Narrativa 2012

Page 105

Los tres protestamos, queremos quedarnos más tiempo. Queremos volver al agua. Mi madre no dice nada. Mi padre se levanta, se sacude la arena del pantalón y comienza a caminar hacia el coche. El viaje de regreso parece mucho más largo. Es de noche y desde la ventanilla apenas puede distinguirse el paisaje que vamos dejando atrás. Mi padre se detiene a repostar. Baja del coche y llena el depósito. Regresa y nos mira. Mis hermanos duermen. Mi madre también. Yo estoy despierto. ––¿Te lo has pasado bien? ––me pregunta. ––Sí ––le digo––. Mucho. Junto a nosotros hay otro coche. Dentro hay un matrimonio joven y un niño de unos diez años. Han parado a repostar, como nosotros, pero están los tres dentro del vehículo, parecen no tener ninguna prisa. Ella dice algo, desde el interior del viejo Ford no podemos escuchar lo que ha dicho, pero ha debido ser algo gracioso porque el hombre y el niño sonríen; realmente ríen, ríen a carcajadas. Mi padre gira la llave para arrancar el motor; éste hace un ruido agónico, como el de un anciano al que le cuesta respirar, pero el coche no consigue ponerse en marcha. Lo intenta otras dos o tres veces más, pero el resultado es siempre el mismo. Mi madre se despierta y nos mira. Nos pregunta que si ocurre algo, pero ni mi padre ni yo le respondemos. Él sigue intentando poner el motor en marcha, yo, mientras tanto, le observo detenidamente. Mi madre nos vuelve a preguntar. Nuevamente nadie le contesta. Todos nos quedamos en silencio. Las risas que provienen del coche que tenemos al lado se vuelven cada vez más estruendosas.

112


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.