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Sobrevivientes // Bryan Raymundo

Bryan Raymundo nació en Wichita de padres mexicanos. Siendo estudiante, cambió su especialidad de fisioterapia a arte de estudio después de tomar una clase de grabado. Parte de su trabajo explora su historia personal con la salud mental, que incluye intentos de suicidio. Bryan se graduará de Kansas State esta primavera con una Maestría en Bellas Artes en grabado. Puedes ver su trabajo en su página de Instagram, @raymundo_printmaker.

Solo me sumergí en el grabado. Me escondí de muchas cosas, y con el grabado hay mucho que aprender. Toda mi personalidad era el grabado. Todos los días, me ponía el delantal y me ponía a trabajar.

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Después de un tiempo, comencé a salir más de fiesta. Todavía estaba en la imprenta todos los días, pero salía de jueves a domingo por la noche. Empecé a hundirme un poco. Mis amigos me mostraron amor, y demostraron que se preocupaban por mí, pero yo no lo sentía. Me di cuenta de que no estaba sintiendo muchas cosas. Comencé a preguntarme qué es la felicidad y por qué no la sentía, o por qué no podía apreciar el amor que tenía, por qué sentía que no lo merecía, por qué sentía que debía alejar a la gente. Las preguntas se hicieron cada vez más fuertes.

Cuando estaba creciendo, aprendí muy rápido que las emociones o lidiar con las emociones es un lujo en un hogar de inmigrantes. Mis padres no tenían tiempo para detenerse y pensar por qué se sentían de cierta manera, no tenían tiempo para procesar la muerte y el dolor. Tenían que trabajar siempre.

Fui la primera persona en mi familia que ha ido a terapia o ha tomado medicamentos. Al principio, no entendía por qué mis padres no veían los problemas de salud mental como una enfermedad. Mis amigos decían, está bien reconocerlo. Fue una de las primeras veces que sentí esta extraña batalla en mi cabeza sobre mis sentimientos, y ésta se volvió cada vez más pesada.

Algo que le digo a la gente. He estado en mucha terapia, y una cosa que he notado es que la gente tiene miedo de hablar de estas cosas. Se dicen a sí mismos que podría ser peor, o que no es tan malo.

Pero pase lo que pase, el trauma es un trauma, y se siente pesado como el c-----.

Es importante encontrar esa ayuda y encontrar gente que pueda estar allí para ti. Tener un amigo, un verdadero amigo, ayuda mucho.