop, la electrónica y la canción de autor

Comenzamos destacando, por su logro internacional, Será, segundo disco de La Vida Bohème, ganador del Grammy como Mejor Álbum de Rock. Junto a él hay una serie de magníficos trabajos que cubren un amplio espectro dentro de los linderos del rock y corrientes afines. A destacar el debut de Los Colores; el visceral Devil Woman, de Holly Sexy Bastards; el rock satírico de El segundo de Los Melancólicos Anónimos; el pop-rock melódico de Americania plasmado en el exquisito La fiesta del Rey Drama, su canto del cisne; el potente post rock de Terminal, segundo disco de Días de Septiembre (y probablemente su despedida); el bolero psico-folk en forma de canción de autor de Colérico Espín y su debut El Sol de los Venados presenta a Colérico Espín; los discos en vivo (una modalidad poco frecuente en nuestro rock) de Los Mentas y Los Pixel; el nuevo (ya nominado al Grammy) de Los Amigos Invisibles, Repeat After Me, decantándose por el discofunky-pop; también el atractivo segundo en solitario de Julio Briceño, Shorts and Sandals, con su pseudónimo Chulius & The Filarmonicos; el poderoso debut como solista, Futuro, de Reyes, ahora radicado en Bogotá, luego de sus experiencias con Claroscuro, Chucknorris y Joystick; la sensibilidad pop-folk de Falsos hermanos, de La Pequeña Revancha. Hubo varios debuts interesantes, entre ellos los de Rojo Satura, Frontierizo (en tres versiones), De Fernández, Susan (ex Billy se Fue y Espiral Jack), Galgo (desde Barcelona, España), Cultura Tres, Vltravioleta, Pharmacy, Mind The Gap y The Baby Factory. Varios grupos con algunos años en la escena reaparecieron en buena forma tras breves pausas: Los Paranoias con Que se activen las alarmas; Telegrama con Cambia tus amigos; Greasy Grapes con Lengua Madre (su primera incursión en español, con éxito); Andreazulado con Apolo; Elefreak con EP2/Contracorriente; La Pipa Freak con Ahora; el gran EP 5 de Los Que Rezan; La Cándida Virgen con In Nomine Domine; y el contundente Nueva Guerra de Candy 66. Además, la conocida banda Malanga, volvió al ruedo con Sr. Malanga.


VENEZOLANA DE 2013 Muy valiosa fue la reedición en Alemania de material casi olvidado de Tsee Mud, L.S.D. y Bacro, tres bandas representativas del sonido del rock psicodélico y el blues rock entre 1969 y 1972, en las que militó el guitarrista Joseíto Romero (ver Ladosis #30) En el terreno del indie pop y la canción de autor la paleta se amplió con Roy Valentín, Presidente, Loocila, Andrea Lacoste, Hotel, Cancioneira, Samsara, Carlos Angola, Ovidio Pernalete y Noel Grisanti, sin olvidar el excelente nuevo disco de Yordano, Sueños Clandestinos. También hay que destacar las bandas sonoras de las películas “Nena, salúdame al Diego”, dirigida por Famasloop; y “El Yaque, Pueblo de campeones”, realizada por Javier Weyler. La electrónica arrojó proyectos como Les Projectionnistes, el ecléctico debut de Carlos Más, el nuevo del merideño radicado en España, Garnica, y dos excelentes trabajos de Miguel Noya, uno con el dúo Dogon y la reedición de su clásico primer disco Gran Sabana, con remixes de Jimmy Flamante. Un disco inclasificable, lleno de riesgo y aventura, es el debut en vivo de El Regaño, banda de alucinada poesía beatnik tropical y arriesgados pasajes jazzroqueros, que lidera Juanma Trujillo.

El universo de la fusión y Jamaica

El mundo de la fusión nos regaló el primer documento discográfico de la carismática cantautora Laura Guevara (En Vivo); mientras que el universo ligado con la

música de Jamaica arrojó los excelentes discos de El Gran Tombo (Tombo Celebration); Desorden Público (Desorden Orgánico); Nou Vin Lakay (LakayMania), Onechot (Natural), Kemawan (Puramente), Circo Vulkano (El reto) y Rawayana (Rawayanaland). La agrupación A lo Flamenko lanzó In Da Jaus, una mezcla de ritmos flamencos y latinos con rock. También, la novel banda Wannamaker debutó con Ojos del mundo. Uno de los discos de mayor impacto en mucho tiempo en el universo hiphopero es la colaboración entre Apache y Canserbero, auténtico fenómeno.

El jazz y la música de raíz tradicional

Uno de los mejores discos en mucho tiempo fue En el Cerrito, de Jorge Glem, una producción de gran nivel que debemos ubicar en el jazz pero con fuerte presencia de la música tradicional. Ha sido el año del definitivo encuentro y consolidación del rock con la Movida Acústica Urbana, del que salió un disco que aporta luces sobre los tiempos por venir. La iniciativa arrojó además varios conciertos memorables. Leo Blanco y las hermanas Prisca y Marieva Dávila nos regalaron dos excelentes discos basados en el piano. Una excelente adición fue la dupla de compilados del Ciclo de Jazz y Nuevas Propuestas Venezolanas, con temas grabados en las ediciones 1, 3, 4 y 5. En la música tradicional la producción que hay que destacar es el debut del cuatrista Edward Ramírez, Parroquía, que

Foto: Carlos López / Rock and MAU

si bien vio la luz a finales de 2012 fue el pasado año cuando se lanzó. Las cantantes Fabby Olano, Zeneida Rodríguez, Fabiola José, Ana Cecilia Loyo, lanzaron discos, así como Los Sinvergüenzas, una de las agrupaciones fundadoras de la MAU. El multifacético Aquiles Báez pudo finalmente editar En Cantando, que tenía ya unos años grabado. También fue lanzado Joropo Jam, interesante idea que reúne a diversos músicos ligados al ámbito tradicional.

En vivo

En vivo, disfrutamos especialmente a Domingo En Llamas, Laura Guevara, Monsalve y Los Forajidos, Desorden Público, La Vida Bohème, Famasloop, Tomates Fritos, Viniloversus, Holy Sexy Bastards, Yordano y El Regaño. Y por supuesto, los conciertos de Rock & MAU, muy en especial el realizado en el Teresa Carreño, cuya relevancia se vio reflejada en la portada de nuestra edición #28.

Foto: Rui Cordovez / Laura Guevara

Foto: Alejandro Reyna / Jorge Glem

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LOS QUE NOS DEJARON EN 2013

Richie Havens

Peter Banks

Un año siempre nos deja grandes cosas, pero también notables ausencias. Se suele hablar mucho de los mejores discos, los conciertos más memorables y los fallecidos más famosos. El resto parece pasar al olvido demasiado pronto. El 2013 se llevó a unos cuantos nombres que contribuyeron de manera especial en sus respectivos nichos dentro del rock. El primero en la lista fue el bajista Nick Potter (61), quien tocó con Peter Hammill y la banda de progrock Van Der Graaf. Siguió el cantante británico Tony Sheridan (72), con quien los Beatles tocaron antes de hacerse famosos. Continuó el magnífico poeta psicodélico Kevin Ayers (68) (ver Ladosis #27), uno de los artífices del sonido Canterbury. Otro cantautor, el francés Daniel Darc, apareció muerto en su apartamento a los 53 años. El gran guitarrista inglés de blues rock, Alvin Lee (68) (fundador de Ten Years After, banda con la que maravilló al público de Woodstock en 1969, ver Ladosis #27), murió el 6 de marzo tras complicaciones inesperadas en una sencilla operación. Al día siguiente lo siguió el teclista Peter Banks (65), uno de los fundadores del grupo británico de rock progresivo Yes. Fue dramático saber que los primeros días nadie se hizo cargo de su entierro, hasta que una colecta entre fans logró la cremación. También en marzo murió Clive Burr (56), baterista original de Iron Maiden, luego de sufrir por años esclerosis múltiple. El guitarrista y arreglista estadounidense Hugh McCracken (70) (que tocó con decenas de grandes músicos, entre ellos McCartney, Lennon y Paul Simon) murió de leucemia. Una sentida pérdida fue la del emblemático cantautor folk Richie Havens (72) (ver Ladosis #28), quien tuvo el privilegio de

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abrir el Festival de Woodstock. No menos dolorosa fue la muerte de Ray Manzarek (74) (ver Ladosis #28), fundador de The Doors y responsable del sonido distintivo del cuarteto californiano gracias a su órgano eléctrico. Al estupendo bajista Trevor Boulder (62) lo quebró un cáncer. Lo pudimos ver en Caracas junto a la legendaria banda de hard rock Uriah Heep, pero su fama la había ganado junto a David Bowie a comienzos de los años 70. El teclista Allen Lanier (67), fundador de la banda de hard rock neoyorquina, Blue Oyster Cult; murió tras una enfermedad pulmonar. El particular guitarrista J.J. Cale (74), uno de los pioneros del “Tulsa Sound”, una mezcla de blues, rockabilly, country y jazz, falleció inesperadamente de un ataque al corazón. La oboísta inglesa Lindsay Cooper (62) tenía tiempo luchando contra una esclerosis, tras haber sido parte de algunas de las bandas más arriesgadas del rock, entre ellas Henry Cow, Comus, National Health y News from Babel. Por su parte, el irlandés Phillip Chevron (56), guitarrista de la

idiosincrática banda de folk-punk The Pogues, falleció de cáncer. Tres personajes que contribuyeron mucho, desde sus respectivos roles, son parte de la lista: el productor e ingeniero de grabación Phil Ramone, el diseñador gráfico Storm Thorgenson (portadas de Pink Floyd entre muchas) y el diseñador de escenarios Mark Fisher (U2, Pink Floyd, The Rolling Stones). Dentro del universo del jazz murieron algunos grandes: el trompetista Donald Byrd (80), el pianista Mulgrew Miller (57), el baterista y flautista Ronald Shannon Jackson (73), el baterista Chico Hamilton (92), el multiinstrumentista y compositor Yusef Lateef (93) y el pianista británico Stan Tracey (86). Otro pianista emblemático que nos dejó fue el cubano Bebo Valdés (94). La música country se quedó sin el emblemático George Jones (81) y el blues sin Magic Slim (75). De todos los fallecidos en 2013, fue Lou Reed (71) (ver Ladosis #30) quien acaparó más espacio en los medios, por su inmensa trayectoria y gran influencia como poeta del rock. En las postrimerías del año, falleció el cantante español Germán Coppini, fundador de dos de las bandas más representativas del rock gallego de los 80, Siniestro Total y Golpes Bajos. A todos ellos, agradecemos sus aportes. Su legado no morirá.

J. J. Cale

Storm Thorgenson

Ray Manzarek



SIMÓN DÍAZ (1928-2014)

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Mucho más que un cantautor llanero, una bisagra nacional

En muchos países existen personajes que funcionan como bisagras para una sociedad en crisis, ya que su trabajo creativo tiene la cualidad de trascender más allá de posiciones y creencias políticas. Simón Díaz, gracias a su enorme obra y su integridad como ser humano, logró la confluencia de tirios y troyanos. La venezolanidad le debe demasiado. Pocos han contribuido tanto a colocar a Venezuela en el mapa musical del mundo como él a lo largo de 50 años de vida artística. A algunos venezolanos puede no gustarles la música de Oscar D´León, Los Amigos Invisibles, Franco de Vita, Ricardo Montaner o cualquier otro icono de renombre internacional, pero no hay ninguno que reniegue de Simón y no lleve las canciones en su interior. No por casualidad sus temas han sido interpretados por artistas de todo tipo, entre los que cabe mencionar a Joan Manuel Serrat, Martirio, Jorge Drexler, Gabriela Montero (con quien grabó su último disco), Plácido Domingo, Caetano Veloso, Juan Luis Guerra, Soledad Bravo, María Teresa Chacín, Mercedes Sosa, Devendra Banhart, Atahualpa Yupanqui, Ray Conniff, Julio Iglesias, Celia Cruz, Rubén Blades, Gilberto Santarrosa, Tania Libertad, María Dolores Pradera, Armando Manzanero, Barbarito Diez, Ry Cooder, Oscar D´Leon, Los Hermanos Naturales, E-óN, Yordano, Natalia Lafourcade, Gipsy Kings (grupo que popularizó “Bamboleo” con “Caballo viejo” en plan de rumba flamenca) y un largo etcétera. También la célebre bailarina y coreógrafa alemana Pina Bausch incluyó varias tonadas en su coreografía “Nur Du”. Entre los muchos méritos que tiene Simón Díaz (hay que decirlo en presente), hay dos especialmente invalorables: En primer lugar, inculcó los valores de nuestra música y cultura a los niños, beneficiándose de ello principalmente los que crecieron en los años 80 y 90, y tuvieron un referente cercano al que podían ver cada día. Su programa “Contesta por Tío Simón”, transmitido por VTV durante 11 años, marcó un hito en la televisión venezolana gracias

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Juan Carlos Ballesta

Fotos: prensa

a un acertado manejo de la imaginería infantil y el acervo cultural venezolano, mediante canciones, juegos, intercambios, concursos, enseñanzas y sobre todo por ceder el protagonismo a los propios niños. Ha sido uno de los programas con mayor sintonía en la historia del canal y la televisión venezolana. Durante su desarrollo surgieron iniciativas como Festichamo, que fueron sin duda muy importantes. El cariñoso apelativo de Tío Simón surgió en esta época y quedó plasmado en nuestra cultura. Vale decir que desde entonces los niños venezolanos han adolecido de un programa televisivo de esta relevancia. En segundo lugar, logró que las nuevas generaciones de músicos del

universo electrónico y del mundo poprock venezolano se acercaran a la música tradicional gracias a sus canciones. Esto ocurrió gracias a la ayuda de su hija Bettsimar Díaz. Hace unos años, por ejemplo, fue editado Simón Díaz Remixes (producido por David Rondón e Iván Loscher), un catálogo de remezclas de tonadas realizadas por jóvenes productores de música electrónica, entre ellos Babylon Motorhome, Spyro, Kp9000, Masseratti 2lts, Dr. Muu, Garnica, Cardopusher, Todosantos, Panasuyo... Después, hemos visto homenajes de todo tipo en los que, principalmente, han participado cantantes de las nuevas generaciones, redimensionando su legado. Grupos como Famasloop,


El ejemplo del hombre humilde que construye un legado

cantantes como Rafael Pino, Mariaca Semprún, Nana Cadavieco, McKlopedia, Amanda Querales, José Alejandro Delgado, Luis Jiménez (Los Mesoneros), Beto Montenegro (Rawayana) y otros muchos, le han rendido tributo. Aunque sus canciones más conocidas están enraizadas con su tierra, Díaz no solo hizo tonadas –a las que convirtió en género– y música llanera, sino que también incursionó en las gaitas, en las guarachas, el bolero y la salsa de la mano de Hugo Blanco. Incluso se atrevió con los tangos. A comienzos de la década de los 70 nos regaló cada año una serie de discos bautizados como “Las Gaitas de Simón”, una mezcla de humor y protesta sociopolítica, y ya luego en este siglo, no dejó de opinar sobre la nueva realidad política, posiciones que contrastaban con las de su hermano, el conocido actor cómico Joselo (fallecido hace un año). Mucho se ha escrito a lo largo de los años sobre Simón Narciso Díaz Márquez, nacido en Barbacoas, estado Aragua, el 8 de agosto de 1928. Para el momento de asumir el loable reto de educar a los niños y convertirse en Tío Simón, ya había construido gran parte de su legado musical. Su salida del aire del “canal de todos los venezolanos”, a comienzos del gobierno de Hugo Chávez, se debió a mezquindades propias de funcionarios que obedecen a un proyecto político más que a las necesidades de un país y a las elementales normas de respeto para con un personaje de su estatura. El respeto oficial que se merecía nunca lo obtuvo en vida, y un luto de tres días publicado en Gaceta Oficial es, además de tardío, insuficiente. En realidad, Simón Díaz se hizo merecedor de grandes honores de Estado por ser uno de los hombres que más aportó a nuestro acervo musical y que más proyectó nuestra música en el mundo.

Simón Díaz es el prototipo de hombre humilde, nacido en el seno de una familia numerosa de 9 hermanos; se formó precariamente en su pueblo y luego se trasladó a Caracas para formarse y hacer crecer su talento musical. Su integridad y determinación siempre fueron características que lo ayudaron a convertirse en un artista trascendente, sin perder su identidad. Su padre, que tocaba el cornetín en la banda del pueblo, le enseñó sus primeros pasos en la música y lo animó a cantar boleros. Luego se hizo con el puesto de cantante en la Orquesta Siboney en San Juan de Los Morros, tras haberse desempeñado como asistente y atrilero. El gran paso ocurrió el 19 de marzo de 1949 cuando con 20 años se mudó a Caracas, donde trabajó primero como empleado de un banco y se inscribió en el turno vespertino de la Escuela Superior de Música. Allí estudió por seis años bajo la dirección del insigne Vicente Emilio Sojo, profesor, músico y director de orquesta.

En 1963, conoce al músico, compositor y productor musical Hugo Blanco, quien se convertiría en una figura clave en su carrera al firmar su primer contrato discográfico. Blanco le dio la oportunidad de grabar el álbum Parranda criolla que incluyó “Por Elba” y “Matagente”, dos temas de corte humorístico, estilo que marcaría buena parte de su repertorio. Al año siguiente, sale a la venta el álbum Llegó Simón, en el cual se incluyó el éxito “El súper bloque”, que serviría para afianzar su naciente popularidad. En 1966, se publica el disco Caracha Negro, título alusivo a una de sus frases más representativas. De la colaboración entre Díaz y Blanco, surgieron 16 álbumes que incluyeron grabaciones en ritmo de salsa, guaracha y gaitas de corte humorístico. La inquieta naturaleza de Simón lo llevó a incursionar en cine y televisión. Su primera película fue “Cuentos”, en 1963, bajo la dirección de Román Chalbaud.

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oficio campestre, se acabarían los cantos de ordeño. En su primer disco incluyó “Tonada del Cabrestero” y a partir de ahí se sucedieron emblemáticas tonadas como “Sabana”, “El loco Juan Carabina” o “Tonada de Luna Llena”, incluida por Pedro Almodóvar en su película “La Flor de mi secreto”, cantada por Caetano Veloso. Otros temas a medio camino entre la tonada, el joropo e incluso el bolero, como “Mi querencia”, “Clavelito colorado”, “Arbolito sabanero”, “Garcita”, “El Alcaraván”, “Qué vale más”, “Todo este campo es mío”, “Luna de Margarita”, “Amor enguayabao”, entre otros, conforman un cancionero inmortal que será cantado por muchas generaciones. Gracias por todo Simón. Es mucho lo que dejaste. Luego siguieron, “Isla de sal” (1964), “El reportero” (1966), “La bomba” (1975), “Fiebre” (1976), “La invasión” (1977) y “La empresa perdona un momento de locura” (1978), en las que se paseó entre lo humorístico y lo dramático. Su carrera televisiva comenzó en 1960 con el programa “La Quinta de Simón”, tras el cual vinieron programas de alto raiting como “Reina por un día”, “Criollo y Sabroso” y “Contesta por Tío Simón”. Su carrera televisiva siguió en los años 90 promoviendo la música y tradiciones venezolanas, hasta que a comienzos del siglo 21 fue despedido de VTV. La radio también le sirvió de trampolín y vitrina. “Media hora con Joselo y Simón”, era una mezcla de música y humor que realizó con su hermano en Radio Rumbos en los años 70, a las 6:30 de la tarde; luego vendría, en la misma emisora, “Rumbos, Coplas y Canciones”, espacio que se mantuvo durante muchos años al aire con altos índices de sintonía.

Canciones para la historia

Sin duda, “Caballo viejo”, es su composición más famosa. De ella se han hecho más de 350 versiones desde que fue popularizada en Venezuela en 1981 por la cantante Mirtha Pérez, la primera a la que Simón le dio la canción. Pero la versión que probablemente más haya sonado es la de Gipsy Kings, que es en realidad un híbrido flamenco que incluye extractos de “Caballo viejo”. Muchos que han cantado y bailado “Bamboleo” en el mundo, no sabían a quién pertenecían esos versos tan distintivos. Sin embargo, lo que más identifica a Simón son sus tonadas, que empezó a rescatar del olvido cuando llegaron los primeros procesos industriales de ordeño en los años 50. Simón temía que al sustituirse a las personas en ese

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MADREDEUS

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25 años revisitando la saudade Cuando se piensa en Portugal por estas latitudes, lo primero que nos viene a la mente es gente trabajadora, que por diversas circunstancias han migrado a distintas partes del mundo, siendo nuestro país uno de esos destinos. También, con las distancias y diferencias del caso, recordamos a Magallanes el navegante, Camoens el poeta, Pessoa con su versatilidad para escribir y darle vida a autores ficticios, Saramago y su prosa rebosante de imaginación, y al muy mediático y competente futbolista Cristiano Ronaldo. Todos han alcanzado notoriedad mundial; sin embargo en materia musical, a excepción del fado, género propio de las urbes lusitanas, es muy poco lo que se conoce en este sentido de ese país. Madredeus es una excepción.

Los inicios

Corría el año 1985 cuando Pedro Ayres Magalhães, guitarrista, y Rodrigo Leão, multi instrumentista, cansados de transitar por la música pop portuguesa, deciden explorar nuevos horizontes musicales, sin echar mano de los fados. Cabe decir que en no pocas ocasiones, Magalhães al ser entrevistado, reiteraba que Madredeus no era un grupo de fado y que para demostrarlo en algún momento grabarían un disco de fados para que el público percibiera la diferencia con la música que interpretaban.

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Cuando en 1985 Pedro Ayres Magalhães y Rodrigo Leão forman Madredeus con el propósito de recrear la música portuguesa no asociada con el fado, no imaginaban que casi treinta años después habrían vendido ocho millones de discos y presentado en decenas de países. Con la introducción en la formación de la cantante Teresa Salgueiro, el grupo adoptó estilo exquisito e inconfundible de aroma acústico, aunque con elementos eléctricos muy bien dosificados. Un cuarto de siglo al frente de la proyección musical de un país, es una responsabilidad inmensa.

