Operaciones Navales de la Primera Guerra Mundial

Page 12

torpedo, tras lo cual ordenó virar a estribor para ganar distancia y profundidad de la explosión que se avecinaba. Treinta y un segundos después recibió el sonido del impacto, que todos abordo festejaron ruidosamente. El torpedo impactó al medio del través de estribor del Aboukir, inundando las salas de máquinas, rompiendo tuberías de vapor y dejando la nave inerte en las aguas. El comandante, Capitán de Navío John Drummond, creyó haber embestido una mina y al evaluar el daño entendió que el buque estaba perdido, ordenando el abandono al tiempo de pedir ayuda a los otros dos cruceros.

Pero el abandono fue algo caótico, porque al no haber vapor no

funcionaban los guinches de los botes, por lo que cada hombre trató de buscar algún elemento flotante. Rápidamente, el Aboukir se escoró, y a las 06.48 dio vuelta de campana, para hundirse por proa dejando cientos de hombres flotando entre restos de combustible. El primero el llegar al rescate fue el Hogue. Su comandante, Capitán de Navío Wilmot Nicholson, entendió desde un principio que estaban ante un ataque de submarino, por lo que ordenó al Cressy que buscara el periscopio y diera protección mientras su buque recogía los náufragos. Entonces, paró máquinas para bajar los botes y balsas en procura de rescatar el mayor número de náufragos. A bordo del U-9, después de la primera victoria Weddigen subió a profundidad de periscopio para ver la escena, para encontrarse que a escasas 1.800 yardas tenía otro crucero enemigo, pero detenido, o sea: un blanco perfecto. Entonces, ordenó afinar puntería, disparar dos tubos, virar a máxima velocidad y hundirse. Desde el Hogue vieron el periscopio y una de las piezas de 9” y dos de las de 6” abrieron fuego sobre el punto, pero el submarino ya había desaparecido de la superficie. En la acción también intervino el Cressy, intentando embestir al U-9, pero cuando llegó al lugar éste ya había cobrado suficiente profundidad para evadir el choque. Si bien Weddigen escuchó la detonación de los dos torpedos, no hubo festejos porque estaban todos ocupados en las maniobras de evasión al posible ataque del Cressy. Los dos torpedos del U-9 impactaron a las 06.57 sobre la amura y la aleta de babor del Hogue, provocando importantes daños, que se vieron magnificados porque en el buque, pese a estar en condición de combate, no se habían cerrado los mamparos estancos para facilitar el tránsito de las personas durante las operaciones de rescate de los náufragos del Aboukir. El ingeniero de guardia, en una rápida respuesta, abrió todas las válvulas de vapor, aliviando la presión de las calderas y evitando así una explosión masiva, aunque al costo de dejar al buque inerte y sin energía. En consecuencia, el buque se escoró rápidamente, y ante lo inevitable el comandante ordenó el abandono, que se realizó ordenadamente. El Hogue se hundió a las 07.15. A borde del Cressy, luego de quince minutos de buscar infructuosamente al submarino atacante, de tirar bombas y granadas a mano desde cubierta, se asumió que se había retirado para evitar ser destruido, y en consecuencia el buque acudió al rescate de los náufragos del Aboukir y del Hogue. En el submarino, al percibir que el Cressy se alejaba, Weddigen ordenó subir a profundidad de periscopio. Se encontró con un panorama similar al anterior, un buque detenido, un blanco perfecto. Pero en la prisa y a emoción el único torpedo remanente en los tubos de proa no fue

12


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.