Operaciones Navales de la Primera Guerra Mundial

Page 214

notar que ya en 1907 el Almirantazgo había elaborado un plan general de bloqueo contra Alemania, una suerte de remedo de lo hecho por Pitt contra Napoleón el siglo anterior. Por su parte el almirante Luis Carrero Blanco en su obra “Arte Naval Militar” escrita en 1943 cuando era Capitán de Navío, nos hace una precisa comparación entre el bloqueo de la guerra del 14 con la que se vivía en ese mismo momento donde la Alemania nazi dominaba el litoral europeo desde el cabo Norte, sobre aguas del Ártico hasta la frontera hispano francesa. Expresaba que igualmente los germanos sufrían el bloqueo aunque en el caso de la Primera Guerra Mundial la geografía servía a los aliados pues cerrar el Báltico y el Mar del Norte había sido una tarea simple para la omnipresente Royal Navy. Entonces, continuaba el marino español, que en esta Segunda Guerra Mundial la situación estratégica no presentaba las mismas características que en 1914 y sindicaba una diferencia fundamental pues en el 14 los Imperios Centrales se hallaban cercados en la masa del continente pues buena parte de sus recursos los necesitaban del exterior los que les debían arribar por mar y por ende sus capacidades de resistir y de suplir esto dependerían de un esfuerzo propio, un algo desdeñado por la acartonada camarilla que rodeaba al Káiser Guillermo, o sea algo que a la larga llevaría su causa a la perdición. Y para el conflicto que se libraba en esa hora Carrero Blanco señalaba que el Tercer Reich poseía todos los recursos de Europa, pero que la Unión Soviética dependía del control del mar por sus aliados occidentales. Incluso la investigación nos trae la opinión de un compatriota que vivió aquella guerra pero en un oficio que nada tiene que ver el mundo de las armas. Nos referimos a Juan Zorrilla de San Martín quien escribió un libro que solo fue publicado en capítulos por la Revista Nacional en forma sucesiva en la década de 1940. El polígrafo conocía muy bien aquella Europa sumergida en la neurosis de una guerra ya en ciernes pues había sido representante diplomático ante el gobierno francés del presidente Casimir Perier en la década final del siglo XIX. Desde Paris, Zorrilla fue testigo de lujo de los acontecimientos que se desarrollaban en el vecino Reich con la conformación de una mentalidad militarista que parecía irrefrenable y en uno de esos capítulos denominado “El Canto a Aegir”- un himno marcial compuesto para el emperador Guillermo-señalaba la impresión que tenían los discursos belicistas del Káiser, desafiantes hacia el resto de Europa, todo aderezado por las imágenes de los grandes desfiles en la Unter der Linden profusamente publicados en la trémula prensa de la Ciudad Luz. “Bien sabemos las consecuencias de todo bloqueo y nadie vera sin compartirlo el dolor de un niño en el que ha querido parapetarse el espectro vencido, pero no es el caso de denunciar ese dolor sino de marcar a su causante, el Káiser. El hambre, la pena de los inocentes es y ha sido siempre por desgracia un recurso de guerra brutal como todos los demás, querido por todos ellos por quien quiere la guerra. El sacrificio de los inocentes, es la misteriosa ley de expiación que todos los pueblos, no solo los cristianos,

han sentido como dogma misterioso de toda redención. Los cuadros

desoladores del hambre no son de distinta naturaleza que los del bombardeo de ciudades indefensas, o los de la sumersión de barcos enormes, llenos de niños también.

214


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.