Félix Arcila

Formación actual con Beatris Nunes

En un primer momento, se suman a la agrupación Gabriel Gomes, acordeonista y Francisco Ribeiro, violonchelista con grandes capacidades vocales, quienes salieron de la formación en el año 1997. Como grupo consideraban que les hacía falta una voz particular que diese vida a las piezas escritas por Magalhães, y que hacían referencia al mar, la tierra, los sueños, la vida, el tiempo y los sentimientos en general, sin hacer alusión a personas en específico. Emprenden así la búsqueda de ese integrante. Luego de numerosas audiciones no logran dar con la persona indicada, y casi ya rendidos, un día entran a una taberna del llamado “Barrio Alto” en Lisboa y escuchan a una joven de escasos 17 años, de nombre Teresa Salgueiro, interesada en estudiar biología, que cantaba de forma amateur sin mayores aspiraciones profesionales. Su voz de soprano les cautiva de inmediato y la invitan a unirse a ellos, convirtiéndose en la fuente de inspiración permanente de Madredeus, para quien Magalhães, autor de la mayoría del repertorio musical del grupo, escribe piezas de gran emotividad a lo largo de su permanencia en Madredeus. Los ensayos de la agrupación se realizaban en el Teatro Ibérico, ubicado en la zona oriental de Lisboa, al lado del


Madredeus en su etapa clásica con Teresa Salgueiro

Convento de Madre de Deus. En sus inicios, la gente que asistía a sus ensayos pedía ser trasladada hasta “Madre de Deus, al concierto”, por lo que terminaron llamándose Madredeus, en honor a ese lugar. Su fama empieza a crecer y, en 1987, publican su primer disco Os Dias Da Madredeus, con 13 temas entre los que destaca “A vaca de fogo” y “Amanha”.

La esencia de su inspiración

Desde sus inicios, Madredeus quiso distanciarse del fatalismo, lo lúgubre y tabernero con lo que comúnmente se vinculaba al fado, decantándose por adentrarse en las profundidades emotivas de la “saudade”, palabra de origen portugués cuya definición es espesa, cargada siempre de controversias, al ser analizada por lingüistas y semióticos en su afán por desentrañar sus significados. De forma referencial podemos decir que alude a la melancolía producto de la distancia en tiempo y espacio de lo amado, así como del deseo de resolver dicha distancia. Si bien los integrantes de Madredeus no interpretaban fados, es indudable que contaban con su influencia, a lo que se adicionaron el blues, el tango, el flamenco, la música barroca, el jazz y el pop. La síntesis de estos géneros fusionados en la voz de Teresa Salgueiro, acompañada fundamentalmente por la guitarra clásica, la portuguesa y el sintetizador, dieron vida a una propuesta distinta, difícil de clasificar, caracterizada por ricas sonoridades y exquisita ejecución. Esto puede ser apreciado en trabajos como Existir (1990), Lisboa (1992 - disco doble en vivo) y O Espiritu Da Paz (1994).

Un grupo de culto y polifacético

Sus constantes giras y grabaciones a lo largo de más de dos décadas, convirtieron al grupo en embajador de la música portuguesa y, con el pasar de los años, en una agrupación de culto con miles de seguidores en todo el mundo, con fieles admiradores que abarrotaban sus presentaciones. España, Alemania, Italia, Brasil, Japón, Bélgica, Grecia y México se cuentan dentro de los países que reverenciaron su propuesta. Venezuela no escapó de su influjo. Los días 7 y 8 de Octubre de 2006, se presentaron en el Aula Magna de nuestra UCV, como parte de su tour “Um amor infinito”; allí pudimos disfrutar de una muestra de su repertorio, concierto en el que Teresa puso de manifiesto sus condiciones vocales y su particular técnica de alargamiento de las vocales con lo cual resaltaba el aire melancólico de los temas. Cierran los años 90 con dos grabaciones, O Paraiso (1997) y Oporto (1998), otro disco en vivo, demostrando así su gusto por las grabaciones en directo. Un par de años después aparece Antología (2000), recopilatorio que contiene las piezas “Oxalá”, “Haja o que houver”, “O Sonho”, “O paraíso” y “O mar”, que merecen especial atención, por la conjunción de las guitarras y teclados, generando la atmósfera melódica propia de Madredeus. Ya de lleno en el siglo 21, nos entregan Movimento (2001), en el que el teclasita Carlos María Trindade junto a las guitarras acústicas pasean a la agrupación por el ámbito electroacústico. El gusto por la experimentación se mantiene y para el 2002, sorprenden a sus seguidores con Madredeus Electronico, en el que algunas de sus piezas más conocidas se tiñen de estética chill out, dance, dub, house y tri hop, de la mano de músicos como Craig Armstrong y Steve Miller, entre otros.

Cine, biografía y videos

En1994, el cineasta alemán Win Wenders conversa con Pedro Ayres y le solicita un par de temas para la banda sonora de su película “Historias de Lisboa”, donde participan. Al año siguiente, 1995, sale a la venta el documental “Les Açores de Madredeus”, editado en Japón con cortas entrevistas del grupo y video clips de sus primeros tiempos. Se publica “Um Futuro maior” (Un futuro mejor), biografía del grupo escrita por Jorge Pires. Durante 2002, publican un DVD y un álbum doble llamado “Euforia”, allí ejecutaron una selección de algunos de sus mejores temas, acompañados por la Flemish Radio Orchestra; el resultado, una joya musical de colección.

Cierre y apertura de un ciclo

En 2008, Teresa abandona el grupo para dedicarse a proyectos musicales en solitario, luego de 18 años de grandes éxitos. Este hecho supuso para sus seguidores la disolución de Madredeus. Sin embargo, su líder Pedro Ayres lo redefine y, de 2008 a 2010, graba tres discos con la llamada Banda Cósmica. Luego de la tercera producción en esta etapa, Madredeus comunica formalmente que se retira, pues ya no abundan los conciertos y las ventas de sus discos también habían descendido como consecuencia de la piratería. Sin embargo, a finales de 2012 recibimos la grata noticia de la edición Essencia, en la cual su líder recompuso un total de trece temas cantados en esta ocasión por Beatris Nunes, quien tiene formación vocal en el jazz. Aún está por verse si este trabajo significa el inicio de un nuevo y fructífero período para esta connotada agrupación portuguesa.

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XIMENA BORGES

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Ruido jubiloso, música, teatro y videos

Pocas veces tiene uno el privilegio de encontrarse con artistas que abrazan a las bellas artes con la pasión que posee Ximena Borges. Finalizando 2013, ofreció un concierto acompañada sólo de un “looper” para construir, in situ, temas tradicionales del repertorio navideño de las Américas y Europa bautizando así su primer CD, Joyful Noise. Su performance incluyó videos y al escritor/ poeta Willy McKey, quien recitó una de sus composiciones al tiempo que Ximena construía secuencias (ver Ahí Estuvimos). Meses antes, había estado con su padre presentando “La Tempestad” en el Teatro Chacao. Ambas obras fueron muy bien acogidas por la crítica y provocaron una reacción inmediata en los medios. Hija del célebre artista plástico Jacobo Borges y la escultora Diana Carvallo, ha sido natural que la joven soprano caraqueña haya crecido en un ambiente idóneo para llegar a ser quien es en la actualidad. Su vida se ha desarrollado entre museos y artistas de diversas corrientes y lugares del mundo. Viajó, violín en mano, por diferentes países durante su infancia y poco después de

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haber empezado a estudiar piano decidió acoger el bel canto con Bill Schuman en el Manhattan School of Music en Nueva York y con Isabel Palacios en Caracas. Formó parte de los Programas de Jóvenes Cantantes del Teatro Stabile di Torino, el Festival de Carmoor de Nueva York y el Festival de Montreal con el Maestro Kent Nagano. También Sommer Akademie Mozarteum Salzburg con Barbara Bonney y Anna Tomowa-Sintow, Accademia di Santa Cecilia Opera Studio con Renata Scotto. Una formación que abruma.

¿Cómo logras equilibrar tus actividades?

Es difícil, sobre todo por el modo como se han desarrollado las cosas. Estas actividades están estrechamente vinculadas, el canto lírico, los proyectos multidisciplinarios y finalmente las cosas que puedo hacer sola, como ha sido el concierto de Joyful Noise. Creo que lo importante es borrar una etiqueta que me encasille. Un caso ejemplar es Sting, quien con el paso del tiempo se ha ganado el respeto y aprecio del público. Lo que hace, simplemente es él, Sting. Sea jazz, rock, pop o lo que sea, él tiene una identidad que supera esas etiquetas. Allí es donde quiero estar.

Joyful Noise representa una propuesta única que puede considerase como un hito en el país. ¿Qué planteamiento tienes en mente actualmente? Realmente lo estoy imaginando. Cuando hice Joyful Noise confieso que no lo había imaginado como una presentación en vivo. Fue a sugerencia de mi novio, quien es artista visual, que comencé a ver el proyecto en vivo como una realidad palpable.


Galardonada con dos primeros lugares en el Concorso Internazionale di Canto Lírico, Barroco y Clásico “L’Opera Rinata” de Torino, Italia, Ximena es la columna vertebral de Cirque Parallel, una hermandad itinerante de actores, artistas visuales, diseñadores, escultores, escritores y músicos que fundó en 2011con la idea de proponer nuevas formas de hacer conciertos de música clásica y teatro. “La Tempestad” y su primer CD, Joyful Noise, se erigen emblemáticamente como hitos de una incipiente y exitosa carrera. Leonardo Bigott

El concierto trajo a mi memoria a Laurie Anderson. ¿Ha influido ella en tu trabajo y a partir de esa influencia surgió la idea?

Quería empezar por ahí. Laurie ha sido una influencia importante en mi estilo. Me interesa mucho la textura del sonido y el sonido en sí como a ella, pero insisto en que mi mayor deseo es no ser encasillada. Amo la música pero también quiero desarrollarme en otras áreas artísticas. Hoy es Joyful Noise, mañana será otra cosa. Conocí a Laurie Anderson cuando era niña y vivía en Nueva York, ella era nuestra vecina y fue a darnos la bienvenida con una flor. Sin embargo, este proyecto surgió realmente cuando mi novio me regaló un viejo “looper” al que llamo el “monstrico” y a partir de allí comencé a experimentar.

¿Puedes explicar como funciona “el monstrico”?

Bueno, tengo dos. Existen diferencias importantes entre ese primer looper y el que tengo ahora. El primero, obviamente es más limitado porque me permite hacer sólo un track. El que tengo ahora me da la posibilidad de hacer varios loops por separado y luego montarlos.

Durante el concierto llamó mi atención la sincronía entre el tema “Año viejo” y el collage de imágenes de películas famosas donde el baile era la constante. Fue divertido, ¿Cómo lograste eso?

No hubo un planteamiento como tal, más bien lo intenté con algunas imágenes y el resto quedó como pudiste verlo. Fue si se quiere, muy natural.

¿Crees que eso responda a un área no estudiada que se desarrolla en esos misterios matemáticos, tal vez un fractal audiovisual?

Tal vez. Puede que sea así, no sé. Tal vez.

¿Qué aspecto de tu carrera inquieta tu atención?

Yo quiero desarrollarme en varios niveles que van más allá del simple eclecticismo, deseando que el público tenga la oportunidad de conocer un trabajo donde se concilien diversas expresiones artísticas. Sin embargo, me inquieta quedarme estancada allí.

Los puristas de la ópera no suelen ser proclives al canto popular y duramente critican a quien lo hace. Joyful Noise es sin duda una provocación, ¿Cierto? Totalmente. Es lo que suele suceder cuando tienes una formación académica y de pronto irrumpes en lo popular. Realmente no es que me preocupe pero cuando vienes del canto lírico es lo que pasa. Sin embargo, a veces siento que algunos amigos no me dicen enteramente lo que piensan.

¿Cómo se involucró Gonzalo Grau en este proyecto?

Gonzalo es el productor musical de Joyful Noise. Yo estaba grabando y él estaba en la computadora cuando me ofreció arreglar algunos temas. Gonzalo es un músico excepcional.

Retomando el aspecto operático nuevamente y para finalizar, ¿Se corren riesgos serios desde el punto de vista técnico cuando vas de lo lírico a lo popular? Andrea Bocelli, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y Monserrat Caballé son ejemplos. Desde que me inicié en el canto lírico noté que los cantantes de ópera tienen dos opciones: una de ellas es tener una carrera larga cuidando mucho la voz, lo que implica escoger un repertorio adecuado sin tomar mayores riesgos que sacrifiquen a la voz, interpretando siempre las mismas óperas y manteniéndose así durante toda la vida. Alfredo Kraus es un ejemplo. Por otro lado están los cantantes que arriesgan su voz con un repertorio que exige sacrificios. Llevas tu voz al límite. Este segundo grupo tiene una carrera más corta.

Resides en Nueva York y tus planteamientos ciertamente son vanguardistas. ¿Qué representa el arte sonoro en tu vida artística? Representa un aspecto muy importante. En toda actividad que desarrollo existe un espacio sonoro al cual le doy preponderancia, sobre todo porque en estos tiempos todo es más tendiente a lo visual. Yo quiero que en mi obra sea el sonido el que predomine. Creo que la gente oye lo que ve, pero la intención de mi trabajo es que el espectador tome conciencia del aspecto sonoro de la obra. Fotos cortesía de Ximena Borges

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VIAJE AL FONDO DEL JAZZ

JOHN ZORN

Foto: Oresti Tsonopoulos. Zorn en Le Poisson Rouge, Oct 10 de 2012.

El inquieto saxofonista/ multi-instrumentista, compositor, arreglista y productor neoyorkino de origen judío ha sido el creador de más de 400 composiciones, lo que lo convierte en paradigma y estandarte del jazz creativo y el avant garde. Su música es el resultado de incontables contradicciones surgidas en la búsqueda de una explicación del mundo bajo la óptica hebrea. Con 60 años, Zorn ha abordado con absoluta libertad el jazz, rock, hardcore punk, la música clásica, el metal extremo, la música klezmer, las bandas sonoras y los cartoons, el folk y la improvisación. Además, con su sello discográfico Tzadik, ha dado tribuna a una inmensa cantidad de propuestas de vanguardia, con más de 700 títulos publicados. Hugo Santaromita

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El jazz de la sinagoga

La primera vez que escuché a John Zorn, tenía mis reservas, no sé si por su fuerte influencia judía o por el carácter atonal de su música. No se trata de antisemitismo, ni nada que se le parezca, pero, en el pasado reciente, era costumbre ver en los músicos de origen hebreo una fuerte carga religiosa y cultural que muchas veces chocaba con el estilo liberal de este lado del mundo. No obstante, eso jamás significó un problema para mis oídos ni para mi bagaje personal, porque ya había vivido esa experiencia con músicos como George Gershwin, Leonard Bernstein, Irving Berlin o Michael Brecker. La evolución hacia la atonalidad del jazz, que exhibe magistralmente este gran saxofonista y director, tiene su origen en la atonalidad folklórica del folk-blues, alimentada con la música de genios como Ornette Coleman, Pharoah Sanders o Albert Ayler. Pero Zorn fue más allá y se internó en los predios del noise music, un estilo collage que fusiona el free jazz y lo electrónico, inspirado por “deidades” como John Cage, Charles Ives y Karlheinz Stockhausen.

Se entiende, entonces, la “materia gris” en la música de Zorn. Cage fue una especie de filósofo conceptualista e instrumentista, poeta y pintor, que impulsó la llamada música aleatoria, una técnica de composición basada en elementos sin pautas establecidas y en la que adquiere un papel preponderante la improvisación. Por su parte, Stockhausen demostró la viabilidad de componer usando métodos electrónicos y algoritmos matemáticos en la música clásica. Zorn “bebió” de estas influencias y aterrizó en el jazz, estableciéndose en el terreno del avant garde, donde se siente cómodo, pues no le quita el sueño que su música sea para minorías. No le importa hacer jazz sin restricciones, lo que, según él, puede ser llamado de cualquier forma.


VIAJE AL FONDO DEL JAZZ

Zorn, el ecléctico impenitente

Una de sus características es el poliestilismo, producto de una actitud ecléctica, que no emplea necesariamente un canon de estilo en un solo trabajo sino que advierte varios “estilos”. Desde que fundó el sello Tzadik en 1995, Zorn ha sido increíblemente prolífico como compositor. Ha creado una variedad importante de obras incluyendo cuartetos, conciertos para piano, piezas de cámara, música para niños, y música novísima para Masada, su banda acústica de klezmer/free jazz, con Dave Douglas, Joey Baron y Greg Cohen. Para este genio nacido en Nueva York, crear música es juntar muchas cosas, desde lo clásico y el jazz, hasta el rock y el “no-sé-qué”. En otras palabras, es como flotar en un limbo, donde lo que luce es lo imprevisible, que no pertenece a ninguna parte, porque es único y diferente. Con el sello Tzadik ha editado más de 700 títulos, donde no solamente expone su obra, sino que se ha convertido en una especie de curador musical de la de otros artistas, con preeminencia en el avant garde del jazz, el rock, el ruidismo o noise music, y el klezmer, un género musical étnico, que se origina en la tradición de los judíos askenazíes del este de Europa. El ruidismo describe las variedades del avant garde que usan elementos electrónicos como la disonancia, la atonalidad y la repetición en la música. Zorn graba su primer disco de estudio para el sello Parachute, y se titula Pool (1980), una especie de collage donde participa como multi-instrumentista. Era una especie de conclusión a una seguidilla de primerizas composiciones entre 1976 y 1980 dedicadas a diversos juegos: “Baseball”, “Lacrosse”, “Dominoes”, “Curling”, “Golf”, “Hockey”, “Cricket”, “Fencing”, “Pool” y “Archery”. Las influencias vanguardistas del incombustible Ornette Coleman y de Ennio Morricone no pasan desapercibidas, tanto que en 1985 lanzó The Big Gundown: John Zorn Plays the Music of Ennio Morricone en el que revisa de forma libre varias de las emblemáticas bandas sonoras del compositor romano y luego en 1989 Spy vs Spy, con interpretaciones en clave hardcore punk de temas de Coleman. En 1986 se enroló en el sello Black Saint y grabó Voodoo, considerado su primer gran trabajo dada su inédita innovación conceptual. De Voodoo hay muchas marcas y códigos de Zorn que aún permanecen.

(bajo), Wayne Horvitz (teclados), Joey Baron (batería), y las ocasionales voces de Yamatsuka Eye, Bob Dorough y Mike Patton, Naked City incorporó la apreciación que Zorn tenía del hardcore de bandas como Agnostic Front y el grindcore de Napalm Death junto a sus otras influencias y formas de experimentación y composición. El álbum debut Naked City (1990), editado por Elektra Nonesuch, fue un tributo a las bandas sonoras de célebres películas como James Bond, Batman o El Clan de los Sicilianos. El segundo disco, Torture Garden (1990), fue compuesto por “42 hardcore miniatures” de menos de un minuto. Luego, en Gran Guignol (1992), deconstruyeron composiciones de Debussy, Scriabin, Ives y Messiaen. En paralelo, Zorn formó Painkiller, otro fronterizo proyecto con el que abordó el free jazz y el grindcore, junto al prolífico bajista/productor Bill Laswell y el baterista Mick Harris. Así quedó plasmado en los dos primeros discos, Guts of a Virgin (1991) y Buried Secrets (1992), mientras que en el tercero Execution Ground (1994) se adentraron en las profundidades del ambient-dub. Portadas de Naked City y de Painkiller fueron vetadas en Japón, Inglaterra y otros países por sus contenidos explícitos, lo que llevó a Zorn a reeditarlos con el arte modificado. La serie Masada, tal vez su obra más importante, fue inaugurada en 1994 con el álbum Masada Vol 1: Alef, para el sello japonés Diw. Esta obra es un impresionante ejercicio de creatividad musical y una explosión de sensaciones nunca antes recreadas. Masada, en alusión a la histórica ciudad fortificada de Judea de finales del siglo I d.C, es un proyecto musical personalísimo que surge de un hombre que intenta explicar la historia en un lenguaje universal, con un estilo orquestal que raya en el ritualismo evitando regresiones al pasado. Los títulos de los diez primeros discos de Masada obedecen al alfabeto hebreo

–Alef, Beit, Gimel, Dalet, Hei, Vav, Zayin, Het, Tet y Yod– con composiciones en títulos hebreos basadas en ritmos y escalas sefardíes. Todos los músicos han sido parte del movimiento avant garde surgido de los clubes del underground de Nueva York, donde el jazz se mezclaba con la música clásica contemporánea, la electroacústica, el rock y músicas étnicas como el klezmer y la balcánica y, por supuesto, con el free jazz. Por toda esta mezcla, es común ver a Zorn dejando a sus músicos ejecutar sus instrumentos en la más absoluta libertad.

El inconformista Zorn

Para el neoyorkino el término jazz, per se, no significa nada en cierta manera, aunque sabe exactamente lo que es. Lo estudió y lo ama. Pero cuando se sienta a crear música surge el torbellino y el Made in Zorn. No tiene escapatoria. Así, por ejemplo, tenemos el reciente Tap: Book Of Angels Vol. 20, con Pat Metheny, donde ambos músicos desatan su creatividad y le dan un toque místico insuperable. Es la veinteava parte de la serie surgida a partir del libro de Zorn titulado “Arcana” (2009), en el que relata sus experiencias, historias y ejemplos, en relación a sus composiciones y a la música de la actualidad, con vivencias y desencuentros. Vale destacar también el álbum O’o (2009) –nombre de una extinta ave de Hawai– una especie de continuación de The Gift (2001) y The Dreamers (2008), en el que mezcla el jazz con calipso, surf, rock y toques arabescos. Zorn siempre ha sido un duro crítico del sistema, de las corporaciones y de la aberración que supone lo comercial y lo seriado. Eso lo refleja cabalmente en su música, como si quisiera decirnos que no va a haber un mundo justo en los próximos cien años, que el capitalismo va a colapsar, advirtiéndolo en su ruidismo frenético, o que quizás la naturaleza humana está entrando en decadencia. Todo eso lo advierte en su música, como si su cabeza fuera el umbral entre el orden y el caos. La luminosidad de su obra sólo puede verse reflejada en el contexto de la naturaleza humana.

