Queroseno Y
ussel
Dardón
Habría buscado con palabras un lugar sin palabras, su inalcanzable centro.
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Jorge Fernández Granados
La idea, como sustento de la historia, modifica la perspectiva de quien reflexiona, generando destellos intermitentes que recorren la conciencia. La estructura reflexiva es un cordón de magma que fluye en el interior del ser, que lo transmuta y diversifica, que lo tiñe de naranja y violeta, que revienta desde el centro mismo de la idea. Una vez articulada, la reflexión se posiciona y se expresa en volutas de humo que se funden con el viento, reestructurando la moléculas con queroseno. La reflexión se erige desde lo profundo de la idea, se eleva entre paredes de pensamiento y encuentra su punto de fuga en la creación, que arde encandilando el tiempo-espacio. La conciencia es un volcán en continuo estado de alerta.