La clausula piensalo bien ante mirian g blanco

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allí. Sabía que si lo volvía a ver, ya no podría ocultar más sus sentimientos hacia él, aunque era evidente que el rencor formaba parte de esos sentimientos. Tyler podía estar seguro con ella, porque Melisa jamás estaría con él por dinero. Ella lo amaba, sin importarle absolutamente nada y sin importarle el contrato, y eso lo había descubierto él cuando la morena rechazó los pagos de los cinco meses que estuvieron juntos. ¡Ella lo quería pero él la había engañando, haciéndola creer que sus sentimientos eran correspondidos! Cuando los ojos de Melisa observaron un coche negro, a unos pocos metros de distancia, descubrió en el interior al piloto: Tyler. Él había permanecido durante unos minutos en el auto, observándola y deseándola. Sus ojos la recorrieron de arriba abajo, enfocándose en la enorme barriga donde llevaba a su futuro hijo. Mely tensó su cuerpo cuando el coche se acercó y se detuvo en mitad del camino. —Entra —dijo desde dentro del auto. Ella se sintió ligeramente paralizada cuando oyó la firme voz de Tyler, mientras sus recuerdos recorrieron por su cabeza como un perfecto flashback. —Sube al coche, Missy. —Volvió a ordenarle. Ella se sorprendió cuando él la llamó por aquel diminutivo que había extrañado enormemente. Detrás de Tyler, los coches comenzaron a tocar el claxon pero él no les hizo caso. Mely abrió los ojos como platos cuando él se bajó del auto y se acercó a ella con paso firme. Analizó lo hermoso y maduro que se veía con aquella barba de semanas, su camiseta y sus vaqueros. Los copos de nieve caían lento y minuciosamente sobre su perfecto y escultural cuerpo. Ella gimió con miedo cuando Tyler la agarró del brazo y la instó a caminar hacia el coche sin oponer resistencia alguna. Abrió la puerta e hizo sentarla en el asiento del acompañante. Él arrancó a toda velocidad antes de que su paciencia explotara contra aquellos pobres ciudadanos que lo habían insultado por haber parado en medio de la carretera. Tyler esperó a que ella hablara, a que le diera, por lo menos, una mínima


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