Masada, Painkiller y la ciudad desnuda

En 1988 Zorn formó Naked City como una especie de taller de composición para probar las limitaciones del formato de una banda de rock. Junto a Bill Frisell (guitarras) (ver Ladosis #23), Fred Frith

Foto: prensa

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DISCOS PARA LEER

Darkside

Psychic

Rose Windows

Matador. 2013. EE UU/Chile

El talentoso chilenoestadounidense Nicolas Jaar lo volvió a hacer. Tras haber editado en 2011 uno de los discos de electrónica más subyugantes del siglo 21, Space is the Only Noise, regresa con este proyecto a cuatro manos con el multi-instrumentista neoyorquino Dave Harrington, una colaboración que surgió durante una pequeña pausa en Berlín durante la gira que acompañó al mencionado álbum y en la cual Harrington participó como músico invitado. Sin embargo, suena a Jaar mucho más que a Harrington. Tras debutar con un EP de tres canciones en 2011, la gran carta

The Sun Dogs

Sub Pop. 2013. EE UU

de presentación de Darkside fue lanzada en octubre. Psychic es, según Jaar, “lo más cercano al rock and roll que he hecho”, afirmación que desconcierta por los pocos vínculos que se dejan entrever. Más certero y quizá desafiante, es el término “blue wave”. En realidad son muchos los adjetivos que podríamos utilizar para describir esta pieza de arte de 45 minutos: hipnóticonarcótico-adictivo-vaporosoexquisito…Desde el primer tema de 11 minutos, “Golden Arrow”, queda claro que nos adentramos en un universo flotante, un viaje por nuestro cosmos interior. Y

así sobrevienen temas como “Heart” (con una soberbia guitarra), “Paper Trails” (una especie de blues del futuro)… La segunda mitad es fantástica, como si el dúo francés Air hubiera envenenado su música con clicks, voces fantasmales, scratches, bajos profundos y mucho erotismo. El final con “Metraton” te invita a regresar al primer track. Quizá desde el Dummy (1994) de Portishead, no había surgido otro disco tan sensual y adecuado para hacer el amor.

Relativamente larga fue la ausencia de Sunn O))) tras el muy bien recibido Monoliths and Dimensions de 2008. Un trabajo tan logrado como éste, obliga de alguna manera a hacer una parada en el camino, pues el dúo Anderson/ O’Malley, logran en ese disco una síntesis y una suma de lo que había sido su investigación hasta la fecha. El 2014 parece ser el año del regreso, y esta reciente colaboración entre Ulver y el dúo subsónico, parece ofrecer algunas pistas de lo que podemos esperar en el futuro. Varios elementos son recuperados, como los trombones. Los dos primeros temas de los

tres que componen el disco, transitan por terrenos parecidos a Monoliths and Dimensions, con los elementos de electrónica de Ulver como añadido, pero “Eternal Return”, el último y más interesante tema del disco, integra de forma muy convincente el piano Fender Rhodes y las cuerdas; es también el tema en el cual se aprecia más la colaboración entre Sunn O))) y Ulver, una de las bandas más inclasificables que haya nacido de la escena de black metal noruega. Gil Sansón

Juan Carlos Ballesta

Sunn O))) & Ulver

Terrestrials

Jester Records. 2014. EE UU/Noruega

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La ciudad de Seattle sigue produciendo material de altos quilates dentro de los vastos y muy fértiles terrenos de la psicodelia. El compositor y guitarrista Chris Cheveyo formó el proyecto en 2010, influenciado por el folk-rock de The Band, la psicodelia de The Doors y el hard blues intrigante del primer Black Sabbath. Sin embargo, con la inclusión de la estupenda cantante Rabia Shaheen Qazi, llegaron las referencias a bandas británicas de folk rock como Fairport Convention o Pentangle, y a la primera época de Jefferson Airplane. La formación fue completada por Nils Petersen (guitarra eléctrica), Pat Schowe (batería), Richie Rekow (bajo), David Dávila (piano, órgano) y Verónica Dye (flauta), con lo cual el septeto produjo este fabuloso disco que nos pasea desde los 60 al siglo 21 de forma brillante. “Walkin´with a woman” es un tema de inquietante belleza con algunos momentos explosivos, “Seasons of serpents” es un exquisito tema folk de aroma medieval, “Wartime lovers” un melódico folk rock, “Indian summer” funciona como un trance, “This Shroud” es el tema más largo y catárquico, los temas homónimos que abren y cierran el disco son letanías que envuelven sin remedio...Un disco soberbio. Juan Carlos Ballesta


DISCOS PARA LEER

Boogarins

Jesús “Chúo” Ruiz

John Guarenas

Za!

Fat Possum. 2013. Brasil

Independiente. 2013. Venezuela

Independiente. 2014. Venezuela/Argentina

Gandula. 2013. España

As plantas que curam

Lo bailao

Volver

Wanananai

Una de las más agradables adiciones al catálogo de la psicodelia del siglo 21 lo representa este mini LP de 31 minutos del dúo brasileño originario de Goiana, conformado por Fernando Almeida y Benke Ferraz. El sonido de Boogarins posee deudas innegables al tropicalismo de finales de los 60 (muy en especial al rock psicodélico de Os Mutantes) y al krautrock setentero de Guru Guru y Amon Düül II, pero también se ubica dentro del terreno que exploran bandas actuales como Tame Impala o incluso Devendra Banhart, en el que el efecto fuzz de aroma lo-fi se combina con frescas melodías vocales. Temas como “Lucifernandis”, “Erre”, “Despreocupar”, “Hoje aprendí de verdade” y “Doce”, hacen de As plantas que curam una estupenda carta de presentación para un grupo que suena atractivamente poluto.

Fresco, alegre, entretenido y tropicalísimo es este trabajo que finalmente lanzó “Chúo” casi al cierre de 2013. Tras sortear las vicisitudes de rigor que exige grabar un CD en el país, este trabajo resume parte de las vivencias del autor, quien las canta con humor y grandilocuencia fusionando géneros. Así, “Chúo” nos hace reír y disfrutar temas como “Mujer ajena“, “Malola” y “Yo soy el pueblo venezolano“, este último un retrato de nuestro gentilicio que recuerda al “American pie” de Don McLean pero menos dramático. Chúo revela sus desamores y frustraciones pero con un lenguaje musical siempre alegre, un verso amable y a flor de piel que nos identifica con el autor, a quien tal vez muchos recuerdan por el verso “tú cuentas conmigo…” que acompañó los últimos minutos de RCTV al aire.

La música suramericana envuelta en pop y rock marca el debut del músico venezolano John Guarenas, residente en Argentina. Gaita zuliana, merengue dominicano, joropo, chacarera y más ritmos latinoamericanos se sienten en este primer disco, Volver. En algunos temas los géneros se diluyen de tal forma que se confunden entre sí, como los casos de “Choro (si todo sigue igual)”, que se apreciaría como un merengue ripiao o un cuarteto cordobés; o “Barquisimeto”, como un golpe tocuyano, para un venezolano, cuando es un festejo peruano. Este debut puede ser un ejercicio para tratar de captar semejanzas y diferencias entre corrientes musicales de este lado de América. Consideramos que Guarenas no creó su ópera prima con ese fin, sino que prevaleció su gusto por lo latino y lo experimental.

Za! es un dúo de Barcelona formado por Spazzfrica Ehd y Papa duPau, cuya música es inclasificable (ellos la califican como “ruidosa” y “un poco rara”), basada en la combinación de guitarra, batería, teclados, trompetas, voces, samples y percusión procesados por pedales y loops. Wanananai, su cuarto trabajo, es probablemente el disco más ecléctico del 2013 que incluye combinaciones imposibles como: dancehall jamaicano con grunge (“Súbeme el Monitor”), jazz afrocubano con post-rock (“El Calentito” en sus tres partes), hip hop (“Mr. Reality”), krautrock con música clásica contemporánea (“Hotto!”, “Hottero!!”, “Hottesto!!!”), melodías balinesas con Black Sabbath (“Cha Cha Cha”) y electrónica de fiesta rave con noise industrial (“Tueste Natural”). Lo más raro que escucharás en mucho tiempo.

Juan Carlos Ballesta

Leonardo Bigott

Mercedes Sanz

Eugenio Scalise

Chelsea Wolfe

León Benavente

Sargent House. 2013. EE UU

Marxophone. 2013. España

Pain is Beauty

El cuarto disco de la californiana Chelsea Wolfe es, probablemente, el trabajo que mejor define su propuesta: drama controlado, melancolía en porciones dosificadas, tensión y oscura belleza. Todo manejado con una particular sensibilidad, haciendo uso de recursos estéticos que a veces se entrecruzan con el folk, el electro pop y el dark rock, con evidentes referencias a Siouxsie and The Banshees/The Creatures. Incluso puede inferirse una retroalimentación con Anna Calvi en temas como “We Hit a Wall” o “Ancestor, The Ancients”. Pain is Beauty contiene 11 temas, repartidos en 52 minutos,

León Benavente

con momentos de intensidad como “Feral Love” o “They Clap when You´re Gone”, o de sensibilidad folk como los casi nueve minutos de “The Waves Have Come”. Ben Chisholm (sinte, bajo), Kevin Dockter (guitarra) y Dylan Fujioka (batería), ayudan a Wolfe a lograr su cometido.

Tomás Jaimes

Cuatro experimentados músicos españoles utilizan un cruce entre ciudades para bautizar un proyecto que oxigena la escena ibérica y que, sin duda, constituye una de las revelaciones del año. Abraham Boba, Luis Rodríguez (miembros de la banda de Nacho Vegas), Eduardo Baos (Tachenko) y César Verdú (Schwarz) han gestado un disco que constituye una fotografía del momento que se vive en España: crisis económica y política, decepción post-15M y el desmoronamiento de la sociedad. Son diez canciones que incluyen un himno de autoayuda (“Ánimo, valiente”), momentos reflexivos

(“Década”, “Estado provisional”), resaca post-15M (“La gran desilusión”), verbo desquiciado (“La palabra”), referencias políticas (“Las ruinas”, “Las hienas”, “Revolución”), críticas al poder (“El Rey Ricardo”) e incluso una historia de amor, violencia y escapismo (“Ser brigada”). Un paseo salvaje de 40 minutos. Eugenio Scalise

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DISCOS PARA LEER

Juana Molina

Coral Lombana

Katie Melua

Ximena Borges

Crammed Discs. 2013. Argentina

C&L. 2013. Venezuela

Dramatico. 2013. Alemania

Independiente, 2013, Venezuela

Rojo Coral Vol. 2

Wed 21

Ketevan

Joyful Noise

Cinco años después del exitoso Un día (2008), Juana Molina regresa con un disco que –al igual que el resto de su obra– está basado en loops de instrumentos tanto acústicos como eléctricos, que se van entrelazando para producir canciones hipnóticas. Adicionalmente, el sonido de Wed 21 está muy marcado por la incorporación de la guitarra eléctrica como protagonista y mayor atención al aspecto rítmico, con líneas de bajo, baterías y beats electrónicos en loop constante. El resultado es un conjunto de canciones de actitud rockera, compuestas y grabadas en su solitaria casa en las afueras de Buenos Aires, que se pasean por lo onírico, psicodélico y delirante. Destacan “Eras”, “Sin guía, no”, “Wed 21”, “Bicho auto”, “Lo decidí yo”, “Ferocísimo”, “Las edades” y “Final feliz”. Una obra maestra.

Proclamada como la nueva voz del jazz en Venezuela, Coral nos entregó su segundo CD a mediados del pasado año. Su voz, evocadora de legendarias coterráneas como Marisela Leal y María Márquez, se adentra en predios ya explorados pero en un estilo muy propio donde, además de resaltar su modo interpretativo, destacan los arreglos del excelso pianista y compositor Laurent Lecuyer. “Mi tripón con danzón #2”, “La dama de la ciudad” y “Vivir ahora y siempre” son parte de las cálidas interpretaciones en las que hay espacio para los músicos estelares que la acompañan: Gonzalo Teppa, Heriberto Rojas, Willy Díaz y Laurent. “Alma con alma”, el bonus track del CD, es un acto de seducción que desnuda, con misterioso tono, buena parte de la calidad interpretativa de Coral.

La cantante británica-georgiana presenta en este álbum una propuesta atractiva donde logra con admirable efectividad mezclar un poco de blues, folk, jazz y pop. En 2003 entró por la puerta grande con Call off the Search y ha mantenido su popularidad y calidad musical desde entonces. Con este homónimo trabajo, el sexto trabajo en estudio, Melua nos hace reír un poco con “Idiot School”. En “Mad, Mad Men”, emplea un color especial con los metales y la armónica. “Love is a Silent Thief”, compuesta por ella y con un dejo al sonido Motown es otra de mis favoritas. Katie Melua representa un caso interesante dentro de la industria discográfica, con origen familiar trabajoso que tras la guerra en Georgia a comienzos de los 90, la llevó de un lado a otro hasta parar en Irlanda y finalmente, en Inglaterra.

Entre el agite de la cotidianidad urbana, pude asistir al concierto de Ximena, una semana antes de su partida a Nueva York. No tengo palabras para describir su proyecto multidisciplinario (poesía, canto, visuales) pero la música bien puede estimular la interpretación. Una ruptura radical con lo acostumbrado es el resultado de la comunión entre la cantante lírica Ximena Borges y Gonzalo Grau. El repertorio está enmarcado dentro de lo tradicional navideño, incluyendo el conocido “Niño lindo” y la legendaria “Amazing Grace”. Pero es el uso de la tecnología y la imaginación de Ximena y Gonzalo, los que le han dado un vuelco interesante a este viaje musical de temas navideños de Alemania, Francia, Estados Unidos y Venezuela. Uno de mis predilectos del año que recién terminó, y que sin duda hay que escuchar con “open mind”.

Eugenio Scalise

Leonardo Bigott

Leonardo Bigott

Leonardo Bigott

Prisca y Marieva Dávila

Varios

Independiente. 2014. Venezuela

Independiente. 2013. Venezuela

Un Piano, Dos Hermanas

Prisca Dávila, la mayor de las hermanas pianistas, ya nos ha mostrado sobradamente su afición por jazzear y aflamencar sus interpretaciones al piano. También Marieva posee esa inclinación. Ambas, juntas, potencian esa sensación de estar oyendo un disco que emparenta a Venezuela con Andalucía, el mundo académico con el popular. Ayudados por Goyo Reina (cajón, jaleos, palmas, cante) y su padre Eduardo Dávila (flauta), las hermanas construyen un repertorio en el que se pasean por pajarillos, tanguillos, merengue caraqueño, bossa nova, polo margariteño y joropo, entre otros ritmos y

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Joropo Jam

métricas, tanto con composiciones propias a partes iguales, como con interpretaciones del folklore y de autores como Gerry Weil, Antonio Carlos Jobim y Pedro Elías Gutiérrez (de quien escogen la celebérrima “Alma Llanera”). Es un disco variado, que transcurre raudo y deja una agradable y fresca sensación.

Eduardo Vallejo

“Nunca nos imaginamos que nos sentaríamos frente a un equipo de sonido a escuchar joropo como si escucháramos a Miles, a Coltrane o a J.S. Bach...”, reza el acertado texto de Luis Julio Toro en ocasión de esta reunión que, bajo el auspicio de Tecnoconsult y su programa de apoyo al talento musical emergente, In Crescendo, nos presenta este CD. En “Preludio con yaguazo”, el pianista Víctor Morles y las maracas/ voz de Rafael Pino plasman con sabia elocuencia la familiaridad entre el joropo y el barroco. “Seis modal” con Carlos Adames en el fagot, es otra muestra fiel de esa estrecha

relación. Las restantes nueve piezas no puedes dejarlas de oír y mucho menos con los virtuosos que las interpretan, destacando Eduardo Betancourt, Edwin Arellano, Héctor Molina, Manuel Rangel, Jorge Torres y las voces de César Gómez, José Alejandro Delgado, Adrián Lista. ¡Un tour de force!

Leonardo Bigott


DISCOS PARA LEER

Kuámasi

Beardfish

Club Nuclear

Sting

Independiente. 2013. Venezuela

Inside Out Music. 2013. Suecia

Independiente. 2013. Venezuela

Cherry Tree /A&M. 2013. Inglaterra

The Void

Cables a tierra

B612 EP

The Last Ship

El guitarrista Kuámasi González tiene ya unos años moviéndose con soltura en la escena pop caraqueña con diversos proyectos; entre ellos la ya disuelta banda Autopista Sur y Los Humanoides. Hace cinco años hizo su debut en solitario con el disco Infinito (2008), echando mano de secuencias y sonoridades electrónicas. Con este segundo trabajo, Kuámasi ha preferido darle peso a las guitarras y a un formato más rock, con temas cercanos al rock garagero (“Mototaxi”, “En cualquier momento”), indie rock melódico con influencias británicas (“Dime ya”, “De último lugar”), aunque no faltan coqueteos con el pop añejo de los 50 (“No le lleves la contraria”). Es un disco con buenas canciones y bien ejecutado. Quizá el único detalle a cuidar es la voz, que por momentos, suena forzada.

Desde la década de los 90, el progrock sueco ha ido ganando adeptos, gracias a excelentes bandas como Paatos, The Flower Kings, Karmakanic, Anglagard, Anekdoten y un puñado de interesantes propuestas que incluyen a este cuarteto originario de la pequeña ciudad de Gävle. Beardfish inició su carrera discográfica en 2003 y ahora produce el séptimo disco, The Void, una colección de once canciones que encuentra una abrupta ruptura en “Seventeen Again”, tema en el que los teclados evocan tiempos memorables de bandas como Trace y Triunvirat. “He Already Likes You”, con una interesante participación del órgano, establece un preámbulo para la magna composición del álbum titulada “Note”, una suite de casi 16 minutos, que guarda rasgos neoclásicos y que sigue los preceptos de la era dorada del rock sinfónico de los años 70.

Club Nuclear (ver Ladosis #30) sigue abonando un terreno fértil, poco explorado en Venezuela, en el que cabe cualquier cosa, desde dub, trip hop, ambientes cinematográficos, hip hop abstracto, nu-jazz, electrónica hasta post rock instrumental. Herederos de una parte del sonido que desarrolló Babylon Motorhome, emparentados con Sur Carabela, KP 9000 y Muzikalia, este septeto conformado por Alexis Rendón aka Kitchu Dub (saxo alto, clarinete, laptop y composiciones), Oswaldo Rodríguez (sinte, laptop), Claudio Leoni (batería), Chofa Loero (guitarra), Margarita Rojas (visuales) y Luis Giordana (video), por fin lanzó su primer EP, luego de un tiempo haciendo esporádicas presentaciones. Cinco temas redondos, hipnóticos, entre los que destaca “A Fist Full of Dollars”, con un excelente video; “Let you Go” y “Delia”. Tremendo debut.

Todo aquel que disfrute de los sonidos de los musicales de Broadway, ciertamente encontrará cobijo en este excelente álbum. Con claros matices celtas, The Last Ship vuelve a tener rasgos autobiográficos como los que una vez Sting evidenció tras la muerte de su padre en Soul Cages. En esta oportunidad, el ex bajista de The Police, dibuja el entramado de las relaciones, los recuerdos de infancia y las ineludibles verdades presentes en la condición humana. Temas como “Language of Birds”, con un segmento hablado, o la hermosa y triste “I Love Her But She Loves Someone Else” son reflejo de lo antes expuesto. Existen varias presentaciones de este nuevo trabajo de Sting que van desde la versión física estándar con 12 temas hasta una versión digital deluxe con 20. La obra será presentada en Broadway el próximo año.

Tomás Jaimes

Leonardo Bigott

Juan Carlos Ballesta

Leonardo Bigott

Steve Mason Jeff Lynne

Enrique Bunbury Javier Weyler

Domino/Double Six. 2012. 2013. Inglaterra Escocia Billy Trilby Records.

Warner Music. 2013. Independiente. 2013. España Venezuela

Monkey Minds in the Devil’s Time Long Wave Steve Masoncomo fue protagonista Personajes Jeff Lynne no de buenosnecesitar momentos del pop deberían presentación psicodélico deuno los 90 alguna. Él es de como los grandes cantante y guitarrista de Thepop Beta compositores de melodías Band. En este además segundo de disco de la historia, un como solista aborda sonoridades que estupendo productor (su aporte vaninvaluable desde el pop hasta el gospel, es en la reunión a pasando por rap90y el Las ex mediados deellos dedub. los tres canciones están conectadas por Beatles para la serie Anthology, que yinterludios luego en experimentales la conclusión de Mindspóstumo un disco hacen de Monkey Brainwashed, el disco conceptual y autobiográfico. La de George Harrison). Durante historia con de un los joven los añosarranca 70 y parte 80 inseguro y un apático que,catálogo en la de construyó extenso medida en como que avanza el disco, canciones líder de Electric se convierte en un adulto que no Light Orchestra, grupo exitoso puede pocos. ignorarParadójicamente, las injusticias que como ocurren en segundo su entorno. Destacan en este su disco como “A

Palosanto Cuatro velas

solista en una carrera de 45 años, Lot hay of Love”, “Lie Awake”, no canciones propias “Lonely”, sino “Seen it AlldeBefore”, “Oh versiones my Lord” una serie excelentes y elconocidos bloque político conformado por de compositores como “More Money, More Fire”, “Fire!”, Rodgers, Hammerstein, Aznavour, y la canción “Fight Them Don Everly, yprotesta otros, dejando Back”. Aunque el disco comienza traslucir sus influencias de con una referencia al Infierno de siempre, en especial McCartney, Dante, el cierre con “Come to Me”, Harrison y Roy Orbison (con estos es totalmente dos formó Theoptimista. Travelling Willburys en 1988). Eugenio Scalise Carlos Varela

Desde que inició su carrera en solitario, dejado de Hasta la Bunbury apariciónno dehaeste trabajo, variar y era experimentar Weyler conocido en porsus su discos. rol Luego de haber tributo de baterista conrendido Claroscuro y al cancionero latinoamericano y buscar Stereophonics, y por su proyecto sus raíces musicales en Licenciado Capitán Melao. La oportunidad Cantinas (2011, ver Ladosis #20),(y para ponerle música incidental nos llegacanción este disco conceptual alguna como “Into your divididocon en dos En la primera arms”, unapartes. sorprendente parte describealsudocumental visión actual“El del vocalización) mundo pueblo en caos de y aborda la críticalo Yaque, campeones” social política.incursionando De este bloqueen vio de yrepente destacan: la oscuridad el universo“Despierta”, de las bandas sonoras y “Los inmortales”, ydeen“Salvavidas” el dificultoso tratamiento del la explosiva audio de la “Destrucción película en lamasiva” que y la reflexiva y laviento juega mucho“El el cambio ruido del La segunda parte ycelebración”. el mar. El resultado es muy resulta más introspectiva satisfactorio, incluso paray de quien no

haya visto el excelente documental búsqueda dando a sobre dirigido porpersonal, Javier Chuecos, entender que todo cambio comienza cuatro windsurfistas surgidos del por ahí.de Este bloque cierra con a pueblo Margarita que llegan trescampeones de las mejores ser delcanciones mundo. A base quepercusión Bunbury ha compuestoguitarras, en de electrónica, mucho ytiempo: “Plano secuencia”, batería teclados, Weyler “Causalidades” y “Todo”. No es un construye los paisajes sonoros disco ni optimista ni alegre, pero adecuados para acompañar las sí necesario. y también para poner a imágenes, volar la imaginación. Eugenio Scalise Juan Carlos Ballesta

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DISCOS PARA LEER

Wincho Schäfer

Los Amos del Valle

Otra realidad

Y su coroteca

Independiente. 2013. Venezuela

Producciones Manachoshoes. 2013. Venezuela

Erwin “Wincho” Schäfer es uno de esos personajes imprescindibles en la historia del rock venezolano. Parte fundamental de Sentimiento Muerto, luego de P.A.N (ambos junto a Cayayo Troconis), colaborador de Sur Carabela, Famasloop y otros proyectos, finalmente irrumpió en 2009 con sus propias canciones y en el rol de vocalista/bajista junto al trío Atkinson (ver Ladosis #15); una banda de rock directo y descarnado que trajo de nuevo el rock de protesta a primer plano. Cuando todo parecía ir sobre ruedas, Wincho anunció su separación de la criatura que ayudó a crear, para dedicarse

a un proceso introspectivo, alejado del frenetismo de las giras y los toques en bares. Después de un silencio no tan largo, justo en el proceso de mudarse a Brasil, regresa con este disco en solitario compuesto por nueve temas intimistas que se mueven entre lo cáustico, el nihilismo y la incertidumbre, pero también dentro de un controlado optimismo. Grabado y producido por Carlos Imperatori, el disco se aleja del rock para adentrarse en el terreno de la canción de autor,

reflejando en sus textos los tiempos que vivimos en Caracas y el país. Otra novedad es que Wincho aprendió a tocar guitarra, por lo que el disco es su debut en ese rol. Además, se encarga del bajo y algunos teclados. Otra realidad es la fotografía angustiosa que un músico honesto y descarnado realiza de una época convulsa. Hay que agradecer el gesto..

Tardíamente, el cineasta David Lynch se ha descubierto como músico y compositor. Nunca es tarde, sin embargo, cuando los resultados son satisfactorios. Cuando se aventuró con Crazy Clown Time (2011), parecía una especie de divertimento, pero con este The Big Dream, confirma las sospechas fundadas de que es capaz de crear coherentes obras de blues moderno, con elementos retorcidos y oscuros emparentados con la estética inconfundible que ha definido su cine desde aquellos lejanos tiempos de su sórdido primer

largometraje, “Eraserhead” (1977), de cuya oscura banda sonora fue corresponsable. Acompañado por su habitual colaborador Dean Hurley (guitarra, sinte, batería), Lynch toca la guitarra y canta con una voz ronca llena de efectos que se oye muchas veces lejana, no demasiado expresiva pero sí adecuada para las canciones de aroma bluesero, que son un cruce bastardo entre Bobby Vinton, Link Wray, Tom Waits y Angelo Badalamenti.

Juan Carlos Ballesta

David Lynch

The Big Dream

Sacred Bones. 2013. EE UU

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Juan Carlos Ballesta

El segundo disco de la agrupación caraqueña los encuentra en un terreno medio que emparenta la música del Caribe (salsa, guaracha, guaguancó, son, cumbia, bolero) con el flamenco y la música tradicional venezolana. Es un híbrido que en principio pudiera parecer excesivo e incluso atrevido, y cuyo resultado es muy atractivo. Nacho Suárez (voz, percusión), Alejandra Álvarez (cajón), Juan Ernesto Velázquez (guitarra, arreglos), Jesús Bosque (percusión, arreglos), Army Zerpa (bajo, arreglos) y León Grauer (saxo, flauta), con la ayuda de muchos invitados (entre ellos Horacio Blanco, Óscar Alcaino y el ingeniero de grabación Francisco “coco” Díaz de Desorden Público; Daily Fuguet, Egmidio Suárez), logran resumir en nueve temas y 42 minutos todas sus inquietudes e intereses. La voz de Suárez se mueve con gracia entre diversos estilos, recordando a veces a Yordano o Rubén Blades, mientras las palmas, el cajón y las voces de apoyo se acercan al flamenco o a la salsa por igual. Destacan temas como “Bitácora del capitán de los ojos de siempre”, “Como nosotros”, “Acechando” y “No soy” (con una letra especialmente interesante). La versión del “María Antonia”, popularizado por Gualberto Ibarreto, es convertido en una salsa. Un disco pegadizo y bien logrado. Eduardo Vallejo


El universo multicolor de

YO LA TENGO De todo el gran conglomerado de agrupaciones surgidas en Estados Unidos durante los últimos 30 años, hay unas pocas que destacan por su decidida vocación renovadora del rock. Sin duda, Yo La Tengo, representa uno de los más interesantes capítulos de la historia reciente. Ecléctica, vanguardista, desenfadada, aventurera, bohemia, libertaria e hipnótica, son adjetivos que pueden ayudar a definir la música de esta banda formada en 1984 en Hoboken, New Jersey, por el cantante y guitarrista Ira Kaplan y su esposa la baterista y también cantante Georgia Hubley. Su singular nombre está ligado con Venezuela a través de una anécdota beisbolera. Corría la temporada de 1962 y el centerfielder de los Mets de NY, Richie Ashburn, cansado de chocar con el campocorto venezolano Elio Chacón (que no hablaba inglés) cada vez que gritaba “I got it! I got it!”, decidió gritar “¡Yo la tengo!” en un juego. Chacón se detuvo, pero Ashburn terminó chocando con el leftfielder Frank Thomas, quien no hablaba español. Thomas preguntó luego qué significaba “Yellow Tango”. Influenciados por íconos del pop norteamericano como Velvet Underground (que se extiende más allá del paralelismo de tener dos mujeres bateristas, Hubley y Maureen Tucker), Love, Mission of Burma, Half Japanese, Pere Ubu y Sonic Youth, Kaplan y Hubley ayudados por el guitarrista Dave Schramm y el bajista Mike Lewis, editan el disco debut Ride The Tiger (1986), un trabajo todavía con el sonido por pulir.

Durante casi 30 años, la agrupación estadounidense Yo La Tengo se ha mantenido como uno de los capítulos más interesantes y desenfadados del rock independiente. Fundada por la pareja de Ira Kaplan y Georgia Hubley, con una formación mínima de bajo, batería y guitarra, han editado varios discos fundamentales en los que han mezclado los intensos pasajes guitarreros de espíritu psicodélico, los ritmos metronómicos inspirados por el krautrock, y los momentos de sosegado folk. Su nombre está ligado con Venezuela. Carlos Varela

Con Kaplan asumiendo el rol de guitarrista líder, y un nuevo bajista, el núcleo de Yo La Tengo comienza a funcionar como trío a partir de New Wave Hot Dogs (1987), abonando el terreno para la aparición del magnífico President Yo la Tengo (1989), un gran paso hacia el definitivo reconocimiento de crítica y público.

Con el regreso de Schramm, la banda edita Fakebook (1990), un paseo por algunas de las referencias musicales de Kaplan, que incluye, entre otras, versiones de Kinks y Flamin’Groovies. A partir de May I Sing With Me (1992), un retorno al pop guitarrero, se incorpora el bajista James McNew, logrando por fin una formación estable y su sonido distintivo. El paso más importante lo dan un año después cuando firman con la disquera neoyorquina Matador, un emblemático reducto del rock independiente. Aparece entonces Painful (1993), un excelente trabajo adornado por envolventes atmósferas de guitarra y riffs de órgano. El eclecticismo de Yo La Tengo se amplió con Electr-o-Pura (1995), un disco que cabalga entre el folk, el pop británico y las nuevas influencias de Stereolab. La paleta se amplió poco después con la llegada del excepcional I Can Hear the Heart Beating as One (1997), con el que demostraron una deuda adicional, esta vez al sonido de los alemanes Can y Neu!, y el sorprendente capítulo: And Then Nothing Turned Itself Inside-Out (2000), otro punto álgido en su carrera. El siglo XXI ha visto a Yo La Tengo en plenitud de forma con el fantástico Summer Sun (2003), I Am Not Afraid of You and I Will Beat Your Ass (2006), Popular Songs (2009) y el excelente nuevo capítulo, Fade (2013), disco con el cual demuestran que su inspiración está lejos de agotarse. Aunque muchas bandas se agotan en su madurez, Yo La Tengo, con su mundo multicolor, es un ejemplo de que sí es posible seguir produciendo material de primera.

Foto: Carlie Armstrong

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HOLY SEXY “De las crisis surge el mejor arte,

FotografĂ­as y retratos: Rui Cordovez Asistente: Luis Cantillo

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BASTARDS inspirado en dolencia y carencia” En lo que va de siglo 21 varias ciudades del país han estado arrojando algunas de las mejores propuestas del rock venezolano. Valencia es una de ellas, que aunque siempre ha tenido una tradición rockera, parecía algo dormida. El trío Holy Sexy Bastards apareció como un huracán con su sonido de blues rock garagero, crudo, directo y honesto, que encaja perfectamente con la Venezuela actual. Tras ganar el Festival Nuevas Bandas 2012, su propuesta se ha cimentado y apunta hacia otros mercados. Dos fantásticos discos y una buena cantidad de potentes y viscerales presentaciones en vivo, son su carta de presentación.

C

Juan Carlos Ballesta

Cuando Holy Sexy Bastards (HSB) se montó en la tarima del Festival Nuevas Bandas (FNB) el sábado 1 de septiembre de 2012, el impacto en el público (y en el jurado) fue inmediato. Era la primera vez que una banda cantando en inglés ganaba el festival (en este caso empatada con Okills). Su sonido crudo y descarnado, basado en la guitarra y voz de Andrés Puche (AP) y el bajo de Luis Carlos Henríquez (LC), amigos desde sus tiempos de colegio en Valencia, fue lo suficientemente demoledor como para lograr romper la barrera idiomática. Su llamativa formación la completaba entonces la baterista Maritzabel Loprieno, quien grabó el homónimo primer disco, sustituida por Jéssica Miranda (JM) hace un año. Su debut detrás de los tambores ocurrió precisamente en el FNB del año siguiente. La llegada al grupo de Miranda (como la llaman sus compañeros, prescindiendo de su nombre), de apenas 21 años, ha representado un revulsivo, cimentando el sonido del grupo gracias a una sólida ejecución del instrumento y un valioso aporte en los coros. Con ella grabaron el segundo disco, Devil Woman (2013). El trío de Valencia pertenece a una generación de bandas que ha crecido en medio de una crisis sociopolítica y económica severa, que en tiempos recientes se ha acentuado y golpeado duramente al sector musical independiente, que es la gran mayoría. Su posición al respecto es clara, sin medias tintas. Para entender plenamente la propuesta de HSB es esencial conocer su faceta en vivo. Es sobre una tarima donde Andrés, Luis Carlos y Miranda, explotan en mil pedazos. Sus canciones llenas de urgencia, fieles herederas del espíritu punk pero en especial del blues más añejo y

verdadero, contagian y conmocionan. Sus influencias provienen de White Stripes, The Black Keys, Queens of the Stone Age, Black Rebel Motorcycle Club y Black Lips, con ecos de Led Zeppelin, Lenny Kravitz, Jimi Hendrix y otros íconos del rock. Sin duda, es una de las bandas de rock venezolanas con sonido más sólido. Sus integrantes hablan de su pasado, el difícil presente y el incierto futuro.

¿Cómo llegaron a la música y luego, a juntarse? JM: Empecé en la música gracias a Manuel, mi hermano mayor, quien es guitarrista desde pequeño. Me lleva tres años así que siempre estuve en sus ensayos y toques. Me enamoré de la batería por un baterista que tenía su banda, un niño que tocaba demasiado bien. Aprendí a tocar guitarra y a cantar con Manuel. Tenía 15 años cuando empecé a tomar clases de batería, pero fue a los 12 cuando me enamoré de ella. Los Holy es mi primer grupo formal porque no veo a las bandas venezolanas muy serias en la música. Todo el mundo quiere tener una banda pero la mayoría lo ve como un hobby, son pocos los que dedican el 100% a esto. Yo quería dedicarme enteramente a la música y lo hago, estudio música en la universidad. Cuando me invitaron a unirme a la banda, sabía que eran chamos súper dedicados a ella, que querían vivir de la música igual que yo. LC: Cuando era niño, recuerdo que mi tío tenía el vinil de The Game de Queen y yo me ponía los audífonos para escucharlo. La música me parecía increíble. A los 14 años, un amigo de nosotros (refiriéndose también a Andrés) del salón, sugirió que formáramos una banda. ‘Yo voy a tocar la batería y tú la guitarra, y Luis Carlos toca el bajo’, decidieron. Le dije a mi papá que iba a estudiar música y me compró un bajo y así empecé. Eso pasó alrededor del

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año 2000. Luego Andrés y yo formamos otras bandas con otra gente. AP: Mi historia musical comienza muy parecida a la de LuisCar. Mi tío, que escuchaba bandas como Black Sabbath, nos ponía mucha música. Mi papá me compró el disco Canto popular de la vida y muerte (1994) de Desorden Público y yo quedé encantado con las baterías. Me ponía a tocar batería con distintos peroles, mi papá se dio cuenta de que me estaba gustando la música y además el inglés, así que mis actividades extracurriculares estuvieron relacionadas con esas dos cosas. Estuve en varias bandas “paleras”. La primera, me da mucha pena decir el nombre, se llamaba Cursi Metal, ¡muy mala! (risas). Luego LuisCar y yo formamos otro tipo de banda. Como él estaba asignado ya en el bajo y yo en la batería, nos reunimos con Octavio Curiel, guitarrista de Aten Asteroid, con quien Luis Carlos está grabando un disco que saldrá este 2014. Trabajamos con Andrés Mungarrieta, que tiene una banda en Estados Unidos llamada The Moon Caravan, y después nos tomamos un tiempo para pensar qué queríamos hacer porque yo me fui a Europa, a Turku, Finlandia, por un año y medio mientras LuisCar se quedó en Venezuela. Cuando le mandé a LuisCar las maquetas de lo que sería Holy Sexy me dijo “chamo, tenemos que sacar esto de una”. Ambos sabíamos que estábamos planeando algo bueno.

¿Te consideras un guitarrista tardío?

AP: Me considero un baterista frustrado que encontré en la guitarra lo que me faltaba con la batería. Lo mío es la rítmica y no quería hacer cosas virtuosas sino más bien dedicarme al sonido de las texturas que es lo que hago con la guitarra en cuanto al tono, los instrumentos que utilizo. Jack White (The White Stripes, quien también empezó como baterista y pasó a la guitarra) es una fuerte influencia, no lo niego. La gente me lo dice a modo de crítica y a mí por el contrario me parece un halago, o me dicen que sueno a los discos de Queens of the Stone Age. ¡Claro! Yo utilizo pedales y en Youtube veo lo que ellos usan y si me gusta como suenan, a partir de allí busco mi sonido; todo músico tiene sus referencias.

¿Cuándo llega Jéssica Miranda al grupo?

AP: Ella llegó en una etapa muy buena para la banda. Estábamos en la preproducción del segundo disco y apareció como un huracán con sus influencias latinas para terminar de darle forma a las canciones y entrar a grabar en directo en el estudio de Max Martínez en Puerto La Cruz.

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Foto: María Alejandra Mata

LC: Eso fue un invento de Andrés y mío, inspirados por una de esas expresiones que Robin le dice a Batman, “santos bastardos”, en la serie original de TV.

¿De dónde sale el nombre de la banda?

sabiendo además que hubo ciertos problemas por el asunto del idioma. Ese año tocamos en muchas partes del país y con las ganancias pagamos la producción del primer disco.

¿Cuando se inscribieron en el FNB tenían expectativas de ganarlo?

Esa edición del 2012 ha sido una de las de mayor nivel.

AP: Era una época distinta porque el enfoque que teníamos era el de una banda que está comenzando. Aunque está claro que ganar el festival te abre las puertas de los medios y te ayuda en muchas cosas, el objetivo era mostrar nuestra música. Agradecemos haber sido reconocidos,

AP: La verdad que sí, fue como un Lolapallooza. Estuvo Petrula, Buenaparte, La Abuela Disco, Los Colores, Sir Buffalo y por supuesto Okills. Recuerdo que hubo gente que decía que Los Colores había comprado el festival. Tocaron sin bajo y lo hicieron excelente.

¿Entre tantos shows que han dado, cuáles recuerdan en especial?

JM: Uno de mis preferidos fue la primera vez que tocamos en Puerto La Cruz en Duende Bar. El público no paraba de aplaudir y gritar. Antes de eso yo estaba acostumbrada a ser parte del público y en Valencia la gente mueve la cabeza nada más. Y otro que me gustó mucho fue el Nuevas Bandas 2013, que fue mi segundo toque con HSB, ante cinco mil personas. No estaba nerviosa, sino muy emocionada. LC: Yo recuerdo especialmente el Virgen Fest de 2012. Estaba repleto. La receptividad del público fue increíble. Allá mismo en Puerto La Cruz me gustó mucho ver a la gente cantando eufóricamente todas las canciones en Tiburón Club, tanto que hasta le tumbaron el micrófono a Andrés (risas).


AP: Comparto lo del Virgen Fest y también lo del FNB del año pasado, en el cual estábamos mostrando las nuevas canciones que comenzamos a grabar una semana después. El público nos apoyó y había más gente que cuando ganamos. También recuerdo un toque en Jackson, Mississippi, que fue muy interesante. Con nuestra cara de latinos la gente nos veía con cierto recelo. Nos montamos y destrozamos esa tarima, en media hora tocamos como 15 temas. La gente nos compró un montón de discos y nos preguntaban de dónde éramos, nos brindaban cervezas después de habernos visto feo. La música rompió todas las barreras raciales, culturales y los prejuicios. Me sentí bastante bien porque no tuvimos que decir nada, solo tocar. La música habló por nosotros.

¿Qué grupos o artistas han sido importantes en sus vidas?

JM: Cuando empecé a tocar batería escuchaba mucho rock progresivo y metal, cosas como Dream Theather o Lamb of God, que casi no oigo ahora. También, gracias a mi hermano, escuché mucho Incubus, Queens of Stone Age y The Strokes. A mí siempre me han gustado los Beatles, mi papá siempre me los ponía desde niña. Él es un portugués con pinta de John Lennon (risas). Escuchaba muchos grupos pesados, pero antes también el pop de Backstreet Boys y Nsync. Los bateristas que más me influenciaron fueron Mike Portnoy y José Pasillas. LC: Mi primera influencia fue Incubus. Fue la primera banda de sonido extraño que escuchamos, tenían DJ, hacían sincopas... Luego conocí a Björk y Radiohead y expandí mis gustos. AP: Yo estuve mucho tiempo escuchando Desorden Público, Aterciopelados y Café Tacvba. Me gusta mucho Queens of Stone Age y Led Zeppelin. Luego le entré a Radiohead y más recientemente, aunque parezca increíble, The White Stripes. Después que escuché The Black Keys me fui a las raíces hasta llegar a Junior Kimbrough. De ahí saco la crudeza de mi música, ese blues con gran contenido social. También, gracias a mi papá, escuché mucho a James Brown. Mi tío escuchaba mucho Iggy Pop y Queen. Kashmir es mi banda favorita. Descubrí ahora en enero a la banda alemana Can y me pregunto dónde estaba que no la conocía. Cerati dice que en música nadie hace nada desde cero. Uno, en el buen sentido, “roba” cosas de los demás y las

haces suyas, las transformas y les das tu giro. Trato de tener la mente siempre abierta y confio en todo lo que me pasa Luis Carlos que es el que más se dedica a investigar. Hemos llegado a esa dinámica y ahora con Miranda, que tiene otras influencias, es mucho mejor.

¿Qué diferencias hay entre ambos discos?

AP: El primer disco era más inmaduro, con las influencias mucho más marcadas de grupos de afuera. El segundo sigue conservando ese espíritu bluesero y las distorsiones del rock vintage, pero suena mucho más a nosotros. Miranda pone el toque latino, Luis Carlos estuvo estudiando una serie de bajos distintos.

¿Planean editar el segundo disco en formato físico?

AP: Vamos a editar Devil Woman en una edición limitada de unos 150 ejemplares. Y vamos a tratar de editarlo afuera para poder moverlo legalmente en dólares y generar ingresos que nos ayuden. Hay gente que nos ha ayudado en Estados Unidos, pero hay que estar allá para moverlo eficientemente.

¿Hay infraestructura en Valencia para desarrollarse como músico?

AP: Nadie es profeta en su tierra. En Valencia tuvimos apoyo repentino de la gente y luego pasó de moda y empezó a irnos mal, a seguirnos menos personas en nuestros toques cuando antes había mucha gente. Eso es algo que no pasa en Puerto La Cruz en donde tenemos un público que aplaude de una forma que nos hace doler los oídos, en Caracas nos va excelente, también en Maracaibo, Mérida… nos gusta que nuestro público se deja llevar por la música. Hemos tocado en

Portada del disco debut

Estados Unidos y la gente se contagia con lo que estamos transmitiendo y además nos entienden más fácilmente porque el inglés es su lengua nativa, aunque en Venezuela hay mucha gente que también nos entiende porque hablan el idioma.

¿Cómo han manejado el hecho de cantar en inglés? ¿Cómo han sido tratados por las radios venezolanas? La Ley Resorte, como es lógico, privilegia a aquellos grupos que cantan en español.

AP: Sí ha sido un problema proyectar nuestra propuesta en las radios. Pero a mí me tiene sin cuidado porque no hago canciones para eso, sino porque la música me llama. Estamos trabajando en pro de construir una estructura que nos permita ganar dinero tocando, vendiendo discos, mercancía y otras cosas relacionadas. Comemos arepas igual que todo el mundo, hacemos la música en Venezuela, no importa del tipo que sea. Lo que me sale decir es en inglés y no tiene nada que ver con mi nacionalidad, y tampoco soy pro yanqui por eso. Eso nos ha abierto puertas y cerrado otras.

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Foto: Cárlos López

Hasta hace poco tiempo el pop-rock venezolano no reflejaba lo que pasaba en su entorno. Eso ha venido cambiando notablemente. ¿Qué ha tenido que ocurrir para que comiencen a despertar las bandas de ese “mundo feliz”? AP: Han faltado bolas. La crisis social que tenemos es bastante pronunciada. La gente tiene que soportar colas increíbles para comprar lo básico, algo que nunca había ocurrido. Hay represión intensa, el derecho a la protesta quiere ser reducido. La juventud es la que tiene la batuta porque el ímpetu es mayor y uno se cansa de los abusos. La autoestima del venezolano está muy golpeada. Mucha gente valiosa se ha ido. Todo es un guiso, un chanchullo, entonces los jóvenes vemos que se dificulta todo. Pero, de las crisis surge el mejor arte, inspirado en dolencia y carencia.

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Muchas bandas en Venezuela, especialmente de rock, no pueden vivir de su música o les cuesta aunque lo intenten seriamente. ¿Qué piensan respecto a la posibilidad de vivir del rock, al menos en Venezuela?

JM: Por supuesto preferiría pensar que tengo la oportunidad real de vivir del rock en mi país. Me gustaría poder quedarme en Venezuela y vivir de los Holy y de la música. Quizá algún día lleguemos a eso. LC: Ese es el dilema que tenemos todos los músicos en Venezuela. Yo soy diseñador gráfico y me la paso trabajando. AP: Yo soy ingeniero electricista. Me gradué en 2007. Estuve un tiempo ejerciendo y alejado de la música y decidí dejar la carrera porque me di cuenta de que la vida es muy corta para dedicársela a algo que no te llena. Cuando uno toma esa decisión, el interés por la música tiene que pesar más que el interés por el dinero. La música es muy caprichosa y necesita dedicación para que brinde frutos. Detrás de nosotros tenemos a seis personas, nuestros padres, apoyándonos; le dan valor a lo que nos hace feliz por encima de las cosas materiales que podamos obtener. Yo creo que el momento de crisis actual, en el que hay mucha violencia en la calle, le da apertura al rock, un género que se presta para la protesta y estamos viviendo en una época donde hay que tener bolas. En este país, si tienes miedo te quedas atrás.


disco l segundo Portada de

Del año pasado a éste, los precios de todo se han multiplicado brutalmente y eso golpea al músico y a todos los trabajadores ligados a la música. ¿Cómo hace un grupo venezolano para comprar o mantener sus equipos o salir a tocar fuera del país si no hay pasajes y si los consigues te cuestan diez veces más?

AP: Es una locura, a veces ni cuerdas de guitarra se consiguen. No recibimos ayuda de nadie, ni de instituciones gubernamentales ni de la empresa privada. El año pasado recibimos el Premio Banda Revelación en los Premios Pepsi, pero eso no significó ni un bolívar ni ninguna ayuda concreta, ni siquiera un email posterior a eso. Sabemos que los presupuestos de las marcas en Venezuela son mucho menores que en otros países. El gobierno maneja mucho dinero, pero si un país no puede apoyar su arte independiente, estamos muy mal. Tanto Bioshaft, como Tan Frío el Verano y nosotros, hemos tenido que cancelar nuestras presentaciones en el festival SBSW (South By Southwest, Austin, Texas) de este año. Sin embargo, si viajará Bituaya. La realidad es que son venezolanos y les deseo lo mejor, pero hay razones políticas con las que no estoy de acuerdo que hacen que tres bandas no reciban apoyo y otra sí. El año pasado hicimos el esfuerzo, pero hoy es imposible pagar esos precios. Las condiciones del país nos ponen una pared enfrente. Sobre esto publicamos un comunicado en nuestra web.

Según lo que reflejan los comunicados y opiniones de muchas bandas, músicos y artistas en general, parece obvío que estamos en un momento que limita el crecimiento y nos aísla. Nuestra moneda no vale nada y por lo tanto el fruto de nuestro trabajo se devalúa cada día.

AP: Totalmente. Hay bandas como Yeah Yeah Yeahs, de Nueva York, que fue descubierta la cuarta vez que tocó en el SBSW. Hay que sembrar para cosechar. ¿Cómo hacemos nosotros si tenemos que pagar por lo menos 50 mil bolívares por cada pasaje más estadía? Y eso aplica para cualquier otro festival. Perdemos entonces oportunidades para que nos vea algún caza talento, periodistas y público en general. Estamos encerrados, porque además aquí cada vez hay menos oportunidades de crecimiento para una banda independiente. Aparte del miedo a que nos roben los equipos, que después no podríamos reponer.

¿Qué planes tienen a corto y mediano plazo?

JM: Sacaré mi proyecto este año. Todos los músicos tenemos que apoyarnos y brindarnos la mano. Hay que crecer. El músico tiene que experimentar, no se debe quedar en un solo género. Mi proyecto es pop folk, yo toco guitarra, canto y toco el bombo. Andrés me ayuda en la producción. AP: Cada uno de nosotros tiene un proyecto individual, mientras HSB sigue siendo nuestro norte común. Lo más

probable es que emigremos. Tenemos tiempo queriendo incursionar en el mercado anglosajón, aunque no tenemos todavía el plan concreto. Mientras, vamos a sacar el segundo disco en físico así como nueva mercancía, pero la situación del país y la devaluación ha retrasado los planes. Estamos tocando muy poco, no porque no queramos, sino porque vivimos una especie de toque de queda. La situación está delicada, nuestros instrumentos son caros, son vintage y se compran en dólares, así que no está fácil tocar en cualquier sitio sin protocolos de seguridad. No significa que el rock pare. Para mí es importante el aspecto político, creo que el rock si no se utiliza para un bien social se malgasta. El país está despertando. Mientras, seguimos ensayando y trabajando en los proyectos solistas. Miranda tiene su proyecto y yo estoy trabajando con ella en eso. Luis Carlos está produciendo Aten Asteroid.

¿Sienten que en Venezuela ya cumplieron un ciclo?

AP: Siento que aquí hay un techo difícil de sobrepasar. Este año las cosas se han empeorado. Hemos aprendido a llevar la banda como una empresa, de forma ordenada y seria. Somos optimistas pero realistas. Sabemos que afuera uno es inmigrante, pero con dedicación y constancia se superan las limitaciones.

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BRANDT BRAUER FRICK Tecno sin truco Uno de los conciertos más atractivos y sorprendentes realizados en Caracas durante el 2013 fue el del trío Brandt Brauer Frick (ver Ladosis #30), cuya propuesta enmarcada dentro de los vastos linderos de la música electrónica escapa a las clasificaciones y tópicos del género y se erige triunfadora por entre el enorme bosque sonoro engendrado en Berlín, capital del mundo del tecno.

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Boris Felipe / @BorisFelipe68

La mayoría de las categorías y etiquetas que usamos tratando de contener en ellas la música, resultan chatas o vagas para presentar géneros o corrientes. La mayoría se quedan cortas o simplemente resultan hasta ridículas. El trío berlinés Brandt Brauer Frick pone en auténticas dificultades a quienes utilizan, precisamente, rótulos para encorsetar canciones o artistas. Estos alemanes trabajan dentro de la cuadratura de la “electrónica” (justamente una de las clasificaciones musicales más laxas) o del tecno, utilizando mucho más, o menos, que portátiles, teclados o cualquier artefacto que solemos asociar con esta música. Brandt Brauer Frick, comenzó su carrera discográfica en 2010 con el álbum You Make Me Real y desde allí dejaron claro que lo suyo era “hacer tecno sin la tecnología, usando instrumentos clásicos en lugar de sintetizadores o computadoras”, en sus propias palabras. Ver a este trío antes de subir a un escenario podría hacer pensar que se está en la antesala de un concierto de música académica o incluso jazz, no lucen las “típicas” camisetas o chaquetas tan vistas entre la fauna “electrónica”. Brandt Brauer Frick editó en 2013 su tercer y sorprendente

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disco, Miami. Sobre ese trabajo, su música y hasta del venezolano residente en Berlín, Miguel Toro, hablamos con Paul Frick, uno de sus integrantes, responsable de la batería, secuencias y algunos sintetizadores.

¿Alguien puede sorprenderse cuando, primero, escucha sus discos y luego los ve tocando en vivo?

Sí, creo que sí. Por lo general nos gusta tener mucha libertad tocando en vivo, sobre todo cuando solo somos nosotros tres, por lo que a menudo es bastante diferente a las versiones de estudio.

¿Todavía en sus presentaciones el público espera ver una banda de músicos conectados a sus computadoras portátiles?

Ni idea. Creemos que las computadoras portátiles son un elemento muy aburrido en el escenario. Alguien mirando una pantalla no suele dar mucha energía al público, por eso no las usamos.

¿Utilizan la misma cantidad de instrumentos en estudio y en directo?

No. En el estudio normalmente usamos más instrumentos. Salvo en nuestro álbum Mr. Machine en el que la configuración de instrumentos en el estudio y en el escenario era la misma. Cuando nos presentamos como un trío, tenemos que reducir todo un poco, por razones prácticas, pero también porque nos enfocamos mejor cuando tocamos con menos instrumentos. Nuestra configuración como trío es: batería acústica, algunos “pads” disparados desde un sintetizador batería Nord, un teclado Nord Wave, un Moog Minitaur, dos grooveboxes Korg Electribe cargados con nuestros sonidos de grabación, un pedal de loops, algunos efectos analógicos y un mezclador para ponerlo todo junto.

Su perfil en Wikipedia dice que son una banda de tecno. ¿Se sienten cómodos con esa definición? Está bien, pero sólo si ves el tecno como un gran campo, como lo hacemos nosotros.

A menudo nos preguntan cómo llamar a nuestra música y la verdad es que realmente no tenemos una respuesta. A veces lo llamamos “música corporal emocional”, ya que suponemos es música para el cuerpo y para el alma.

Están en el importante sello discográfico K7! ¿Con cuáles otros artistas de la misma firma sienten afinidad?

El sello ha lanzado un montón de buena música. Algunas grabaciones de Matthew Herbert, por ejemplo, definitivamente nos inspiraron mucho. También nos gusta el Dj-Kicks! de Motor City Drum Ensemble. Son demasiados artistas para contar.

El ritmo y el tempo de sus canciones es idéntico al de otros tipos de música “dance”. ¿Creen que su música es “dance”?

Sí, la mayor parte de ella. En nuestro álbum más reciente estiramos los tempos mucho en ambas direcciones, sin embargo, a veces nuestra música se va demasiado rápida o demasiado lenta para ser mezclada en sets de Djs estereotipados. Por supuesto, somos conscientes de que la mayoría de nuestras


Paul Frick (PF), además de ser uno de los vértices de Brandt Brauer Frick asume otros retos como, por ejemplo, hacer remezclas para otros talentos. En esas lides tuvo la oportunidad de trabajar un tema del venezolano residenciado en Alemania, Miguel Toro (MT), (ver Ladosis #9). Ambos, Frick y Toro, hablan de esa experiencia. Foto: Prensa

piezas no son fáciles de mezclar por un Dj, pero algunas son realmente muy eficientes en la pista de baile.

¿Qué música sueles escuchar en casa?

De todo, pero sobretodo del mundo de la electrónica. Últimamente, por ejemplo, el álbum más reciente de Thundercat, que es increíble. Por supuesto, Flying Lotus también. Max Graef que es un gran productor joven de Berlín. William Onyeabor. De todos modos estamos constantemente revisando la música nueva y vieja y también vemos a muchas otras bandas en los festivales en los que participamos.

¿Cuál es el mayor número de músicos que han utilizado en vivo? Hasta el momento doce, creo.

En su tercer álbum Miami utilizaron un tipo especial de voces ¿Quiénes colaboraron con sus voces?

Jamie Lidell, Om’Mas Keith, Nina Kraviz, Erika Janunger y Gudrun Gut. Queríamos trabajar con cantantes que son muy diferentes entre sí, para usar sus voces de distintas maneras.

La banda dijo que su visión de la música cambió con Miami. Exactamente ¿qué cambió?

Al principio nos veíamos más como un proyecto en vivo para clubes y con el tiempo nos volvimos más una banda. Nos aburrimos de la estructura típica de un número para pistas de baile, con esos elementos que suman poco a poco hasta que llegan a un pico (subidas y bajadas en la música). Ahora nos permitimos cambios más irracionales y repentinos, sorpresas, tal vez menos funcionalidad.

Hay muchos músicos latinos que trabajan en Alemania. ¿Crees que esos latinos añaden algo de valor a la escena electrónica alemana?

¡Por supuesto! En general, la riqueza musical de Berlín viene de todos los artistas internacionales que viven allí. Para tomar un ejemplo: Ricardo Villalobos (Chile) suena tan latino y alemán al mismo tiempo sin que se sienta en absoluto contradictorio.

Recientemente hiciste una remezcla de una canción de Miguel Toro. ¿Cómo conociste el trabajo de Miguel? PF: Mike Shannon me lo mostró y me gustó desde el principio. Es cálido, jazzy y orgánico, con un gran ritmo.

¿Qué canción elegiste? ¿Por qué?

PF: Elegí “Truco”, ya que tiene algunos elementos que al instante me dieron una idea de cómo usarlos a mi manera.

¿Cómo es la historia de la canción “Truco”? MT: Ese tema lo hice en 2008, fue el último que llegó al disco, Royal Dust, más bien se me apareció, pues estaba olvidado. En un día de limpieza de la computadora lo encontré y me pareció que tenía mérito.

¿Cómo fue la conexión con Paul Frick?

MT: Yo a Paul no lo conocía hasta que Mike Shannon (músico canadiense) por medio de K7! le pidió que hiciera un remix para Royal Dust. Le pasaron el disco en marzo de 2013 y le dijeron que escogiera el tema que quisiera y escogió “Truco”.

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The Beatles en su debut en Ed Sullivan Show, 9 de febrero de 1964. Foto: Ken Regan

Aunque en el Reino Unido, The Beatles era ya un fenómeno de masas en 1963 con sus dos primeros discos, en Estados Unidos hubo resistencia a aceptar que desde el otro lado del océano se aproximaba un tsunami que cambiaría para siempre las reglas de la industria musical. El 7 de febrero de 1964 aterrizaban en Nueva York, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, junto a su manager Brian Epstein, para presentarse dos días después en el famoso programa de TV, Ed

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Sullivan Show. Fue la primera vez que el público norteamericano vio a los cuatro jóvenes de Liverpool, lo que funcionó como un bálsamo para una sociedad traumada por el asesinato de su presidente, John Fitzgerald Kennedy, dos meses antes. La Beatlemanía alcanzó aquel año proporciones épicas que nadie estaba en capacidad de prever, encabezando la invasión británica a Norteamérica y el mundo. Juan Carlos Ballesta


telefónica enloqueció y James, cosa que nunca hacía, volvió a colocar el tema. El efecto rápidamente se extendió al resto del país e hizo que Capitol, después de un año de negativas, publicara “I Want To Hold Your Hand” el 26 de diciembre. En enero de 1964 se vendieron un millón de copias, convirtiéndose en el grupo con ventas más rápidas en la historia del sello.

Ed Sullivan, el visionario, a pesar de sí mismo

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Ed Sullivan presentando a The Beatles a la prensa.

En 1963, The Beatles editó sus dos primeros LPs, Please Please Me y With The Beatles, cargados de versiones de compositores estadounidenses y de interesante material propio. Ambos alcanzaron el primer lugar de ventas en Gran Bretaña, en una competencia en la que el segundo desplazó al primero, a pesar de que la disquera EMI/Parlophone había demorado el lanzamiento de With The Beatles para no producir ese solapamiento. Además, en 1963 también lanzaron varios singles (en formato vinil 45 rpm) que se convirtieron en auténticos éxitos en apenas días: “Please Please Me”/ “Ask Me Why”; “From Me to You”/ “Thank You Girl”; “She Loves You”/ “I’ll Get You” y “I Want to Hold Your Hand”/ “This Boy”. El impacto de “She Loves You” fue realmente inverosímil, logrando las más rápidas ventas en el Reino Unido hasta ese momento, con 750.000 ejemplares en cuatro semanas. Fue el primer single en vender más de un millón de copias y permaneció como el más grande vendedor en su país hasta que fue desplazado en 1978 por “Mull of Kintyre” de Wings (el grupo de McCartney post-Beatles). En el resto de Europa la Beatlemanía también había comenzado su ascenso, siendo Suecia el primer país en el que realizaron una gira (cinco fechas en octubre de 1963). A pesar del terremoto europeo, en Estados Unidos apenas se conocía de la existencia de un grupo formado por cuatro jóvenes “melenudos” provenientes de Liverpool. Las disqueras norteamericanas estaban concentradas en sustituir los recientes e incendiarios héroes del rock and roll como Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Little Richard o Bill Haley, por cantantes y grupos más manejables. Así, las listas de aquellos primeros años 60 fueron ocupadas por Bobby Vinton, Brenda Lee, The Shirelles, The Ronettes, Neil Sedaka, Paul Anka y una larga lista de intérpretes, en su mayoría de presentación intachable y canciones edulcoradas. A Elvis Presley también le crearon un nicho especial, poniéndolo

a protagonizar una serie de películas de dudosa calidad orientadas a su insaciable público femenino. Su desconexión con la nueva generación se hizo evidente en toda aquella década. El asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy había dejado tocada a la sociedad estadounidense, así que la industria del entretenimiento debía encargarse de ocupar las mentes de sus ciudadanos, como ya había ocurrido en los años de la segunda guerra y los que siguieron. Capitol Records, socio comercial en Estados Unidos de EMI Records, se había negado una y otra vez a atender las evidencias que se producían al otro lado del océano. Las peticiones de EMI a través del manager de los Beatles, Brian Epstein, eran repetidamente negadas con el mensaje: “Not Suitable for the US Market” (No apropiado para el mercado de Estados Unidos). Sus ejecutivos mostraban una ceguera manifiesta y una actitud recalcitrante ante las nuevas propuestas, en especial si no provenían de su país o no habían sido creadas por ellos mismos. Así las cosas, solo algunos sucesos incontestables pudieron cambiar los hechos. EMI, ya en el límite de su paciencia, había mandado a su abogado, Paul Marshall, a buscar otras posibilidades para publicar material de los Beatles, pero solo pudo conseguir un acuerdo con Vee-Jay, un pequeño sello independiente de Chicago, que a la postre ocasionó problemas con los royalties. Epstein invirtió 40 mil dólares en una campaña de publicidad y convenció al locutor de radio, Carrol James, para que difundiera las canciones en su programa. Aunque la música de los Beatles no cuadraba con Nat King Cole y otros temas pop que James difundía, su intriga lo llevó a encargar a una aeromoza una copia de “I Want to Hold Your Hand”. El 17 de diciembre, con Marsha Albert de invitada, sonó por primera vez en Estados Unidos. Tras el final “ha-a-a-a-a-and” la central

El empresario y veterano animador de televisión, quien para entonces estaba curtido en el mundo del espectáculo fungiendo de vitrina para artistas de todo tipo, desde cantantes a magos, bailarines, humoristas e incluso el famoso muñeco Topo Giggio, decidió invertir en The Beatles. No pudo tomar una mejor decisión a sus 62 años. En noviembre de 1963, mientras “She Loves You” era un huracán en Gran Bretaña, el segundo disco alcanzaba ventas de 500 mil ejemplares en una semana y aún Carrol James no los colocaba en su programa, Epstein viajó una semana a Nueva York. En las calles de la ciudad los Beatles no existían. En las tiendas de discos nadie sabía que grupo era ese. Las cosas, sin embargo, tomaron un giro cuando el abnegado manager del cuarteto logró reunirse con Ed Sullivan en el Hotel Delmonico, quien le propuso lo que lucía como un extravagante acuerdo: tres apariciones en su show por 4.500 dólares cada una, cinco boletos aéreos y todos los gastos cubiertos mientras estuvieran en Estados Unidos. La oferta era oro puro y Epstein lo sabía, más aun sin un contrato discográfico sólido y sin haber sonado en radio. El 7 de febrero aterrizaron en el recientemente bautizado aeropuerto JFK, mientras cinco mil fervientes admiradores, curiosos, fotógrafos y periodistas, esperaban. La rueda de prensa dejó a todos confundidos y expectantes. Los cuatro se habían desenvuelto con una mezcla de humor, cierto cinismo e ingenuidad. A la pregunta “¿Qué piensan de Beethoven?”, Ringo contestó “Grande. Especialmente sus poemas”. Al día siguiente tenían pautada una sesión de fotos en el Central Park y un ensayo. Harrison se enfermó y los temores se acrecentaron. Los Beatles sin él no eran los Beatles. Solo John, Paul y Ringo asistieron a las actividades. Afortunadamente, George amaneció bien el domingo 9 de febrero, el gran día. Los alrededores del Hotel Plaza se convirtieron en un maremágnum de mujeres, adolescentes la mayoría, que impedían la circulación vehicular. Para los cuatro ingleses todo era un sueño. Ni siquiera daban crédito de los lujos que tenían en las habitaciones del hotel. En unos días apareció todo tipo de merchandising, sin autorización oficial. Si en algo falló Epstein fue en controlar

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ese aspecto. Nunca tuvo la visión de convertir esa oportunidad en un negocio multimillonario, como después lo fue. En los meses de la Beatlemanía en 1964, cientos de productos llevaron el logo de los Beatles, sin licencia, sin pagar royalties ni pedir permiso. Tampoco funcionó bien el acuerdo con el empresario Nicky Byrne, quien a su vez licenció a muchas otras empresas las cuales inundaron el mercado con todo tipo de mercancía. The Wall Street Journal predijo: “En los próximos 12 meses los teenagers se habrán gastado 50 millones de dólares en muñecos, tazas, franelas, suéteres, champús, juegos y muchos otros objetos de los Beatles”. Buena parte de ese dinero fue a parar a manos de intermediarios y otros negociantes. La fiebre era total y los Beatles no se beneficiaron tanto como debían, al menos financieramente. Epstein, no obstante, era un tipo con visión y carácter. Las condiciones técnicas en el show de Sullivan no eran las mejores, muchas veces los productores ponían a los artistas a tocar con el grupo residente que incluía metales y cuerdas. Los Beatles tocarían al natural, sin ayuda, así lo exigió Brian. Se habían ganado el respeto y nada más se dijo de la cadena de insultos que habían recibido, entre ellos “Stone-cold dead in the U.S. marketplace” (una fría muerte en el mercado norteamericano). Nada más lejos de la realidad. Hay un dato demoledor: en el corto tiempo que había pasado de 1964, el 60% de todas las ventas discográficas del país correspondían a Los Beatles. Las prensas de Capitol no se dieron a basto por la demanda y tuvieron que recurrir a RCA y Columbia, que eran competencia.

9 de febrero: el día más importante

No lucían nerviosos. Ya habían pasado por ello en Londres y Manchester. Obviamente, esta era una audiencia muy superior y un programa considerado una institución por el que habían pasado Sinatra, Presley, Judy Garland…Fuera de los estudios de la CBS la imagen era inusual, extraordinaria. La policía a caballo patrullaba Broadway, donde miles de fanáticos soñaban con entrar. Sullivan, tratando de maximizar su inversión, propuso grabar un show más temprano para ser transmitido el domingo 23 de febrero, un día después del regreso de la banda a Inglaterra. A las 2:30 p.m. esperaban pacientes la señal para comenzar a tocar. “Twist and Shouts” resonó en el estudio, una versión sólida y visceral, con John desplegando el lado más ronco de su voz mientras Paul y George, en un solo micrófono, respondían al “Shake it up baby” hasta finalmente llegar los tres juntos al “woooooo” batiendo las cabezas. La audiencia femenina enloqueció. Sin dejar chance al público arrancaron con “Please Please Me”… “last night I said these words to m-y-y-y—g-i-r-r-r-l…” Para el momento de cantar “come on” y “please please me, wo yeah…” el estudio se había vuelto salvaje. La histeria llegó al paroxismo con “I Want to Hold Your Hands”. Los Beatles, sin embargo, no quedaron contentos. Uno de los micros no funcionó y la voz de John apenas se oía en la mezcla interna, a pesar de haber ensayado previamente y mostrado a los técnicos la forma en que deseaban escuchar la mezcla.

Ensayo el 9 de febrero de 1964, que fue transmitido el 23 de febrero.

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Foto: Michael Ochs Archives/Getty Images.

De regreso al Studio 50 para el show televisado, Harrison reclamó al productor del show, Bob Precht, sobre la calidad inaceptable del sonido. No era un juego lo que venía. Habían solicitado invitación más de 50 mil personas y nunca antes tantos fotógrafos pidieron acreditarse. A las 8 p.m. del 9 de febrero, el 60% de los televisores de Estados Unidos tenían sintonizado CBS, un estimado de 74 millones de personas. Padres e hijos sentados juntos, unos temerosos y críticos, los otros inquietos y expectantes. Para los padres el fenómeno era sospechoso (el acento, el look, el rock and roll…) y después de sobrevivir a Elvis, no aceptarían otro arrebato de frenesí y locura. Sullivan hizo la presentación: “Ahora, ayer y hoy, nuestro teatro ha sido invadido por periodistas y cientos de fotógrafos de toda la nación, y estos veteranos concuerdan conmigo en que la ciudad nunca fue testigo de una emoción como la que motivan estos jovenzuelos de Liverpool quienes se hacen llamar The Beatles. Ahora, esta noche, ustedes serán entretenidos dos veces por ellos, justo ahora y en la segunda parte del show. Damas y caballeros…The Beatles!” Y de inmediato comenzaron con “All My Loving”, seguida por “Till There Was You” y “She Loves You”, cuyo “yeah yeah yeah” enloqueció a todos. Regresaron con “I Saw Her Standing There” y “I Want To Hold Your Hand”. La presentación fue contundente y el país entero se conmocionó. Sin embargo, las críticas en los medios fueron más bien negativas, como si les costara reconocer el valor de cuatro jóvenes británicos, no estadounidenses. The New York Times lo catalogó como “nada más que una moda”. Herald Tribune dijo: “aparentemente no pudieron traerse una melodía a través del Atlántico”. The Washington Post escribió: “lucen absolutamente conservadores… asexuales y domésticos”. Newsweek fue más allá: “Visualmente son una pesadilla: apuestos bohemios con trajes eduardianos y grandes recipientes de pudín como cabello. Musicalmente son un desastre, las guitarras y batería que no da un buen golpe, ni armonías ni melodía. Sus letras son una catástrofe, una absurda mezcla de sentimientos románticos de una tarjeta de San Valentín”. Incluso Walter Conkite, uno de los pocos animadores de TV que los entrevistó, tuvo comentarios negativos: “Me espanté con la música, no me gustaron para nada. Su aparición me ofendió. Aunque el cabello apenas caía al comienzo de sus orejas, era radicalmente distinto a como se llevaban los peinados en aquellos días”. La historia los aplastó a todos muy pronto, mientras el “fenómeno beatle” se instaló para siempre.



MADONNA 21 años de Sex

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El más reciente álbum en estudio de Madonna, MDNA (2012), sumado al taquillero y laureado tour mundial, son una prueba de su vigencia. También lo es el no menos controversial libro “Sex”, que acaba de cumplir la mayoría de edad. Considerado hoy como un objeto de culto, la icónica obra editorial desató numerosos comentarios, a favor y en contra, con el mismo fervor generado por sus impactantes imágenes explícitas, rodeada de mujeres y hombres, famosos y desconocidos, en escenas que van desde lo sadomasoquista hasta el homo erotismo, para delicia de seguidores y detractores por igual. Adentrándonos en la cápsula del tiempo, el reloj se detiene en el año 1992. Madonna preparaba su quinta producción discográfica en estudio, titulada Erótica, editada por la recién inaugurada disquera de su propiedad, Maverick Records y distribuido mundialmente por Warner Music. También rodaba “Body of Evidence” (El Cuerpo del Delito), film de suspenso con fuertes escenas de contenido erótico producido por Dino de Laurentis y dirigida por Uli Edel, junto a los actores William Dafoe y Joe Mantegna.

¿De qué se trataba “Sex”?

Como guinda de un apetitoso cocktail, Madonna lanza el polémico “Sex Book”: ¿Qué tan dispuesto estás de plasmar en un texto o en una publicación, tus fantasías sexuales? Bajo esta premisa se publica el 21 de octubre de 1992, el explosivo y rompe-esquemas libro “Sex”, editado en España por Ediciones B con un tiraje

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Fotos: Steven Meisel

“Sólo aquel que te hiere puede consolarte. Sólo aquel que te hiere puede hacerte sentirte mejor. Sólo aquel que te inflige el dolor puede apartarlo de ti”. Extraído del Libro Sex y el Tema Erótica. 1992.

“único e irrepetible de 25.000 ejemplares”, y por Warner Books para Estados Unidos, Japón y el resto del mundo. Su tiraje total pasó las 100.000 unidades. Embolsado en una lujosa funda tornasol plateada y con portadas de metal enumeradas en el extremo inferior de la tapa trasera, distinguidos con una X como símbolo, y la inserción de una separata de comics al final del libro, esta publicación contiene fotos e imágenes a full color, blanco y negro y en tonos sepia de Steve Meisel, artífice de la célebre portada del disco Like a Virgin (1984), segundo álbum en estudio de “la ambición rubia”. En palabras de la misma Madonna: “Este libro trata sobre sexo. El sexo NO es amor. El Amor NO es sexo. Pero lo mejor de ambos mundos surge en el instante en que se encuentran. Puedes amar a Dios, puedes amar al planeta, puedes amar a la raza humana y amar todo lo que quieras,

pero la mejor manera de que los seres humanos muestren Amor es amándose los unos a los otros. Es el modo de difundir el amor a través del universo: del Uno al Otro. El amor es algo que hacemos. Pásalo”… Para dejarlo sentado por escrito, Madonna aclaró que el libro trata además, sobre “fantasías que me he inventado… Cualquier parecido entre los personajes y sucesos descritos en este libro con personas y hechos reales no es sólo pura coincidencia, es ridículo”. A su juicio, “Nada en este libro es cierto, todo es invención mía”. El libro incluye además, numerosos textos de la artista, muchos de ellos manuscritos, firmados bajo el alter ego de Dita Parlo, con todo lo que se atrevió a contar sobre su vida sexual y su filosofía vital al respecto. Un elaboradísimo diseño gráfico y un CD single exclusivo completan el empaque que según la nota de prensa publicada por Ediciones B para la ocasión, resulta ser “imprescindible para cualquier seguidor de la provocadora obra de Madonna o coleccionistas de piezas básicas de la cultura sociológica de fin de siglo”.

Colaboraciones e Invitados de Lujo

Madonna expresa su gratitud “a las personas que se quitaron la ropa cuando se los pedí: Isabella Rossellini, Naomi Campbell, Tony Ward, Tatiana Von Furstenburg, Ingrid Casaras, Big Daddy Kane, Vanilla Ice, Daniel De La Falaise, así como diversos artistas plásticos y modelos contratados para tal fin, además de la


Cuando hablamos de La Reina del Pop es imposible dejar de lado su talante provocador y polémico, así como su tino para reinventarse. 30 años de exitosa carrera artística, 12 álbumes, 9 giras, 78 sencillos, 67 videos y más de 500 millones de discos vendidos, son cifras que reflejan el impacto que Madonna Louise Veronica Ciccone, nombre completo de la diva nacida en Michigan, Detroit (Estados Unidos) el 16 de agosto de 1958, ha tenido en la industria del entretenimiento. Entre todo su arsenal, destaca el libro “Sex”, editado originalmente en 1992, hace justo 21 años. Carlos Medina

colaboración de los ciudadanos de Florida, por no atropellarme cuando corría desnuda por las calles”. Varias de las fotos más célebres de este libro son, justamente las que muestran a Madonna tomando un taxi sólo con un cigarrillo encendido en sus labios y una cartera en la mano izquierda, parando el tráfico en topless junto al modelo Tony Ward, llenando el tanque de vehículo descapotable, marca Ford, en una gasolinera, vestida con una malla de encajes, o guindada del garfio de una embarcación en la costa de Miami, por citar solo algunas.

Venezuela no escapa a la tentación y el embrujo del Libro “Sex”

En Venezuela fue distribuido como producto importado, y en su edición en español, directamente por Librerías Las Novedades, costaba 12.000 bolívares de los antiguos, toda una fortuna en el 1992, teniendo que conformarnos con los recordados suplementos de la extinta publicación “Crónica Policial”, que reproducían algunas de las llamativas imágenes del libro. Para hacernos una idea del elevado precio del “Sex Book”, la entrada al famoso concierto de Gun’s & Roses efectuado en Venezuela, el 25 de noviembre de aquel año, costaba 2.500 bolívares, mientras que una beca promedio de un estudiante universitario fluctuaba entre 1.900 y 3.600 bolívares. Es decir, casi 4 veces una mesada…

Adoradores y detractores

Si bien es cierto que “Sex” es una auténtica pieza apetecible, no sólo para los Madonna Fans más fieles y consecuentes, sino para reputados coleccionistas a través de Internet, los cuales llegan a ofrecer por el mismo, como precio base de $150 en adelante, esta singular publicación no escapó a los comentarios de los detractores y observaciones críticas en tono fustigador y satírico. Parodias en programas cómicos, en el caso del mítico programa de comedias Saturday Night Live, con más de 30 años al aire, dieron su punto de vista crítico al respecto, recreando sesiones fotográficas, pasajes y frases del libro, además de escandalizarse por el elevado precio del libro ($50). Memorable es el sketch donde una actriz se monta en una bicicleta vestida de conejita Playboy, mientras que actores del elenco curiosean y comentan el libro, en vivo y con morbo, todo con la finalidad de causar risas en la audiencia.

El Sexo vende, pero de lo bueno, poco…

Una máxima de la mercadotecnia plantea lo siguiente: El sexo vende. Sentencia que no ha dejado de perder vigencia con el paso de los años y la aparición de la web y las redes sociales en el espectro tecnológico y comunicacional. Sin embargo, toda regla tiene su excepción. Así como el sexo vende, todo en cantidades excesivas causa rechazo y saturación. De lo bueno, poco. El Libro “Sex” comprendió un lanzamiento triple, con un alto contenido sexual y erótico, que si bien es cierto, estimula apetencias y logra configurar la existencia de artículos de colección y culto, su aparición en el mercado, de forma simultánea, sin descanso ni tregua, causó el efecto contrario al esperado por sus realizadores.

Intentos fallidos por lograr su re-edición

A partir del éxito editorial que “la chica material” lograra obtener como producto

de la publicación en 2003, de una serie de libros de cuentos infantiles, con títulos como The English Roses (Las rosas inglesas), se pensó en la posibilidad de reeditarlo, por parte de Warner Books, casa editorial poseedora de los derechos de publicación del libro “Sex”, pero recibieron por parte de la artista ítaloamericana una negativa profunda e irreversible, alegando estar en un nivel diferente en su carrera, y que dicha publicación tuvo un contexto específico que no se compagina con los roles de madre y escritora que actualmente desempeña, admirablemente, además. Podemos concluir, sin duda, que esta obra representa un objeto de memorabilia excepcional, valorada por muchos y desestimada por otros, tanto por su discutible legado artístico para los más puristas, como por la importancia que le dan millones de seguidores de la artista y coleccionistas en general, motivado a la profusión de imágenes impresionantes, llenas de colorido, con una estética retro/avant-garde y transgresora para la época, lo cual le otorga un sentido atemporal. La polémica ha estado servida desde su publicación en 1992 y se mantiene 21 años después. Si llega a tus manos, consérvalo. Si vas a venderlo, ¡piénsalo bien! En caso contrario, ofrece por él un precio alto. De no ser así, por ser una pieza que no será reeditada en mucho tiempo, has de arrepentirse por mucho tiempo… Publicación original: VERSATIL Magazine Erotica. Edición Especial 5to. Aniversario Nº 10. 2009. Fotos: Warner Books (Cortesía). Texto revisado y actualizado para Ladosis.

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CRÓNICAS DEL GRAMMY 2014

Los robots millonarios, la teenager sin artificios y la insolencia de unos raperos coleados. I

Fotos: Cortesía de TNT

Gracias a la invitación de DLB Group, agencia en Venezuela de TNT LA, canal con la exclusividad de transmisión del 56th Grammy Awards para Latinoamérica, asistimos a la ceremonia realizada en el Staples Center de Los Ángeles, California, el pasado 26 de enero. Durante las casi cuatro horas que duró el show, pudimos disfrutar de la que hasta ahora ha sido la más variopinta selección de invitados y de una producción meticulosa, calculada milimétricamente, en la que cupieron desde Paul McCartney y Ringo Starr hasta Beyoncé y Metallica. Los mayores triunfadores fueron la joven neozelandesa Lorde, el dúo francés Daft Punk y los raperos Mackelmore & Ryan Lewis. Una experiencia sin duda única. Juan Carlos Ballesta

Paul McCartney & Ringo Starr

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N

No es un secreto que desde los tiempos de la segunda guerra mundial, la industria del entretenimiento ha sido dominada y conducida por Estados Unidos. Incluso antes de eso, en la década de los años 30, cuando el boom del cine sonoro, ya se vislumbraba esa hegemonía, construida entonces sobre la base de la poca competencia que supuso Europa, sumida en guerras y luego preocupada en su reconstrucción. Bueno es reconocer que las ingentes inversiones en infraestructura (estudios de grabación y cine, teatros, complejos culturales, etc., etc.), así como el apoyo a los medios de difusión y las redes de distribución en todo el mundo, consolidaron a Estados Unidos como el primer país productor y exportador de entretenimiento en el sentido más amplio del término, con lo que el estilo de vida americano se popularizó en todo el planeta. No es casualidad, por tanto, que los premios más seguidos en el mundo

Imagine Dragons & Kendrick Lamar

hayan nacido de las mentes preclaras de algunos empresarios, apuntalados por leyes, la clase política y la industria del entretenimiento. Así, el Oscar, los Grammy Awards, los Emmy, los Golden Globe y unos cuantos más se han convertido en referencia, a veces, no tanto por el mérito artístico de algunos premiados, sino por todo lo que envuelve un reconocimiento de tal importancia en el que participa buena parte de la industria, empleando a cientos de personas y generando una incesante actividad a lo largo de un año. En el caso del Grammy, son 56 ceremonias de entrega, y unos cuantos procesos anteriores.

La meca de la farándula planetaria

Llegar a Los Ángeles en plena efervescencia de la ceremonia es de por sí una vivencia muy valiosa. El vuelo Miami-L.A. del sábado 25, llevó a una buena cantidad de músicos, productores, periodistas e invitados, que también aprovecharon la coincidencia del NAMM


CRÓNICAS DEL GRAMMY

Show, un mega evento que cada año organizan los fabricantes de instrumentos musicales en Anaheim. Una vez en LA el ambiente se potenció. La zona de Hollywood, donde nos alojamos, cobija una sensación de faranduleo implícita. La Avenida Hollywood posee decenas de tiendas alusivas al cine, y su piso está adornado por las famosas estrellas con nombres de actores, actrices, directores y gente ligada a la actividad. Al lado, la emblemática Sunset Bulevard recuerda los tiempos gloriosos del rock de los 60 y 70 y los famosos Rainbow Bar, Whisky A Go Go y Roxy Theatre. El fantasma de The Doors pululaba inquieto. Poder asistir a una ceremonia de entrega es comprobar el nivel de perfección al que se puede llegar en una producción. Aunque nuestra ubicación en principio no parecía la mejor, nos permitió poder observar cómo se trabaja detrás de los grandes paneles (con pantallas de leds incluidas) que servían para separar la parte de la tarima más cercana al público con los espacios destinados para las presentaciones de los artistas invitados. En apenas minutos, el tiempo que duraban las pausas comerciales, el personal técnico hacía maravillas para cambiarlo absolutamente todo mientras de las muchísimas cornetas colgadas del techo en todas las direcciones sonaban Janis Joplin, The Clash, The Rolling Stones y otros clásicos. El show contó con la animación de LL Cool J y de reconocidas figuras que presentaron las diferentes categorías. Con el tiempo milimétricamente medido, la ceremonia se extendió por casi 4 horas, aunque la diversidad musical escogida evitó el cansancio. Ser nominado a un Grammy es ya un triunfo y una muy importante adición a la hoja de vida de un artista. Más allá del proceso previo que hay que seguir para llegar a ser nominado, del cual muchos artistas prescinden y quedan excluidos, este reconocimiento trasciende las fronteras.

Lorde

El polivalente show

La ceremonia de entrega de premios es un show entendido para televisión. Estar en el sitio es un enorme plus que ayuda a entenderlo. Todo el desarrollo está concebido para la pantalla y se realiza en vivo, con poco o ningún margen de error. La transmisión de 2014 batió todos los records para un programa musical, con 28 millones de espectadores sólo en Estados Unidos. El show comenzó con una arrebatadora presentación de Beyoncé y su pareja, el productor Jay Z, interpretando “Drunk in love”. El componente de erotismo puso el listón bastante alto para el resto de los participantes y mantuvo muy pendientes a los censores. Durante la noche hubo de todo: folk, country, electrónica, rock en varias vertientes, pop, soul, hip hop…Y, como es lógico, unas presentaciones fueron mejores que otras. La adolescente Lorde, se presentó en la pequeña tarima redonda ubicada en el centro del Staples para realizar una rendición austera de su laureada canción “Royals”, que habla acerca de la resistencia contra el materialismo de la cultura pop. Allí mismo, en el mero centro de la industria pop, la neozelandesa se atrevió, sin artificios de ninguna clase. Una de las más impactantes apariciones fue la de Pink, quien descendió en plan circense del altísimo techo cantando “Try” al mismo tiempo que se contoneaba, hasta llegar a la tarima para cantar “Just Give me a Reason” a dueto con Nate Ruess de la banda Fun. No era la primera vez que realizaba un performance acrobático, pero éste le quedó redondo. Otras dos mujeres, Carole King y Sara Bareilles (a quienes presentó Cindy Lauper), protagonizaron un magnífico encuentro multi generacional cantando “Beautiful” y “Brave”, ambas al piano.

Sin duda que uno de los momentos más esperados fue el del dúo francés Daft Punk, acompañado de Pharrel Williams, Nile Rodgers (del grupo Chic) y el legendario Stevie Wonder, quienes hicieron una pegadiza mezcla de disco, soul y electrónica. Los franceses se mantuvieron en sus uniformes blancos en plan robótico y cascos especialmente diseñados que incluían refrigeración, aunque al principio recibieron su primer premio en rigurosos trajes negros. Nunca pronunciaron palabra. Un encuentro que había generado gran emoción fue el de Paul McCartney y Ringo Starr, a 50 años de su primer aterrizaje en Estados Unidos. Extrañamente, fueron introducidos por la actriz Julia Roberts, en campaña para el Oscar. Juntos tocaron “Queenie Eye”, del nuevo disco de Macca, New, aunque probablemente el poco ensayo hizo que también tocara el habitual baterista de Paul, Abe Laboriel Jr. Al final, ambos se tomaron de la mano, un momento que no tiene precio haberlo visto. Antes, Ringo (introducido por un balbuceante Ozzy Osborne y sus compañeros de Black Sabbath) había cantado uno de sus éxitos de los 70, “Photograph”. Durante algunas pausas comerciales, el público coreaba “Ringo, Ringo…” y él se paraba a saludar. Apenas terminaron, salieron Gloria Estefan y Marc Anthony a presentar el siguiente premio lo que me produjo un shock de realidad Caribe. Otra de las celebradas reuniones fue la de las leyendas del country-folk, Willie Nelson, Kriss Kristofferson y Merle Haggard, a quienes se unió Blake Shelton. Nunca mejor que en el mero lugar para disfrutar de un medley de estos venerables músicos. Por su parte, la veteranísima banda Chicago hizo un paseo por algunos de sus viejos éxitos

Pink

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CR Ó N ICAS D EL G R AMMY

–afortunadamente de su mejor época en los 70– junto a Robin Thicke, quien resultó bastante aburrido. En plan homenaje a Phil Everly, quien murió el 3 de enero, Billie Joe Armstrong (Green Day) y Miranda Lambert cantaron “When will I Be Loved”, aunque pocos entendieron porqué el dueto no fue con Norah Jones, con quien Armstrong editó un disco de canciones de los Everly Brothers. Kate Perry hizo una actuación “on fire”, aunque algo previsible. Tampoco impresionó mucho Taylor Swift, aunque su popularidad es tremenda. Keith Urban y Gary Clark Jr. tampoco impresionaron. John Legend estuvo emotivo tocando solo con el piano en el escenario central. Una de las colaboraciones que en papel lucía más descabellada fue la de Metallica con el afamado pianista académico chino Lang Lang, quienes hicieron una bombástica interpretación del tema “One”. Fueron los únicos a quienes se les otorgó el escenario completo. Su presentación la habían hecho Smokey Robinson y Steven Tyler, a quien se le fue un estruendoso gallo cantando a capella el tema de Robinson “You Really Got a Hold Me”. La colaboración tuvo sus defensores y detractores. Otra incendiaria participación fue la de Imagine Dragons con el rapero Kendrick Lamar, quienes tocaron “Radioactive” y “Good Kid M.A.A.D City”, con tambores y pirotecnia. Fue, sin duda, un performance bien logrado, aunque Lamar haya tratado de ganar protagonismo. Uno de los momentos más hollywoodescos fue cuando la pareja Mackelmore y Ryan Lewis cantaron “Same Love” mientras Queen Latifah “oficiaba”, bajo el permiso del condado de Los Ángeles, el matrimonio de 33 parejas del mismo sexo. En medio del jolgorio apareció una avejentada Madonna para cantar “Open Your Heart”, vestida con pantalón y chaqueta blanca. El segmento fue criticado por algunos conservadores, quienes describieron el acto como “matrimonios basados en la sodomía”. El final del evento estaba reservado para la reunión de Trent Reznor (Nine Inch Nails), Lindsay Buckingham (Fleetwood Mac), Dave Grohl (Nirvana, Foo Fighters) y Queens of Stone Age. Fue una reunión de monstruos a la que le habían otorgado cuatro minutos y lo extendieron a seis, razón por la cual la transmisión fue cortada mientras aun tocaban. En el sitio, aunque pudimos verlo completo, algunos no creían que eso fuera el cierre de la ceremonia. En unos minutos el gigantesco recinto se vació, la mayoría se retiró por las calles del majestuoso downtown L.A. y unos pocos privilegiados se fueron al after-party.

Daft Punk

Los premiados

Durante el show televisado se entregaron apenas 10 de las 82 categorías. Las 72 restantes fueron entregadas en un evento previo realizado en el Nokia Theatre de Los Ángeles. Los grandes triunfadores de la edición 56 fueron Daft Punk (“Get Lucky” como grabación, Random Acces Memory como álbum, pop group perfomance, disco de dance/ electrónica); Lorde (“Royals” como canción del año, pop solo performance); y Mackelmore y Ryan Lewis (nuevo artista, rap perfomance, canción rap, álbum de rap), a los que muchos consideraron fuera del rap (sólo en el Grammy no se habla de hip hop, un término más amplio) un caso similar al que ocurrió cuando Jethro Tull ganó el Grammy como mejor banda de heavy metal, compitiendo contra Metallica. Derrotaron a pesos pesados como Jay Z o Kanye West. También Paul McCartney tuvo su noche con tres premios: “Cut me Some Slack” como mejor canción rock junto a los miembros sobrevivientes de Nirvana (Kris Novoselic, Dave Grohl y Pat Smear); Wings Over America, mejor reedición; mejor film musical con Live Kisses. Hubo algunas nominaciones discutibles como la del disco Celebration Day de Led Zeppelin, grabado en 2007 por una banda no activa disuelta en 1980. El hecho es que la mítica banda inglesa nunca había ganado un Grammy, hasta ahora que se lo llevó como mejor disco de rock y quizá era

su última oportunidad. En uno de los más interesantes renglones (álbum de música alternativa), ganó Vampire Weekend. Como mejor productor no clásico fue premiado Pharrell Williams. El mejor álbum de pop recayó en Unorthodox Jukebox de Bruno Mars. La primera mujer que triunfa en la categoría de álbum instrumental de jazz fue Terri Lyne Carrington, mientras que Wayne Shorter y Gregory Porter ganaron como mejor solista de improvisación en jazz y álbum vocal de jazz. Otros premiados fueron Imaginary Dragons (rock perfomance), Black Sabbath (metal performance), Alicia Keys (álbum de R&B), Rihanna (álbum contemporáneo urbano), Kacy Musgraves (álbum de country), Ben Harper y Charlie Musselwhite (álbum de blues), Guy Clark (álbum de folk), Justin Timberlake y Jay Z (video musical), entre otros. En las categorías latinas triunfaron Paquito D’ Rivera (álbum de latin jazz), Draco Rosa (álbum de pop latino) y Santa Cecilia (álbum de rock/alternativo/ urbano), en el que competía Los Amigos Invisibles. Aunque se mencionó brevemente en el show televisivo, fue muy importante el premio especial por su trayectoria que se le otorgó a la legendaria agrupación alemana de synth pop, Kraftwerk, referencia obligada de todo músico electrónico, incluyendo por supuesto a Daft Punk.

Paul McCartney y Nirvana

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AHÍ ESTUVIMOS

Rock and Mau Centro Cultural BOD, Caracas. (Diciembre 17, 2013)

Fotos: Emilio Méndez

Cada nueva presentación de este maravilloso proyecto (ver Ladosis #28) agrega nuevos elementos. Mucho ha ocurrido en dos años, desde aquel primer intento en diciembre de 2011, un globo de ensayo que fructificó gracias a Álvaro Paiva y Diego “El Negro” Álvarez, y al cual se han ido sumando muchos músicos, tanto del rock como del amplio abanico que se engloba dentro de la Movida Acústica Urbana. Tras el ambicioso experimento con orquesta realizado en octubre de 2013, Paiva y su combo de alto nivel compuesto por 12 músicos (César Natera, Eric Chacón, Jorge Torres, Antony Pérez, Hugo Fuguet, Jorge Glem, Manuel Rangel, Luis Freitas, Rodner Padilla, Diego Álvarez, Yonathan Gavidia y Adolfo Herrera), presentaron un doble show bautizado como “Sesiones en Navidad”, en el que hubo sustanciales variaciones en el repertorio y en los invitados, lo que quizá produjo altos y bajos poco habituales. Tras la presentación de Francisco Granados, comenzó la fiesta con Beto Montenegro de Rawayana a ritmo de vals, seguido por Mattía Medina (Charliepapa), cantando “Hamada del Draa”, con un excelente violín de Natera y gran guitarrazo de Fuguet. La única mujer, Nana Cadavieco, con su siempre atractivo vestuario, cantó una sosegada y bluesera versión de “No Hay”. Uno de los debutantes fue el cantante de Buenaparte, Nelson Castro, quien cantó “Entre acordes torpes” a ritmo de gaita de tambora. Él y Reynaldo Goitía de Tomates Fritos, interpretaron la excelente “Eterna soledad”. Otro que hizo su primera aparición fue Fauadz Kassen, cantante de la banda de Acarigua, La Abuela Disco, que interpretó “Polvo Lunar” sin mover demasiado al público. Luego apareció Alejandro Sojo de Los Colores, cada día más desenvuelto y afinado, para cantar “O.K.”, navegando de la bossa al bambuco. Fue un punto álgido que se potenció con Gaélica, con la gran intervención de Antony Pérez en la trompeta y flugelhorn.

Paradójicamente, la muñeira que tocaron fue lo que sonó más rockero hasta ese momento. Rodrigo Gonsalves de Vinoloversus, con Rodner Padilla en la melódica, cantó “Al final”, pero el arreglo no lo dejó desarrollarse como en ocasiones anteriores, como tampoco a Alberto Arcas de Okills. Al contrario ocurrió con el falconiano Vargas y el excelente arreglo del tema “Ciclo (siempre querré volver)”, que cantó esta vez sin su teclado. El zuliano Ulises Hadjis cantó “Donde va” de la misma manera que lo canta siempre, solo que ahora sobre una gaita de tambora. De nuevo Alejandro Sojo deslumbró cantando ese clásico instantáneo llamado precisamente “Clásico”, con intervenciones brillantes de la trompeta, violín y guitarra eléctrica. La conocida pieza de Malanga, “De Caracas a Madrid”, con Arístides Barbella estuvo a la altura. Una de las más agradables sorpresas se produjo con Samantha Dagnino (Samsara), interpretando “Un agradable calor” que cantaba Cayayo Troconis con Sentimiento Muerto. La pieza fue objeto de un arreglo que casi parecía trip hop, con una exquisita mandolina de Jorge Torres. Otro debutante fue Alfred Gómez Jr., quien apareció para cantar en arreglo salsero su tema “Si es amor”, acompañado por el timbalero Roberto Moreno. Alfred apareció de nuevo acompañando a Mauricio Arcas (Los Amigos Invisibles) para

cantar “Óyeme Nena”, que sin embargo no estuvo tan inspirada. Entre ellos volvieron a aparecer Mattía Medina y Alberto Arcas para cantar “Gritarte”. Luego La Vida Bohème, junto a miembros de Americania y Los Colores, cantaron “Flamingo”, el tema que según “El Negro” Álvarez inspiró el proyecto. Sin embargo, esta vez faltó mayor inspiración. Como siempre ocurre, Horacio Blanco manejó a su antojo a la audiencia con “Allá Cayó”, un dardo de ánimo infalible. Una intervención que se notó un tanto forzada fue la del dúo Masseratti 2lts, con Nana Cadavieco como invitada. La voz de Fernando Gómez sonó exagerada con la pronunciación de las “t” en modo anglo. “Nadie se levanta” fue el tema escogido, y más adelante “Di_Amantes”. Una aparición fantasmal que se convirtió en un punto de inflexión fue la de Evio Di Marzo cantando “De donde viene tu nombre”, demostrando que es un talento que no se extingue. “Sal, estoy afuera”, uno de los mejores temas de Americania, fue cantado por Álvaro Casas y Armando Áñez, dando paso de nuevo a Gaélica, que sin casi participación de los músicos de la MAU se lanzó con una muy adecuada versión de “Burrito sabanero” que dejó a todo el público excitado. Por ello Reynaldo Goitía al salir de nuevo, tuvo la ocurrencia de decir: “quiero agradecer a Paiva por ponerme después de Gaélica”. Y arrancó a cantar “Tripolar”, que contó con muy buen arreglo. De nuevo salió Beto Montenegro, quien se quedó en escena para acompañar a Rodrigo Gonsalves en el brutal joropo en que Rodner Padilla convirtió “1900”. Maurimix puso a todo el mundo en dos para bailar “En cuatro”, con Padilla haciendo el sonido del sintetizador con su bajo. El festín prosiguió con Horacio Blanco cantando “Tiembla”, y así tembló el teatro. La recta final correspondió a Nana Cadavieco con la potente “Rincón” y La Vida Bohème con “Buen salvaje”. Joropo, bambuco, gaita de tambora, bossa, merengue caraqueño, calipso, tambor de Patanemo, jota carupanera, tamunangue…y rock…todo eso y más en una sola noche. Juan Carlos Ballesta

Gaelica

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AHÍ ESTUVIMOS

Noches de Guataca (del 9/10 al 27/11) Espacio Plural, Trasnocho Cultural, Caracas (Octubre 9 a Noviembre 27, 2013)

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Fotos: Leonardo Bigott

Las ocho presentaciones que culminaron el conocido ciclo por este año, continuaron revelando la diversidad musical que alberga el país. Han sido gratos encuentros que en este segmento incluyó propuestas cargadas de humor inteligente, de lo cotidiano, de jazz, rock y una rica e interesante mezcla con frecuencia impredecible. Noche de Fados trajo a escena a tres hermosas y talentosas voces para compartir algunos clásicos de este género oriundo de Portugal en el que Sandra Rodriguez, Andrea Imaginario e Iliana Goncalves, presentaron un repertorio de 17 temas, logrando agotar la taquilla en dos oportunidades. Las cantantes alternaron con dos ciclos de canciones en los cuales cada una interpretaba dos temas. Luego, tres temas con una a la vez y dos temas finales a tres voces. Clásicos como “Vielas de Alfama”, “Cheira bem, cheira Lisboa” y “Uma casa portuguesa” fueron interpretados magistralmente por Andrea, Sandra e Ilieana quienes tienen en la inmortal Amália Rodrígues una de sus principales fuentes de inspiración. Destacó también el acompañamiento de Aquiles Báez en la guitarra y el bajo de Miguel Chacón. Pedro Barboza, guitarrista y compositor que dará de qué hablar en tiempos no muy lejanos, llegó con un repertorio de siete temas propios y un “swing” que, en manos de Heriberto Rojas (bajo), Gilles Grivolla (saxo) y Abelardo Bolaño (batería), tomaron la fuerza necesaria para cautivar a una audiencia que fue sorprendida -excluyendo a los amigos de rigor que suelen asistir a esta sala- por las improvisaciones dentro de ese frecuente y complejo lenguaje de la guitarra jazz. Pedro se erige como un pilar importante junto a otros como Luca Vincenzetti. Composiciones como la delicada “Three on Six” o ”Vista al sur” e

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“Inexplicable” merecen toda la atención, si acaso no todo el repertorio que exige ser escuchado varias veces por su riqueza melódica. La banda destacó con solos que demostraron la amplitud del meticuloso vocabulario de Grivolla, la suavidad y precisión de Rojas y un Bolaño que poco a poco va ensanchando su camino. Cuando una banda evoca sonidos ya vividos, uno se siente envuelto en una tormenta emocional de la cual se puede huir o retornar apasionadamente con la misma intensidad.Tunacka, hijo bastardo de Guaicaipuro, tiene estrechos lazos con el pasado pero es la frescura, intensidad y química de sus integrantes las que redimensionan todo aquello para finalmente dejarnos en el presente con un sabor a futuro y, sí, un poquito de añoranza. Javier Sobrevila (saxo), Iván

Rivas (percusión), Dionisio López (bajo), Jesús Torres (guitarra) y Henry Roa (batería) fusionan elementos de diversas corrientes, convirtiendo su propuesta en una “receta” muy bien preparada. Su repertorio, a modo de menú culinario, nos trajo “Con limón sabe mejor”, “Mondongo” y “Pistacho”. Tres de un repertorio de trece temas que la audiencia disfrutó y elogió. Si bien el concierto inició con una dinámica un tanto plana, el cuarto tema marcó el camino a seguir con todo el aliño que el funk, el rock y el jazz poseen. José Alejandro Paredes se une a esa nueva savia de cantautores con una interesante propuesta musical. El trujillano se hizo acompañar del legendario bajista Giovanni Ramírez, el baterista Adolfo Herrera y el teclista Gabriel Chakarji. Quienes han presenciado a


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estos tres músicos por otros caminos han de saber que ya el concierto era altamente prometedor. Títulos como “El alumbramiento”, “Amor sin vergüenza” y una hermosa balada titulada “Anaí”, contrastaron con “Cuántas balas” y “Condenados”, cautivando a la audiencia por la temática de sus composiciones y un genuino sentir que se mueve de lo romántico a la crónica social con particular sutileza. Su música también abrió espacio para que “En este abril del mundo” Giovanni hiciera un solo. José culminó con “Ella va”, él solo en escena. “Sólo el humor satisface”, dijo alguien alguna vez cuasi parafraseando aquel religioso slogan que decía: “Sólo Dios satisface”. Como es costumbre, la Noche de Guataca inició poco después de las 8 p.m. con el rigor protocolar. Luego, tomaron el escenario unos músicos con bolsas cubriéndoles las caras. Sí, ¡cara de bolsas! Eran Ana Valencia y sus secuaces quienes con un repertorio de 12 temas trajeron al semanal evento una carga de humor negro y no tan negro, dándole un interesante giro al ciclo de cada miércoles. La cantante colombo-venezolana y sus compinches: Charles Arapé (contrabajo), Jorge Fernández (batería), Álvaro Murabal (teclado), Rubén Márquez (guitarra) y sus hijas María José Serrano y Mariana Serrano (coros) conformaron la banda que interpretó temas como “Estupidez”, “Tudo por acaso”, “El puñal del olvido” y “La cuchilla”. Con un aire de vodevil y a sala llena, Anita cautivó con su voz y, en ocasiones, perverso humor, haciendo recordar aquellos tiempos del Medio Evo, la agrupación humorística fundada en 1978 y que dejó éxitos como “El diferendo”, “Asma mía” y “Laura Pérez”. Anita representa lo que puede ser un género complejo que logra amalgamar dos talentos en uno, el humorístico y el musical. Esa noche sentenció sin proponérselo que es “poema, no oda” de lo que se trata. Desconocido a mis oídos, al menos directamente, fue Jesús “Chúo” Ruiz. Chúo

es el compositor del tema que acompañó las últimas imágenes de RCTV. Su música es honesta y enraizada en lo vivencial. Es una música cargada de humor y reflexiones sobre experiencias propias pero que no son ajenas a cualquier mortal que ande de los cuarenta en adelante. Su filosofía es particularmente interesante en el hecho de no auto-etiquetarse dentro de un género o estilo. Es la viva expresión de un talento que invita a comprometer el pensamiento y alimentar el alma con sencilla elocuencia en versos que dibujan en ocasiones un manifiesto de quienes somos. Su canción “Yo soy el pueblo venezolano” viene a ser lo que ha sido el “American Pie” de Don McLean. En este caso un retrato exacto del costumbrismo venezolano con un aire de esperanza necesaria. Su estilo en vivo, un par de compases como abreboca y la anécdota que inspiró el tema, suele estar aderezado con fino humor. Así, “Malola” (el alter ego de Carolina Espada), “Mujer ajena” y “Sácate tu pasaporte” fueron propulsores para que los asistentes que colmaron la sala, compraran su primer CD Lo bailao. Acompañado por el percusionista Eiter “Kiko” González y la flautista Lorel Rodríguez, Chúo nos dejó ese aire tropicalísimo en cada canción. María Alejandra Rodríguez es una importante cantautora venezolana que estuvo residenciada en Miami por algún tiempo. Su personal estilo encuentra en el bolero y la canción tradicional venezolana, el ambiente ideal donde desarrollarse. Su actividad discográfica comenzó en 2002 con “Hoy voy a pensar en ti”. Acompañada de Luca Vincenzetti (guitarra), Miguel Hernández (batería) y Gerardo Chacón (bajo), la compositora interpretó una decena de temas de su autoría. Pese a que el audio no fue del todo óptimo en la primera parte del concierto, su carisma y sentidas letras lograron atrapar la atención de la audiencia en canciones como “Este afán” donde sola con cuatro en mano dio inicio al concierto. “El sol de ayer me lleva a algún lugar”, “Venciendo sombras” y

“Nos metimos en un cuento” fueron otras sentidas canciones que cautivaron a los asistentes. Los solos de Vincenzetti fueron, con frecuencia, el elemento ideal para destacar la musicalidad de composiciones enraizadas en lo romántico. La compositora interpretó temas clásicos de su célebre tío (Enrique Hidalgo) como “Presagio” y “Los amores de Cabré”, además de dedicar a María Rivas, importante influencia, “Lo que pasa contigo” de Aldemaro Romero. María Alejandra reinicia, con buen pie, su carrera en Venezuela con este concierto. Existe esa paradoja llamada Tuyero Submarín que por una jugarreta del destino le tocó cerrar el ciclo de Noches de Guataca 2013. Fue en 2003, hace una década, cuando se editó el único CD de esta banda sui generis. Un proyecto espectral en donde todos desean formar parte de ella pero nadie quiere continuarla. De allí lo paradójico. A casa llena y con tres de sus integrantes originales (Andrés Barrios, Pedro Vázquez y Matías Herrera) la banda, conocida por su humor acre y fantásticos relatos, cautivó a una audiencia embrujada con las notas y letras de temas como “Kyra” donde los coros de Trío Ninas resonaron con particular seducción o “Faddix”, un fado más triste que de costumbre, y la clásica “Novicia tuyera” basada en el laureado tema de “The Sound of Music” (La novicia rebelde) compuesto por Rodgers/Hammerstein II. “Hiérveme el blues (salmón piche)” alegórico al “Yer Blues” de The Beatles y inédita “Jethro Tuy” ¿Odas al rock? Después de 10 años tal vez mis expectativas no fueron del todo superadas aunque sin dudas fue un gran concierto. La pregunta es ¿fue éste el último aliento de uno de los episodios más retorcidos y fascinantes de nuestra música? Leonardo Bigott

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Fito Páez

Otmaro Ruíz

Estacionamiento del CCCT, Caracas (Noviembre 17, 2013)

Sala Simón Bolívar, Centro de Acción Social por la Música (Noviembre 7, 2013)

se sentaba, se paraba, volvía al piano de cola decorado con plumas rosadas, daba indicaciones al equipo técnico, preguntaba si los de atrás escuchaban bien. Esa canción fue el indicador de que habría excepciones. No se tocaría el disco completo, como ocurrió el 13 de octubre de 2012 en el Planetario de Buenos Aires, concierto que quedó registrado en CD y DVD como parte de la conmemoración del 20 aniversario. La noche de ese domingo no se escucharon “La Verónica”, “Pétalo de sal”, “Sasha, Sissí y el Círculo de Baba”, “Balada de Donna Helena” y “Creo”. En cambio, no faltaron “11 y 6”, “Circo Beat”, “Naturaleza sangre”, “Lejos de Berlín”, casi siempre seguras en su repertorio, pero prescindibles si la gira tiene como objetivo celebrar el aniversario de un disco emblemático. Aun así, si existe la perfección, el concierto se acercó a su definición en sonido. Fito hizo que sus seguidores se olvidaran por momentos de esas ausencias con “Un vestido y un amor”, “La rueda mágica”, “Brillante sobre el mic” y la nunca sobrante “Tumbas de la gloria”. Tocó “Desarma y sangra” en honor a Charly García, que en esos días fue noticia por un problema de salud en Colombia. “Es inmortal”, exclamó el músico en referencia a uno de sus mentores. Luego de la salida en falso, regresa a la tarima y pone a prueba “Yo te amo”, de su más reciente trabajo, del mismo nombre. Siguieron “Dar es dar” y “Mariposa Technicolor”, la tradicional del cierre de sus presentaciones. “Buenas noches, y que Dios, si existe, nos bendiga a todos”, dijo antes de dejar el escenario siete minutos después de las 10 de la noche.

En el marco de la celebración de los 38 años del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, se abrió espacio al festival “El piano y los períodos de la música“. Iniciando con el recital de órgano de Pablo Castellanos el sábado 19 de octubre, el importante complejo cultural presentó, hasta el domingo 10 de noviembre, una interesante serie de conciertos que se extendieron a experiencias audiovisuales con un ciclo fílmico, incluyendo un cine foro, y presentaciones teatrales. Así, el reconocido pianista, cuya agenda no le ha permitido venir a Venezuela con la frecuencia que tanto él como sus seguidores desean, tuvo la excelente oportunidad para que las nuevas generaciones y sus veteranos seguidores pudieran experimentar a un Otmaro literalmente trascendental. “Astroboy”, como es llamado afectivamente entre sus amigos más cercanos, inició con “Body and soul” y “My One and Only Love”, temas en los cuales destacaron dos aspectos fundamentales del jazz: la sensibilidad y el desarrollo creativo espontáneo, siempre referido como improvisación. Admito que en ambos casos no fui capaz de reconocer la melodía, amén de las delicadas frases con las cuales el laureado pianista logra el más fluido de los discursos con sentencias en las cuales, subrepticiamente, deja siempre caer con sutil maestría las inesperadas notas que sugieren el tema de la composición. En la más fiel tradición de piano solo a lo Keith Jarret, Otmaro enmudeció a la audiencia con una intensidad rara vez vivida. “Chorinho”, “Impresiones de una tormenta” y “Lado a lado” completaron esta primera parte del concierto. La segunda parte trajo a escena a dos músicos que son parte de la crema y nata de la actualidad musical en el país, el excepcional bajista Gonzalo Teppa y el explosivo baterista Adolfo Herrera. Este espontáneo y altamente excepcional trío fue el vehículo idóneo para que Otmaro presentara varios momentos de su carrera discográfica con temas de sus álbumes Distantant friends (1994), Nothing to hide (1996) y el más reciente, Sojourn (2008). Así, destacaron “Not an exit”, su clásico “Suelto y disfrazao” basado en el “Diablo suelto” de Heraclio Fernández y un emotivo “The Simple Life” que interpretó in memoriam a su padre. El clásico “Obsesión” de Pedro Flores y un emblemático y autobiográfico “Road Stories” culminaron uno de los mejores conciertos del año.

Humberto Sánchez Amaya

Leonardo Bigott

Foto: Gabo Cárdenas

La más reciente visita de Fito Paéz ocurrió durante el 20 aniversario de su disco El amor después del amor, uno de los más importantes de su carrera. La presentación por la que la gente pagó entrada fue en la terraza del Centro Comercial Ciudad Tamanaco, ya que dos días después se presentó en la Plaza Diego Ibarra en un concierto gratuito organizado por el gobierno. En el CCCT, el artista comenzó con la canción homónima con la que se inicia el álbum editado en 1992, y que figura en la posición número 13 de una lista de 100 discos del rock argentino, realizada por la edición de la revista Rolling Stone de ese país. En el lugar se podían ver caras conocidas, las mismas que suelen seguir al cantautor rosarino cuando se ha presentado anteriormente en lugares como el Anfiteatro del Sambil o el Aula Magna de la UCV. Sin embargo, se pudieron ver otras más jóvenes, las de aquellos que tenían cuatro años o menos cuando salió a la venta el larga duración. “Buenas noches Caracas con luna llena. Esta preciosura se llama Laura González y es de acá, del barrio”, dijo a mitad del primer tema, “El amor después del amor”, para referirse a la venezolana que lo acompañó en los coros. Siguió con “Dos días en la vida”, ese homenaje que Fito le hace a “Thelma y Louise”, la película de Ridley Scott estrenada en 1991. “Dedicada a todas esas chicas que no quieren lavar los platos”, dijo antes de tocar las primeras notas. Los que esperaban “La Verónica”, la siguiente en El amor después del amor, escucharon “El jardín donde vuelan los mares”, de Circo Beat y con muchos años sin tocar, según el artista. Fito no suele estar tranquilo sobre el escenario,

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Blues Fest Caracas 2013 Hard Rock Café, Sambil Caracas (Diciembre 11 y 12, 2013) Fotos: Jesus Sosa

Caracas, es una ciudad estimulante para el blues. Mario Arace y su excelente equipo celebraron, contra viento y marea, la tercera edición del Blues Fest Caracas. Tres bandas por día, hicieron vitrina con propuestas enmarcadas en varios de los estilos del género. Can Blues Pink Tone abrió el festival con una arriesgada propuesta donde “Anhelante” y “Serenata” fueron interpretadas de un modo poco convencional. Si bien el sonido no favoreció la apertura y la voz del guitarrista José Luis “Kool Aid” Acosta, no logró amalgamar efectivamente con la música, debo afirmar que todo riesgo tiene un valor intrínseco que pudiera revalorizarse en el tiempo. CBPT también nos ofreció Hendrix, Vaughan y Redding. Canuto’s Blues Band, centrada en la voz de Arianí Pinto y las guitarras de Juan Perales

y Manuel Araya, impregnó el ambiente con una sonoridad más familiar. Sus canciones de desamor con buenos solos, armónica y una sección rítmica de peso, tiñeron la atmósfera de rock, soul y ese saborcito a “midwest” y “sur”. Una particular reunión trajo a Hard Blues, banda que cerró la primera noche del BFC con un sonido estruendoso que lideró el guitarrista Franklin Belisario y el peso de Nelson Sardá (batería) y Luis Sanabria (bajo). El trío, que interpretó temas de Gary Moore y Joe Bonamassa, debió suspender su actuación a los veinte minutos por un fallo en la programación del Sambil que favoreció al concierto de C4 Trío y Rafael Brito quienes simultáneamente se presentaba en el anfiteatro contiguo al Hard Rock Café. El día 12 inició con Iñigo Ayala y su Blues En El Callejón con temas propios como “La

Ximena Borges Teatro Trasnocho Cultural, Caracas (Diciembre 5, 2013)

Foto: Cortesía de Ximena Borges

Aunque el nombre de Ximena Borges ya tenía cierta resonancia desde 2012, fue en el concierto de Aquiles Báez y su Doña Parra Anda, cuando tuvimos la oportunidad de presenciar su trabajo por primera vez. Una semana después de aquella noche estaba cómodamente disfrutando de su propuesta: ella sola en escena con tan sólo un “looper” en mano, al que ella llama “el monstrico”, que le permitía establecer secuencias y efectos uno sobre otro, apoyándolos con unos excelentes

videos. Eso bastó para que la joven soprano estableciera un contacto casi hipnótico con un público maravillado por su performance Xi.me. na. El evento era el bautizo de su primer CD titulado Joyful Noise, una colección de diez emblemáticos temas navideños de Alemania, Francia, Estados Unidos y Venezuela. Iniciado con la presentación del ilustre comunicador César Miguel Rondón, Ximena interpretó temas tradicionales como “Kurt Tannenbaum”, “Le Divin Enfant” y “Niño lindo”, este último

chica del barrio”, “Blues en el callejón” y clásicos como “Done Somebody Wrong” del inmortal Elmore James. Este proyecto sigue siendo uno de mis favoritos y este año creo que tendremos su primer CD. Mario Arace y Blackoffee continuaron la noche con Mario sólo en la guitarra acústica en lo que significó para mí la interpretación más relevante del festival. Biella DaCosta y Álvaro Falcón, con la fuerza y la vitalidad habitual, y distanciados de Blood Sweat & Tears y fórmulas similares, interpretaron, entre otros, “Ain’t Got Nothin’ But The Blues”. Ellos, al igual que el festival, mostraron un variado repertorio de diversas tendencias del género que desde ya motiva a una ansiosa espera de la cuarta edición del Blues Fest Caracas. Leonardo Bigott

acompañado por Willy McKey quien leyó los versos de su poema “John Juan”. Con este tema Ximena rindió tributo a su padre, el célebre artista Jacobo Borges, presente en la sala. Ximena cantó en castellano, presentando además una divertida versión de la composición de Tony Camargo, “Año viejo”. Uno de los aspectos más significativos del concierto fue la naturalidad con la cual Ximena presentó su repertorio y donde pequeñas fallas tecnológicas eran asumidas con candor y sencilla elegancia. Quienes ya conocían su puesta de “La Tempestad”, fueron igualmente sorprendidos por una obra vanguardista que demuestra que Ximena Borges es más que una cantante lírica. Es ella una artista integral entregada a una propuesta multidisciplinaria de vanguardia que recuerda a la laureada estadounidense Laurie Anderson, de quien, por cierto, fue vecina cuando apenas era una niña que vivía en Nueva York. Una sentida “Amazing Grace” nos dejó con el anhelo de verla muy pronto. Ojalá así sea. Leonardo Bigott

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Steve Vai Anfiteatro Sambil, Caracas (Diciembre 1, 2013)

Foto: Carlos López

Aunque muchos ya lo sabían, una desagradable sorpresa fue encontrar el escenario movido de lugar, ladeado hacia nuestra izquierda. Así se reinauguró el recinto hace unos meses. Sin embargo, para beneficio de más o menos unas 1.500 almas, el acto fue superado, en parte, por una música de alto calibre. Félix Martin con su guitarra de 14 cuerdas, el baterista Mario Rodríguez y el bajista Jorge Rojas llegaron a la tarima solventando fallas que aún parecen ser frecuentes en el artista nacional y que resultan de la improvisación de éste, la producción o ambos, pero en cualquier caso siempre afectando al público. Entonces, del mismo modo en que se diluye una escena en otra en un clásico film, Martin inició el concierto sin presentación ni protocolo alguno. Su show no tuvo el impacto que ha tenido en momentos anteriores y su sonido no llegó con la fuerza que exige su estilo, aunque la parte superior del anfiteatro

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pudo disfrutar de un mejor audio. A pesar de ello, el barquisimetano dejó claro que posee un complejo vocabulario entramado en una sorprendente técnica que en los últimos tres años ha sido motivo de elogios por la prensa internacional especializada. Tras una breve pausa, Vai pisó tarima iniciando con la tríada “Racing the World”, “Velorum” y “Building the church” que abarcó su reciente Story of Light (2012) y Real Illusions Reflections (2005). En ellas demostró por qué es considerado un virtuoso del instrumento. Vai cedió su rol protagónico a Dave Weiner, guitarrista que le acompañó durante el concierto, para el tema “The Trillium’s Launch”. El sonido de Vai, frecuentemente modal y afilado, fue desplegado en 20 composiciones en las que “The Moon and I”, “Rescue me or Bury Mesisters”, “Salamanders in the Sun”, “Treasure Island” y ”Fire Garden Suite II - Pusa road” conformaron el set acústico de la noche. Un impresionante

solo del baterista Jeremy Colson marcó el retorno al set eléctrico. Si bien muchos pudieran, peyorativamente, tildar a Vai como un “tira dedos”, la realidad es más provocadora y compleja, a veces distraída por un show lleno de luces, su guitarra “Mojo” cuyo mástil está iluminado con luces LED azules, un galáctico traje también de luces y frecuentes movimientos que aparentemente nada tiene que ver con la música pero que en realidad son un secreto de su arte. Él mismo declararía que es además un “entertainer”. The “Ultra Zone”, “Frank” y “Build me a Song” se unieron al repertorio para concluir con la hermosa “For the Love of God” y “Taurus Bulba” como bis. Vai expresó el deseo de una nueva visita como parte del G3. ¡La esperamos! Leonardo Bigott


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Los Amigos Invisibles Centro Cultural BOD, Espacios abiertos, Caracas (Diciembre 20, 2013)

Como es costumbre desde hace varios años, el sexteto caraqueño cerró 2013 tocando en BOD. Tras un año en el que debieron cancelar una gira por Venezuela, incluyendo un concierto en el estacionamiento de El Nacional, Los Amigos usaron la ocasión como una especie de revancha. No era cualquier presentación. Aunque en ese momento nadie lo sospechaba y trataron de no reflejarlo, el seno del grupo estaba ya conmocionado por dos bombazos. Por un lado, la renuncia del teclista Armando Figueredo y por el otro, el anuncio de José Luis “Cheo” Pardo de tomarse un año sabático. Quizá la gente no lo notaba, pero nosotros, después de haber visto tocar a la banda decenas de veces desde su debut en 1991, teníamos claro que la atmósfera sobre tarima no era la misma que habitualmente se respira. Un mes después, esos anuncios se hicieron públicos y aunque Figueredo cumplirá con los compromisos adquiridos, en España ya se presentaron en 2014 sin Cheo, principal compositor y responsable en buena medida del sonido distintivo. Tras el tema instrumental en el que Pardo introdujo el efecto de talk-box (del que abusó durante todo el show), comenzó el desfile de éxitos, así como de algunos temas del nuevo disco Repeat After Me, nominado al Grammy

Foto: Emilio Méndez

como mejor álbum latino de rock alternativo. El recurso infalible de concatenar casi todas las canciones, incluyendo algunos cortos interludios de temas del inconsciente pop (Bowie, Kravitz, Xuxa, LMFO, Deep Purple, White Stripes, Inxs) fue de nuevo utilizado. También tuvieron invitados especiales (Álvaro Paiva, Diego “El Negro” Álvarez y Manuel Rangel) que le dieron un color especial a temas como “Esto es lo que hay”, “Ponerte en cuatro” y “All Day Today” Hubo momentos brillantes y siempre pegadizos como los de “Mentiras”, “Cuchi Cuchi”, “Ultrafunk”, “La que me gusta”, “La vecina”, “Mujer policía”, “Sexy”, “Amor”, y casi al final “Dime”. Desempolvaron algunos

temas, entre ellos el poco afortunado “El Barro” y estrenaron otros del nuevo disco cantados en inglés como “Sex Appeal”, “Like Everybody Else”, “Stay”, la interesante “Corazón Tatú” (que recuerda a Talking Heads) y la prescindible “Reino Animal”. “Disco anal” tampoco faltó, ni falló. Julio Briceño vocalizó en falsete “Viviré para ti”, haciendo la voz de Natalia Lafourcade. Al final el equipo en pleno salió a tarima para bailar “El Sobón” y dejar al público satisfecho pero con más ganas de fiesta. Sin duda, este concierto es el fin de un ciclo de 22 años. Juan Carlos Ballesta


EXIB Música:

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Una ventana de la Iberoamérica musical en Europa

Cuando uno explora el panorama de los mercados de música de corte independiente se puede sorprender de que una región como Iberoamérica, donde conviven cientos de géneros musicales, no había tenido hasta el momento un mercado que fungiera de vitrina para que al menos una parte de sus exponentes en el mundo tuviesen la oportunidad de mostrar sus propuestas. Más allá de citas internacionales como el World Music Expo (Womex), nuestro continente cuenta con mercados de especial envergadura y con importante relevancia internacional como el Mercado Cultural de Salvador de Bahía en Brasil, el Mercado Cultural de las Industrias del Sur en Colombia y el Mercado de Industrias Culturales en Argentina. No obstante, lo evidente, un mercado que englobara las músicas de toda la región iberoamericana, no existía. De ahí la importancia de la realización de la I Expo Iberoamericana de Música (EXIB Música) la cual tiene previsto realizarse entre el 8 y 10 de mayo del año en curso en el centro cultural La Alhóndiga de Bilbao, y que se plantea como una plataforma abierta a cualquier género aunque su inclinación natural se orienta al mercado del world music que tiene bastante fuerza y adeptos en Europa. Su directora general, Adriana Pedret, una de las impulsoras del proyecto junto a dos directores más, es una gerente cultural venezolana que, desde hace poco más de una década, renunció a su cargo de gerente de Comunicaciones y Mercadeo de la Fundación Teatro Teresa Carreño para mudarse a Barcelona. Luego, sin la idea de quedarse de manera definitiva, el destino le moldeó el rumbo para dedicarse

José Alejandro Delgado (foto: Juan Miguel Morales) y Betsayda Machado (foto: Maria Alejandra Mata), invitados por Venezuela, único país con doble invitación.

El próximo mes de mayo se realizará en las inmediaciones de La Alhóndiga de Bilbao (País Vasco, España), la primera expo de música iberoamericana. Su directora general, es la venezolana Adriana Pedret, quien hace una década decidió mudarse a Barcelona. Valentina Hidalgo

de lleno al impulso de las músicas latinoamericanas en Europa. De esa experiencia, acumuló un sinfín de visitas a los mercados de música europeos y entendió la necesidad de crear un mercado especializado en las músicas iberoamericanas. “Conociendo todos estos mercados comencé a entender la responsabilidad que podía representar llevar nuestra música a estos circuitos. Y, a pesar de que son mercados potentes que hacen cosas importantes, siempre me daba la sensación de que la música latinoamericana merecía un espacio especializado. Un mercado, sencillamente. Su propia plataforma profesional”, apunta.

Un encuentro multidisciplinario

En la primera edición del EXIB Música se tienen previstas diversas actividades. La cita contará con un aproximado de 15 showcases que intentarán traducir el crisol de géneros que cohabitan en el espacio iberoamericano así como también la diversidad de lenguas. “Estamos muy

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contentos porque uno de los objetivos de la expo era poder mostrar propuestas en lenguas originarias como el quechua, el euskera, entre otras muchas que integran la personalidad lingüística de la región iberoamericana. Pensamos que sería una tarea difícil pero la verdad es que hoy más bien sobrepasamos las expectativas”, señala Pedret. Asimismo, habrá una sección dedicada a la industria donde las casas de booking de artistas y demás empresas de servicios del sector de la música estarán presentes con sus stands. Por su parte, la sección “Compromiso” orientará su foco en foros, debates y divulgación de contenidos especializados. Entre otras de las acciones relevantes contempladas por la EXIB Música en esta primera edición, figura la creación de la Red Iberoamericana de Gestores Musicales y la Red Iberoamericana de Comunicadores Musicales para contribuir así al flujo e impulso de proyectos y contenidos de interés común entre sus miembros. Información detallada en: http://exibmusica.com/



Lola Mares @ElcineQsuena EL CINE QUE SUENA

David Lynch, cineasta de lo extraño, pintor de texturas sonoras y apasionado del rock n’roll (Primera entrega)

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Desde niño David Keith Lynch (Missoula, 1946) empezó a demostrar interés por el dibujo y la pintura, y en 1965 ingresa en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania. En uno de los trabajos finales introduce el movimiento a una de sus creaciones para dar forma a El alfabeto, cortometraje animado de cuatro minutos de duración. Germina así la cinematografía del recién llegado provocador, «cineasta de lo inconsciente», como lo llamaba Stanley Kubrick, para quien la música de los años cincuenta fue de enorme atractivo y más especialmente, el aspecto dulce y duro del rock and roll de esa época (sic). Sus imágenes no solo se ven transformadas por los sentimientos de las melodías, sino que estas imágenes reinventan a su vez la propia música rizando, por así decir, su significado. Tras una búsqueda experimental con el sonido, Lynch llegó a encontrar en este elemento un asidero para dar potencia a su cine. Eraserhead

Blue Velvet

Su primer largometraje Cabeza borradora (1976), es el experimento fundacional de una cinematografía auténtica, y lo que lo da a conocer como un director de culto. En esta suerte de premonición creativa e inclasificable, nos deja entrever el aspecto y el carácter de su cinematografía venidera; el diseño de sonido de Eraserhead, mezclado por el propio Lynch, está compuesto de ecos, reverberaciones, sonidos bulbosos y chirridos helados que conforman la banda sonora (apenas suenan dos o tres canciones, entre ellas “In Heaven”, escrita por Peter Ivers). Lynch complementa su galería de personajes insólitos con composiciones en las que además de las suyas, introduce otras del pianista y cantante de swing de los años treinta, Fats Waller.

David Lynch

Seguidamente aparece El hombre elefante (1980) inscrita dentro del terror clásico, con ráfagas inspiradoras de Tod Browning. Aquí le da la vuelta al género presentando al monstruo como una víctima en una historia triste y extraña enmarcada dentro de un circo. Allí transcurre la vida del protagonista, John Merrick, que padece una extraña enfermedad que ha deformado su cuerpo, pero que lo convierten en uno de los personajes más entrañables de las pantallas de cine de los ochenta. La música estaría a cargo de John Morris un autor de New Jersey que compone una partitura con varios tracks de sonido de carácter circense, y otros que dan fuerte dramatismo al desolado Merrick. Son los sonidos de feria los que anticipan el sentido espectacular del filme, loops introducidos como piruetas para conformar la banda sonora que estuvo nominada al Oscar en 1980.

David Lynch da una voltereta al cine distópico con un guión escrito de su puño y letra, y que Dino de Laurentiis decide producir para convertir en Dune (1984), película de altísimo presupuesto cuyo soundtrack fue lanzado ese mismo año y compuesto en su mayoría por la banda de rock Toto, en la persona de David Paich, cantante y teclista de la agrupación. En el disco también participaría Brian Eno con “Prophecy Theme” una pieza especialmente encargada por Lynch para la cinta. La versión instrumental de esta banda sonora, fue grabada por Toto en compañía de la Orquesta Sinfónica de Viena conducida por Marty Paich, padre del teclista del sexteto. En las letras también participan Jeff Porcaro su baterista, y David Lynch. El proyecto siguiente es Terciopelo azul (1986), con el que el cine de David Lynch llega a la quintaesencia de la producción musical gracias a una selecta banda sonora capitaneada por el talentoso Angelo Badalamenti, músico que por casualidad conoce y con quien, a partir de allí, establece una relación profesional irrompible. Badalamenti no solo se convierte en su gestor melódico sino que le ayuda a consolidar su propio sello estilístico. Escuchando a Shostakovich escribe Lynch el guión de Blue Velvet, nombre original en inglés y título de una canción popularizada por Bobby Vinton 1963 (aunque compuesta en 1951 por Tony Bennett), que interpreta el personaje principal, Dorothy Vallens, encarnado por Isabella Rossellini la cantante de un night club que sería el eje contextual del filme. Allí Dean Stockwell canta “In Dreams” del cantante de Tennesee, Roy Orbison, muy popular por sus baladas sobre amores perdidos. La versión para la película encaja perfecto así como “Love Letters”, pieza de Ketty Lester, voz americana que llevó esta canción al Top 5 de las carteleras en Estados Unidos y el Reino Unido de los años cincuenta.

El hombre elefante

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GIL SANSÓN HISTORIETAS

Alack Sinner,

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de Mugnoz y Sampayo

El género negro en el cómic cuenta con exponentes de gran calidad. Los parámetros literarios y el imaginario del film noir dan mucha libertad interpretativa a los dibujantes y guionistas de cómic. Uno de los clásicos del género viene firmado de la pluma de dos autores argentinos, José Mugnoz y Carlos Sampayo, dibujante y guionista, respectivamente. Alack Sinner nace como encargo de la revista italiana “Linus” a mediados de los años setenta del pasado siglo. Mugnoz, que vivía en Italia para la época, ya era considerado un gran dibujante. Sampayo, radicado en Barcelona, había trabajado con algunos de los mejores dibujantes argentinos y españoles. Ésta, su primera colaboración, sienta precedentes estéticos difíciles de igualar. Siguiendo la tradición del género, el blanco y negro es el medio para contar la historia. Mugnoz toma al toro por los cuernos y renuncia al tramado cruzado o a cualquier otra técnica para sugerir matices de gris y adentrarse de lleno en un dibujo de línea magistral y un empleo de luces y sombras muy contrastado. En la narrativa los extras son tan importantes como los protagonistas, lo que nos permite apreciar el trabajo tipológico del dibujante, muy próximo a Grosz y los expresionistas alemanes. Toda la fauna urbana de Nueva York se ve representada en Alack Sinner. Contradictoria mezcla de idealismo y cinismo, Sinner es uno de esos personajes de cómic que envejece; a lo largo de la serie es detective privado, policía, guardaespaldas y taxista. Tiene la capacidad para soportar de forma estoica las palizas y los malos hábitos de alcohol y tabaco, característica de rigor en los personajes principales dentro del género. Por otra parte, es un antiheroe que en lugar de endurecerse se ablanda. Consciente de su papel de cómplice dentro de la explotación que su país hace de otras naciones menos poderosas, hace esfuerzos para salir de la ignorancia mientras trata de explicar a su hija cuestiones como la guerra en El Salvador, ayudar a un amigo jazzista a superar la adicción a la heroína mientras evita balazos y descubre conspiraciones. Sinner suele ser el narrador de sus aventuras, y su tono cínico contrasta de forma brillante con las imágenes ofreciendo lecturas complejas que resultan por ello mucho más envolventes e inolvidables.

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